Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 7:1–6

En el capítulo anterior, especialmente en la porción en que se refiere a nuestro bautismo, el apóstol Pablo nos recordó que hemos muerto al pecado. Él señala nuestra unidad con Cristo en Su muerte cuando dice que nuestro "antiguo yo" (un concepto al cual Pablo se refería a menudo con la expresión "nuestra carne") fue enterrado y crucificado con Cristo. En esta perícopa, Pablo nos hace ver una nueva dimensión de la muerte de nuestro antiguo yo.

1. Además de haber muerto a nuestro pecado, ¿a qué otra cosa morimos "también", según el v. 4?

2. ¿Qué intenta comunicar Pablo al compararnos a una mujer casada que había estado ligada (anteriormente) por la ley a su esposo?

3. ¿Con quién estamos casados actualmente, debido a la justificación por la fe?

4. ¿Cuál es el propósito de estar casados con (pertenecer a) Cristo, aquél que resucitó de entre los muertos? (v. 4)

5. ¿Qué fruto llevábamos antes?

6. ¿Qué fruto se supone que debemos llevar ahora? ¿Usted está llevando fruto en su vida?

7. Pablo dice que las pasiones pecaminosas que actuaban en nosotros fueron despertadas por la ley. ¿Qué quiere decir con eso? ¿Cuáles implicaciones podría tener esta afirmación? (v.5)

8. ¿Qué quiere decir la frase "sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra" (RVR60)?

9. Compare el concepto de "haber muerto al pecado" con el de "haber muerto a la ley":
a. ¿Cuál podría ser la diferencia entre ellos?

b. ¿Cuál podría ser su similitud?
10. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El nuevo camino del Espíritu

Durante muchos años, he tenido el privilegio de caminar junto a hombres cristianos a través de un programa de discipulado que dura 33 semanas. Me ha dado un gran gozo ver a muchos que antes no sabían mucho acerca de la Biblia llegar a amar su lectura. Sin embargo, la transformación es un largo proceso, especialmente para algunos hombres que llegaron a conocer a Cristo, o que comenzaron a tomar en serio su relación con Cristo, en la segunda mitad de su vida. Ellos tienen muchos conceptos y valores seculares que necesitan ser “des-secularizados”. También tienen mentalidades "legalistas" que necesitan ser sometidas a la gracia.

Mientras ayudaba a algunos de ellos a formular su propia Declaración de Misión Personal, vi que muchas veces adoptaban los Diez Mandamientos como su regla de vida. Sin embargo esto refleja su falta de comprensión del "nuevo camino del Espíritu" (Rom. 7: 6).

Jesús, en Su “Sermón del Monte”, ya señaló la inutilidad de observar la letra de la ley. Por lo tanto, debemos no solo evitar el adulterio físico, sino que debemos mantener nuestros pensamientos puros, así reflejando que el “fruto” que llevamos para Dios proviene del amor que cultivamos por Él.

Si permanecemos bajo el antiguo "código escrito" (Rom. 7: 6), nunca podremos llevar fruto para Dios. Si hacemos de los Diez Mandamientos la regla central de nuestra vida, continuaremos viviendo como esclavos del pecado, siendo condenados por los Mandamientos. Por el contrario, si nos enfocamos en cultivar una relación de amor con Dios, permitiremos que el Espíritu Santo que habita en nosotros desate su poder para transformarnos cada vez más a la semejanza de Dios.

Es más, aún no entiendo por qué es necesario colocar los Diez Mandamientos dentro del Tribunal. La cruz es un símbolo mucho mejor, puesto que los Diez Mandamientos no pueden ni salvar a los hombres ni disuadirlos de cometer el pecado. Solo cuando la vida de una persona es cambiada por el Espíritu Santo, por medio de la fe en Jesucristo, podrá nacer para Dios el fruto del arrepentimiento.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 7:7–13

En la sección anterior, Pablo nos recordó de nuestra nueva vida en Cristo, la cual no está bajo la ley. Él enfatizó el punto de que "la pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros" (NVI) (7:5). Esta frase parece insinuar que la culpa la tiene la ley. En este capítulo, él busca aclarar lo que quiso decir. Tenga en cuenta que Pablo comienza a usar la primera persona y el tiempo pasado (pretérito perfecto) al dar su explicación:

1. Repase la respuesta que usted dio a la pregunta 7 en la lección anterior. ¿Cuál fue su respuesta a la pregunta sobre el versículo 5?

