Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 1:1–9

Comenzaremos nuestro estudio del libro de 1 Corintios en el Nuevo Testamento.

Tema: Todo es gracia

Tenga en cuenta que Pablo se vio obligado a escribir esta carta llena de reprensión a una iglesia que había plantado en una de las ciudades romanas más grandes de Grecia. Esta ciudad era culta, próspera e inmoral, y muchos de sus habitantes que se habían convertido en cristianos no dejaron su estilo de vida pagano, lo cual hizo que la iglesia fuera en muchos sentidos casi indistinguible del mundo.

(1) Lea el saludo de Pablo en los vv. 1-3 y describa sus impresiones con respecto a lo siguiente:

a. Quién es Pablo

b. Quiénes son los creyentes corintios

c. El saludo en que les desea gracia y paz

(2) Aunque encontraremos en esta epístola que Pablo regaña a los corintios por su conocimiento altivo, ¿por qué aquí daría gracias por ellos, incluso diciendo “porque en todo fuisteis enriquecidos en Él, en toda palabra y en todo conocimiento” (1:5)? ¿De qué manera estos dones (de gracia) pueden ser un motivo de acción de gracias?

(3) ¿Qué diferencia podría haber cuando los creyentes de una iglesia (como los de Corinto), que poseen excelentes dones en palabra y en ciencia no tienen una actitud de esperar “ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo”, en comparación con cuando la tienen (v.7)?

(4) ¿Usted vive anhelando la revelación de nuestro Señor Jesucristo? ¿Qué impacto tiene esta actitud (o su ausencia) en las siguientes áreas de su vida en este momento?

a. Su vida interior

b. Su vida familiar

c. Su vida laboral

d. Su vida en la iglesia

(5) ¿Qué nos recuerda Pablo en el versículo 9 con respecto a nuestro llamamiento?

(6) ¿Qué ha hecho usted con este llamamiento?

(7) ¿Qué ha prometido Dios con respecto a este llamamiento?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Llamados a ser santos

A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos..." (LBLA) (1 Co. 1:2)

Aquellos que ya están familiarizados con el libro de 1 Corintios saben que la iglesia en Corinto era una iglesia mundana, inmoral y dividida — difícilmente merecía los encomios del apóstol Pablo. Al contrario, era una iglesia que obviamente le provocaba mucho dolor. No obstante, Pablo pudo comenzar el capítulo inicial de esta carta a la iglesia con acciones de gracias e incluso elogios. De hecho, en esta introducción se dirige a ellos con la palabra "santos" — los que han sido santificado en Cristo Jesús (1 Co. 1:2); no creo que el apóstol Pablo haya estado mintiendo al hacer esta declaración. En efecto, todos los que han creído en Cristo Jesús como su Señor y Salvador son santos y ya han sido santificados en Cristo Jesús.

Esto sirve para recordarnos a los que somos creyentes en Cristo Jesús de dos verdades básicas:

(1) No obstante las diferencias de opinión que podamos tener con respecto a cosas que no son verdades esenciales del evangelio, somos uno en Cristo; todos somos santos y debemos tratarnos unos a otros como tal. Es igual de malo pelear, discutir y discrepar dentro de la familia de Dios que hacerlo cuando nuestros “adversarios” no pertenecen a Cristo. A menudo, escucho a cristianos que en sus contiendas intentan difamar el carácter de otros con las siguientes palabras: "Yo dudo que ellos (sus adversarios) realmente sean cristianos". Pablo pudo haber dicho lo mismo de los cristianos de corinto; en cambio, los afirmó, diciéndoles que eran santos en Cristo Jesús.

(2) Eso no significa que podamos eximirnos de vivir una vida de santidad, puesto que ya hemos sido santificados y que hemos sido “llamados a ser santos” (1:2). En efecto, es una gran bendición ver el nuevo énfasis que la comunidad evangélica ha dado a la gracia en estas últimas décadas, algo que se ha hecho evidente en la popularidad de las obras de escritores como Philip Yancey. Los mensajes que se proclaman desde el púlpito en nuestros días también son marcados por la gracia, la aceptación y las segundas oportunidades. Sin duda este es un énfasis bíblico, el cual fue ejemplificado por la vida de nuestro Señor Jesucristo. Pero tal énfasis no debe ser unilateral, como demuestra esta carta a la iglesia de Corinto. Un tema constante en este libro es la necesidad de tener un estilo de vida que es distinto del mundo, una vida libre de idolatría, inmoralidad sexual, quejas y división. Si tomamos en serio el inminente regreso de nuestro Señor Jesucristo, deberíamos enfatizar la santidad de vida con una urgencia renovada, desde el púlpito y también en lo que escribimos. Todos tendremos que dar cuenta de nuestras vidas ante el Señor, tanto los predicadores como los oyentes.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 1:10–17

