Esta semana continuaremos con nuestro estudio del Libro de Marcos.
(1) En su opinión, ¿qué impacto habría tenido la experiencia de los
discípulos en la montaña en su comprensión de los siguientes temas?
a. Quién es Jesús
b. La misión de Jesús al ir a Jerusalén
¿Esto explicaría por qué no entendieron lo que significaba "resucitar de entre los muertos"?
(2) En el v. 11, los discípulos hacen a Jesús una pregunta acerca de Elías, pero Su respuesta en el v. 12 fue otra pregunta, esta vez acerca del Hijo del Hombre. ¿Cómo están relacionadas las dos preguntas? (El vínculo se encuentra en el v.13, el cual se refiere al sufrimiento y muerte de Juan el Bautista.)
(3) En el v. 15, Jesús simplemente aparece, sin hacer nada; sin embargo, la multitud queda sorprendida al verlo. ¿Por qué? ¿Tiene algo que ver con lo que le había pasado en la montaña? (ver Éxodo 34:29)
(4) Al escuchar la noticia de que Sus discípulos no pudieron expulsar al espíritu maligno, Jesús responde en el v. 19 con aparente frustración. En Su respuesta, ¿la expresión “generación incrédula” iba dirigida a los discípulos, al pueblo en general o a ambos? ¿Qué significa la expresión si iba dirigida a los discípulos? ¿Y si iba dirigida al pueblo?
(5) Es obvio que Jesús lo sabía todo. ¿Por qué, entonces, hizo la siguiente pregunta al padre, "¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?"? ¿Qué reveló la respuesta del padre sobre sí mismo?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría 'resucitar de entre los muertos'." (LBLA) (Marcos 9:10)
Es obvio que la transfiguración dejó una profunda impresión en las mentes de los tres discípulos, y sería necesario mucho tiempo, hasta después de la muerte y resurrección del Señor, para que pudieran comprender plenamente su significado. Es interesante que, a pesar de que eran incapaces de comprender esta experiencia, parece que su enfoque estaba en el comentario de Jesús acerca de Su muerte y posterior resurrección.
Por supuesto, esta no fue la primera vez que Jesús les habló de Su muerte y resurrección. Jesús ya había reprendido a Pedro cuando este intentó evitar que Jesús hablara de Su muerte, como si fuera algo que no fuera apropiado para el “Cristo” (Marcos 8:29-33).
Aunque la propia transfiguración debería haber sido suficiente para disipar cualquier duda sobre la resurrección de Jesús, también profundizó el misterio de Su muerte. Aunque la resurrección demuestra innegablemente el poder, la gloria y la victoria de Dios, la muerte es un símbolo de la debilidad, vergüenza y derrota y aunque le siguiera la resurrección, la muerte no era algo apropiado cuando se trataba de Dios. Esto fue para ellos algo difícil de comprender, y todavía lo es para nosotros.
A nadie le agrada la idea del sufrimiento, y mucho menos de la muerte; la consideramos especialmente inapropiada para los que aman al Señor.
Jerry Sittser es un cristiano y profesor
de religión que perdió a su esposa, su madre y su hija en un accidente
automovilístico. Escribió dos libros; el primero se llama A Grace Disguised (Una Gracia Oculta), y el segundo, A Grace Revealed
(Una Gracia Revelada). Christopher Hall, el decano del Seminario
Teológico Palmer (mi alma máter), escribió una breve reseña de su último
libro en Christianity Today en el que dijo lo siguiente (una cita parcial del último libro de Sittser):
“Cuando nos rendimos a Cristo, la historia de Dios, la historia (de la muerte y resurrección de Cristo), puede envolver y transformar todas las demás historias, 'independiente de lo sensacionales o mundanas, trágicas o felices que sean'. Sittser se ve a sí mismo 'como un testigo de esta verdad: Dios redime nuestras historias a través de Su Persona. Si te atreves a entregarte a Dios, Él tomará la historia de tu vida y la integrará en la gran historia de la salvación, convirtiéndola en algo tan extraordinario que estarás tentado a pensar que todo fue un hermoso sueño '. ”
Hall termina su reseña del libro con las siguientes palabras:
“Los escombros de hoy pueden parecer nada más que vidrio roto. Pero hay una hermosa ventana, un vehículo de la luz de Dios, cuya construcción ya está avanzada".