2. En 7:5, Pablo dice que “las pasiones pecaminosas despertadas por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo” (LBLA). ¿Cómo aclara 7:7-8 lo que Pablo quiso decir?

3. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones hace Pablo en 7:7?
a. Si no fuera por la ley, él no sabría que había pecado (o codiciado).

b. Si no fuera por la ley, él no sabría cuál había sido su pecado (la codicia).
¿Cuál es la diferencia entre las dos afirmaciones?

4. En 7:8, Pablo comienza a usar el término “mandamiento” en lugar de la palabra “ley”. Muchos eruditos entienden que esto se trata de una referencia al décimo mandamiento. ¿Cuál de los dos aprovechó la oportunidad de producir en él todo tipo de codicia - el pecado, o el mandamiento? ¿Cuál es la diferencia?

5. Cuando Pablo dice, "aparte de la ley, el pecado está muerto", ¿qué quiere decir él con la frase "el pecado está muerto"? (Tenga en cuenta que el pecado no es una persona.)

6. Parece que los vv. 9-11 son un recuerdo de Pablo de cómo el pecado se valió de la ley en su propia vida:
a. Debido a la llegada de la ley (probablemente una referencia a los 10 Mandamientos), el pecado revivió, y él murió.

Puesto que (según Efesios 2:1) Pablo ya estaba muerto, con o sin la ley, ¿qué quiere decir cuando afirma que estábamos vivos aparte de la ley, pero morimos cuando el pecado revivió con la llegada del mandamiento?

b. Lo que en realidad le trajo el mandamiento vivificante fue la muerte; sin embargo, lo que realmente lo engañó y mató fue el pecado (que se valió del mandamiento).

¿Usted se identifica personalmente con la descripción de Pablo dado en estos versículos de su vida antes de ser cristiano?
7. ¿De qué manera esta explicación respalda su declaración en el v. 12 respecto a la ley?

8. En este contexto, ¿de qué manera el mandamiento hace que “el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso”?

9. Permíteme utilizar una analogía de uno que excede la velocidad legal en una carretera cuyo estado ya es malo (por ejemplo, es estrecha, tiene muchos baches, es sinuosa y peligrosa en clima extremamente tormentosa). En esta analogía ¿qué efecto tendría la colocación de una señal de límite de velocidad máxima? Intente entender el pecado y la ley mencionados en esta sección, comparándolos con la ofensa de exceso de velocidad y la señal. ¿La explicación de Pablo ahora tiene más sentido para usted?   

10. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¡La buena ley condena!

Al argumentar sobre la futilidad de la justificación por las obras (o la ley), Pablo tiene cuidado en no transmitir la noción equivocada de que haya algo malo en la ley, la cual él sostiene que es “santa, justa y buena” (Rom. 7:12).  No obstante el cuidado de Pablo, es posible que su argumento en Romanos 7 todavía resulte bastante confuso para muchos.

