Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 2:17–3:5

Esta semana concluiremos nuestro estudio del libro de 1 Tesalonicenses en el Nuevo Testamento.

(1) ¿Cómo describe el apóstol Pablo el tiempo en que se vio obligado a estar ausente de Tesalónica?

(2) ¿Por qué intentaba volver con ellos?

(3) Independientemente de lo que lo haya impedido regresar, ¿por qué Pablo atribuyó el obstáculo a la obra de Satanás?

(4) A menudo escuchamos a los creyentes culpar a Satanás por ciertos problemas en sus vidas o en las vidas de sus iglesias. ¿Cuáles serían las señales de que tales problemas en efecto son la obra de Satanás?

(5) ¿En qué sentido los creyentes tesalonicenses eran la esperanza, el gozo, la corona e incluso la gloria de Pablo? (2:19, 20)

(6) ¿Hay cristianos en la vida de usted a quiénes considera su esperanza, gozo, corona o incluso gloria? ¿En qué sentido?

(7) ¿Por qué Pablo estaba tan preocupado que tuvo que enviar a Timoteo a visitar a los creyentes tesalonicenses después de su repentina partida forzada?

(8) ¿Qué quiere decir Pablo con la frase "para esto hemos sido destinados (es decir, para las aflicciones, especialmente las persecuciones)" (1 Tes. 3:3)?

(9) ¿Estamos todos destinados para las aflicciones?

(10) ¿Qué nos pueden hacer las pruebas? ¿Cómo debemos encararlas? (Santiago 1:2-4)

(11) Haga una pausa para reflexionar sobre el mensaje principal de este estudio para usted hoy. Cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La obra de Satanás

"Ya que queríamos ir a vosotros (al menos yo, Pablo, más de una vez) pero Satanás nos lo ha impedido." (LBLA) (1 Tes. 2:18)

Me preocupa mucho cuando escucho a un cristiano llamar a otro cristiano Satanás. Es aún peor cuando tal acusación se hace durante una oración pública, como cuando uno considera que cualquier oposición a sus ideas o sugerencias con respecto a los asuntos de la iglesia es la obra de Satanás.

Al parecer, los que hacen esto piensan que es una práctica legítima, tomando como precedente la reprimenda de Jesús a Pedro en Mateo 16:23 y las palabras de Pablo en este pasaje a los Tesalonicenses (1 Tes. 2:18). Sin embargo, tenemos que reconocer que la práctica de llamar a otra persona Satanás o atribuir ciertos hechos de otros cristianos a Satanás es extremadamente rara en las Escrituras.

En primer lugar, quien llamó a Pedro Satanás fue el propio Señor y no uno de Sus discípulos; además, no cabe duda de que la reprensión del Señor fue motivada por amor, puesto que Él entendía que, a pesar de lo equivocado que estaba Pedro, lo que dijo fue por amor a Él. Es cierto que la cruda verdad era que el amor de Pedro por Cristo buscaba disuadirlo de Su compromiso de morir por todos nosotros en la cruz. Puesto que la severidad de tal acto sería una piedra de tropiezo para el plan eterno de salvación, Jesús tuvo que equiparar a Pedro con Satanás. Sin embargo, hubo muchas otras ocasiones en las que, a pesar de que Sus discípulos no estaban "pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres" (Mateo 16:23), Jesús nunca los reprendió llamándolos Satanás. Dos ejemplos de esto son el argumento que surgió entre ellos sobre quién era el mayor (Mat. 18:1-5) y la negación de Pedro (Mat. 26:69-75).

En este caso, en el cual Pablo no podía ir a Tesalónica tan pronto como quería, realmente no tenemos idea de cuáles eran las circunstancias que que llevaron a Pablo a atribuirlo a la obra de Satanás. Puesto que nuestro Señor dice que Satanás es "el príncipe de este mundo" (Jn. 14:30), y que también es llamado "el acusador de nuestros hermanos" (Apocalipsis 12:10), yo sería muy reacio para llamar a cualquiera de nuestros hermanos o hermanas en Cristo Satanás. Es muy probable que todo lo que impedía que Pablo fuera a Tesalónica procediera del mundo, y no necesariamente del cuerpo de Cristo. Por lo tanto, cualquier acción del mundo que se oponga al cuerpo de Cristo y a Su Reino proviene del "príncipe de este mundo" y no cabe duda de que puede describirse como obra de Satanás.

