Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 4:31–37

Esta semana continuaremos nuestro estudio del Evangelio de Lucas.

Quizás desee consultar Mateo 11:20-24 para tener una idea de qué clase de ciudad era Capernaum. (ver también la nota más abajo)

(1) Lucas 4:32 dice que el pueblo se admiraba de la enseñanza de Jesús porque Su mensaje tenía autoridad:

a. ¿Qué quiere decir eso?

b. ¿Esta autoridad es lo mismo que predicar con confianza, con una voz firme o con palabras severas? ¿Por qué o por qué no?

(2) ¿Dónde estaba Jesús cuando se encontró con el hombre poseído por el espíritu maligno? ¿Qué nos enseña esto sobre la condición espiritual de la época?

(3) Puesto que esta sección todavía marca el período inicial del ministerio de Jesús, ¿por qué Jesús calló al espíritu maligno que parecía estar testificando a favor de Él, llamándolo “el Santo de Dios”? (Las personas lo habrían entendido como una referencia al Redentor, con base en Isaias 49:7.)

(4) Lea un relato similar en Hechos 16:16-18 donde Pablo también negó cualquier asociación con el demonio y no aceptó su testimonio. ¿Qué puede usted aprender de ambos relatos? (Consulte 2 Corintios 6:14-18.)

(5) Marcos 1:27 aclara que aquellos que oyeron Su predicación y fueron testigos de la expulsión del demonio comentaron que se trataba de "una enseñanza nueva":

a. ¿En qué sentido era una enseñanza "nueva"?

b. ¿Por qué la llamaron una "enseñanza" nueva?

c. ¿Es "nueva" también para la generación actual?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

Capernaum, junto con Betsaida y Corazín, formaba una epecie de “triple ciudad” al oeste y noroeste del Mar de Galilea. Fue en esta región que Jesús realizó la mayoría de Sus milagros.

Reflexión meditativa
Cristo y Belial (demonio)

"Jesús entonces lo reprendió, diciendo, '¡Cállate y sal de él!'." (LBLA) (Lucas 4:35)

Este incidente en Lucas 4:31-37, en que Jesús calla el “testimonio” del espíritu maligno (que también se registra en Marcos 1:21-28) me recuerda un incidente similar registrado en Hechos 16:16-18. Permítame simplemente reproducir un artículo que escribí anteriormente:

Me he encontrado con situaciones en los que monjes o monjas budistas intentaron acercarse a las iglesias cristianas porque suponían que en realidad somos todos iguales, y que de alguna manera todas las religiones conducen al mismo Dios. Vi también que algunos líderes cristianos parecieron recibirlos con los brazos abiertos.

El comportamiento de Pablo hacia la esclava en Hechos 16 debería advertirnos contra un entusiasmo tan equivocado.

Al pensar sobre lo que ocurrió, pudiera parecer a simple vista que la esclava en realidad estaba haciendo un gran favor a Pablo y Silas (al igual que lo que hacía el espíritu maligno en Mateo y Marcos a Jesús). Estos dos eran extranjeros, y estaban introduciendo una nueva fe en esta ciudad pagana (y Jesús estaba comenzando Su ministerio público). La esclava no solo era conocida localmente, sino que también era muy buscada. Por lo tanto, a primera vista parece que no habría dañado la causa de Pablo cuando la esclava (o más bien el demonio o espíritu maligno que estaba dentro de ella) dio testimonio de quiénes eran Pablo y Silas. Ella decía a la gente: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo". Además, ella parecía dar crédibilidad a su mensaje: (ellos) "os proclaman el camino de salvación". (Hechos 16:17)

Debido al testimonio de la esclava, los oyentes que veneraban a la esclava y su espíritu no habrían tenido ningún recelo en dar la bienvenida a Pablo y Silas y recibir su mensaje. Pero Pablo no quería tener nada que ver con ello. En el nombre de Jesús, expulsó el espíritu maligno de la esclava. Uno podría preguntarse por qué Pablo eligió hacer esto. La razón, de hecho, no es difícil de entender.

