Esta semana continuaremos nuestro estudio de la Primera Epístola de Pablo a los Corintios en el Nuevo Testamento.
Tema: Cuida tu libertad
Se puede suponer que algunos de los corintios todavía participaban (por costumbre o para obtener alguna ventaja comercial) en las comidas que se celebraban dentro de los templos paganos. Pablo, probablemente en respuesta a su carta, aborda este tema de una manera más completa.
Vv. 14-22—La participación en comidas de culto a ídolos
(1) La amonestación que da Pablo no es simplemente "no te hagáis ...", sino "huid" (de la idolatría). ¿Por qué dice eso?
(2) Con el fin de respaldar su advertencia, Pablo compara la participación (la palabra griega que Pablo usa en el original es koinoia, es decir, comunión) en la comida de culto a ídolos con la participación en la Cena del Señor y la comida de adoración en el templo judío mencionado en Deuteronomio 14:22-27.
a. Según Pablo ¿Qué significa cuando uno participa en la copa y en el pan en la Cena del Señor?
b. Según el v. 17, ¿cuál es el efecto de dicha participación?
c. ¿Cuál es el efecto de comer juntos el sacrificio descrito en Deuteronomio 14?
d. Aunque los ídolos no son nada, el culto a ídolos es en realidad un culto a los demonios. A la luz de esto, ¿de qué manera el comer del sacrificio a los ídolos es semejante a participar de la Cena del Señor y de la comida del sacrificio descrito en Deuteronomio?
e. ¿Qué ocurrirá si participamos tanto de la Cena del Señor como de la comida de culto a ídolos?
Vv. 23-33—El consumo de carne que ha sido sacrificada a los ídolos (que se ha comprado en el mercado, sin participar en la celebración o en la comida en sí).
(3) En los vv. 23-24, Pablo declara el principio fundamental; luego lo repite en su conclusión de esta sección en el v. 33. ¿Cuál es este principio?
(4) ¿Por qué está permitido comer carne (comprada en el mercado) que ha sido sacrificada a un ídolo, mientras que está prohibido comerla en una fiesta o comida en un contexto de culto a ídolos?
(5) Puesto que esta carne no está siendo comida en el templo de ídolos, ¿por qué alguien cuestionaría o se opondría a su consumo?
(6) Pablo plantea una muy buena pregunta en los vv. 29-30: "¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por la conciencia ajena?... ¿por qué he de ser censurado a causa de aquello por lo cual doy gracias?".
a. A continuación, en el v. 31, Pablo contesta su propia pregunta retórica. ¿Cuál es su respuesta?
b. ¿Abstenernos de comer ese tipo de carne realmente es una señal de que nuestra libertad está siendo juzgada? ¿O se trata de una expresión de lo que es la verdadera libertad?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“¿La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?” (LBLA) (1 Co. 10:16)
Es bastante alarmante leer que algunos de los creyentes corintios continuaban asistiendo a las fiestas en los templos de los ídolos. Pero dada la naturaleza de la ciudad de Corinto, la mesa de fiesta de estos templos probablemente ofrecía una buena oportunidad para cerrar muchos acuerdos de negocio, y algunos creyentes cristianos se habrían encontrado en desventaja si no participaban de ellas. Sin embargo, además de que el que participaba se exponía a la tentación que presentaban las prostitutas (la cual Pablo ya había mencionado, al final del capítulo seis), también se hacía culpable de participar en la idolatría (10:14).
Al hacer hincapié en la gravedad del pecado de la idolatría, el apóstol Pablo compara el comer en los templos de los ídolos con el beber de la copa y comer el pan en la Cena del Señor. Esta explicación plantea la cuestión de lo que realmente sucede cuando bebemos la copa y comemos el pan en la Cena del Señor. En especial, ¿qué quiere decir la palabra “participación”?
Antes de abordar esta cuestión, primero debemos entender lo que significa la palabra usada por el apóstol Pablo. Aunque en este pasaje la palabra es traducida “participación”, normalmente se traduce como “comunión”, puesto que su raíz significa “compartir”. Sin embargo, el apóstol Pablo no dice que beber de la copa y comer el pan es lo mismo que consumir la sangre y el cuerpo de Cristo. Si eso fuera el caso, habría utilizado un verbo que comunica la idea del consumo (comer o beber).
¿Qué quiere decir con la palabra "participación", entonces? El apóstol Pablo continúa su explicación en el versículo 18 con la siguiente consideración: "Considerad al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar?".
Con estas palabras, Pablo se refiere a la fiesta del templo que se describe en Deuteronomio 14:23:
"Y comerás en la presencia del Señor tu Dios, en el lugar que Él escoja para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, para que aprendas a temer siempre al Señor tu Dios."
