Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 8:48–59

(1) Jesús estaba acusando a los judíos por no creer que Él era enviado por Su Padre. Les dijo también que eran hijos de su padre Satanás, el mentiroso (8:44); es obvio que esto los habría enfurecido. ¿Por qué habrían dicho lo siguiente sobre Jesús?

a. Jesús era samaritano.

b. Jesús estaba poseído por un demonio (7:20; Marcos 3:22).

(2) ¿Cuáles síntomas normalmente estaban relacionados con la posesión demoníaca en la época de Jesús? (ver Mateo 8:28 y ss., 9:33 y ss.; 12:22 y ss.)

(3) ¿Jesús presentaba algún padecimiento que pudiera parecerse a alguno de estos síntomas?

(4) ¿Cómo se defendió Jesús en los vv. 49-51? En especial, ¿cuál fue el punto más importante que Jesús intentó enfatizar en Su respuesta? (vs. 48-51)

(5) Conteste las siguientes preguntas a la luz de la verdad señalada por Jesús de que "si alguno guarda mi palabra, no verá jamás la muerte":

a. ¿Cómo malinterpretaron los judíos Su palabra?

b. Los judíos preguntaron, "¿quién crees que eres?" (v. 53); sin embargo, ¿acaso no sabían quién se decía ser? De ser así, ¿qué nos revela esta “pregunta”?

(6) ¿De qué manera el Padre ya había glorificado al Hijo hasta ese momento? ¿Cómo Lo glorificará el Padre en el futuro? (ver 1 Timoteo 3:16)

(7) En los versos 56 y 58, ¿qué más dice Jesús que es, además de decir que Él es el Hijo de Dios? (Quizás desee reflexionar más sobre esta pregunta mientras lee la Reflexión Meditativa de hoy).

(8) Haga un resumen de todo lo que Jesús ha dicho sobre “quién es Él” en esta sección.

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El gran YO SOY

Jesús les dijo, 'En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.' ” (LBLA) (Jn. 8:58).

En el Evangelio de Juan, Jesús hace 8 afirmaciones asombrosas en las cuales Él se presenta como el Gran YO SOY; este es el mismo nombre de Dios que fue presentado a Moisés en Éxodo, "Así dirás a los hijos de Israel, 'YO SOY me ha enviado a vosotros' " (Éxodo 3:14). A continuación está una lista de estas asombrosas afirmaciones:

(1) “Yo soy el Pan de vida” (6:35, 41, 48 y 51);

(2) “Yo soy la Luz del Mundo” (8:12);

(3) “… antes que Abraham fuera, yo soy” (8:58);

(4) "Yo soy la puerta de las ovejas". (10:7, 9);

(5) “Yo soy el buen pastor” (10:11, 14);

(6) “Yo soy la Resurrección y la Vida” (11:25);

(7) “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (14:6)

(8) “Yo soy la Vid verdadera” (15:1)

A primera vista, tales declaraciones parecen centrarse en quién es Él (por exemplo, el Pan de vida, la Luz del mundo, etc.); sin embargo, Juan comprende el impacto que habrían tenido estas declaraciones en los oídos de los oyentes originales, puesto que ponen el énfasis sobre las dos primeras palabras: YO SOY (o en griego, “Egō Eimí”).

Este nombre de Dios no es simplemente el nombre de un dios cualquiera, sino Yahweh, el nombre del Dios de Abraham, Isaac y Jacob que Dios mismo reveló a Moisés (Éxodo 3:15). Y Juan lo presenta cuidadosamente en su evangelio para mostrar que Jesús usó la fórmula Egō Eimí ” para señalar que Él no es otro que Yahweh.

En la versión original en hebreo, el Señor dijo a Moisés que Su nombre es “’Eh·yeh-’ă·šer-’Eh·yeh”. (YO SOY EL QUE SOY). Sin embargo, a lo largo de los siglos, los judíos comenzaron a considerar que este nombre era tan sagrado que no se debía pronunciar "tal cual". Según Bruce Waltke, un distinguido erudito del AT, ni siquiera el Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación se atrevía a decir, "YO SOY EL QUE SOY". Por eso cambiaron el nombre a "ÉL ES EL QUE ÉL ES" o su forma abreviada, "Él es":

