La gran importancia de la conversión de esta casa gentil se refleja en el espacio que le dedica Lucas al dar tantos detalles sobre el evento. También se refleja en el hecho de que Pedro utilizó este evento como una prueba en el debate del concilio de Jerusalén narrado en el capítulo 15. Cesarea era una ciudad mayormente gentil, y Cornelio habría aprendido a adorar a Dios en la sinagoga local.
(1) Es evidente que Cornelio era un prosélito del judaísmo que también había adoptado las prácticas de los judíos piadosos. ¿Cuáles de estas prácticas fueron elogiadas por el ángel? ¿Por qué?
(2) ¿Por qué Dios utilizó una experiencia tan milagrosa para señalarle el camino para la salvación mediante Jesucristo?
(3) ¿Qué es lo que más admira usted de Cornelio?
(4) ¿De qué manera podría usted acercarse a una persona que está buscando a Dios de manera genuina, pero que no está adorando al Dios verdadero de la Biblia?
(5) ¿Cómo preparó Dios a Pedro para tener esta importante visión?
(6) Piense sobre el contenido de la visión y el diálogo entre Dios y Pedro:
a. ¿Estuvo correcta la reacción inicial de Pedro al negarse a matar y comer esos animales inmundos? ¿Por qué? (ver Ezequiel 4:14)
b. Puesto que estos alimentos habían sido claramente señalados como impuros o inmundos (ver Levítico 11), ¿por qué la voz del cielo dijo: "Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro."? ¿Cómo había Dios limpiado estas cosas?
Qué significa eso? ¿Qué hace que algo sea limpio o inmundo? (ver Marcos 7:14-19)
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Los cristianos que viven en el Occidente están tan acostumbrados a depender del estado para cuidar de los pobres y solucionar el problema de la pobreza que rara vez nos damos cuenta de que esto ni es el modelo bíblico ni proviene de la enseñanza de la Biblia. A lo largo de las Escrituras, aquellos que son instruidos a cuidar de sus prójimos son las personas, las personas comunes y corrientes. Nunca se culpa al estado a este respecto. Esto no quiere decir que los reyes y los gobernantes no deban tomar la iniciativa en el cuidado de las personas, pero la suposición bíblica es que, como pueblo de Dios, no debemos esperar que los demás se ocupen de los pobres, sino que nosotros debemos cuidar de nuestros prójimos.
Es por esto encontramos en la Ley de Moisés las siguentes instrucciones a los individuos:
“pero el séptimo año la dejarás descansar, sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que ellos dejen, coman las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar" (Éxodo 23:11).
“Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; lo dejarás para el pobre y para el forastero. Yo soy el Señor vuestro Dios” (Levítico 19:10).
“En caso de que un hermano tuyo empobrezca y sus medios para contigo decaigan, tú lo sustentarás como a un forastero o peregrino, para que viva contigo” (Levítico 25:35).
“Porque nunca faltarán pobres en tu tierra; por eso te ordeno, diciendo: 'Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra' " (LBLA) (Deuteronomio 15:11).
Estas son solo algunas de las muchas instrucciones que abordan nuestra responsabilidad individual de cuidar de los pobres.
Podemos ver claramente cuánto a Dios le agrada una persona que se
preocupa por los pobres en las palabras que el ángel habló a Cornelio, el centurión italiano:
"Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios" (Hechos 10: 4).
Esta es la razón dada por el ángel por la que Dios tomó la iniciativa de llevar a Pedro a su casa y mostrarle el camino de la salvación a través de Jesucristo.
Entendemos que nunca ganaremos la salvación por las buenas obras, sino solo por la fe en Cristo. Pero el hecho de ser una persona salva por gracia en Jesucristo no elimina nuestra responsabilidad básica como personas creadas a la imagen de Dios de cuidar a los menos afortunados, los cuales también fueron creados a Su imagen.
