Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 6:16–24

1. Entre el dar limosnas, la oración y el ayuno, ¿cuál de estas acciones suele ser la que usan los cristianos para medir su propia espiritualidad? ¿Por qué?

2. Jesús incluye el ayuno al advertirnos en contra de usar ciertas acciones como “actos de justicia” (6:1). A la luz de esto, ¿cuál debería ser nuestra actitud respecto al ayuno?

3. Los paganos también ayunan. ¿Qué debería diferenciar nuestro ayuno del de ellos?

4. La enseñanza de Jesús con respecto a no acumular tesoros en la tierra es muy conocida:
a. ¿Cómo definiría usted la palabra "acumular"?

b. ¿Está usted acumulando tesoros en la tierra?

c. ¿Qué quiere decir la frase “donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”?

d. Según su propia evaluación a la luz de esta enseñanza, ¿dónde ha estado su corazón en estos días?
5. Según Jesús, ¿qué conduce a una “gran” oscuridad? ¿Por qué? (Observe que Jesús no dice que "la luz que hay en ti se convierte en oscuridad", sino "es oscuridad". ¿Qué quiere decir esto?)

6. ¿Cómo definiría usted la palabra "señor"? ¿Cuáles podrían ser algunas señales de que algo o alguien se ha convertido en su señor?

7. Con base en las señales en que usted pensó, ¿cuál es su señor - Dios o el dinero?

8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El ayuno

Parece que en las últimas décadas el ayuno como una disciplina espiritual ha estado nuevamente de moda entre los cristianos evangélicos, y quizás no sin razón.

Fue practicado por el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento (1 Sam. 7:6; Jer. 36:9; 1 Rey. 21:9, 12, 27; 2 Sam. 12:16), e incluso después de su exilio (Est. 4:1-3,15-17; Neh. 1:4; Dan. 9:3); de hecho, fue exigido como parte de la Ley de Moisés (Lev. 16:29, 31; 23:27, 32 ; Núm. 29:7). Los creyentes del Nuevo Testamento, incluidos los Apóstoles, continuaron practicándolo como parte de su vida eclesiástica (Hechos 13:2,3; 14:23).

Sin embargo, Jesús elige advertirnos en contra de practicarlo como un "acto de justicia", ya sea para impresionar a Dios, a nosotros mismos o a los demás.

Creo que la mayoría de los cristianos no practicaría el ayuno para impresionar a los demás. No obstante, para protegernos de este peligro, Jesús nos ordena que no mostremos a los demás ninguna señal de que estamos ayunando (y mucho menos que les digamos).

Sin embargo, el peligro de buscar impresionarnos a nosotros mismos es muy real. Me he encontrado con muchos cristianos que practican el ayuno como si no estuvieran del todo completos sin ello, como si practicarlo los acercara a Dios.

El peligro de buscar impresionar a Dios también es real, ya que podemos intentar torcer el brazo de Dios para que se someta a nuestros planes, nuestra voluntad o nuestro deseo.

Al reflexionar cuidadosamente sobre todos los ejemplos y enseñanzas dados en la Biblia, encontramos que en la mayoría abrumadora de ellos el enfoque del ayuno es el arrepentimiento. De hecho, la abstinencia de la comida o la bebida, o de nuestro trabajo o rutina es simplemente una forma de expresar un dolor genuino por nuestro pecado.

Al hablar sobre el Día de la Expiación, la Biblia en chino traduce maravillosamente la palabra “ayunar” con la frase “una amarga negación del corazón”. Esa es la esencia del ayuno, según la mayoría de los ejemplos y enseñanzas de las Escrituras sobre la práctica.

Si bien los demás pasajes que mencionan el ayuno, como aquellos del Libro de Ester, Nehemías y Daniel, incluyen el deseo de intervención divina o de sabiduría, su fundamento sigue siendo el dolor y el arrepentimiento.

Es cierto que un ayuno regular de comida o bebida, o cualquier rutina que distrae nuestra atención de pasar un tiempo enfocado en Dios es una práctica muy útil para acercarnos a Dios; sin embargo, nunca debemos pensar en el ayuno como si fuera una "obra" que de alguna manera nos permite torcer el brazo de Dios de tal modo que Él nos ame o acepte más, y mucho menos como si fuera una herramienta para obligarlo a contestar nuestras oraciones.