Sabemos que estos diezmos primero eran presentados en el altar, y luego los que los habían presentado sentaban y comían de ellos. En especial, el holocausto conllevaba el derramamiento de la sangre de los animales y la quema de las partes apropiadas. Por lo tanto el hecho de que uno comía en esta fiesta significaba que participaba en la expiación efectuada por el sacrificio. En ese caso, ¡no existía ninguna noción o implicación espiritual que sugeriera que el beber y comer de la fiesta fuera una recreación del sacrificio o una transubstanciación de la sangre derramada o cuerpo quemado del animal que se había sacrificado! Sin embargo, la comida comunitaria en que participaban después de la ofrenda en efecto “afirmaba” la imputación de los méritos de los sacrificios hechos en su nombre.
Esto es lo que significa la palabra participación, la cual Pablo usa también para referirse a nuestra observancia de la Mesa del Señor. El beber de la copa es una afirmación de la imputación de la purificación efectuada por la sangre que nuestro Señor sacrificó en la cruz, y el comer del pan también es una afirmación del mérito de la muerte sustitutiva de nuestro Señor que pagó nuestro pecado en la cruz. Por lo tanto, a pesar de que no se trata de una recreación o transubstanciación, la Mesa del Señor afirma nuestra comunión y unidad con Cristo en Su sacrificio en la cruz. Por lo tanto, necesitamos tomar en serio la observancia de la Mesa del Señor y llegar con “corazones examinados”, reconociendo que lo que hacemos es un acto de participación.
Tema: Honrar las tradiciones
Aunque no se sabe con seguridad si esta sección también se trata de la respuesta de Pablo a una pregunta que los Corintios le habían planteado en su carta, sin duda es una respuesta a los disturbios que se producían en sus reuniones. Pablo comienza con el tema de la forma en que las mujeres oraban o profetizaban, y luego aborda el comportamiento inapropiado que demostraban al observar la Cena del Señor (la última sección de este capítulo), y la forma indisciplinada en que usaban el hablar en lenguas (el capítulo 14).
Vv. 1-2—Tradiciones
(1) Aunque Pablo rara vez alaba a esta iglesia, lo hace aquí porque han guardado con firmeza las “tradiciones” (la palabra original en griego) que él les había entregado, una de las cuales busca defender en los siguientes versículos. Esto quiere decir que las tradiciones tienen su lugar; sin embargo, ¿cuándo deben seguirse y cuándo no? (Recuerde que Jesús atacó muchas de las tradiciones de los fariseos).
(También es importante tener en cuenta la situación específica que había en la iglesia de Corinto, puesto que Pablo acaba de abordar en el capítulo 7 la negativa de las esposas creyentes a continuar sometiéndose a sus maridos con sus cuerpos y el hecho de que algunas estaban intentando dejarlos. Con base en el contexto de esta sección, parece que algunas esposas, al escuchar la predicación de Pablo sobre la igualdad del hombre y la mujer en Cristo, habían usado esta nueva igualdad que habían encontrado como pretexto para abolir incluso la distinción que había entre hombres y mujeres con respecto a su apariencia de una manera que, hasta donde sabemos, ni siquiera la cultura de la época consideraba aceptable).
Vv. 3-6—Orar y profetizar (como parte de la adoración pública)
(2) Cuando uno dirige la congregación en oración o en la profecía (es decir, la predicación) pública, debe hacerlo según lo guía el Espíritu Santo. Esto significa que cuando uno ora y predica, lo hace con la autoridad asumida de Dios.
a. Si los hombres solo se cubren la cabeza cuando están avergonzados o cuando no quieren ser reconocidos (ver Fee, 507), mientras que las mujeres normalmente se cubren el cabello en público (como señal de modestia), ¿qué comunicaría, entonces, un hombre que predicara con la cabeza cubierta o una mujer que predicara con la cabeza descubierta? En especial, ¿cómo lo percibiría el mundo no creyente?
b. El argumento de Pablo en el v.3 se basa en una analogía que tiene las siguientes relaciones HOMBRE / CRISTO, MUJER / HOMBRE, CRISTO / DIOS. Cuando se usa como metáfora, la palabra cabeza podría significar una de las siguientes cosas:
- Una autoridad sobre algo
- Una fuente de vida
¿Cuál significado de la palabra "cabeza" tiene más sentido cuando se aplica en esta analogía de estas tres relaciones?
Vv. 7-12—Un argumento que se basa en la creación
(3) En el versículo 7, Pablo usa la expresión "no debe". ¿Esto se refiere a una obligación o a una verdad que no se puede desobedecer?
