Esta semana, comenzaremos el estudio de la Segunda Epístola de Pablo a los Corintios en el Nuevo Testamento.
Trasfondo: después de escribir su primera
carta a los
Corintios, Pablo probablemente les hizo una visita, la cual resultó ser
dolorosa (2:1). Sin embargo, mientras viajaba rumbo a Macedonia (en el
norte de
Grecia), se encontró con Tito y descubrió que su carta anterior había
logrado algunos cambios positivos (7:5-13). Aún así, todavía quedaban
algunos problemas serios
dentro de la iglesia, y algunos de los miembros aún impugnaban su
Apostolado, además de seguir las enseñanzas de ciertos "falsos
apóstoles" (
También vale la pena observar que en esta carta, Pablo una vez más comparte los detalles de sus sufrimientos (capítulo 4:7 y ss., capítulo 6:3 y ss. y capítulo 11:23 y ss).
(1) Compare el saludo inicial de 2 Corintios con el de 1 Corintios. A
la luz del trasfondo descrito anteriormente, ¿qué es lo que Pablo
enfatiza para la
(2) Pablo comienza esta carta con alabanza. ¿Cuáles son las cosas por las que Pablo alaba a Dios?
(3) Según los vv. 3-7, ¿qué perspectiva tiene Pablo de sus propios sufrimientos en relación con Cristo y con los creyentes de Corinto?
(4) A la luz de esto ¿qué perspectiva debe usted tener de sus propios sufrimientos?
(5) ¿Qué quiere decir “el Dios de toda consolación”?
(6) En las bienaventuranzas, Jesús dice, "Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados". (Mateo 5:4)
a. ¿Esto significa que todo aquél que sufre será consolado, sin excepciones?
b. ¿De qué manera usted, como un verdadero creyente en Jesús, será consolado y bendecido?
(7) Como se explicó en la sección del Trasfondo, a lo largo de los
siguientes capítulos Pablo les compartirá los detalles de sus
sufrimientos. ¿De qué manera comienza a
describir sus sufrimientos en los vv. 8-9? ¿En qué tipo de peligro se
encontraba cuando estaba en A
(8) ¿A qué atribuye Pablo lo siguiente?
a. El propósito de sus sufrimientos
b. La razón por la que Dios lo había librado de dichos sufrimientos
(9) Piense en los sufrimientos más dolorosos que usted ha experimentado. ¿De qué manera las palabras de Pablo pueden darle consuelo y ánimo?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y nuestra esperanza respecto de vosotros está firmemente establecida, sabiendo que como sois copartícipes de los sufrimientos, así también lo sois de la consolación.” (LBLA) (2 Co. 1:7)
A menudo pensamos en 2 Corintios como una carta muy personal de Pablo en la cual expresa muchas emociones y, de vez en cuando, unas palabras de reprensión muy directas. A veces pasamos por alto las palabras sobre el sufrimiento que aparecen en varias ocasiones, y las repetidas menciones de sus propios sufrimientos pasados y presentes.
Cuando nos tomamos la molestia de reflexionar sobre lo que Pablo había sufrido recientemente y lo que probablemente continuaría sufriendo, podemos apreciar mejor el corazón de este Apóstol. Yo creo que es muy natural que le preocupe el tema de cómo podrá enfrentar estos sufrimientos interminables por el bien del evangelio; además, incluso Pablo tenía que seguir aprendiendo sobre cómo es necesário que “no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos." (1: 9) Sin embargo, su confianza en Dios no se basa necesariamente en que Dios lo rescate de la muerte, sino que incluso si llegara a morir, su confianza permanecería en este Dios, puesto que es un Dios que resucitará a los muertos en el último día.