(1) ¿Por qué ordenó el Espíritu a Pedro que fuera con estos tres hombres? ¿Por qué se habría mostrado reacio a hacerlo si no hubiera recibido el mandamiento del Espíritu?
(2) Hasta este momento, según el relato de Lucas, el evangelio estaba siendo compartido principalmente en territorios judíos y principalmente con personas de herencia judía. Según la mentalidad de los creyentes, seguía siendo en su esencia un evangelio judío, y el enfoque de estos creyentes aún era la restauración del reino a Israel (Hechos 1:6). Si usted fuera Pedro, ¿qué habría pensado al escuchar la historia que estos tres hombres contaron sobre Cornelio? Ahora que se veía obligado a ir y compartir el evangelio con un hombre que era 100% gentil (a quien nunca había conocido), ¿cuál puede haber sido su lucha interna?
(3) ¿Cómo aprovechó Cornelio esta oportunidad de escuchar el mensaje de este mensajero de Dios?
(4) Al ver el grupo reunido en la casa de Cornelio, ¿cómo interpretó Pedro su visión anterior?
(5) En realidad no existe ninguna "ley" en el AT que prohíba que los judíos se asocien con los gentiles. ¿Por qué, entonces, Pedro consideraba que tal prohibición era parte de la "ley"?
(6) ¿Puede usted pensar en “tabúes” similares que existen entre los cristianos, pero que en realidad no tienen el respaldado de las Escrituras?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy?
No hay duda de que Pedro es la figura más importante de la iglesia cristiana primitiva. Fue él quien tomó la iniciativa al nombrar a un sustituto para llenar la vacante entre los Doce dejada por Judas (Hechos 1); fue él quien tomó la iniciativa en la predicación del primer sermón público en Pentecostés (Hechos 2); fue él quien continuó ejerciendo el liderazgo público ante los sacerdotes y los fariseos. Todo esto resultó en que fuera objeto de persecución y arresto. Quizás fue esta la razón por la que fue elegido para convertir “públicamente” al primer gentil y a su familia (el eunuco etíope se convirtió en un desierto remoto, sin que hubiera ningún testigo judío o cristiano judío excepto el propio Felipe).
A la luz de esto, es aún más alarmante escuchar a este "líder" de la iglesia primitiva decir, "sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo" (Hechos 10:28).
Uno no puede evitar preguntarle a Pedro: "¿Dónde dice eso en la ley?" Es claro que no está en la Ley de Moisés, sino que es más bien una mera tradición humana. Pero después de cientos de años, si no más de mil, de mezclar la tradición humana con la Ley, los judíos, Pedro incluido, ya no podían distinguir entre una cosa y otra. Habían sido educados para pensar que sus tradiciones humanas eran tan sagradas como la Ley. Desde su niñez, Pedro conocía solo aquello que había escuchado y visto y lo que se vivía entre los judíos devotos. Hacer cualquier cosa distinta habría sido simplemente impensable para los judíos, incluido Pedro.
Por lo tanto, ni siquiera la visión especial que había recibido de los animales inmundos pudo eliminar totalmente el poderoso efecto de la tradición humana y el prejuicio racial. Fue necesaria la manifestación indiscutible del Espíritu Santo para convencer a Pedro de tal modo que reconociera: “¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? (LBLA) (Hechos 10:47).
Muchos eruditos bíblicos se refieren a esta experiencia de Pedro como su "segunda conversión". Me pregunto si usted y yo también necesitamos experimentar una “segunda conversión” para que podamos distinguir las tradiciones humanas de las enseñanzas de la Biblia mientras buscamos ser fieles en el servicio al Señor en nuestras iglesias locales.
(1) Imagine que usted fuera Pedro y tuviera que presentar el evangelio de Jesucristo a personas que ya habían creído en un dios, o incluso en el Dios de la Biblia, pero no en Jesucristo. ¿Cuáles son cinco puntos principales o fundamentales que sin duda mencionaría?
