Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 22:23–33

Se cree que los saduceos eran una clase sacerdotal que elevaba la Ley de Moisés por encima de todas las demás escrituras del Antiguo Testamento; puesto que la Ley de Moisés no menciona la resurrección, ellos "dicen que no hay resurrección" (Ver COBTAEL, Vol. IX, pág. 236.)

1. ¿Los saduceos realmente quieren saber la verdad o simplemente están tratando de probar su punto de vista?

2. ¿Usted se ha encontrado con una actitud similar en usted mismo?

3. Los saduceos están citando Deuteronomio 25:5-10. ¿Cuál es la intención de la Ley de Moisés en este pasaje?

4. En su opinión, ¿por qué el caso descrito (el cual probablemente es hipotético) haría improbable la existencia de la “resurrección”?

5. En el verso 29, ¿de qué clase de error los acusa Jesús y por qué lo hace?

6. ¿Qué realmente significa el verso 30? A la luz de este significado, ¿cómo debe usted aplicarlo a su vida en la tierra?

7. Aprendamos de la interpretación que Jesús da de Éxodo 3:6. ¿Cuál es el contexto de esta declaración? ¿Cuál es el propósito principal de esta declaración de Dios? ¿Cómo la interpreta Jesús?

8. ¿Por qué las multitudes se admiraban de la enseñanza de Jesús? ¿Usted también se admira de ella? ¿Por qué?

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Somos un "theatron"

Me gusta la analogía que usa el Rev. David Ng para explicar esta vida y la siguiente. Dijo que es como una obra de teatro. Mientras interpretamos nuestros papeles en una obra, como hijos, hijas, madres, padres y cónyuges, nosotros, al igual que cualquier actor bueno y fiel, no solo los interpretamos, sino que nos sumergimos en los personajes. Como resultado, nuestras risas son sentidas, nuestras lágrimas son reales y nuestras luchas son emocionales. Si no nos identificáramos tanto con los personajes de la obra, no podríamos ser actores fieles, actores buenos. Pero una vez que salgamos del escenario, seríamos insensatos si todavía albergáramos ese odio, ese dolor y esas luchas. Sería ridículo si todavía nos aferráramos a los vínculos familiares. Así es como ocurre con esta vida terrenal; como dice Pablo, “somos un theatron” (1 Co. 4:9).

De hecho, esta vida es meramente pasajera, demasiado pasajera en comparación con la eternidad. En este teatro pasajero tenemos toda clase de relaciones, pero como dice Jesús a los saduceos en Mateo 22, una vez que salgamos de este escenario terrenal, seremos como los ángeles en el cielo; cesarán todas las relaciones terrenales.

Pero la analogía se detiene aquí, porque por más temporal que sea nuestra existencia terrenal, sigue siendo real. Dios nos ha puesto aquí para aprender, experimentar y practicar la plenitud de su amor, a través de relaciones humanas genuinas. Puesto que todos somos hechos a la imagen de Dios, ser verdaderamente humanos es lo mismo que ser verdaderamente como Dios, en todos Sus personajes. Por lo tanto, es una bendición que a través de las relaciones dadas por Dios, podemos aprender un poco de lo que significa amar y ser amados según el amor de Dios, como esposos y esposas, padres e hijos, hijas y madres. Sin embargo, sigue siendo cierto que una vez que salimos de esta etapa terrenal, todos seremos simplemente hijos de Dios.

Quizás, tal comprensión nos ayude a anhelar la eternidad y a aprender a estar menos apegados a nuestra dependencia emocional, especialmente cuando se trata de la partida de nuestros seres queridos.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 22:34–46

1. ¿En qué sentido fue esta pregunta una prueba?

2. ¿Cuál habría sido el motivo de esta pregunta con respecto a cuál era el mandamiento más importante de todos? ¿Es necesario que haya un mandamiento más importante? ¿Cuál habría sido la mentalidad o enfoque hacia la ley de la persona que hizo la pregunta?