"Yihyeh"–"en que el sonido de la y medial en esta forma conjugada habría experimentado un considerable intercambio fonético con el sonido de la consonante w”, lo cual resultó en las cuatro famosas consonantes “YHWH”, las cuales, según la opinión general de los eruditos de la Biblia, probablemente eran pronunciadas “Yahweh”. (Robert Alter)

En la época de Jesús, unos 600 años después de la última vez que los judíos tuvieron su propia nación soberana, el mundo civilizado era en gran parte helenístico, es decir, había adoptado la cultura griega. Los judíos habían perdido gran parte de sus costumbres literarias hebreas; por lo tanto, unos 200 años antes de Cristo, sintieron la necesidad de traducir el Antiguo Testamento hebreo al griego y produjeron una versión que, al terminarse, pasó a ser conocida como la Septuaginta (o en su forma corta, la LXX). Esta era la versión que usaban en la época de Jesús, además de su traducción del AT en arameo.

Lo que es importante observar aquí es que al traducir Éxodo 3:14 (la porción en que Dios le dice a Moisés que Él es el Gran YO SOY), ¡el Antiguo Testamento griego (la LXX) usa las palabras "Egō Eimí " para traducir la expresión YO SOY! Por lo tanto, cada vez que Jesús repetía las palabras “EEimí” (YO SOY), los sacerdotes, los escribas y los fariseos sabían exactamente quién decía ser. Por eso, cuando Jesús dijo, “antes que Abraham viniera a ser , YO SOY”, no dudaron en apedrearlo de inmediato.

La afirmación que hacen los críticos de la Biblia (especialmente los teólogos liberales) de que Jesús nunca afirmó ser Dios es totalmente infundada. Es posible que tal actitud haya sido parte de la razón por la que el apóstol Juan sintió la necesidad de escribir este Cuarto Evangelio en su vejez.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 9:1–12

Esta porción parece ser una continuación del relato sobre el tiempo que Jesús pasó en Jerusalén después de la Fiesta de los Tabernáculos.

(1) ¿Qué dijeron los discípulos al ver al hombre ciego? ¿Por qué harían tal pregunta?

(2) ¿Piensa usted que aún es común hoy en día encontrar este tipo de pensamiento entre las personas, incluso entre los cristianos, cuando ocurre alguna desgracia a ellos mismos o a otros?

(3) ¿Es cierto que la ceguera, la enfermedad o la desgracia ocurren “para que las obras de Dios se manifiesten”? ¿Por qué o por qué no?

(4) ¿Jesús fue la “la luz del mundo” solo mientras estuvo en la tierra? ¿Lo es ahora?

(5) ¿Por qué Jesús enfatizó la frase “Mientras estoy en el mundo”? (v. 4)

(6) ¿Cómo podemos aplicar este mismo énfasis en nuestras vidas hoy?

(7) ¿Qué tiene que ver la curación del hombre ciego con el hecho de que Jesús es la Luz del mundo y tenía el deber de realizar las obras para las cuales Dios Lo había enviado? (vv. 3-5)

(8) Esta curación fue un proceso de dos etapas: ¿Por qué es importante el detalle de que fue instruido a lavarse en el estanque de Siloé? ¿Por qué Juan se tomó la molestia de explicar para el lector lo que significa el nombre del estanque de Siloé?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¿De quién es el pecado?

Y sus discípulos le preguntaron, diciendo, 'Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que naciera ciego?' ” (LBLA) (Jn. 9:2).

Sabemos que es muy común que los no creyentes (especialmente aquellos que son supersticiosos) piensen inmediatamente en el “karma” cuando algo malo sucede a ellos o a sus conocidos. Sin embargo, lamentablemente esta actitud también es bastante común entre los creyentes.

Cierta hermana acababa de ser diagnosticada con cáncer y recibió varias llamadas de personas que querían consolarla y orar con ella. Entre ellos estaba una autoproclamada hermana espiritual que le dijo por teléfono: “Debes haber pecado. Arrepiéntete y serás curado”. Estoy seguro de que este no es un incidente aislado; ocurre con frecuencia en casos de enfermedad, o incluso cuando muere un ser querido. Estos supuestos cristianos espirituales actúan cómo si fueran profetas y relacionan la desgracia con algún pecado que imaginan estar vinculado a ella. ¡El resultado es que hacen que la hermana o el hermano que sufre sea una víctima dos veces! Parece que estos cristianos "espirituales" nunca leyeron las palabras de Jesús sobre la ceguera del hombre en Juan 9:3, Jesús respondió, "Ni este pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él".

