(1) Parece que Jesús continúa hablando hasta el versículo 3:21. ¿Cuán apropiado es el uso que hace Jesús del incidente de Moisés y la serpiente de bronce como una analogía de Su obra de salvación? (ver Números 21:4-9)
(2) A menudo relacionamos los serpientes con el mal. Sin embargo, ¿qué nos enseña esta analogía sobre cómo la Bíblia usa los símbolos?
(3) A pesar de que el versículo 3:16 hace una afirmación muy clara sobre la muerte eterna y la vida eterna, muchas personas opinan que un Dios que enviaría a las personas a su muerte no podría ser un Dios de amor. Lea varias veces y con atención el vers. 18. ¿De qué manera este versículo contesta a esa crítica?
(4) Léa el versículo 16 varias veces nuevamente, pero esta vez substituya su propio nombre donde aparece la palabra "mundo".
(5) ¿Qué veredicto emite Jesús al ver la respuesta de las personas a Él y a Su ministerio? (v. 19)
(6) A diferencia del que hace lo malo, ¿cómo responde a la luz el que vive en la verdad? ¿Por qué?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios" (LBLA) (Juan 3:21).
Es bastante obvio que la razón por la que Juan eligió mencionar dos veces que Nicodemo visitó a Jesús por la noche (3:2; 19:39) es que quería enfatizar el hecho de que lo hizo en secreto. En aquellos días, sin luz eléctrica y sin carreteras adecuadamente pavimentadas, uno salía de noche solo por motivos especiales o urgentes. Puesto que era un fariseo, Nicodemo temía que su visita a Jesús pudiera atraer las críticas de sus compañeros, y tal vez incluso afectar de forma negativa la posición que gozaba entre ellos. Sin embargo, su osadía al salir de noche también era una evidencia de su genuino deseo de buscar la verdad.
Aunque no sabemos cuál fue el resultado inmediato de su visita a Jesús, estamos seguros de que el camino hacia el Reino de Dios le fue expuesto en términos inequívocos. “El que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios”; y el mensaje del evangelio fue presentada de una manera sin precedentes: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna” (3:5, 16).
A la luz de la sinceridad que demostró Nicodemo al buscar la verdad, creo que él puede haber sido uno de los fariseos que habían acudido a Juan el Bautista para escuchar su mensaje, el cual lo habría encaminado a Jesús como el Cordero de Dios (Mat. 3:7). Este testimonio, junto con el de las señales realizadas por Jesús que habría visto en Jerusalén (3:2), probablemente lo llevó a creer en Jesús en su corazón sin manifestarlo abiertamente. Sin embargo, más tarde, en el juicio de Jesús, Nicodemo probablemente se unió a José de Arimatea y no asintió al plan de sus compañeros en el concilio (Lc. 23:50). Aunque estos dos no pudieron evitar la muerte de Jesús, finalmente lograron hacer frente a sus temores, exponiéndose al enterrar a Jesús (19:38-39).
Nicodemo fue sin duda uno de los que vivieron "en la verdad"; por lo tanto, él vino "a la luz" (3:21), mientras que la mayoría de sus compañeros siguieron odiando la luz porque temían que sus malas acciones fueran expuestas (3:20). Es evidente que él no se ganó la salvación mediante su esfuerzo sincero por vivir en la verdad; sin embargo, su esfuerzo lo preparó para reconocer a Jesús como la Luz Verdadera por la cual poseía vida eterna. Esto fue algo que Nicodemo no logró por sí solo, sino algo que fue hecho a través de Dios. (3:21).
El testimonio final de Juan el Bautista acerca de Jesús:
(1) Considere las siguientes preguntas sobre este incidente en que los discípulos de Juan y el "judío" llevan su disputa a Juan:
a. ¿Qué sabían ya sobre Juan y Jesús?
b. ¿Cuál fue su motivo al decir algo que Juan ya sabía, a saber, que muchos ahora estaban siendo bautizados por Jesús y siguiéndolo en lugar de seguir a Juan?