3. Uno podría pensar que el mandamiento más importante debería estar entre los Diez Mandamientos, debido a la gran importancia que tienen estos; sin embargo, Jesús cita Deuteronomio 6:4-5 y Levítico 19:18. ¿Por qué Jesús no citó directamente los Diez Mandamientos?

4. ¿Puede alguien “guardar” este primer y mayor mandamiento? Si nadie realmente  lo puede guardar, ¿para qué sirve? (Ver Gálatas 3:24.)

5. El hombre que estaba probando a Jesús preguntó cuál es el mayor mandamiento. ¿Por qué Jesús citó dos en lugar de uno? ¿Qué respuesta podría encontrarse en el versículo 40? (¿Qué significa "dependen"?)

6. Lea 1 Juan 4:20-21. ¿Cómo aclara Juan la relación que existe entre estos dos grandes mandamientos?

7. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Los mandamientos

En la vida, a menudo preferimos que las cosas estén limpias y ordenadas, y en blanco y negro; quizás este deseo nos lleve a preferir preguntas de opción múltiple a la hora de preparar nuestros exámenes. Cuanto más preciso sea un estándar o requisito, más justo será, o más fácil de administrar.

Lamentablemente, la vida no es así.

Por mucho que la ley de nuestro país busque ser clara y precisa, esta es una meta imposible. No solo hay lagunas, sino también áreas grises. Y a los abogados les gusta eso. Cuanto menos clara sea la ley, más pueden ganar al explotarla a su favor, o a favor de sus clientes. Pero así no funcionaban los abogados en los días de Jesús.

Intentaron hacer que la ley fuera lo más blanco y negro posible; el resultado fue que inventaron cientos de reglas más al intentar hacer que la ley fuera precisa, observable y moralmente mensurable.

La pregunta es esta: ¿Por qué Dios no la hizo más precisa desde un principio? ¿Acaso no era capaz de hacerlo? ¡La respuesta es un “no” contundente!

Pablo nos explica que la Ley de Moisés fue dada, no solo para mostrarnos el carácter de Dios y Su deseo por nosotros, sino también para atraernos a Cristo. Fue dada para mostrarnos que no hay esperanza para que ninguno de nosotros que busque guardarla para obtener justicia ante Dios, es decir, un estado y una relación rectos con Dios. Es por eso que necesitamos a Cristo, quien es nuestra justicia. Por tanto, lo que realmente importa no es la letra de la ley, porque “la letra mata, pero el Espíritu da vida”; esta verdad es la esencia de la Nueva Alianza. (2 Co.3:6)

En Mateo 22, Jesús resume el espíritu de la ley aún más claramente al responder al escriba que le preguntó cuál es el mayor mandamiento. Al mencionar el amor al prójimo, él agrega “toda la ley y los profetas dependen de ellos”. (22:40)

Si realmente amamos a Dios, nos amaremos unos a otros. Si realmente amamos tanto a Dios como a los hombres, ya habremos cumplido con el requisito de "toda" la Ley. Me pregunto por qué deseamos tanto que los Diez Mandamientos estén colgados en los tribunales, y no los dos Mandamientos más grandes resumidos por Jesús. ¿Qué es lo que no estamos entendiendo?

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 23:1–12

Los escribas eran maestros profesionales de la Ley, mientras que los fariseos se enorgullecían de ser seguidores estrictos de la Ley de Moisés.