(4) ¿De qué manera el hombre es la gloria de Dios? ¿De qué manera la mujer es la gloria del hombre, especialmente con base en los vv. 8-9? ¿Qué tiene todo esto que ver con la cuestión de si la mujer debe o no cubrir la cabeza? (Recuerde que Dios pudo haber creado a Adán y Eva al mismo tiempo, pero no lo hizo; y sin duda tuvo Sus razones por no hacerlo).
(5) En los vv. 11-12, Pablo "sin embargo" declara la realidad "en el Señor". ¿Por qué Pablo se siente obligado a decir esto, y por qué dice "sin embargo"?
Vv. 13-16—Un argumento que se basa en la naturaleza
(6) En los vv. 13-15, Pablo argumenta con base en “la misma naturaleza”, según él la entiende. ¿Cuál podría ser la diferencia entre un "principio bíblico" y "la misma naturaleza", según la entendemos?
(7) Es muy natural que haya causado controversias no insignificantes el hecho de que había mujeres en la iglesia que rechazaban lo que era aceptable en la sociedad y en la iglesia, especialmente mientras oraban o predicaban en la iglesia.
a. ¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia las costumbres que puedan dañar la imagen de la iglesia?
b. ¿Cómo debemos abordar las tradiciones que podrían causar divisiones en la iglesia?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.” (LBLA) (1 Co. 11:11-12)
En mi opinión, son fascinantes los argumentos de Pablo contra la práctica de permitir que las mujeres oren y profeticen (es decir, enseñen) en público.
Él comienza con una base bíblica que es difícil de rebatir: “la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios” (11:3).
Es obvio que Pablo piensa que si bien nadie disputaría que la cabeza del hombre es Cristo y la cabeza de Cristo es Dios, no todos se someterían automáticamente a su enseñanza de que la cabeza de la mujer es el hombre, ni siquiera en su época. Por lo tanto, él acude a la secuencia de la creación, diciendo que “el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre” (11:8-9). El relato de Génesis 2 deja en claro que la mujer fue creada a partir del hombre, y que fue creada para ayudarle. Así es como Pablo llega a la conclusión de que "Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza". La implicación de esto es que toda mujer debe señalar su sumisión y dependencia cuando predica y ora público. Pero la verdadera pregunta es esta: ¿Quién es realmente la autoridad a la que debe someterse y de quien debe depender? Según el argumento que Pablo ha desarrollado hasta ahora, la respuesta es clara: es el hombre.
Pero justo cuando pensábamos que la respuesta era clara, Pablo dice lo siguiente: "Sin embargo, en el Señor ...". Lo que Pablo quiere decir con las palabras "sin embargo" es que a pesar de estos hechos históricos registrados en la Biblia, todo cambia en el Señor: "ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios” (11:12). En otras palabras, independientemente de cuales sean los hechos históricos y bíblicos mencionados anteriormente, ¡han sido anulados por el hecho de que ahora todos somos iguales en Cristo!
Sin embargo, eso no altera la exhortación de Pablo de que las mujeres deben orar y profetizar con la cabeza cubierta; la diferencia es que ahora, en los versos 13-15, recurre a una lógica que se basa en "la misma naturaleza".
Como ya sabemos, la misma naturaleza del entorno de Pablo era bastante diferente de, digamos, el entorno tradicional chino, en el cual durante miles de años, tanto los hombres como las mujeres tenían cabello largo, y en el cual los hombres a menudo se cubrían la cabeza en público. Creo que lo que Pablo les está diciendo a las mujeres de Corinto es esto: si en su contexto social el acto de cubrirse el cabello en público era una señal de modestia mientras que las prácticas de descubrirse y afeitarse el cabello eran consideradas deshonrosas, no deberían crear obstáculos innecesarios al orar y profetizar con la cabeza descubierta, provocando así un escándalo al evangelio que buscamos compartir con el mundo.
Después de todo, esta actitud está en sintonía con el principio sobre el cual Pablo ya les había exhortado repetidas veces en el capítulo anterior, a saber, “Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica” (1 Co. 10:23).
Tema: La Cena del Señor: ¿Por qué observar un ritual más?
Parece que la observancia de la Cena del Señor era una parte central de las reuniónes de la primera iglesia y que era considerada parte de una comida de amor comunitaria.
Pablo está reprendiendo a la iglesia de Corinto por sus divisiones. ¿De qué manera sus divisiones se habían hecho evidentes en la observancia de la Cena del Señor? ¿Qué clase de división se hace evidente en su observancia de la Cena del Señor?
(1) ¿Por qué Pablo les recuerda que Jesús estableció esta Cena “la noche en que fue entregado”?
(2) ¿Cómo pudo Jesús dar gracias por el cuerpo que sería quebrantado y la sangre que Él iba a derramar?