(2) Lea atentamente la respuesta de John:
a. ¿Cuál es la esencia del verso 27?
b. ¿Quien no es Juan?
c. Conteste las siguientes preguntas sobre la analogía de la novia y el novio:
d. ¿Cuál es la conclusión que Juan deduce en el verso 30? ¿Por qué?
- ¿Quien es la novia? (ver Mateo 25:1 y ss.)
- ¿Quién es el novio? (ver Apocalipsis 21:2, 9 y ss.)
- ¿Quien es el amigo?
- ¿Por qué el gozo de Juan ahora se ha completado?
(3) ¿Cuál es la lección más importante que usted puede aprender de Juan el Bautista?
(4) Lea atentamente los versículos 31-36. Apunte todo lo que dijo Juan sobre Jesús. ¿Qué puede usted aprender acerca de Cristo?
(5) Repase todo el capítulo 3, destacando todo lo que se dice sobre la “vida eterna”. ¿Cuán importante es la vida eterna para usted y para la misión de Jesús?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rechaza al Hijo no verá la vida, porque la ira de Dios permanece sobre él" (LBLA) (Juan 3:36).
Una de las características importantes del Evangelio de Juan es su énfasis en la "vida eterna". El tema de la vida eterna es mencionado al menos 14 veces, más que en los tres evangelios sinópticos juntos. Esto lleva a una a preguntarse por qué.
Aunque quizás no estemos muy seguros con respecto a la razón por la que Juan eligió enfatizar este tema, sabemos que su énfasis es muy relevante hoy para la predicación del evangelio.
Lo que realmente admiro de Billy Graham es que a lo largo de todos sus años de predicar el evangelio, siempre enfatizó el mismo mensaje que Juan, a pesar de que muchos evangelistas ni siquiera mencionarían la vida eterna en sus supuestos "mensajes evangelísticos". Ellos prefieren enfatizar temas como, "el significado de la vida", "una vida de impacto", "la realización" o "la curación" - valores que son solo temporales.
Este cambio de enfoque ha creado una iglesia que carece de una perspectiva eterna y una supuesta comunidad de fe que se enfoca solo en el éxito y la realización en sus proyectos terrenales. Una consecuencia natural de esta clase de cristianismo que carece de una perspectiva eterna es que minimiza la gravedad del pecado y sus consecuencias y crea una visión unilateral de un Dios de amor que nunca ejecuta Su juicio airado. Aunque este error del Movimiento del Evangelio Social que surgió hace más de cien años está asomando su fea cabeza una vez más en nuestros días, la Palabra de Dios permanece inalterada, puesto que Juan 3:16 deja en claro de qué se trata el evangelio. Vale la pena repetirlo:
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna".
(1) ¿Por qué Jesús tuvo que dejar la región de Judea y regresar a Galilea?
(2) Según la perpectiva de los discípulos, Samaria no era una ciudad acogedora para los judíos; era simplemente un lugar por donde Jesús “tenía que pasar”. Sin embargo, resultó que su tiempo en esta ciudad era una cita divina para la mujer samaritana. ¿De qué manera este incidente puede enseñarle sobre su situación actual?
(3) ¿Por qué Jesús tuvo que interrumpir su viaje y sentarse junto al pozo? ¿Qué nos enseña este detalle sobre el alcance de Su "encarnación"?
(4) ¿Por qué se sorprendió la mujer cuando Jesús le pidió de beber?
(5) ¿De qué manera(s) es más fácil participar en el evangelismo transcultural? ¿De qué manera(s) puede ser más difícil?
(6) No cabe duda de que Jesús tenía sed. Sin embargo, en su opinión ¿cuál fue la verdadera razón por la que Él le pidió de beber?
(7) ¿De qué manera Jesús usó el agua del pozo como lección objetiva para enseñar la verdad?
(8) ¿Cuál fue la reacción de la mujer ante Su autorrevelación? ¿Por qué reaccionó así?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta" (LBLA) (Juan 4:6).