Si bien nuestros hermanos y hermanas a veces pueden actuar de una manera que contradice claramente los principios bíblicos y la unidad del cuerpo de Cristo, podemos estar seguros de que, en tales circunstancias, el "acusador" ya ha aprovechado la oportunidad para acusarlos ante Dios. Por lo tanto, no hace falta que le ayudemos a hacerlo; al contrario, debemos orar por tales hermanos, sin avergonzarlos ni llamarlos Satanás, intercediendo por ellos ante el trono de la gracia.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 3:6–13

(1) Según 3:5, ¿cuál fue el propósito de Pablo al enviar a Timoteo a Tesalónica?

(2) Además de las noticias sobre su fe, ¿cuáles fueron las buenas nuevas que trajo Timoteo, según el versículo 3:6a?

(3) Con base en 3:6b, ¿puede usted identificar cuáles eran algunas de las preocupaciones de Pablo con respecto a los creyentes tesalonicenses?

(4) ¿Era correcto que Pablo se preocupara por tales cosas? ¿Por qué o por qué no?

(5) El versículo 3:8 es interesante: "porque ahora sí que vivimos". ¿Qué quiso decir Pablo con esto, y por qué? ¿Qué habría pasado si ellos, los creyentes tesalonicenses, no hubieran permanecido firmes?

(6) ¿Qué clase de gozo describe Pablo en 3:9?

(7) Al llegar a la conclusión de la primera parte de esta carta de Pablo, le sugiero que repase brevemente lo que ha estudiado hasta ahora e intente resumir con una sola declaración la esencia de estos primeros 3 capítulos.

(8) Al concluir esta parte en la que recuerda los eventos relacionados con su primera visita a Tesalónica y el ánimo que le dio el informe de Timoteo, Pablo irrumpe en una oración de bendición en 3:11-13. Siguiendo los pasos dados a continuación, reflexione con cuidado sobre su oración:

a. Divida su oración en pequeñas secciones.

b. Identifique la esencia de cada una de sus oraciones.

c. Piense en cómo usted puede emular las oraciones de Pablo ...

  1. ... al orar por aquellos que son importantes para usted.
  2. ... al orar por usted mismo.

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
¡Porque ahora sí que vivimos!

porque ahora sí que vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor." (LBLA) (1 Tes. 3:8)

Tal vez usted se sienta tan desconcertado como yo al leer la declaración de Pablo en el versículo que se reproduce en el título anterior. ¿Por qué diría él que “sí que vivimos” porque los creyentes tesalonicenses están firmes en el Señor?

Permítanme compartirles las siguientes reflexiones de Juan Crisóstomo, un pastor del cuarto siglo a.C., al respecto:

“¿Con qué se puede comparar Pablo, quien pensaba que la salvación de sus prójimos era la suya, que tenía tanto afecto por todos, como si fueran los miembros de su propio cuerpo? ¿Quién podría ahora irrumpir en semejantes palabras? O más bien, ¿quién sería capaz de tener tal pensamiento? No les pidió que le dieran gracias por las pruebas que había sufrido por ellos, sino que les agradeció por no haberse conmovido a causa de sus pruebas. Es como si dijera 'El daño causado por esas pruebas fue a vosotros y no a nosotros; fuisteis tentados antes que nosotros, vosotros, quienes nada sufristeis, antes que nosotros, quienes sufrimos'. 'Porque', dice Pablo, 'Timoteo nos trajo estas buenas nuevas; no sentimos ninguna de nuestros sufrimientos, sino que fuimos consolados en toda nuestra aflicción; no solo en esta aflicción'. Porque nada más puede conmover a un buen maestro mientras en su mente sus discípulos siguen adelante. 'A través de vosotros', dice Pablo, 'fuimos consolados; vosotros nos confirmasteis'. Sin embargo, lo que realmente sucedió fue lo contrario. Porque el hecho de que Pablo y sus compañeros sufrieran sin rendirse, permaneciendo valientes, fue suficiente para confirmar a los discípulos. Pero Pablo invierte todo el asunto y les da el encomio. 'Nos habéis ungido; nos habéis hecho respirar de nuevo; no nos habéis dejado sentir nuestras pruebas'. Y lo que dijo no fue 'respiramos de nuevo', ni tampoco 'fuimos consolados'. ¿Qué dijo Pablo? Dijo 'sí que vivimos', lo que demuestra que lo único que considera una prueba o muerte es el tropiezo de ellos, mientras que su avance era la propia vida. ¿De qué otra manera pudo haber manifestado el dolor que sentía por la debilidad de sus discípulos, o el gozo? No dijo 'Sí que nos regocijamos', sino 'Sí que vivimos' la vida por venir.