En 2 Corintios 6:15, Pablo predicó fuertemente contra el yugo desigual entre los creyentes y el mundo, y al hacerlo dijo, "¿O qué armonía tiene Cristo con Belial (es decir, el demonio)?".

Al dar testimonio sobre quiénes eran Pablo y Silas y cuál era su mensaje, el espíritu maligno esperaba que la gente no solo creyera en el mensaje del evangelio, sino que también se mantuviera fiel a sí mismo. En otras palabras, el espíritu maligno estaba intentando ponerse en el mismo nivel que Dios, esperando que las personas no tomaran a Cristo como el único camino a la salvación.

Sin embargo, Dios no quiere tener nada que ver con ello. No hay ningún espacio para la convivencia entre Dios y los demonios o los ídolos. Al expulsar el espíritu maligno de la esclava en el nombre de Jesús, Pablo demostró a las personas que solo hay un Dios verdadero, y que también hay solo un camino verdadero que lleva a la salvación, a saber, por medio de Jesucristo.

Entiendo que incluso los monjes budistas necesitan escuchar el evangelio, pero debemos asegurarnos de no ser manipulados de modo que comuniquemos un mensaje equivocado a las personas, llevándolas a pensar que Cristo y Belial pueden convivir en armonía.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 4:38–43

(1) Al comparar este milagro de la curación de la suegra de Pedro con el de la expulsión del demonio en los vv. 33-35, ¿cuál diría usted que es más espectacular? ¿Cuál milagro es mayor? ¿Por qué?

(2) De todos los discípulos, sabemos que al menos Pedro estaba casado; y cuando Jesús primero lo llamó en Marcos 1:18, "al instante" dejó sus redes y Lo siguió. ¿Qué es lo que Pedro realmente había dejado? ¿Qué habría pensado su familia de su decisión?

(3) Parece que la fiebre de la suegra de Pedro ya era bastante severa. ¿Qué significó este “pequeño” milagro para su familia? ¿Qué hizo después de ser sanada?

(4) El autor del evangelio pinta un cuadro muy humano de un pequeño pueblo de clase obrera, donde las personas tenían que trabajar durante el día; por eso, todos acudieron en masa a Jesús aquella noche en la casa de Pedro, probablemente con sus linternas o lámparas. Lea Isaías 9:1-2 y permita que los eventos de aquella noche llenen su imaginación.

(4) El versículo 42 nos da un vislumbre de la “vida devocional” de Jesús. ¿De qué manera Lucas nos da en pocas palabras el ejemplo de Jesús de lo que debería ser una vida de oración?

(5) Mientras todos intentaban evitar que se fuera, Jesús decidió ir a otro lugar. ¿Por qué? ¿Qué podemos aprender sobre las prioridades del ministerio de Jesús?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Imitar la vida de oración de Jesús

"Cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar solitario." (LBLA) (Lucas 4:42)

Me molestan mucho ciertos libros devocionales que promueven la noción de que es suficiente dedicar solo unos pocos minutos al día a la vida devocional. Es alarmante tal nivel de superficialidad. Algunos incluso usan la famosa expresión del hermano Lorenzo, a saber “practicar la presencia de Dios”, para sugerir que es suficiente “sentir” la presencia de Dios en todo lo que hacemos, sin separar un tiempo prolongado para estar solos y dedicarnos a la oración y reflexión bíblica.

Es obvio que tales personas ignoran el hecho de que el hermano Lorenzo fundamentó su práctica de la presencia de Dios en su propio tiempo diario de comunión prolongada con Dios.

Peor aún es que en realidad tales enseñanzas simplemente "usan" a Dios para darnos una sensación de paz y ayudarnos a enfrentar el día. Pero nuestra relación con Dios no se basa en la utilidad, sino en el amor — en cultivar la intimidad entre dos personas enamoradas.