El corazón de este Apóstol no se centra en sus circunstancias, sino en la iglesia del Señor. Es cierto que cuando logramos dejar de enfocar en nuestros propios sufrimientos y pensar en los sufrimientos o necesidades de los demás, se nos resulta más fácil reunir fuerzas para enfrentar los nuestros. Sin embargo, esta no es la razón del cambio de enfoque del Apóstol. No tiene nada que ver con ninguna maniobra psicológica, sino con su amor y preocupación auténticos por la iglesia que ama tanto. Quiere hacer todo lo posible para edificar la iglesia, incluso cuando conlleva el sufrimiento; desea convertirlos en algo que pueda servir para su bien. Por lo tanto, él considera sus sufrimientos como una oportunidad para aprender a consolarlos en sus sufrimientos. Por supuesto, lo más sorprendente de esta clase de amor e interés es que Pablo lo demuestra a lo que quizás era la iglesia más indigna de todas, a la Iglesia de Corinto, a una iglesia que le causaba tanto dolor, a una iglesia que lo rechazaba y lo criticaba en todo momento. ¡Pero cuán grande es el ejemplo que nos ha dado a usted y a mí!
Recientemente, tres de las iglesias de las que tuve el privilegio de formar parte han estado envueltas en amargas disputas que las han dividido; como resultado, algunos miembros han dejado la iglesia, mientras que otros simplemente han renunciado a sus posiciones de liderazgo. Quizás lo que deberíamos hacer es ponernos en el lugar de Pablo y evaluar si nuestra situación es peor que la situación en la que Paul se encontraba. En su caso, Pablo, en lugar de albergar amargura, ira y odio, se aflige con amor eterno y piensa en el bien de ellos, incluso en medio de sus propios sufrimientos. Nunca se le ocurre la idea de vengarse, tomar represalias o desearles el mal; lo único que les daba era amor, preocupación y oración — estaba tan decidido en demostrales el amor que lo hacía sin importar lo poco que algunos de ellos lo querían. ¿Por qué? Porque Pablo comprendía que, independientemente de cualesquiera debilidades, malos entendidos y resentimientos pudiera haber, él era parte de una familia, la inseparable familia de Dios. A la luz de su ejemplo ¿cómo podemos nosotros demostrar la inseparabilidad de la familia de Dios? Se expresa mediante nuestro firme compromiso con la iglesia local donde Dios nos ha puesto.
Quizás debido al dolor que le causó, la visita anterior fue breve (2:1). Se puede suponer que Pablo había prometido regresar, y que su demora en regresar obviamente había suscitado malos sentimientos entre los creyentes de Corinto. Pablo escribe esta sección para defender sus acciones, y quizás usted al leerla se dio cuenta de su mención del concepto de "carne" o "carnal" (v. 12 y v. 17).
(1) En el versículo 12, ¿qué contraste hace Pablo entre su conducta y la del mundo (es decir, cuáles son las características de su conducta)?
(2) ¿Cuán importantes son estas marcas para los cristianos, especialmente para los siervos del Señor?
(3) ¿Cómo les demuestra Pablo en su carta que sus acciones no fueron hechas conforme a la sabiduría del mundo?
(4) En general, la jactancia no es algo encomiable. Por lo tanto, ¿en qué sentido esta jactancia mutua es buena y necesaria? ¿Cuál es el fundamento de esta jactancia mutua?
(5) ¿Cuál era el propósito del plan original que tenía Pablo de visitarlos? ¿Qué tienen que ver sus “intenciones” con su jactancia mutua?
(6) Pablo ahora defiende su decisión (de no regresar), diciendo que no había elaborado sus planes de manera mundana. ¿Cómo describe Pablo aquellos planes que son hechos "conforme a la carne"? ¿Por qué es así?
(7) En los vv. 18-22, Pablo invoca los siguientes elementos para enfatizar para los corintios que él no actuó conforme a la carne: (i) la fidelidad de Dios, (ii) su mensaje a los corintios, (iii) las promesas de Dios, (iv) el hecho de que Dios es el que los confirma y (v) el hecho de que Dios les dio el “sello” del Espíritu Santo como garantía.
a. ¿Qué tiene que ver todo esto con la acusación de que Pablo no había cumplido con su plan de regresar?
b. ¿Por qué es relevante para su argumento?
c. ¿Cuál es el punto que busca enfatizar?
d. ¿Por qué es tan importante para él (y para los corintios)?
