Continuaremos con el estudio del Libro de Marcos esta semana.
(1) ¿Cuál fue el propósito de Jesús al enviar a los Doce? ¿Estaban los discípulos "cualificados" para predicar? ¿Cuánto sabían ellos? ¿Esto realmente importaba?
(2) ¿Por qué los envió en parejas?
(3) Puesto que Jesús los envió para predicar, les dio instrucciones muy específicos de no llevar nada en el viaje. ¿Deberíamos aplicar este principio a nosotros hoy? ¿Por qué o por qué no?
(4) ¿Qué diremos de la instrucción de permanecer en una sola casa (en lugar de ir de casa en casa)? ¿Cuál fue el propósito de esta instrucción?
(5) ¿Acaso era el acto de sacudir el polvo un trato demasiado severo para aquellos que los rechazaban? ¿Por qué o por qué no? ¿Cuál fue el mensaje que comunicaba este acto?
(6) Ponga a prueba su memoria e intente recordar los nombres de cada uno de los Doce discípulos (ver 3:16 y ss.) ¿Estaba Judas entre estos Doce? ¿Cómo pudo él también realizar milagros? (Ver Mateo 7:22)
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y saliendo, predicaban que todos se arrepintieran.” (LBLA) (Mc. 6:12)
Por supuesto, es interesante notar que Jesús haya enviado a estos doce apóstoles en un momento en que aún eran lentos para comprender, e incluso endurecidos (Mc. 6:52), para predicar el evangelio del arrepentimiento y realizar milagros. Es aún más desconcertante pensar que Judas estaba entre ellos, y que incluso fue capaz de expulsar demonios.
El incidente anterior en Marcos 5 con el hombre endemoniado nos ayuda a comprender que lo que importa para que uno pueda testificar de Cristo no es lo profundo de su entendimiento bíblico, sino el hecho de que haya tenido una experiencia de conversión genuina. Las palabras de Jesús en Mateo 7:21-23 también explican cómo una persona como Judas pudo realizar milagros en Su nombre.
Estas instrucciones de Jesús a los Doce apóstoles siguen siendo relevantes para todos los que son enviados por el Señor (de ahí el título apóstoles) con el fin de difundir el evangelio, en el sentido de que se trata de una misión de fe. Cuando el Señor de la cosecha nos envía, Él se hace responsable de nuestras necesidades. Nuestra tarea es permanecer totalmente enfocados en la misión que se nos encargó y confiar que el Señor suplirá todas nuestras necesidades, incluidas nuestras necesidad es financieras.
Esto no es lo que observo entre algunos siervos o futuros siervos del Señor en nuestros días. En su lugar veo constantes disputas por el dinero entre los pastores y la iglesia y ansiedades por parte de futuros misioneros o alumnos de seminario con respecto a la recaudación de fondos. O somos llamados y enviados por el Señor, o no lo somos. Si el Señor nos ha llamado, debemos seguir las instrucciones que Él les dio cuando dijo que “no llevaran nada para el camino, sino solo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto;” (Mc. 6:8).
En efecto, Dios no ha cambiado, ni tampoco su fidelidad.
“Rara vez en la historia pudo haber existido una serie de enredos matrimoniales tan complejos como los que había en la familia Herodes. Al (seducir y) casarse con Herodías, la esposa de su hermano, Herodes había quebrantado la ley judía (Lev. 18:16; 20:21), además de haber ultrajado las leyes de la decencia y la moralidad” (Barclay, 150). Aunque Herodes era en esencia un gobernador, César había otorgado a su padre (Herodes el Grande, el mismo que mató a los hijos de Belén en Mateo 2) el título de rey.
(1) Esta sección comienza con tres opiniones diferentes sobre la identidad de Jesús. ¿Qué puede usted deducir sobre el razonamiento y las causas que subyacen cada una de las siguientes especulaciones?
- Jesús es Elías (ver Mal.4:5)
- Jesús es como uno de los profetas de antaño (para la época del Nuevo Testamento, los judíos no habían visto a un profeta durante más de 400 años)
- Jesús es Juan el Bautista (la especulación del propio Herodes)
(2) Aunque la misión de Juan era preparar el camino para el Mesías (Isa. 40:3 y ss.), esta misión parecía haber sido interrumpida por su confrontación con una reina gentil, la malvada Herodías. ¿Esta confrontación valió la pena? ¿Qué opina usted?