En cierta ocasión, un líder de iglesia bien intencionado se sintió frustrado por la mala condición de salud en la que se encontraba su pastor. Su pastor era un pastor muy bueno, que amaba al Señor y a las personas a las que servía. Pero las exigencias del ministerio, especialmente en una iglesia tan grande, había arruinado su salud. Este líder me contó que se trataba de un caso de mala gestión de tiempo y tareas que no sólo no era bíblico, sino que el pastor (en sus palabras) “no estaba siguiendo el ejemplo de Jesús”. En su mente, Jesús debe haber sido un ministro muy equilibrado que habría cuidado mucho su cuerpo físico.
Para su sorpresa, le mostré el pasaje de Isaías 53, donde se describe gráficamente no solo la condición de Jesús en la cruz, sino su condición habitual de ser un “varón de dolores y experimentado en aflicción” (Isa. 53:3). También le recordé pasajes como Juan 4:6, los cuales muestran que Jesús, al igual que muchos ministros, experimentó fatiga.
Estoy muy agradecido de que Jesús, aunque nunca pecó, haya elegido “ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen” (He. 2:17). Es cierto, en momentos de frustración y fatiga extrema, siempre puedo acercarme al trono de la gracia y decirle al Señor: "¡Señor, tú lo entiendes porque también lo experimentaste!"
(1) ¿Qué es el agua viva de la que habló Jesús?
(2) ¿Qué la hace diferente de otros tipos de agua?
(3) Con base en la respuesta de la mujer en el verso 15, ¿le parece que ella realmente entendió lo que Jesús quiso decir?
(4) ¿Qué dijo Jesús para ayudarle a comprender su sed y el verdadero significado del agua viva que Él ofrece?
(5) ¿Usted tiene sed en este momento (responda con toda honestidad)? ¿Por qué?
(6) ¿Por qué era esencial que la mujer tratara con el tema de su vida personal antes de que pudiera beber de esta agua viva?
(7) ¿Usted tiene algún problema personal en su vida que aún necesita resolver para que ya no tenga sed?
(8) ¿Por qué la mujer de pronto comienza a hablar sobre el lugar de adoración?
(9) ¿Qué quiere decir adorar en espíritu y en verdad? ¿Qué no quiere decir?
(10) ¿Cómo puede usted aplicar esta verdad a su adoración dominical y a su actitud hacia el lugar donde usted adora?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren” (LBLA) (Jn. 4:23).
La conversación que transcurre entre Jesús y la mujer samaritana es fascinante:
- El contexto era muy inusitado; un hombre judío necesitaba la ayuda de una mujer samaritana para saciar la sed.
- La hora también era muy inusual, ya que normalmente nadie en su sano juicio sacaría agua de un pozo bajo el calor del mediodía en Palestina.
- Desde una perspectiva más general, el momento en que ocurrió también era inusual en el sentido de que parecía tratarse de un hecho fortuito - Jesús y sus discípulos solo estaban “de paso”.
-¡La mujer no solo era una mujer adúltera, sino una mujer de muy mala fama que haría que Elizabeth Taylor pareciera casta!
Sin embargo, esta historia ha tenido un papel muy importante en la historia del evangelio, puesto que es un indicio de la universalidad del evangelio, cuyo alcance va más allá del pueblo de Israel. Al mismo tiempo, esta historia expresa muchas valiosas verdades, una de las cuales abarca la esencia de lo que es la adoración verdadera.
Uno no debe descartar con tanta facilidad la importancia de adorar junto con otros santos en un contexto de adoración formal. No es esa la esencia del mensaje. El mensaje central es que cuando la adoración no se hace en espíritu y en verdad, no importa cuán emocionante sea la música, cuán poderosa sea la predicación y cuánto espíritu de oración parezca haber en el culto; nada de esto agradará a Dios. Esto no es lo que Dios desea.
Poder adorar en “espíritu” conlleva la existencia previa de una relación con Dios; por lo tanto, nadie que no sea salvo puede adorar a Dios, ni siquiera alguien que Lo está buscando.