(8) Por último, en el verso 23, Pablo la da la razón principal por la que no regresó. ¿Cuál es?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“ El que nos ungió, es Dios, quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía." (LBLA) (2 Co. 1:21b-22)
Comparto el sentimiento del apóstol Pablo, puesto que parecía estar muy molesto ante la insinuación perversa (o quizás el ataque manifiesto) que se había hecho sobre su carácter. Es evidente que, en efecto, había prometido a los creyentes de Corinto que les volvería a visitar lo antes posible. Pero cuando parecía que se estaba demorando en Macedonia, algunos aprovecharon la oportunidad para difamarlo, acusándolo de no haber honrado su promesa inicial, o de haber cambiado sus planes por razones egoístas o mundanas.
Es muy interesante leer cómo el apóstol Pablo defiende su integridad. Después de hacerles la pregunta, "O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no?" en el v. 17, Pablo podría haber saltado al v. 23, diciendo, “yo invoco a Dios como testigo sobre mi alma, que por consideración a vosotros no he vuelto a Corinto”. Sin embargo, elige incluir un largo discurso sobre la fidelidad de Dios en Cristo para demostrar que su decisión de no regresar a Corinto no había sido motivado por ningún motivo oculto, a pesar de que sus planes habían cambiado.
Sin embargo, este poderoso discurso sobre la fidelidad de Dios es muy útil para nosotros en momentos en que estamos luchando por nuestra fe. Normalmente no dudaríamos de lo que hemos creído — la misma Palabra de Dios en las Escrituras. Pero hay tiempos en que pensamos, aunque por unos pocos momentos, que quizás hemos creído en vano. Esto puede suceder cuando experimentamos alguna pérdida o sufrimiento insoportable, o cuando nos sentimos confundidos debido a un desafío humanista a nuestra fe que se basa en las más novedosas hipótesis científicas que son presentadas como si fueran la verdad. Es en esos momentos que la presencia del Espíritu Santo dentro de nuestro corazón sirve como un poderoso recordatorio y garantía de la fidelidad de Dios, tanto en el pasado y el presente como en el futuro. Es la convicción interna del Espíritu Santo que nos guió al arrepentimiento, la clara manifestación de la Palabra de Dios que era justo lo que necesitábamos, el inexplicable consuelo y gozo que nos ha traído una y otra vez, sin mencionar las muchas oraciones que han sido contestadas de manera milagrosa u oportuna. Todas estas obras del Espíritu Santo siguen funcionando como un sello y una garantía que reafirma que somos propiedad de Dios y respalda la certeza de nuestra fe.
(1) ¿De qué manera el v. 2 revela el amor de Pablo y su relación con los creyentes de Corinto?
(2) ¿Qué expresiones usa Pablo para describir los sentimientos que subyacen las duras palabras que les escribió en la carta anterior y lo que él sintió cuando las escribió?
(3) ¿A quién escribiría usted, o con quién hablaría con gran angustia, tristeza de corazón y lágrimas? ¿Qué le llevaría a escribir algo así, incluso en medio de tanta angustia y lágrimas?
(4) ¿Cómo describiría usted a Pablo como un siervo del Señor?
(5) Los vv. 5-11 parecen referirse a un hombre específico a quien Pablo les había pedido que confrontaran. Aunque no podemos estar seguros de que se esté refiriendo al hombre adúltero que menciona en 1 Corintios 5:1-5, parece que la exhortación que Pablo da ahora a los corintios se aplica a él. Repasemos el caso de este hombre:
a. ¿Qué pecado ha cometido, según 1 Corintios 5?
b. ¿Qué castigo les pidió Pablo que impusieran a esta persona?
c. Según Pablo, ¿cuál es el objetivo final de ese castigo?
