Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 17:1–13

1. ¿Por qué Jesús eligió solo a sus tres discípulos más cercanos para experimentar este encuentro tan inusual, especialmente a la luz de 16:28? (Si lo que dijo Pedro en 16:16 y 22 representa lo que pensaban los tres, ¿cuál puede haber sido ser el propósito de esta transfiguración?)

2. ¿Es necesario que una experiencia espiritual tan especial ocurra en un lugar como una montaña alta?

3. ¿Qué significa “transfiguración”? (Consulte Marcos 9:3, Lucas 9:29 y Apocalipsis 1:12-16. Si usted fuera uno de los discípulos, ¿cómo se habría sentido al ver a Jesús en Su forma transfigurada? Lea Isaías 53:2. ¿Puede usted formular una definición de la palabra “humildad” a la luz de la encarnación de Jesús?)

4. Moisés fue quien dio la Ley, y Elías a menudo era considerado uno de los más grandes profetas (si no el más grande). ¿Qué significado tiene la presencia de ambos aquí?

5. Por mucho que las palabras de Pedro hayan sido motivadas por la prisa y el susto (Marcos 9: 6), ¿qué nos puede enseñar sobre la mentalidad de Pedro su sugerencia de que construyeran enramadas?

6. El Padre pronunció palabras que eran similares a las que había usado en el bautismo de Jesús (ver Mat. 3:17), pero con una diferencia; ¿Cuál es esa diferencia y cómo puede revelar el propósito de esta inusual experiencia espiritual?

7. ¿Por qué Jesús les advirtió que no compartieran esta experiencia con los demás? ¿Qué habría pasado su hubieran compartido esta experiencia con los otros nueve discípulos? ¿Cómo se habrían sentido?

8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Una epifanía

Cuando experimentamos una epifanía divina, siempre nos llega de manera inesperada, y es muy exigente. Así es como David Brainerd, el misionero pionero que trabajó entre los indios de Nueva Jersey, describió la suya:
“Mientras caminaba en una tumba oscura y espesa, una 'gloria inefable' parecía abrirse ante la vista y la aprensión de mi alma ... Era una nueva aprensión o visión interior que tenía acerca de Dios; como algo que jamás había experimentado, y del cual no tenía ningún recuerdo de haberlo experimentado. De modo que permanecí quieto y me maravillé y admiré... En ese instante, no tenía ninguna aprensión particular acerca de ninguna de las personas de la Trinidad, ya sea del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo, pero parecía que aquello que estaba contemplando era la gloria y el esplendor divinos. Y mi alma 'se regocijó con un gozo inefable' al ver tal clase de Dios, un ser divino tan glorioso, y en mi interior me sentía complacido y satisfecho que Él fuera Dios sobre todas las cosas por los siglos de los siglos. Mi alma estaba tan cautivada y encantada con la excelencia, la hermosura y la grandeza y las demás perfecciones de Dios que incluso fui absorbido por Él, al menos hasta tal punto que no pensé, como recuerdo al principio, en mi propia salvación, y apenas recordaba que existía una criatura como yo.

"Fue así que el Señor, creo yo, me llevó a tener un sincero deseo de exaltarlo, de colocarlo en el trono y de 'buscar primero su Reino', es decir, principal y finalmente, buscar su honor y gloria como Rey y soberano del universo, lo cual es el fundamento de la religión de Jesús ... Me sentí como si estuviera en un nuevo mundo." (págs. 138-140)
Esto ocurrió en el día del Señor, el 12 de julio de 1739, cuando tenía 21 años. Dos meses después entró en Yale para prepararse para el ministerio.

Cuando Pedro tuvo su encuentro divino en la montaña de la transfiguración (Mateo 17), su reacción inmediata y apresurada fue construir enramadas para ellos. Quería “conservar” esta experiencia, habiendo olvidado que los encuentros divinos son dados, no para ser conservados, sino para prepararnos para una mayor obediencia (Mat. 17:5). Y fue así que David Brainerd obedeció y entró a estudiar en Yale, donde recibió su formación; no, no me refiero a la teología que aprendió, sino a su experiencia de ser expulsado por Yale debido a su celo por Cristo.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 17:14–21

1. ¿Por qué el padre del niño no se rindió?