(3) Marcos nos da un retrato bastante detallado de la lucha interna de Herodes. ¿Cuál es la opinión de usted sobre su persona, con respecto a sus rasgos encomiables y sus debilidades? ¿Cuál era la opinión de Jesús (ver Lucas 13:32 y 23:8-12)? ¿Qué lección podemos aprender de la vida de Herodes? (César finalmente envió este Herodes al exilio en la Galia.)
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Podemos decir que el ministerio de Juan el Bautista comenzó con una explosión. Apareció de la manera más inusual— vestido con pelo de camello y comiendo langostas y miel silvestre—y atrajo grandes multitudes, a pesar de que se colocaba lejos del ajetreo y el bullicio del mercado. Su predicación era tan poderosa que “acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén” (Mc 1:5), quienes recibían su bautismo de arrepentimiento. Entre ellos estaban incluso muchos sacerdotes y fariseos. (Mateo 3:7)
El impacto de su ministerio se extendió más allá de la gente común e incluso fue sentido en el palacio de Herodes. Ahí fue donde se metió en problemas. Por haber denunciado la relación adúltera de este rey (o más bien gobernador), fue encarcelado. Pero su fama y ministerio inspiraban tanto respeto que el rey Herodes no se atrevía ha hacerle nada más que encarcelarlo. Sin embargo, en un giro muy repentino y dramático, Juan murió básicamente en manos de una niña, la hija del rey Herodes, a causa de lo que parecía ser un interludio inocente en medio de una fiesta salvaje en el palacio. De repente, este profeta de suma importancia, el paladín del Mesías, ya no estaba. Así como así.
Uno no puede evitar preguntarse, "¿Por qué?". ¡El final de la historia no parece corresponder al inicio!
Pero en realidad, el final corresponde perfectamente al inicio, puesto que la muerte de Juan no es "EL FIN", como lo que vemos al final de una película.
Por un lado, el impacto de su ministerio continuó. Fue a través del ministerio de Juan que algunos de sus discípulos, como Pedro y Andrés, habían comenzado a seguir a Cristo. Además, leemos en el Libro de los Hechos que muchos de sus discípulos se esparcieron por Asia Menor y más allá, donde tuvieron un papel importante en la difusión del evangelio.
Hay más—Juan recibirá su corona ante el trono de Cristo en el cielo. Ese "final" resultará ser aún más grandioso que su comienzo.
Además, es posible que su muerte haya sido una respuesta a su oración en el cual dijo que "Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya" (Jn. 3:30). Con su muerte, el enfoque de las personas, naturalmente, estaría en Aquél de quien había dado testimonio— “He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn. 1 29).
En esencia, la muerte de Juan sirvió simplemente para mostrar que, después de todo, él estaba siguiendo los pasos de Cristo, a pesar de que murió antes que Él.
(1) Imagine que usted fuera uno de los Doce. Describe su experiencia y el informe que habría presentado a Jesús. ¿Qué habría significado esta experiencia para usted?
(2) ¿Qué respuesta habría esperado de Jesús? ¿Cuál fue su respuesta? Le sorprende? ¿Por qué o por qué no? ¿Jesús le extiende esta misma invitación hoy?
(3) ¿A usted le habría molestado ver a la multitud que no les dejaba descansar? ¿Cuál fue la reacción de Jesús hacia esta multitud? ¿Qué quiere decir "eran como ovejas sin pastor"? (ver Ezequiel 34:4, en el cual se describen los deberes de un pastor). ¿Cómo los pastoreó Jesús ese día (v. 34)?
(4) Considere las acciones de los discípulos. ¿Qué había de malo en su plan de acción, con respecto a lo siguiente?