(6) Podemos suponer que este hombre ya se había arrepentido de manera genuina.
a. ¿Cuál puede haber sido la señal de su sincero arrepentimiento (v. 7)?
b. ¿Qué deberían hacer los corintios ahora, sin importar lo horrible que fue el pecado de este hombre?
c. A pesar de lo severo que fue el castigo exigido por Pablo, ¿qué buscaba Pablo, según el v. 9?
d. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de negar el perdón al hombre (v. 11)?
(7) ¿Qué le han enseñado estas palabras de Pablo sobre la disciplina eclesiástica?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Porque si yo os causo tristeza, ¿quién será el que me alegre sino aquel a quien entristecí?” (LBLA) (2 Co. 2:2)
Al defender su decisión de no regresar (antes) a Corinto, Pablo desnuda su alma y manifiesta su amor a los creyentes de Corinto. Por alguna razón, la última visita que les había hecho no fue agradable; de hecho, fue muy doloroso. Es muy probable que Pablo haya tenido que ejercer un amor duro, hablándoles con severas palabras de reprensión, incluso más severas que las que había usado en su carta anterior; al irse, sabría que había infligido heridas en sus corazones. Por lo tanto, si hubiera regresado demasiado pronto, solo habría agravado las heridas; Pablo sabe de lo que es capaz, dadas las circunstancias. Esta es la razón por la que decidió no volver a ellos en ese momento.
Pero al desnudar su alma ante ellos, les dice, “Porque si yo os causo tristeza, ¿quién será el que me alegre sino aquel a quien entristecí?" (2 Co. 2:2).
Entendemos que había muchas otras iglesias, como la de Filipos, que alegraban el corazón de Pablo; sin embargo, el gozo que le traían no pudo disminuir el dolor que Pablo sentía por la iglesia en Corinto. Por mucho que merecían sus severas palabras de reprimenda, el dolor infligido fue mutuo. Pablo lo sintió con la misma intensidad que ellos, y sólo podría ser consolado y alegrado cuando ese dolor fuera sanado. ¿Qué clase de amor es este? Este es el amor de un padre, y también el corazón de una madre.
(1) ¿Por qué Pablo no tuvo reposo en su espíritu, ni siquiera cuando había una puerta abierta para predicar el evangelio en Troas?
(2) ¿Debería haber estado tan preocupado por Tito? ¿Por qué o por qué no? ¿Qué nos enseña esto sobre Pablo como persona y como apóstol? (Nota: según Hechos 20:7-12, Pablo regresó y predicó en Troas).
(3) Pablo usa la imagen de ser guiados por Dios en un "triunfo" abierto para describir a sí mismo y a sus demás colaboradores. En Roma, normalmente había dos tipos de procesiones — una presentaba a los vencedores y la otra a los cautivos. En su opinión, ¿a cuál de los dos se refiere Pablo aquí? ¿Por qué?
(4) ¿Por qué Pablo usaría esta analogía de un triunfo público? ¿Cuál es su idea principal?
(5) ¿Qué representa el uso de la imagen de una fragancia? ¿Qué quiere decir la expresión fragancia del conocimiento de Cristo?
(6) ¿La vida de usted libera tal fragancia? ¿Cómo puede saberlo?
(7) Si lo que proviene de nosotros es la fragancia del conocimiento de Cristo, ¿por qué para algunos es la fragancia de la vida, mientras que para otros es la fragancia de la muerte?
(8) ¿Quiénes son los dos grupos distintos mencionados Pablo, y por qué tendrían reacciones tan distintas a nuestro aroma?
(9) "Para estas cosas, ¿quién está capacitado?"
a. ¿Por qué Pablo se refiere a esto como si fuera una tarea?
b. ¿Por qué no estamos a la altura de esta tarea?
