Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 1:1–12

1 Pedro

De forma unánime, los padres de la iglesia primitiva están de acuerdo en que el apóstol Pedro es el autor de esta epístola, tal como él mismo afirma en esta carta a las cinco provincias romanas en Asia Menor (donde actualmente se encuentra el país de Turquía). El contenido de la epístola revela que Pedro la escribió en un momento en que la persecución contra los cristianos en Roma estaba en aumento, y uno de sus objetivos principales al escribir esta epístola fue amonestar a los creyentes con respecto a cómo debían vivir sus vidas en un mundo secular y en medio del sufrimiento. Se considera generalmente que la escribió entre los años 60-62 d.C. (es decir, antes de su martirio en manos de Nerón) en Babilonia (5:13). La mención de esta ciudad debe ser entendido como un símbolo para Roma, puesto que la ciudad de Babilonia ya era una ruina despoblada  cuando Pedro escribió esta carta (TNTC, 33). El mismo simbolismo aparece en Apocalipsis 16:19; 17:5; 18:2, donde el nombre "Babilonia" también se refiere a Roma. Puesto que estas provincias estaban ubicadas en la esquina noreste de Asia Menor, y con base en el contenido de la epístola, es bastante obvio que los destinatarios eran en su mayoría gentiles.

1:1-2—Saludo

(1) Intente recordar lo siguiente:

  1. ¿Cómo llamaba Jesús a Pedro? (por ejemplo, en Lucas 5:8; Juan 1:42)
  2. ¿Cuál fue un evento específico que ocurrió durante sus tres años de seguir a Jesús (por ejemplo, en Mateo 17:1 y ss.)?
  3. ¿Qué papel tuvo Pedro en la iglesia primitiva (por ejemplo, en Hechos 2)?

(2) ¿Qué frase usó Pedro para describir a sus destinatarios al dirigirse a ellos? ¿Cuán significativo es el hecho de que Pedro usó esta frase para referirse a aquellos que “no eran pueblo” de Dios (2:10)?

(3) Intente localizar estas provincias en un mapa del mundo del NT. ¿Por qué Pedro llamó a los destinatarios de “expatriados”?

(4) ¿Qué papel tuvo cada una de las “Tres Personas” del Dios Trino en su elección?

1:3-12—La salvación gloriosa —Pedro comienza su carta (después del saludo) recordando a sus destinatarios lo precioso que es la salvación en Cristo;

(5) ¿Por qué comienza con una alabanza, y a quién está dirigida? (v. 3)

(6) Al señalar que esta salvación es la gran misericordia de Dios, Pedro dice que nacimos de nuevo para (literalmente "para dentro de") dos cosas; ¿cuáles son? (vv. 3-4)

(7) ¿Por qué llama nuestra salvación una esperanza viva?

(8) El AT usa la expresión "heredad" de Israel para referirse a la Tierra Prometida de Canaán  (por ejemplo, Núm. 26:54):

  1. ¿Cuán diferente de la Tierra Prometida de Israel es nuestra herencia?
  2. Puesto que hemos nacido de nuevo, ¿por qué dice Pedro lo siguiente sobre nuestra herencia?
  1. Está ahora protegida por el poder de Dios.
  2. Está preparada para ser revelada en el último tiempo? (ver Romanos 13:11 y ss.; 8:23 y ss.)

(9) Mientras vivimos en el “ya y todavía no” (vv. 6-9), teniendo esta esperanza y herencia vivientes, todavía sufrimos todo tipo de pruebas.

  1. ¿Cuál es el propósito de nuestras pruebas y sufrimientos? (v. 7)
  2. El resultado de nuestra fe es la salvación de nuestras almas. ¿Qué evidencias tenemos de esta salvación? (vv. 8-9)
  3. ¿El versículo 8 le describe a usted? ¿Por qué o por qué no?

(10) El misterio de la obra salvadora de Cristo (vv. 10-12)

  1. Múltiples profetas predijeron la salvación por medio de Cristo.
  1. ¿Quién los inspiró a profetizar? (v. 11)
  2. ¿Qué sabían ellos acerca de este plan de salvación?
  3. ¿Qué es lo que no sabían al respecto, no obstante su intensa búsqueda?
  1. ¿Quién ahora nos ha predicado este evangelio? (v. 12)
    1. ¿Quién los inspiró a predicar el evangelio?
  1. ¿Por qué los ángeles anhelan mirar estas cosas (con respecto al plan de salvación)?
  1. ¿Qué nos enseña esto sobre los ángeles?
  2. ¿Qué nos enseña esto sobre el misterio de la misericordia y el amor de Dios?