1. Vv. 1-4:
a. ¿Qué significa sentarse en la cátedra de Moisés?

b. ¿Qué errores estaban cometiendo al sentarse en la cátedra de Moisés?

c. ¿Es difícil aceptar las enseñanzas de alguien que usted sabe que no practica lo que enseña en la iglesia? ¿Por qué Jesús mandaría que obedezcamos a tales personas?

d. Sea honesto consigo mismo: ¿usted también es culpable de esta clase de hipocresía?
2. Vv. 5-7:
a. ¿Cuál era el problema fundamental de estos líderes religiosos?

b. ¿En qué áreas manifestaban sus problemas?
3. Examínese a sí mismo a la luz de los errores de estos escribas y fariseos. Al instar en vv. 8-12 que no caigamos en sus errores, Jesús señala quiénes somos nosotros y quién es Dios:
a. ¿Quiénes somos nosotros?

b. ¿Quiénes son Dios y Cristo?

c. Por lo tanto, ¿deberíamos llamarnos rabinos, padres (o doctores) o maestros en el contexto de la iglesia de Dios?
4. Parece que el último versículo de este pasaje contiene una "garantía". ¿Cuál es esa garantía?

5. ¿Cómo podemos crecer, de modo que en lugar de obligarnos a ser humildes, seamos humildes por naturaleza?

6. ¿Por qué cree usted que Jesús sintió la necesidad de lanzar ataques tan duros contra los escribas y los fariseos?

7. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Somos hermanos

Nosotros, como cristianos que viven después de la Reforma, tenemos la tendencia a cuestionar el uso que hace la iglesia católica del título "Padre", especialmente a la luz de la clara enseñanza de Jesús en Mateo 23:9, "Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra ..."

Jesús está atacando la orgullosa actitud de los fariseos y su deseo de elevarse por encima de los demás que formaban parte del pueblo de Dios. Como resultado, Jesús nos recuerda que todos somos hermanos y solo Dios es nuestro Maestro, nuestro Padre y nuestro Doctor.

Por más que (acertadamente) contemplamos con escepticismo el uso de los títulos “Papa” y “Padres”, nosotros realmente no somos mejores. ¿Cuántos pastores insisten en que sus tarjetas de presentación incluyan el título de “doctor” (ya sea Ph.D. o D. Min), o que la congregación los llame así? ¿Acaso el título de Pastor o Reverendo no es lo suficientemente honorable?

Ya es bastante mal que los fariseos hayan ocupado la cátedra de Moisés (Mat. 23:2). ¿A quién pertenece la cátedra que nosotros intentamos ocupar en la casa de Dios?

Es obvio que esta clase de orgullo y deseo de engrandecernos a nosotros mismos no se limita al clero. Como dijo una vez el reverendo Stephen Chan: "Muchos de aquellos que no pudieron ocupar una posición de poder en el mundo secular han recurrido a tomar el poder en la iglesia". En mi experiencia personal, tal clase hambre de poder y reconocimiento no se limita a aquellos que no pudieron obtenerlos en el mundo secular. Buscar el poder y el reconocimiento, ya sea en el mundo o en la iglesia, es parte de la naturaleza humana que todos tenemos. Por lo tanto, todos debemos prestar atención a la reprensión que dio Jesús a los fariseos, puesto que en realidad no somos muy diferentes de ellos.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 23:13–22

Jesús da seguimiento a sus duros ataques contra estos líderes religiosos con el pasaje que comúnmente se conoce como los "siete ayes" contra los fariseos. Hoy consideraremos los primeros tres ayes:

1. El primer Ay (vv. 13-14)
a. ¿De cuál pecado los acusa Jesús?

b. ¿Puede usted pensar en alguna religión / secta “cristiana” contemporánea que podría ser culpable del mismo pecado?

c. ¿Cuáles son las "formas" en las que podrían estar impidiendo que sus rebaños entren en el reino de Dios?

d. ¿Por qué Jesús los llama hipócritas con respecto a este tema?
2. El segundo Ay (v. 15)
a. Según la descripción de Jesús, ¿qué clase de sacrificio y determinación manifestaban estos fariseos y escribas?

b. ¿Por qué harían tan grande esfuerzo? ¿Cuáles pueden haber sido sus motivos?

c. ¿Qué verdad nos enseña esto sobre los mormones y los testigos de Jehová?
3. El tercer Ay (vv.16-22)
a. ¿Qué quiere decir el término guía ciego?

b. ¿Cómo podría una persona convertirse en un guía ciego?