No tenemos nada que ofrecer a Dios sino "un corazón contrito y humillado". (Sal. 51:17)

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 6:25–34

1. ¿Cómo definiría usted la “vida” física, emocional y espiritual?

2. ¿A qué aspecto de la vida se refería Jesús?

3. ¿Cómo definiría usted la palabra "preocupación"?

4. ¿Qué verdad busca Jesus ilustrar con el ejemplo de los pájaros? ¿Esto quiere decir que no es necesario trabajar y hacer planes para el futuro?

5. Si usted tiene comida, bebidas y ropa ¿acaso estará libre de preocupaciones? ¿Por qué o por qué no?

6. ¿Qué verdad busca Jesus ilustrar con el ejemplo de los lirios? ¿Qué tienen en común los pájaros con los lirios?

7. ¿Por qué Dios nos hizo diferentes de los pájaros y los lirios? ¿Cuán diferentes somos?

8. ¿Quiénes son los paganos, y cuáles son sus características?

9. ¿En qué debemos ser diferentes de ellos?
a. ¿Qué quiere decir la palabra "buscar"?

b. En Mateo 6:33, ¿que quiere decir la palabra "primero"? ¿Por qué? ¿Qué es secundario?

c. ¿Qué quiere decir buscar Su Reino?

d. ¿Qué quiere decir buscar Su justicia?

e. ¿Cómo podemos saber que estamos "buscando" algo? ¿Usted sabe (o realmente confía) que “estas cosas” le serán “añadidas”? Si es así, ¿por qué las sigue buscando?
10. ¿Es cierto que el día de mañana se cuidará de sí mismo? De verdad? ¿Cómo? ¿Por qué?

11. Por lo tanto, ¿puedo preocuparme por el día de hoy?

12. A la luz de esto, ¿cómo debería usted encarar el día de mañana con respecto a su familia, relación, carrera, escuela o cualquier cosa que le pueda ocasionar ansiedad, malestar, problemas, agitación o falta de paz?

13. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Servir a dos señores

Trabajé en un par de empresas familiares como parte de mi carrera profesional secular. Los beneficios de trabajar en una empresa familiar incluían un ambiente de trabajo mucho más acogedor, con una estructura menos burocrática en la toma de decisiones y un abordaje más relacional en la gestión funcional y jerarquía administrativa. Como cristiano, me sentí más cómodo en un ambiente así. Sin embargo, esta clase de ambiente también tenía sus dificultades, entre las cuales la más importante era la necesidad de responder a más de un jefe de forma extraoficial.

Formalmente, tenía que obedecer al presidente de la empresa, el cual era el padre de la familia; sin embargo, de manera extraoficial tenía que seguir las instrucciones de los demás miembros de la familia, los cuales a menudo tenían intereses divergentes. En una de esas empresas, aunque disfrutaba mucho mi trabajo y también gocé de la total confianza del presidente, no me quedó más remedio que renunciar, porque es cierto que “nadie puede servir a dos (o más) señores."

Sin embargo, a pesar de haber tenido esta experiencia de primera mano, me he dado cuenta de que a menudo estoy muy cómodo sirviendo a dos señores en mi vida personal.

Conozco bien la enseñanza de 1 Juan 2:15, "no améis al mundo ... Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él". Desde mi conversión en los últimos años de mi adolescencia, he aprendido a repetir de memoria este versículo. Pero al reflexionar sobre mi carrera secular, me doy cuenta de que aunque fue mayormente muy exitosa, e incluso gozaba siempre de la confianza de mi jefe, terminé por involucrarme en una "carrera de codazos", igual que muchos otros en el mundo empresarial.

Es cierto que participaba en proyectos de misiones a corto plazo, buscaba compartir el evangelio en el trabajo e incluso dirigía un estudio bíblico en mi oficina, al mismo tiempo que servía activamente en la iglesia. Y aunque es posible que incluso tuviera la reputación de ser un buen cristiano en el trabajo, en el fondo lo que admiraba, perseguía y buscaba era la fama, la fortuna y el poder. La única diferencia era que fui capaz de disimularlo muy bien ante los ojos de mis compañeros, pero no a los ojos de mi Señor.