2. Según la explicación de Jesús, ¿por qué los otros nueve discípulos no pudieron expulsar al demonio?

3. ¿Por qué, entonces, su “poca fe” hizo que Jesús se lamentara?

4. ¿Por qué la aplicación del lamento de Jesús se extendía a toda la generación?

5. Reflexione sobre el lamento de Jesús: ¿Cuán intensa fue Su emoción? ¿Por qué este incidente suscitó en Él tan profunda emoción?

6. Considere su propia condición espiritual como discípulo de Cristo. ¿Su condición suscitaría en Jesús la misma emoción?

7. ¿Qué quieren decir las palabras “incrédula y perversa”, usadas para describir a la generación?

8. Considere lo siguiente: si Pedro, Santiago y Juan hubieran estado allí, ¿podrían los discípulos haber expulsado al demonio? ¿Qué piensa usted?

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Afligir al Señor

El destacado estudioso de la Biblia, Lenski, escribe lo siguiente sobre a la reprimenda que Jesús da en Mateo 17:17 a la generación incrédula y perversa: “Pero el asunto central es el fracaso de los nueve discípulos al intentar expulsar el espíritu maligno. Ninguna parte la narrativa enfatiza la incredulidad de la multitud." (Lenski, Matthew, p. 666).

Es inquietante pensar que la incredulidad y la perversidad de los discípulos hayan podido suscitar tanto dolor en Jesús. Pero si ese fue el caso de los discípulos, imagine cuánto más es nuestro caso hoy.

A menudo me pregunto por qué de entre los nueve discípulos, Jesús solo llevó a Pedro, Santiago y Juan para presenciar Su transfiguración. ¿Acaso tenía Jesús favoritos? Puesto que Pedro fue el vocero al reconocer quién es Jesús (Mateo 16:16), es posible que Pedro, Santiago y Juan Lo hayan conocido mejor que los demás. En ese caso, tal vez si uno de estos tres hubiera estado presente con los nueve cuando el padre les trajo a su hijo endemoniado, se habría logrado expulsar el demonio. Pero al no estar presentes estos tres, quedó expuesto el estado de los corazones de los nueve.

Todavía estaban sin fe (apistos); no dice que eran de poca fe. Solo estaban acompañando a los demás. A diferencia de Pedro, ¡aún no habían creído realmente en quién es Jesús en realidad! Habían estado junto a Jesús, al igual que los otros tres, y durante bastante tiempo habían visto los mismos milagros de Jesús, escuchado los mismos sermones poderosos y habían convivido con Él; habían presenciado la única vida perfecta en la tierra. No es de extrañar que esto haya entristecido tanto al Señor.

Peor aún, eran perversos (el significado original de esta palabra es "retorcido"). ¡Todavía eran como los fariseos y los escribas, interpretando a Jesús como todo excepto quién es realmente! Lo seguían por las razones equivocadas, todavía tenían expectativas equivocadas acerca de Él y sus vidas todavía se dirigían en el sentido equivocado. No es de extrañar que esto haya entristecido tanto al Señor.

En nuestro caso, no creo que como ellos carezcamos de fe; sin embargo, podemos ser igual de retorcidos.
¿Lo seguimos por las razones correctas?

¿Todavía tenemos expectativas equivocadas acerca de Él?

¿Nuestra vida continúa dirigiéndose en el sentido equivocado?
¡Estas preguntas exigen una reflexión seria!

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 17:22–27

1. Jesús ahora anuncia una vez más Su muerte y resurrección inminentes. ¿Por qué eligió Jesús repetir este mensaje? ¿Los discípulos reaccionaron de manera diferente esta vez?

2. Considere a los tres discípulos más cercanos a Jesús. ¿De qué manera el significado de su experiencia en la montaña puede haber afectado su reacción ante este mensaje?

3. El relato sobre la recaudación de los impuestos del templo aparece solo en Mateo. ¿Quién era Mateo y de dónde venía?

4. El gobierno romano concedió a las autoridades judías el derecho de recaudar los impuesto del templo (algo que en ese momento, para los 2 millones de judíos que vivían fuera de Jerusalén, era considerado no tanto un deber sino un privilegio - según la tesis de Rob Haskell presentada en Regent College). Con base en la suposición de que el impuesto era usado para el mantenimiento del templo, ¿qué punto quiso enfatizar Jesús en Su pregunta a Pedro en el v. 25?