(a) Su deseo de despedir a la multitud
(b) Su sugerencia de que compraran su propia comida a una hora tan tardía, diciendo que no necesariamente tenían dinero
(c) Su intento de decirle a Jesús qué hacer
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
El relato de cómo los Doce Apóstoles presentaron con entusiasmo el informe sobre su primer ministerio a Jesús después de un viaje cansado, y luego cómo Jesús gentilmente los invitó a un lugar tranquilo para descansar, solo para ser interrumpido por la multitud insensible, me recuerda una historia contada por Henri Nouwen (Guide to Prayer):
"A menudo el tiempo no nos apremia tanto como sentimos que nos apremia. Recuerdo que hace algunos años me sentí tan presionado por las exigencias de ser maestro en Yale que tomé un año sabático de oración en el monasterio trapense de Geneseo, Nueva York. Allí no había enseñanza, conferencias ni consultorías—solo soledad y oración.
"El segundo día, llegó un grupo de alumnos de Geneseo College. Estos entraron e hicieron la siguiente pregunta: 'Henri, ¿podría darnos un retiro?'
"Por supuesto, en el monasterio esa decisión no me correspondía a mí, pero le dije al abad, 'Dejé la universidad y vine al monasterio para alejarme de ese tipo de cosas. Estos estudiantes me están pidiendo cinco meditaciones, lo que representa una enorme cantidad de trabajo y preparación. No quiero hacerlo'.
"El abad dijo, 'Lo harás'.
"'¿Qué quiere usted decir? ¿Por qué debería pasar mi tiempo sabático preparando todo eso?'
" '¿Preparar?' respondió, 'Has sido cristiano durante cuarenta años y sacerdote durante veinte, y unos cuantos alumnos de secundaria quieren tener un retiro. ¿Qué necesitas preparar? Lo que quieren esos adolescentes es ser parte de tu vida en Dios por unos pocos días. Si oras media hora por la mañana, cantas en nuestro coro durante una hora y haces tu lectura espiritual, tendrás tanto que decir que podrías dar diez retiros.'"
Usted puede ver que la cuestión no es prepararse, sino vivir en un estado de preparación constante, de modo que cuando alguien que se está ahogando en el mundo entre en su mundo, usted esté listo para extender la mano y ayudarle. Podría suceder a las cuatro en punto, a las seis o a las nueve. En una ocasión lo llamará predicación, en otra enseñanza, y luego consejería o administración. Pero permita que sean parte de su vida en Dios—eso es ministrar.
(1) ¿Cuál(es) problema(s) pueden haber enfrentado los discípulos al alimentar a la multitud?
(a) No tenían suficiente dinero.
(b) No querían gastar tanto dinero.
(c) Era una tarea demasiado onerosa para ellos.
(d) No lo consideraban como algo que era parte de su ministerio.
(e) No les importaban estas personas.
(2) ¿Qué mensaje buscaba Jesús transmitir a los discípulos al decirles, “Dadles vosotros de comer”? ¿Cuál debería ser su respuesta? ¿Cuál sería la de usted?
(3) ¿Qué opciones tenía Jesús para alimentar a los 5,000 (hombres)? ¿Cuál fue la que eligió? Compare el método que elegió con el método usado en circunstancias similares en II Reyes 4:42-44, identificando las similitudes y diferencias entre ambos eventos. ¿Cuál de los dos cautiva su imaginación?
(4) ¿Qué había significado esta experiencia, tanto para la multitud hambrienta como para los discípulos?
(5) ¿Cuál ha sido la enseñanza más importante para usted hoy, y cómo puede aplicarla a su vida?
"Dadle vosotros de comer." (LBLA) (Marcos 6:37)
Creo que no es por acaso que Marcos ubica la alimentación de los 5,000 por parte de Jesús al final de un ministerio agotador, tanto para Jesús como para los Doce Apóstoles. Pero el contraste entre Jesús y los Doce no podría ser más claro—mientras que Jesús “tuvo compasión de ellos” (Mc. 6:34), los apóstoles le pidieron a Jesús, “despídelos” (Mc. 6:36).
A Jesús no solo le preocupaba la condición de estas personas que eran como “ovejas sin pastor”, sino también le preocupaba el hecho de que los Doce estaban tratando a las personas como si fueran un “proyecto”. Estas personas ya habían sido instruidas y sanadas; el ministerio había terminado y era hora de enviarlas a sus casas.
Desafortunadamente, así es exactamente como tratamos a aquellos a quienes buscamos evangelizar y servir. Una vez que la gente ha escuchado el mensaje, una vez que ha terminado la reunión, termina también nuestro trabajo. ¡Nos vamos a casa!