(3) El proposito de tanto el pan como la copa es que sean usados "en memoria" de Él:
a. ¿Qué es lo que debemos recordar, entonces, mientras comemos del pan?
b. ¿Qué es lo que debemos recordar mientras bebemos de la copa?
c. ¿Debemos recordar los méritos de Cristo, a Cristo mismo, o ambas cosas? ¿Hay alguna diferencia entre estas dos cosas?
d. ¿Por qué Jesús decidió instituir este acto de recuerdo en el contexto de una comida comunitaria? ¿Qué significado de la Cena del Señor no lograríamos entender si la observáramos de manera individual?
e. ¿Por qué la Cena del Señor es también una “proclamación”? Qué quiere decir esto?
(4) Según los vv. 28-32, ¿por qué deberíamos “examinarnos” a nosotros mismos antes de participar en la Cena del Señor? ¿Cómo debemos examinarnos a nosotros mismos?
(5) ¿Qué debe hacer la próxima vez que usted se prepara para participar de la Cena del Señor?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí." (LBLA) (1 Co. 11:29)
Durante mucho tiempo, yo leía e interpretaba 1 Corintios 11:27-33 con un enfoque en el juicio que Pablo menciona con respecto a lo que había sucedido a los creyentes de Corinto, resultando en que algunos de ellos estuvieran débiles y enfermos, y otros incluso habían muerto (11:30 ). Es cierto que este tipo de juicio debería llamar nuestra atención. Mi suposición automática era que estas consecuencias eran el resultado de no discernir lo que comían y bebían durante la Cena del Señor. Pero a medida que pude dedicar el tiempo necesario para seguir los argumentos de Pablo dentro del contexto del pasaje, me di cuenta de que no había logrado entender el mensaje central de la reprensión y exhortación de Pablo.
Todo el pasaje de 11:17-34 se centra en las divisiones que había en la iglesia de Corinto. Pablo les está mostrando que quizás su actitud de división más grave era la que se manifiestaba en la celebración de la Cena del Señor. Es por ello que Pablo se toma la molestia de recordarles lo que realmente significa la observancia de la Cena del Señor, la cual sirve tanto para recordar la obra de salvación realizada por el sacrificio de nuestro Señor Jesús mediante el derramamiento de Su sangre, como el quebrantamiento de Su cuerpo en Su muerte en la cruz, además de recordar al propio Cristo. Y hay mas: este recuerdo es también una proclamación (aquí Pablo usa un término que aparece a menudo en Hechos para denotar la proclamación del evangelio).
Sin embargo, el pecado que Pablo reprende en este pasaje sigue siendo el pecado de división, y aquí señala los resultados de tales divisiones:
- Comían el pan y bebían la copa del Señor de manera indigna (v.27).
- No discernían el cuerpo de Cristo (v. 29).
La palabra “cuerpo” en el verso 29 tiene que referirse a la iglesia como el cuerpo de Cristo, no al pan; de lo contrario, Pablo también habría mencionado la sangre de Cristo. Como señala Gordon Fee, los manuscritos más confiables solo mencionan el cuerpo, sin incluir las palabras “de Cristo”.
Por lo tanto, aunque es cierto que debemos tomar en serio la Cena del Señor, parece que la amonestación en esta sección se centra en el acto de comerla con el claro entendimiento de que la estamos haciendo como un solo cuerpo en Cristo. Si al observar la Cena del Señor pensamos principalmente en un sentimiento individual de la gratitud, perdemos la esencia de lo que es la Cena del Señor y de la obra consumada de salvación que efectuó nuestro Señor, quien derramó Su sangre y dio Su vida para que podamos llegar a ser un solo cuerpo en Él.
Este es el discernimiento al cual Pablo nos llama, tanto en el v. 29 como en el v. 31. Por lo tanto, él concluye con las siguientes palabras a los creyentes de Corinto, “Cuando os reunáis para comer, esperaos unos a otros” (11:33), las cuales también sirven como transición a su famosa enseñanza sobre el Cuerpo de Cristo en el próximo capítulo.
Tema: El cuerpo de Cristo
(1) ¿Cuál es la realidad espiritual que Pablo explica en los vv. 1-3?
(2) Como introducción a su famosa enseñanza sobre el Cuerpo de Cristo, Pablo
comienza señalando que cada uno de nosotros (que somos parte de este Cuerpo de
Cristo) tiene las siguientes tres cosas: dones, servicios (oportunidades para
servir en diversos papeles) y una funcion (una operación producida y mantenida por el Espirítu).
a. ¿Esto quiere decir que si tenemos dones, inmediatamente tendremos oportunidades para servir? ¿Por qué o por qué no?
b. ¿Esto significa que si recibimos oportunidades para servir, seremos capaces de producir resultados? ¿Por qué o por qué no?