Sin embargo, la pregunta que surge naturalmente de estas palabras de Jesús es la siguiente: "¿Es cierto que toda enfermedad o desgracia ocurre para que se manifiesten las obras de Dios?" La respuesta es a la vez si y no.

Si interpretamos que la manifiestación de las obras de Dios se refiere solo a la curación o liberación de nuestra desgracia, la respuesta es no. ¡No necesariamente funciona así! Aunque Dios puede optar por sanar (en el caso de una enfermedad), también puede decidir no hacerlo. Sin embargo, en todo caso, debemos recordar estas dos promesas de Dios:

Y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla" (LBLA) (1 Corintios 10:13).

"Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito" (LBLA) (Romanos 8:28).

La clave para saber si nuestras pruebas resultarán en la manifestación de las obras de Dios es nuestra obediencia. Si Dios elige sanar (en caso de una enfermedad), es evidente que Su poder milagroso se manifiesta en la curación; pero si Él elige no hacerlo, ¡nuestra sumisión a Él es lo que manifestará Su gloria, y lo hará de una manera mucho mayor que Sus milagros!

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 9:13–38

Estudiemos este pasaje más extenso, reflexionando sobre los tres (grupos de) personajes de la historia:

(1) Los fariseos y los judíos:

a. ¿Qué sabían estos sobre el incidente? (versos 14, 15, 20, 25)

b. ¿Por qué se negaron a reconocerlo? (versos 16, 24, 28)

c. ¿Cuál fue el resultado de su "investigación"?

d. ¿Cuáles eran sus intenciones?

e. ¿Qué pecado han cometido?

f. Si ni siquiera sabían de dónde venía Jesús (v. 29), ¿cuál debería haber sido su actitud?

(2) Los padres:

a. ¿Qué sabían estos sobre el incidente? (vv. 20-21)

b. Si usted fuera uno de los padres, ¿cómo habría reaccionado ante este incidente? ¿Por qué?

c. ¿Por qué decidieron no respaldar a su hijo?

d. ¿Puede usted culparlos? ¿Por qué o por qué no?

(3) El hombre ciego:

a. Antes de que Jesús se revelara a él, ¿cómo interpretó este milagro? (vv. 17, 25, 27, 30-33)

b. ¿Tenía miedo de los fariseos? ¿Por qué o por qué no?

c. ¿Cuán diferente era él de sus padres?

d. ¿Cuán preciosa fue su fe? ¿Qué es lo que usted más aprecia de él?

(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Mayor la maravilla

"Él entonces dijo, 'Creo, Señor'. Y le adoró" (LBLA) (Juan 9:38).

Permítame compartirle las ideas de William Barclay sobre el camino de fe del hombre ciego de Juan 9:

“Antes de dejar este capítulo tan maravilloso, haríamos bien en leerlo de nuevo, esta vez de principio a fin sin pausa. Cuando leemos con cuidado y atención, vemos una progresión sumamente hermosa en el concepto que tiene el hombre ciego de Jesús. Este concepto pasa por tres etapas, cada una de las cuales es más elevada que la anterior.

  1. Comenzó por usar la palabra "hombre" para referirse a Jesús. “El hombre que se llama Jesús hizo barro, lo untó sobre mis ojos ... y recibí la vista” (versículo 11). Comenzó pensando que Jesús era un hombre maravilloso. Nunca había conocido a nadie que pudiera hacer las cosas que hacía Jesús; comenzó pensando en Jesús como el mayor de todos los hombres.

A veces hacemos bien en pensar en la pura magnificencia de la virilidad de Jesús. Él merece estar incluido en cualquier galería de los héroes de todo el mundo. Cualquier antología de las vidas más hermosas que jamás existieron tendría que incluir la Suya. Sus parábolas tendrían que estar incluidas en cualquier colección de la mejor literatura del mundo.

Shakespeare pone las siguientes palabras sobre Bruto en la boca de Marco Antonio:

"Su vida fue amable y en él los elementos estaban mezclados de tal manera que la Naturaleza podría levantarse
Y
decir a todo el mundo: '¡Este fue un hombre!' ”

Aunque pueda haber dudas sobre otros aspectos, nunca cabe duda de que Jesús fue un hombre entre los hombres.