Es por ello que podemos observar en la vida de nuestro Señor Jesucristo que incluso en medio de las demandas del ministerio, Él intencionalmente separa un tiempo prolongado para estar a solas con el Dios Padre. Por consiguiente, leemos en Lucas 4:42, "Cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar solitario". Este mismo incidente se relata con más detalle en Marcos 1:35: "Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba".

De hecho, Jesús nos ha dejado el mejor ejemplo de cómo pasar tiempo con Dios:

- Cuándo: Para que podamos levantarnos muy de mañana, necesitamos prepararnos la noche anterior; de lo contrario, no podremos despertarnos para encontrarnos con Dios.

- Dónde: Si alguna vez hubo una persona que realmente fuera capaz de practicar la presencia de Dios en cualquier lugar, esta persona fue el Hijo de Dios; no obstante, Él considera absolutamente necesario alejarse de la multitud y de Su entorno habitual para encontrarse con su Padre sin ninguna distracción.

- Qué : Y habla con Su Padre en soledad.

- Con qué frecuencia : Los Cuatro Evangelios sin duda nos dan la impresión de que este fue el hábito Jesús a lo largo de Su vida en la tierra; y con frecuencia incluso oraba toda la noche.

Si el Hijo de Dios “necesitó” separar tanto tiempo con tanta frecuencia para encontrarse con Su Padre Dios, ¿cuánto más lo necesitamos nosotros para que podamos crecer en nuestro conocimiento de Él y de Su voluntad para con nosotros? ¿Cuánto más lo necesitamos nosotros para recibir las fuerzas para hacer Su voluntad, para reconocer nuestros pecados y arrepentirnos, y para crecer en nuestro amor por Él y por los hombres?

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 5:1–11

(1) Esta no fue la primera vez que Jesús llamó a Pedro. Consulte Juan 1:35-42 para tener una idea de lo que pasó antes de que Jesús lo llamó en esta ocasión.

(2) ¿Fue un accidente que Jesús haya elegido usar la barca de Pedro para predicar cuando la multitud se agolpaba sobre Él?

(3) ¿Qué profesión tenía Pedro, incluso después de haber sido llamado por Jesús anteriormente? ¿Qué puede haber sucedido a Pedro y Andrés después de su primer encuentro con Jesús (relatado en Juan 1)?

(4) Pedro ya había visto a Jesús realizar muchos milagros y, por supuesto, también había escuchado Su predicación. ¿Por qué al parecer estaba reacio a seguir la sugerencia de Jesús cuando dijo, “Sal a la parte más profunda y echad vuestras redes para pescar.”?

(5) ¿Cuál fue el resultado de su obediencia reacia?

(6) ¿Qué lecciones podemos aprender de esta experiencia de Pedro?

(7) ¿Cuáles son las posibles reacciones que podría haber tenido Pedro al ver la pesca?

(8) ¿Por qué reaccionó pidiéndole a Jesús que se apartara de él en lugar de querer seguirlo como había hecho la última vez?

(9) ¿Qué hizo Jesús en lugar de dejar a Pedro solo como le había pedido?

(10) ¿Cuánto entendió Pedro sobre lo que significaba la expresión “pescar a hombres”?

(11) ¿La frase “pescadores de hombres” es una analogía apropiada para la vocación que Jesús les dio? ¿En qué sentido?

(12) ¿Qué habían renunciado estos cuatro al seguir a Cristo? ¿Cuál aspecto puede haber sido el más difícil de renunciar?

(13) ¿Y para usted?