Cuán ciertas son las palabras de Jesus: "Si la luz que en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad!" (LBLA) (Mateo 6:23).

En todo ese tiempo, la “vista” que tenía de mí mismo me decía que era un buen cristiano, pero en realidad lo que veía era oscuridad, una luz falsa; ¡Cuán grande fue esa oscuridad!

Solo cuando aprendí a apartar un tiempo regular y prolongado para practicar la autorreflexión y el autoanálisis (además de mi apresurado tiempo devocional diario) fue cuando me dí cuenta de mi locura. Como consecuencia, cuando fui invitado a hablar en la boda de mi hijo (él es un contador que se casó con otro contador, al igual que yo), le dije: "No sigas mis pasos al pie de la letra."

Me refería a la manera en que había intentado ganar el mundo y al Señor al mismo tiempo.

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 7:1–12

Juzgar o no juzgar:
1. ¿Cuál es la definición de la palabra "juzgar", y en qué se diferencia de la simple acción de formarse una opinión?

2. Es obvio que Jesús está usando una analogía exagerada. ¿Por qué habría elegido usar tal exageración? ¿Qué punto quiere enfatizar?

3. ¿Cuál es la definición de la palabra "hipócrita"?

4. Al parecer, Jesús no quiere impedir del todo que juzguemos; podemos juzgar siempre y cuando saquemos nuestra "viga" primero. ¿Qué pasaría si realmente nos examináramos a nosotros mismos y quitáramos nuestra "tabla" primero? ¿Qué efecto tendría sobre el "juicio" que emitimos sobre nuestros hermanos?

La Advertencia:
1. ¿Quiénes son los perros y los cerdos en v.6? (Ver Proverbios 26:11 y 11:22) ¿Qué quiere decir Jesús aquí?

2. En el caso de Jesús, ¿quiénes fueron aquellos que pisotearon lo sagrado y terminaron por despedazarlo?

Buscad y se os dará:
1. Considere los siguientes dichos similares:
a. "Lo que tú no quieres que te hagan a ti, no lo hagas a los demás." (Confucio)

b. "Lo que es odioso para ti, no lo hagas a nadie." (Rabino Hillel)

c. "Lo que tú mismo odias, no lo hagas nadie." (Tobías 4:16)
¿En qué se diferencia lo que dice Jesús en el v. 12 de los dichos anteriores?

2. La expresión "por eso" es usada aquí para vincular el v. 12 con los versículos anteriores sobre la oración. ¿De qué manera resume este versículo la Ley y los Profetas? ¿Cómo se relaciona con nuestra actitud de oración, y con el hecho de que somos "malos"?

[Si usted tiene tiempo, quizás desee considerar también las siguientes preguntas:
•    ¿Qué nos pasará si tomamos en serio el compromiso de obedecer esta “suma” (de la Ley y los Profetas)?
•    ¿Cómo podemos hacerlo?
•    Busque Marcos 12:29-31 y Lucas 10:27. ¿Qué aspecto de la Ley y los Profetas está siendo enfatizado? ¿El aspecto negativo o el positivo?
•    Se puede concluir, entonces, que la Ley, cuando se entiende correctamente, se trata de una “relación”. ¿Está usted de acuerdo?]
3. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La suma de la Ley

En la reflexión sobre las Escrituras de hoy, pregunté en qué aspecto principal se diferencia la enseñanza de Jesús, “Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos...” (LBLA) (Mateo 7:12) de la de los siguientes dichos:
1. "Lo que tú no quieres que te hagan a ti, no lo hagas a los demás." (Confucio)

2. "Lo que es odioso para ti, no lo hagas a nadie." (Rabino Hillel)

3. "Lo que tú mismo odias , no lo hagas nadie." (Tobías 4:16)
Una diferencia obvia es que los proverbios anteriores se enfocan en lo negativo, mientras que el de Jesús se enfoca en lo positivo.