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El misterio del amor de Dios

"Cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar"(LBLA). (1 Pedro 1:12)

Aunque Pedro no escribió tantas epístolas como Pablo, me parece bastante atractivo leer sus epístolas, debido a quién era él.

De los doce discípulos, él pertenecía al círculo íntimo de Jesús. Tuvo el privilegio de ver la transfiguración de Jesús en la montaña, y fue uno de los más cercanos a Jesús durante Su lucha en el Huerto de Getsemaní, por no mencionar que fue él quien negó a su Señor tres veces durante Su juicio en el patio del Sumo Sacerdote.

No es de extrañar que él irrumpa en alabanzas a Dios al comenzar su exhortación, en la que se refiere a nuestro nuevo nacimiento en Cristo como la gran misericordia de Dios. En efecto, él la había experimentado de primera mano. Es una misericordia que él no merecía; es una misericordia que se nos ha otorgado mediante los sufrimientos de Cristo (v. 11); además, es una misericordia que incluso "los ángeles anhelan ver estas cosas" (v. 12).

Quizás pensemos que, de todos los seres creados, los ángeles tendrían más información privilegiada acerca de este plan de salvación, de principio a fin; después de todo, algunos de ellos fueron enviados a anunciar parte de este plan a los profetas (como hizo Gabriel al llevar las palabras de las profecías a Daniel en Dan. 9:22 ss.); algunos fueron enviados para anunciar el nacimiento de Cristo a los pastores (Lc. 2:8 ss), y algunos fueron enviados para anunciar la resurrección de Cristo a las mujeres (Mt. 28:1 ss). También es cierto que muchos ángeles participaron en la revelación al apóstol Juan de asuntos relacionados con los últimos tiempos (Apocalipsis). En otras palabras, los ángeles han tenido un papel muy activo no solo en anunciar, sino también en ejecutar la obra de salvación de Dios por medio de Cristo; sin embargo, Pedro dice: “Incluso los ángeles anhelan mirar estas cosas” (v. 12).

Yo creo que los ángeles no son como los profetas del Antiguo Testamento, los cuales buscaban "saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían" (LBLA) (v. 11); los ángeles, a pesar de que lo sabían todo el tiempo, no logran entender completamente por qué Dios enviaría a Su Hijo Amado a morir por pecadores como nosotros:

- Imagine su asombro al enterarse del plan de Dios de enviar a Su Hijo para salvar al mundo;
- Imagine su emoción al ver el nacimiento de Cristo como un bebé en un pesebre;
- Imagine su horror al presenciar la muerte de Cristo en la cruz;
- Finalmente, ¡imagine su júbilo al presenciar la resurrección de Cristo, mediante la cual venció tanto el pecado como la muerte!

Los ángeles pueden conocer todo el proceso del plan de salvación de Dios, pero nunca podrán comprender “cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad” (LBLA)  del amor de Cristo (Efesios 3:18-19). ¡Y nosotros tampoco!

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 1:13–25

(1) Como resultado de haber nacido de nuevo en una esperanza viva y una herencia eterna (vv. 3-4), Pedro ahora nos urge a (i) tener esperanza y (ii) ser santos (vv. 13-16).

  1. Para que podamos vivir como se nos insta, debemos mantener nuestras mentes alerta y completamente sobrias (v.13):
  1. ¿Qué impedirá que nuestras mentes estén alerta y completamente sobrias? ("Mentes alertas" corresponde a la expresión "ceñir los lomos de nuestro entendimiento" que aparece en el idioma original.)
  1. ¿En qué debemos poner nuestra esperanza?
  1. ¿Qué significa “poner nuestra esperanza en” algo? (Es decir, ¿cómo podemos hacerlo?)
  2. ¿En que está poniendo usted su esperanza hoy?
  1. Al instarnos a ser santos:
  1. ¿Cuáles son las razones que Pedro nos da en los vv. 14-16?
  2. ¿Qué tiene que ver esto con ser “hijos obedientes”?
  3. ¿Qué tiene que ver con el hecho de que Aquel que nos llamó es santo?
  4. ¿Es usted un niño obediente que es (que se está volviendo) santo en todo lo que hace?

(2) Además de recordarnos que Aquel que nos llamó (el Padre) es santo, Pedro también nos recuerda que debemos vivir (o más bien “pasar el tiempo”) en el temor del Padre.

