Esta semana continuaremos el estudio del Evangelio de Juan.
Esta pequeña porción de la oración de Jesús está cargada de significado y merece nuestra cuidadosa reflexión:
17:20-23—Una oración por la completa unidad
(1) Jesús menciona específicamente que está orando "por los que han de creer en mí por la palabra de ellos":
a. ¿Cuáles son las implicaciones para estos discípulos que estaban entristecidos y temerosos por la inminente muerte y partida de Jesús?
b. ¿Cuáles son sus implicaciones para nosotros, por quienes Jesús oró?
(2) ¿Por qué tal unidad contribuiría para que el mundo creyera en Cristo? (ver también Jn.13:35)
(3) ¿Qué gloria ha mostrado Jesús a los discípulos? (ver Juan 1:14; Lucas 9:28 y ss.; Apocalipsis 1:12 y ss.)
(4) ¿Qué gloria ha dado a los discípulos? (2 Pedro 1:4; 2 Corintios 3:18; Hebreos 12:10; 1 Juan 3:2 y Romanos 8:30)
(5) ¿De qué manera esta dotación de gloria los haría uno como Él y el Padre lo son?
(6) Es obvio que en su estado actual, la unidad de “todos” los creyentes no es del todo completa; por lo tanto, Jesús ora para que sean “perfeccionados en unidad”. ¿Qué quiere decir Jesús con la expresión “perfeccionados en unidad”?
(7) Cuando los creyentes sean "perfeccionados en unidad", el mundo podrá reconocer (i) que el Padre Lo ha enviado y (ii) que el Padre nos ha amado, así como Lo ha amado a Él: ¿De qué manera esta unidad lo hará posible?
17:24-26—Una oración para que vean la gloria futura
(8) ¿Dónde ha estado Jesús desde Su resurrección?
(9) ¿Cómo será cuando seamos llevados para estar con Él? (ver 1 Jn. 3:2; Col. 3:4; 1 Cor. 13:12 y Job 19:25-27).
(10) ¿De qué manera Jesús continuará dándonos a conocer al Padre?
(11) ¿Usted ha experimentado el resultado del crecimiento continuo en el conocimiento del amor del Padre y la presencia de Cristo en usted?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno" (LBLA) (Juan 17:22).
Dejaré que los eruditos debatan a qué se refiere realmente esta
gloria que Jesús nos dio, aunque tiendo a estar de acuerdo con Lenski en
que
“Es imposible desvincular la gloria que el Padre le ha dado a Jesús de la gloria mencionada en los versículos 1 y 5… El don de la gloria divina no pudo haber sido otorgado a la naturaleza divina del Hijo, puesto que esta naturaleza nunca careció de gloria; de hecho, esta misma gloria es Su naturaleza divina. Esta gloria (mencionada en Juan 17:22) fue dada a Jesús en Su naturaleza humana en la encarnación, cuando el Logos asumió esa naturaleza."
(Lenski, John, 1160)
En lo que respecta a la completa unidad,
“Nuestra unión con Dios y con Cristo hace que nosotros mismos seamos una unidad (en contraposición con el mundo) ... Cualquier desviación de la Palabra en cuanto a la doctrina, la vida o la práctica estropea y trastorna nuestra unidad y obstaculiza el cumplimiento de la oración de Jesús.” (Ibid, 1157)
Si bien no entiendo completamente lo que significa esta "gloria", me hace pensar en lo siguiente:
- Pienso en la “luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver” (1 Ti. 6:16) y cuya presencia ahuyenta todas las tinieblas.
- Pienso en esa gloriosa figura de Cristo que apareció a los discípulos en aquella montaña en Lucas 9:28 y ss., y a Juan en Apocalipsis 1:12 y ss., ante el cual yo también caería como muerto - puesto que Él es demasiado imponente, demasiado poderoso, demasiado inmortal.
- Pero también pienso en la Cruz en la que murió el Príncipe de Gloria venciendo a la muerte, al pecado y a Satanás;
- Pienso en esa gloriosa mañana de Pascua, cuando la piedra fue removida y la tumba no pudo retener a Cristo cuando resucitó de entre los muertos, entre los gritos y el gozo de los ángeles y de toda la creación.