Sin embargo, la diferencia es mucho más profunda. El enfoque de los otros tres proverbios está en que uno debe buscar evitar hacer algo malo y hacer lo correcto (para sí mismo). La necesidad de hacer lo correcto está en el centro de la decisión; como consecuencia, uno mismo sigue siendo el enfoque central de la decisión. Pero Jesús nos enseña que debemos hacer que los demás sean el enfoque central de nuestra decisión, y que estos “otros”deben incluir a aquellos que quizás nos han convertido en sus enemigos (como se mencionó anteriormente en Mateo 5:44).

Pero la suma de la Ley y los Profetas es el amor.

El abordaje que tenían los judíos de la época de Jesús, especialmente sus maestros, con respecto a la Ley y los Profetas se basaba en su observancia. Esto transformó su vida religiosa en un conjunto de obligaciones y prohibiciones.

Pero lo que Jesús está diciendo es que si en verdad amamos a Dios y a las personas, nuestras acciones en su esencia cumplirán con creces la letra de la Ley, además de satisfazer el propio corazón de nuestro Padre Celestial.

Es por eso que tengo mucha desconfíanza de que la iglesia intente establecer demasiadas obligaciones y prohibiones en lugar de enseñar a la gente a amar a Dios y a sus vecinos de todo corazón. Quizás también se refleje en la manera en que abordamos la crianza de nuestros hijos en casa. Estamos orgullosos de su obediencia, su excelencia académica y sus logros profesionales, como si todo esto de alguna manera disminuyera el dolor de saber que realmente no han puesto a Dios en primer lugar en sus vidas.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 7:13–29

Mateo concluye su registro del Sermón del Monte con una serie de analogías que se basan en los siguientes contrastes:
  • puertas/sendas estrechas y anchas
  • árboles buenos y malos
  • cimientos buenos y malos
1. ¿Cuáles son las dos clases de personas que son contrastadas en las analogías anteriores?

2. Los dos tipos de puertas/sendas:
a. ¿Por qué Jesús usa los conceptos de puertas y sendas para describir el destino de ambas clases de personas?

b. ¿Los tamaños diferentes llaman la atención sobre cuál aspecto?

c. ¿Qué significa este mensaje para usted?
3. Los dos tipos de árboles (maestros):
a. Con base en la descripción en el v. 22, ¿puede usted decir lo que no son frutos?

b. A la luz de esto, ¿a cuáles frutos se refiere Jesús, con base en el v. 21?
4. Las dos clases de cimientos (la conclusión presumible del Sermón del Monte):
a. Intente destacar todas las palabras y frases que se repiten en esta sección. Identifique también las palabras y frases que denotan algún contraste.

b. ¿Qué le enseñan estas palabras sobre la vida?

c. "Cualquiera que me oye estas palabras mías": Haga un resúmen de lo que fue dicho a los oyentes sobre lo siguiente:
  1. Las bienaventuranzas y el ser sal y luz
  2. El error de una observancia externa de la ley y la exigencia de ser perfecto como el Padre
  3. La inutilidad de las "obras de justicia" externos
  4. El verdadero Señor de sus vidas - el dinero o Dios. ¿Esto se expresa en su enfoque de vida? ¿Son caracterizados por la preocupación o por buscar primero el Reino y Su justicia? ¿Cómo?
  5. Sus relaciones con los demás - sin juzgar
  6. Su relación con Dios - confianza en Él como su Padre Celestial
  7. Las dos sendas de la vida, las dos clases de maestros y ahora las dos clases de creyentes
Ahora Jesús los insta a poner en práctica lo que han oído. ¿Acaso eran capaces de hacerlo? ¿Puede usted hacerlo?

¿Puede usted resumir el Sermón del Monte en una sola frase?

5. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¡Señor, Señor!

“Man of Vision” es el título de un libro que cuenta sobre el fundador de la organización World Vision, Bob Pierce. Obviamente, él fue un hombre muy exitoso e influyente. También es obvio que él predicaba en el nombre de Jesús. Puede que no haya expulsado a los demonios, pero ciertamente realizó hazañas que muy pocos podrían igualar, especialmente la creación de World Vision, una organización que ha tenido un gran impacto en las vidas de muchas personas en el Tercer Mundo, principalmente las de niños que viven en una situación de pobreza extrema.