Por lo tanto, permítame utilizar la analogía que ya mencioné hoy en la sección de reflexión sobre las Escrituras en un esfuerzo por aclarar el argumento de Pablo. La analogía se trata de una señal de límite de velocidad (es decir, el mandamiento o la ley) de, digamos, 15 mph (24 kph), colocada en una carretera estrecha, sinuosa y llena de baches. Usted (como yo) tiene prisa, y no le gusta estar sujeto al límite de velocidad; por lo tanto, usted está manejando con una velocidad de, digamos, 60 mph (96.6 kph). Utilizando esta analogía, permítame parafrasear Romanos 7:7-13 de la siguiente manera:
“No hubiera llegado a conocer el pecado (el exceso de velocidad) si no hubiera sido por medio de la ley (la señal colocada). Porque yo no hubiera sabido lo que es el exceso de velocidad si la señal no hubiera dicho, "No conducirás a más de 15 mph (24kph)". Pero el pecado, aprovechándose de la oportunidad que le brindaba la señal, produjo en mí toda clase de deseo de acelerar. Porque aparte de la señal, el pecado estaba muerto. Y en un tiempo, tuve la libertad de conducir tan rápido como quería, aparte de la señal; pero cuando llegó la señal, el pecado revivió, y yo morí. Descubrí que esta señal, cuya intención era traer vida, en realidad me resultó para muerte. Porque el pecado, aprovechándose de la oportunidad que brinda la señal, me engañó (15 mph es ridículo) y por medio de la señal me mató. Así que la señal es santa ... buena ... para que el pecado, a fin de mostrarse que es pecado, usó lo que es bueno para que por medio de la señal el pecado llegara a ser en extremo pecaminoso."

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 7:14–25

Pablo sigue usando la primera persona del singular, con la diferencia de que ahora comienza a usar el tiempo presente. Hay que suponer que este cambio al tiempo presente es intencional. Si los versículos anteriores son una autobiografía de la antigua vida de Pablo, o una biografía de "todo hombre" (Bruce, 139), se puede concluir que esta sección (en mi opinión) se entiende mejor como el testimonio de su vida presente como cristiano:

1. Al describir la lucha que hay dentro de sí mismo, Pablo parece señalar que él tiene dos "partes" y que hay dos "leyes" que operan.  Subraye todos los términos que él usa para describir la parte que
a. aún sucumbe al pecado.

b. se deleita en la ley de Dios (no en la Ley de Moisés, sino en la ley del Espíritu).
2. Al describir su naturaleza pecaminosa, la cual sigue siendo parte de él, Pablo usa los siguientes términos para describirse a sí mismo: “no espiritual” (literalmente, de carne, v. 14), “naturaleza pecaminosa” (carne, v. 18), “mis miembros” (v. 23) y “este cuerpo” (v. 24).

¿Qué le dice el hecho de que Pablo usa el tiempo presente para referirse a su "antiguo yo", el cual supuestamente había muerto al ser crucificado con Cristo (6: 6)?

3. Para describir la nueva vida, Pablo emplea términos como "el hombre interior" (v. 22) y “mi mente” (vv. 23, 25). Con base en estos términos y según su propio entendimiento, ¿qué es lo que se está haciendo nuevo en nosotros? (ver Rom.6:4, 12:2; 2 Co. 5:17, 1 Jn. 5:11.)

4. Según esta sección, independientemente de si Pablo logra o no la victoria sobre el pecado, ya ha habido un cambio fundamental en él, ahora que es cristiano. ¿Cuál es ese cambio?

5. ¿A qué atribuye Pablo "su fracaso al intentar llevar a cabo este nuevo deseo de hacer lo bueno" (v. 18)? ¿Se trata de una renuncia (v. 19)? ¿Por qué o por qué no?

6. Como cristiano, ¿usted ha experimentado un cambio respecto a aquello que le deleita (v. 22) y aquello que usted desea hacer (v. 21)?

7. Puesto que hubo un cambio notable en Pablo, ¿por qué hay todavía una lucha tan intensa en su vida cristiana?

8. Como cristiano, ¿usted ha luchado como Pablo?

9. ¿Cuál descubrimiento de Pablo es la clave de la victoria en esta lucha?

10. ¿Qué significa la frase "por Jesucristo Señor nuestro"? ¿Cómo funciona esto? ¿Usted ha experimentado tal clase de liberación por Jesucristo? ¿Por qué o por qué no?

11. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Hazme un Cautivo, Señor

Mientras reflexionamos sobre este gran pasaje en Romanos 7: 14-25 donde se describe la intensa lucha contra el pecado en la vida de Pablo, una lucha con la cual todos nos identificamos, los invito a reflexionar sobre la letra de un gran himno escrito por George Matheson, quien fue muy utilizado por el Señor a pesar de haberse quedado totalmente ciego a los 20 años.
Hazme un cautivo, Señor, y entonces seré libre.
Fórzame a rendirte mi espada, y seré un conquistador.
Me hundo en las alarmas de la vida, cuando me paro por mi cuenta.
Aprisióname dentro de tus brazos, y mi mano fuerte será.

Mi corazón es débil y pobre, hasta que halla un Amo.
No tiene curso de acción seguro, varía con el viento.
No puede moverse con libertad, hasta que Tú has roto su cadena.
Hazlo tu esclavo con tu amor inigualable, y reinará inmortal.

Mi voluntad no es mía propia, hasta que Tú la has hecho Tuya.
Si llegara a alcanzar el trono de un monarca, deberá renunciar a su corona.
En medio del conflicto, sólo permanecerá indoblable,
Cuando se recuesta en tu regazo, y halló su vida en Ti.

George Matheson (1842-1906)

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 8:1–11

Quizás el lector piense que la solución que encuentra Pablo para su lucha es demasiado fácil (7:25), y quizás al lector le resulte difícil entender cómo funciona. Por lo tanto, Pablo explica cómo podemos apropiarnos de este poder de liberación por medio de Cristo:

1. ¿Según lo que dice Pablo en 7:25, cuál es la solución a su lucha?

2. ¿Cuáles son las dos leyes que siguen vigentes en los cristianos? ¿Cuál de las dos es la más poderosa? ¿De qué manera?

3. Como pecadores, deberíamos ser condenados. ¿Por qué, entonces, no hay condenación para los que están en Cristo? (vv. 3-4)

4. El v. 4 nos describe como aquellos “que no vivimos (o andamos) según la carne, sino conforme al Espíritu”. ¿Cómo podemos caminar según el Espíritu? Según el v. 5, ¿dónde se encuentra el campo de batalla?

5. ¿Qué pasa cuando elegimos someternos a la mente de la carne? (vv. 6-7)

6. ¿Qué pasa cuando elegimos someternos a la mente del Espíritu? (vv. 6-7)

7. ¿Qué hace posible que seamos gobernados por el Espíritu? (v. 9)

8. ¿Cuán poderoso es el Espíritu de Dios que vive en nosotros? (vv. 10-11)

9. ¿Usted ha podido valerse del poder del Espíritu en su vida? ¿Por qué o por qué no?

10. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Nuestra mente es el campo de batalla

En Romanos 8:1-11, donde Pablo nos insta a vivir una vida que está en conformidad con el Espíritu Santo, o que es gobernada por él, Pablo se refiere repetidas veces a nuestra mente. En otras palabras, nuestra mente es el campo de batalla donde ocurre la lucha contra nuestra naturaleza pecaminosa. Es por eso que Pablo nos insta a fijar la mente en lo que el Espíritu desea, y no en lo que desea la carne.

Asimismo, en Colosenses 3:2, Pablo nos insta a fijar nuestra mente en las cosas de arriba y no en las de la tierra.

En este contexto, vale la pena citar las siguientes palabras de James Allen:
“Cada semilla (pensamiento) que se siembra o que se permite caer en la mente y echar raíces, tarde o temprano florece y produce su propio fruto, según las oportunidades y circunstancias. Los buenos pensamientos producen buenos frutos, mientras que los malos pensamientos producen malos frutos.

"El mundo exterior de las circunstancias se acomoda al mundo interior de los pensamientos. Tanto las condiciones externas agradables como las desagradables son factores que contribuyen al bien supremo del individuo. Puesto que es el cosechador de su propia cosecha, el hombre aprende tanto a través del sufrimiento como a través de la felicidad.