(14) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Seguir a Cristo

Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!" (LBLA) (Lucas 5:8b)

Es muy significativo leer sobre la decisión definitiva de Pedro de realmente comprometerse con Cristo y renunciar a todo para seguirlo. Según lo que leemos en el primer capítulo de Juan, esta no fue la primera vez que Pedro “siguió” a Jesús, es obvio que Pedro había presenciado muchos de los milagros de Jesús y escuchado muchos de Sus poderosos sermones. Por lo tanto, sin importar cuáles hayan sido los motivos que lo habían llevado nuevamente a su antigua profesión, el sermón que escuchó desde su barca y la demostración del poder de Jesús en la pesca hicieron que Pedro se arrodillara ante Él. Pedro se dio cuenta no solo de la inutilidad de buscar vivir su vida para sí mismo, sino también de su pecado de haber retrocedido en lugar de cumplir con su resolución inicial de encontrar al Mesías y seguirlo.

De hecho, cuando se trata de la decisión de creer en Jesús y seguirlo, la necesidad de estar tan conscientes de nuestros pecados que sentimos contrición por ellos es vital para que el arrepentimiento sea genuino. Incluso en nuestra vida continua en Cristo, es vital tener un sentido continuo de indignidad y pecaminosidad para que vivamos una vida de genuina humildad. Permítanme compartirles el siguiente poema de Christina Rossetti (1830-1894); la autora se inspira en la experiencia que tuvo el apóstol Juan cuando se encontró con Aquel que es “el Principio y el Fin”:

Temblando ante Ti nos postramos para adorarte;

Avergonzados y temblorosos alzamos nuestros ojos hacia Ti:

¡Oh primero y con el último! anula nuestro pasado arruinado,

Edifícanos nuevamente para Tu gloria, libéranos

Del pecado y del dolor para postrarnos y adorarte.

Considéranos con piedad, extiende hacia nosotros Tu cetro,

Permite que vivamos de tal modo que podamos entregarnos a Ti:

¡Oh fiel y Verdadero Señor! Defiéndenos y

Haznos hermosos, haznos nuevos, libéranos —

Nuestro corazón, alma y espíritu — para traerlo todo y adorarte.

( Epifanytide )

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 5:12–16

(1) ¿Qué significa el gesto del leproso de caerse de cara al suelo?

(2) ¿Qué pidió?

(3) ¿De qué manera su lepra le habría afectado con respecto a lo físico (salud, posesiones, trabajo, etc.), lo emocional (relaciones - familia, amigos, su dignidad, compañerismo, etc.) y lo espiritual (su actitud hacia Dios)?

(4) ¿El leproso tuvo fe al decir, "si quieres"? ¿Qué debe conllevar la fe en Dios?

(5) ¿Cómo lo sanó Jesús? ¿Podría haberlo sanado de alguna otra forma? ¿Por qué eligió este método específico?

(6) A pesar de que Jesús le dijo que no lo dijera a nadie, ¿acaso la simple presentación de su cuerpo sanado ante los demás no sería una forma de decírselo?

a. ¿Por qué le pidió Jesús que no diera un testimonio verbal en ese momento?

b. ¿Cuál puede haber sido la importancia de la petición de Jesús al leproso sanado de que observara la práctica de la ley “para que les sirva de testimonio”?

(7) Compare 4:37 con 5:15. ¿Cuál es el punto que Lucas busca enfatizar?

(8) ¿Qué le enseña personalmente el verso 16 y cómo puede usted emular a Jesús?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
A Jesús le importa

Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo, 'Quiero; sé limpio.' Y al instante la lepra lo dejó." (LBLA) (Lucas 5:13)

Lucas nos dice simplemente que había un leproso, sin incluir mucha más información sobre su identidad. Sin embargo, el hecho de que se haya arrodillado ante Jesús, una persona sobre quien solo habría escuchado, muestra claramente su desesperación y la difícil situación en la que se encontraba — su soledad, su desesperación y su dolor, tanto físico como emocional.

Lucas también registra su súplica muy sencilla: "si quieres". Este es un retrato muy vivo de la lucha interior que tienen los creyentes. No dudamos en absoluto con respecto al gran poder de Dios para sanar; sin embargo, a menudo nos cuesta creer que a Él le importamos lo suficiente como para que nos sane.