  1. ¿Quién es el Dios Padre para que le temamos? (v. 17)
  2. ¿Cómo describe Pedro nuestro tiempo en la tierra? (v. 17)
  3. ¿Qué tiene que ver este temor con la forma en que fuimos redimidos? (vv. 18-19)
  4. ¿Por qué contrasta Pedro la plata y el oro con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero que no tiene ningún pecado?
  5. ¿Qué significa cuando dice que Cristo fue revelado en los últimos tiempos por nuestro bien? (v.20)
  6. Pedro termina aquí sus exhortaciones al enfatizar que nuestra “fe y esperanza están en Dios”; ¿qué tiene esto que ver con las exhortaciones anteriores? (v.21)

(3) Pedro señala que al haber obedecido la verdad del evangelio, hemos efectivamente purificado nuestra alma (v. 22).

  1. ¿Por qué aquí nos insta especificamente a “amarnos unos a otros entrañablemente, de corazón puro"? (v.22)
  2. ¿Qué motivo da para esta exhortación al amor? (vv. 23-25)

(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Ceñir nuestro entendimiento

"Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo" (LBLA). (1 Pedro 1:13)

Al instarnos a ser santos (1:15) y a conducirnos con temor reverente al Padre durante nuestro tiempo de peregrinaje (1:17), Pedro menciona repetidas veces la esperanza, la "esperanza viva" que caracteriza nuestro nuevo nacimiento en Cristo. (1:3, 13, 21).

De hecho, el lugar donde ponemos nuestra esperanza durante esta peregrinación terrenal determinará si podremos

- volvernos “santos en toda nuestra manera de vivir” (1:15)
- vivir con un temor reverente al Padre
- e incluso amarnos profundamente unos a otros (1:22).

Nuestras esperanzas expresan los anhelos más profundos de nuestro corazón y determinan consciente o inconscientemente nuestros objetivos de vida; es por esto que Pedro nos recuerda cómo éramos antes de nuestro nuevo nacimiento:

- Nuestras esperanzas estaban condicionadas por nuestros "malos deseoos" cuando vivíamos en la ignorancia (1:14).
- Nuestros objetivos estaban hechas con base en “cosas perecederas”, especialmente en plata y oro, como si estas cosas tuvieran la capacidad de “redimirnos” (1:18).

Pero ahora, puesto que ya nacimos de nuevo en una "esperanza viva" y tenemos una herencia eterna e imperecedera (1: 3-4), lo siguiente ha cambiado:

- Nuestra esperanza ahora está puesta "en la gracia que se nos traerá en la revelación de Jesucristo" (1:13). En otras palabras:
  • Nuestra vida debe estar caracterizada por un anhelo por la pronta revelación de la venida de Cristo, la cual es la fuente de nuestro gozo, incluso en el sufrimiento (1:6);
  • Debemos esforzarnos por ser santos y vivir con temor de Él, no solo porque Aquel que nos llamó es santo (1: 15-16), sino también porque Él nos juzgará imparcialmente cuando venga Cristo (v.17). Por lo tanto,
- Nuestro objetivo no se basa en ninguna cosa terrenal, por las siguientes razones:
  • Nuestra peregrinación aquí es como hierba y flores (1:24);
  • Ciertamente no perseguiremos ni confiaremos en el oro y la plata que perecerán (1:18), sino que obedeceremos y viviremos en la eterna y viva "Palabra de Dios" (1:23).

Todo esto está muy bien; sin embargo, ¿cómo podemos realmente concretizar su esperanza en nuestras vidas? El apóstol Pedro nos da dos instrucciones importantes y prácticas en 1:13:

  1. Ceñir nuestro entendimiento (que algunas de las versiones de la NAS [en inglés] traducen con la frase "preparar vuestras mentes para la acción"): sabemos que las personas en la época de Pedro usaban mantos; por ello, antes de que pudieran salir o prepararse para trabajar, tenían que ceñir sus lomos. Y aún más importante, los soldados tenían que ceñirse los lomos para que pudieran ir a la batalla. En otras palabras, Pedro está señalando que nuestra mente es la primera línea de defensa. Somos lo que pensamos; por lo pronto, debemos ejercer un control estricto sobre lo que pensamos. Es por esto que el apóstol Pablo nos exhorta: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (LBLA) (Col. 3:2);
  2. Ser completamente sobrios: la ilustración de un borracho nos recuerda que no debemos ceder a ninguna clase de adicción; esto incluye no solo el vino, sino también la lujuria, la codicia, el placer y cualquier otra cosa que nos pueda hacer olvidar o descuidar el hecho de que no pertenecemos a este mundo.  Realmente somos peregrinos, caminando hacia la muerte, y pronto compareceremos ante Aquel que juzgará imparcialmente.

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 2:1–10

2:1-3—Realidades de la vida de cualquier recién nacido

(1) ¿Cómo describe Pedro a aquellos que acaban de nacer de nuevo en Cristo? (v. 2)

(2) ¿Qué deben hacer estos bebés en Cristo, y con qué propósito? (v. 2)

(3) ¿Cuál debería ser su motivación al desear la leche espiritual pura? (v. 3)

(4) ¿Qué entiende usted por la palabra “anhelar”?

