Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 1:1–17

Muchos eruditos opinan que Mateo escribía a una audiencia principalmente judía. De hecho, es probable que Mateo escribió su evangelio originalmente en hebreo y luego se tradujo al griego. En todo caso, Mateo buscaba, mediante sus muchas referencias al cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, demostrar a sus lectores que Jesucristo es el Mesías. Para obtener información más detallada sobre el trasfondo de Mateo, consulte un buen comentario o una Biblia de estudio.

1. ¿Por qué Mateo, según la inspiración del Espíritu Santo, comenzó su evangelio de Cristo con una genealogía detallada? (Es importante notar que la expresión “hijo de David” es un término especial que los judíos reconocían como una referencia al Mesías. Véa su uso en Mateo 20:30.) ¿Cuán importante era esto para su audiencia inmediata, especialmente para los judíos no creyentes?

2. ¿Por qué Mateo comprimió la genealogía de Jesús, distribuyéndola en tres etapas distintas?

3. ¿Qué sucesos distintos caracterizan cada una de estas etapas, en lo tocante a la regresión espiritual y política de Israel?

4. Al reflexionar sobre las preguntas anteriores, ¿usted prestó atención a las siguientes singularidades de la genealogía?
a. En la cultura oriental de la antigüedad, era muy raro que las mujeres fueran incluídas en las genealogías; sin embargo, Mateo en su genealogía eligió destacar a algunas mujeres, pero ignoró a figuras tan importantes como Sara, la esposa de Abraham. ¿Por qué hizo  esto?

 b. ¿Quiénes fueron estas mujeres? ¿Qué sabe usted sobre su origen étnico o racial? ¿Alguna de ellas tuvo un pasado infame?

c. ¿Qué mensaje fundamental transmite Mateo al incluirlas en la genealogía de Jesucristo?

5. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Esta es la razón del nacimiento de Jesucristo

Tengo la costumbre de preparar mi corazón durante la época navideña mediante la lectura diaria de un breve pasaje del Evangelio. Cierto año, mientras leía el Evangelio de Mateo, me sentí muy conmovido con el hecho de que Mateo dividió la genealogía de Jesús en tres etapas distintas. Esta división enfatiza que la historia del pueblo de Dios comienza con Abraham, el glorioso padre de la fe, y termina con un rey según el corazón de Dios. Luego, el segundo período comienza con el recordatorio del infame fracaso moral de David con la madre que dio a luz a Salomón, una mujer a quien la Biblia se refiere como la esposa de otro. Este segundo período termina no solo con un reino dividido, sino con el comienzo del exilio del pueblo de Dios. El tercer período comienza con el desmoronamiento del reino postexílico y termina con la plena ocupación extranjera, sin rey, sin nación y sin profeta. Pero justo cuando todas las esperanzas se habían desvanecido, nace Jesucristo. Dios no había olvidado su promesa. Dios no había olvidado a su pueblo.

Fue durante aquella Navidad que, cierta noche, tuve un sueño, más bien una pesadilla. Soñé con un suceso pasado de mi vida del que no estaba orgulloso. El simple hecho de que resurgiera en mi sueño fue lo suficiente como para hacerme sentir muy avergonzado, y cuando desperté me sentí totalmente derrotado. “Señor”, dije, “no soy digno de ser tu siervo”. Justo cuando me sentía desanimado y sin esperanza, Dios me recordó la lección que había aprendido al reflexionar sobre la genealogía de Cristo, y un extraño y poderoso calor vino sobre mi atribulado corazón. En efecto, el pasado ya pasó, y todo ha sido perdonado. Cristo vino y nació en mi corazón. Las cosas viejas pasaron y yo soy hecho nuevo.

En ese mismo instante, adoré al Señor con lágrimas de gozo y gratitud porque, así como el pasado vergonzoso de Israel retratado en la genealogía fue totalmente invertido por el nacimiento de Cristo, ocurrió lo mismo con mi pasado y el de todos aquellos que han puesto su confianza en Cristo.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 1:18–25

1. Esta pequeña sección explica "cómo" se produjo el nacimiento de Jesucristo. Por lo tanto, dedicaremos un tiempo para reflexionar sobre las siguientes preguntas sobre el "cómo" y el "por qué", con base en los dos primeros versículos:
a. ¿Sabe usted por qué Jesucristo tuvo que venir como ser humano?

b. Dicho esto, ¿acaso no pudo haber simplemente aparecido como un adulto? ¿Por qué debió experimentar todo el proceso de la vida humana: la concepción, nacimiento, crecimiento y muerte?
2. Si José era un hombre justo, ¿por qué querría divorciarse de María?

