Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 12:34–50

La visita de los griegos impulsó a Jesús a hablar de manera reflexiva sobre su hora de muerte. Su oración de sumisión al Padre evocó una respuesta celestial del Padre. Con base en esta respuesta, Jesús reafirmó que Su muerte inminente no era una pérdida, sino una victoria, en el sentido de que el príncipe del mundo sería juzgado y que Jesús, al ser levantado, atraería a todos los hombres a Sí mismo.

(1) Responde las siguientes preguntas con base en la reacción de la multitud:

a. ¿Piensa usted que entendieron lo que quiso decir Jesús con la palabra "levantado"?

b. ¿En realidad no sabían quién era el Hijo del Hombre?

c. ¿Cuál era, entonces, su verdadero problema?

(2) ¿Jesús dio una respuesta directa a su pregunta? ¿Por qué o por qué no?

(3) ¿Cuál es la esencia de la respuesta que Jesús les dio? (vs. 35-36)

(4) Juan ve en la respuesta de la multitud un cumplimiento de Isaías 53:1 y 6:10:

a. Al ver la respuesta del mundo ante el evangelio hoy, ¿usted comparte la opinión expresada en Isaías 53:1?

b. Según Isaías, ¿cuál fue el motivo de su incredulidad?

c. ¿De qué manera la siguiente  afirmación de Tom Rees le puede ayudar a comprender esta profecía de Isaías?: “El mismo sol que derrite la cera endurece el barro”.

(5) V. 42 comienza con la frase “Sin embargo”: ¿Usted lo entiende como algo positivo o negativo? ¿Por qué?

(6) Este evento específico concluye con una "exclamación" de Jesús:

a. ¿Por qué Jesús tuvo que exclamar?

b. Por lo tanto, según el v. 45, ¿quién es Jesús?

c. Dos respuestas distintas producen dos resultados distintos:

  1. ¿Qué pasará con aquellos que creen en Él? ¿Por qué? (12:46, 50)
  2. ¿Qué pasará con aquellos que no “reciben” Sus palabras? (12:48)

(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
"¿Quién ha creído en nuestro mensaje?"

"Pero aunque había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en Él" (LBLA) (Juan 12:37).

Si evaluáramos el éxito que tuvo el ministerio de Jesús con base en los resultados inmediatos, tendríamos que decir que fue un fracaso, porque a pesar de Su vida sin pecado y Su mensaje poderoso, e incluso después de que “había hecho tantas señales delante de ellos (los judíos), no creían en Él” (Jn. 12:37). Incluso entre Su pequeño grupo de seguidores, había uno que lo traicionaría por treinta piezas de plata, mientras que los demás huirían ante la persecución.

Sin embargo, Juan no tarda en agregar que, en medio de tales fracasos aparentes, “Sin embargo, muchos, aun de los gobernantes, creyeron en Él, pero por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga” (Jn. 12:42). Yo no considero que esto sea una declaración del todo negativa, aunque Juan también agrega que, “porque amaban más el reconocimiento de los hombres que el reconocimiento de Dios” (Jn. 12:43).

La verdad es que la semilla que el Señor había plantado mediante Su vida sin pecado, Su poderoso mensaje y Sus muchas señales milagrosas al final dio fruto. Aquellos como Nicodemo y José de Arimatea, los cuales habían creído en Él, despertaron de su temor, reconociéndolo abiertamente después de Su muerte, y muchos más lo hicieron después de Su resurrección. Era solo una cuestión de tiempo, ¡el tiempo de Dios!

Este es un recordatorio importante para todos nosotros de que no debemos medir el éxito en el ministerio de Dios con base en los resultados inmediatos; debemos creer firmemente en el poder viviente de la semilla del evangelio, y creer que nuestra labor en el Señor no será en vano. Si permanecemos fieles a nuestro encargo, será también para nosotros una cuestión de tiempo, el tiempo de Dios, para que la semilla que plantamos dé fruto por el bien del Reino de Dios.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 13:1–17

En los capítulos 13-17, el apóstol Juan nos invita a asistir a la cena en el “Cenáculo” en la noche en que Jesús fue traicionado, con el fin de que escuchemos estas últimas palabras dichas por nuestro Señor a sus amados discípulos.