(5) ¿Qué es la “leche espiritual pura”?

(6) ¿Qué es el opuesto de esta leche? (v. 1)

(7) ¿Por qué Pedro enfatiza las palabras “todo” y "toda clase de"?

(8) ¿Con cuáles elementos en esta larga lista de cosas que debemos rechazar en lugar de anhelar todavía lucha usted?

2:4-5—Un propósito más grandioso que el nuevo nacimiento individual

(9) Además de compararnos con “niños recién nacidos”, ¿con qué otra cosa nos compara Pedro? (v. 5)

(10) ¿Cómo nos convertimos en "piedras vivas"? (v. 4)

(11) Pedro señala que el propósito colectivo de todos los creyentes es ser edificados para formar una casa espiritual, es decir, el templo de Dios (v. 5).

  1. ¿Cuál es nuestro papel en el ámbito de este templo espiritual?
  2. ¿Cuál es nuestra función con respecto a este papel?
  3. ¿Cómo debemos vivir a la luz del hecho de que somos la casa de Dios (Su morada)?
  4. Puesto que somos un sacerdocio santo, ¿qué clase de sacrificios espirituales aceptables ante Dios debemos ofrecerle?

2:6-8—Cristo, la piedra angular de este templo — Pedro usa tres pasajes distintos del Antiguo Testamento para enfatizar la verdad de que los creyentes del NT (es decir, la Iglesia) son el templo espiritual de Dios, un concepto que es completamente nuevo:

(12) Isaías 28:16: ¿Quién es el que puso esta piedra angular y para quién está puesta? (v. 6)

(13) Salmo 118:22: ¿Cómo se cumplió esta profecía? (v.7, ver Hechos 4:11-12)

(14) Isaías 8:14. ¿Quiénes son los que tropiezan a causa de esta piedra angular? (v.8; ver Romanos 9:31-33)

2:9-10—Más que el templo de Dios

(15) ¿Qué detalle en el versículo 10 sugiere que Pedro se refiere principalmente a los creyentes gentiles?

(16) El versículo 9 está tomado de Éxodo 19:5-6:

a. ¿Qué representaba la nación de Israel para el Señor?

b. Dios ya había designado a algunos de los levitas como sacerdotes. Sin embargo,

  1. ¿En qué sentido la nación debía funcionar como un "reino de sacerdotes"?
  2. ¿Cómo y por qué debían concretizar la realidad de que eran una “nación santa”?

c. Consideremos ahora el “nuevo” Pueblo Elegido de Dios: (v. 9)

  1. Aunque Dios también ha designado a algunos para que sean pastores y ancianos, ¿cómo y por qué debemos nosotros, como iglesia, concretizar la realidad de que somos un “real sacerdocio” y una “nación santa”?
  2. ¿Qué significa para usted el hecho de que ha sido “adquirido para posesión de Dios”?

(17) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El verdadero templo de Dios

pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia" (LBLA) (1 Pedro 2:10).

Jesús profetizó acerca de la destrucción y la reconstrucción del templo en Jerusalén después de la primera vez que purificó del templo en Juan 2; al mismo tiempo, estaba prediciendo Su propia muerte y resurrección. El apóstol Juan declara que los discípulos no entendieron realmente lo que Jesús quizo decir hasta que “resucitó de los muertos” (Jn. 2:22). Si bien ya habían llegado a comprender que Jesús es el propio templo de Dios, mediante Su morada entre nosotros y la enseñanza sobre la iglesia (la cual incluye todos los creyentes gentiles), lo que realmente rompía los paradigmas en ese momento era la verdad de que el propio Jesús es el mismo templo de Dios, y al hacer Su morada en nosotros, nosotros también nos convertimos en el templo de Dios. Permítanme compartir con ustedes el comentario que hizo Wayne Grudem al respecto:

“La larga historia de la morada de Dios entre Su pueblo tiene su cumplimiento en el Nuevo Testamento en el propio pueblo de Dios. La gloria de Dios, la evidencia visible de Su presencia entre Su pueblo, había sacado al pueblo de Egipto en la forma de una columna de nube de día y una columna de fuego de noche (Éxodo 13:21-22). La gloria de Dios llenó el tabernáculo bajo Moisés (Éxodo 33: 8-13; 40: 34-38), y más tarde llenó el templo de Salomón (1 Rey. 8: 10-11). Pero había abandonado el templo en la época de Ezequiel a causa de los pecados del pueblo (Ezequiel 10:4, 18-19; 11:23). Con referencia al templo que fue construido después del regreso de Israel del exilio, Dios hizo la promesa de que 'La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera' (LBLA) (Hag.2:9); sin embargo Su gloria nunca había descendido para llenarla como había llenado el templo bajo el reinado Salomón. Los fieles de Israel esperaron durante más de 400 años el cumplimiento de la profecía de Malaquías: "Y vendrá de repente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis" (LBLA) (Mal. 3:1).