  1. Luego, dijo que Jesús era un profeta. Cuando se le preguntó qué pensaba sobre Jesús a la luz del hecho de que le había dado la vista, su respuesta fue, “Es un profeta” (v. 17). Un profeta es un hombre que lleva el mensaje de Dios a los hombres. Tal como dijo Amós, “Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Un profeta es un hombre que vive cerca de Dios y ha estado presente en Sus consejos. Cuando leemos la sabiduría de las palabras de Jesús, tenemos que decir: "¡Este es un profeta!" Aunque pueda haber dudas sobre otros aspectos, una cosa es cierta: si los hombres siguieran las enseñanzas de Jesús, todos los problemas personales, sociales, nacionales e internacionales se resolverían. Si alguna vez alguien tuvo derecho a ser llamado profeta, esta persona fue Jesús.
  2. Por último, el hombre ciego finalmente confesó que Jesús era el Hijo de Dios. Vino a reconocer que las categorías humanas no eran adecuadas para describirlo. En cierta ocasión, Napoleón se encontraba en un grupo de escépticos inteligentes que estaban discutiendo sobre Jesús. Estos Lo rechazaban, diciendo que era un gran hombre y nada más. 'Caballeros', dijo Napoleón, 'yo conozco a los hombres, y sé que Jesucristo fue más que un hombre'.

'Si Jesucristo es un hombre
Y solo un hombre, digo
Que de entre todos los hombres me aferro a Él
Y a él siempre me aferraré.
Si Jesucristo es un dios-
Y el único Dios - ¡juro que
Lo seguiré por el cielo y por el infierno,
La tierra, el mar y el aire!'

Una de las características más tremendas de Jesús es el hecho de que cuanto más Lo conocemos, más grande se hace. El problema con las relaciones humanas es que muchas veces cuanto mejor conocemos a una persona, más conocemos de sus debilidades y sus defectos; en cambio, cuanto más conocemos a Jesús, mayor se vuelve la maravilla; y esto seguirá siendo cierto, no solo en el tiempo, sino también en la eternidad".
(The Daily Study Bible Series, Juan, Vol. 2, 50-52)

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 9:39–10:10

Ayer nos detuvimos intencionalmente en el verso 9:38 para que hoy podamos continuar estudiando el resto del capítulo 9 junto con el capítulo 10. Lo hicimos porque no queremos estudiar la enseñanza del "Buen Pastor" de manera aislada, sino entenderla como parte de la respuesta de Jesús a los judíos (especialmente a los fariseos) que deseaban perseguirlo por haber curado al hombre ciego en el sábado:

9:39-41—¿Quiénes son "los que no ven"?

(1) ¿Quiénes son los verdaderos "ciegos"?

(2) ¿Qué tiene que ver esto con el "juicio"? (v.39)

10:1-10—La parábola de la Puerta

Antes de examinar esta parabola y las que siguen, debemos entender que aunque una parábola puede tener muchas facetas, su objetivo es transmitir el mensaje central. Además, lo más importante es identificar cuál es su mensaje central e interpretarlo con base en lo que se dice claramente, sin necesariamente insistir en aspectos menores de la parábola que pueden no ser parte de su mensaje central. Al leer vv. 1-10, se hace evidente que el mensaje central es que Jesús es la "Puerta", con la implicación de que Él también es el "verdadero pastor". Estos temas se vuelven aún más evidentes en los versículos que siguen a esta primera parábola:

(3) Según los vv. 1-2, ¿qué es lo que normalmente diferencia a un pastor de un ladrón?

(4) En los vv. 3-4, Jesús destaca la relación que existe entre el pastor y la oveja:

a. ¿Por qué el pastor no tiene que subir el muro para entrar?

b. ¿Quién es el portero?

c. ¿De qué manera el pastor cuida a las ovejas?

d. ¿Por qué las ovejas lo escuchan y lo siguen?

e. ¿De qué manera esta parábola describe la relación que usted tiene con Jesucristo?

(5) ¿Cuán diferente es la reacción de las ovejas ante un ladrón o un salteador? (v. 5) ¿Por qué?

(6) Hasta este punto, ¿qué es lo que Jesús intentaba decir a los fariseos?

(7) ¿Por qué no entendieron lo que les decía?

(8) ¿Usted lo entiende?

