Esta semana, continuaremos con nuestro estudio del libro de Génesis.
(1) ¿Por qué Jacob decidió que era necesario levantarse por la noche y enviar a su familia, junto con todas sus posesiones, al otro lado del río Jaboc?
(2) ¿Por qué elegió quedarse solo esa noche?
(3) Lea con atención el pasaje una vez más. ¿Quién consideraba Jacob que era este hombre? ¿Por qué?
a. ¿Por qué decidió luchar con el hombre?
b. ¿Por qué luchó con el hombre toda la noche?
c. ¿Por qué no dejó ir al hombre mientras este no lo bendijera?
d. Puesto que le pidió una bendición, ¿quién consideraba Jacob que era esta persona?
(4) Jacob dijo, "He visto a Dios cara a cara". Con estas palabras, él reconoció que esta persona era Dios mismo:
a. ¿Por qué "el hombre" no pudo dominarlo desde el principio?
b. Sin embargo, lo único que tuvo que hacer fue tocar su cadera. ¿Por qué no lo hizo antes?
c. En última instancia, ¿quién dominó al otro?
d. ¿Por qué dijo Dios, entonces, que Jacob había vencido tanto a Dios como a los hombres?
e. Muchos han considerado su experiencia como una analogía muy viva de la oración. De ser así, ¿qué puede usted aprender de esta experiencia sobre la oración?
(5) El cambio de su nombre de Jacob a Israel:
a. El nombre Jacob significa “talón” (es decir, uno que es siempre seguidor, en segundo lugar), con la conotación de "asir" o "ser impostor", mientras que el nombre Israel significa “él lucha con Dios”. ¿Cuál es la importancia simbólica de este cambio de nombre?
b. Dios comenta una vez más que Jacob ha prevalecido. ¿Acaso no perdió en su lucha? ¿Cómo definiría usted el significado de “prevalecer”?
c. “El que de verdad prevelece es el que es totalmente vencido”. ¿Qué piensa usted sobre esta afirmación?
(6) ¿De qué manera toda esta experiencia sirvió para preparar a Jacob, tanto para enfrentar a Esaú como para el resto de su vida?
(7) ¿Qué clase de recordatorio habría sido para Jacob el hecho de que cojearía por el resto de su vida?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Jacob significa “talón”, un nombre que recibió cuando nació porque salió después de su hermano “con su mano asida al talón de Esaú” (Génesis 25:26).
Parece que que este nombre siempre describió muy bien la vida de Jacob, desde su nacimiento. Él siempre tuvo un papel secundario. Su padre amaba a su hermano más que a él. Si tuvieran que opinar sobre cuál de los dos era un hombre más útil, las personas dentro y fuera de la familia naturalmente habrían dicho que era Esaú y no Jacob, quien no podía cazar ni cocinar tan bien como su hermano. Y cuando huyó, convirtiéndose en yerno de Labán, Jacob ni siquiera pudo jugar un papel secundario. Él ni siquiera pertenecía a la familia. No contaba. A pesar de ser una persona tranquila, él no era un individuo pasivo que simplemente volvía la otra mejilla. Lejos de ser un hombre pulsilánime, Jacob era inteligente y agresivo. Aprovechó la oportunidad para quitarle la primogenitura a su hermano; también (aunque el plan parece haber sido formulado por su madre) le robó la bendición paternal a su hermano; esperó pacientemente para vengarse de su suegro; y lo que es peor, aprovechó los celos de sus esposas para convertirse en el esposo de cuatro esposas. En efecto, Jacob luchó con los hombres toda su vida, y al final parecía que había salido vencedor en cada lucho — es decir, hasta que tuvo que enfrentarse a su hermano y sus 400 hombres.
A.B. Simpson tuvo razón: en nuestro camino hacia la santificación, especialmente mientras estamos aprendiendo a entregar nuestra vida a Dios de manera consciente y deliberada, a menudo necesitamos una experiencia de crisis.
Jacob nunca tuvo que aprender a confiar en Dios mientras aún vivía en su casa. Él podía observar el temor de Dios en la vida de Isaac, pero también su favoritismo. Él no tuvo un encuentro real con el Dios Viviente hasta que tuvo que huir por su vida y caminar hacia un futuro totalmente incierto. Incluso cuando Dios se le apareció en Betel, Jacob siguió dependiendo de sí mismo, de su astucia y de su engaño, para luchar con los hombres. Pero ahora, delante de la posible venganza de su hermano, con la sensación de que él, sus esposas y sus hijos podrían ser asesinados, tuvo "mucho temor y se angustió". Sin embargo, él todavía se valió de su sabiduría para apaciguar a su hermano con generosos regalos. Incluso dividió a su familia en grupos para que algunos pudieran sobrevivir en caso de que Esaú decidiera atacarlos. Pero no obstante todos estos planes, aún no sentía paz. Y en medio de ese gran temor (quizás más por su familia que por su propia persona), se quedó solo esa noche, sin cruzar el río con ellos.