(10) Según el v. 17, ¿Cuál podría ser la clave para poder realizar esta poderosa tarea sin igual?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento." (LBLA) (2 Co.2:14)
Como mencioné en la sección introductoria de “Trasfondo”, Pablo escribió 2 Corintios después de haber experimentado enormes sufrimientos durante su Segundo Viaje Misionero. A veces, incluso tenía que enfrentar la muerte. A pesar de todos estos sufrimientos, Pablo no tenía una mentalidad de víctima con respecto a su ministerio evangelístico, sino una mentalidad de vencedor. La razón es porque dondequiera que iba, el poder del evangelio se manifestaba en la conversión de muchos que seguían a Cristo hacia la salvación. Por lo tanto, al mencionar la puerta abierta en Troas, inmediatamente irrumpe en un grito triunfal y compara su experiencia, incluso en medio de sufrimiento, con la procesión de un vencedor.
Como ya sabemos, el dilema es que cada vez más cristianos estaban siendo arrojados al Coliseo y lugares semejantes, llevados en una procesión de víctimas que terminarían siendo presa de hambrientos animales salvajes. Pero Pablo ve la victoria de Cristo en Cristo mismo, incluso en medio de sufrimientos como este. Como nos enseña la historia, estos testigos triunfales de Cristo son los que finalmente doblegarían todo el Imperio Romano ante Cristo. Él siempre será el vencedor definitivo, incluso en esta vida.
Hasta este punto, la carta ha tenido un tono sombrío, puesto que habla sobre el sufrimiento y la animadversión que tenían los creyentes corintios contra Pablo. Sin embargo, el capítulo 2 termina con una nota triunfal sobre la asombrosa tarea de ser un aroma de Cristo como portador de Su evangelio:
(1) En su opinión, ¿con quién se está comparando Pablo?
(2) ¿Cómo se compara a sí mismo con los que “comercian” con la Palabra de Dios? ¿Qué hacen aquellos que "comercian con la palabra de Dios"?
(3) En la época de Pablo, era común que cuando un evangelista viajaba a un nuevo lugar de ministerio llevara cartas de recomendación.
a) ¿Necesitaba Pablo alguna carta o recomendación para ministrar entre los creyentes en corinto?
b) ¿Por qué no? (vv. 2-3)
c) ¿Por qué, entonces, lo mencionaría?
d) ¿Qué nos enseña esto sobre los creyentes en Corinto?
(4) Al expresar su confianza en los vv. 4-5, ¿de qué manera Pablo también muestra su humildad?
(5) Es fácil decir palabras que expresan tanta humildad. Sin embargo ¿de qué manera debe uno demostrarla en su ministerio?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Pues no somos como muchos, que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo.” (LBLA) (2 Co. 2:17)
Estoy en deuda con un un hombre que fue mentor mío durante mis primeros años de ministerio, quien me dio el siguiente consejo mientras contemplaba una vida de servicio de tiempo completo en el ministerio al salir del seminario: “No negocies tu salario; solo pide un subsidio para libros y suficiente tiempo para recuperarte."
Así es como he tomado en serio su consejo al respecto:
- Dondequiera que iba, le pedía al posible reclutador que venía en nombre de la iglesia o la organización que no me dijera el paquete de compensación: si fuera demasiado lucrativo, mi corazón podría sentirse tentado a pensar que realmente era la voluntad de Dios; si fuera demasiado bajo, mi corazón estaría inclinado a rechazarlo. Pero el ministerio del evangelio es un ministerio de fe; por lo tanto, es importante que aprendamos a discernir la voluntad de Dios sin el atractivo del dinero.
- El no pedir ni negociar mi paquete salarial me ha dado suficiente ventaja para pedir un subsidio decente para libros. Esto no quiere decir que yo no podría comprar libros yo mismo; sin embargo, el subsidio para libros me obliga a leer libros con regularidad. Esto me impedirá predicar y enseñar desde de mi propia torre de marfil de conocimiento y experiencia.
- Puesto que muchas iglesias todavía operan con una mentalidad de trabajo, a menudo pasan por alto la necesidad esencial que tiene el pastor de descansar y orar con frecuencia. Cualquier iglesia que permita que el pastor se agote lo hace en detrimento propio.