(1) ¿Por qué Jesús repitió las últimas palabras del padre, convirtiéndolas en una pregunta retórica?
(2) La respuesta del padre en el v. 24 parece ser bastante contradictoria, "Creo; ayuda mi incredulidad" (una traducción literal). ¿Qué quiso decir con eso? ¿En verdad creía que Jesús podía ayudarle? ¿Cuál era, entonces, su “incredulidad”?
(3) ¿Jesús decidió expulsar el espíritu inmundo a causa de su fe?
(4) Jesús dijo: "Esta clase (de espíritu) con nada puede salir, sino con oración". ¿Cómo habían expulsado los discípulos a otros espíritus anteriormente (6:7-13)? ¿Dependían de la oración (¿Qué es lo que revela la oración en lo tocante a la actitud de los que oran)?
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos." (LBLA) (Marcos 9:22)
El padre que hizo la petición anterior a Jesús ya había demostrado su fe al llevar a su hijo endemoniado a los discípulos de Jesús. Es natural suponer que, en ese momento, el hombre no sabía quién era realmente Jesús; por lo tanto, es posible que su fe en Él no fuera más que una fe que podría haber tenido en cualquier brujo curandero o hacedor de milagros.
Quizás la incapacidad de los discípulos para expulsar el demonio solo sirvió para reforzar esta creencia del hombre, aunque su esperanza se reavivó con la llegada de Jesús, el maestro en persona. A la luz de lo anterior, su solicitud en Marcos 9:22 es el equivalente de decir: "¡Por favor, pruébalo!"
La respuesta de Jesús fue muy poderosa— "¿Cómo si tu puedes?" Lo que en esencia Jesús estaba diciendo a este hombre es que no sabía a quién se lo estaba pidiendo. Luego, Jesús prosiguió con el siguiente dicho, "Todas las cosas son posibles para el que cree".
Esta declaración hace eco de otra declaración que Jesús haría más tarde sobre el arrepentimiento, incluso el de los ricos, "Todas las cosas son posibles para Dios" (Marcos 10:27). Ambas declaraciones deben leerse juntas, puesto que la fe no es una simple creencia, sino “la” creencia de que Jesús es el propio Dios.
Fue entonces que este hombre, probablemente impulsado por el temor de que Jesús no sanara a su hijo, "al instante" gritó, "Creo; ayúdame en mi incredulidad". Por un lado, tenemos que reconocer su honestidad, porque en última instancia la fe es un regalo de Dios, no algo que podamos reivindicar como si fuera nuestro. Por otro lado, si la fe que este hombre tenía en mente era solo la fe en el poder de Jesús para sanar y no en quién es Jesús, se perdió el mayor regalo de la fe: la fe salvadora.
Lamentablemente en nuestros días continuamos luchando con la noción de si "Jesús puede" en nuestras vidas; olvidamos que Jesús, por supuesto, "puede". Sin embargo, esta no es la fe que Él requiere de nosotros. La fe salvadora es una fe que no solo reconoce a Jesús como nuestro Dios Salvador, quien puede, sino una fe que se somete a Él como nuestro Señor—independientemente de la respuesta que da a nuestra petición.
(1) ¿Por qué Jesús no quería que nadie supiera dónde estaban mientras pasaban por Galilea? ¿Qué podemos aprender de la razón que Jesús da en el verso 31?
(2) Dada la gravedad de lo que Jesús dijo acerca Su muerte y resurrección, ¿cuál puede haber sido la razón por la cual los discípulos “tenían miedo de preguntarle”? En general ¿cuál es la razón por la que usted no quiere hacer una pregunta sobre algo que obviamente tiene gran importancia?
(3) En los 32 primeros versículos del capítulo 9, Marcos nos ha dicho una vez más que Jesús intentaba inculcar a Sus discípulos los sufrimientos que experimentaría en Jerusalén. ¿Por qué, entonces, el resultado de esto fue que los Doce discutieron sobre quién era el más grande entre ellos? ¿De qué manera esta discusión fue un reflejo de su fe? ¿Con respecto a qué se estaban equivocados?