“ 'De modo que sin esto ni siquiera consideramos que sea deseable vivir'. Así es el afecto que deben tener los maestros, así también los discípulos ... "

(NAPF, Vol. 13, 3401)

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 4:1–8

Parece que Pablo usa esta segunda parte de su carta para responder a algunas de las inquietudes que Timoteo le compartió con respecto a la iglesia en Tesalónica.

(1) La Declaración de Independencia de los EE. UU. contiene las siguientes palabras:

“Sostenemos que las siguientes verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres son creados iguales, que están dotados por su Creador de ciertos Derechos inalienables, entre los cuales están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad."

Sin embargo, como cristianos, ¿qué es más importante, la búsqueda de la felicidad o la búsqueda de agradar a Dios? ¿Por qué?

(2) Parece que a Pablo le gustaba usar la frase “más y más” al hablar con los tesalonicenses (1 Tes. 4:1, 10; 2 Tes. 1:3). En 4:1, lo usa para describir la práctica de vivir una vida que agrada a Dios. ¿Se trata de una bonita expresión que usaba Pablo o de algo que en realidad se puede perseguir? Por lo tanto, ¿cómo puede usted agradar a Dios “más y más” en su vida?

(3) Lo primero que Pablo les recordó a los tesalonicenses al exhortarlos a agradar a Dios más y más es la santificación; sin embargo, parece que se enfoca primero en la “inmoralidad sexual”. ¿Por qué? ¿Acaso es el único impedimento para la santificación?

(4) Al lidiar con la inmoralidad sexual, ¿por qué Pablo al parecer se enfoca en “abstenerse de ella”?

(5) ¿Cuál podría ser la clave para controlar nuestro cuerpo con respecto a este tema?

(6) Por lo tanto, ¿cómo podemos diferenciarnos de los paganos con respecto al tema?

(7) Parece que Pablo está abordando el problema de la inmoralidad contra los hermanos dentro de la iglesia (4: 6). Lea Proverbios 6:29-35 para encontrar advertencias similares en la Biblia.

(8) ¿Por qué Pablo enfatiza la persona del Espíritu Santo con relación a este tema en el v. 4:8?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Agradar a Dios

Por lo demás, hermanos, os rogamos, pues, y os exhortamos en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que debéis andar y agradar a Dios (como de hecho ya andáis)...” (LBLA) (1 Tes.  4:1)

La Declaración de Independencia de los EE. UU. incluye las siguientes palabras:

“Sostenemos que las siguientes verdades son evidentes por sí misma: que todos los hombres son creados iguales, que están dotados por su Creador de ciertos Derechos inalienables, entre los cuales están la Vida, la Libertad y la búsqueda de Felicidad."

Esta declaración bien intencionada ha sido una pieza fundamental para la defensa de los derechos humanos, y con razón. Sin embargo, como cristianos, hemos seguido ciegamente esta declaración, especialmente el último elemento, como si fuera parte de las Escrituras. No hay duda de que Dios se deleita en darnos felicidad; sin embargo, ¿acaso la búsqueda de la felicidad puede ser nuestra meta en la vida? Por supuesto que no. , La felicidad que todo cristiano debe perseguir no es la nuestra, sino la de Dios.

La siguiente historia de Steve Farrar sirve para mostrarnos cuánto nos hemos equivocado de mente y de corazón al hacer de la búsqueda de nuestra propia felicidad el objetivo de nuestras vidas:

“Hace algunos años, cuando era pastor, cierto hombre vino a mi oficina. Tenía sesenta y pocos años, había estado casado con la misma mujer durante casi cuarenta años y tenía cinco hijos adultos y numerosos nietos. Había sido un cristiano comprometido desde que conoció a Cristo en la escuela secundaria. Durante años, había sido una columna en la comunidad evangélica, sirviendo como líder en la iglesia y en juntas de varios ministerios cristianos. Tenía un excelente conocimiento de las Escrituras y había influido en cientos de jóvenes para Cristo.