Pero en el libro que acabo de mencionar, su hija cuenta con transparencia que él no se llevaba bien con otras personas en el liderazgo, que ignoraba a su familia y que contribuyó al suicidio de una de sus hijas. Aunque haya ayudado a millones de familias, arruinó la suya. Fue por la extrema misericordia de Dios que pudo reconciliarse en cierto modo con su familia antes de su muerte.

La vida de Bob Pearce sirve de advertencia para nosotros, especialmente para aquellos que tienen posiciones de liderazgo cristiano. Jesús no busca el fruto de nuestras grandiosas afirmaciones acerca de Él, nuestro ministerio eficaz de predicación y enseñanza, nuestro gran sacrificio por Él ni ningún logro reconocido por el mundo. Él solo considera nuestra relación con Él, si somos obedientes a Él y a Su voluntad. Ese es el único fruto que Él busca.

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 8:1–13

La curación de un leproso:
1. ¿Cómo llegó el leproso a Jesús?

2. ¿Qué fue lo que pidió?

3. ¿Qué podría decir esto sobre su persona, su condición física (salud, posesiones, trabajo, etc.), emocional (sus relaciones-familia, amigos, dignidad, compañerismo, etc.) y espiritual (su actitud hacia Dios)?

4. ¿Cómo lo curó Jesús? ¿Había otras formas por las cuales podría haberlo sanado? ¿Por qué eligió este método específico?

5. ¿Qué importancia tendría la petición que hizo Jesus al leproso sanado de que siguiera la práctica establecida por la ley?

La curación del criado del centurión:
1.  ¿Cuáles diferencias hay entre la curación del leproso y esta curación del criado del centurión respecto a los siguientes detalles?
a. La persona que hizo la súplica

b. La razón por la cual hizo la súplica

c. La manera en que hizo la súplica
¿De qué manera(s) puede usted ver la magnitud de la fe del centurión?

¿Jesús aprovechó esta ocasión para exponer cuál virtud? ¿Cuán significativo habría sido su mensaje para las grandes multitudes (de judíos) que habrían escuchado Sus palabras?

2. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¿Le importará a Jesús?

Hoy los invito a reflexionar sobre la letra de este himno antiguo:
Coro
Le importa, sí,
Su corazón comparte ya mi dolor.
Sí, mis días tristes, mis noches negras,
le importan al Señor.

¿Le importará a Jesús
que esté doliente mi corazón?
Si ando en senda oscura de aflicción
¿Puede darme consolación?

¿Le importará que en oscuridad
camine con gran temor?
Al anochecer, en  la lobreguez,
¿me acompañará el Salvador?

¿Le importará si mi voluntad
faltare en la prueba atroz;
si he cedido al mal, a la tentación,
y el llanto ahoga mi voz?

¿Le importará cuando diga "adios"
al amigo más caro y fiel,
y mi corazón lleno de aflicción,
haya de apurar la hiel?
(Fuente: Nuevo Himnario Adventista, #391)
Historia del autor, Frank Graeff (1860-1919):

¿Está Dios realmente presente, y realmente se preocupa durante mis momentos de dolor? ¿Le importa cuando las cargas pesan mucho sobre cada uno de mis pensamientos y actividades? ¿Le importa cuando ya no puedo soportar más pruebas intensas? ¿Le importa cuando debo decir adiós por última vez a mi ser más querido en la tierra?

Estas preguntas y dudas son comunes entre casi todos los hijos de Dios en algún momento de sus vidas, así como lo fueron para el autor de este texto, Frank E. Graeff . El Sr. Graeff fue ministro en la denominación metodista y sirvió en algunas de sus principales iglesias en la Conferencia de Filadelfia. Por todo el distrito era conocido como el "ministro del sol radiante". C. Austin Miles, autor del himno popular "In the Garden", rindió el siguiente tributo a Frank Graeff :

Él es un optimista espiritual, un gran amigo de los niños; su disposición brillante como el sol lo atrae no solo a los niños, sino a todos aquellos con quienes entra en contacto. Tiene un magnetismo santo y una fe como la de un niño.