“El cumplimiento de esta profecía fue presenciado por los justos Simeón y Ana cuando María y José llevaron al templo en Jerusalén al niño Jesús (Lc. 2:22-38), el Salvador que era 'el Mesías, el Señor' (Lc. 2:11). Su presencia fue la mayor gloria de ese templo (Lucas 19:47-48), pero Él también lo condenó y habló de su destrucción (Juan 2:13-17; Lucas 21:5-6), puesto que Su propio cuerpo era el templo más grande y más perfecto de Dios (Jn. 2: 19-21), en el cual 'agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud' (LBLA) (Colosenses 1:19). Es por ello que Juan pudo decir lo siguiente acerca de la vida de Jesús: 'Y el Verbo se hizo carne, y habitó [literalmente, 'vivió en una tienda o 'tabernaculó'] entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad' (LBLA) (Jn. 1:14). En el Nuevo Testamento, Jesús mismo es el nuevo y mejor templo de Dios, la morada de los hombres.

"Sin embargo, desde el día de Pentecostés, la morada de Dios ya no es Jesús solamente, sino también Su pueblo. Él promete estar en medio de ellos (Mateo 18:20), estar siempre con ellos (Mateo 28:20), diciendo que Él mismo, junto con el Padre y el Espíritu Santo, habitará en Su pueblo (Juan 14:17, 23). Por lo tanto, ahora, en la época de la iglesia, el verdadero templo de Dios, el lugar donde Dios habita, es el pueblo de Dios”.
(TNCT, 1 Pedro, 102-3)

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 2:11–25

De aquí en adelante, Pedro se enfoca en dar instrucciones sobre los problemas éticos que enfrentan los creyentes en el mundo secular:

2:11-12—Una vida como extranjeros y peregrinos

(1) Abstenerse de las pasiones pecaminosas

a.   ¿De qué manera las pasiones pecaminosas que tiene usted combaten contra su alma?

b.   Conteste las siguientes preguntas a la luz de esta advertencia:
  1. ¿Esto significa que es factible abstenerse de tales pasiones?
  2. ¿Cómo?

(2) "Mantened ... una conducta irreprochable"

a.   ¿Cómo glorificarán nuestras buenas obras a Dios ante los paganos?
b.   ¿Cuando ocurrirá esto? (Vea la nota abajo.)

2:13-17—Una amonestación a someterse a la autoridad humana

(3) ¿Qué razón se da para la sumisión a las autoridades humanas? (v.14; ver Romanos 13:1)

(4) ¿Qué significa “por causa del Señor”?

(5) ¿Debe haber excepciones a esta regla? (Ver Éxodo 1:17; Dan. 3:13-18; 6:10-24; Hechos 4:18-20; 5:27-29; Heb. 11:23)

(6) Pedro nos insta a vivir “como siervos de Dios" (v. 16). ¿Cómo? (v. 17)

(7) ¿Cómo puede Dios usar nuestras buenas obras? (v. 15)

2:18-25—Una amonestación a los esclavos

(8) ¿Hasta qué punto los esclavos deben someterse a sus amos? (v. 18)

(9) ¿Por qué? (vv. 19-20)

(10) Usar a Cristo como ejemplo (vv.21-25)

  1. ¿De qué manera Cristo dio un ejemplo de sumisión, como si fuera un esclavo? (vs. 22-23)
  2. ¿Cuál fue el resultado de Su sumisión? (v. 24)
  3. ¿Cuáles beneficios experimentamos como resultado de Su sumisión? (v. 25)
  4. Ahora que somos seguidores de Cristo, ¿cuál es nuestro llamado? (v.21)

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

El día de la visitación puede referirse al día del juicio de Dios o al momento en que los incrédulos que persiguen a los creyentes se convertirán a Cristo (Mat. 5:16).

Reflexión meditativa
Las buenas obras dan gloria a Dios

"Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación" (LBLA) (1 Pedro 2:12)

En cierta familia, hubo varios hermanos y hermanas que dejaron su hogar para continuar su educación en América del Norte. Tuve el privilegio de encontrarse con ellos mientras visitaba de puerta en puerta. Así fue como pudimos formar un pequeño grupo de estudio bíblico para ellos y algunos vecinos que eran creyentes. Finalmente, uno por uno, estos hermanos llegaron a aceptar a Jesús como su Señor y Salvador.