c. ¿Por qué harían estos líderes una distinción entre jurar por el oro del templo y jurar por el propio templo?

d. ¿Y el altar y las ofrendas? ¿Por qué intentarían distinguir entre los dos?

e. ¿Cuál puede haber sido su justificación?

f. ¿Cuáles pueden haber sido sus verdaderas intenciones?

g. ¿De qué manera son a la vez ciegos e insensatos?

h. ¿Qué respuesta dan los versículos 20-22 a sus (malvadas) intenciones?
4. De los tres ayes anteriores, ¿cuál podría ser el pecado más grave?

5. Por lo tanto, ¿cuál es el mensaje esencial de estas advertencias y cómo puede usted aplicarlo en su vida?

Reflexión meditativa
¡No estás lejos del Reino de Dios!

Aunque cada evangelio sinóptico (Mateo, Marcos y Lucas) enfoca desde un ángulo diferente el diálogo entre Jesús y el escriba sobre el mayor mandamiento, el diálogo registrado por Marcos termina con estas inquietantes palabras de Jesús: “No estás lejos del reino de Dios." (12:34)

Por mucho que el escriba pudiera haber tenido la intención de poner a prueba a Jesús, su elogio sabio y posiblemente sincero de la respuesta de Jesús lo condujo muy cerca del Reino de Dios. Sin embargo, todavía no estaba dentro del Reino. No bastaba con respetar a Jesús como un sabio maestro o incluso como un profeta; era necesario creer en Él como el Mesías, el Hijo de Dios.

Todavía recuerdo la vez que me senté junto a un mormón en un vuelo de San Francisco a Vancouver. Él era médico y tenía una familia maravillosa. A lo largo de nuestra conversación llegué a comprender que él se tomaba en serio las enseñanzas de su iglesia y, como el joven rico con el que habló Jesús, intentaba con toda sinceridad guardar todos los mandamientos. Lo que motivó nuestra conversación fue el hecho de que él estaba leyendo el Libro de Mormón mientras que yo leía la Biblia. Ambos estábamos teniendo un tiempo devocional. Para cuando nuestra conversación terminó al final del vuelo, ya me agradaba mucho. Pero me fui con la inquietante sensación de que, aunque estaba tan cerca del Reino de Dios, no estaba adentro. Todavía era necesario que él creyera en Jesucristo como el Hijo de Dios y el único camino hacia la salvación.

No puedo evitar pensar en la reprensión que dio Jesús a aquellos fariseos que se esforzaban tanto, que viajaban por tierra y mar para ganar un solo converso, “y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros" (Mateo 23:15).

Puesto que vivimos en medio de una generación tan corrupta moralmente, estamos muy tentados a admirar a muchas de las familias mormonas, debido a su convicción moral y su estilo de vida. Oremos por ellos para que estas cosas no les den un falso sentido de seguridad eterna, sino que los hagan comprender su necesidad de salvación por medio de Cristo, puesto que la salvación es solo por la fe en Jesucristo, y no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2: 9)

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 23:23–28

1. El cuarto Ay (vv. 23-24.):
a. ¿Piensa Jesús que el diezmo no es importante?

b. ¿Cuál debería ser el propósito del diezmo?

c. ¿Por qué la justicia, la misericordia y la fidelidad son asuntos más importantes de la ley?

d.     En las metáforas de Jesús, ¿qué representa el mosquito y qué representa camello? (Nota: Parece que los fariseos hacían un esfuerzo por diezmar todo, incluidos los más pequeños ingredientes para la preparación de comida, mencionados por Jesús.)

e. A la luz de esto, ¿de qué eran culpables?
2.    El quinto Ay (vv 25-26.):
a. Los fariseos enfatizaban la necesidad de la purificación ceremonial para que uno pudiera entrar al templo. ¿A qué se refieren (o qué representan) las tazas y los platos mencionados por Jesús?