(2) Es obvio que el sermón de Pedro habría sido mucho más largo (y en vista de la cultura típica del Oriente, quién sabe cuántas horas podría haber durado), y lo que Lucas nos da es un resumen de los puntos principales de su predicación. ¿Puede usted identificar cuáles son los puntos principales, según fueron resumidos en los siguientes versos:
a. Vv. 34-35:
b. Vv. 36-37:
c. Vv. 38-39:
d. Vv. 40-41:
e. Vv. 42-43:
(3) ¿Qué podemos aprender de estos puntos esenciales, y cómo podemos aplicarlo mientras intentamos compartir el evangelio con otros?
(4) ¿Por qué habrá descendido el Espíritu Santo sobre los oyentes incluso antes de que Pedro pudiera terminar su sermón? ¿Y por qué se quedaron asombrados Pedro y sus compañeros (todos eran judíos "circuncidados")? ¿De qué estaban asombrados?
(5) Estas personas fueron bautizadas después de recibir el Espíritu
Santo. Identifique lo que esto nos enseña sobre los siguientes aspectos:
a. el papel del bautismo
b. la clave para que una persona realmente sea salva
(6) ¿Qué impacto tuvo esta experiencia en la comprensión que tenían Pedro y la primera iglesia judía del plan de salvación de Dios?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy?
Sin duda algunos de ustedes que provienen de una tradición más litúrgica están acostumbrados a pensar en el bautismo casi como si fuera un rito de iniciación necesaria para la salvación. Es importante enfatizar debidamente la importancia del bautismo, puesto que se trata de una instrucción que proviene directamente de nuestro Señor (Mateo 28:19) y una orden muy clara dada por el apóstol Pedro a los primeros conversos en el día de Pentecostés: “Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados." (Hechos 2:38). Además, el Libro de los Hechos deja en claro que cada nuevo creyente era bautizado inmediatamente después de su arrepentimiento. Para la iglesia primitiva, era inconcebible conducir a alguien a Cristo sin bautizarlo.
Sin embargo, es igualmente evidente que la salvación es por la fe solamente y no por obras (Efesios 2:8). Tanto la circuncisión como el bautismo son actos externos. Uno realmente puede ser bautizado sin tener una fe genuina en Jesucristo. Por lo tanto, en última instancia, es la fe en Cristo lo que nos lleva a la salvación.
Lo que Pedro y los creyentes circuncidados presenciaron en la conversión de Cornelio y su casa sirve para confirmar claramente esta verdad. El Espíritu Santo descendió sobre estos gentiles, incluso antes de que Pedro pudiera extenderles un llamado al altar, porque al escuchar las buenas nuevas de Jesucristo, respondieron prontamente con fe en sus corazones. Lo que les permitió recibir la nueva vida en Cristo fue su fe. Y en esta ocasión, su fe fue afirmada por el bautismo, el cual seguía siendo importante como una señal externa de su realidad interna, pero no un "rito de iniciación" a la vida eterna.
(1) Si usted fuera uno de los apóstoles o creyentes de Judea que primero escucharon esta tremenda noticia de la conversión de toda una casa de gentiles, ¿cuál habría sido su primera reacción? ¿Cuál fue la reacción de ellos? ¿Por qué disputaron con Pedro (recuerde que no estaban disputanto con alguien como Felipe, sino con el propio Pedro, su jefe y líder)? ¿En qué aspectos quizás somos semejantes a ellos?
(2) En este pasaje, Lucas cuenta la historia una vez más, ahora por boca de Pedro. ¿Qué enfatizó Pedro, y cuál fue su interpretación de los sucesos? (¿Puede usted sentir que Peter intentaba comunicarles que él había sido igualmente sorprendido y reacio?)
(3) La respuesta de estos creyentes fue: "Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida" (LBLA). ¿Cuál es la reacción de usted ante esta declaración? A la luz de esta declaración, ¿cuál había sido anteriormente el entendimiento de estas personas respecto al plan de Dios de la salvación por medio de Jesucristo?