Pero Jesús exige que tratemos a las personas como personas, y no como un proyecto. La alimentación de los 5.000 nos impacta con un mensaje muy importante: no solo necesitamos pastorear sus almas, sino que debemos cuidar toda la persona. Por supuesto, la Gran Comisión se trata de la salvación de las almas; sin embargo, la Biblia nunca nos enseña a abordar a las personas con una mentalidad dualista que separa el alma del cuerpo. Una persona está compuesta tanto de su cuerpo como de su alma. Cuando realmente amamos sus almas, amamos toda su persona.
(1) Recuerde que la enseñanza y alimentación de la multitud sucedió en un contexto en que los discípulos y de Jesús ya estaban agotados (v. 32). Con la llegada del final del día su fatiga solo se habría aumentado. ¿Qué decidió hacer Jesús y por qué?
(2) La cuarta vigilia corresponde aproximadamente al periodo entre las 3 y las 6 de la mañana, una hora en que necesitaban desesperadamente descansar. ¿La tormenta ocurrió por casualidad? ¿Dónde estaba Jesús mientras ocurría la tormenta? ¿Qué le puede enseñar esto sobre la(s) tormenta(s) que llegan a su vida?
(3) Jesús pudo haber ordenado desde la orilla que la tormenta se calmara. También pudo haber subido furtivamente en el bote antes de calmar la tormenta. ¿Por qué eligió caminar hacia ellos sobre el lago? ¿Logró Su objetivo al hacerlo?
(4) El comentario de Marcos en el verso 52 vincula el asombro de los Doce con el milagro de los panes. ¿Qué impacto debía haber tenido en ellos el milagro de los panes? Si hubiera tenido el impacto deseado, ¿en qué aspectos habría sido diferente su experiencia en el lago?
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“ellos estaban asombrados en gran manera, porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada." (LBLA) (Marcos 6:51b-52)
La autenticidad del milagro de la alimentación de los cinco mil ha sido rechazada constantemente por los cristianos liberales, quienes prefieren especular que fue la generosidad de aquellos que tomaron la iniciativa para ofrecer su comida que llevó a los demás a contribuir con lo que tenían. Supuestamente, el resultado de esto fue que hubo suficiente comida para satisfacer el hambre de los cinco mil.
Por supuesto, este rechazo no es nada más que una evidencia de que "su mente estaba embotada", puesto que tales personas rehusan creer en milagros y que Jesús no es un simple hombre, sino el Hijo de Dios.
Pero Marcos dice lo mismo sobre los discípulos, quienes fueron testigos presenciales de este milagro. Es obvio que estos discípulos no podían negar que Jesús había realizado ese milagro; tampoco podían rehusar creer en milagros, puesto que ellos mismos habían recibido el poder para realizar milagros (Marcos 6:12-13). ¿A qué se refiere Marcos, entonces, cuando dice que sus corazones estaban endurecidos porque no habían entendido lo de los panes?
Estos discípulos que habían experimentado personalmente el poder que se les dio para realizar milagros (probablemente en nombre de Jesús), que se llenaron de gran temor al ver a Jesús calmando el mar (Mc.4: 41), que habían manoseado los cinco panes y dos peces con sus propias manos y los habían visto multiplicarse lo suficiente para alimentar a 5.000 personas— estos tenían que creer que Jesús no era un hombre común y considerarlo al menos como un profeta, como la mayoría de los judíos en ese momento (Mc. 6:15). Sin embargo, Jesús deseaba que Lo reconocieran como más que un profeta, como el Hijo de Dios. Podemos suponer que no había sido el caso hasta ese momento. Con respecto a ello, los discípulos permanecieron con el corazón endurecido, como los liberales de nuestros días.