Por último, pienso en el día de Su regreso, cuando nosotros también nos levantaremos para ser reunidos con Él en la gloria. ¡Oh, cuán glorioso será!
(1) ¿Por qué Juan señaló intencionalmente que Jesús salió "sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir” (v.4)?
(2) ¿Sabía Judas que llevarían soldados armados para arrestar a Jesús y a sus discípulos?
(3) ¿Qué esperaba Judas que sucediera cuando los arrestaron?
(4) ¿Sospechaban los discípulos que Judas traicionaría a Jesús? (Juan 13:29)
(5) ¿Por qué las palabras de Jesús — "YO SOY (Ἐγώ εἰμι)" — hicieron que los soldados retrocedieran y cayeran al suelo?
(6) ¿Crees que mantuvieron el mismo tono de voz cuando respondieron por segunda vez “Jesús el Nazareno”?
(7) Busque Juan 6:39 y compárelo con el comentario de Juan en el verso 9 de este pasaje. ¿Piensa usted que la cita de Juan es apropiada? ¿Por qué o por qué no?
(8) Aunque nos gusta culpar a Pedro por haber negado a Jesús, vemos aquí que Pedro puso por obra su compromiso de morir con Jesús (Juan 13:37).
a. ¿Por qué Jesús lo detuvo?
b. A pesar de sus acciones aquí, ¿por qué más tarde Pedro de repente se acobardaría y negaría a Jesús?
(9) Jesús dijo: "La copa que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber?" ¿Qué entiende usted por estas palabras?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y cuando Él les dijo, 'YO SOY', retrocedieron y cayeron a tierra" (LBLA) (Juan 18:6).
En nuestros días son menos los que intentan descartar a Jesús de Nazaret como un mito; prefieren reconocerlo como una figura histórica. Sin embargo, la mayoría de las personas todavía Lo considera un simple hombre, aunque quizás haya sido un rabino de paz y amor con altos estándares éticos que fue víctima de los gobernantes religiosos y políticos de Su tiempo.
Poco tiempo después de la época de Jesús aún vivían testigos que Lo habían “oído ... visto ... contemplado ... y ... palpado”, como el apóstol Juan. Por lo tanto, creo que tampoco las personas que vivían en la Palestina y Roma del primer siglo descartarían a Jesús como un mito. Pero estos también podrían haberlo considerado un simple humano. Esto quizás fue una de las razones por las que el Apóstol Juan decidió escribir otro libro del Evangelio, puesto que era el único Apóstol que sobrevivió hasta los finales primer siglo. Quería asegurar a los creyentes y demostrar al mundo incrédulo que Jesús es más que un simple hombre; es Dios mismo.
Es por ello que Juan registra enérgicamente las varias declaraciones públicas de Jesús en que Él se refiere a Sí mismo como el Gran “YO SOY ”, el mismo nombre de Yahweh (ver la Reflexión Meditativa para Juan 8:48-59, Año 4, Semana #5, Día 29). Y aquí, en este relato del arresto de Jesús, Juan complementa los relatos de los Evangelios Sinópticos con las siguientes palabras:
“Jesús, pues, sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir, salió y les dijo. '¿A quién buscáis?' Ellos le respondieron, 'A Jesús el Nazareno'. Él les dijo, 'Yo soy'. Y Judas, el que le entregaba, estaba con ellos. Y cuando Él les dijo, 'Yo soy', retrocedieron y cayeron a tierra (LBLA) (Juan 18:4-6).
Juan enfatiza que Jesús no fue una víctima indefensa, sino que sabía “todo lo que le iba a sobrevenir”, pero en lo que sigue, Juan afirma una vez más la verdadera identidad de Jesús en su respuesta “YO SOY”. Aunque la versión NIV en inglés traduce Su respuesta con las palabras, "I am He" ("Yo soy Él"), la versión original en griego dice simplemente, "YO SOY (Ἐγώ εἰμι)". ¡Al oír este nombre, estos soldados retrocedieron y cayeron al suelo! No, lo que los tiró al suelo no fue el volumen de la voz de Jesús; fue el poder de este nombre, ¡el nombre de Yahweh!