(4) ¿Hay alguna lección importante que todos los cristianos de todas las edades deben aprender de este incidente?
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Sin duda la conversión de la familia y los amigos de Cornelio fue una gran noticia para toda la región, porque era una prueba convincente de que "también los gentiles habían recibido la palabra de Dios" (LBLA) (Hechos 11:1).
Uno podría suponer automáticamente que la respuesta inmediata de estos discípulos judíos fuera una de gozo. Después de todo, de esto mismo se trata la Gran Comisión, a saber, de la difusión del evangelio hasta los confines de la tierra.
Sin embargo, leemos que cuando Pedro regresó a Jerusalén, "los que eran de la circuncisión le reprocharon, 'Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos'” (LBLA) (11:3).
En otras palabras, aunque no podían negar que “el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles” (10:45), discrepaban con Pedro en cuanto a la manera en que había compartido el evangelio. Peor aún, mantuvieron su mentalidad farisaica que se preocupaba poco por las personas, ni siquiera cuando se trataba de su destino eterno. ¡No eran más que metales que resonaban y cíbalos que reteñían, porque estaban totalmente desprovistos de amor! En lugar de regocijarse con el Espíritu Santo por el arrepentimiento de los pecadores, estaban furiosos porque Pedro de alguna manera había violado la pureza de sus creencias.
Desafortunadamente, esta misma mentalidad farisaica continúa levantando su fea cabeza en muchas comunidades cristianas. Más de una vez he visto a personas (y de vez en cuando multitudes de personas) venir a Cristo en campañas evangelísticas. Pero luego, muchos cristianos, en lugar de regocijarse por la obra del Espíritu Santo y el tremendo milagro de la salvación de estas almas, optaron por discrepar con la manera en que se llevó a cabo las campañas evangelísticas. Algunos estaban disgustados por el lugar secular en que se realizó, mientras que otros criticaron la música o no estaban de acuerdo con el estilo en el cual el mensaje del evangelio fue presentado. Es cierto que yo también lo criticaría si el mensaje del evangelio fuera distorsionado, si no se mencionara el pecado, si no se exigiera el arrepentimiento o si no fuera extendida ninguna invitación a recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. Pero cuando el mensaje del evangelio es presentado claramente, debemos regocijarnos grandemente por el arrepentimiento de los pecadores, como Jesús nos enseñó en las tres parábolas de Lucas 15. De lo contrario, no solo seremos culpables del mismo pecado que estos creyentes circuncidados de Jerusalén, sino también entristeceremos el corazón de nuestro Padre como el hermano mayor del hijo pródigo.
(1) Lucas ahora retoma la historia que había comenzado al inicio del capítulo 8, y de manera hábil y deliberada vincula los siguientes eventos con el informe anterior de Pedro. ¿Puede usted percebir cuál es ese vínculo?
(2) Tenga en cuenta que Lucas utiliza esta sección sobre cómo el evangelio fue recibido más allá de Jerusalén, Judea y Samaria para ayudarnos a ver la progresión de la Gran Comisión dada en 1:8, y también para mostrarnos que el evangelio ya había pasado por las tres primeras regiones. Ya ha comenzado a alcanzar "los confines de la tierra".
¿Por qué la “iglesia en Jerusalén” necesitaba enviar a Bernabé a Antioquía (observe que algunas versiones de la NIV en inglés utilizan la palabra “evidencia” en el v. 23: "vino y vio la evidencia de la gracia de Dios")? ¿Cree usted que estas personas entendieron bien de lo que se trataba la Gran Comisión?
(3) Lucas ahora destaca dos figuras significativas que tomarían el relevo para alcanzar el mundo gentil. Estos son Bernabé y Saulo. Separe un momento para reflexionar sobre quiénes eran estos dos y piense en por qué, de todos los posibles obreros, ellos fueron quienes Dios elegió para esta importante tarea. ¿Cuán especiales eran?