"¿Cuál era el motivo de nuestra reunión? ¿Era hablar sobre la posibilidad de que enseñara una clase de Biblia para hombres? ¿O quizás la posibilidad de que fuera mentor de algunos hombres más jóvenes en la iglesia? No. Nos reuníamos para hablar sobre la razón por la que había estado involucrado en una relación inmoral con una niña menor que su propia hija durante los cinco años anteriores.

"Ni siquiera intentó negar su pecado. Puesto que era pensador astuto, había desarrollado una densa red de racionalizaciones que incluso incluían algunas referencias bíblicas. Después de unos treinta minutos, en los cuales yo continuaba explorando y cortando los hilos de su red de excusas, él finalmente dio un suspiro profundo y dijo lo siguiente: '¿Acaso no tengo el derecho de ser feliz?'.

"Con esta única declaración, él logró capturar el espíritu de nuestra época."
(Un fragmento de Point Man, escrito por Steve Farrar)

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 4:9–18

(1) Si los tesalonicenses ya amaban a “todos los hermanos que están en toda Macedonia”, ¿por qué Pablo los instó a hacerlo más y más? ¿Piensa usted que podría tener algo que ver con la posibilidad de que aún necesitaban acercarse a las iglesias más allá de Macedonia o preocuparse por sus necesidades?

(2) ¿Cuáles son las cosas que Pablo los exhortó a hacer a continuación en el v. 11, con el fin de agradar a Dios?

(3) ¿Qué tienen en común todas estas cosas?

(4) ¿Qué podrían decir los creyentes tesalonicenses para intentar justificar ese estilo de vida?

(5) ¿Cuán dañino puede ser ese estilo de vida para uno que desea testificar eficazmente de Cristo?

(6) A continuación, en los vv. 13-18, el apóstol Pablo pone su atención en el duelo por la muerte de nuestros seres queridos en Cristo:

a. ¿Qué nos enseña nuestro Señor en la “bienaventuranza” sobre “los que lloran” (Mat. 5:4)?

b. A la luz de esto, ¿dice Pablo que no debemos llorar ni entristecernos?

(7) Hay quienes se burlan de la esperanza que tenemos como cristianos en la resurrección de “los que durmieron (es decir, los que están muertos) en Jesús”, diciendo que son puras ilusiones. ¿Cómo responde Pablo a tales críticos en el v. 14?

(8) Según lo que dice el Señor, ¿cuál será la secuencia de Su regreso?

(9) Creo que no es suficiente leer sobre la secuencia de eventos, sino que debemos sumergirnos en la gloria y majestad de Su venida. Imagíne que usted fuera uno de los que estén vivos en Su venida. ¿Cuál sería la parte más emocionante de esa experiencia?

(10) Se puede ver la luz de lo anterior que existe una forma correcta de entristecerse y una forma incorrecta de entristecerse. Como dice Jesús en la bienaventuranza, será bendecida solo la forma correcta. Según este pasaje, ¿cuál es esta forma correcta de entristecerse?

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Entristecerse correctamente

Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza." (LBLA) (1 Tes. 4:13)

1 Tesalonicenses 4:13-18 es uno de los grandes pasajes que podemos usar para consolar a aquellos que han perdido a un ser querido en Cristo. Me gusta usarlo cuando predico en los funerales cristianos, no solo porque nos da consuelo y esperanza, sino porque nos da un consuelo y una esperanza que no son ilusiones en absoluto.

Al oficiar los funerales o ceremonias conmemorativas de cristianos, a menudo escucho los elogios de personas bien intencionadas, pero equivocadas, en los cuales dicen cosas como las que siguen:

"Él (el difunto) nos está mirando en este mismo instante". (¡Lo siento, pero solo Dios es omnipresente!)

"En este momento está disfrutando de su bebida favorita en el cielo". (¡En serio!)

"Se está divirtiendo; está patinando, esquiando, pescando (o algún otro pasatiempo por el cual el fallecido era conocido) con Dios". (¡Toda esta "diversión" depende de la gravedad!)

Yo sé que no debería ser demasiado duro con los que dicen tales cosas, especialmente si ellos mismos no son cristianos; realmente no saben qué decir. Como resultado, terminan diciendo algo que en realidad es nada más que una ilusión.