Tema: Divisiones arrogantes

(1) Pablo aclara que Cristo no lo había envió a bautizar, sino a predicar el evangelio. ¿Qué le enseñan estas palabras sobre la verdadera importancia del bautismo?

(2) Nos encanta decir que no es necesario que estemos de acuerdo, con una misma mente y un mismo parecer. Pero en el versículo 10 Pablo insiste en que no se trata de algo opcional:

a. ¿En qué aspecto(s) necesitamos estar “enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer”?

b. ¿En qué aspecto(s) quizás no necesitamos serlo?

c. ¿Cuál es la mejor manera de expresar nuestra perfecta unidad?

(3) ¿Cuál problema fue la causa de que los creyentes corintios no tuvieran una perfecta unidad de mente y parecer?

(4) ¿Cuál era el problema real o la base de su división?

(5) Al parecer, Pablo incluso reprendió a los que decían, "Yo (soy) de Cristo". ¿Por qué?

(6) En respuesta a su división, Pablo señaló que él había predicado “el evangelio, no con palabras elocuentes, para que no se haga vana la cruz de Cristo”.

a. ¿Por qué se haría vana la cruz?

b. ¿De qué manera esta declaración sirve para reprenderlos por su división?

(7) ¿Cuán importante es esta reprensión para usted y para la iglesia hoy?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Perfecta en unidad

Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer." (LBLA) (1 Co. 1:10)

Cierta vez estaba leyendo una caricatura en una revista cristiana que retrataba una máquina que tenía la capacidad de moldear a todos los que entraban en ella, con el fin de que salieran exactamente iguales en cuanto a su apariencia y en todos los demás sentidos. La intención de la caricatura era ridicularizar la noción equivocada que tienen algunos círculos cristianos de que la unidad es lo mismo que la uniformidad.

Por supuesto, la unidad no es lo mismo que la uniformidad. No debemos manipular a nuestra congregación de modo que tenga solo aquellas opiniones que le son dictadas por el liderazgo. Eso no es la unidad; es el control mental. Algunos sistemas políticos emplearon esta táctica con bastante éxito, pero incluso los éxitos de tales sistemas fueron fugaces.

El apóstol Pablo reprende a la iglesia en Corinto, no tanto porque tenían diversas opiniones e ideas, sino porque tenían diversas actitudes. Él dice más sobre este tema en Filipenses 2:5, "Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús". En este caso, las palabras "mente" y "parecer" se refieren a la actitud que tiene uno, y no a sus ideas u opiniones.

Otra evidencia de esto es la forma en que el apóstol Pablo aplica este principio a los corintios. Él señala que su problema de división radica en identificarse de manera orgullosa con aquellos a quienes seguían como su maestro o mentor espiritual. Por supuesto, se trataba de una cuestión de actitud.

En el meollo de las divisiones siempre está el orgullo: el orgullo de pensar que nosotros, nuestras posiciones, nuestras metodologías, nuestra espiritualidad o nuestras enseñanzas son necesariamente mejores, más correctas o más agradables al Señor. He descubierto que es muy difícil para nosotros detectar este tipo de actitud farisaica. A menudo se necesitan años, si no décadas, para que nos demos cuenta de nuestra propia insensatez a este respecto. Parece que a pesar de la autoridad que tenía el apóstol Pablo, no todos en la iglesia de Corinto lograron reconocer sus costumbres equivocadas. Se puede suponer que ese fue el motivo por el cual Pablo escribió una segunda carta en el intento de defender su apostolado. En efecto, podemos aprender muy lentamente.

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 1:18–25

Tema: El mensaje de la cruz: el poder de Dios

Debido a su herencia filosófica, los cristianos de Corinto tenían una muy buena opinión de sí mismos y tendían a introducir esa herencia cultural en su vida en Cristo. El apóstol Pablo, quien también era muy educado, se esforzó por eliminar cualquier cosa que los corintios pudieran traer a la iglesia y que pudiera alterar la misma esencia del evangelio.