En efecto, Jesús no fue ninguna víctima; no fue un simple hombre, sino Dios mismo, quien había venido a “beber la copa” del sufrimiento y de la muerte en nuestro lugar, para que el pecado del mundo fuera ser expiado. Él es nuestro Redentor, nuestro Salvador y nuestro Dios. ¡Él es el vencedor, no una víctima!
(1) Cuando casi todos los demás habían huido, ¿por qué eligió Pedro introducirse en un lugar tan peligroso como lo era el patio del sumo sacerdote? ¿Por qué estaba él ahí?
(2) Pedro fue lo suficientemente valiente como para cortarle la oreja a un hombre (que probablemente estaba armado); ¿Por qué, entonces, cedió ante las simples palabras de una sirvienta? ¿Qué había pasado entre estos dos incidentes?
(3) Compare la respuesta que Pedro da a la niña en la puerta en el verso 17 con la que Jesús había dado a los soldados en el verso 5. ¿Qué diferencia hay entre estas respuestas?
(4) ¿Por qué Pedro permaneció allí, incluso después de varios interrogatorios?
(5) ¿Qué habría pasado si el gallo no hubiera cantado?
(6) ¿Por qué Jesús decidió responder a las preguntas de Anás? ¿Debería haber permanecido callado? (Isaías 53:7)?
(7) La respuesta de Jesús fue en esencia un llamamiento a aquellos que Lo habían escuchado a que lo defendieran. ¿Alguien respondió a este llamamiento? ¿Respondió Pedro?
(8) Es obvio que los otros evangelios sinópticos ya habían descrito este juicio ante Caifás y Anás con mayor detalle; por lo tanto Juan decidió incluir solo un breve relato. Sin embargo, ¿por qué Juan decidió incluir también este breve relato de la negación de Pedro? (Ver Juan 21, el evento que restauró a Pedro.)
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo" (LBLA) (Juan 18:27).
Los tres evangelios sinópticos ya habían dado muchos detalles sobre el juicio de Jesús ante el sumo sacerdote y todo el Sanedrín; es natural que Juan no haya considerado necesário dar más detalles en su propio relato del Evangelio. Sin embargo, es interesante notar que como quiera incluyó en su breve relato la negación de Pedro; y en el relato de Juan vemos un fuerte contraste entre la respuesta de Jesús a los soldados que Lo arrestaron — el firme y poderoso “YO SOY” (Juan 18:5) — y la respuesta que Pedro da a la pregunta de una simple sirvienta — “No lo soy” (Jn. 18:17). ¡El contraste es inconfundible! Destaca el hecho de que, a pesar de que Pedro era valiente y amaba a Dios, era solo humano; ¡él no era Dios!
Es cierto que Pedro fue valiente, y mucho más valiente que los demás discípulos. ¡Él fue el único con suficiente valentía como para defender a Jesús, cortando la oreja del siervo del sumo sacerdote, quien obviamente estaba armado! Además, él fue el único discípulo que siguió a Jesús hasta la corte del sumo sacerdote. Aunque, muchos piensan que el "otro discípulo" que era conocido del sumo sacerdote era Juan (Jn. 18:15), es poco probable que Juan haya tenido tales conexiones, puesto que él era hijo de pescador. Calvino considera tal opinión como una pura "conjetura débil". Una sugerencia más creíble sería que este discípulo era alguien como Nicodemo o José de Arimatea (Juan 19:38 y ss.).
Sin embargo, ¿cómo pudo la valentía de Pedro esfumarse al ser confrontado con las palabras de una simple sirvienta? Y luego, ¿cómo podía insistir en su negación al ser interrogado dos veces más, y en esta última vez incluso invocar maldiciones sobre sí mismo (según Marcos 14:71)?
Creo que su acción de cortar la oreja al sirviente fue más bien una reacción instintiva, una especie de coraje espontáneo, especialmente en la presencia de los otros 10 discípulos y de Jesús, probablemente en la expectativa de que ejerciera Su poder divino y quizás se “escabullera” una vez más (Jn. 8:59).
¡Pero esta vez fue diferente!
Jesús no ejerció Su poder divino en absoluto; fue arrestado como un cobarde indefenso, y todos Sus compañeros, los otros diez discípulos, huyeron.