"Al seguir los deseos, las aspiraciones y los pensamientos más íntimos, por los cuales uno se deja dominar ... el indivíduo llega por fin a un estado de realización y cumplimiento, respecto a la condición exterior de su vida ”.

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 8:12–17

1. Puesto que el poderoso Espíritu de Dios que resucitó a Cristo de los muertos vive en nosotros, dice Pablo, tenemos una obligación. ¿Cuál es esta obligación? (vv. 12-13)

2. ¿Cuáles serán las consecuencias si seguimos viviendo según la carne?

¿Qué significa "moriréis"? ¿Acaso Pablo no había declarado en 8: 1 que "ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús"?

3. "El arminiano cree que un creyente regenerado puede en efecto volver a tener un estilo de vida ‘carnal’, por lo que la amenaza que contiene este versículo se vuelve real. Sin embargo, el calvinista cree que el creyente que en verdad ha sido regenerado, aunque pueda llegar a cometer actos ‘carnales’ con cierta frecuencia, será impedido infaliblemente por el Espíritu en su interior de volver a un estilo de vida carnal”.  (Moo, Romanos, 494)

¿Cuál de las dos posiciones cree usted que sea la correcta? (Ver la Nota más adelante.)

4. Según el v. 14, ¿cuál es la evidencia de que uno realmente es un hijo de Dios?

5. Anteriormente, en el capítulo 5, Pablo había señalado que todos somos esclavos de algo - o de los pecados, o de la justicia. Pero aquí, Pablo afirma que nuestra posición realmente está por encima de la de los esclavos, puesto que los esclavos viven con miedo (v. 15).

¿Puede usted afirmar que ya no vive con miedo?
¿Por qué o por qué no?

6. Pablo dice que nuestra posición como hijos nos da todos los privilegios de ser hijos, y que por lo tanto no necesitamos vivir con miedo.
a. ¿Por qué utiliza la palabra “adopción” para referirse a nuestra filiación? ¿Cuán apropiado es este término?

b. Aunque somos adoptados, disfrutamos plenamente de la filiación, de modo que podemos llamar a Dios, "Abba, Padre” y somos "coherederos" con Cristo.
  1. ¿Qué significa el uso del término "Abba"? (Ni siquiera los judíos se atrevían a dirigirse a Dios con este término arameo, el cual era utilizado por los niños pequeños para dirigirse a sus padres.) (ver también Mc. 14:36)
  2. ¿Cuán especial es el verbo "clamamos" usado aquí por Pablo?
  3. ¿Cuál será nuestra herencia junto con Cristo?
  4. ¿Por qué menciona Pablo el "participar en sus sufrimientos" como parte de nuestra condición de coherederos?
7. Intente describir por escrito y con sus propias palabras la maravillosa realidad que es ser hijos de Dios.

8. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:
  1. Moo dice que con base en Romanos 5:9-10, 21, 8:1-4, 10-11 y en vista de la finalidad de la propia justificación, él está a favor de la interpretación "calvinista".
  2. "Clamamos" es un término emocional, y no racional.

Reflexión meditativa
La justificación es mucho más

Si leyéramos el Libro de Romanos como si fuera un mero tratado teológico, no haríamos justicia a la pasión que tiene Pablo por la gracia de Dios en Cristo. Además, podríamos seguir sin valernos de las maravillosas bendiciones que nosotros mismos recibimos cuando fuimos justificados ante Dios mediante la fe en Jesucristo.

Es cierto que el propósito de Pablo al desarrollar sus argumentos fue mostrar a los judíos - paso a paso, con pasión y con una poderosa convicción - la inutilidad de confiar en la ley para la salvación. Sin embargo, su objetivo final no es ganar un argumento, sino ayudarnos a que nos apropiemos plenamente de las bendiciones de ser justificados mediante la fe en Jesucristo. Es por eso que él describe su antigua vida y su lucha contra su carne en el capítulo 7. Luego, él deja de lado esos temas para sumergirse con entusiasmo y pasión en el compartir las riquezas de su vida en el Espíritu (y por ende, la nuestra también). Luego, en 8:14-17, él “contradice” su afirmación anterior de que somos esclavos de la justicia (8:15), afirmando que "no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor" (LBLA).