(3) ¿Quién nos da estos dones? ¿Quién nos da la oportunidad de servir? ¿Quién obra a través de nosotros, haciendo que nuestras actividades produzcan resultados mediante nuestra debida función? ¿Y cuál es el propósito final de todo esto?
(4) A la luz de lo anterior, ¿cuál debería ser nuestra actitud con respecto a nuestros dones?
a. ¿Todos tenemos algún tipo de don?
b. ¿Cómo podemos averiguarlo?
c. ¿Qué actitud debemos tener cuando usamos nuestros dones?
(5) Por lo tanto, ¿cuál debería ser nuestra actitud con respecto a nuestro "servicio" o las oportunidades que tenemos para servir?
a. ¿Qué deberíamos hacer si aunque tenemos dones, la iglesia no nos da la oportunidad de servir?
b. ¿Cuál debería ser nuestra actitud cuando surja una oportunidad?
c. ¿Qué debemos hacer cuando la oportunidad que surge al parecer no se ajusta a los dones que deseamos? ¿Cuál es la pregunta central que debemos hacernos? (ver el verso 7)
(6) Usando como referencia la lista de dones que Pablo ha enumerado en los versículos 8-10, conteste a la siguiente pregunta con honestidad: ¿Cuál es el don que usted más desea y por qué?
(7) Según el versículo 11, ¿cree usted que podemos “pedir” a Dios que nos dé aquellos dones que nos gustaría tener?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad de Él." (LBLA) (1 Co. 12:11)
De vez en cuando me encuentro con creyentes que permanecen al margen, sin involucrarse en servir al Señor. Estos son los que a nosotros nos gusta llamar los "cristianos dominicales".
Estoy consciente de que algunos de ellos han sido profundamente heridos, quizás en otra iglesia. Estos han jurado nunca involucrarse en la política de la iglesia, algo que (según su propia interpretación) significa nunca desarrollar una relación íntima con ningún otro hermano o hermana en Cristo, y mucho menos tener una responsabilidad en la iglesia. Esto no quiere decir que no se den cuenta de sus dones o que no los reconozcan, sino que simplemente han dejado de usarlos, aunque saben muy bien fueron dados por el Espíritu Santo. A pesar de ello, están decididos a enterrarlos en el suelo. Me pregunto si estos entienden que, aunque su dolor pasado es real, enterrar los dones que Dios les ha dado resultará en el veredicto de Lucas 19:22.
Otros están esperando porque quieren encontrar el ministerio correcto antes de participar. No se trata de que no tengan dones, sino que prefieren determinado ministerio y no otros:
- Por ejemplo, conozco a un graduado de seminario que se considera apto solamente para plantar iglesias en un ministerio pionero; por lo tanto, no está dispuesto a aceptar ninguna oferta para pastorear una iglesia ya existente. Muchos años han pasado, y hasta donde sé, este graduado sigue buscando una oportunidad para plantar una iglesia, la cual nunca ha llegado.
- Hay otros que consideran que tienen dones de enseñar y dirigir estudios bíblicos, pero la iglesia nunca les ha dado tal oportunidad. Se sienten desanimados y echan toda la culpan a la iglesia mientras se sientan al margen sin hacer nada más por ella.
- También hay otros que, a pesar de que no tienen la habilidad de aprender y usar determinado idioma, insisten en que tienen un corazón para alcanzar al pueblo que la habla. Como resultado, buscan obstinadamente tener un ministerio con este grupo de personas. Sin embargo, después de muchos años, se hace evidente que no tienen el don de dominar el idioma de este grupo, y se sienten heridos, deprimidos y rechazados.
La simple verdad es que nunca lograron entender 1 Corintios 12:4-6, donde Pablo dice, "Hay diversidad de dones... ministerios... (y) operaciones". Es decir, incluso si usted cree que tiene determinado don, esto no significa automáticamente que usted tendrá la oportunidad de desempeñar ese servicio, es decir, de utilizar ese don; además, incluso si usted llega a tener la oportunidad de usar su don para servir en una oportunidad de servicio dada por Dios, esto no significa necesariamente que le irá bien o que usted logrará el resultado que esperaba. Ya sea el don, la oportunidad o el resultado, todos son completamente dispuestos por el Espíritu Santo.
Es posible que usted haya entendido mal cuáles realmente sean sus dones, incluso si la prueba de aptitud que realizó le haya dicho lo contrario. Incluso si usted logró identificar correctamente cuáles son sus dones, Dios está mucho más interesado en su corazón que en su don, y utiliza la espera para entrenarle en la humildad y en la obediencia.
Es probable que haya papeles más urgentes que Dios quiere que usted ocupe, y que aunque quizás usted no sea el más dotado para ocuparlos, su presencia es necesaria para llenar el vacío; si usted está dispuesto, Dios permitirá que usted crezca con respecto al tipo de don que se necesita para ese ministerio. Lo he visto suceder una y otra vez, incluso en mi propia vida.