Parece que en esta carta Pablo no necesita atacar a aquellos judaizantes que se regían por la ley; sin embargo, lo que hace es comparar nuestro ministerio en el Nuevo Testamento con el de Moisés.
(1) En 3:6, Pablo llama nuestro ministerio un ministerio "de un nuevo pacto". ¿En qué sentido este pacto es nuevo?
(2) En los versículos 3:7-11, Pablo usa las siguientes palabras para describir el ministerio de Moisés: la letra (que mata), muerte, grabada en piedras, una gloria en la que los israelitas no podían fijar la vista, una gloria que se desvanecía, un ministerio de condenación. Qué clase de cuadro busca retratar con tales expresiones?
(3) ¿Puede usted destacar las palabras que Pablo usa para describir nuestro ministerio bajo el nuevo pact? Compárelas con las palabras mencionadas en el número (2).
a. ¿Qué clase de cuadro busca retratar?
b. ¿Cuál de todas las palabras que usa Pablo para describir el nuevo ministerio significa más para usted?
c. ¿Por qué?
(4) ¿A cuál esperanza se refiere en el v. 12? ¿Cómo nos hace audaces? (¿En qué sentido es audaz? — Tenga presente el tema principal de Pablo en los dos primeros capítulos.)
(5) ¿Por qué dice Pablo que hasta el día de hoy, cuando los judíos leen la Ley de Moisés, "un velo está puesto sobre sus corazones"?
(6) ¿Cómo puede ser quitado este velo?
(7) ¿Cuántas veces Pablo menciona la palabra “espíritu” o “Espíritu” en este pasaje?
(8) ¿Por qué significa que como resultado tenemos "el rostro descubierto"?
(9) ¿Piensa usted que está viendo a Dios hoy con el rostro descubierto?
(10) ¿Está usted reflejando la gloria del Señor hoy? ¿Por qué o por qué no?
(11) ¿Cuál es la clave para que usted refleje Su semejanza con una gloria cada vez mayor?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu." (LBLA) (2 Co.3:18)
Para mí es fascinante ver cómo el apóstol Pablo interpreta y aplica los eventos de Éxodo 34 relacionados con el velo sobre el rostro de Moisés.
En primer lugar, él atribuye la gloria del rostro de Moisés a su ministerio de recibir la Ley (2 Corintios 3:7), aunque por tradición consideramos que su gloria era un resultado de haber hablado con el Señor (Éxodo 34:29).
En segundo lugar, aunque afirma que el velo fue necesario porque el pueblo no podía mirar fijamente el rostro de Moisés, también nos recuerda que esta gloria de Moisés se estaba desvaneciendo.
En tercer lugar, Pablo usa el velo para hablar sobre la torpeza de la mente del pueblo de Israel, puesto que en lo esencial la Ley no les hace ningún bien, incluso cuando se lee hoy (2 Co. 3:14).
Todas estas enseñanzas son al mismo tiempo muy valientes y verdaderas, especialmente a la luz de la actitud que tenían los judíos de su tiempo, quienes veneraban a Moisés. Pero sus audaces enseñanzas también resaltan la asombrosa gloria del ministerio que nosotros tenemos hoy, puesto que a nosotros se nos ha dado el ministerio de un nuevo pacto — la predicación de un evangelio que da vida en Jesucristo. Si Cristo no hubiera venido, incluso si siguiéramos venerando a Moisés y propagando la Ley, esto solo traería muerte y condenación, no solo a los oyentes, sino a nosotros mismos. Pero en Cristo hemos obtenido una verdadera libertad del pecado y de la muerte. No cabe duda de que la gloria de este nuevo pacto supera a la del antiguo (2 Cor. 3:10).
Pero el aspecto más glorioso de este nuevo pacto es el hecho de que a pesar de lo grande que fue Moisés, no necesitamos que él sea nuestro intermediario ante Dios. Hemos obtenido acceso directo a Dios a través de Jesucristo, es decir (en palabras de Pablo), todos podemos acercarnos a Dios con el rostro descubierto. Si Moisés vino de su encuentro con Dios con una gloria que se desvanecía, ¿acaso no deberíamos nosotros, quienes tenemos acceso a Su trono en todo momento, reflejar Su gloria de una manera “cada vez mayor”?