(9) Jesús ahora (en los vv. 7-10) da la explicación de la parábola, en la cual parece combinar las figuras del la "puerta" y el "pastor" en una sola:

a. ¿Quién es la puerta de las ovejas?

b. ¿Quiénes son aquellos sobre quienes dice que habían venido antes de Él? (ver la Nota más abajo.)

c. ¿Por qué han fallado?

d. ¿Qué significa entrar en el redil por Él, quien es la puerta?

e. Haga una lista de todos los resultados de haber entrado en el redil por Él, y no por ninguna otra persona.

f. Según su entendimiento, ¿qué significa tener vida en plenitud o “vida en abundancia”? ¿Qué es el contrario de esto?

g . ¿Esta ha sido su experiencia personal? ¿Por qué o por qué no?

(10) ¿Cuál era Su mensaje para los fariseos?

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

V. 8 “Este verso no puede ser una referencia a los profetas que vinieron antes de Jesús. Tiene que ser una referencia a los falsos mesías y supuestos libertadores del pueblo que habían aparecido en el período posterior al regreso de Israel después del exilio, especialmente aquellos que se levantaron en el siglo anterior al adviento de Jesús. Después de la muerte de Herodes el Grande en el año 4 a. C., surgieron varias facciones que disputaban el liderazgo de la nación e intentaban usar la violencia para deshacerse del yugo romano. Sin embargo, como muestra el énfasis de este discurso, el propósito de Jesús no era político".
(The Expositor’s Bible Commentary, Vol. 9, 108)

Reflexión meditativa
¿Quiénes son los ladrones?

"El ladrón solo viene para robar y matar y destruir;" (LBLA) (Juan 10:10).

Sabemos que los fariseos, mediante su intento de desacreditar las obras milagrosas de Jesucristo (hasta el punto de acusarlo de estar poseído por un demonio), procuraban salvaguardar “su rebaño” de las herejías. Sin embargo, estaban cometiendo un error al no reconocer que estas personas no eran su rebaño, y que Jesús, como Hijo de Dios, es su verdadero pastor.

Con esta parábola de la "Puerta", Jesús no sólo los invita a entrar en el redil mediante Él y así tener vida, sino que también les advierte a no convertirse en "ladrones y salteadores", los cuales no se contentan con descarriar a las ovejas, sino también buscan “robar, matar y destruir”.

En estos días en que hay mucho entusiasmo por el “ecumenismo” y el “diálogo entre las religiones” en nombre de la tolerancia y la preocupación social, debemos prestar atención a la advertencia de Jesús. Cualquier creencia o denominación que predique una salvación aparte o adicional a la de Jesucristo, la única "puerta verdadera", no es inofensiva.

Ya sea intencionalmente o no, estas creencias están robando a los creyentes desprevenidos del redil de Cristo, con el fin de matarlos (es decir, conducirlos a la muerte eterna) y destruir su fe en Cristo solamente.

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 10:11–21

Jesús ahora cambia el enfoque, enfatizando el hecho de que Él es el "Buen Pastor" en lugar de enfatizar su papel como la "Puerta". Enfatiza que Él, como el Buen Pastor, da Su vida por las ovejas:

(1) Vv. 11-13: El contraste entre el "asalariado" y el "dueño / pastor":

a. En general ¿cuál es la diferencia entre un "jornalero" y el "dueño / pastor"?

b. ¿Quiénes son los "jornaleros"?

c. ¿Cuán bueno es Jesús como el "Pastor"?

(2) Vv. 14-15: La intimidad entre el pastor y la oveja:

a. ¿Qué busca señalar Jesús al comparar la relación que tiene con el rebaño con la relación que tiene con Su Padre?

b. ¿Qué clase de conocimiento es este?

c. ¿Qué tiene que ver con el hecho de que Él da Su vida por las ovejas?

(3) V.16: Las otras ovejas:

a. ¿Quiénes son estas ovejas que no son parte de “este redil”?

b. ¿Cómo las traerá a Su redil?

c. ¿Qué quiere decir la afirmación "serán un rebaño con un solo pastor"?

(4) Vv. 17-18: Él muere por Su propia voluntad:

a. ¿Cuáles son las énfasis de Jesús esta tercera vez en que Él habla de dar Su vida?

b. ¿Por qué menciona el amor del Padre?

c. Por lo tanto, ¿cómo podemos obtener el amor del Padre?