Desafortunadamente, cuando a mí me toca predicar las Escrituras, muchos continúan pensando que lo que dice la Biblia no es nada más que otra ilusión. Todo lo contrario, exclama Pablo:

"Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con Él a los que durmieron (es decir, murieron) en Jesús." (1 Tes. 4:14)

Lo que dice el apóstol Pablo es que nuestra esperanza en la resurrección de los muertos no se basa en ilusiones, sino en el hecho histórico de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Él es la única persona cuya tumba sigue vacía, porque resucitó de entre los muertos para probar que no es solo un hombre, sino Dios, el Creador y Dador de la vida. Por lo tanto, aquellos que murieron en Él, es decir, aquellos que creyeron en Él mientras aún estaban vivos, recibiendo Su vida resucitada en sus corazones, también serán resucitados en el momento de la segunda venida del Señor Jesucristo.

No se trata de una mera ilusión, porque este Cristo resucitado fue visto por muchos de sus discípulos y “se apareció a más de quinientos hermanos a la vez”, según el testimonio del apóstol Pablo en 1 Corintios 15:6.

Por lo tanto, lo que Pablo nos exhorta en 1 Tesalonicenses 4, no es que no debamos entristecernos y llorar por nuestros seres queridos, sino que debemos entristecernos y llorar con esperanza, y no con ilusiones, creyendo (de hecho, sabiendo) que solo estaremos separados de nuestros seres queridos en Cristo por un tiempo; pronto, y que muy pronto nuestro Señor los traerá cuando regrese. Es con esta esperanza tan gloriosa y sólida que experimentaremos la segunda bienaventuranza de nuestro Señor, "Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados." (Mateo 5:4)

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 5:1–11

(1) El apóstol Pablo compara el día de la venida del Señor con la llegada de un ladrón en la noche. ¿De qué manera vendrá como un ladrón, según la perspectiva de las personas del mundo?

(2) ¿Por qué sería una sorpresa para las personas del mundo?

(3) ¿Cuáles serán las consecuencias para ellos?

(4) Conteste con honestidad: ¿será una sorpresa para usted?

(5) Por lo tanto, ¿cómo podemos evitar que nos tome por sorpresa?

(6) ¿Por qué Pablo usa la imagen de un soldado al exhortarnos a estar alerta y autocontrolados?

(7) ¿Para qué sirve una coraza?

(8) ¿En cuáles sentidos la fe, y en especial el amor, pueden ser nuestra coraza?

(9) ¿Para qué sirve un yelmo?

(10) ¿En cuáles sentidos la esperanza de salvación puede ser nuestro yelmo?

(11) ¿Cuál consecuencia tendrá Su regreso para nosotros?

(12) ¿La exhortación de Pablo le ha dado ánimo? ¿Por qué o por qué no?

(13) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Esperar la venida del Señor

Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que el día os sorprenda como ladrón." (LBLA) (1 Tes. 5:4)

Debido a lo que dice el Señor en Mateo 24 sobre el hecho de que Su venida será como la de un ladrón (24:42-44) y de que nadie sabe ni el día ni la hora de su venida, siempre había aceptado la noción de que Su venida será una sorpresa para todos. Sin embargo, el apóstol Pablo aclara aquí (en 1 Tes. 5) que vendrá como un ladrón solo para aquellos que viven en tinieblas, y que para nosotros que no estamos en tinieblas no debería ser como la llegada de un ladrón y no debemos ser tomados por sorpresa (1 Tes. 5:1-5).

Cuando yo era un nuevo creyente, en mis días de juventud, siempre luchaba con mi falta de anhelo por la venida del Señor. No creo que esto signifique necesariamente que haya amado menos al Señor en ese tiempo. De hecho, siempre admiro la fe simple e inocente que tenía, junto con el intenso amor que tenía por el Señor que solo puedo describir como un “primer amor” (Ap. 2:4).

Sin embargo, también es cierto que en aquellos días, mientras mi mente me decía que podría morir y ver al Señor en cualquier momento, si soy honesto tengo que decir qeu mi corazón no reconocía este hecho. De hecho, desde mi perspectiva, había tanto en el mundo para ver, aprender, conquistar y lograr. Sin embargo, con frecuencia me encontraba orando al Señor, pidiéndole que me hiciera anhelar más Su regreso.