(1) El versículo1 puede servir como una introducción a todo lo que sucedió aquella noche en el "Aposento Alto". Esto sin duda incluye el acto inesperado de Jesús de lavar los pies de los discípulos:

a. ¿Qué tiene que ver el lavado de los pies de los discípulos con mostrarles “toda la extensión” de Su amor? (El original en griego tiende a enfatizar la frase "hasta el fin".)

(2) Podemos suponer que habrían celebrado las dos comidas pascuales anteriores en algún lugar donde el anfitrión les había proporcionando todo, incluidos los siervos; sin embargo es obvio que en este momento están reunidos en un lugar secreto donde no hay siervos. Los versos 13:3-4 son una declaración de "causa y efecto":

a. ¿Cual es la causa?

b. ¿Cual es el efecto?

c. ¿Como están relacionados el uno con el otro?

(3) ¿Por qué Pedro se negó a que Jesús le lavara los pies?

(4) ¿Por qué cambió de opinión?

(5) No cabe duda de que el símbolismo de lavarse todo el cuerpo es diferente al de lavarse los pies. Si lavarse todo el cuerpo simboliza la salvación (lo que hace que una persona sea partícipe de Jesús), ¿qué simboliza lavarse los pies en este contexto inmediato?

(6) Por lo tanto ¿cuál fue el significado del acto de Jesús de lavar los pies de los discípulos?

(7) Jesús pidió que Sus discípulos siguieran Su ejemplo: "como yo os he hecho, vosotros también hagáis".

a. ¿Por qué Jesús mencionó Su posición de autoridad como "Señor" y Su posición de respeto como "Maestro"?

b. Por lo tanto, ¿cuáles son las implicaciones de Su ejemplo?

c. ¿Cómo debemos "hacer lo mismo"?

(8) ¿Cuál es el aspecto más difícil de seguir este ejemplo de Jesús?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Lavarse los pies unos a otros

Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros(LBLA) (Juan 13:14).

Ya les compartí lo que presencié en una conferencia donde el “líder” buscaba demostrar su deseo de seguir el ejemplo de Jesús de lavar los pies de los demás. Sin embargo, mientras intentaba lavar los pies de "un pequeño", este lider se dio cuenta de que no estaba la toalla. Consternado, gritó a su asistente, "¿Dónde está la toalla?"

El ejemplo que Jesús dio al lavar los pies de los discípulos de hecho tiene significados muy ricos y profundos, los cuales sospecho que nunca podremos agotar, así como nunca podremos comprender completamente la “extensión completa de Su amor” (Jn. 13: 1). ). Sin embargo, permítanme compartir algunas reflexiones que se basan en lo que John señaló intencionalmente con respecto a este incidente:

(1) Juan menciona que Judas iba a traicionar a Jesús antes de contarnos sobre esta acción inesperada de Jesús (13: 2). Cuando recordamos que la traición de Judas fue profetizada en el Antiguo Testamento, nos damos cuenta de que la acción de Jesús de lavar los pies de Sus discípulos, entre los cuales evidentemente estaba Judas, en verdad expresó la profundidad de Su amor. Su deseo era que incluso Judas fuera también parte de Él. Quizás haya sido Su último esfuerzo por llamar a Judas al arrepentimiento.

(2) Juan también señala que esta acción fue motivada por el hecho de que Jesús sabía que "el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía" (13:3). En efecto, Jesús tiene la autoridad da salvar Su vida y de dar Su vida (10:18). Aunque eligió la segunda opción, sabía muy bien que Su muerte no era la última palabra, sino que Él vencería el pecado y la muerte y regresaría al Padre, resucitando de entre los muertos. Por lo tanto, Su acto de lavar los pies de los discípulos muestra que Su muerte inminente por crucifixión no es una vergonzosa derrota debido a Su impotencia, sino una gloriosa conquista del pecado mediante Su sangre.