(5) Conteste las siguientes preguntas sobre este mensaje sobre la "Puerta" y el "Buen Pastor":

a. ¿Por qué había entre el pueblo opiniones tan diversos sobre Jesús?

b. ¿Qué puede haber llevado a algunos de ellos a considerarlo como un loco delirante?

c. ¿Qué puede haber llevado a otros a pensar que Sus palabras podrían ser creíbles?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El que solo trabaja por el pago

"El huye porque solo trabaja por el pago y no le importan las ovejas" (LBLA) (Juan 10:13).

Permítame compartir nuevamente la percepción de William Barclay sobre el asalariado:

“Este pasaje señala el contraste que hay entre el bueno y el malo, el pastor fiel y el pastor infiel. El pastor tenía la responsabilidad total de las ovejas. Si algo malo llegara a suceder a una oveja, el pastor tenía que presentar algún tipo de evidencia que demostraba que no había sido culpa suya. Amós menciona un 'pastor (que) rescata de la boca del león dos patas o un pedazo de oreja' (Amós 3:12). La ley establecía lo siguiente: 'Si fuere desgarrado por las bestias, que lo presente como prueba'. El sentido de esta exigencia es que el pastor debía traer pruebas de que la oveja realmente había muerto y que él no había podido evitarlo. David menciona a Saúl que mientras apacentaba las ovejas de su padre tuvo que pelear con un león y un oso (1 Sam. 17:34-36). Isaías habla de una multitúd de pastores que fue llamada para luchar contra un león (Isaías 31:4). Era muy natural para un pastor arriesgar su vida para defender su rebaño. A veces el pastor tenía que hacer más que arriesgar su vida: a veces tenía que sacrificarla (por ejemplo, cuando venían ladrones y salteadores para saquear el rebaño ...)

"Por otro lado, había el pastor infiel. La diferencia entre los dos era esta: el verdadero pastor había nacido para ser pastor. Era enviado para pastorear el rebaño tan pronto como tenía suficiente edad; las ovejas se convirtían en sus amigos y compañeros; y se hacía natural para él pensar en ellos antes de pensar en sí mismo. Pero un pastor falso no consideraba el trabajo como un llamado sino un medio para ganar dinero. Lo hacía simple y exclusivamente por el salario que podía obtener. Incluso podría tratarse de un hombre que se había ido al campo porque no encajaba bien en la ciudad. Tal hombre no tenía ningún sentido de la la importancia de su trabajo y la responsabilidad que conllevaba; era un simple asalariado.

"Los lobos eran una amenaza real para el rebaño. Jesús dijo de Sus discípulos que los estaba enviando como ovejas en medio de lobos (Mat. 10:16); Pablo advirtió a los ancianos de Éfeso que podrían venir lobos rapaces que no perdonarían el rebaño (Hechos 20:29). Cuando estos lobos atacaban, el pastor asalariado se olvidaba de todo menos salvar su propia vida, y se escapaba. Zacarías lo señala como la característica de los falsos profetas, quienes no hacen ningún esfuerzo por reunir las ovejas dispersas (Zac. 11:16). En cierta ocasión el padre de Carlyle utilizó esta metáfora mordazmente en uno de sus discursos (Thomas Carlyle era un reconocido pensador y filósofo del siglo XIX). En Ecclefechan tienen problemas con su ministro; y es el peor de todos los problemas: se trata de dinero. El padre de Carlyle se levantó y dijo mordazmente: 'Denle al asalariado su pago y déjenlo ir'."
(The Daily Study Bible Series, Juan, Vol. 2, 60-62)

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 10:22–30

(1) Vemos mediante el relato de Juan que Jesús hablaba constantemente de Sí mismo, diciendo que era el Hijo de Dios y refiriéndose a Dios como Su Padre:

a. ¿Por qué parece que la gente estaba más interesada en saber si Él era el Mesías?

b. ¿Cuán importante era el Mesías para ellos?

(2) ¿Cómo les respondía Jesús? ¿A qué dirigía su atención? (v. 25)

(3) ¿Qué razón dio Jesús por su incredulidad? (v. 26)

(4) En este pasaje, Jesús retoma el tema de las ovejas, del cual había hablado la última vez que había estado en Jerusalén. Aquí habla sobre el distintivo y la importancia de ser Su oveja:

a. ¿Cuál es el distintivo de ser Su oveja? (v. 27)

b. ¿Cuál podría ser la relación entre ser conocido por Él y seguirlo?

c. ¿Qué es la vida eterna?

d. ¿Cuán segura es?

e. ¿Por qué?