(4) Jesús dice: "Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos". Por lo tanto, ¿es este versículo una promesa de que seremos los primeros si trabajamos duro para servir a los demás y asegurarnos una posición de menos importancia? ¿Por qué o por qué no?
(5) Todos amamos a los niños. ¿Por qué, entonces Jesús sugirió que de hecho se nos hace difícil recibir “a un niño como este”? ¿Que quiere decir recibirlos o acogerlos? ¿En qué circunstancias quizás no acogeríamos a los niños ¿Por qué?
(6) ¿Qué puede usted hacer para acoger a los niños y así acoger a Jesús y al que Lo envió?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Él no quería que nadie lo supiera. Porque enseñaba a sus discípulos..." (LBLA) (Marcos 9:30-31)
En su Evangelio, Marcos nos da un retrato de la popularidad de Jesús, quien siempre aparece rodeado de multitudes de personas que acuden a Él para ser sanadas o para escuchar Sus enseñanzas. Pero con frecuencia Jesús se aparta de la multitud. En este caso específico, Marcos nos da la razón por la que Jesús decide apartarse de la multitud, a saber, para enseñar a Sus discípulos, lejos y aparte de las multitudes.
¿Por qué Jesús hizo eso? ¿Acaso no podría haber enseñado a este círculo íntimo mientras hablaba a la multitud?
Es obvio que enseñar es más que la simple transmisión de conocimiento; también es más que un monólogo unilateral. El discipulado conlleva compartir la vida de uno, no solo el conocimiento; además, el verdadero conocimiento conlleva una interacción, un sondeo del corazón con preguntas y respuestas. Todo esto lleva tiempo. Y para ello se requiere un entorno tranquilo y libre de distracciones.
En nuestros días, el discipulado a menudo no cumple con este modelo que nos dejó el Señor, por las siguientes razones:
- Nosotros, los predicadores y líderes, a menudo anhelamos tener una gran audiencia y equiparamos el tamaño con el éxito; el resultado de esta mentalidad es lo que Chuck Colson llama un cristianismo que tiene una milla de ancho y solo una pulgada de profundidad.
- Pocos discípulos estarían dispuestos a invertir tiempo lejos de sus multitudes - de su carrera, de su familia, de su placer e incluso de su ministerio; están contentos con un aprendizaje "a distancia" que no requiere que compartan sus vidas, y con cursos de "comida rápida" que alimentan sus mentes pero no sus corazones.
Para restaurar la profundidad del cristianismo en lugar de simplemente aumentar su anchura, los pastores y líderes cristianos debemos estar dispuestos a invertir nuestras vidas en un pequeño número de discípulos, y estos discípulos deben reordenar sus prioridades, de modo que estén dispuestos a invertir tiempo, y suficiente tiempo, en practicar un tiempo devocional personal y aprender en un ambiente en que pueden compartir sus vidas, alimentando tanto la mente como el corazón.
(1) ¿Por qué Juan intentó impedir que estos otros hombres expulsaran demonios en el nombre de Jesús? ¿Qué sugiere su acción? ¿Esta actitud de Juan es un reflejo de la de usted?
(2) ¿Qué tiene que ver con esta acción de Juan la enseñanza de Jesús sobre el dar “de beber un vaso de agua, por razón de vuestro nombre, ya que sois seguidores de Cristo”?
(3) Muchos dudan de que exista un infierno. Según aclara Jesús en este pasaje, ¿qué tipo de lugar es el infierno? Intente formular una definición del infierno a la luz de la descripción que Jesús repitió a los discípulos.
(4) Las analogías de perder una mano, un pie y un ojo se llaman hipérboles: un recurso literario que utiliza la exageración para enfatizar su argumento. ¿Cuál es, entonces, el argumento principal de estas hipérboles?
(5) Parece que uno de los objetos que a Jesús más le gustaba usar como analogía era la sal. El énfasis de este pasaje está en el estar "en paz los unos con los otros". ¿Cuán apropiado es el uso de la sal en su aplicación?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa" (LBLA) (Marcos 9:41, cursiva añadida)
Cuando leí sobre cómo Juan intentó evitar que el hombre expulsara al demonio en el nombre de Jesús porque "no nos seguía" (Marcos 9:38), recordé mis años de caminar junto a otros creyentes en Cristo, los cuales puedo dividir claramente en dos etapas distintas—las etapa anterior a 1990 y la etapa posterior a 1990.