Pero debemos admirarlo, no tanto por su coraje, puesto todo su coraje ya debe haberse desvanecido . Lo que permaneció en él fue el amor — ¡un amor intenso por su Señor! ¡Fue el amor, no su valentía, lo que lo impulsó a correr el riesgo de seguir a Jesús hasta el juicio! Pero por desgracia, ante el primer interrogatorio por parte de una sirvienta, su miedo se apoderó de él. Quizás cambió su comportamiento o incluso su apariencia para evitar ser reconocido, pero todo fue en vano. Al ser tomado por sorpresa, reaccionó nuevamente de manera instintiva, ¡y mintió descaradamente!
Como ocurre con todas las mentiras, una mentira siempre lleva a otra. ¡Él negó al Señor tres veces! Si el gallo no hubiera antado, ¡quizás habría mentido cuatro o incluso cinco veces! Sin embargo, por la gracia de Dios, el gallo cantó, despertando a Pedro de su pecados de traicionar a su Señor. Fue entonces que él salió “fuera y lloró amargamente” (Lc. 22:62).
¿Está usted, como Pedro, en una pendiente resbaladiza en que tu mentira a
Dios y a ti mismo no te puede detener? El gallo ha cantado y es hora de
"salir a llorar".
Juan, a diferencia de los tres evangelistas sinópticos, termina su relato del Evangelio con la narración de cómo Jesús restauró a Pedro después de Su resurrección. Después de esto, Jesús renovó su llamado a Pedro, diciendo "Sígueme" (Jn. 21:19).
(1) ¿Por qué no entraron los judíos en el palacio de Pilato? ¿Qué le dice esto acerca de estos judíos que se preocupaban tanto por la pureza ceremonial y observaban la Pascua con tanta solemnidad?
(2) Lo que está implícito en el Evangelio según Juan ya había sido explicado más claramente en los otros evangelios:
a. ¿Cuál fue la verdadera razón de su deseo de ejecutar a Jesús? (Marcos 14:63-64)
b. ¿Cuál fue la acusación que formularon contra Jesús ante Pilato? (Lucas 23:1-3)
(3) ¿Eran estos judíos diferentes de los extremistas islámicos de nuestros días?
(4) En su interrogatorio, ¿por qué, de todas las preguntas que podría haber hecho, Pilato preguntó a Jesús si era “el Rey de los judíos”?
(5) ¿La respuesta de Jesús en el v. 34 sirvió para dirigir la atención de Pilato a qué verdad?
(6) Yo creo que las palabras de Jesús son atemporales, en el sentido de que esta pregunta debe ser respondida por todos, tanto judíos como no judíos, a lo largo de todas las edades. ¿Está usted de acuerdo?
(7) La respuesta de Pilato en el verso 35 no fue inesperada. Lo que realmente estaba diciendo era: "Quién eres no tiene nada que ver conmigo".
a. ¿Cuál fue la respuesta de Jesús?
b. ¿De qué manera Jesús corrigió el punto de vista erróneo que tenía Pilato acerca de Él en el v. 36?
(8) Ahora que Jesús ha afirmado que Él es rey de otro mundo, vincula Su realeza y reino con la "Verdad":
a. ¿Qué clase de reino es ese que incluye a todos los que están del lado de la verdad?
b. ¿Qué entendía Pilato (o de hecho todos los que son del mundo) que era la "verdad"?
c. Ahora Jesús deja en claro que (i) Él es un rey, (ii) Su reino es de otro mundo que incluye a todos los que están del lado de la verdad y (iii) Él ha venido para dar testimonio de la verdad. Cuán diferente es esta “verdad” de la “verdad objetiva” tal como la entiende el mundo?
(9) Con las palabras "¿Qué es la verdad?", Pilato evitó seguir investigando qué es la verdad y quién es realmente Jesús. En su opinión ¿cuál de las siguientes afirmaciones expresa el significado detrás de la contrapregunta de Pilato?
a. Nadie sabe realmente qué es la verdad.
b. Hay muchas posibles respuestas para esta pregunta.
c. La verdad absoluta no existe.