Si bien la Biblia describe lo que ocurrió a continuación sin mencionar una sola vez la palabra “oración”, en su esencia, este pasaje trata de la oración más vigorosa jamás descrita en la Biblia, a la par de la oración de nuestro Señor Jesús en el Huerto de Getsemaní.
Él conoció a Dios esa noche. ¿Cómo sabemos que él sabía que era Dios? Porque pidió que le bendijera y dijo más tarde que había visto a Dios cara a cara.
Sí, Dios vino a Jacob en el momento más crítico de su vida. Una vez que reconoció que era Dios, luchó con Él con todas sus fuerzas, durante toda la noche, y no lo dejó ir. Es obvio que Dios era más fuerte que él, mucho más fuerte. Sin embargo, Él no tocó en la coyuntura de su muslo hasta el amanecer.
Cuanto más luchaba Jacob con Dios, más expresaba su propia incapacidad para enfrentar su crisis personal. Si se hubiera rendido antes, habría estado expresando su deseo de no necesitar más a Dios, sino de apoyarse una vez más en su propia sabiduría. En cierto sentido, su lucha con Dios no es diferente a la de Jesús en el huerto ― ambos fueron procesos de sumisión. Cuanto más luchaba con Dios, más abandonaba su dependencia de sí mismo.
Al tocar la coyuntura de su muslo, Dios le mostró que Él podía poner fin a su lucha. Él ya venció. De ahora en adelante, Jacob no necesitaría agarrar y luchar con los hombres, porque ya se había superado a sí mismo. Lo único que tendría que hacer de ahora en adelante era continuar aferrándose a Dios (el significado de su nuevo nombre, Israel) y entonces sería un verdadero vencedor.
Quizás sea correcto decir que el que realmente vence es el que es totalmente vencido por Dios.
(1) ¿Qué piensa usted que Jacob haría después de su encuentro espiritual con Dios para prepararse para el encuentro con su hermano?
(2) ¿Qué es lo que hizo (vv. 1-3)?
(3) ¿Por qué puso a Raquel y José en la retaguardia?
(4) ¿Qué había aprendido Jacob de su encuentro con Dios la noche anterior?
(5) ¿Qué hizo Esaú cuando se encontró con Jacob? ¿Qué nos enseña esto sobre Esaú? ¿Cuál de los dos fue más justo?
(6) ¿Cómo se dirigió Esaú a Jacob? ¿Cómo se dirigió Jacob a Esaú? ¿Qué podemos aprender de sus discursos sobre cómo lograr una reconciliación genuina?
(7) Waltke, en su comentario sobre "el presente" (v. 11) que Jacob insistió en que Esaú recibiera, dice lo siguiente, "La palabra usada en hebreo es la misma que es traducida 'bendición', en 27:35-36, es decir, la bendición que Jacob había robado originalmente". A la luz de esto, ¿cuán importante era que Esaú aceptara "el presente"?
(8) ¿Por qué deseaba Esaú dejar a algunos de sus hombres con Jacob? ¿Por qué Jacob declinó?
a. ¿Se dirigió Jacob a Seir (que más tarde se convirtiría en la patria tradicional de los edomitas), donde estaba Esaú?
b. Por qué no?
(9) ¿Dónde decidió “establecerse”? ¿Cuál de sus acciones nos muestra su deseo de "asentarse"?
(10) ¿Por qué no regresó a Betel o Beerseba, de donde era originalmente?
(11) ¿Cuál fue el significado espiritual del nombre que le dio a este altar: “El-Elohe-Israel” (es decir, “Dios, el Dios de Israel”)? (ver 35:2)
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
En la reflexión de ayer, yo cité a A.B. Simpson cuando dije que a menudo lo que da el impulso original a nuestro camino de santificación es una experiencia de crisis. Pero eso no significa que al experimentar la crisis ya la hayamos "logrado". Sigue siendo un camino, un viaje, un proceso. Jacob es un ejemplo de esta verdad.
No hay duda de que su experiencia en el río Jaboc fue un punto de inflexión significativo en su vida, especialmente en su relación con Dios. El capítulo 33 de Génesis termina con un relato en que Jacob levanta un altar y lo llama “El-Elohe-Israel”, una declaración pública de que él y su familia adorarían solo a este Dios. Él no es cualquier Dios, sino el Dios de Israel. En cierto sentido, esto confirmó la adoración de Yahveh para el pueblo de Israel por el resto de su historia e hizo permanente el monoteísmo para su pueblo.
Sin embargo, su aprendizaje a confiar verdadera y totalmente en Dios siguió siendo un proceso inacabado. Inmediatamente después de su dramática experiencia en el río Jaboc, habiendo obtenido plena seguridad de parte de Dios y una importante bendición, anclada en su cambio de nombre, Jacob a la mañana siguiente comenzó a enfrentar la crisis de inmediato. A pesar del éxito que había obtenido en su lucha de oración, Jacob aún se encontraba delante de una situación que no había cambiado nada, a pesar de que su propio espíritu había cambiado. Pero aunque su espíritu estaba dispuesto, su carne era débil. Inmediatamente, comenzó una vez más a depender de sí mismo.