3. En aquellos días, incluso un "divorcio discreto"  habría ocasionado vergüenza, deshonra y ruina para María durante el resto de su vida. ¡Cuán alto precio pagaría por la obediencia! ¿Qué piensa usted sobre la obediencia de María?

4. No hay duda de que si Dios trae algo a nuestras vidas, Él nos conducirá con seguridad a través de ello. Sin embargo, ¿por qué Dios decidió revelarse a José en un sueño y no mediante una aparición personal? ¿Cómo podría José estar seguro de que provenía de Dios?

5. ¿Qué importancia tiene el mensaje del ángel, especialmente en cuanto a los siguientes aspectos?
a. El título "Hijo de David" usado para dirigirse a Jose

b. El nombre "Jesús" que se pondrá al hijo

c. El vínculo señalado entre el nombre de Jesús y la salvación que traerá? En el Antiguo Testamento, la palabra salvación o liberación se refiere a veces a una liberación de los enemigos vecinos, pero aquí, al mencionarse con el nombre de Jesús, ¿de qué manera se deja en claro el énfasis de la liberación?
6. En esta porción, Mateo aprovecha la oportunidad para demostrar que el nacimiento de Jesús es un cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. ¿Cuál profecía decide destacar aquí? ¿Qué importancia tiene este cumplimiento específico con respecto a lo siguiente?
a. El nacimiento virginal

b. El nombre Emmanuel ¿En qué sentido era la presencia de Dios en el Antiguo Testamento diferente de la presencia señalada por el nombre "Emmanuel"?
7. ¿De qué manera la respuesta de José al mandamiento del ángel demostró que realmente era un hombre justo?

8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Vocación

Solía preguntarme por qué, una y otra vez, Dios aparecía a José solo en sueños, mientras que otras personas relacionadas con el nacimiento de Cristo (como Zacarías y María) aparentemente se encontraban cara a cara con el mensajero de Dios. También me preguntaba cómo José podía estar seguro de que los sueños (del nacimiento virginal, la necesidad de huir a Egipto, etc.) realmente provenían de Dios.

Pero en cada caso, también leía sobre la sumisión instantánea de José. Es obvio que él lo supo, y por eso obedeció.

Esto me recuerda de que en ciertas ocasiones, antes de que Dios me había llamado a ser un ministro del evangelio de tiempo completo, a menudo escuchaba a pastores piadosos que hablaban de la necesidad de recibir un llamado claro de parte de Dios al ministerio de tiempo completo. Decían también que cuando Dios de alguna forma nos llama, la pregunta que debemos hacer no es "¿Realmente provino de Dios?", sino "¿Estoy dispuesto a obedecer?".

En efecto, un hombre justo, José, nos dejo un buen ejemplo. Cuando una persona obediente recibe el llamado de Dios, su enfoque no está tanto en si el llamado proviene o no de Dios (debido al espíritu interior que le sirve de testigo), sino en si él está dispuesto a obedecerlo.

El modo que Dios elige para revelarse es mucho menos importante que el tener un espíritu honesto y obediente.

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 2:1–12

1. Separe un tiempo para repasar los eventos que sucedieron a María y José entre el final del capítulo anterior y la visita de los Magos (que ocurrió probablemente cuando Jesús era un niño pequeño de uno o dos años incompletos).

2. ¿Qué habrían representado para María y José el largo viaje de regreso a Belén, su ansiedad al no haber lugar en el mesón, el parto en un pesebre, la visita de los pastores, con su relato del anuncio angelical, y las palabras inesperadas de Simeón y Anna en el templo?

3. ¿Qué les habría significado esta visita de los magos?

4. La práctica pagana de observar las estrellas, usada a menudo como método de adivinación, estaba prohibida bajo la Ley de Moisés (Lev. 19:26; Deut. 18:10). A la luz de esto, ¿por qué Dios usó a unos Magos para cumplir Su propósito?

5. ¿Por qué viajaron tan lejos, gastaron tanto tiempo y dinero y pusieron sus propias vidas en riesgo al llevar sus costosos obsequios, simplemente para adorar a un rey extranjero?