A pesar de su alegre disposición exterior y su personalidad encantadora, Graeff a menudo tuvo que experimentar pruebas severas a lo largo de su vida. Fue durante una de estas pruebas, en la cual experimentó un severo abatimiento, dudas y agonía física, que el Sr. Graeff escribió este texto. Recurrió a las Escrituras para encontrar consuelo y fortaleza. 1 Pedro 5: 7 adquirió un significado especial para él durante esta lucha específica:
Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros" (RVR60).
La frase, “Él tiene cuidado de vosotros”,  le habló profundamente en su necesidad, y con el tiempo se convirtió en la base de este texto.

Experimentar momentos de cuestionamiento, e incluso de dudas respecto a la cercanía de Dios, como la experiencia que llevó Frank Graeff a escribir los versos de este himno, es una experiencia humana y normal. Sin embargo, un hijo de Dios solo puede ser verdaderamente victorioso cuando pasa por tal lucha con la firme convicción que el Sr. Graeff expresó en el coro de este himno: "Le importará, sí, yo sé que le importará".

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 8:14–22

1. ¿Qué había renunciado Pedro al seguir a Jesús (ver 19:27)?

2. ¿Qué impacto podría haber tenido su decisión en su familia, incluida su suegra?

3. ¿Qué hizo ella después de ser sanada? ¿Qué podría haber significado esta fiebre y su curación para la familia de Pedro, especialmente para su suegra?

4. Una vez más, Mateo aprovecha la oportunidad para afirmar la identidad de Jesús con base en la forma en que había cumplido las profecías del Antiguo Testamento. ¿Qué profecía eligió, y cómo podría este texto ayudarle a entender esta profecía de Isaías 53:4?

5. Sin embargo, ¿por qué decide Jesús dejarlos en el verso 18?

6. Si usted hubiera estado entre los seguidores de Jesús, habiendo escuchado Su predicación (en la cual Él afirma que Dios es Su Padre, que Él mismo es la "justicia" y que Su Palabra debe ser obedecida con la misma seriedad que la Ley y los Profetas) y visto Sus obras (por las cuales expulsó demonios con una sola palabra y sanó instantáneamente a todos los que estaban enfermos), ¿qué podría haberle motivado a seguirlo? ¿Qué habría significado "seguirlo"?

7. ¿No debería Jesús estar encantado en vista de la reacción positiva de algunos? ¿Qué intentaba mostrar acerca de lo que implicaba seguirlo al decir lo siguiente?
a. Comparárse con las zorras y las aves
  1. ¿Qué quiere decir la oración "adondequiera que vayas"? (v.19)
  2. ¿Para qué deben estar preparados sus discípulos?
b. Usar la frase "los muertos" para referirse a los que hacen el entierro.
  1. ¿Acaso no estaba siendo demasiado duro?
  2. ¿Qué quería que este seguidor aspirante entendiera?
8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Seguir a Cristo

A veces me pregunto por qué Jesús hacía declaraciones bastante duras a quienes deseaban seguirlo, como si estuviera intentando disuadirlos de seguirlo.

Pero el hecho de que algunos de los que intentaron seguirlo se desanimaron con Sus palabras y realmente “se apartaron y ya no andaban con Él” (Jn. 6:66), Lo habría entristecido mucho.

Es obvio que Él realmente quiere que Lo sigamos; sin embargo, si alguien viene a Él “y no aborrece a su padre y a su madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas - y aún hasta su propia vida -" no puede ser Su discípulo. (Lc. 14:26) La palabra clave es “no puede”; no dice "es mejor que no sea" o "no debe ser", sino "no puede ser" - la palabra griega es dínamai - ¡no tener el poder de seguir adelante!

No he encontrado un solo lugar en el evangelio en donde Jesús llama a alguien a seguirlo por su propio bien. Cada uno de nosotros ha sido llamado a seguirlo en aras del avance de Su Reino.

¿De qué sirve un discípulo nominal que no sirve para promover Su Reino (esto es lo que significa la frase "sal que ha perdido su sabor" en Lucas 14:34)?

Recientemente, me dijo un joven que le gustaría creer en Jesús. Yo le pregunté por qué. Me dijo que había orado para obtener un buen resultado en su prueba más reciente, y había prometido que se convertiría en cristiano si Dios respondía a su oración.