(5) ¿Qué quiere decir Jesús con la afirmación “Yo y el Padre somos uno”?

a. ¿De qué manera esta declaración afirma el "monoteísmo"?

b. ¿Por qué esta verdad es mucho más importante que la pregunta original que plantearon los judíos en el v. 24?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

No se trataba de un festival bíblico, sino una fiesta que fue instituida por Judas Macabeo en el año 167 a.C. para conmemorar la purificación y rededicación del templo después de que había sido profanado por Antíoco Epífanes. La celebración anual de esta fiesta, también conocida como la Fiesta de las Luces, ocurre cada 25 de Kislev (aproximadamente a mediados de diciembre); se observa durante ocho días en todo el territorio del país (no solo en Jerusalén). Actualmente también se conoce comúnmente como Janucá. Se puede suponer que Jesús había partido de Jerusalén después de la Fiesta de los Tabernáculos y solo regresó durante la Fiesta de la Dedicación.

Reflexión meditativa
"Yo y el Padre somos uno"

Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno" (LBLA) (Juan 10:29-30).

Los comentaristas están divididos en cuanto a lo que Jesús realmente quiere decir con la afirmación, “Yo y el Padre somos uno”. ¿Se refiere simplemente al poder de mantener seguros los que pertenecen a Cristo, o a la unidad de Su esencia? Encuentro muy útil la interpretación de Juan Crisóstomo (un padre de la iglesia que vivió en el siglo IV) de este tema:

"¿Qué diremos entonces? ¿Es mediante el poder del Padre que ningún hombre los arrebata, puesto que tú no tienes fuerza y eres demasiado débil para protegerlos? De ninguna manera. Y para que aprendas que la expresión, 'Mi Padre que me las dio', se dice para el bien de ellos, para que no vuelvan a llamarlo enemigo de Dios, después de afirmar que, 'Nadie las puede arrebatar de la mano del Padre', Él muestra que Su mano y la del Padre son Una sola.

"Si eso no fuera el caso, habría sido natural decir: 'El Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie puede arrebatarlas de Mi mano.' Pero no dijo eso, sino que dijo 'de la mano de Mi Padre' (v.29). Luego, para que no supongas que Él en verdad es débil y que las ovejas están seguras por el poder del Padre, Jesús agrega: 'Yo y el Padre somos uno'. Es como si hubiera dicho: 'Lo que afirmé no fue que por causa del Padre nadie las arrebata, como si yo fuera demasiado débil para mantener seguras las ovejas, puesto que yo y el Padre uno somos'. Aquí se refiere al Poder, puesto que de eso se trata todo Su discurso; y si el poder es el mismo, es evidente que la Esencia también lo es.

"Y en un momento cuando los judíos empleaban diez mil recursos, conspirando y echando fuera a los hombres de sus sinagogas, Él les dice que todas sus estratagemas son inútiles y vanos; 'Porque las ovejas están en la mano de mi Padre', como dice el Profeta 'en las palmas de mis manos, te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí '. (Isaías xlix.16.) Luego, para mostrar que esta mano es Una sola, a veces dice que es Suya, a veces que es la del Padre.

"Pero cuando escuches la palabra 'mano', no debes imaginar que se refiera a algo material, sino al poder, a la autoridad. Repito, si ese fuera el motivo por el que nadie puede arrebatar las ovejas, a saber, porque el Padre le había dado poder, habría sido superfluo decir lo que sigue: 'Yo y el Padre somos uno'. Y ello porque si hubiera sido inferior a Él, este dicho habría sido muy atrevido, puesto que no afirma nada menos que una igualdad de poder, de lo cual los judíos estaban conscientes, y por ello tomaron piedras para apedrearle (v. 31). Y ni siquiera cuando hicieron esto buscó suprimir su opinión y sospecha, a pesar de que si su sospecha fuera errónea, debería haberla rectificado, diciendo: '¿Por qué hacéis estas cosas? No dije estas cosas para dar testimonio de que mi poder y el del Padre son iguales'; pero en lugar de ello hace todo lo contrario, confirmando su sospecha de manera definitiva, y haciéndolo cuando ellos ya estaban exasperados. Porque nunca intenta excusar lo que acababa de decir, como si lo hubiera dicho mal, sino que los reprende por no haber admitido una opinión correcta acerca de Él.”
(NPNF, Vol. 14, 223-224).