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“'Los judíos le dijeron, 'Nosotros no nos es permitido dar muerte a nadie' " (LBLA). (Juan 18:31b)
Mientras los funcionarios judíos intentaban manipular a Pilato para que fuera el verdugo de su Mesías, a quien supuestamente habían estado anhelando, la maldad de una religión externa desprovista del temor y el amor a Dios quedó totalmente expuesta. Sin embargo, los estudiosos de la Biblia a menudo se preguntan si bajo el dominio romano los judíos realmente tenían el derecho de infligir la pena capital por su propia cuenta. Permítanme compartirlees las reflexiones de Leon Morris a este respecto:
“La declaración de Juan 18:31 es categórica: los judíos no tenían ningún derecho legal a imponer la pena de muerte. Pero el asunto se complica por el hecho de que los romanos claramente no participaron de la ejecución de Esteban. Por supuesto, es posible entender que su muerte fue en realidad el resultado de un linchamiento en lugar de una ejecución legal oficial ... por otro lado, su apedreamiento puede haber ocurrido de forma legal adecuada, ya que los testigos pusieron sus mantos, aparentemente de manera ordenada, a los pies de un joven llamado Saulo (Hechos 7:58).
"Josefo (el famoso historiador judío) menciona otro apedreamiento que ocurrió un poco más tarde, a saber, la de Santiago, el hermano del Señor (Ant. 20, 200). Pero esta se llevó a cabo en un momento en que no había gobernador en el país y Josefo deja en claro que fue considerado un caso muy irregular. De hecho, el sumo sacerdote fue depuesto debido a ello. La Mishná (una redacción escrita de la 'Torá Oral' judía), además de establecer muchos y detallados regulamentos sobre este método de ejecución, nos dice que R. Eliezer mencionó la ejecución de la hija de un sacerdote por adulterio ... Es muy probable que la razón por la que los romanos prohibirían que los judíos ejecutaran a personas era que al permitirlo estarían abriendo el camino para que personas bajo el dominio romano se involucraran en ejecuciones judiciales de los partidarios de Roma. La cantidad de ejecuciones citados por aquellos que sostienen que los judíos tenían el derecho de ejecutar la pena de muerte es extremamente baja, lo que parece señalar que el procedimiento era raro e irregular.
"Los hechos se explican mejor si entendemos que los romanos reservaban para sí el derecho de imponer la pena de muerte, pero que, en circunstancias excepcionales, cuando había un importante apoyo popular, los judíos podían tomar la ley en sus propias manos sin mucho temor a posibles represalias romanas. Otra opinión, la cual equivale a lo mismo, es que podían pronunciar la pena de muerte, pero solo la podían ejecutar si las autoridades romanas la confirmaran. Sin embargo, en esta ocasión era muy incierta la cantidad de apoyo popular con la cual podía contar el sacerdote. Las propias autoridades tuvieron miedo de arrestar a Jesús durante la fiesta por temor a posibles disturbios (Mc 14: 2). Este claramente era un momento en que los más prudente era conformarse a la letra de los regulamentos y hacer que los romanos actuaran (¡y asumieran la responsabilidad!)… La mejor discusión todavía parece ser la de A.N. Sherwin-White. Él deja en claro que, 'el derecho de infligir la pena capital era, de todas las prerrogativas del gobierno, el que se resguardaba más celosamente. Ni siquiera era confiado a los principales asistentes de los gobernadores', y la evidencia disponible respalda firmente la declaración de Juan (en Juan 18:31)”.
(NICNT, John , 695-7)
En comparación con los demás relatos del Evangelio, parece que Juan nos una perspectiva un poco diferente de Pilato. Reflexionemos sobre este pasaje, examinando con atención a los personajes principales:
Pilato:
(1) ¿Cuál fue su propio veredicto con respecto a Jesús (19:4, 6)
(2) A la luz de su propio veredicto ...
a. ... ¿por qué como quiera mandó que Jesús fuera azotado? (19:1)
b. ... ¿por qué pidió a los principales sacerdotes que crucificaran a Jesús ellos mismos? (19:6)
c. ¿Por qué finalmente hizo que Jesús fuera crucificado? (19:16)
(3) En el transcurso de las negociaciones con los judíos, ¿qué fue lo que más asustó a Pilato? (19:8)
(4) ¿Por qué preguntó a Jesús de dónde venía? (ver 18:36-37)
(5) ¿Por qué Jesús no le respondió?