Sin embargo, el Señor fue paciente ante su incredulidad y les permitió seguir caminando con Él, mientras veían, escuchaban y experimentaban más de Su enseñanza, Sus hechos milagrosos y Su vida. Finalmente, sus corazones se abrieron, y por medio de la boca de Pedro, reconocieron ante Jesús que "Tú eres el Cristo". (Marcos 8:29)
Esto me recuerda la conversión de Sally Read , una poeta inglesa de la era moderna, quien ganó el premio Eric Gregory de la Sociedad de Autores en 2001. Ella también era una atea cuyo corazón endurecido la había llevado a decir que el cristianismo era un síntoma de la intolerancia o de la debilidad mental. Pero su dureza comenzó a ablandarse mediante el proceso de escribir una colección de monólogos escritos en las voces de pacientes psiquiátricos. En sus propias palabras, “a lo largo de la lucha y el dolor que son una parte normal de la creación literaria, de repente comprendí que mi acto de crear las voces de estas personas dañadas estaba vinculado a una creación global. Entendí que podría haber un autor supremo. Pareció que una capa del cielo se había desprendido. Estaba llena de una felicidad latente que no osaba cuestionar”.
Comenzó a asistir a la iglesia a regañadientes, y en una de aquellas visitas, mientras miraba la cruz, sintió la presencia indiscutible de Cristo. Abandonó su ateísmo y creyó en Cristo. Si no me equivoco, esto sucedió cuando tenía 40 años.
En este pasaje, la palabra ancianos no se refiere a los líderes de la sinagoga; más bien se refiere a los antiguos, los grandes eruditos en la ley de antaño. Sus reglas y tradiciones originalmente eran transmitidas oralmente, hasta que finalmente, en el siglo III después de Cristo, fueron escritas en una colección conocida como la Mishná. Se consideraba que estas reglas resumían la esencia del servicio a Dios. Fue así que una religión ética fue enterrada bajo un montón de tabúes y reglas.
(1) ¿Cuál puede haber sido el objetivo de estos fariseos y escribas,
quienes habían llegado desde Jerusalén para ver a Jesús en Galilea? Con
base en esta historia, ¿en cuál de los siguientes aspectos se enfocaban?
a. La enseñanza de Jesús
b. Su poder milagroso
c. La manera en que conducía Su vida
d. Algún otro enfoque
(2) ¿Piensa usted que sus corazones estaban puestos en las cosas correctas? ¿Por qué o por qué no? ¿Cuál fue el veredicto de Jesús en los vv. 6-7?
(3) ¿Cuál puede haber sido el razonamiento que subyacía el acto de uno de decir que algo era “corbán” en lugar de cuidar a sus padres? Intente justificarlo como lo haría un judío de aquella época.
(4) ¿Puede usted pensar en tres "tradiciones" o "reglas" que podrían compararse a la del "corbán" en las iglesias de hoy que creen en la Biblia? ¿De qué manera las iglesias justifican estas tradiciones?
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Astutamente violáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición." (LBLA) (Marcos 7:9)
Creo que la mayoría de los cristianos habrán escuchado ejemplos de cómo los judíos de los días de Jesús habían convertido la Ley de Moisés en una colección de reglas minuciosas y externas cuya observancia supuestamente les obtendría justicia. Lenski nos informa que esta colección era su halajá, un cerco que habían levantado en torno a la ley, un total de “613, a los cuales se agregaron siete deberes adicionales” (Lenski, Mark, 283).
Se trata de tradiciones orales que solo comenzaron a ser escritas en el siglo III después de Cristo en una colección conocida como la Mishná .
Algunas de estas tradiciones rayaban en lo absurdo; Jesús menciona algunas de ellas en Marcos 7.
La primera trata sobre el ritual de lavar las manos antes de comer. Es cierto que el espíritu de la ley de Levítico sirve para recordarles la necesidad de ser santos ante Dios; sin embargo, lo habían convertido en algo bastante extraño. Marcos describe que su tradición era lavarse las manos con el puño (la palabra griega original en 7:3). Barclays nos dice que esta tradición era tan "minuciosa" que estipulaba que las manos tenían que "segurarse con las yemas de los dedos hacia arriba ... y limpiarse con el puño de la otra mano". Lightfoot también nos dice que si el agua “hubiera pasado por encima de la articulación del brazo”, el agua misma estaría contaminada y no podría usarse para una segunda limpieza (para lavar la otra mano).
Marcos también menciona su tradición que les obligaba a lavarse todo el cuerpo después de visitar el mercado, por si acaso habían tenido contacto con gentiles o con cosas que habían sido tocadas por gentiles.
Las reglas que gobernaban la limpieza de utensilios eran igualmente absurdas, puesto que hacían distinciones detalladas con respecto a cuáles reglas se aplicaban a los recipientes huecos y cuáles se aplicaban a los recipientes planos, utensilios de metal frente a utensilios de madera y mesas de tres patas frente a tablas planas.