(3) Además, al pedirles a los discípulos que hagan lo mismo, Jesús les recuerda intencionalmente que Él es su Señor y su Maestro (13:14). Yo creo que el Señor no les está pidiendo que se laven los pies unos a otros en un sentido literal, sino que quiere que sigan Su ejemplo. Como su Señor, Su poder y autoridad sobre ellos son absolutos; como su Maestro, les exige el más alto respeto como su Rabino. A pesar de ello, al amarlos al máximo, Él renuncia a Su autoridad absoluta y prescinde de Su posición de respeto, asumiendo el papel de un esclavo. No, no lo hace con el fin de servir a otros esclavos; al lavarles los pies, él invierte completamente los papeles. Los esclavos lavan sus propios pies, pero lavan los pies de su amo. Por lo tanto, al seguir Su ejemplo, no estaremos lavando los pies de nuestros compañeros de esclavitud, sino que los estaremos considerando como nuestros amos, estaremos bajo su autoridad; los consideraremos dignos de nuestro más alto respeto.

Por lo tanto, según yo lo entiendo, el lavado de pies representa la más alta expresión de amor, el amor que demostramos incluso a nuestros enemigos; significa perdonar así como nosotros fuimos perdonados por la sangre de Cristo y servir a los demás en Cristo, no como compañeros de esclavitud, sino como amos que tienen autoridad sobre nosotros y maestros que son dignos de mayor respeto que nosotros.

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 13:18–30

(1) ¿Puede usted recordar algunos traidores sobre los cuales ha leído en novelas, o quizás que ha conocido en su experiencia en la vida real?

(2) ¿Cómo los compararías con Judas?

(3) ¿Qué hizo que el pecado de Judas fuera tan horrible y angustiante para Jesús (v. 21)?

(4) Puesto que Satanás fue quien entró en el corazón de Judas (v. 27), ¿de quién fue la culpa de traicionar a Jesús? ¿Podría Judas decir, "El diablo me obligó a hacerlo"? ¿Por qué o por qué no?

(5) ¿Por qué fue tan difícil para los discípulos imaginar que Judas era quien traicionaría a Jesús, incluso después de haber escuchado estas palabras de Jesús?

(6) ¿En qué aspectos podemos parecernos a Judas?

(7) Considere con atención los versículos 13:18-20:

a. Cuando los discípulos finalmente presenciaran la traición de Judas, ¿cómo se verían afectados personalmente?

b. ¿De qué manera la predicción de esta traición serviría para fortalecer su fe?

c. ¿Cómo afectaría su futura misión (como enviados de Jesús)?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Gloriosos mensajeros de Cristo

"Os lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, creáis que yo soy" (LBLA) (Juan 13:19).

Me deja muy perplejo el hecho de que incluso después de escuchar las palabras explícitas de Jesús sobre Judas y observar a Judas tomar el pan mojado que Jesús le pasó, los demás discípulos aún no podían entender "por qué le dijo esto" (Jn. 13:28).

No creo que los discípulos hayan sido tontos, sino que la relación personal que tenían con Judas les había cegado los ojos.

Los doce habían hecho sacrificios importantes al renunciar a todo para seguir a Jesús (Marcos 10:28). Todos habrían enfrentado las críticas de sus familias y de sus compañeros; sin embargo, habían perseverado en seguir a Jesús durante unos tres años, un período de tiempo para nada insignificante. A pesar de que aún no entendían completamente todo lo que Jesús les había enseñado, y cuál era su verdadera identidad, habían hecho un pacto, comprometiéndose a seguirlo hasta la muerte. Desde su punto de vista, habían superado el punto de “no retorno” al entrar en Jerusalén en plena consciencia de las intenciones asesinas de los judíos. ¡Por lo menos era lo que pensaban! ¡En ese momento era impensable la noción de que uno de ellos podría ser un traidor!

A la luz de esto, ¿por qué Jesús les diría de antemano que había un traidor entre ellos? Unos 60 años después de estos eventos, el apóstol Juan,  nos comparte las siguientes razones:

(1) De modo que, en palabras de Jesús, "creáis que yo soy" (v.19), es decir, el enviado de Dios. Los discípulos no comprendieron que Judas Lo traicionaría, ni siquiera después de escuchar estas palabras de Jesús; por lo tanto, cuando realmente sucedió, su pregunta naturalmente habría sido si su traición también había tomado por sorpresa a Jesús. Pero debido a esta predicción, “cuando ocurra la tragedia, los once no deberán pensar que Jesús había sido engañado por Judas, que había sido una víctima indefensa del traidor y de los judíos. No deberán formar ninguna conclusión negativa con base en el aparente éxito del traidor, de modo que cuestionen la deidad de Jesús, Su poder y conocimiento divinos ”(Lenski, 934).