Por lo tanto, a la luz de las exhortaciones que Pablo nos da en este pasaje, debemos entender lo siguiente:
- Todos tenemos dones, y esos dones los ordena Espíritu Santo.
- Debemos esperar pacientemente a que el Espíritu Santo nos abra las puertas antes de que podamos usar nuestros dones; además, si el Espíritu Santo nos abre una puerta de servicio, más vale que obedezcamos, independientemente de nuestros dones.
En conclusión, es solo cuando el poder del Espíritu Santo obra a través de nuestro servicio que realmente podemos ser usados para el bien común del cuerpo.
Tema: ¿Podemos crecer por nuestra propia cuenta?
(1) Los escritores de la Biblia a menudo empleaban un recurso literario llamado “inclusio”, el cual utiliza una misma frase o declaración (o una similar) para iniciar y concluir determinada idea. ¿Puede usted identificar ese recurso en los versos 12, 14, 20 y 27? Cuando tenemos en cuenta el "inclusio", las subdivisiones son bastante claras:
(2) Vv. 12-14—Conteste las siguientes preguntas sobre la comparación que hace Pablo al decir que la iglesia es el cuerpo de Cristo:
a. ¿Qué dice Pablo sobre la manera en que nacemos de nuevo?
b. ¿Qué dice Pablo sobre la manera en que debe funcionar esta nueva vida?
c. ¿Qué título daría usted a esta subdivisión?
(3) Vv. 15-20—Cuando Pablo habla sobre la inseparabilidad de cada parte del cuerpo, usa la analogía del pie en contraposición con la mano, y de la oreja en contraposición con el ojo. Apliquemos esto al cuerpo de Cristo:
a. ¿Por qué un miembro, al compararse con otro miembro, diría o sentiría que él o ella no pertenece o no desea pertenecer al mismo cuerpo (o iglesia)?
b. ¿Qué tipo de error está cometiendo tal miembro del cuerpo?
c. ¿Qué título daría usted a esta división?
(Nota: Se puede dar una respuesta a la letra (a) con base en la inferioridad o la aversión; a la letra (b) con base en nuestra tendencia de no divisar las cosas desde la perspectiva del cuerpo como un todo; nunca nos damos cuenta de que cuando no somos parte del cuerpo, no somos nada!)
d. ¿Qué quiere decir la frase “según le agradó (a Dios)” (v.18)? ¿Qué conlleva esto?
(4) Vv. 19-27—Mientras Pablo respalda su énfasis en la entidad corporativa de los creyentes, continúa con su analogía del ojo en contraposición con la mano y la cabeza en contraposición con los pies:
a. En este caso, ¿por qué un miembro, al compararse con otro, sentiría que el otro no fuera necesario?
b. Parece que Pablo está de acuerdo con la noción de que ciertos miembros del cuerpo puedan realmente ser "más débiles" o "menos honrosos" que otros. De ser así, ¿por qué uno perdería tiempo y energía tratándolo con “especial modestia”, según la perspectiva de usted? ¿Qué respuesta da Pablo en el v. 25?
c. ¿Cómo podemos ponerlo en práctica?
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él." (LBLA) (1 Co. 12:26)
Creo que la mayoría de los cristianos, si no todos, reconocen la realidad de que somos un cuerpo en Cristo, puesto que somos parientes consaguíneos por haber nacido del mismo Espíritu y por haber sido salvos por la misma sangre de Cristo. Por lo tanto, apreciamos nuestra relación de sangre con nuestros hermanos y hermanas en Cristo de una manera que el mundo a veces no comprende; y lamentablemente, "el mundo" incluye a aquellos miembros de nuestras propias familias que aún no conocen a Cristo. Aunque es natural que nuestro vínculo con nuestra familia biológica sea estrecho, el vínculo que tenemos con nuestros hermanos y hermanas en Cristo es eterno. A la luz de esto, ¿cómo debemos concretizar esta realidad de ser un cuerpo en Cristo?
Me alegra ver que se está produciendo un avivamiento en la iglesia con respecto a la preocupación por los cristianos perseguidos en todo el mundo. A veces, las noticias de la persecución de los cristianos aparecen en los titulares de los medios de comunicación; ha habido más respuestas al envío de misioneros encubiertos a aquellos países que ahora son llamados países de Acceso Creativo, utilizando la prudencia y estrategias de equipo efectivas; además, parece que más iglesias están orando regularmente por estos misioneros y por los cristianos perseguidos que viven en estas áreas. La iglesia está concretizando la realidad de que es un cuerpo en Cristo y la realidad de que "si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él".