5. Es obvio que Jesús, como Hijo de Dios, estaba exento. ¿Por qué, entonces, decidió pagar?

6. Jesús no tenía miedo de ofender a los fariseos y los escribas (por ejemplo, al sanar en el sábado). ¿Por qué decidió no ofenderlos ahora? ¿Cuál podría ser la diferencia en esta ocasión?

7. ¿Qué puede usted aprender de ello, y cuál es la aplicación para su vida?

8. ¿Por qué decidió Jesús pagar el impuesto con dinero retirado de la boca de un pez?
a. ¿Lo hizo por hacer otro milagro para Pedro?

b. ¿Lo hizo para que, técnicamente, Él mismo no estaría pagando el impuesto?

c. ¿O quizás por otra razón…?

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Una Piedra de Tropiezo

Es interesante notar que el tema de no ser una piedra de tropiezo, traducido más claramente en la Biblia en inglés en Mateo 18:7, en realidad aparece antes, en el capítulo 17:27, en este pasaje sobre el pago del impuesto del templo. William Barclay lo explica así:
“El Nuevo Testamento siempre utiliza el verbo ofender (skandalizein) y el sustantivo, tropiezo (skandalon) con un sentido especial. El verbo nunca significa insultar, molestar o herir el orgullo de alguien. Siempre significa poner un obstáculo en su camino, hacer que tropiece y caiga. Por lo tanto, lo que Jesús está diciendo aquí es: 'Debemos pagarlo para que no seamos un mal ejemplo para los demás. No solo debemos cumplir con nuestro deber, debemos ir más allá del deber para que podamos mostrar a los demás lo que deben hacer'. Jesús no se permitiría nada que pudiera llevar a otra persona a menospreciar las obligaciones ordinarias de la vida". (Barclay, Matthew Vol. 2, 170)
Este mismo verbo se usa con el mismo sentido en Mateo 18:6 y 7.

Sin duda el mundo en que vivimos en no es necesariamente diferente del mundo romano. De hecho, incluso es posible que el mundo romano haya sido peor que el nuestro, puesto que los emperadores siempre fueron despiadados, inmorales y perversos, y muchas de sus políticas se oponían a los principios cristianos. No estoy de acuerdo con la afirmación de Barclay de que Mateo fue escrito solo después de la destrucción del templo de Jerusalén, cuando el impuesto del templo fue reemplazado por un impuesto recaudado para un templo pagano. Sin embargo, el principio que Jesús enseñó aquí permanece, a saber, que en la medida de lo posible debemos vivir en paz en este mundo. Todos los gobiernos humanos tendrán políticas con las que nosotros como cristianos no podemos estar de acuerdo, y utilizarán el dinero que proviene de los impuestos para financiar tales políticas. Pero aún así, Romanos 13 nos advierte que debemos pagar de todos modos. Si resistimos a cada paso, nos convertiremos en un obstáculo para el mundo y seremos malinterpretados como personas que intentan eludir sus deberes como ciudadanos.

Pero también vemos que aunque Jesús no tuvo ningún problema en pagar impuestos, tampoco tenía miedo de “ofender” a las autoridades al denunciar su hipocresía al haber convertido la casa de Su Padre en una cueva de ladrones. Supongo que la lección que debemos aprender es que debemos elegir cuáles peleas valen la pena luchar. Para mí, lo más importante por lo que hay que luchar es la libertad religiosa: que tengamos el derecho de adorar al Señor públicamente, de predicar la verdad de la Palabra de Dios libremente y de compartir el evangelio con personas de todas las edades.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 18:1–11

1. ¿Por qué los discípulos plantearon tal pregunta en un principio? ¿Por qué les importaba saber quién podría ser el más grande en el cielo?
a. ¿Era porque consideraban que habían dado o arriesgado mucho por seguir a Cristo?

b. ¿Era porque todavía tenían una mentalidad terrenal?

c.  ¿O era por alguna otra razón?
2. Fue entonces que Jesús proclamó enfáticamente: "En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (LBLA).
a. ¿Qué quiere decir la frase "hacerse como niños"?

b. ¿Por qué es necesario que nos hagamos como niños para entrar en el reino de los cielos?

c. ¿Cómo puede uno hacerse como niño? ¿Hacer esto es fácil o difícil? ¿Por qué?
3. Los discípulos estaban preguntando quién era el más grande; sin embargo, Jesús les dio una respuesta doble, que explica tanto quién puede entrar como quién es el más grande. ¿Cree usted que exista necesariamente una persona que sea el más grande en el reino de Dios?