6. ¿Qué habrían representado estos obsequios específicos para Jesús, y también para María y José (especialmente en consideración de su viaje posterior a Egipto)?

7. No debería sorprendernos que el rey Herodes se haya turbado, pero ¿por qué todo el pueblo de Jerusalén se turbó con él? ¿Acaso no anhelaban a su Mesías? ¿Alguno de los sacerdotes y escribas que conocían tan bien las Escrituras acompañó a los Magos en su búsqueda de Jesús? ¿Por qué o porqué no?

8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Otro tipo de discriminación

Frecuentemente leo la historia de los "tres reyes" con gran interés. Aunque numerosos cuadros representan a tres magos montados en sus camellos en busca de Jesús, la Biblia nunca dice que fueron tres; la única razón que suponemos automáticamente que fueron tres magos es que se llevó tres tipos distintos de obsequios.

Pero realmente no importa si fueron dos, tres o incluso más magos; el detalle más importante de la historia es que eran magos del Oriente. Independientemente de si eran de Irán o de Babilonia, estaban siguiendo una estrella que de hecho fue utilizada por Dios para guiarlos al encuentro con Jesús.

Sin embargo, observar las estrellas como método de adivinación estaba expresamente prohibido por Dios. ¡Es alucinante pensar que Dios usó a tales paganos para encontrar al Mesías! Pero aún más desconcertante es el hecho de que la estrella realmente fue la que los condujo a Jesús.

No es de extrañar que ninguno de los escribas o sacerdotes quiso acompañarles en su búsqueda del Mesías. Eran paganos. Su práctica violaba la Ley de Dios.

Sin embargo, los bienaventurados eran los magos, y no los escribas y sacerdotes cuya religión era ortodoxa.

Así es como siempre obra Dios. Aunque los magos eran paganos que habían adoptado prácticas prohibidas por Dios, lo hicieron debido a su ignorancia. Sin embargo, tenían un deseo genuino de buscar a Dios. Buscad y hallaréis. Esta es la promesa de Dios.

Por supuesto, no seguimos ni toleramos prácticas que Dios ha prohibido, las cuales incluyen la quiromancia, la observación de las estrellas o cualquier otra forma de adivinación o interpretación de presagios. Como dijeron los tres amigos de Daniel, nuestra confianza en Dios no depende de nuestra suerte. Sin embargo, esto no significa que despreciamos a quienes siguen tales prácticas debido a su ignorancia, porque sabemos que Cristo vino y murió por ellos también. Si tienen un deseo sincero de buscar la Verdad, encontrarán a Cristo.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 2:13–23

1. Para María y José, parece que la parte más difícil de ser los padres del Mesías ha terminado. Si usted estuviera en su lugar, ¿qué esperaría, o en qué se fijaría a continuación?

2. ¡Pero las cosas no sucedieron así! Ahora descubren a través de un sueño que esto es solo el comienzo de un viaje aún más largo. ¿Qué implicaba la siguiente etapa de su vida? ¿Si usted fuera José, cómo lo habría encarado?

3. Una vez más, Mateo nos dijo que esto se trata del cumplimiento de una profecía, esta vez de Oseas 11:1. Lea esta profecía y considere cómo usted la habría interpretado antes del nacimiento de Cristo. ¿Qué le muestra esto acerca de las profecías divinamente inspiradas en la Biblia?

4. Hebreos 4:15 nos dice que Jesús experimentó todas las tentaciones (esta palabra también significa pruebas) que nosotros enfrentamos. ¿En qué se ha convertido Jesús al huir a Egipto? ¿Con qué tipo de personas se identifica Jesús?

5. Debido a las medidas tomadas por el rey Herodes, ¿en qué ha resultado el nacimiento de Jesús?

6. Con una población que posiblemente era más pequeña en aquellos días, quizás fueron asesinados unos cientos de niños menores de dos años. ¿Sabe usted cuántos bebés no nacidos mueren cada año solo en Norteamérica?

7. Mateo nos dice una vez más que esto se trata de un cumplimiento de Jeremías 31:15. Lea lo que dice el Señor en 31:16-17. ¿De qué manera el nacimiento de Cristo hizo posible la promesa de Dios?

8. ¿Puede usted enumerar todos los milagros que Dios ha realizado en la tierra de Egipto? Y aunque Egipto es un país muy islámico, ¿cómo entendería usted Isaías 19:25, especialmente teniendo en cuenta que Jesús habría vivido allí durante varios años?