Por supuesto, Pablo realmente no se está contradiciendo a sí mismo. Más bien, está describiendo nuestra nueva condición en Cristo desde dos perspectivas distintas. El énfasis en Romanos 6 está en nuestro cambio de amo. Pablo nos dice que una vez que somos justificados por la fe, estamos bajo una nueva administración. Nuestro amo ya no es el pecado, sino Cristo. Y este nuevo amo opera con base en principios muy diferentes a aquellos de nuestro antiguo amo. Nuestro antiguo amo, el pecado, busca controlarnos y dominarnos. Pero nuestro nuevo Amo busca cortejarnos con Su amor, de modo que nuestra obediencia a Él no provenga del miedo, sino del amor. Este es el punto que Pablo enfatiza en Romanos 8, señalando en este capítulo que la nueva relación ya no se puede describir en términos de amo y esclavo, sino de Padre e Hijo - ¡incluso Abba e hijo!

Para la mente judía, tal noción era totalmente impensable, puesto que nunca se habían atrevido a dirigirse a Dios con tanta intimidad. Sin duda, estos judíos tendrían mucha dificultad en imaginar que los gentiles podrían dirigirse a Dios como Padre, ¡ y mucho menos como Abba! No obstante, tal es el privilegio, el privilegio impensable, de la justificación por la fe en Jesucristo. Nosotros nos convertimos en los hermanos, e incluso en los coherederos con Cristo.

Sin embargo, como señalan la mayoría de los comentaristas, la expresión más asombrosa empleada por Pablo es la palabra "clamar", la cual no se caracteriza por la razón, sino por la emoción. El Espíritu Santo que habita en nosotros nos da la capacidad de apropiarnos del amor de esta nueva relación, llevándonos de forma imperceptible a  clamar “Abba” a Dios, como haría un niño pequeño. ¿Cuándo fue la última vez que usted se sintió tan conmovido por el amor de Dios que fue llevado de forma imperceptible a clamar, "Abba Padre"?

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 8:18–30

1. El sufrimiento es una realidad de la vida. En esta vida, tanto los cristianos como los no cristianos sufrirán.
a. ¿Cómo reaccionan normalmente los no cristianos ante los sufrimientos, especialmente ante aquellos sufrimientos que no son autoinfligidos?

b. ¿Cuán diferente debería ser la actitud del cristiano con respecto al sufrimiento?

c. ¿Su respuesta a la pregunta anterior incluye la razón que Pablo menciona en el v.18?  ¿Por qué o por qué no?
2. ¿De qué manera Pablo describe en los vv.19-22 el conflicto que ha tenido (incluso) la creación inanimada desde la caída del hombre? ¿Cuál impacto tendrá la eventual revelación de los hijos de Dios (los cuales somos nosotros; ver v. 23) sobre toda la creación?

3. ¿Cómo se relaciona esta sección (v.23-25) con el sufrimiento por el cual usted está pasando actualmente? ¿Qué diferencia hay en basar nuestra esperanza en aquello que se ve y no en aquello que es invisible?

4. ¿Puede usted decir con sinceridad que usted anhela el día de la redención de su cuerpo? ¿Por qué o por qué no?

5. ¿Cree usted que el hecho de no poner nuestra esperanza en aquello que es invisible constituye una debilidad espiritual? ¿Qué impacto podría tener tal debilidad en nuestras oraciones?

6. Según el v.26, ¿de qué manera nos ayuda el Espíritu Santo en tales momentos de debilidad? Según el v.27, ¿cuán efectiva es Su oración por nosotros?