Por lo tanto, la pregunta más importante es la siguiente: ¿Las personas que nos rodean ven en nosotros una gloria que crece cada vez más? No, no es necesario que nuestros rostros brillen como lo hizo el de Moisés; pero de igual manera, una persona que pasa mucho tiempo con el Señor debe sobresalir a los ojos de los que la rodean. ¿Acaso no es así?
Parece que el tema de este capítulo es “desfallecer”, puesto que Pablo la comienza diciendo “no desfallecemos” (4:1) y la termina con las mismas palabras (4:16). Hoy nos enfocaremos en los vv. 1-7:
(1) En su opinión, ¿por qué Pablo tiene que hablar sobre el tema de no desanimarse?
(2) Parece que Pablo sigue comparándose con aquellos que "comerciaban" con la Palabra que había mencionado en 2:17. En esta sección, utiliza los siguientes términos para describirlos: caminos ocultos y vergonzosos, astucia y adulteración de la palabra de Dios.
a. ¿Por qué Pablo usa palabras tan duras para atacarlos?
b. ¿Cuáles podrían ser las intenciones de estos que “comerciaban con” la palabra de Dios?
(3) En cambio, ¿cómo predica Pablo la palabra de Dios? ¿Cuán diferente es él y su forma de hacerlo? (v. 2)
(4) Sin embargo, ¿esto significa necesariamente que su predicación es eficaz? (v. 3) ¿Por qué o por qué no?
(5) Alguna vez todos fuimos cegados por el dios de este siglo. Por lo tanto, ¿cómo podríamos llegar a ver "el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios”? (v. 6)
(6) Pablo enfatiza el hecho de que “no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos” (v. 5).
a. ¿Está usted de acuerdo con la afirmación de que a veces es posible predicar a nosotros mismos sin saberlo?
b. ¿Cuáles podrían ser las señales de que estamos predicando a nosotros mismos, aunque mencionemos el nombre de Cristo y Su evangelio?
c. ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos predicando como simples siervos y que los oyentes nos consideran como tal?
(7) ¿De qué manera el v. 7 nos ayuda a responder la pregunta anterior?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros." (LBLA) (2 Co. 4:7)
El ministerio cristiano es un maratón; a menudo, puede pasar mucho tiempo antes de producir fruto. Quzás seamos tentados a admirar el gran éxito del ministerio del apóstol Pablo. Pero en realidad, él también enfrentó altibajos en su ministerio. Y había ocasiones (y muchas ocasiones, creo yo) en que su ministerio producía pocos resultados o ninguno. Son las ocasiones a las cuales se refiere cuando hace la siguiente lamentación: “Y si todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado" (4:3). En efecto, el dios de este siglo ha cegado las mentes de estos incrédulos; solo Cristo puede abrirles los ojos, cuando así lo desea. Por eso, el Apóstol nos recuerda (tanto a nosotros como a sí mismo) que somos simples vasos de barro. No podemos hacer que la gente crea por nuestra propia cuenta. Pero Cristo lo puede hacer, y es solo debido a Su misma presencia en nosotros y en nuestro ministerio que producirá frutos en Su tiempo. Lo único que Él nos exige es que seamos fieles.
Cada vez que nos sentimos frustrados y derrotados, olvidamos que somos simples vasos de barro; esta quizás es la razón por la que algunos, no solo en la época de Pablo, sino también en la nuestra, recurren a “lo oculto y vergonzoso”, adulterando la palabra de Dios mediante el engaño (4:2) con el fin de lograr un éxito instantáneo y aumentar su satisfacción consigo mismos. Esto me hace pensar en la predicación del "Evangelio de la prosperidad" y la predicación del "pensamiento positivo".