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La tierra de Egipto

Hace unos años, tuve la oportunidad de visitar Egipto. Estaba emocionado con el viaje, porque siempre quise ver las pirámides, cabalgar a lo largo del río Nilo, donde la princesa encontró a Moisés, y ver las famosas momias egipcias.

El viaje resultó ser todo lo que esperaba y más. Fuimos muy afortunados de tener como guía un arqueólogo (inspector) del gobierno. Aprendí mucho sobre muchas de las reliquias arqueológicas, pero también aprendí algunos detalles que antes no conocía, como la costumbre de ponerse carbones en la cabeza para mantenerse caliente en el frío del desierto nocturno.

Algo que me dio mucho placer fue conocer y conversar con ciertos cristianos coptos. Mientras estaba en el Eastern Baptist Seminary, tuve la oportunidad de conocer a un sacerdote copto que había llegado desde Egipto para estudiar. Por lo tanto, ya sabía un poco sobre los cristianos coptos en Egipto (los cuales forman el 10% de la población total). Pero lo que realmente me impactó fue cuando me di cuenta de que Jesús había puesto sus pies en Egipto y probablemente vivió allí durante varios años. Aprendemos en la Biblia que Dios eligió la tierra Egipto para realizar algunos de Sus milagros más espectaculares, pero es precioso contemplar que esta misma tierra proporcionó un refugio seguro para el niño Jesús en Su tiempo de angustia. Esto me recuerda las asombrosas palabras de Isaías 19:25, donde los egipcios son llamados el pueblo de Dios.

Es cierto que Egipto sigue siendo un país muy islámico, pero por supuesto hay esperanza. ¡Un día, ellos también se convertirán a Cristo y pasarán a ser el pueblo de Dios!

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 3:1–12

1. Ahora Mateo presenta a sus lectores a un hombre llamado Juan el Bautista:
a. Según la profecía en Isaías 40: 3, ¿Quién era él?

b. ¿Cuál era su papel y su ministerio?
2. Con base en el lugar donde vivía, la ropa que vestía y las cosas que comía, ¿qué tipo de persona parece haber sido? ¿Por qué fue necesario este estilo de vida para su papel y su ministerio?

3. ¿Cuál fue su mensaje? ¿Cómo respondieron las personas a su mensaje? ¿Por qué?

4. ¿Quiénes eran los fariseos y los saduceos? ¿Por qué Juan fue tan severo con ellos?

5. ¿De qué manera preparaba Juan el camino para Jesús al advertir al pueblo y confrontar a estos importantes líderes religiosos?

6. Considere las siguientes preguntas sobre     su testimonio de Jesús:
a. ¿Quién es Jesús?

b. ¿Cuán diferente sería el ministerio de Jesús en comparación con el suyo?

c. ¿Cuál fue el énfasis de Juan al describir a Jesús — la salvación o el juicio? ¿Porque? ¿De qué manera estaba preparando el camino para Jesús?
7. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Los fariseos y los saduceos

Los fariseos y los saduceos formaban la clase dominante de Israel en la época de Jesús. Los primeros probablemente dominaban el Consejo gobernante, mientras que los últimos eran sacerdotes que controlaban el templo y la vida religiosa del pueblo.

Algunos de los ataques más severos de Jesús fueron contra los fariseos; en cierto sermón, incluso llegó a llamarlos de tumbas blanqueadas. En otra ocasión, ridiculizó también a los saduceos. Sin embargo, algunos de ellos se aventuraron al desierto para escuchar la predicación de Juan, y algunos estuvieron dispuestos a ser bautizados.

Por mucho que Juan los haya llamado víboras y serpientes, yo creo que algunos de ellos fueron bautizados por Juan, y como aprendemos en los Hechos de los Apóstoles, algunos eventualmente se convirtieron a Cristo, haciéndose cristianos.

Creo que aquí hay una lección que debemos aprender.

Somos propensos a endulzar nuestro evangelio con el objetivo de apaciguar a los no creyentes. Incluso hacemos de todo para atenuar algunas de las enseñanzas más ofensivas de la Biblia, con el fin de que el mundo nos acepte. Hacemos todo esto con el pretexto de que sea una forma prudente de evangelizar al mundo no creyente. Sin embargo, a menudo terminamos predicando un evangelio que no implica el arrepentimiento, un cambio radical en nuestra cosmovisión, y un abandono de nuestro estilo de vida pecaminoso, junto con sus elecciones pecaminosas.