(4) ¿Cuán especial era la iglesia de Antioquía? ¿Por qué los discípulos fueron llamados "cristianos" (una palabra que significa "los de Cristo") por los no creyentes en Antioquía primero, y no en Jerusalén? ¿A los ojos de los de fuera, es decir, de los de la iglesia de Jerusalén, cuán diferente era la iglesia de Antioquía?
(5) ¿Qué querían decir las personas cuando llamaban a los discípulos de Antioquía "cristianos"? ¿Qué quieren decir las personas hoy cuando a usted le llaman "cristiano"?
(6) ¿Cómo respondieron las iglesias gentiles ante la hambruna que afectó Jerusalén? ¿Quiénes estaban a cargo de la recolección? (Tenga en cuenta que parte del trasfondo de 2 Co. fue la ávida respuesta de la iglesia con respecto a este tema, una respuesta que se había enfriado a lo largo de un año. (ver 2 Co. 8: 10-11)
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Sin duda es una gran sorpresa que la ciudad de Antioquía haya sido donde los creyentes de Jesucristo por primera vez fueron llamados cristianos. ¿Por qué no en Jerusalén, donde estaba la mayor número de creyentes, la mayor concentración de apóstoles y, por lo tanto, la autoridad apostólica?
Ray Bakke nos explica de manera perspicaz que Antioquía, con su gran población (más de 500.000 personas), era una ciudad multiétnica que estaba segregada en los sectores griego, sirio, judío, latino y africano. Pero a medida que se predicaba el evangelio, "personas de diferentes orígenes étnicos comenzaron a cruzar los muros internos de la ciudad para escuchar el evangelio y unirse a la iglesia". Como resultado, tanto la iglesia de Antioquía como su equipo de liderazgo "coincidía cada vez más con las etnias, clases y culturas" de la ciudad.
Mientras tanto, la iglesia en Jerusalén seguía siendo una iglesia compuesta mayormente de una sola etnia, clase y cultura: la de los judíos.
Aquellos que escuchaban el evangelio entendían que el evangelio es un evangelio de reconciliación entre los hombres y Dios, y de derribar las barreras de etnia, clase y cultura. Aunque la iglesia de Jerusalén predicaba este evangelio, la iglesia de Antioquía logró “concretizar” su esencia.
Me pregunto si seríamos capaces de “concretizar” el mismo mensaje del evangelio en el mundo de hoy.
Después de un periodo de paz (9:31), la iglesia de Jerusalén una vez más está enfrentando la persecución, pero esta vez no viene directamente de los judíos, sino de un gobernante político. Aunque no sabemos por qué Herodes comenzó a arrestar a los creyentes, lo que sabemos es que sus acciones fueron alentadas aún más por su deseo de agradar a los judíos. Como parte de sus esfuerzos por complacer a los judíos, aplazó el juicio (y probablemente la ejecución) de Pedro con el fin de respetar la Pascua judía.
(1) Si usted fuera uno de los primeros creyentes de Jerusalén, ¿cómo habría reaccionado ante esta nueva ola de persecución, especialmente al escuchar la noticia del arresto de Pedro? ¿Cómo reaccionó la iglesia ante el encarcelamiento de Pedro?
(2) Hasta donde sabemos, Pedro sería asesinado a manos del emperador
romano Nerón unos años más tarde. ¿Por qué Dios decidió rescatarlo
en este momento, y por qué lo hizo de una manera tan milagrosa? Piense en lo que esto habría significado
para las siguientes personas:
a. Pedro
b. los creyentes de Jerusalén
c. Herodes (quien realmente era un gobernador a quien el Emperador había otorgado el título de Rey)
(3) Un famoso erudito de la Biblia, William Barclay, afirmó que “No es necesario que veamos un milagro en esta historia” (Barclay, Hechos, 95). ¿Cómo refutaría usted su afirmación?