(6) ¿Por qué dijo al final que Pilato era culpable de un pecado menor?
(7) En su opinión ¿de qué fue culpable Pilato en última instancia?
Los soldados:
(8) A pesar de que el veredicto aún no se había pronunciado, ¿qué fue lo que hicieron los soldados a Jesús?
(9) ¿Se tomaron en serio la afirmación de que Jesús es el rey de los judíos?
(10) ¿De qué pecado eran culpables?
Los principales sacerdotes y los judíos:
(11) Cuando los principales sacerdotes y sus oficiales vieron a Jesús cuando fue conduzido ante ellos con su corona de espinas y su manto de púrpura, ¿por qué gritaron, “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!"? (19:6)
(12) Al principio habían acusado a Jesús de incitar una rebelión, pero Pilato en esencia Lo absolvió de tales acusaciones. ¿Ahora cuál es la base sobre la cual buscaban presionar a Pilato para que Lo crucificara? (19:7)
(13) ¿Era esto un delito imputable bajo el derecho romano?
(14) Cuando Pilato buscó liberar a Jesús con base en Su inocencia, ¿qué táctica utilizaron los judíos para presionar a Pilato para que Lo ejecutara?
(15) ¿Funcionó?
(16) ¿De qué pecado eran culpables, especialmente con base en lo que dijeron en 19:15?
(17) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"'Pilato entonces le dijo, '¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte, y que tengo autoridad para crucificarte?' " (LBLA). (Juan 19:10)
Era un hecho bien conocido de que los romanos despreciaban a los judíos; por lo tanto era obvio que Pilato, como gobernador de la región, no se preocupaba mucho por las disputas que ocurrían entre los mismos judíos sobre cuestiones de su propia ley. Al principio debe haber considerado la presentación de Jesús por parte de los judíos como una molestia. Cuando los judíos se mostraron inflexibles en su decisión de matar a Jesús, Pilato se dio cuenta de la gravedad de la situación: no se trataba simplemente de matar a un judío. Tenía ramificaciones con respecto a la administración de una justicia recta, sobre la cual finalmente tendría que rendir cuentas a César, especialmente si el evento degenerara en algún tipo de disturbio.
Ante la penetrante declaración de Jesús de que Su reino no es del mundo, sumada ahora la acusación de los judíos de que Jesús decía que era el Hijo de Dios (y sin duda agravada por el sueño de su esposa, como se menciona en Mateo 27:19), Pilato, el gobernante despiadado, “se atemorizó aún más” (Jn. 19:8).
Sin embargo, Pilato transformó su miedo en ira y confrontó a Jesús con una pregunta retórica, "¿A mí no me hablas?". Lo que quería decir con eso era que él, como gobernador romano, tenía una tremenda autoridad y poder sobre Jesús. Él era el hombre ante quien se debía inclinar, ante quien se debía suplicar humildemente. Consideraba el silencio de Jesús como un insulto flagrante. Además, a la luz de la situación actual, ¡él era el único que podía otorgar vida o muerte a Jesús, según su voluntad y con una simple señal de su mano!
Lenski tiene razón al citar a Euthymius: “Primero se atemoriza, luego atemoriza. Primero, el Hijo de Dios lo pone nervioso, luego hace sonar su voz como si él fuera un dios y Jesús, el Hijo de Dios, fuera un mendigo. Los extremos se encuentran.” (Lenski, John 1263)
Jesús señala a este gobernador asustado que él no tenía ninguna autoridad "en absoluto" sobre él (según la Versión King James); de hecho, ningún gobernante humano puede determinar si el Hijo de Dios vivirá o morirá. Solo Jesús tiene la autoridad para dar Su vida (Jn. 10:18).
La verdad era que Pilato ya había eludido su responsabilidad de administrar la justicia al pedir a los judíos que ejecutaran a Jesús ellos mismos (Jn. 19: 6). Por lo tanto, no importaba si Jesús moriría en manos de los romanos o directamente en manos de los judíos. ¡Es en este sentido que Pilato fue culpable de un pecado menor que el de Caifás y su gente! Pero el enfasis aquí no está en quien haya cometido un pecado mayor o menor. El hecho es que todos somos culpables de Su muerte, ya sea directa o indirectamente, ¡y eso nos incluye a usted y a mí!