Puesto que había obtenido una "A" en su examen, deseaba convertirse en cristiano tal como había prometido. Le expliqué que la fe en Cristo no se trata de una fe puramente intelectual, ni tampoco de obtener algún beneficio temporal, ya sea salud, riquezas o una buena calificación, sino una confianza total en Su obra salvadora en la Cruz y el compromiso de seguirlo, sin importar el costo. Luego le pregunté si todavía consideraría convertirse en cristiano. Él vaciló ante esta explicación, lo cual era bueno. Es esto lo que Jesús desea que hagamos: calcular el costo de seguirlo.

Me alegra compartirle que este joven, a pesar de sus dudas iniciales, con tiempo decidió poner su confianza total en Cristo y seguirlo.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 8:23–34

La autoridad sobre la naturaleza:
1. ¿Qué habían presenciado los discípulos hasta ahora? ¿Quién creían que era Jesús en este momento?

2. ¿Por qué, entonces les sorprendió el poder de Jesús? ¿Cuán diferente habría sido Su autoridad sobre los vientos y las olas de la que ejercía sobre los demonios y las enfermedades?

3. Si usted hubera sido uno de Sus discípulos, ¿habría reaccionado de manera diferente al ver que Jesús permanecía dormido durante la tormenta?

4. En cierto modo, Jesús estaba demostrando lo que podría ser parte de seguirlo. ¿Qué es?

Su autoridad sobre los demonios:
Como ya hemos visto, la tierra de Galilea estaba habitada tanto por judíos como por gentiles. Esto explica por qué se criaban cerdos.

1. ¿Cómo era la vida bajo una posesión demoníaca, tal como la retrata Mateo?

2. ¿De qué manera los demonios se dirigieron a Jesús? ¿Qué entendían los demonios respecto a su destino final? ¿Acaso no estaban haciendo un favor a Jesús?

3. A pesar de haber presenciado un milagro tan innegable y escuchado sobre quién era Jesús, ¿por qué las personas “le rogaron” que se fuera?

4. ¿Cómo refleja su acción la actitud general del mundo, incluso hoy?

5. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Los milagros

Creo que usted ya ha escuchado a algunos escépticos del evangelio que dicen que creerían en Dios si Lo vieran con sus propios ojos.

Por supuesto, nuestra respuesta natural y lógica es que si estos pudieran ver a Dios, no necesitarían "creerle". Por definición, la fe es "la certeza de lo que no se ve" (Hebreos 11:1). Además, debido a nuestros pecados, Dios dice que "nadie puede verme, y vivir." (Éxodo 33:20)

Esto no significa que Dios no nos daría suficiente evidencia para que creamos en Él. Como Pablo lo expresa elocuentemente, “Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa" (LBLA). (Romanos 1:20)

Pero Dios no se detuvo con esto que llamamos Su revelación general. A través de la encarnación de Su Hijo, Él nos dio a conocer a Sí mismo. El Evangelio de Juan también se llama el Libro de las Señales porque, por medio de la inspiración del Espíritu Santo, Juan ha elaborado cuidadosamente su evangelio de tal modo que contenga las señales (es decir, los milagros) realizados por Jesús. Su propósito es que “creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer, tengáis vida en su nombre" (LBLA). (Juan 20:31)

Quizás usted se pregunte por qué nosotros, los cuales vivimos en un mundo intelectual, ya no presenciamos milagros similares a aquellos que fueron registrados en los Evangelios. Y creo que una de las respuestas es que ahora tenemos el privilegio de poseer la Palabra de Dios escrita en idiomas que podemos entender. Si no creemos en el testimonio comprensivo de Dios a través de Su palabra escrita, rechazaríamos a Dios incluso si presenciáramos milagros todos los días, aunque incluyeran la resurrección de los muertos (Lucas 16:31).

Sin embargo, por otro lado podemos afirmar que vemos milagros todos los días: la salida y la puesta del sol, el nacimiento de un bebé y, sobre todo, la regeneración de un pecador que se arrepiente ante Dios.

Todas estas cosas nos dan testimonio del poder eterno y la naturaleza divina de nuestro Dios Creador.