4. Todos amamos a los niños. ¿Por qué, entonces, insinuó Jesús que en realidad nos cuesta mucho “recibir a uno de estos pequeñitos”? ¿Qué significa “recibir”? ¿Qué representa el niñito?

5. ¿Por qué contrastaría Jesús la acogida de un niño con el hacerlo tropezar? ¿De qué manera el no recibir a un creyente podría hacerlo tropezar?

6. ¿Usted alguna vez hizo que alguien pecara? ¿Qué hizo usted? ¿Podría haberlo evitado? ¿Su acción estaba relacionada con alguna actitud de "desprecio" con la cual usted trató a este "pequeñito"?

7. Las analogías de perder una mano, un pie y un ojo son de un género llamado hipérbole: el empleo de la exageración para enfatizar algún punto. Por lo tanto, ¿cuál es el punto principal de estas hipérboles? ¿Cómo se aplica a su vida hoy?

8. Aunque la Biblia no enseña mucho sobre los ángeles, ¿qué perspectiva nos da el versículo 10 con respecto a este tema?

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicar lo a su vida?

Reflexión meditativa
Hacer pecar a los pequeñitos

Yo antes estaba de acuerdo con la noción de que Jesucristo rara vez evocaba Su emoción, pero eso en realidad no es cierto. Le llamo la atención a Mateo 18:6, el cual contiene solo uno de entre muchos ejemplos.
Pero al que haga tropezara uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar“ (LBLA).
Estas me parecen palabras de profunda emoción, que expresan exactamente lo que Él quiere decir. Él “odia” a los que hacen pecar a otros, especialmente cuando se tratan de aquellos que creen en Él.

Como pastor, y tal vez debido a la formación y experiencia ejecutiva que obtuve en el mundo secular, de vez en cuando he recibido elogios con respecto a mi capacidad administrativa. Pero ninguno fue más aterrador que uno que me dio un empresario cristiano que también parecía ser un cristiano que amaba mucho a Dios. Por lo menos podría observar que tenía mucho entusiasmo por compartir el evangelio con la gente en la calle, es decir, con aquellos que no lo conocían muy bien.

Pero aquellos que lo conocían bien sabían que su licencia profesional había sido revocada debido a su mala conducta profesional. A pesar de ello, nunca había renunciado a su sueño de triunfar y tener éxito, a toda costa.

Por lo tanto, mediante su vínculo con el comercio, tuvo otra oportunidad de ganar mucho dinero y estaba planeando cotizar en la bolsa su nueva empresa. Como había observado que yo servía en la iglesia como ministro, también oraba conmigo a menudo y en muchas ocasiones también había servido conmigo. Pero cuando apareció esta oportunidad única de “ganar el mundo”, incluso se atrevió a intentar convencerme de que dejara mi ministerio evangélico para ser su director financiero. Utilizó como pretexto un sinfín de argumentos espirituales, aunque sabía muy bien que Dios me había llamado a un ministerio evangélico de tiempo completo. Me entristecí y pensé en Balac y Balaam. Aunque es cierto que si me hubiera dejado convencer, yo habría tenido que asumir la responsabilidad de mi propia decisión, ¡a él le habrían colgado al cuello una piedra de molino!

Asimismo, cuando vi a otro siervo de Dios que intentaba persuadir a un misionero que dejara su puesto misionero muy estratégico para asumir un puesto ejecutivo muy cómodo, también me lamenté. Aunque no haya sido tan malo como el caso de Balac y Balaam, ¿acaso era tan diferente?