Ahora que muchos de mis compañeros, especialmente aquellos familiares que son mayores que yo, se me han adelantado para ver al Señor, y ahora que al haber pasado la “mediana edad” yo también tengo dificultades de salud, estoy más consciente de la brevedad de la vida. Esto no quiere decir que no haga planes para el futuro en un espíritu de oración, sino que cada pensamiento que tengo sobre el futuro, sin excepción, está atenuado por la conciencia de la posibilidad de que no viva mucho tiempo más en esta tierra. En cierto modo, esto es bíblico y espiritualmente sano. Sin embargo, no puedo evitar entender que esto tampoco es lo mismo que tener un mayor anhelo por el regreso del Señor.

Ser consciente de que puedo irme a mi hogar en cualquier momento no es lo mismo que reconocer que el Señor puede regresar en cualquier momento. Si yo parto de esta tierra, aquellos que me rodean todavía tendrán la oportunidad de conocer al Señor. El Señor puede levantar a otros para que ocupen mi lugar, y sin duda lo hará. Pero si el Señor regresa, aquellos que no Lo han conocido perecerán eternamente. No habrá una segunda oportunidad. ¡En efecto, esa es la sorpresa que les sobrevendrá como un ladrón! Como dice Pablo, "entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente... y no escaparán" (1 Tes. 5:3).

Por lo tanto, necesito continuar orando la misma oración de mi juventud: “Señor, hazme anhelar más Tu regreso”, de modo que también tenga un mayor sentido de urgencia por alcanzar a los perdidos.

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 5:12–15

En sus palabras finales, el apóstol Pablo da una lista de instrucciones que, aunque breves, están cargadas de significado. Considerémolos uno por uno detenidamente:

(1) ¿Cuál es el problema que había entre los creyentes tesalonicenses, el cual Pablo intenta solucionar con la instrucción en los vv. 12-13? ¿Por qué surgiría tal problema, incluso en una iglesia como la de ellos?

(2) A la luz de ello ¿cómo puede usted expresar respeto y especialmente tener "en muy alta estima" a los que tiene posiciones de liderazgo, especialmente a los pastores de su iglesia?

(3) ¿Qué debemos hacer con los  indisciplinados? ¿Por qué Pablo nos exhorta a tomar medidas tan severas?

(4) ¿Qué debemos hacer con los desalentados? ¿Sobre cuáles cosas podrían estos estar "desalentados"? ¿Cuál podría ser la causa de su desaliento?

(5) ¿Qué quiere decir Pablo con la palabra débiles? ¿En cuáles sentidos podrían ser débiles? ¿Cómo podemos ayudarlos?

(6) ¿En qué circunstancias tenderíamos a ser menos pacientes con los demás, ya sea en casa o en la iglesia? ¿Cómo podemos poner en práctica la paciencia?

(7) ¿Qué es lo que normalmente devolvemos a los que nos han lastimado?

(8) Por lo tanto, ¿cómo podemos expresar la bondad cuando somos agraviados?

(9) ¿Cómo podemos expresar la bondad a todos en el hogar y en la iglesia? ¿Cuán importante es esto?

(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Respetar a vuestros pastores con amor

los tengáis en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo.” (LBLA) (1 Tes. 5:13)

Me parece interesante que el apóstol Pablo haya tenido que amonestar a una iglesia tan grande y amorosa como la de Tesalónica a respetar a los que estaban en el liderazgo, es decir, a los pastores, en medio de pruebas y persecuciones.

Me pregunto cuáles hayan sido las razones por las que los tesalonicenses no respetarían a aquellos que los dirigían y enseñaban. ¿Sería porque no tenían una muy buena educación? ¿O porque no estaban tan dotados para predicar y enseñar? ¿O tal vez porque no eran muy organizados, no eran muy sensibles a las necesidades de los demás o eran muy olvidadizos? No lo sabemos.

Pero lo que sabemos es que trabajaban duro. Es obvio que estaban proporcionando un liderazgo espiritual y que amonestaban bíblicamente. Por lo tanto, a pesar de las otras deficiencias que pueden haber tenido, Pablo dice: "que los tengáis en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo". (1 Tes. 5:13)

Puesto que nadie es perfecto, y mucho menos los pastores, creo que el énfasis de este mandamiento está en las palabras “con amor”. Debemos respetar que Dios los haya llamado para ministrarnos. Mientras trabajen duro para alimentarnos y guiarnos bíblicamente, debemos aceptarlos a ellos y sus defectos con amor, y tenerlos en "muy alta estima”, independientemente de las otras deficiencias que puedan tener. No necesariamente debemos hacerlo porque lo merezcan, sino por “su trabajo” (es decir, el trabajo de pastorearnos, el cual les fue designado por nuestro Gran Pastor). Aunque esta no es una noción muy popular hoy en día, sigue siendo la enseñanza de las Escrituras.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Tesalonicenses 5:16–28