¡Yo siento que lo que más decepciona Dios no es nuestra falta de fe en Su poder, sino nuestra falta de confianza en Su amor y en que a Él realmente le importamos! Por lo tanto, Él desea demostrar a este leproso que a Él le importa: no simplemente ordena que la enfermedad desaparezca (algo que sin duda podría haber hecho), sino que lo toca con la mano desnuda. Nadie había tocado a este leproso, al menos desde que había contraído la enfermedad (y quién sabe cuánto tiempo había pasado desde entonces). Ni siquiera querían acercarse a él. ¡Este toque habría sido tan inesperado y tan poderoso que es imposible que no haya tocado al leproso hasta el centro de su ser!

Francamente, incluso si no hubiera sido sanado, habría adorado a Jesús como Dios, puesto que solo a Dios le importaba lo suficiente como para tocarlo, siendo él un leproso. ¡Pero resultó que fue sanado! El evangelio de Marcos 1:45 nos dice que este hombre no obedeció el mandamiento de Jesús de guardar silencio. ¿Pero cómo podía callarse? Incluso si lo hubiera hecho (para usar una expresión que usó Jesús en otra ocasión) ¡las mismas piedras habrían clamado! Esta es la clase de Dios que tenemos en Jesucristo. ¡Él es un Dios a quien le importamos!

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 5:17–26

(1) ¿Por qué los fariseos y los maestros de la ley tuvieron que llegar desde Galilea, Judea y Jerusalén para sentarse delante de Jesús?

(2) ¿De qué manera “ellos”, es decir, los amigos y el paralítico, demostraron su fe de manera tan clara que Jesús la pudo ver (5:20)? Además de su fe, ¿qué otras cualidades demostraron los amigos?

(3) ¿Por qué Jesús, en lugar de decir “sé limpio” como había dicho al leproso, dijo, “Tus pecados te son perdonados”?

(4) Según 1 Juan 1:9 ¿cuál es la base para que los pecados sean perdonados?

(5) Compare estos dos actos — la curación del paralítico y el perdón de su pecado:

a. ¿Cuál es más fácil de "decir"?

b. ¿Cuál es más fácil de "realizar"? (¿Puede Dios perdonar a cualquiera?)

(6) Los fariseos pensaron para sí mismos: "¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?"

a. ¿En qué sentido tenían toda la razón ?

b. ¿En qué sentido estaban totalmente equivocados?

(7) ¿Qué pretende Lucas enseñarnos sobre Jesús mediante este incidente?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Solo Dios puede perdonar

Viendo Jesús la fe de ellos, dijo, 'Hombre, tus pecados te son perdonados'." (LBLA) (Lucas 5:20).

Una de las herejías comunes en el cristianismo es la noción de que Dios, puesto que es tan amoroso, realmente no condenará a nadie al infierno, sino que todos de alguna manera serán salvos.

Pero sin duda este no es el mensaje del evangelio.

Es cierto que "Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él" (Juan 3:17). Sin embargo, esta no es toda la verdad. Juan dice a continuación que "El que cree en Él no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios." (Juan 3:18).

La verdad es esta: realmente existe una cosa que Dios no puede hacer, a saber, perdonarnos independientemente de si nos arrepentimos de nuestros pecados o no. Eso sería una contradicción directa de Su carácter. Esto es lo que estaba pensando Jesús cuando desafíó a los escribas con la siguiente pregunta: “¿Qué es más fácil, decir, 'Tus pecados te son perdonados', o decir, 'Levántate y anda'?” (Lc. 5:23).

Por un lado, Jesús quería decirles quién es realmente — Él es Dios, el único que puede perdonar los pecados. Sabemos que los espíritus malignos pueden realizar milagros, pero nunca podrán perdonar los pecados, puesto que ellos mismos son pecadores. Solo Dios puede hacerlo, y esto es precisamente quien es Jesús.