b. ¿Por qué limpiar el interior también haría que el exterior fuera limpio? ¿De qué está hablando Jesús?

c. ¿De qué modo eran codiciosos los fariseos (Ver Marcos 12:40.)?

d. ¿De qué modo eran autoindulgentes?
3.    El sexto Ay (vv 27-28.):
a. Según Lightfoot, los judíos blanqueaban sus sepulcros, no para que fueran hermosos, sino para advertir a las personas que no se acercaran, de modo que no se volvieran inmundos. A la luz de esta información, ¿comprende usted por qué Jesús los comparó con sepulcros blanqueados?

b. ¿De qué manera(s) podríamos nosotros ser culpables del mismo pecado?
4. De los tres ayes anteriores, ¿cuál puede haber sido el pecado más grave?

5. ¿Cuál es el mensaje esencial de estas advertencias y cómo puede usted aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¿Antes o después de los impuestos?

Una de las preguntas más frecuentes acerca del diezmo es si el 10% debe basarse en los ingresos que uno recibe antes o después de descontar los impuestos.

A menudo me pregunto la razón de esta pregunta.

Necesitamos entender primero que el dinero que ofrendamos a Dios es una expresión de los siguiente:
(1)  Nuestro amor por Dios y Su pueblo

(2)  Nuestra acción de gracias por Su abundante provisión

(3)  Nuestro reconocimiento de que Él es la verdadera fuente de nuestras riquezas

(4)  Nuestro reconocimiento de que, de hecho, Él sigue siendo nuestro dueño y el dueño de todo lo que tenemos

(5)  Nuestra fe en que, independientemente de cuánto demos según nos mueve el Espíritu, Él no nos avergonzará ni permitirá que nos falte lo necesario
Si realmente entendemos lo anterior, nunca nos haremos tal pregunta. En lugar de ella, haremos constantemente la siguiente pregunta: “Señor, ¿Te amo lo suficiente con mi diezmo? Porque Tú mismo has dicho: 'Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón'”. (Mateo 6:21)

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 23:29–36

El séptimo Ay:

1. Jesús predijo el sufrimiento y el martirio de sus seguidores, eventos que se detallan en el libro de los Hechos:
a. ¿Cómo serían tratados?

b. ¿En manos de quién serían perseguidos?
2. ¿Por qué sus antepasados derramaron la sangre de los profetas?

3. ¿Por qué pensaban los fariseos que serían diferentes a sus antepasados?

4. ¿Por qué resultaron no ser diferentes a sus antepasados?

5. ¿Por qué es necesario que sean responsables de “toda la sangre justa  derramada sobre la tierra desde… Abel hasta la sangre de Zacarías”?

6. ¿Por qué Jesús los llamaría “camada de víboras”?

7. ¿Cuál será su castigo?

8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Somos diferentes. ¿De Verdad?

Mediante el privilegio que tengo de caminar junto a mis queridas parejas de jóvenes cristianos mientras les guío en pláticas de consejería prematrimonial, he llegado a comprender que no soy el único que desea ser diferente de mis padres, especialmente de mi padre.

Quizás sea un deseo típico de aquellos que crecieron en una familia oriental tradicional. El sistema de valores, la perspectiva cultural y la forma menos relacional de abordar la vida son algunos de sus aspectos que no deseamos copiar. Como resultado, creemos que somos inconformistas. Somos diferentes a nuestros padres.

Sin embargo, la realidad es que no somos tan diferentes de ellos. Es probable que hayamos recibido una educación más liberal por vivir en una generación completamente distinta. Y para aquellos de nosotros que somos cristianos, hemos nacido de nuevo en Cristo y debemos estar totalmente libres de la esclavitud de nuestra antigua cultura, sistema de valores y manera (o filosofía) de abordar la vida. Sin embargo a menudo no entendemos que, a pesar de que nuestro estado es el de una nueva creación en Cristo, la concretización de nuestro cambio en la vida sigue siendo un proceso. La renovación de la mente en Cristo sigue siendo un proceso constante (Rom. 12: 2); de hecho, es un proceso bastante largo, un proceso que dura toda la vida. Y mientras entramos en esta nueva vida mediante el Espíritu Santo, el proceso de renovación sigue siendo obra del Espíritu Santo. (Gálatas 3: 3)