En mi primera etapa, básicamente caminaba junto a cristianos que eran muy parecidos a mí, que compartían una cosmovisión tradicional que podía adaptarse con bastante facilidad a la de la Biblia. En la última, me he encontrado con creyentes que han salido de un trasfondo “poscristiano”, pero que continúan luchando por aceptar una cosmovisión más bíblica, la cual les era ajena. Y mientras estos están luchando, yo también me encuentro luchando por aceptarlos totalmente en Cristo, dada su persistente actitud crítica hacia lo que según mi percepción son enseñanzas bíblicas fundamentales, aunque no sean necesariamente enseñanzas doctrinales básicas.
A lo largo de los años, he llegado a comprender dos cosas:
(1) A pesar de sus luchas, estas personas pertenecen totalmente a Cristo, siempre y cuando realmente crean en Jesucristo como su Señor y Salvador personal, el único Camino, la única Verdad y la única Vida mediante la cual somos reconciliados con el Padre por Su muerte y resurrección.
(2) La renovación de su mente (Rom. 12:2) es forzosamente un proceso.
Me he sentido frustrado al discutir sobre temas como el aborto, la evolución, el evangelio social, los derechos humanos individuales, etc, con tales personas. Pero gradualmente, a medida que dejé de involucrarme en argumentos escépticos y comenzé a escucharlos pacientemente y entablar un diálogo con ellos cuyo objetivo no es tanto que acepten mis interpretaciones, sino que examinen los fundamentos de sus puntos de vista a la luz de las Escrituras, he sido testigo de la maravillosa renovación de las mentes de algunos de ellos.
Para la época de Jesús, los judíos (es decir, los rabinos), habían adoptado como postura legal lo que era conocido como el “divorcio por cualquier causa” (Instone-Brewer, Divorce, p.55) formulado por el rabino Hillel. Aunque algunos judíos consideraban que era contraria a la Ley de Moisés, estos al parecer eran minoritarios. Aunque ambas posturas concedían permiso para el divorcio, la primera casi concedía a los hombres un permiso para divorciarse de sus esposas como les placía. Los fariseos estaban poniendo a Jesús a la prueba, quizás con la esperanza de que restableciera la postura más conservadora.
(1) Si eso en realidad era su intención, ¿tuvieron éxito? ¿Por qué o por qué no? ¿Cuál era su problema con respecto al divorcio, por mucho que prefirieran una postura más estricta?
(2) ¿De qué manera el hecho de que “los dos serán una sola carne” refleja la intención original de Dios al crearlos hombre y mujer?
(3) ¿Qué quiere decir “ningún hombre lo separe” y en qué sentido es la base del razonamiento usado por Jesús en los versículos 11-12?
(4) Como la mayoría de las enseñanzas registradas en este evangelio, este pasaje es un resumen de un discurso mucho más extenso de Jesús. Por lo tanto, no incluye la excepción explícita que dice “salvo por infidelidad” (Mateo 19:9). Por lo tanto, debemos tener cuidado de no usar este pasaje específico como "texto de prueba" para analizar todo el asunto del divorcio. Sin embargo, la forma (inspirada por el Espíritu Santo) en que Marcos resume esta sección busca transmitir un mensaje principal. ¿Cuál es ese mensaje?
(5) ¿Cómo, entonces, debemos pensar sobre el “matrimonio” y el “divorcio” hoy?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento." (LBLA) (Marcos 10:5)
Al responder a esta "prueba" o trampa tendida por los fariseos sobre la legalidad del divorcio (dentro de la Ley de Moisés), Jesús señaló que el problema central del divorcio (la inmoralidad sexual como explicó en Mateo 19:9) se encuentra en nuestros corazones endurecidos. He observado que esto es el problema central no solo con respecto al tema del divorcio, sino también en otros aspectos de la vida cristiana que están relacionados con la obediencia a la palabra de Dios.