Pero si el paralítico no tuviera la fe del arrepentimiento, Dios no podría haber hecho nada. Esto es lo que ocurrió con el joven rico en Lucas 18, quien se va triste, sin la fe del arrepentimiento, a pesar de que Jesús claramente lo amaba. (Marcos 10:21)

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 5:27–35

(1) ¿Puede usted describir el tipo de vida que podría tener un recaudador de impuestos?

(2) Tómese un tiempo para pensar en alguien que conozca que quizás vive una vida bastante similar a la de Leví (quien es Mateo). ¿Cuán difícil sería para esa persona convertirse en cristiano? ¿Por qué?

(3) A la luz de esto, ¿por qué Mateo habría seguido a Jesús justo después de ser llamado?

(4) ¿Qué hizo Mateo inmediatamente después de convertirse en discípulo de Jesús? ¿Por qué no cortó todos los lazos con amigos de su antiguo círculo? (Muchos comentaristas nos dicen que el término pecadores se refiere a prostitutas.)

(5) Hágase la siguiente pregunta: Si usted fuera uno de los fariseos, ¿se habría sentido cómodo con Mateo y su círculo de amigos, junto con su estilo de vida? ¿Usted también se habría preguntado por qué Jesús estaría dispuesto a participar en tal clase de cena?

(6) ¿Cuáles son las clases de personas en cuya presencia usted como cristiano no se sentiría cómodo?

(7) Reflexione sobre la respuesta que Jesús dio en los vv. 31-32. ¿De qué manera Su respuesta debería afectar su actitud hacia aquellas personas que podrían incomodar a los cristianos?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El amigo de los Pecadores

Y Leví le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados a la mesa con ellos." (LBLA) (Lucas 5:29)

No es raro que cuando aquellos cristianos que hacen una exhibición de su fe se encuentran con amigos o conocidos un tanto mundanos, estos últimos se sientan incómodos con su presencia. Tal vez usted incluso los haya oído decir: "Ahora que él (o ella) está aquí, supongo que no debo decir groserías". Es posible que usted incluso lo considere un cumplido, y no sin razón, siempre y cuando esta incomodidad no aleje a tales personas de usted.

Yo tengo un conocido que se comporta exactamente como tales personas mundanas: él trabaja en la industria de servicios, es un jugador y un blasfemo. Cuando se enteró de que soy pastor, se sintió algo incómodo con mi presencia. Sin embargo, debido a su trabajo no la pudo evitar y tuvo que interactuar conmigo. Con el tiempo se sintió más a gusto conmigo y en algunas ocasiones incluso llegó a pronunciar ciertas palabras obscenas que forman parte de su vocabulario cotidiano. Pero un día hizo un comentario de la nada: “Usted realmente es una persona amable; usted habla con las personas con una dulzura tan paternal".

Puesto que somos luz y sal para el Señor, nuestra misma presencia y vida pueden hacer que otros se sientan incómodos, pero no creo que lo que somos como cristianos necesariamente nos alejará de los no cristianos. Es cierto que no debemos comprometer nuestra integridad y piedad (por ejemplo, no juego con este conocido mío) y esto necesariamente creará una brecha entre nosotros. Pero con el tiempo nuestro amor puede crear un puente que supera esta brecha.

Esto me recuerda a una cristiana que tenía una pésima relación con su suegra. Como ocurre en la mayoría de tales casos, ambas habían contribuido a la mala relación. Pero esta cristiana oró fervientemente por una oportunidad para reconciliarse, aunque parecía que cualquier cosa que hiciera nunca era lo suficientemente buena a los ojos de su suegra. Pero un día su suegra se enfermó de una enfermidad grave. Durante un largo período, ella la cuidó con abnegación, sin ninguna queja; un día me dijo contenta que su suegra se había reconciliado con ella. En efecto, el amor cierra la brecha provocada por las diferencias.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Lucas 5:36–39

Los tres evangelios sinópticos incluyen esta parábola justo después del relato del banquete ofrecido por Leví; por lo tanto, es lógico suponer que está relacionado con un diálogo entre Jesús y los fariseos sobre su amistad con los pecadores y el hecho de que Sus discípulos no ayunaban:

(1) ¿Usted cortaría un pedazo de una prenda nueva para ponerla en una prenda vieja?