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 10:31–42

(1) Con base en la reacción de los judíos, ¿puede usted deducir cómo los judíos habían entendido la afirmación “Yo y el Padre somos uno”?

(2) Una vez más, Jesús les llama la atención sobre las muchas obras buenas y milagrosas que Él ha realizado, pero ellos deciden ignorarlas por completo:

a. ¿En qué sentido tenían razón?

b. ¿En qué sentido estaban equivocados?

(3) Lea el Salmo 82:6, el pasaje citado por Jesús en esta porción (es útil leer todo el salmo):

a. ¿Este salmo quiere decir que somos dioses?

b. ¿En qué sentido somos dioses?

c. ¿En qué sentido no lo somos?

d. ¿Por qué Jesús enfatizó que "la Escritura no se puede violar"?

(4) Vv. 36-38:

a. ¿De qué manera Jesús se diferencía de nosotros, puesto que Él es el "Hijo de Dios"?

b. ¿Qué dice para respaldar Su afirmación?

c. ¿De qué manera el versículo 38 nos deja en claro el verdadero significado de la afirmación “Yo y el Padre somos uno” (v.30)?

d. ¿A qué apunta este versículo?

(5) Conteste a las siguientes preguntas con base en los vv. 40-41:

a. ¿Cómo cumplió Juan el Bautista su misión? (1:23)

b. ¿Acaso su ministerio fue un fracaso?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¿Acaso somos "dioses"?

¿No está escrito en vuestra ley, 'Yo dije: sois "dioses"'?” (LBLA). (Jn. 10:34)

Cuando Jesús declara “Yo y el Padre somos uno”, los judíos entienden exactamente lo que quiere decir, pero se niegan a creer en Él. Los judíos entendieron que Jesús afirmaba ser Dios mismo, y esto para ellos era el colmo de la blasfemia, puesto que solo Dios es Dios.

Sin embargo, parece que Jesús se está burlándo de ellos al citar el Salmo 82:6, cuyo texto entero dice lo siguiente: “Yo dije: 'Vosotros sois “dioses, y todos sois hijos del Altísimo!'" Luego dice: “Sin embargo, como hombres moriréis; caeréis como uno de los príncipes” (Sal. 82:7).

Este salmo es una reprensión de los gobernantes judíos que habían juzgado a Su pueblo con iniquidad y parcialidad, a pesar de que habían sido nombrados por Dios para gobernar a Su pueblo. El Salmo 82:6 señala que como gobernantes que Dios había nombrado para gobernar a Su pueblo, eran en realidad "hijos del Altísimo", y el paralelismo hebraico del salmo los equipara con "dioses", lo que significa que pertenecían a Dios. Al final resultó que su maldad los había hecho iguales que cualquier gobernante humano; por lo tanto morirían como tal. No pertenecían a Dios; por lo tanto, no eran hijos de Dios y no eran "dioses". Ese es el mensaje de este salmo.

Jesús cita este salmo para marcar un contraste entre Él y ellos con respecto a lo siguiente:

- A pesar de que habían sido nombrados para gobernar al pueblo, fracasaron en su misión; por lo tanto, fueron descalificados para ser hijos de Dios.

- Él había sido apartado por el Padre para “pertenecer solo a Él” —a diferencia de los gobernantes humanos— Él es Dios en esencia.

- Había sido enviado al mundo, es decir, Él proviene del Cielo.

- Él es el Hijo de Dios — como señala cierto comentarista, Jesús nunca se refirió a Dios como "nuestro Padre", sino "mi Padre".

- Sus obras demuestran que Él realmente es el Hijo de Dios.

De hecho, aunque no nos llamamos "dioses", es cierto que por la fe mediante Jesucristo hemos llegado a ser "hijos de Dios" (Jn. 1:12) así cumpliendo la promesa del Salmo 82:6. Si tuviera que elegir entre ser llamados "dioses" y ser llamados "hijos del Altísimo", ¡sin duda eligiría sin pensar dos veces el último en lugar del primero! ¿Acaso usted no haría lo mismo?