A veces un creyente comparte con otro hermano o hermana su lucha con respecto a determinado tema. Pero cuando este otro hermano o hermana le pregunta: "¿Por qué no le preguntas al pastor?" su respuesta es a menudo, “No sirve de nada. ¡Ya sé lo que va a decir! "
Esto me recuerda la amonestación de Isaías a los de su época:
“Porque este es un pueblo rebelde, hijos falsos,
hijos que no quieren escuchar la instrucción del Señor;que dicen a los videntes:
'No veáis visiones;'
y a los profetas:
'No nos profeticéis lo que es recto, decidnos palabras agradables, profetizad ilusiones. Apartaos del camino, desviaos de la senda, no oigamos más acerca del Santo de Israel'.”
(Isaías 30:9-11).
(1) ¿Por qué las personas traían a los niños para que Jesús los "tocara"? ¿Que pensaban estas personas? ¿Tenían los discípulos alguna razón válida para rechazar a los niños?
(2) Si bien los discípulos estaban equivocados, ¿por qué Jesús “se indignó”?
(3) ¿Cuál es el requisito para que uno entre en el reino de Dios? (ver Juan 3:16)
(4) ¿De qué manera el ser como niños realmente define lo que es la “fe salvadora”?
(5) Cuando Jesús “tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos”, ¿buscaba enseñar algo o realizar un acto en esencia ?
(6) ¿Cómo debe usted tratar a los niños, especialmente en la iglesia?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el reino de Dios." (LBLA) (Marcos 10:14)
Creo que para muchos de nosotros que somos padres cristianos hemos tenido una experiencia similar a la que se describe a continuación: A veces estamos atravesando una prueba en la vida como familia, y mientras nos preocupamos y hablamos sobre qué debe ser el próximo paso, uno de nuestros hijos pequeños nos recuerda inocentemente, "¿Por qué no oramos al respecto?". La belleza de este recordatorio es que lo que dice este niño realmente lo dice en serio; realmente espera que Dios conteste nuestra oración. Esto es lo primero que debemos hacer como hijos de Dios, y no lo último.
(1) Los pasajes paralelos en los otros evangelios sinópticos (Mateo 19:16-22; Lucas 18:18-23) nos enseñan que este hombre era joven y rico; además, era un gobernante. Con base en la pregunta que hizo a Jesús y en la forma en que la hizo (es decir, las acciones que acompañaron su pregunta), ¿cómo describiría usted su carácter, y qué resultado esperaría de su búsqueda sincera de la vida eterna?
(2) ¿Cuál fue el propósito de Jesús al señalarle que “nadie es bueno, sino solo uno, Dios” y al mismo tiempo aceptar que se arrodillara ante Él?
(3) ¿Piensa usted que la respuesta del hombre (de que había guardado todo esto, es decir, los seis mandamientos, desde su juventud) fue una respuesta veraz? ¿Por qué? (Observe la reacción emocional inmediata de Jesús al oír su respuesta.)
(4) Hay Diez Mandamientos (ver Éxodo 20). ¿Por qué Jesús solo citó los últimos seis, omitiendo los primeros cuatro, al preguntar si él también los había guardado?
(5) ¿Cuál era la “una cosa” que le faltaba para que tuviera vida eterna? ¿Qué implicaba esta cosa? ¿Qué tiene que ver la “una cosa” que no tenía el hombre con estos cuatro mandamientos faltantes?
(6) En Sus encuentros con otras personas, Jesús no siempre pedía a todos que Lo siguieran físicamente (un ejemplo es Zaqueo). Estas personas seguían siendo Sus discípulos aunque no tenían que seguirlo físicamente, como los Doce. Pero aquí Jesús pidió al hombre que Lo siguiera, y por fuerza eso le habría exigido que renunciara a todo lo que tenía (como habían hecho los Doce). ¿Qué le enseña esto sobre lo que significa ser un discípulo de Jesucristo?
(7) ¿Por qué el joven se fue afligido? ¿Por qué estaba triste?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Mientras reflexionamos sobre una de las historias más tristes de la
Biblia, el triste rechazo de Jesús por parte del joven rico "porque tenía una gran riqueza" (Marcos 10:22), permítame invitarlo a meditar en la letra del siguiente himno muy antiguo:
"¿Hay ídolos en tu corazón?"