(1) ¿Cuál es el mensaje esencial de la cruz? ¿Por qué es locura para los que no creen?

(2) ¿Por qué es el poder de Dios para los que creen? ¿Es el poder de Dios para usted? ¿Por qué?

(3) ¿De qué manera Dios destruyó la sabiduría de los sabios y los inteligentes?

a. ¿Por qué preguntó Pablo dónde “está” el sabio, el erudito o el filósofo de su época?

b. ¿Quiénes eran los personajes de la filosofía griega a quienes más veneraban y estimaban?

c. ¿Dónde estaban ellos cuando Pablo hizo esta pregunta?

d. En comparación con aquellos, ¿quién fue y es Jesucristo?

e. "¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?" (v. 20) ¿Qué respuesta daría usted a esta pregunta?

(4) ¿Por qué la predicación de "Cristo crucificado" tiene los siguientes efectos?

a. Era una piedra de tropiezo para los judíos, quienes exigían milagros.

b. Era necedad para los gentiles (en especial a los griegos), quienes buscaban sabiduría.

(5) Por lo tanto, ¿qué clase de mensaje recibirían con gusto?

(6) Pablo predicaba el mensaje de la salvación mediante la crucifixión de Cristo. ¿En qué sentido(s) la “locura” de Dios es más sabia que la sabiduría del hombre, y la “debilidad” de Dios es más fuerte que la fuerza del hombre?

(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
No somos necios

Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios.(LBLA) (1 Co. 1:18)

Aunque el apóstol Pablo dice que el evangelio es necedad para el mundo, esto no quiere decir que el mensaje de la cruz en sí mismo sea necedad. Al contrario, el evangelio es la sabiduría de Dios, quien es la misma fuente de la sabiduría que hay en el mundo. El mundo se vuelve necio cuando se niega a creer en su creador, cuando no somete su sabiduría finita al infinitamente sabio Dios, y cuando busca crear su propio camino de salvación. Los que hacen esto se vuelven tan insensatos que no aprecian la sabiduría de Dios.

Pero para aquellos "que han alcanzado madurez", el evangelio es un mensaje de "sabiduría". (1 Co. 2:6)

Lo que Pablo quiere decir es que aquellos que tienen la mente de Cristo (2:16) apreciarán la sabiduría de Dios; estos de hecho son los más sabios, puesto que pueden discernir las cosas de Dios mientras que el mundo no puede entender ni a los cristianos ni las cosas de Dios.

Pablo estaba hablando a los cristianos de Corinto, es decir, a personas que ya deberían tener la mente de Cristo. Sin embargo, el hecho de que seguían exaltando la sabiduría humana por encima de la de Dios les había impedido ser maduros con respecto al discernimiento de las cosas de Dios.

La sabiduría humana es por sí un don de Dios. Sin embargo, siempre que exaltamos la sabiduría humana (que proviene del propio Dios) por encima de la verdad que Dios ha revelado en la Biblia, seguimos siendo insensatos. Siempre que sometemos humildemente este maravilloso don de la sabiduría humana a la Palabra de Dios, estamos siendo sabios y maduros.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 1:26–2:5

Tema: Quiénes éramos

(1) A los cristianos de Corinto les gustaba pensar que eran eruditos; por esta razón se enorgullecían de las personas a quiénes seguían (1:12). Sin embargo, ¿quiénes en realidad habían sido estos corintios antes de que fueran cristianos?

(2) ¿Quién era usted antes de su conversión? ¿Era usted (a los ojos del mundo) insensato, débil o humilde? Si su respuesta es sí, ¿cuál fue, entonces, la razón por la que Dios lo eligió, según este pasaje?

(3) Examínese a sí mismo: si usted tuviera que compartir su testimonio con otros ¿cómo se describiría a usted mismo antes de su conversión?

(4) ¿Qué quiere decir que Cristo es “nuestra justificación, y santificación y redención,”?

(5) ¿Usted alguna vez presumió de sus acciones justas, sus valores éticos o su fe? ¿Debería hacerlo?