Ese fue el error de los fariseos. Sabían mediante la Biblia que sus antepasados estaban equivocados al rechazar y perseguir a los profetas, y pensaban (o quizás incluso juraban) que serían diferentes. Lo que no se dieron cuenta fue que ellos no eran diferentes. Nosotros no somos diferentes. Mediante nuestros propios esfuerzos y determinación, repetiremos los mismos errores de las generaciones anteriores. Ninguna educación, ninguna autodeterminación y ninguna disciplina espiritual pueden hacernos diferentes. Incluso cuando somos cristianos, necesitamos arrepentirnos continuamente y depender del Espíritu Santo para que podamos deshacernos gradualmente de nuestra vieja naturaleza y vivir la nueva.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Mateo 23:37–39

1. ¿Por qué se lamentó Jesús sobre “Jerusalén”? ¿Qué representa Jerusalén? ¿Todavía lo representa hoy?

2. ¿Cuál era la misión de los profetas (ver Ezequiel 3:16-21)?

3. Muchos profetas fueron asesinados o apedreados. A pesar del trato que recibían, ¿por qué Dios los siguió enviando, según el versículo 37?

4. En la actualidad, ¿ha habido algún cambio en el corazón de Dios…
a. … con respecto a Jerusalén?

b. … con respecto al mundo?

c. … con respecto a la ciudad donde vive usted?
5. ¿Qué está haciendo Dios hoy para reunir a las personas y llevarlas hacia Él?

6. ¿Cuál podría ser el papel de usted en esta obra de Dios?

7. ¿Cuán similar sería esto al papel que tenían los profetas de antaño?

8. ¿De qué manera se ha cumplido la profecía del versículo 38?

9. ¿Estas personas (los habitantes de Jerusalén, los judíos) recibirán eventualmente la oportunidad de ver a Cristo?

10. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Lamentación sobre Jerusalén

Anoche escuché el poderoso discurso que dio Netanyahu, el Primer Ministro de Israel, en el AIPAC. En su discurso, él afirmó enérgicamente el derecho de Israel de defenderse de la probable amenaza de un ataque con armas nucleares por parte de Irán. Al hacerlo, mencionó que Israel es el único país realmente democrático en la región, un país en el que las mujeres son tratadas con igualdad y los cristianos pueden practicar su religión libremente.

Yo soy una persona que respeta y apoya a Israel como el Pueblo de Dios mediante el cual hemos recibido la preciosa herencia del Antiguo Testamento; al mismo tiempo, soy muy consciente del hecho de que este pueblo aún necesita mirar "a quien traspasaron". (Zacarías 12:10)

Como escribió el autor de RealChristianity.com, “Aunque una parte de mí tenía el mayor respeto por estos judíos, la otra estaba triste porque aún estaban ciegos y esperaban al Mesías, a pesar de que Él ya vino en la persona de Jesús (Yeshua) Cristo ".

Pero hay algo aún peor:

Otro informe dice que "la grave situación de los cristianos palestinos en Cisjordania, Gaza y en zonas dentro de Israel está entre las historias menos comentadas de persecución de cristianos ..." ( www.persecution.org )

Actualmente recibo informes personales de parte de una pareja de misioneros cristianos cuya casa (ubicada en una de las ciudades de Israel) ha sido atacada por judíos ortodoxos.

Si bien creo que debemos defender el derecho de Israel de existir como nación y amarlo como el Pueblo de Dios, no debemos olvidar de orar para que los judíos se arrepientan ante Aquél que traspasaron. Yo creo que nuestro Señor Jesús continúa lamentando sobre Jerusalén, así como lo hizo hace 2000 años.