(1) Pablo dice que es la voluntad de Dios que estemos gozosos, que oremos y que demos gracias:

a. ¿Realmente es posible que estemos siempre felices? ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Qué importancia tiene?

b. ¿Qué quiere decir orar sin cesar? ¿Como podemos hacer esto? ¿Cuán importante es que lo hagamos?

c. ¿Cómo podemos dar gracias en todas las circunstancias? ¿Cuán importante es esto?

d. ¿De qué manera el estar “en Cristo Jesús” nos puede ayudar a hacer lo anterior?

(2) ¿A qué se refiere el fuego del Espíritu? ¿Cuál es el propósito del fuego que es colocado dentro de nosotros por el Espíritu?

(3) ¿Cuáles son algunas cosas que hacemos habitualmente para apagar este fuego?

(4) A la luz de lo anterior, ¿qué debemos hacer para avivar el fuego del Espíritu?

(5) ¿Qué puede haber llevado a los creyentes tesalonicenses a “menospreciar las profecías”? ¿Por qué Pablo les insta a que no lo hagan? ¿Y por qué añade Pablo que deben "examinarlo todo cuidadosamente"?

(6) La última instrucción tiene que ver con el bien y el mal. ¿Qué entiende usted por la expresión “lo bueno”? ¿Y la expresión “mal”?

(7) ¿Evitar el mal es lo mismo que aferrarse al bien? ¿Por qué o por qué no? ¿Cuál relación hay entre ambas ideas, si es que existe una?

(8) Puesto que la iglesia en Tesalónica estaba padeciendo pruebas y persecuciones severas, ¿cuán significativa es la bendición / oración de Pablo por ellos en los vv. 23-24?

(9) Si usted está pasando por enormes pruebas como las de ellos, ¿cuál es la parte más significativa de esta oración para usted? ¿Por qué?

(10) Al llegar al final de esta carta, separe un tiempo para reflexionar sobre sus verdades principales e intente entender por qué Pablo tuvo que “encargarles” la lectura esta carta (en público) a todos los hermanos.

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

La profecía que se menciona en el Nuevo Testamento tiene dos componentes principales: profetizar un evento futuro (como en Hechos 21:10-11) y predicar. Los estudiosos de la Biblia han debatido desde hace mucho tiempo si el primer componente cesó en la época de los apóstoles.

Reflexión meditativa
Transparencia en el liderazgo

Os encargo solemnemente por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos." (LBLA) (1 Tes. 5:27)

Para mí, la última instrucción de esta primera carta a los tesalonicenses es bastante desconcertante, puesto que en realidad es la única vez que Pablo exhorta a la iglesia destinataria a que su carta sea leída en público.

Una de las razones por ello podría ser que esta carta fue una de las primeras, si no la primera, que Pablo envió a una iglesia (alrededor del 50-51 d.C.). Por lo tanto, es natural suponer que aunque la carta habría sido entregado a los líderes de la iglesia, iba dirigida a toda la congregación de la iglesia. Aunque en general la carta retrata la iglesia de Tesalónica en una luz muy favorable, también contiene amonestaciones que podrían haber presentado un desafío para la iglesia, especialmente para algunos de los que tenían posiciones de liderazgo. Considere las siguientes áreas de amonestación:

- Su defensa de la integridad de su ministerio y de que no buscaba agradar a los hombres (2:3-6);

- Su ejemplo de ministrarles como una madre y también como un padre (2:6-12);

- Posibles dudas y críticas con respecto al retraso de la nueva visita que Pablo estaba planeando (2:17-20);

- El temor de Pablo con respecto a su fe, algo que se ve claramente en el hecho de que envió a Timoteo para traerle noticias sobre ellos (3:1-5);

- La serie de amonestaciones y advertencias, las cuales iban desde la inmoralidad sexual hasta la inactividad.

Por lo tanto, Pablo desea establecer un precedente y asegurarse de que, independientemente de cómo se sientan algunos de los líderes acerca de sus defensas y amonestaciones, su carta siga siendo una carta abierta para todos. El resultado de dicho precedente fue que esta carta ha permanecido en circulación hasta los días de hoy.