Sus padres, quienes no eran creyentes, venían a visitarlos de vez en cuando. Después de que estos hermanos se convirtieron a Cristo, sus padres no estaban muy contentos de que fueran cristianos, temiendo que no les iría bien en la escuela debido a todas sus actividades en la iglesia. También temían que no los respetarían ni los honrarían como padres. El padre en especial dijo unas palabras ásperas sobre las creencias de sus hijos. A pesar de todo, no solo continuaron involucrándose en los ministerios de la iglesia, sino que también continuaron mostrando respeto y honor a sus padres e dando lo mejor de sí en sus estudios.

Un día, pasados algunos años, el padre de estos jóvenes pidió verme; se me acercó, me tendió la mano y me dijo: “Pastor, quisiera agradecerle por enseñar a mis hijos”. Por supuesto, yo no pude tomarme ningún crédito en absoluto; pero realmente pude ver que el buen comportamiento de sus hijos había hecho que su padre le diera gloria a Dios.

Esto me recuerda lo que dice Jesús en el Sermón del Monte: "Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos"(LBLA). (Mateo 5:16)

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 3:1–12

3:1-6—Una amonestación a las esposas

(1) Pedro insta a las esposas a someterse a sus esposos, comenzando su amonestación con la palabra “asimismo”: ¿a cuál de las siguientes ideas se refiere con esta palabra?

  1. “Por causa del Señor” (2:13)
  2. Seguir el ejemplo de Cristo (2:21)

(2) ¿Por qué especifica que ella debe someterse a su "propio" esposo?

(3) Al parecer, algunas (y tal vez muchas) de las esposas creyentes tenían maridos no creyentes: en tal caso ¿cuál es la importancia adicional de la sumisión? (vv. 1-2)

(4) ¿Qué tienen que ver la conducta casta y respetuosa con la sumisión? (v. 2)

(5) ¿El adorno externo es necesariamente algo incorrecto? ¿Por qué o por qué no? (v. 3)

(6) ¿Cuál valor tiene la cualidad interna de un espíritu tierno y sereno? (v. 4)

(7) Reflexione sobre la mención de Sara como un ejemplo de las "santas mujeres en otro tiempo":

  1. ¿Qué tenía que ver su adorno interno con “esperar en Dios”?
  2. ¿Cómo expresó Sara su sumisión a Abraham?
  3. Conteste las siguientes preguntas sobre la petición de Pedro de que las esposas sigan el ejemplo de Sara (v. 6):
  1. ¿A qué se refiere la expresión "el bien"?
  2. ¿Qué relación tiene el “temor” con las malas acciones?

3:7—Una amonestación a los maridos

(8) Una vez más, ¿a qué se refiere la palabra "igualmente" (en el idioma original, la misma palabra traducida “asimismo” en el verso 1)?

(9) Los esposos deben vivir con sus esposas "según el conocimiento" (las palabras originales que quieren decir "de manera comprensiva"):

  1. ¿A qué conocimiento se refiere Pedro?
  2. ¿De qué manera las esposas son más débiles que los esposos?

(10) Si los maridos no vivieren con sus mujeres "según el conocimiento",

  1. ¿Qué pasará con sus oraciones?
  2. ¿Por qué? (Considere el significado del hecho de que las esposas son compañeras y herederas con sus esposos del generoso don de la vida.)
  3. Si usted es esposo o esposa, ¿sabe por qué se encuentra estorbada su vida de oración?

3:8-12—Una amonestación a todos

(11) Pedro señala que es el deseo de Dios que heredemos una bendición.

  1. ¿Cuál es esta bendición, según el verso 10 (ver Sal. 34:12)?
  2. ¿Cuáles son las condiciones para heredar la bendición? (vv. 10b-11)
  3. ¿Por qué? (v. 12)

(12) Al desglosar la amonestación de “apartarse del mal y hacer el bien” (v. 11), Pedro nos da una lista de control en los vv. 8-9:

  1. ¿De qué maldad debemos apartarnos?
  2. ¿Cuál es el bien que debemos hacer?
  3. Examínese a la luz de esta lista.
  4. ¿Cuál de estos elementos podría estar estorbando sus oraciones? (v. 12)

(13) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Un estorbo para las oraciones

Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas” (LBLA) (1 Ped. 3: 7)

Al instruir a los esposos a que traten a sus esposas con comprensión y respeto, Pedro comienza su amonestación diciendo, "igualmente", probablemente con referencia a la frase "por causa del Señor" (2:13).