7. Según el v. 28, ¿cuál es el resultado final de la intercesión del Espíritu Santo por nosotros?

8. ¿Puede usted "identificar" algún resultado reciente de la intercesión del Espíritu Santo que ha cumplido la realidad del v.28 en su vida? Haga una breve pausa para agradecer al Espíritu Santo.

9. Los últimos dos versículos nos dicen cuáles son los deseos de Dios al adoptarnos como Sus hijos. Enumere todos estos deseos, uno por uno, y luego escriba una oración de acción de gracias en respuesta a Sus deseos en su vida.

10. Con base en lo que usted ha leído sobre el Espíritu Santo en este capítulo entero, escriba lo que ha aprendido acerca de Él.

11. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El triunfo definitivo de Cristo

Siempre desconfío de aquellos cristianos que sienten tanta pasión por ver la justicia aquí y ahora que a menudo se involucran en la lucha por la justicia social con amargura, cansancio y desconcierto, habiendo olvidado que Cristo derrotó el pecado y su poder en la cruz de una vez por todas. Eso no quiere decir que no debamos ocuparnos con los temas de la justicia en esta tierra; sin embargo, necesitamos entender que nosotros no lo podemos lograr; sigue en vigor la siguiente verdad: “no por el poder ni por la fuerza, sino por mi (Su) Espíritu” (Zac. 4: 6). Necesitamos recordar que los tiempos están en Sus manos.

La siguiente oración del padre Luis Espinal fue escrita poco antes de su asesinato el 22 de marzo de 1980. Creo que refleja su comprensión del tema:

Cristo glorioso
Hay cristianos
que toman reacciones histéricas,
como si el mundo hubiese escapado
de las manos de Dios.

Por esto actúan violentamente,
como si lo arriesgasen todo.
Pero creemos en la historia;
el mundo no es un azar que va hacia el caos.

No tenemos nada nuevo,
porque todo lo nuevo
ha empezado ya a suceder
cuando Cristo ha resucitado…
Jesucristo,
nos alegramos de tu triunfo definitivo;
de que la historia no sea más
que un devenir hacia tu triunfo fatal.

Con nuestros cuerpos aún en la brecha,
y con el alma rota,
te gritamos un primer «¡Hurra!»
hasta que se desencadene la eternidad.

Tu dolor ya pasó;
tus enemigos han fracasado
antes de nacer.
Tú eres el Rey de la sonrisa definitiva.

¡Qué nos importa la espera!
Aceptamos con ilusión
la lucha y la muerte;
porque Tú, nuestro Amor, no mueres.

Marchamos detrás de Ti,
por una calzada de eternidad.
Tú estás con nosotros
y eres nuestra inmortalidad.

Señor triunfador de los siglos,
quita todo rictus de tristeza
de nuestros rostros.
No estamos embarcados en un azar;
la última palabra ya es tuya.

Más allá del crujir de nuestros huesos,
ya ha empezado el «Aleluya» eterno.
Que las mil gargantas de nuestras heridas
se sumen ya a tu salmodia triunfal.

Y enséñanos a vocear tu optimismo
por todo el mundo.
Porque Tú enjugarás las lágrimas
de los ojos de todos,
y para siempre,
y la muerte desaparecerá…

https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/eies92.pdf

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Romanos 8:31–39

1. ¿Cuáles son las fuerzas que suelen trabajar en su contra, que buscan separarlo de Dios?

2. En su opinión, ¿cuál de las siguientes situaciones sería el más peligroso a este respecto?:
a. algún problema que le molesta

b. dificultades que le desaniman

c. persecuciones que le intimidan

d. la pobreza o el peligro que le rodea
¿Por qué?

3. ¿Cómo ha demostrado Dios que Él es totalmente por nosotros? ¿Qué quiere decir que Dios es "por nosotros" (literalmente, "de nuestra parte")?

4. ¿Cuál es la base sobre la cual Dios lo ha elegido? ¿Cómo lo ha justificado? ¿Vale usted más que Su Hijo? ¿Por qué, entonces, no eximió Dios a Su Hijo por usted?