(2) Jesús también dice que “el que recibe al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió”. Esta afirmación tiene grandes implicaciones para la misión que estaban a punto de emprender sin la presencia de Jesús. Así como Jesús no fue aceptado por todos, e incluso fue traicionado por uno de Sus compañeros más íntimos, estos no deberían sorprenderse si llegaran a recibir el mismo trato. Sin embargo, así como Jesús, ellos no serían las víctimas indefensas del rechazo de las personas, sino gloriosos mensajeros enviados por Él, así como Él era enviado del Padre. Como dice Lenski, "Que Judas haga lo que quiera; la obra poderosa de Jesús y de Aquél que Lo envió no se verá afectada" (Lenski, 937).

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 13:31–38

(1) ¿Cómo glorificará el Hijo al Padre?

(2) ¿Cómo glorificará el Padre al Hijo?

(3) ¿A qué se refiere la palabra “enseguida” (v.32)?

(4) ¿Qué quiere decir la palabra "glorificar"?

(5) ¿Por qué en ese momento Jesús llamó a los discípulos “Hijitos” (v.33)?

(6) ¿Por qué habría dado esa clase de mandamiento en ese momento preciso (Su último mandamiento antes de morir)?

(7) ¿Realmente se trataba de un mandamiento nuevo? Si no, ¿por qué dijo que era nuevo?

(8) ¿Cuál es la base de este mandamiento?

(9) ¿Qué quiere decir la frase “como yo os he amado”?

(10) ¿Qué ocurrirá si no obedecemos este mandamiento?

(11) ¿Puedes deducir lo que Pedro logró entender sobre el lugar adónde iría Jesús? (v. 37)

a. Si se refiere a la cruz, ¿pueden ir también los discípulos? ¿Por qué o por qué no?

b. Si se refiere al Padre, ¿por qué no pueden ir los discípulos?

(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El nuevo mandamiento de amar

Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros" (LBLA) (Juan 13:34).

Técnicamente, el mandamiento de amar no es nuevo; la Ley de Moisés lo dejó en claro: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lev. 19:18). Sin embargo:

(1) El Pueblo de Dios nunca ha podido guardar este mandamiento, cuya obediencia debe basarse en su amor a Dios; por lo tanto, abarca más que el amor al prójimo e incluye también a los enemigos (Mat. 5:44). La verdad es que en realidad aún no tenían una relación con Dios como "hijos de vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:45).

(2) Ahora es diferente; por primera vez, Jesús llama a Sus discípulos “hijitos” (Jn. 13:33), puesto que ahora pertenecen a Cristo y tienen la capacidad de amar.

(3) Además, ahora han sido testigos del amor encarnado de Dios, el cual culminó con Su sacrificio en la cruz por todos los pecadores.

El mejor comentario sobre este nuevo mandamiento es el que proporciona el propio apóstol Juan en Su reflexión sobre este “nuevo” mandamiento:

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros… Y este mandamiento tenemos de Él” (1 Jn. 4:7-11, 21).

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 14: 1–14

Jesús continúa hablando sobre el lugar adonde irá:

(1) ¿Por qué se turbó el corazón de los discípulos al escuchar a Jesús hablar acerca de adónde iba?

(2) Jesús hizo la siguiente petición a los discípulos: “Creed en Dios; creed también en mí” (v.1):

a. ¿Usted distingue entre confiar en Dios de confiar en Jesús? ¿Por qué?

b. Si es así, ¿por qué Jesús tuvo que decir esto a los discípulos?

(3) Todos sabemos que el cielo es un lugar maravilloso. ¿Qué imagen usó Jesús para expresar el cielo a los discípulos? ¿Por qué?

(4) ¿Cuál fue el proceso (o el método) que Jesús usaría para preparar el lugar adonde llevaría a todos Sus discípulos?

(5) Después de la referencia explícita a la “casa de mi Padre”, ¿por qué Tomás todavía insistía en que no sabían adónde iba Jesús, ni el camino que los llevaría allí? ¿Cuál era su problema?

(6) ¿Jesús abordó solo el “camino” que lleva a la Casa del Padre?