Hay momentos en una relación matrimonial en los que nos resulta difícil o incluso imposible amar, pero el mandamiento de que lo hagamos “por causa del Señor" (sin mencionar la contemplación del sacrificio ejemplar de nuestro Señor Jesús) nos dará las fuerzas para amar (2:21 y ss.).

Pero Pedro también señala otra verdad importante, la de la "unidad" que tiene un matrimonio, al recordarnos que, así como nos convertimos en una sola carne por el matrimonio (Gén. 2:24), siempre seremos compañeros y herederos del don gratuito de la vida (3:7). En otras palabras, si deseamos continuar recibiendo gracia para vivir nuestras vidas ante Dios, debemos que recibirla como compañeros inseparables. Si nos desconectamos emocional o físicamente de nuestro cónyuge, no podremos recibir de parte del Señor nada de lo que pedimos en oración.

Como todos sabemos, la oración es la vía vital a través del cual mantenemos nuestra relación con el Señor; la usamos para alabarlo, darle gracias y pedirle que supla nuestras necesidades y las de los demás. Si no amamos y respetamos a nuestro cónyuge, ¡esta vía vital se estorbará!

¿Usted ha encontrado últimamente que sus oraciones han sido estorbadas?

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 3:13–22

3:13-16—Sufrir por hacer el bien

(1) ¿Es válida la pregunta retórica de Pedro en el v. 13? ¿Por qué o por qué no?

(2) ¿Por qué son dichosos los que sufren por hacer el bien? (v. 17)

(3) Debemos hacer las siguientes preguntas cuando sufrimos por hacer el bien:

  1. ¿Qué significa santificar (en el idioma original, "tratar como santo") a Cristo como Señor? (v. 15)
  2. ¿Cómo esto nos puede ayudar a no temer ni conturbarnos? (v. 14b)
  3. De forma positiva, siempre debemos estar preparados para presentar una defensa:
  1. ¿De qué se trata nuestra defensa?
  2. ¿Qué actitud debemos tener al presentar nuestra defensa?
  3. ¿Por qué?

3:17-22—Seguir el ejemplo de Cristo

(4) ¿Qué ha logrado por nosotros el sufrimiento de Cristo (v. 18)?

(5) ¿Qué ha hecho Él que nosotros no pudiéramos haber hecho por cuenta propia?

(6) ¿Su muerte fue definitiva?

(7) Si bien la proclamación que hizo Jesús a los "espíritus encarcelados" del tiempo de Noé sigue siendo un misterio para nosotros (vv. 19-20; vea la nota a continuación), podemos reflexionar sobre las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuántas personas se salvaron del diluvio (del agua) por medio del arca? (v.20; Génesis 7:13)
  2. ¿Qué figura simboliza esa "agua" con respecto a nuestra salvación por medio de Cristo? (v.21; ver también Romanos 6:2 y ss.)

(8) ¿A qué condujo la resurrección de nuestro Señor?

(9) ¿Cómo representa esto la verdad de que “es mejor padecer por hacer el bien...que por hacer el mal" (LBLA)? (v. 17)

(10) ¿Por qué Pedro califica esta declaración con la frase “si así es la voluntad de Dios”? (v. 17)

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

Es importante reconocer que Pedro no dice que

  1. el Espíritu de Cristo fue a predicar a los espíritus encarcelados “después” de Su resurrección, sino que quien fue y predicó fue Su Espíritu; y
  2. los “espíritus encarcelados” se refieren a los espíritus humanos que rechazaron las palabras de Noé; por lo tanto, debido a su desobediencia, ya se encontraban en prisión en la época de Pedro.

Por lo tanto, la interpretación que parece estar más acorde con la enseñanza general de las Escrituras es que el Espíritu de Cristo es lo que motivaba la predicación de Noé a su generación, según el mismo sentido usado por Pablo cuando dice que Cristo estuvo con los israelitas en el desierto (1 Corintios 10: 1-4).


Reflexión meditativa
Debemos estar preparados para testificar

...estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia” (LBLA) (1 Ped. 3:15).