Ahora podemos entender por qué Jesús estaba tan indignado al acusarlos con la cita de Isaías de que "en vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres". (Marcos 7:7)
Sin embargo, si fuéramos honestos, tendríamos que admitir que nosotros también hemos heredado la misma mentalidad legalista, la cual buscamos aplicar a la adoración y servicio en la casa de Dios. Muchos todavía consideran que las vidrieras y los bancos de iglesia son tan sagrados como las palabras de Dios. Me gustan las vidrieras, me gustan los bancos de iglesia e incluso me gustan las almohadillas para arrodillarse frente a los bancos. Sin embargo, cuando se trata de adorar a Dios en verdad y en espíritu, tengo que admitir que tales cosas no son solo nuestras propias “tradiciones”, y no el “mandamiento de Dios" (Mc. 7:9).
(1) Jesús declara que "no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo" (7:15) y que "limpios (son) todos los alimentos" (7:19). Esto está en conflicto directo con la ley en el libro de Levítico, la cual divide todos los alimentos en aquellos que son limpios y aquellos que no son limpios (ver Levítico 11). Sin embargo, Jesús también declara que no ha venido para abolir la ley, sino para cumplirla (Mat. 5:17). ¿Cómo puede usted reconciliar estas afirmaciones de Jesús a la luz de 2 Corintios 3:6?
(2) Es obvio que al declarar que todos los alimentos son limpios, Jesús no ha abolido el “espíritu” de la Ley de Levítico con respecto a los alimentos, sino que la ha cumplido. ¿Cuál es el “espíritu” de la Ley de Levítico con respecto a los alimentos y cómo lo ha cumplido Jesús?
(3) Jesús no se anduvo con rodeos al reprender a los discípulos por ser “tan faltos de entendimiento”. ¿Usted habría hecho la misma pregunta si fuera uno de los discípulos? ¿Por qué o por qué no? Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para no ser “tan faltos de entendimiento” cuando se trata de entender la Palabra de Dios?
(4) En este caso, la clave para entender la explicación que dio Jesús se centra en el significado de la palabra "limpieza". Con base en Su explicación, haga una definición de lo que significa “ser inmundo”.
(5) Jesús dio una larga lista de cosas que salen del corazón del hombre. En su opinión ¿por qué Jesús decidió enumerarlas una por una? Escriba todos los elementos de esta lista en su diario (o cuaderno), examinándose a sí mismo a la luz de cada uno de ellos. Piense en cómo usted podría ser contaminado por cada uno de ellos.
(6) Separe un tiempo para confesar los pecados que esta lista expuso en su vida.
(7) ¿Cuál es el mensaje central para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre." (LBLA) (Marcos 7:23)
Hemos visto que muchas de las reglas que los judíos agregaron a la Ley de Moisés en su
esfuerzo por reforzar su sentido de piedad
(las cuales se resumen en la Mishná ) no pasaban de
simples reglas y
reglamentos externos. Habían ignorado por completo lo que había dentro
de sus corazones. Es por ello que Jesús cita una lista de "maldades" en
Marcos 7:21-22, al señalar que nada que de afuera entra al
hombre puede contaminarlo, sino que lo que sale del hombre. Aunque
nosotros leemos esta lista como creyentes nacidos de nuevo,
la lista sigue siendo una heramiento para examinar nuestro "interior"
para ver si
hay algo ofensivo en nosotros. Usemos la letra del siguiente
himno (que se basa en la oración de David en Salmos 139:23-24) para
escudriñar el interior de nuestros corazones:
1
Mi corazón, oh examina hoy;
mis pensamientos prueba, oh Señor.
Ve si en mí perversidades hay;
por sendas rectas lléveme tu amor.
2
Dame, Señor, más de tu plenitud,
pues que tú eres fuente de salud.
Sobre la cruz, en medio del dolor,
brotar la hiciste por tu gran amor.
3
En tu redil por siempre estaré,
pues a tu lado, mal no temeré.
Guarda mi fe para poder vencer
hasta que al fin tu faz yo pueda ver.
(Mi corazón, Oh Examina Hoy por James E. Orr)
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