(7) ¿Por qué mencionó la “verdad” y la “vida”?

(8) ¿Qué significa exactamente esta asombrosa declaración en el verso 6?

(9) ¿Por qué dijo Felipe que sería suficiente para ellos que Jesús les mostrara al Padre? A la luz de esto, ¿por qué, según la opinión de los discípulos, no era suficiente ver a Jesús?

(10) Los versículos 14:7-10 contienen algunas de las afirmaciones más claras sobre la relación que tiene Jesús con el Padre. Escriba el significado o las implicaciones de cada una de las siguientes declaraciones:

a. “Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre” (14:7)

b. "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;" (14:9)

c. “Yo estoy en el Padre y el Padre en mí” (14:10a)

d. “Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras” (14:10b)

(11) ¿De qué manera las afirmaciones anteriores confirman el concepto bíblico de la Trinidad?

(12) ¿Cuáles son las cosas mayores que harían los que creen en Jesús? ¿En que sentido son mayores?

(13) ¿Por qué Jesús enfatizó que debemos pedir en Su nombre?

(14) ¿Qué significa pedir en Su nombre, y cuáles son los resultados prometidos? (vv. 13-14)

(15) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Un reino celestial

En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros" (LBLA) (Juan 14:2).

Es bastante sorprendente leer que Tomás insiste en decir, "Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?" (Juan 14:5). Jesús les había dicho claramente que iba a la casa de Su Padre; sería comprensible si Tomás hubiera preguntado solo por el camino, pero es muy perturbador leer que le preguntó hacia dónde se dirigía. Sin embargo, esto quizás era un reflejo de la perspectiva totalmente "terrenal" que Tomás tenía del reino de Dios, la cual no es muy diferente de lo que creen los liberales de la actualidad, a saber, en un reino de Dios que es puramente terrenal. Incluso algunos evangélicos, al piensar en el reino de Dios, piensan solo en términos terrenales, aunque aún admiten que puede ser eterno. Estas palabras de Lenski describen a los "Tomás" de nuestro tiempo:

“En cualquier esfuerzo por analizar lo que estaba en la mente de Tomás, podemos decir que él sabía que Jesús iba a regresar a Su Padre en el cielo y que este regreso conllevaba la muerte de Jesús, mediante la cual dejaría atrás a los discípulos. Recordamos que en 11:16 había mencionado morir con Jesús. Sin embargo, su problema no era una incapacidad de concebir cómo un descenso a la muerte podría ser un ascenso al Padre en el cielo. Tomás no tenía ninguna noción de 'un reino de los muertos' ... como la que algunas interpretaciones modernas atribuyen a los judíos antiguos (debido a su manera equivocada de interpretar las palabras sheol y hades), buscando incorporarla también a la doctrina cristiana. El punto oscuro que estaba en la mente de Tomás era su incapacidad de acompañar la misión y la obra de Jesús más allá de los límites de la muerte. Para él, la misión de Jesús era establecer un reino terrenal (Hechos 1:6). ¿Cómo, entonces, podría Jesús retirarse al cielo ... y cómo habría un camino a este reino que conduciría a través del cielo? Por esto,Tomás se desanima como uno que se pierde en la oscuridad; lanza un gran suspiro y dice a Jesús, "Tú crees que lo sabemos, pero en realidad todo nos parece oscuro: esta tu partida y tu afirmación de que conocemos el camino”.
(Lenski, 976-977).

Si solo pensamos en términos de un reino terrenal de Dios, oscureceremos no solo nuestras propias mentes, sino también las mentes de aquellos a quienes buscamos llevar al reino de Dios.

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 14:15–24

A primera vista, el verso 15 parece ser extraño y estar fuera de lugar, pero la idea que expresa se repite en el verso 21, así sirviendo de inclusio; es desarrollado con más detalle debido a la pregunta planteada por Judas:

14:16-17—Jesús nos presenta al Espíritu Santo

(1) Puesto que el Espíritu Santo es "otro Consolador (intercesor)", ¿quién es el primero?

(2) En general, ¿cuál es la función de un intercesor?

(3) Por lo tanto, ¿en qué sentido el Espíritu Santo es nuestro intercesor?

(4) Según los vv. 16-17, ¿cómo funciona ahora el Espíritu Santo de manera distinta a como funcionaba en la época del Antiguo Testamento?