(1) Cuando Pilato capituló ante la presión de los principales sacerdotes y sus oficiales y tuvo que asumir su parte del pecado de la muerte de Jesús (ver Hechos 3:13; 4:27), ¿piensa usted que él, como Judas, estaba más allá del arrepentimiento? ¿Por qué o por qué no?
(2) La afirmación de que Jesús cargó “Su cruz” (en el v. 17) es una declaración cargada:
a. ¿Cuál era su condición mientras cargaba Su propia cruz?
b. ¿Qué significado más profundo podría tener esta frase?
c. ¿De qué manera esta frase amplia el significado de Sus palabras en Lucas 14:27?
(3) El v.18 dice simplemente que crucificaron a Jesús, y que con Él había otros dos.
a. Esto es obviamente un cumplimiento de Isaías 53:9, 12. Además del cumplimiento mencionado aquí, ¿cuál podría ser la importancia del hecho de que “con los transgresores fue contado”?
b. Juan menciona que Jesús fue colgado en medio, entre los dos ladrones. En otras palabras, estos dos pecadores estaban a la misma distancia del Señor. ¿Qué podría simbolizar esto?
c. ¿Qué entendería usted si yo dijera que "ningún pecador está demasiado lejos de Jesús y ningún arrepentimiento se hace demasiado tarde"?
(4) Es posible que la inscripción de Pilato sobre la identidad de Jesús sea su forma de ridiculizar a los judíos. Resultó ser una verdadera descripción de quién es Jesús. A este respecto, ¿cuál podría ser la importancia del hecho de que fue escrito en tres idiomas?
(5) La repartición del manto de Jesús cumplió lo que fue dicho en el Salmo 22:18. Además de ser el cumplimiento de este pasaje, ¿de qué manera sirve como un símbolo del crimen que fue cometido contra el Hijo de Dios?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Tomaron, pues, a Jesús, y Él salió cargando su cruz al sitio llamado el Lugar de la Calavera, que en hebreo se dice Gólgota” (LBLA) (Juan 19:17).
Aunque Lucas nos dice que los soldados romanos obligaron a Simón de Cirene a llevar la cruz de Jesús (Lucas 23:26), yo creo que Jesús probablemente la llevó cierta distancia, hasta que ya no podía más, antes de que Simón fuera obligado a tomar el relevo; de lo contrario, Juan no habría dicho que Jesús salió “cargando su cruz” (Jn. 19:17).
Es obvio que Simón lo tuvo que hacer contra su voluntad, ya que solo estaba pasando por Jerusalén y aún no había creído en Jesucristo. También es obvio que los discípulos, mirando en retrospectiva, deseaban haber tenido suficiente valientía como para estar presentes y cargar la cruz de Jesús, especialmente en ese momento, cuando ya no le quedaban fuerzas. De hecho, esto es lo que hacen muchas personas actualmente durante la Semana Santa; estos llevan una cruz por la Vía Dolorosa para expresar su deseo de llevar la cruz de Jesús. Y nosotros habríamos hecho lo mismo si estuviéramos allí ese día; al presenciar el sufrimiento de Cristo, habríamos corrido para ayudarlo a llevar la cruz — al menos eso es lo que imaginamos que habríamos hecho. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a burlas, incomprensiones, insultos y sufrimientos de todo tipo en la vida real, nuestra tendencia es huir. Pero esto es exactamente lo que Jesús quiere que hagamos, a saber, ¡llevar nuestra propia cruz! (Lucas 14:27).
Hay que entender que nadie puede realmente cargar la cruz de Jesús, así como nadie puede beber la copa de Jesús (Marcos 10:38); pero si realmente deseamos haber cargado la cruz por Jesús ese día, ¡la mejor manera de expresar nuestro deseo es cargar la nuestra!
(1) ¿Quiénes estaban junto a la cruz?
(2) ¿Cuáles eran los motivos de cada uno por estar allí?
(3) ¿Debería haber alguien más allí? ¿Por qué no estaban?