Sin embargo, esta realidad a veces está ausente en las iglesias locales. A pesar de que estamos dispuestos a compartir el sufrimiento de aquellos "miembros" que están lejos, a veces nos importan menos aquellos "miembros" que vemos cada semana en la iglesia. En realidad somos como puercoespines que están tan próximos el uno del otro que no se sienten cómodos. En especial, muchos nuevos creyentes se acercan con entusiasmo a la comunidad de creyentes, solo para ser picados por sus agujas, lo que los lleva a retirarse definitivamente del compañerismo. Sin embargo, la realidad de que hay un solo cuerpo en Cristo debe vivirse precisamente en espacios reducidos. La razón por la que debemos aprender el camino del amor de Cristo que Pablo describe tan bellamente en el capítulo 13 de I Corintios es que estamos en Cristo. Donde no hay un compromiso de permanecer unidos en el compañerismo y en el servicio, uno no puede aprender lo que es el amor de Cristo realmente.
Puesto que somos nada más que pecadores salvos por gracia, las peleas en la iglesia son inevitables. Sin embargo, si queremos predicar el evangelio de la reconciliación para los que están cerca y los que están lejos, es imprescindible que nosotros mismos practiquemos la reconciliación.
Tema: Concretizar lo que es ser una iglesia
(1) Compare esta lista de dones en el verso 28 con la lista anterior que se encuentra en los vv. 8-10. ¿Qué es lo que se ha añadido en esta última lista?
(2) Aunque quizás todos estarian de acuerdo en usar la expresión dones espirituales para describir la mayoría de los dones en esta lista, ¿cómo clasificaría usted los dones de administración y de ayuda, puesto que también provienen de Dios?
(3) ¿Cuál de los dones en la lista anterior piensa usted que ha recibido? Si sus dones no aparecen en la lista anterior, ¿cuáles podrían ser? ¿Está usted satisfecho con los dones que Dios le ha dado?
(4) Sin embargo, Pablo nos exhorta a no desear tanto estos dones, sino aquellos a los cuales llama "los mejores dones" (v. 31). ¿Cuáles son estos mejores dones y cuál de ellos es el mayor? (ver 13:13)
(5) El capítulo 13 es muy conocido. Reflexionemos brevemente sobre las siguientes consideraciones dentro del contexto del servicio en la iglesia:
a. Pablo hace hincapié en la futilidad de aquellos dones visibles que normalmente son muy admirados entre los creyentes: las lenguas, la predicación, el conocimiento bíblico, la fe y la entrega sacrificial de uno mismo. ¿Qué pasaría si usted realmente poseyera uno de estos dones, pero no tuviera amor? ¿Además de no ser nada, en qué clase de persona o cristiano se convertiría?
b. En los vv. 4-8a, Pablo nos da una lista detallada de las muchas formas en que uno puede medir el amor. ¿Cuán diferente es este amor del amor del mundo?
c. Cristo obviamente ejemplifica el amor ágape. Intente clasificar estas maneras de medir el amor en subgrupos que reflejen la clase de amor que tiene Cristo por nosotros.
(6) A la luz de lo que usted ha contemplado a lo largo de los dos últimos capítulos de 1 Corintios, ¿cuál es la marca más importante de una iglesia?
(7) Con sus propias palabras, intente hacer una parafrasis del versículo 7.
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” (LBLA) (1 Co. 13:7)
El capítulo 13 de 1 Corintios a menudo se llama (y con razón) el Salmo del amor. En cierta ocasión, una famosa cantante cristiana fue invitada a dar un concierto en un país comunista. Ella sabía que no le permitirían compartir abiertamente su fe a través de sus canciones. Por lo tanto, decidió cantar una canción que tenía la letra de 1 Corintios 13:4-8. Aunque la palabras Dios y Cristo no aparecen ni una sola vez en la letra, al final de su concierto, una persona de la audiencia se acercó y dijo: “Nunca antes había escuchado de ese tipo de amor. Tiene que venir del cielo". En efecto, vino del cielo, puesto que el amor ágape que el apóstol Pablo está describiendo es el amor encarnado en la persona del Cristo encarnado.
Cristo, mediante Su encarnación y muerte, ha demostrado lo que es el amor desinteresado. Este amor no tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso y no es egoísta: “el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:6-8).
El suyo es un amor perdonador que no se enoja fácilmente y no guarda ningún registro de ofensas; incluso mientras sufría un inmenso dolor en la cruz, Jesús dijo, "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". (Lucas 23:34)
Sin embargo, Su amor no es un amor sentimental, sino un amor de principios, un amor no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. Fue por ello que fue crucificado, puesto que atacaba implacablemente los pecados de los fariseos, los escribas y los sacerdotes.
Y el suyo es un amor duradero que nunca falla: “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Jn. 13:1).