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 18:12–20

1. En la vida real, ¿por qué estaría un pastor dispuesto a dejar las noventa y nueve para buscar una sola oveja perdida?

2. En este caso, ¿cuál podría ser la diferencia entre un pastor humano y nuestro Padre celestial?

3. ¿Qué le enseña esta parábola respecto a aquellos por cuya salvación usted ha estado orando?

Vv. 15-20 nos ayudan a entender algunas verdades sobre la iglesia:

4. ¿Sobre qué clase de pecado habla Jesús?

5. ¿Cuáles son los tres pasos que se debe tomar para resolver el pecado?

6. ¿Por qué son necesarios estos tres pasos?

7. Algunos manuscritos no incluyen las palabras “contra ti” al describir el pecado. ¿Los tres pasos seguirán válidos si ese fuere el caso?

8. ¿Qué debe hacer la iglesia en el caso de que la parte culpable no se arrepiente, aún cuando el pecado sea demostrado mediante evidencia? ¿Qué significa tratar a la persona como "gentil y recaudador de impuestos"? (Ver 1 Co.5:9-13.)

9. ¿Ese trato no sería demasiado duro?

10. ¿Qué clase de poder ha sido otorgado por Jesús a la iglesia en lo tocante a los siguientes temas?
a. El aspecto negativo de la disciplina eclesiástica

b. El aspecto positivo de las oraciones
¿Cuál podría ser el fundamento de lo anterior?

11. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Noventa y nueve ovejas son

Para ayudarnos a reflexionar, intentaré elegir cada semana un himno o canción que me ha tocado a mí y también a miles, si no a millones, de cristianos. Hagamos una pausa hoy para reflexionar sobre esta maravillosa letra escrita por Elizabeth C. Clephane en 1868.
1
Noventa y nueve ovejas son
las que en el prado están.
Mas una sola sin pastor
por la montaña va.
Del buen redil se apartó,
y vaga en triste soledad,
y vaga en triste soledad.

2
Por esta oveja el Buen Pastor
se expone con piedad,
dejando solo aquel redil
al que ama de verdad;
Y al espeso bosque va,
su pobre oveja a rescatar,
su pobre oveja a rescatar.

3
Oscura noche ve venir,
y negra tempestad;
mas todo arrostra y a sufrir
lo lleva su bondad.
Su oveja quiere restituir,
y a todo trance restaurar,
y a todo trance restaurar.

4
Sangrando llega el Buen Pastor,
la oveja herida está.
El bosque siente su dolor,
comparte su ansiedad.
Empero Cristo con amor
su oveja pudo rescatar,
su oveja pudo rescatar.
https://www.himnos-cristianos.com/himno/noventa-y-nueve-ovejas-son/

Sankey vio estas palabras en un periódico británico mientras participaba en una gira de evangelización en Escocia con Dwight Moody. Arrancó el poema del periodico, se lo metió en el bolsillo y luego se olvidó de ello. Más tarde ese mismo día, al final de su culto en Edimburgo, Moody le pidió a Sankey que cantara una canción para concluir. Esto le tomó a Ira por sorpresa, pero el Espíritu Santo le recordó el poema que estaba en su bolsillo. Lo sacó, dijo una oración y luego compuso la melodía mientras cantaba. Así nació el himno "Los noventa y nueve".

Hace muchos años vivía un hombre no creyente en Northfield [Massachusetts]; un día, mientras todos los vecinos estaban en la reunión en la iglesia, él estaba sentado solo en casa sintiéndose insatisfecho consigo mismo y con el mundo en general. Pero luego escuchó al Sr. Sankey cantar "Los noventa y nueve"; y había algo en el himno de lo que no podía escapar. La melodía resonó en sus oídos, y pensamientos de la oveja perdida lo inquietaron aquella noche, y la siguiente, y todo el día siguiente hasta la noche, cuando no pudo soportarlos más. Fue a la reunión y regresó como un hombre salvo.

Unos años más tarde el hombre se enfermó. Un día le dijo a su esposa: “Abre la ventana; escucho 'Los noventa y nueve' ”. Luego escuchó con atención hasta que se extinguieron las últimas notas del himno; luego, volviéndose desde la ventana dijo: “Me estoy muriendo; pero todo está bien, porque estoy listo. Nunca volveré a escuchar 'Los noventa y nueve' en la tierra, pero me alegro hoy de haberlo escuchado una vez más".