(4) Jesús pronunció dos breves declaraciones. La primera fue dirigida a su madre terrenal.
a. ¿Qué expresión usó Jesús para dirigirse a su madre terrenal?
b. ¿Cuáles eran las implicaciones de Sus palabras, o qué fue lo que lograron?
c. ¿Por qué consideró Jesús que era necesario hacerlo en ese momento?
(5) La segunda declaración fue dirigida a Su discípulo:
a. ¿Qué fue lo que dijo a Juan?
b. ¿Por qué no puso a Su madre bajo la responsabilidad de Sus medio hermanos terrenales?
(6) ¿Qué expresión usó Juan para referirse a sí mismo? ¿Hay algún significado específico con respecto al contexto de este incidente?
(7) Jesús dijo: "Tengo sed". Además de ser el cumplimiento del Salmo 69:21, ¿que nos enseña este detalle sobre los sufrimientos de Jesús como Hijo del Hombre?
(8) Jesús dijo: “Consumado es”. ¿Qué ha consumado Jesús? (Según algunos eruditos, la palabra consumado podía usarse en una transacción comercial para señalar que todas las deudas contraídas habían sido completamente pagadas.)
(9) ¿Qué fue necesario para que Él lo "consumara"?
(10) ¿Este grito fue uno de alivio, de admisión de fracaso o de victoria? ¿Por qué?
(11) ¿Qué importancia tiene el hecho de que Jesús haya entregado Su espíritu (ver Lc. 23:46)?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Jesús “dijo, '¡Consumado es!'. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu" (LBLA) (Juan 19:30).
“No había muerte más terrible que la muerte por crucifixión. Incluso los propios romanos la contemplaban con un escalofrío de horror. Cicerón declaró que era 'la muerte más cruel y espantosa'. Tácito dijo que era una 'muerte despreciable'. Originalmente surgió como un método de ejecución persa. Una posible explicación por ello es que los persas consideraban que la tierra era sagrada y deseaban evitar contaminarla con el cuerpo de un malhechor. Por eso lo clavaban en una cruz, dejándolo para que los buitres y cuervos carroñeros completaran la tarea de matarlo. Los cartagineses adoptaron el método de la crucifixión de los persas; y los romanos lo aprendieron de los cartagineses.
"La crucifixión nunca era usada como método de ejecución en el territorio patrio romano, sino solo en las provincias; incluso allí, solo era usado para matar a esclavos. Era impensable que un ciudadano romano muriera de esa forma. Cicerón dijo: 'Es un crimen que un ciudadano romano sea atado; es un crimen aún peor que sea golpeado; es casi un parricidio que lo maten; ¿Qué diría yo si fuera muerto en una cruz? Una tan acción nefasta como esa no puede ser calificada con ninguna palabra, porque ninguna palabra existe que sea adecuada para describirla'. Fue esta la clase de muerte que Jesús murió, la más temida del mundo antiguo, la que estaba reservada para los esclavos y criminales.
"El procedimiento que se seguía para la crucifixión era siempre la misma. Después de examinar el caso y condenar al criminal, el juez pronunciaba la funesta sentencia: 'Ibis ad crucem', 'irás a la cruz'. El veredicto se ejecutaba inmediatamente. El condenado era colocado en el centro de un cuaternión, una compañía de cuatro soldados romanos. Su propia cruz era colocada sobre sus hombros. Uno debe recordar lo terrible que era la flagelación que siempre precedía a la crucifixión. A menudo era necesario azotar y aguijonear al criminal a lo largo del camino, para mantenerlo en pie mientras se tambaleaba hacia el lugar donde sería crucificado. Delante de él caminaba un oficial con una pancarta en la que estaba escrito el crimen por el que iba a morir, y era conducido por el mayor número posible de calles en camino a la ejecución.
"Había un doble propósito en esto. El propósito más sombrío era para que el mayor número posible de personas se enterara de su destino y fuera advertido. Pero también había un propósito misericordioso. La pancarta era llevada delante del condenado y la ruta más larga era tomada con el fin de que cualquiera que aún podía declarar en su favor pudiera acercarce y prestar declaración. En ese caso, se detendría la procesión y el caso sería examinado nuevamente".
(William Barclay)