(4) Con base en este incidente, ¿qué sabe usted sobre Juan Marcos, el joven que más tarde se uniría al viaje misionero de Pablo y Bernabé, solo para abandonarlos antes de tiempo? (ver Hechos 12:25 y 13:13)
(5) ¿Qué estaban haciendo las personas cuando Pedro llamó a la puerta? ¿Por qué no creían que era Pedro? ¿Qué nos enseña esto sobre nuestra actitud de oración?
(6) ¿Cuáles podrían ser los mensajes que Lucas nos quiere comunicar en esta porción al relacionar la historia de la muerte de Herodes con su persecución de la iglesia?
(7) ¿Puede usted pensar en algún relato semejante a este que ocurrió en nuestros días cuando algún hombre moderno intentó usurpar la gloria de Dios?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy?
Al llegar a Hechos 11, vemos que los primeros cristianos ya entienden
que la persecución y el sufrimiento son una parte importante
de seguir a Jesús. De hecho, de ahora en adelante, la
persecución vendría de otras fuentes, y no solo de los judíos; vendría
del propio gobierno. La severidad creciente de la persecución y la
valentía de
estos primeros discípulos me recuerdan la tremenda presión que enfrentó
Martín Lutero y el valor con el cual la enfrentó. Los invito hoy a
reflexionar sobre
la letra de su famoso himno, Castillo fuerte es nuestro Dios:
1Traducción por Juan B. Cabrera
Castillo fuerte es nuestro Dios.
Defensa y buen escudo;
Con su poder nos librará
En todo trance agudo.
Con furia y con afán
Acósanos Satán,
Por armas deja ver
Astucia y gran poder;
Cual él no hay en la tierra.
2
Nuestro valor es nada aquí,
Con él todo es perdido;
Mas con nosotros luchará
De Dios, el escogido.
Es nuestro Rey Jesús,
Él que venció en la cruz,
Señor y Salvador,
Y siendo él solo Dios,
Él triunfa en la batalla
3
Y si demonios mil están
Prontos a devorarnos
No temeremos, porque Dios
Sabrá cómo ampararnos.
Que muestre su vigor
Satán, y su furor
Dañarnos no podrá,
Pues condenado es ya
Por la Palabra Santa.
4
Esa palabra del Señor,
Que el mundo no apetece,
Por el Espíritu de Dios
Muy firme permanece.
Nos pueden despojar
De bienes, nombre, hogar,
El cuerpo destruir,
Mas siempre ha de existir
De Dios el reino eterno.
Ahora Lucas dirige su atención a las iglesias que se encontraban lejos de los territorios judíos.
(1) Se sabe que Antioquía era una ciudad multiétnica que estaba dividida en distintos distritos donde habitaban las personas según su etnia. Sin embargo, Lucas enfatiza los nombres de los líderes de la iglesia, los cuales muestran claramente que eran de diversos etnias (había latinos, africanos y judíos).
¿Qué le enseña esto sobre esta iglesia en Antioquía y cuán poderosa fue su mensaje para la sociedad segregada de Antioquía, con respecto a la naturaleza de la iglesia?
(2) Saulo ya había sido apartado por su llamamiento en el capítulo 9. ¿Qué importancia tiene el hecho de que él y Bernabé hayan sido enviados por la iglesia de Antioquía? ¿Acaso su llamamiento individual no habría sido suficiente para que iniciaran su obra misionera? ¿Qué mensaje hay para nosotros en esta sección sobre el envío de misioneros?
(3) También es importante la manera en que el Espíritu Santo eligió hablarles. ¿Qué clase de iglesia sería la más adecuada para ser usada por Dios en su obra misionera?
(4) ¿Por qué eligió el Espíritu Santo enviar a dos personas juntas al campo misionero?
(5) Con base en lo anterior, ¿qué podemos aprender de la iglesia de Antioquía con respecto a cómo debemos realizar la obra misionera hoy?