No, no estoy defendiendo un estilo de predicación de "fuego y azufre". No obstante, tenemos que entender que el poder para convertir a las personas sigue siendo la obra del Espíritu Santo, y nuestro papel es presentar el evangelio tal como es, señalando el pecado por su verdadero nombre, ¡pecado! No puede haber una verdadera conversión sin que el individuo comprenda su pecaminosidad y la gravedad de su destino eterno.

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 3:13–17

1. ¿Por qué intentó Juan evitar que Jesús fuera bautizado por él? ¿Cómo esta acción nos ayuda a entender el significado del bautismo de Juan?

2. Jesús dio una respuesta bastante profunda:
a. Si Jesús se estaba refiriendo al cumplimiento de toda justicia, ¿qué quiso decir con eso? ¿De qué manera Su bautismo lo cumpliría?

b. Si Jesús se estaba refiriendo al cumplimiento de todos los rituales (de la Ley de Moisés), ¿acaso no se refería básicamente a lo mismo?
3. Lea el testimonio personal de Juan el Bautista con respecto a este incidente específico en Juan 1:31-34. ¿Qué significado tuvo este bautismo para Juan y para todos aquellos que lo presenciaron?

4. ¿Qué dijo Dios? ¿Por qué eligió hablar? Con base en lo que dijo, ¿qué significado tuvo este bautismo para el Padre?

5. ¿Usted ha sido bautizado? Si la respuesta es sí, ¿qué significado tuvo su bautismo para usted, para los que lo presenciaron y para el Padre?

6. Si usted no ha sido bautizado, ¿por qué debería hacerlo?

7. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El bautismo

A uno de mis amigos predicadores le gusta decir "usted puede haber sido bautizado tantas veces que su piel está empapada, y aún no ser salvo".

Lo que quiere enfatizar es el hecho de que el bautismo en sí mismo no puede salvar; ¡solo la fe en Cristo salva!

Desde una perspectiva teológica él tiene razón; sin embargo, debido a ese ángulo teológico, muchos cristianos consideran que el bautismo es superfluo y no aceptan la idea de ser bautizados.

Necesitamos hacer tres preguntas con respecto a esto:

1. ¿Por qué Cristo deliberadamente se dejó bautizar?
Considere el hecho de que Su bautismo despertó tanto entusiasmo en el Padre que tuvo que exclamar desde el cielo: "Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia". Jesús utilizó su bautismo público para expresar su compromiso de obedecer la voluntad de su Padre de que Él llevara el pecado de toda la humanidad y completara Su plan de salvación hasta la muerte.

2. ¿Por qué Cristo nos mandó a bautizar a los creyentes?
Aunque la fe en Cristo es una cuestión del corazón, la voluntad de Dios es que nazcamos de nuevo en Su familia. Para los verdaderos creyentes, un acto público de compromiso es una expresión apropiada no solo ante Dios, Satanás y el mundo, sino también ante la familia de Dios, de que ahora vivimos para Dios, y el uno para el otro en Cristo.

3. ¿Aparte de la cuestión de la obediencia, por qué los cristianos del primer siglo seguían el mandamiento de Cristo de bautizar y ser bautizados?
En el primer siglo, el bautismo público era una forma audaz de identificarse con Jesucristo, un acto que probablemente resultaría en la persecución; por esta razón se convirtió en la mejor manera de probar la autenticidad de la fe que uno tenía en Cristo.
Por lo tanto, nunca se tuvo la intención de que el bautismo fuera un simple ritual, sino una forma muy apropiada de manifestar públicamente nuestro compromiso de fe en Cristo y nuestra resolución de seguirlo hasta la muerte.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 4:1–11

La tentación de Jesús ocurrió poco después de Su bautismo y marcó el comienzo de Su ministerio público.

1. ¿Por qué era necesario que Jesús pasara por este proceso de ser tentado? ¿Qué diferencia hizo?

2. ¿En qué sentido podría ser importante el momento en que ocurrió?