Sin embargo, esta “relación previa” no es una simple cuestión de
estatus, es
decir, el simple hecho de que usted sea salvo no significa
necesariamente que adorará “en espíritu”; también se debe hacer “en
verdad”, algo que implica una relación genuina, viva y
sin obstáculos. Lamentablemente, debido al estilo de vida ajetreado y
exigente al que la mayoría de nosotros estamos sometidos, sin
mencionar los pecados que nos enredan en el transcurso de la semana, no
se nos hace natural adorar “en espíritu” y “en verdad” cuando llegamos
al santuario del Señor. Por lo tanto, es imprescindible que vengamos
"preparados" a adorar, lo que conlleva lo siguiente:
- evitar participar en actividades a altas horas de la noche antes del día de la adoración, puesto que tales actividades podrían desgastarnos y distraer nuestra mente de modo que no podamos concentrarnos en Dios;
- hacer una examinación minuciosa de nuestra vida y confesar nuestros pecados antes de llegar al lugar de adoración;
- mediante la observancia consistente de un tiempo devocional diario, cultivar un corazón que tiene hambre y sed de la Palabra y de la presencia del Señor.
Me temo que cuando no hacemos lo anterior, nuestra adoración en espíritu y en verdad no pasa de una mera ilusión. Durante años, he dejado en claro a la congregación que no asistiré a ningún banquete el sábado por la noche; y si mi presencia es indispensable, me retiraré lo antes posible para no desagradar al Señor el domingo con un corazón que no está preparado para adorar.
(1) En el verso 26, ¿de qué manera concluye Jesús Su conversación con la mujer?
(2) ¿Cuál fue la reacción de la mujer ante las palabras de Jesús?
a. ¿Cuál había sido su propósito al llegar al pozo?
b. ¿Por qué dejó su jarra de agua?
(3) Según la descripción del verso 6, ¿en qué condición física se encontraba Jesús?
(4) A juzgar por el verso 33, ¿pensaban los discípulos que Jesús pudo haber comido?
(5) ¿Piensa usted que Jesús todavía parecía cansado mientras hablaba con los discípulos? ¿Por qué o por qué no?
(6) ¿Qué es la comida de Jesús? ¿Por qué usó la comida como analogía? ¿Cuál es la comida de usted hoy?
(7) En Samaria, la temporada de siembra ocurre durante los meses de noviembre / diciembre y la temporada de cosecha en abril. Por lo tanto, cuando Jesús les pidió que miraran, solo habrían visto campos pelados; sin embargo, Jesús les dijo que la cosecha ya era "blanca". Lea con atención el verso 35. ¿Qué podría estar señalando Jesús y qué habrían visto los discípulos? (Recuerde que en esa época las personas normalmente usaban vestimentas blancas.)
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo a los hombres: 'Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho' ” (LBLA) (Juan 4:28-29).
En estos pasajes, Juan nos presenta a dos personajes, uno
inmediatamente después del otro. Estos dos no podrían haber sido más
diferentes el uno del otro.
Nicodemo era un fariseo que se enorgullecía no solo de su erudición en las Escrituras, sino también del hecho de que era un hombre de pureza y rectitud, al menos cuando se miraba desde el punto de vista de la ley.
Por otro lado, esta mujer samaritana no solo era despreciada por los judíos por haber pervertido la Ley de Moisés, sino que también era una marginada social cuyo estilo de vida era despreciado incluso por su propio pueblo; esa probablemente fue la razón por la que tuvo que sacar agua del pozo bajo el calor del del sol de mediodía, cuando nadie más estaría allí.
A pesar de sus diferencias, ambos eran pecadores que sabían que no podían entrar en el Reino de Dios; y lo más precioso es que ambos reconocieron su necesidad de salvación.