(6) ¿Qué habría pasado si Pablo hubiera predicado el evangelio de manera elocuente (es decir, con gran habilidad retórica) y una sabiduría superior (elevada filosofía), mezclándo estos elementos con el mensaje del Cristo crucificado?

a. ¿Cómo esto habría afectado el mensaje del evangelio?

b.¿Cuál puede haber sido el peligro si los corintios hubieran creído en Cristo como resultado de estos elementos?

(7) Al Dr. James Houston le gusta decir: “¿Cómo podría yo transformar el Cristo crucificado en una carrera?” como advertencia a todos los futuros ministros y teólogos. ¿Qué piensa usted de sus palabras y cómo puede aplicarlas a si mismo?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Con miedo y temblor

"Y estuve entre vosotros con debilidad, y con temor y mucho temblo." (LBLA) (1 Co.2:3)

Yo me identifico con las palabras que dijo Pablo cuando recordó a los cristianos de Corinto que no muchos de ellos eran sabios, influyentes o nobles. Como la mayoría de los padres chinos de las generaciones de antaño, mis padres no dudaban en expresar su favoritismo, basándose mayormente en los logros académicos. Puesto que yo no pude asistir a una escuela más prestigiosa, se consideraba que yo no tenía futuro; era bastante despreciado, incluso por los vecinos. Todavía recuerdo que cuando finalmente fui aceptado por una universidad local, uno de los vecinos me preguntó qué estaría estudiando. Cuando respondí, “contabilidad”, este hombre, quien era padre de varios niños en la vecindad, dijo lo siguiente: "¿Quieres decir teneduría de libros?"

Pero en mis años universitarios llegué a un conocimiento claro de mi salvación en el Señor; desde entonces, Dios ha restaurado mi autoimagen y autoestima. He llegado a creer que soy inmensamente valioso a los ojos de Dios, tan valioso que me dio a Su Hijo en la cruz. Esto al mismo tiempo restauró mi confianza en la vida. Mi vida desde mi conversión ha estado marcada por la gracia inmerecida, en mi familia, mi carrera y en el ministerio, culminando con mi llamamiento por parte de Dios a ser un ministro del evangelio de tiempo completo, después de 21 años en el ámbito secular.

Todavía recuerdo la primera vez que me paré detrás del púlpito del magnífico santuario de una iglesia que tenía más de 100 años, frente a casi 1,000 personas. La sensación de indignidad, de asombro y de la sinceridad de mi confianza en el Señor al dar mi predicación hicieron que mis rodillas temblaran. Después de otros veinte años como ministro del evangelio, esa sensación de indignidad, de asombro y de la necesidad de confiar desesperadamente a disminuído. Por supuesto, todavía reconozco mi indignidad, mi pecaminosidad ante el Dios santo y mis insuficiencias; sin embargo, de alguna manera, la acumulación de experiencia y conocimiento se ha convertido en la fuente de mi confianza. Necesito mucho recuperar esa sensación de temor y temblor ante el Señor. Prefiero predicar con las rodillas temblorosas que con un porte seguro.

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 2:6–16

Tema: Por favor, ¡nada de sabiduría humana!

(1) En este pasaje, Pablo compara dos clases de sabiduría. ¿Cuáles son?

(2) ¿Qué prueba hay de que los gobernantes de este siglo no comprenden la “sabiduría oculta" de Dios?

(3) ¿Cuál es la única forma en que uno puede conocer y comprender la “sabiduría oculta" de Dios”?

(4) ¿Por qué Pablo describe al Señor de la gloria en términos de lo que Dios ha preparado para los que Lo aman? ¿Por qué usa la siguiente expresión para describir este don de Cristo: "Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido" (NVI)? ¿Qué clase de acusación contra la sabiduría humana es esta?

(5) Por lo tanto, ¿cuáles ventajas tenemos sobre el mundo en lo que se refiere a la comprensión de las cosas y la sabiduría de Dios?

(6) A la luz de ello, ¿cómo debemos responder a los que se burlan de nosotros, diciendo que solo los débiles e ingenuos creen en Dios?

(7) ¿Qué significa (y qué no significa) el verso 15?

(8) Por lo tanto, ¿cómo podemos seguir teniendo "la mente de Cristo" (v.16)?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La verdadera conversión

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo." (LBLA) (1 Co. 2:6)

A pesar de que el apóstol Pablo dice que el mensaje de la cruz es una locura para el mundo, esto no quiere decir que el mensaje del evangelio sea una locura. Pablo afirma que "hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez" (2:6). Lo que realmente quiere decir con ello es que solo los maduros, aquellos que entienden la mente de Cristo, pueden apreciar la gran sabiduría del mensaje de Dios. Fue por esta misma razón que el apóstol Pablo llevó el mensaje de la cruz al Areópago y debatió con los filósofos de Atenas.