1 Pedro 3:15, donde Pedro nos dice que debemos estar preparados para presentar una defensa que explique nuestra esperanza en Cristo, es un versículo que la mayoría de nosotros conocemos muy bien. Sin embargo, vale la pena destacar los siguientes detalles:

  1. Esta exhortación de Pedro nos enseña que debemos hacer el bien por causa de Cristo, incluso en un contexto de sufrimiento. Es cuando experimentamos tales sufrimientos que fácilmente nos ponemos ansiosos o agitados, lo que convierte nuestro intento de compartir del evangelio en una discusión. Sin embargo, Pedro nos advierte que en tales momentos necesitamos mantener la calma para que podamos compartir de manera amable y respetuosa. “La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira” (LBLA) (Prov. 15:1);
  2. Lo que debemos hacer es presentar una defensa de nuestra esperanza; por lo tanto, no se trata de una simple discusión teológica, sino de algo personalmente genuino. Si nuestra esperanza eterna fuere genuina, se reflejará en nuestro gozo, gratitud y confianza; no se manifestará con ira, miedo o un corazón atribulado.
  3. Debemos estar siempre preparados; esto no solo significa que debemos aprender a exponer bien nuestro testimonio y el evangelio (algo que en sí mismo es importante), sino también que debemos estar siempre atentos a las almas que están buscando respuestas. Según mi experiencia, he visto que Dios normalmente envia a tales buscadores a aquellos cuyos corazones siempre están dispuestos a presentar una defensa de la esperanza que tienen.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
1 Pedro 4:1–11

4: 1-6—Sufrir por causa de Cristo [continuación]

(1) ¿Cuál fue la actitud de Cristo con respecto al sufrimiento, la cual nosotros también debemos imitar? (2:21 y ss.)

(2) ¿Por qué dice Pedro que debemos “armarnos”?

(3) ¿En qué sentido se puede decir que “quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado” (LBLA)?

(4) ¿Cómo se manifiesta esta verdad en la vida de los que han sufrido? (v. 2)

(5) ¿Esta ha sido su experiencia?

(6) ¿La lista de vicios describe su vida anterior o la de los no creyentes a su alrededor? (v. 3)

(7) ¿Usted alguna vez tuvo la experiencia descrita en el v. 4?

(8) A la luz de lo que se dice en el vers. 5, ¿cuál debería ser nuestra actitud hacia aquellos que nos insultan? (Nota: la expresión "los muertos" en el versículo 6 debe entenderse como refiriéndose a los creyentes que ahora están "muertos".)

4:7-11—Vivimos en los Últimos Tiempos

(9) Si el fin ya se había acercado en aquella época, ¿cuán cerca está ahora, a la luz de las señales que Jesús mencionó? (ver Mateo 24:7-8)

(10) ¿Qué quiere decir estar prudentes y de espíritu sobrio, teniendo en cuenta que el tiempo del fin se ha acercado? (v. 7)

(11) ¿Qué tiene esto que ver con nuestra capacidad para orar? (v. 7)

(12) Instrucciones prácticas sobre cómo debemos vivir entre los creyentes (vv. 8-11):

a. Debemos amarnos los unos a los otros con un amor profundo (v.8).

  1. ¿Por qué Pedro repite aquí esta instrucción? (ver 1:22)
  2. ¿De quién son los pecados a los cuales se refiere?

b. ¿Cómo podemos aplicar hoy esta advertencia sobre la hospitalidad (v. 9)?

c. Debemos usar nuestros dones (vv. 10-11).

  1. ¿Para qué sirven los dones? (v. 10)
  2. ¿Cómo debemos usarlos? (vv. 10-11)

d. ¿Qué amonestación da Pedro a los que hablan (es decir, que predican)?

  1. ¿Cuál es el énfasis de Pedro en esta sección? (v. 11)

e. ¿Cuál es el objetivo final de todo lo anterior? (v. 11b)

(13) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El beneficio del sufrimiento

Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado” (LBLA) (1 Pedro 4:1).

He observado que a menudo el sufrimiento es un punto de inflexión en la vida. Sin embargo, incluso para los cristianos, podría resultar tanto en una mejora como en un empeoramiento.

He visto que algunos cristianos enfrentan el sufrimiento con miedo, ira, insensibilidad y depresión, actitudes que eventualmente los alejarán cada vez más de Dios.

En cambio, otros experimentarían la verdad que expresa Pedro cuando dice, “quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado” (4:1). Esto no quiere decir que nunca más pecaremos, sino que el sufrimiento tiene los siguientes efectos:

- A menudo nos hace recordar la fragilidad del hombre y la brevedad de la vida, para que aprendamos a no valorar tanto las ganancias o pérdidas terrenales;
- Aunque nuestro sufrimiento puede no ser necesariamente un resultado directo de algún pecado específico que cometimos, nos ayuda a sentir más profundamente nuestra pecaminosidad como lo hizo con Job (Job 42:6);
- Experimentar el sufrimiento también atenúa, si no elimina, nuestro deseo de placeres sensuales y arrogancia vanidosa;
- A menudo despierta en nosotros un deseo por el pronto regreso de nuestro Señor.

Y, por supuesto, aquellos que permiten que el sufrimiento resulte en una mejora permitirán que profundice no solo su comprensión del sufrimiento de Cristo por ellos, sino también su amor por Él.