(5) ¿Por qué es llamado el Espíritu de verdad?

(6) ¿Por qué el mundo no puede aceptar al Espíritu Santo?

14:18-21—El regreso de Jesús al Padre es bueno para nosotros

(7) ¿Qué es un huérfano?

(8) A la luz de Su inminente partida, ¿cómo es que no seremos huérfanos cuando estemos sin Él?

a. ¿Cuándo regresará?

b. Antes de Su regreso, ¿a quién tenemos que vive en nosotros?

c. ¿Qué quiere decir con la afirmación, "Porque yo vivo, vosotros también viviréis"?

d. "En ese día" debe ser una referencia al día en que Cristo resucitó de entre los muertos:

  1. ¿Qué significa la promesa en el v. 21a?
  2. ¿Usted se ha percatado de esta realidad?

e ¿Cuál es la promesa adicional que Él da a los que Lo aman? (v. 21b)

f. ¿Qué quiere decir la frase "me manifestaré a él"?

g. ¿Cuál es la marca de los que Lo aman? (vv. 15 y 21)

(9) Por lo tanto, ¿cuál es el mensaje principal de esta inclusio (los vv. 15-21)?

(10) ¿Qué sugiere la pregunta de Judas en el v. 22? (¿En realidad creería el mundo si Dios se les manifestara?)

(11) ¿Cuál es la esencia de la respuesta de Jesús a Judas? (¿Qué quiere decir Jesús realmente cuando dice que Dios se mostrará a nosotros?)

(12) Según este breve pasaje, ¿quiénes realmente habitan en los creyentes y los hacen Su morada?

(13) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¡Más que un intercesor!

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;(LBLA) (Juan 14:15-16).

La palabra griega "parakletos" se ha traducido con diversas palabras, algunas de las cuales son "Consejero", "Consolador", "Ayudador" y "Abogado"; es cierto que el Espíritu Santo cumple todos estos papeles. Sin embargo, en sentido estricto, este término se usa en griego para referirse a una persona que es llamado a defender a otra en un tribunal de justicia. Dicho defensor no necesariamente tiene que ser un abogado, pero debe ser alguien que representa al acusado con el fin de defender su caso ante el juez. Este es el sentido en que el Señor Jesús califica al Espíritu Santo como el Espíritu de Verdad, puesto que muchos representantes legales que defienden al acusado ante el tribunal de justicia lo hacen independientemente de cuál sea la verdad. Pero no el Espíritu Santo.

A pesar de que el sentido estricto del término “parakletos ” se refiere a la función de un Abogado, las demás traducciones, tomadas colectivamente, nos dan una imagen más completa de las funciones del Espíritu Santo.

Como nuestro Abogado, el Espíritu de Dios que es Santo necesariamente nos convence de nuestra culpa con respecto al pecado, la justicia y el juicio (Jn. 16:8), así llevándonos al arrepentimiento.

Como nuestro Consejero, el Espíritu de la Verdad nos guía a las enseñanzas de Dios y nos recuerda todo lo que el Señor ha dicho (Jn. 16:13; 14:26).

Como nuestro Ayudador, el Espíritu Santo “nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Rom. 8:26).

Pero el mundo no puede aceptar al Espíritu Santo, porque Su ministerio es principalmente para los discípulos: Él es el Espíritu que nos da un nuevo nacimiento en Jesucristo a través de la fe (Jn. 3:5); Él es quien nos capacita para clamar: "¡Abba, Padre!". (Rom. 8:15); Él es quien nos testifica que somos hijos de Dios, garantizando nuestra redención (Rom. 8:16; Ef. 1:14); Él también vive con nosotros para siempre (Jn. 14:16).

¿Acaso no deberíamos estar agradecidos y alabar al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo?

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Juan 14:25–31

14:25-26—Jesús está comparando la obra del Espíritu Santo con Su ministerio terrenal:

(1) ¿Qué importancia tienen las palabras que Jesús les ha dicho a lo largo de todos estos años? (Ver Juan 5:24; 8:51; 12:47-48)

(2) ¿Cuánto habían entendido los discípulos y el pueblo de Sus palabras? (ver Juan 8:27; 10:26; 12:16)

(3) ¿Qué papel importante tiene el Espíritu Santo a este respecto?