Reflexione una vez más sobre las tres tentaciones; esta vez, intente evitar ser influenciado por alguna percepción previa:

3. La primera tentación:
a. ¿Cuáles circunstancias crearon la oportunidad para la primera tentación?

b. Al parecer, el tentador enfatiza la frase  "Si eres Hijo de Dios". ¿Por qué?

c. ¿Qué habría logrado Jesús al convertir las piedras en pan?

d. ¿Cuál es la esencia de la respuesta que Jesús dio al tentador?

e. A la luz de esto, ¿bajo cuál categoría pondría usted esta primera tentación?
4. La segunda tentación:
a. Esta vez, quien creó la situación para que Jesús fuera tentado fue el propio tentador. ¿Qué tipo de ambiente fue creado por el tentador para tentar a Jesús?

b. ¿Por qué el tentador enfatizó una vez más la frase, "Si eres el Hijo de Dios"?

c. ¿Qué habría logrado Jesús al arrojarse desde el punto más alto del templo?

d. ¿Cuál es la esencia de la respuesta que Jesús dio al tentador?

e. A la luz de esto, ¿bajo cuál categoría pondría usted esta segunda tentación?

5. La tercera tentación
a. De nuevo, ¿qué ambiente fue creado por el tentador para tentar a Jesús?

b. Esta vez, el tentador no repite el énfasis anterior; simplemente exige que Jesús le adore:
  1. ¿Acaso pensaba que realmente existía una posibilidad de que Jesús se inclinara y lo adorara?
  2. Según su razonamiento (tenga en cuenta que el tentador no es ningún tonto), ¿qué cosa podría inducir a Jesús a inclinarse y adorarlo?
c. ¿Qué podría haber logrado Jesús al postrarse para adorar al tentador?

d. ¿Cuál es la esencia de la respuesta que Jesús dio al tentador?

e. A la luz de esto, ¿bajo cuál categoría pondría usted esta tercera tentación?
6. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La tentación de Jesús

No creo que tenga mucho que agregar a los muchos buenos comentarios y artículos que se han escrito sobre la tentación de nuestro Señor. Pero entre los muchos comentarios y artículos que he encontrado sobre el tema, lo que todavía me deja profundamente impresionado es una observación de Henry Nouwen. Él punto que él percibió en estas primeras tentaciones de Jesús fue la tentación de la relevancia.

Jesús sabía muy bien quién era y realmente no tenía nada que demostrara. Por lo tanto, a pesar de Su necesidad urgente de resolver el problema del hambre, no cedió al desafío del tentador de convertir la piedra en pan.

En nuestros días, esta necesidad urgente parece ser la de resolver los muchos problemas en la sociedad, no para nosotros mismos, sino para los demás. Pero incluso en esto, la verdadera cuestión es la de ser relevantes. No queremos que el mundo piense que nuestra mentalidad es tan celestial que no servimos para ningún bien terrenal. ¡Sentimos la necesidad de demostrarnos a nosotros mismos que somos relevantes, que podemos resolver los problemas, que podemos lograr resultados!

¡Pero Henry Nouwen tenía mucha razón! No tenemos nada que ofrecer a este mundo excepto nuestro propio quebrantamiento. ¡Sin embargo, pensar así es tan inadecuado, tan débil y tan poco evangélico! Nosotros pertenecemos, tenemos influencia, incluso influencia política. ¡Tenemos respuestas!

¿De verdad? Si seguimos los pasos de Jesús, lo único que podemos ofrecer es nuestro quebrantamiento, nuestra debilidad, nuestra oración, nuestra presencia torpe; somos un vaso roto. Pero en el interior de nuestro quebrantamiento, nuestra debilidad, nuestra oración, nuestra presencia torpe y nuestro vaso roto está nuestro tesoro, el Señor Jesucristo. Es en nuestro quebrantamiento que encontramos plenitud en Él. Es en nuestra debilidad que encontramos fuerzas en Él. Es en nuestra oración desesperada e impotente que encontramos esperanza en Él. Es en nuestra presencia torpe que encontramos a Emanuel. Es en nuestro vaso roto donde encontramos un gran tesoro en Él.

No tenemos nada que ofrecer al mundo, excepto a Cristo. Pero cada vez que le ofrecemos nuestra supuesta plenitud, nuestras propias fuerzas, nuestras oraciones elocuentes, nuestra influencia social y nuestro carisma, dejamos atrás a Cristo nuestro tesoro.

Lamentablemente, esta tentación de ser relevantes puede no ser una fuerza externa, sino una influencia que proviene desde adentro de la iglesia.