El simple hecho de que Nicodemo haya tomado la iniciativa al juntarse con Jesús, y la respuesta que Jesús le dió muestra claramente que Nicodemo sabía que no podía entrar al Reino de Dios por su cuenta. Aunque la mujer no tomó la iniciativa en su encuentro con Jesús, el hecho de que haya dejado su cántaro de agua es un símbolo poderoso de que al creer en Jesús e incluso testificar de inmediato a los demás de su pueblo estaba dejando atrás su antiguo estilo de vida pecaminoso (4:28-29).
A pesar de que estas dos historias contrastantes siempre han sido bien conocidas entre los cristianos, de vez en cuando aún me encuentro con personas en la iglesia que reverencian a los “Nicodemos” y desprecian a las mujeres samaritanas que hay entre ellos. Estos aún no han logrado comprender su propia depravación, ni tampoco el poder del evangelio que nos convierte en una “nueva creación” en Cristo (2 Cor. 5:17).
(1) El v. 6 explica que el momento del día en que la mujer estaba sacando agua del pozo era el mediodía, una hora muy calurosa en una tierra desértica. ¿Puede usted imaginar por qué ella habría eligido aquella hora?
(2) Además, ahora ella habla abiertamente sobre su vida adúltera. ¿Qué efecto tiene el agua viva en las personas que la toman?
(3) Con base en lo que dijeron las personas de Samaria sobre la razón por la que creyeron, ¿puede usted formular una definición de lo que es la “fe verdadera” en Cristo?
(4) ¿Usted también tuvo esta misma experiencia?
(5) ¿De qué manera la afirmación del verso 44 hace eco de la del verso 3?
(6) ¿Por qué las personas de Galilea respondieron de manera diferente a las de Jerusalén, aunque ambos grupos habían visto y oído exactamente lo mismo en Jerusalén en la fiesta de la Pascua?
(7) ¿Qué tipo de fe tenía este oficial real cuando pidió ayuda a Jesús?
(8) ¿Que hizo Jesús para poner a prueba su fe?
(9) ¿Cómo respondió a las palabras de Jesús?
(10) ¿Cuán especial fue su fe?
(11) ¿Qué tipo de fe tuvieron él y su familia después de la curación de su hijo?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que este es en verdad el Salvador del mundo” (LBLA) (Juan 4:42).
Me resulta un poco perturbador cuando la iglesia pone demasiado énfasis en las movilizaciones evangelísticas masivas en que se destacan los testimonios de celebridades. No quiero que me malinterpreten; no digo que estoy en contra de ello. De hecho, cualquier evento cuyo objetivo es alcanzar a los demás y que busque compartir el evangelio de manera bíblica debe contar con el apoyo de todos. Lo único que me preocupa es cuando suponemos que todos los que levantan la mano o que bajan a la plataforma realmente hayan tomado la decisión de creer en Cristo. Como la mayoría de nosotros sabemos, solo un porcentaje muy pequeño de aquellos que supuestamente tomaron una decisión por Cristo frecuentarán a la iglesia después del evento, y mucho menos se convertirían en seguidores comprometidos de Cristo. Este fenómeno es especialmente común cuando las decisiones fueron tomadas como una simple reacción a los testimonios conmovedores de ciertas celebridades.
El problema radica en el hecho de que los oyentes proyectan sobre sí mismos la experiencia de las celebridades. Por medio de la emoción, las historias de las celebridades se convierten en las suyas. El problema de esto es que la convicción y rechazo de sus pecados, el abandono de sus antiguos estilos de vida y la posesión de Cristo como su Señor y Salvador no son elementos transferibles; los mismos oyentes son los que deben actuar con base en ellos. En muchos casos, después de que la emoción del evento se haya desvanecido y una vez más tienen que enfrentar la “cruda realidad” de la vida, su compromiso (si es que se puede llamar así) también se desvanece.