(6) La repetición es una herramienta literaria importante utilizada para enfatizar ciertas ideas. ¿Puede usted identificar ciertas palabras o términos repetidos por Lucas en esta porción? ¿Cuáles ideas son enfatizadas?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy?
De vez en cuando escucho a los siervos de Dios decir: "Yo solo rindo cuentas a Dios". A menudo se dice en conflictos que surgen entre el pastor y los líderes laicos. Me he encontrado con tantos conflictos en la iglesia que me parece insensato tomar un partido a menos que se trate de algún error moral flagrante o una la violación de alguna doctrina fundamental. Sin embargo, esto rara vez es el caso. Hay momentos en que lo único que puedo hacer es lamentarme ante las acciones de líderes laicos ávidos de poder, pero también hay momentos en los que lamento la arrogancia de los pastores ordenados por Dios.
Por lo tanto, realmente me siento refrescado al leer acerca de cómo la iglesia en Antioquía encargó a Pablo y Bernabé, los cuales en seguida se embarcaran en su viaje misionero. Piense en lo siguiente: si alguna vez hubo un pastor que estuviera totalmente justificado al decir "solo rindo cuentas a Dios", ese pastor era el apóstol Pablo. El único que lo había conducido a Cristo fue el propio Cristo. Además, había recibido directamente del propio Señor su llamado de ser el apóstol de los gentiles . Por lo tanto, lo único que tenía que hacer era embarcarse en su viaje misionero que lo llevaría más allá de Judea y Samaria, sin la ayuda, el apoyo o el encargo de nadie. Sin embargo, eso no fue lo que hizo.
Esperó mientras ministraba entre las personas de Antioquía, hasta que el Espíritu Santo dijo a la congregación en Antioquía que lo apartara a él y a Bernabé. La iglesia respondió a la orden del Espíritu Santo con más oración y ayuno, y luego impusieron las manos sobre los dos misioneros y los despidieron. (Hechos 13:1-3)
Luego, al final de su viaje misionero,
“y de allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Cuando llegaron y reunieron a la iglesia, informaron de todas las cosas que Dios había hecho con ellos...” (LBLA) (Hechos 14:26-27).
¡Qué ejemplo de humildad!
Pablo realmente podría haber ido por cuenta propia en respuesta al sagrado llamado que había recibido directamente del Señor. Pero decidió esperar; y luego se sometió a la iglesia de Antioquía, siendo por ella encargado y apoyado. Luego, terminada la obra, tuvo la humildad de “presentar un informe” a la iglesia. ¿Por qué haría eso? Pablo entendía que la obra misionera es una obra de toda la iglesia. Él iba en nombre del pueblo de Dios. También entendió que no podía hacerlo solo; necesitaba la aprobación y el apoyo del pueblo de Dios. También entendió que esta siempre ha sido la manera que Dios usa para que tengamos a quién rendir cuentas, a saber, que rindamos cuentas a Su pueblo, la iglesia.
Es cierto que someterse a la iglesia conllevaba que la obra procedería con más lentitud. Y cuando surgen los desacuerdos, es una molestia soportar a aquellos que quizás no entiendan ese corazón de Dios (tan bien como creemos que nosotros lo entendemos). A pesar de ello, la sumisión y participación de la iglesia es muy importante, tanto para la iglesia como para nosotros. Es solo a través de esta participación que la iglesia puede ver crecer su pasión por la Gran Comisión y por los perdidos (y generar los sucesores quienes recibirán de nosotros la batuta), y es solo mediante su apoyo - sus oraciones y su función como aquellos a quienes nosotros rendimos cuentas - que nosotros podemos ser fieles y capaces de llevar a cabo el ministerio que se nos ha encomendado.
Si el apóstol Pablo necesitaba la iglesia de Antioquía para llevar a cabo la visión que Dios le había dado, ¡cuánto más nosotros necesitamos a nuestra iglesia y a nuestros hermanos y hermanas!