(4) Por lo tanto, ¿cuál debería ser nuestra actitud al intentar estudiar y comprender las palabras de Dios?

14:27-31—Jesús nos deja Su paz

(5) ¿Cuán importante fue esta promesa de paz a los discípulos en ese momento? (14:1, 27)

(6) ¿Por qué Jesús se refiere a la paz que Él nos deja como “mi paz”?

(7) Jesús dice: "no os la doy como el mundo la da". ¿Qué diferencia hay entre la manera en que Él la da y la manera en que el mundo la da?

(8) ¿Por qué los discípulos debían regocijarse de que Jesús los dejaría? ¿Qué tiene esto que ver con amar a Jesús?

(9) ¿Qué significa la afirmación “el Padre es mayor que yo”? (ver la Reflexión Meditativa de hoy)

(10) ¿De qué manera la venida del príncipe de este mundo nos guía al entendimiento de que Jesús amaba al Padre e hacía exactamente lo que Su Padre le había mandado? (ver 1 Juan 5:19 sobre la venida del príncipe de este mundo)

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Jesús no es un Dios inferior

"Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que yo" (LBLA) (Juan 14:28).

Aunque Juan 14:28 parece plantear muchas objeciones a la doctrina de la Trinidad, encuentro muy acertados y útiles los comentarios de Calvino sobre este pasaje:

“Este pasaje ha sido tergiversado de diversas formas. Los arrianos, con el objetivo de probar que Cristo es una especie de Dios inferior, argumentaban que Él es menos que el Padre. Los Padres ortodoxos, en un intento de eliminar cualquier fundamento de tal calumnia, dijeron que esto debe referirse a Su naturaleza humana; sin embargo, así como los arrianos abusaron perversamente de este testimonio, la respuesta dada por los Padres a su objeción no fue correcta ni apropiada; porque en este pasaje Cristo no habla ni de Su naturaleza humana, ni de Su divinidad eterna, sino que, con el fin de acomodarse a nuestra debilidad, se coloca entre Dios y nosotros; y puesto que no se nos ha concedido alcanzar las alturas de Dios, Cristo descendió a nuestro nivel con el fin de elevarnos a ellas. Deberíais haberos regocijado, dice, porque yo vuelvo al Padre; porque éste es el objeto final al que debéis apuntar. Mediante estas palabras Él no busca señalar en qué aspecto Su persona es diferente de la del Padre, sino la razón por la cual descendió a nosotros, a saber, para unirnos a Dios; porque hasta que lleguemos a ese punto, estaremos, por así decirlo, a la mitad del curso. Nosotros también nos imaginamos a un medio Cristo o a un Cristo mutilado, si ese Cristo no nos lleva a Dios.

"Hay un pasaje similar en los escritos de Pablo, donde él dice que Cristo entregará el reino a Dios su Padre, para que Dios sea todo en todos, (1 Corintios XV. 24). Cristo sin duda reina, no solo en Su naturaleza humana, sino porque Él es Dios manifestado en carne. ¿De qué manera, entonces, dejará a un lado el reino? Es porque la Divinidad, la cual ahora se contempla solo en el rostro de Cristo, en ese momento será abiertamente visible en Él. El único punto de diferencia es que Pablo en su pasaje describe la más alta perfección del fulgor Divino, cuyos rayos comenzaron a brillar desde el momento en que Cristo ascendió al cielo. Para aclarar el asunto, debemos utilizar una expresión aún más sencilla. Cristo no hace aquí una comparación entre la divinidad del Padre y la Suya propia, ni entre Su propia naturaleza humana y la esencia divina del Padre, sino más bien entre Su estado actual y la gloria celestial, a la que pronto sería recibido. Es como si hubiera dicho: 'Vosotros queréis retenerme en el mundo, pero es mejor que ascienda al cielo'. Por lo tanto, aprendamos a contemplar al Cristo humillado en la carne, para que nos conduzca a la fuente de una bendita inmortalidad; porque Él no fue designado para ser nuestro guía, o simplemente para elevarnos a la esfera de la luna o del sol, sino para hacernos uno con Dios el Padre”.
(Comentarios de Calvino, Vol. XVII, 102-3)