(Fuente: Cyberhymnal.com)

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 18:21–35

1. ¿Cómo respondió Pedro a la enseñanza de Jesús sobre cómo uno debe proceder cuando alguien peca contra él? ¿Por qué hizo esta pregunta?

2. Es obvio que Jesús nunca se contradice. Sin embargo, ¿acaso Su respuesta en el verso 22 no es una contradicción de los tres pasos para lidiar con el pecado enseñados anteriormente?  Por lo tanto, cuando alguien peca contra nosotros, ¿debemos iniciar inmediatamente el procedimiento de los tres pasos o el de perdonar setenta y siete (es decir, ilimitadas) veces?

3. ¿Cuán apropiada es la analogía del primer siervo y su amo con respecto a la aplicación que tiene para usted?

4. ¿Por qué este primer siervo tuvo la osadía de tratar así a su consiervo? ¿Cuáles argumentos podría haber dado para justificar su comportamiento?

5. ¿Cuáles argumentos podría usted emplear para justificar el rencor que guarda a otra persona?

6. ¿Por qué el amo sería tan duro con el siervo que no perdonó a su consiervo? ¿El siervo merece el castigo que recibe? ¿Por qué?

7. ¿Por qué Jesús enfatizó el perdón que proviene del “corazón”? ¿En qué circunstancias el perdón no proviene del corazón? ¿ En qué circunstancias el perdón proviene del corazón?

8. ¿En qué circunstancias podría resultarle difícil poner en práctica esta verdad? ¿Qué debería hacer en tales circunstancias?

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El perdón - el Camino del Amor

A la mayoría de nosotros nos encanta leer los poemas cortos de Amy Carmichael, y tal vez sea apropiado que recordemos las circunstancias en que ella escribió el poema “Si”:
“Cierta noche, un compañero de trabajo me habló de un problema que se trataba de un joven que estaba perdiendo el camino del Amor. Esto me llevó a una noche de vigilia, porque las palabras que me vienen a la mente en esos momentos siempre son: 'Señor, ¿soy yo? ¿Le he fallado en algo? ¿Qué sé yo del Amor del Calvario?’  Y luego, una por una, vinieron a mi mente las frases que comienzan con 'Si', casi como si alguien me estuviera hablando en voz alta al oído interno.

“A la mañana siguiente las compartí con otra persona (las había escrita con lápiz durante la noche), y luego con otros más. Después, se imprimió unas copias en nuestra pequeña imprenta operada a mano para el uso exclusivo de la Comunidad; y eso dio lugar a este folleto.

“Al principio, cuando nos lo pedían, pensábamos: ‘No, es demasiado privado para eso. Sin embargo, si puede ayudar a alguien a comprender lo que significa la vida del amor y ayudarle a vivir esa vida, a nosotros no nos corresponde negárselo ...’

“Y si algún seguidor genuino se siente perturbado por la frase que dice 'entonces no conozco nada ', yo le diría que esa es la forma con que el pensamiento me vino a la mente, y tendría miedo de debilitarlo. Pero en esto también, como en todo lo demás, la letra mata. San Pablo consideró que la pérdida de todas las cosas no era nada si tan solo pudiera conocer a Aquél a quien ya conocía; y el alma que es repentinamente iluminada por algún resplandor fresco del conocimiento del amor de Dios manifestado en el Calvario no se detiene para medir cuánto o cuán poco sabía de ese amor anteriormente. Penetrado, derretido, roto ante esa visión del amor, siente que de hecho todo lo que jamás conoció no era nada, y menos que nada."
Si le echo en cara a otro un pecado confesado, arrepentido y abandonado, y permito que el recuerdo de ese pecado afecte mis pensamientos y alimente mis sospechas, entonces no conozco nada del Amor del Calvario.

Si puedo lastimar a otro al hablar fielmente, sin preparar mi espíritu y sin lastimarme a mí mismo mucho más de lo que lastimo a ese otro, entonces no conozco nada del amor del Calvario.