Es cierto que el apóstol Pablo sabía que la sabiduría humana, por más sofisticada que sea, nunca podrá convencer a una persona de su necesidad de arrepentirse y creer en el Cristo crucificado; es enteramente la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, es necesario que se explique (o incluso que se de argumentos a favor de) la sabiduría y el poder de Dios por medio de la cruz para que, cuando los oyentes sean convencidos de sus pecados, no solo renuncien a sí mismos, sino que también rechacen como base de salvación su orgullo y su confianza en la sabiduría humana.

Creo que lo que necesitamos es una perspectiva correcta de lo que es la conversión. Donde hay un corazón compungido sin una mente convertida hay mera superstición. Sin embargo, donde hay una mente convertida sin un corazón compungido (convencido de su pecado y arrepentido) no hay salvación.

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 3:1–5

Tema: Cristianos carnales

(1) ¿Cuál(es) debe(n) ser la(s) marca(s) de un cristiano que ha nacido de nuevo?

(2) ¿Cuáles son las marcas de un bebé?

(3) ¿Cuáles son las marcas de un bebé espiritual?

(4) ¿Qué son las marcas de un adulto?

(5) ¿Cuáles son las marcas de un cristiano espiritual maduro?

(6) Pablo dijo a los creyentes de corinto que aún era necesario que se les daba leche, y no comida sólida. ¿Qué podría significar la leche, tal como Pablo la usa aquí? (Quizás desee consultar Hebreos 5:11-6:2.)

(7) A la luz de esto, ¿con qué usted se está alimentando hoy?

(8) Según Pablo, ¿cuáles son las señales de que estos cristianos todavía no están listos para la comida sólida?

(9) Además de los celos y las contiendas, ¿cuáles podrían ser otras señales de que aún somos "carnales" y andamos "como hombres" (v. 3)?

(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Cómo determinar la madurez

Hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo." (LBLA) (1 Co.3:1)

Cuando pensamos sobre lo que significa ser maduro en Cristo, normalmente pensamos en la capacidad de comprender las cosas más profundas de Dios y relacionamos tal clase de madurez con nuestro deseo de estudiar la Palabra de Dios y nuestra capacidad para comprender sermones más largos y profundos.

Una forma más acertada de determinar la madurez toma en cuenta más bien patrones de vida que son discernibles, entre los cuales podría estar la preocupación por los perdidos y por la evangelización, en especial en lo que se refiere a las actividades misioneras en el extranjero. Tal clase de madurez también se hace notar en el celo que tienen las personas maduras que los impulsa a sacrificarse a sí mismas para servir en areas como la enseñanza de la Escuela Dominical, los diezmos y otros tipos de servicio que se llevan a cabo entre la comunidad.

La tradición nos enseña que, al parecer, la vida de oración que tiene uno es un muy buen indicativo de su madurez en Cristo. Por eso consideramos que hombres santos del pasado como E. M. Bounds y Merton eran gigantes espirituales.

Sin embargo, en su amonestación a los creyentes  “en Cristo” en la iglesia de Corinto (1 Co. 3:1), Pablo evalúa su madurez (o más bien su falta de madurez) en Cristo con base en sus celos y contenciones (3:1-3). Puesto que Pablo ya había descrito a esta iglesia en Corinto como una iglesia que había sido "en todo enriquecidos en Él" (1:5), podemos suponer que no les faltaban dones, ni celo para alcanzar a otros, ni apetito por la Palabra. Pablo no tiene que enseñarles a orar. ¡Lo tienen todo menos el amor! Pablo considera que aquellos que no saben amar, o amar los unos a los otros en la práctica, dan una clara evidencia de que son inmaduros en Cristo.

Si esta es la medida de la madurez en Cristo (y sin duda lo es), podemos deducir que la iglesia actual de Jesucristo está llena de creyentes inmaduros que no están listos para la comida sólida. ¡No es de extrañar que la iglesia sea tan débil e ineficaz para impactar al mundo con el evangelio de Jesucristo!