(2) En el verso 36, Jesús da dos razones por las que nadie cortaría un pedazo de una prenda nueva. ¿Cuáles son?

(3) ¿Qué haría una persona (en circunstancias normales) con una prenda vieja que ya está gastada o dañada, especialmente cuando ya no se puede remendar?

(4) En otras palabras, ¿cuál es el propósito de obtener una prenda nueva?

(5) ¿Cuál es la razón por la que nadie echaría vino nuevo en odres viejos?

(6) ¿Cuál es la conclusión que Jesús extrae en el versículo 38?

(7) A la luz de lo anterior, ¿qué representan la prenda vieja y el vino añejo?

(8) ¿Qué representan, entonces, la prenda nueva y el vino nuevo?

(9) ¿Qué representan los odres viejos y los odres nuevos, respectivamente?

(10) Con base en la oposición de los fariseos y los maestros de la ley a causa del banquete de Leví, ¿puede usted entender el lamento de Jesús: "Y nadie, después de beber vino añejo, desea vino nuevo, porque dice, 'El añejo es mejor' "?

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El añejo es mejor

El añejo es mejor." (LBLA) (Lc. 5:39)

En los tres evangelios sinópticos, la parábola de la prenda vieja y los odres viejos aparece inmediatamente después del diálogo de Jesús con los fariseos y los maestros de la ley sobre su cena con los recaudadores de impuestos y los pecadores; por lo tanto, es lógico entender que parábola está relacionada con ese evento.

Sabemos que los fariseos y los maestros de la ley se ofendieron por el hecho de que Jesús y sus discípulos habían comido con aquellos a quienes ellos consideraban pecadores: los recaudadores de impuestos y los pecadores. La razón fue que el comportamiento de estas personas iba en contra de la piedad de los judíos ortodoxos. Puesto que Jesús era considerado, cuando menos, un rabino, se consideraba que tal comportamiento era impropio para Él, si no una total falta de respeto por la Ley de Moisés.

Por lo tanto, lo mínimo que podía hacer uno que quisiera resguardar la piedad era evitar relacionarse con estos recaudadores de impuestos y pecadores, especialmente cuando se trataba de comer con ellos. Por lo tanto, la Ley de Moisés en la que basaban su piedad era la prenda vieja y el vino añejo de esta parábola. Evitar rigurosamente relacionarse con judíos no piadosos, y mucho menos con gentiles, era el odre viejo mediante el cual buscaban expresar su piedad y fe.

Por cierto, en aquella época los odres estaban hechos de pieles de cabra que se volvían quebradizas o se estiraban con el tiempo; como consecuencia, no podían ser usados para contener vino nuevo, cuya fermentación los reventaría debido a la expansión de los gases producidos durante la reacción química.

Es obvio que Jesús es el vino nuevo. Él cumplió la Ley con el evangelio de Su muerte y resurrección. Por lo tanto, el camino que nos conduce a la piedad y a Dios (es decir, el odre) no es la observancia de la ley, y sin duda no es mediante la separación de cualquier pecador, sea judío o gentil, sino mediante la sanación que ocurre por el arrepentimiento y la confianza en el Gran Médico, quien es el propio Jesucristo.

Para los fariseos y los maestros de la ley, el abandono total de su modo de piedad era totalmente inaceptable, puesto que los privaba totalmente de su orgullo y de su confianza en la ley. Es por ello que Jesús lamenta que nadie después de beber el vino añejo (algo que los judíos habían hecho durante miles de años) desea el nuevo, porque dice: "El añejo es mejor" (Lucas 5:39).

He encontrado a veces que cuando la iglesia desea alcanzar de manera creativa a aquellas personas con las que la congregación se siente incómoda, esta mentalidad de que “el añejo es mejor” sigue estando muy presente.