Si menosprecio a aquellos a quienes fui llamado a servir, si hablo de sus puntos débiles, quizás al contrastarlos con lo que yo considero que sean mis puntos fuertes; si adopto una actitud altiva, olvidándome de las palabras
“Quién te distingue?
¿Qué tienes que no recibiste?”,
entonces no conozco nada del amor del Calvario.
(Extractos de "El Amor del Calvario" de Amy Carmichael)

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 19:1–12

Ya para la época de Jesús, los judíos (es decir, los rabinos) habían adoptado como ley lo que era llamado el “divorcio por cualquier causa” (Instone- Brewer's Divorce , p.55), un concepto inventado por el rabino Hillel. Algunos judíos lo consideraban incompatible con la Ley de Moisés, pero al parecer este grupo era una minoría. Ambos grupos permitían el divorcio, pero Hillel prácticamente les otorgó a los hombres el derecho de divorciarse de sus esposas a su capricho. Parece que los fariseos estaban probando a Jesús, quizás con la esperanza de que se posicionara con el grupo más conservador.

1. Si ese fue el caso, ¿tuvieron éxito? ¿Por qué o por qué no? ¿Cuál era su problema cuando se trataba del tema del divorcio, por mucho que hayan estado a favor de una regla más estricta al respecto?

2. ¿De qué manera la frase “los dos serán una sola carne” refleja la intención original de Dios para la creación del hombre y la mujer?

3. ¿Qué significa la frase “no lo separe el hombre” y de qué manera sirve como el fundamento del argumento que Jesús usa en el v. 9?

4. ¿Qué clase de reacción manifestaron los discípulos? ¿Su reacción reflejaba qué clase de mentalidad secular?

5. ¿Cómo, entonces, debemos pensar en los “matrimonios” y el “divorcio” de nuestros días?

6. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?


Reflexión meditativa
La cultura del divorcio

Instone- Brewer dedicó mucho esfuerzo a la investigación de la cultura del divorcio de la época de Jesús. Aunque no necesariamente estoy de acuerdo con todas sus interpretaciones del pasaje sobre el divorcio en Mateo 19, sus hallazgos han enriquecido mi comprensión del intercambio verbal entre Jesús y los fariseos sobre el tema.

Uno de estos hallazgos que ha enriquecido mi comprensión es que la cultura popular entre los judíos de la época con respecto al divorcio no estaba marcada por su adhesión a la Ley de Moisés, sino por su adopción como ley de la perspectiva del "divorcio por cualquier causa" defendida por el rabino Hillel. Según esta ley, un hombre judío podía divorciarse de su esposa sin ningún motivo, aunque la mujer no tenía el mismo derecho. Curiosamente, algunos de los fariseos tuvieron la decencia de intentar cambiar esta tendencia, y podemos presumir que, aunque también estaban poniendo a Jesús a la prueba, esperaban que Él tomara una posición más conservadora. Sin embargo, obtuvieron aún más de lo que esperaban, porque Jesús adoptó una posición mucho más restrictiva que la de la Ley de Moisés. En esencia, Jesús estaba diciendo que, una vez casados, la pareja es inseparable, excepto por causa de adulterio.

Lo que me fascina es la respuesta de los discípulos: "Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse" (LBLA) (Mat. 19:10). Los discípulos no estaban diciendo que si el matrimonio podía llevar a tal infelicidad, uno no debería tomarse la molestia de casarse, sino que si el divorcio no es posible, es mejor no casarse desde un principio. Este es un ejemplo típico de cómo las personas piadosas, como los discípulos, pueden estar tan influenciadas por la cultura secular sin saberlo. Y lo que dijeron captura el espíritu no solo de su propia época, sino también de la nuestra. Las personas que se casan actualmente no consideran el matrimonio como un compromiso de por vida, sino como algo que es conveniente cuando sirve a sus propios fines. Como resultado, tiene que haber una “cláusula de escape”, sin la cual no están preparados para entrar a un "santo matrimonio". Es por esta misma razón que el acuerdo prenupcial está tan de moda, incluso entre algunos cristianos.

Sin embargo, la enseñanza de Jesús es clara, "no lo separe el hombre" (RVR60), y esta vez, estoy de acuerdo con algunas de las traducciones más nuevas, "no lo separe ni el hombre ni la mujer".