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Corintios 3:6–17

Tema: El único fundamento de la iglesia.

(1) Vv. 6-9—La primera analogía de la iglesia: una planta

a. ¿Cuán apropiada es la analogía que usa Pablo (y de hecho, toda la Biblia) de una planta (y sobre todo un viñedo) para describir la iglesia?

b. ¿Qué papel tenemos nosotros, los siervos de Dios, en el crecimiento de la iglesia?

c. Todos sabemos que solo Dios puede hacer que la iglesia crezca, y que nosotros somos meros plantadores y regadores; sin embargo, a menudo resulta que nosotros nos atribuímos el mérito que le pertenece solamente a Dios. ¿De cuáles cosas usted tiende a atribuirse el mérito? Por qué es tan difícil entender que en realidad es Dios quien hace que todo suceda?

d. ¿En qué sentido “el que planta y el que riega son una misma cosa”? (El original en griego dice simplemente "son uno".)

(2) Vv. 10-15—La segunda analogía de la iglesia: un edificio

a. ¿Cuán apropiada es la analogía que usa Pablo de un edificio que se está construyendo para describir la iglesia?

b. ¿En qué sentido(s) es Pablo un arquitecto experto (o sabio) y no un arquitecto insensato?

c. ¿Qué tiene en mente Pablo al advertirnos que tengamos cuidado con la manera en que edificamos, (especialmente a la luz del versículo 11)? ¿Qué diferencia hay entre poner el fundamento y edificar sobre ello?

d. ¿Cómo podemos saber cuando nosotros (o alguien más) estamos poniendo un fundamento que no sea Jesucristo?

e. En la edificación de la iglesia, ¿qué clase de obras son las que se podría consider como oro, plata y piedras preciosas? ¿Cuáles son las que se podría consider como madera, heno o paja? ¿Estas características tienen algo que ver con lo duro que trabajamos, lo talentosos que somos o lo grandiosos que sean los resultados? ¿Por qué o por qué no?

f. Puesto que el v. 15 dice que uno "será salvo", parece que este pasaje se refiere al momento futuro en que compareceremos ante el trono de Cristo en Su segunda venida. ¿Cómo será revelada la calidad de nuestras obras en aquél "Día"? ¿A qué se refiere ese fuego?

g. ¿Qué recibiremos si nuestras obras sobreviven a la prueba de fuego? ¿Qué nos pasará si no la sobreviven?

(3) Vv. 16-17—La tercera analogía de la iglesia: el templo de Dios

a. ¿Estamos usando una analogía cuando decimos que la iglesia es el templo de Dios? ¿O piensa usted que sea más que una simple analogía?

b. ¿Qué es lo primero que viene a su mente cuando escucha la palabra iglesia? ¿Qué es lo primero que le viene a la mente cuando escucha la expresión templo de Dios? ¿Por qué hay una diferencia entre las ideas que expresan estas dos palabras?

c. ¿De qué manera puede uno “destruir” el templo de Dios, la iglesia? ¿Qué consecuencias habrá para esa persona? ¿Pablo está exagerando? ¿Por qué o por qué no?

(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Simples servidores

“¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído ... ” (LBLA) (1 Co. 3:5)

En mi opinión, la amonestación de Pablo en 1 Corintios 3:5 es muy poderosa para revelar lo que hay en nuestros corazones y me hace examinarme a mí mismo.

¿Cuántas veces cuando yo era un líder laico había disfrutado el éxito de un estudio bíblico bien dirigido?

¿Cuántas veces me había alegrado cuando la asistencia en mi clase de la Escuela Dominical crecía mientras que las demás clases tenían poca asistencia?

¿Cuántas veces repito en mi mente los elogios del hombre con respecto a mi servicio y sacrificio por el Señor?

¿Cuántas veces en secreto me he felicitado a mí mismo mientras los oyentes salían del santuario elogiándome por mi sermón, aunque yo les respondía: "¡Alabado sea el Señor!"?

¿Por qué me siento tan herido cuando las personas critican lo que es solo una porción muy pequeña de mis errores y equivocaciones?

¿Por qué me siento ofendido cuando mi opinión no es bien recibida por los demás?

¿Cómo me atrevo a pensar que soy más de lo que realmente soy?

¡Que el Señor nos recuerde quiénes somos en realidad ... somos siervos y nada más!