5. Sabemos que seguimos pecando (y que aún somos débiles). ¿Puede esta realidad alterar nuestra relación y posición en Cristo?

6. ¿Cuál es la base sobre la cual podemos continuar victoriosos y ser vencedores en cualquier situación? (v.37)

7. ¿Puede usted, en sus propias palabras, describir "el amor de Dios que es Cristo Jesús nuestro Señor"?

8. Haga una breve pausa para dar gracias a Dios por su amor en Cristo.

9. ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¿Quién?, ¿Quién?, ¿Quién?

Espero que a estas alturas, después de haber seguido paso a paso la manera en que Pablo desarrolla su argumento, usted haya descubierto que el libro de Romanos, lejos de ser tedioso y monótono, es poderoso y puede cambiar su vida. No puedo evitar sentir que, de todos los pasajes que hemos estudiado hasta ahora, esta última sección de Romanos, en la cual Pablo da el grito de la victoria de ser justificado en Cristo, como si estuviera en la azotea, es la más poderosa. Permítanme compartirles los pensamientos de algunos cristianos de la antigüedad sobre estas tres maravillosas preguntas retóricas planteadas por Pablo:

1. Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros? (8:31)
“Pablo decía: no quiero escuchar más sobre el peligro y la maldad que te acosan por todos lados. Porque aunque algunos no creen en las cosas por venir, no tienen nada que decir para refutar las cosas buenas que ya han sucedido, por ejemplo, la amistad que Dios te ha demostrado desde el principio, Su obra justificadora, la gloria que Él da, etc."
(Crisóstomo)

“¿Acaso Dios nos daría aquello que es mayor pero no lo que es menor? ¿Acaso sacrificaría a su Hijo, pero nos negaría Sus posesiones? Observe también que hay una persona del Hijo. [Teodoreto de Cyr había sido criticado por 'dividir al Hijo Único de Dios en dos Hijos', por lo que, en su propia defensa, enfatiza que solo hay 'una persona del Hijo', no dos.] Su naturaleza humana nos fue dada por Su divinidad”.
(Teodoreto de Cyr)
2. ¿Quién acusará a los que Dios ha elegido? (8:33)
“Pablo dice que no podemos acusar a Dios, porque Él es quien nos justifica; tampoco podemos condenar a Cristo, puesto que Él nos amó tanto que murió por nosotros y resucitó para interceder por nosotros ante el Padre. No se debe despreciar las oraciones de Cristo por nosotros, porque Él está sentado a la diestra de Dios, es decir, en el lugar de honor, porque Él mismo es Dios. Así que regocijémonos en nuestra fe, estando seguros en el conocimiento de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cual vendrá a juzgarnos… ”
(Ambrosiaster)

"La única razón por la que Pablo mencionó la intercesión fue para mostrar el calor y el vigor del amor de Dios por nosotros, puesto que el Padre también es representado como alguien que nos suplica que seamos reconciliados con Él". (Crisóstomo)
3. ¿Quién puede separarnos del amor de Cristo? (8:35)
“Pablo dice que él está seguro, no se trata de una mera opinión ... que ni la muerte, ni la promesa de la vida temporal, ni ninguna de las demás cosas que él enumera pueden separar al creyente del amor de Dios. Nadie puede separar al creyente de Dios. Esto incluye a aquél que amenaza con matarlo, puesto que el que cree en Cristo vivirá aunque muera; incluye también a aquél que le ofrece la vida terrenal, puesto que Cristo nos da la vida eterna”.
(Agustín)

“Las almas espirituales no pueden ser separadas de Cristo por tormentos, aunque las almas carnales a veces son separadas por chismes ociosos. La espada cruel no puede separar al primero, aunque los afectos carnales eliminan al segundo. Ninguna dificultad puede derribar a los hombres espirituales, aunque tan solo unas palabras lisonjeras corrompen a los carnales".
(Cesáreo de Arles)