Es por eso que la conversión de los habitantes del pueblo de la mujer samaritana fue tan preciosa. Estas personas sin duda se vieron muy afectadas por la conversión y el testimonio de la mujer. ¡Quién no habría sido afectado! Una adúltera notoria confesó abiertamente su pasado y les guió a Jesús. Esto definitivamente merecía su atención; definitivamente expresó su deseo interior de creer. Pero antes de que pudieran dar el mismo paso de confesar abiertamente su pecado, tenían que averiguar por sí mismos quién era Jesús realmente. Por lo tanto, lo que les permitió tomar una decisión genuina y duradera fue la estancia de Jesús de dos días más. Solo entonces pudieron afirmar: “Ya no creemos solo por lo que tú has dicho: porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que este es en verdad el Salvador del mundo” (Juan 4:42).
(1) Algunos manuscritos más antiguos incluyen un pasaje que dice que el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua sería sanado. De ser cierto, ¿piensa usted que se trataría de un acto de Dios? ¿Por qué o por qué no?
(2) Por otro lado, de no ser cierto, ¿por qué estas personas seguirían haciendo fila, entre las cuales estaba este paralítico de 38 años?
(3) De todos los que estaban allí, ¿por qué Jesús curó solo a este paralítico?
(4) La pregunta “¿Quieres ser sano?” parece ser superflua. Sin embargo, ¿en qué sentido no fue para este hombre una pregunta superflua, sino una pregunta muy importante?
(5) ¿Cómo curó Jesús al hombre? ¿Cuán especial fue el método que usó para curarlo?
(6) Observe las diversas reacciones que hubo a este milagro:
a. ¿Cómo reaccionó el hombre ante su curación? ¿Qué nos dice esto sobre él?
b. ¿Cómo reaccionaron los judíos a su curación? ¿Por qué eligieron no regocijarse por su curación, o al menos ante la manifestación del poder de Dios en medio de ellos?
(7) ¿Por qué decidió Jesús mostrarse nuevamente al hombre?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"El hombre se fue, y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado" (LBLA) (Juan 5:15).
Juan nos dice que “yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos (en el estanque de la Puerta de las Ovejas)” (Jn. 5:2-3). Al leer la curación del paralítico por Jesús, uno no puede evitar hacerse la siguiente pregunta: "De todos los enfermos que yacían junto al estanque, ¿por qué eligió Jesús sanar a este hombre?"
Sin embargo, a medida que avanzamos en la lectura de esta historia, se hace más patente que para este hombre la curación resultó ser una maldición en lugar de una bendición.
Sin duda fue un sueño hecho realidad para este hombre que había estado paralizado durante 38 años. O más bien, este hombre habría hace mucho tiempo renunciado a su sueño de ser sano. Para él, era solo un día más en el estanque, y quizás estaba allí más para pedir dinero que para curarse. Pero aunque debe ser estimulante el gozo de recibir una nueva oportunidad en la vida, no leemos en este relato nada sobre saltos de alegría o alabanza al Señor. Y definitivamente no hay adoración a los pies de Jesús o preguntas sobre Su identidad. Simplemente "tomó su camilla y echó a andar".
Sería correcto decir que la vida de este hombre regresó a la normalidad; regresó a su antigua forma de vida, la cual era el pecado. Por lo tanto, Jesús decidió confrontarlo con estas palabras: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor” (RVR60) (Jn. 5:14). ¿Le parece que este hombre escuchó a Jesús? Es obvio que no; apenas supo dónde estaba Jesús, informó a los judíos para que pudieran perseguirlo.
Me he encontrado con personas que fueron milagrosamente sanadas por Dios de enfermedades que podrían haberles llevado a una muerte segura. Al decir “milagrosamente sanadas por Dios”, no pongo palabras en su boca; ellos mismos lo reconocieron. A pesar de ello, como el paralítico de esta historia, su curación no fue seguida por el arrepentimiento y la fe en Jesucristo. A diferencia del paralítico, estos expresaron gratitud, pero su gratitud resultó pasajero, y al igual que el paralítico, sus vidas volvieron a la normalidad y continuaron viviendo en el pecado.
Para mí, la moraleja de la historia es esta: la fe genuina no depende de los milagros.