Permíteme parafrasear la última parte de este gran Salmo de Amor.
- Siempre protege (la palabra original significa cubrir): El amor siempre busca cubrir los defectos de la otra persona en lugar de difundirlos.
- Siempre confía: El amor no cuestiona los motivos o las intenciones de la otra persona.
- Siempre espera: El amor siempre recuerda lo bueno y pasa por alto lo malo en la otra persona.
- Siempre persevera: Incluso después de ser herido profundamente, el amor dice: "¡Aún está lejos de ser la gota que colma el vaso!"
Tema: El mejor don
(1) ¿Qué tipo de amor fallaría? ¿Por qué?
(2) ¿Qué tipo de amor nunca fallaría?
(3) ¿Por qué Pablo selecciona los dones de la profecía, de hablar en lenguas y del conocimiento de entre todos los demás con el fin de comparar su carácter transitorio con el amor?
(4) Parece que los corintios estaban orgullosos de estos tres dones. Sin embargo, ¿de qué se enorgullece usted en su servicio al Señor?
(5) ¿Por qué algún día se acabará la profecía?
(6) ¿Por qué algún día las lenguas cesarán?
(7) ¿Cuándo conoceremos plenamente? ¿Por qué?
(8) ¿Qué significa “cuando venga lo perfecto”? ¿Cuando ocurrirá esto?
(9) ¿Cuáles son las dos analogías que Pablo usa para describir nuestra imperfección? ¿Cuán apropiada es cada uno?
(10) Lea Job 19:25-27 y 1 Juan 3:2 como recordatorio de aquél día que tanto Job como Juan esperaba. ¿Qué representará ese día para usted?
(11) ¿Cómo, entonces, compararía usted los dones de la profecía, de hablar en lenguas y del conocimiento con la fe, la esperanza y el amor?
(12) Pablo nos exhorta a desear ardientemente estos mejores dones (12:31). ¿Cómo puede usted buscarlos?
(13) ¿Por qué el amor sigue siendo el mayor de estos tres?
(14) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." (LBLA) (1 Corintios 13:13)
Pablo, al usar un inclusio para concluir este salmo del amor, hace eco de la declaración que hizo en la sección transitoria en 12:31: “Mas desead ardientemente los mejores dones.” En su preludio al Salmo del amor, Pablo deliberadamente excluye los dones de hablar en lenguas, profecía, fe y sacrificio sin amor de la categoría de los mejores dones (13:1-3); luego, al final, vuelve a presentar estos mejores dones como los que los corintios deberían desear. Sin embargo, al enumerar estos tres dones (la fe, esperanza y amor), todos deben permanecer unidos con el amor como ancla, el mayor de los tres. Creo que todos entendemos por qué el amor es el mayor: cuando veamos a Cristo, tanto la fe como la esperanza llegarán a su fin, mientras que amor sin duda continuará en el reino celestial de Dios, porque Dios es amor.
Aunque ningún cristiano dudaría de la conclusión de Pablo, parece que todavía nos gusta buscar los otros dones, especialmente los del conocimiento, considerándolos los más deseables. Quizás deberíamos prestar atención al recordatorio de Pablo de que en realidad solo conocemos en parte, y que solo cuando llegue la perfección, es decir, cuando veamos a Cristo, “entonces conoceré plenamente, como he sido conocido” (13:12). Permítame, por lo tanto, compartirle las reflexiones al respecto de un padre de la iglesia primitiva, Gregorio Nacienceno, quien vivio en el cuarto siglo:
“ Lo que Dios es en cuanto a Su naturaleza y esencia , ningún hombre jamás lo ha descubierto, ni lo puede descubrir. La cuestión de si en algún momento se descubrirá es una que quien quiera puede examinar y decidir. En mi opinión, esto solo se descubrirá cuando lo que hay de semejante a Dios y divino dentro de nosotros (me refiero a nuestra mente y razón) se haya mezclado con su Semejante, y la imagen haya ascendido al Arquetipo, un deseo que tiene incluso ahora. Y creo que esta es la solución de este problema incómodo en cuanto a 'Nos conoceremos plenamente, como hemos sido conocidos'. Sin embargo, en nuestra vida presente todo lo que nos llega es sólo una pequeña emanación, como si fuera una pequeña refulgencia de una gran Luz. De modo que si alguien ha conocido a Dios, o ha tenido el testimonio de las Escrituras para su conocimiento de Dios, debemos entender que tal persona ha poseído cierto grado de conocimiento que le dio la apariencia de estar más plenamente iluminado que otro que no gozaba del mismo grado de iluminación, y que se habla de esta relativa superioridad como si fuera un conocimiento absoluto, no porque lo sea realmente, sino que al compararlo con el poder de ese otro..."
(El Segundo Discurso Teológico 28.XVII)