Quizás lo más triste no fue el hecho de que volvió a depender de sí mismo, sino la manera en que lo hizo. La forma en que dividió a su familia revela claramente dónde estaba su corazón. En el caso de que Esaú decidiera atacarlo, Jacob moriría primero, luego las concubinas y después Lea; con suerte Raquel y José ya habrían tenido tiempo suficiente para escapar, ¡puesto que Jacob los había colocado en la parte trasera de la procesión!
¡Si yo fuera Rubén, Simeón o Levi, habría sabido exactamente cuánto me amaba mi padre! ¡No es de extrañar que odiaran a José!
Pero el cálido abrazo de Esaú debe haber llenado a Jacob de lágrimas, ¡o quizás de vergüenza!
A pesar de que Esaú actuó con mucha más rectitud que Jacob, Jacob aprendió una lección muy importante: Dios en verdad responde las oraciones. Podemos confiar totalmente en Él. Por lo tanto, es apropiado que esta parte de su historia termina con el levantamiento de un altar al Dios al cual Jacob llama el Dios de Israel. ¡Su fe finalmente había crecido!
(1) ¿Qué tipo de pecado cometió Siquem? ¿Dónde estaba Dina mientras Siquem estaba intentando negociar su matrimonio con ella? (34:26)
(2) ¿Qué estaba haciendo Dina cuando captó el interés de Siquem? ¿Era prudente asociarse con los cananeos? (Por supuesto, nunca se debe culpar a la víctima, especialmente en casos de violación).
(3) ¿Sus hermanos tuvieron razón al “entristecerse e irritarse”?
(4) ¿Qué propuso Hamor con el fin de intentar apaciguar la ira de la familia de Jacob?
a. ¿Él estaba siendo justo?
b. ¿Por que no era una propuesta aceptable, desde un punto de vista espiritual?
(5) Los hijos de Jacob idearon un plan muy astuto para buscar venganza:
a. En este caso, ¿estuvo mal vengarse?
b. ¿Por qué o por qué no?
(6) ¿Qué habría hecho usted?
(7) ¿Qué deberían haber hecho estos hermanos? (Aunque la Ley de Moisés aún no se había escrito en la época de Jacob, consulte Deuteronomio 22:28.)
(8) ¿Cómo reprendió Jacob a sus dos hijos? ¿Estuvo adecuada su reprensión? ¿Por qué o por qué no?
(9) ¿Cuál fue la respuesta de Simeón y Levi? ¿Qué pensaban ellos mismos de sus acciones?
(10) ¿Qué ha aprendido usted sobre lo que la Biblia enseña sobre el pecado de violación? ¿Está usted totalmente de acuerdo? ¿Por qué o por qué no?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Este es el título que la versión NIV (en inglés) le da a este pasaje donde se narra cómo los hijos de Jacob mataron a los heveos por venganza: "El pecado en la familia de Jacob". ¿Qué tipo de pecado cometieron?
La violación se tomaba muy en serio entre los pueblos del Antiguo Oriente Próximo, ¡y con razón! Incluso la Biblia establece la pena de muerte cuando se cumplen ciertas condiciones (Deut. 22:25-28). Sin embargo, solo se debía castigar al culpable del crimen.
Pero los hijos de Jacob fueron mucho más allá al asesinar a todos los hombres de la ciudad. En otras palabras, ellos asesinaron a inocentes.
Pero cuando Jacob se enteró de su crimen, así fue como los confrontó: “Me habéis traído dificultades, haciéndome odioso entre los habitantes del país, entre los cananeos y los ferezeos…” (Gén. 34:30). No los reprendió por haber hecho algo moralmente incorrecto, sólo por haberle ocasionado problemas. Ciertamente no estaba preocupado por lo que Dios pudo haber pensado sobre el pecado de sus hijos.
A pesar de lo malo que fue Elí, él por lo menos reprendió a sus hijos con estas palabras: "Si un hombre peca contra otro, Dios mediará por él; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él?" (1 Sam. 2:25).
¿Cómo los hijos de Jacob (en este caso, Simeón y Leví) se habían convertido en asesinos tan violentos? Sin duda habían sido muy influenciados por la cultura cananea en la que vivían, porque sabemos que ni su padre ni su abuelo eran hombres violentos. No habían aprendido nada en casa. No recibieron ninguna dirección moral o enseñanza de su padre. El silencio de Jacob ante un crimen tan grave sólo sirvió para avivar la llama de la inmoralidad que había en su familia, la cual culminó cuando Reuben, el primogénito, cometió adulterio con la concubina de Jacob. Pero una vez más, Jacob guardó silencio (35:22).
Con el tiempo, el pecado entre ellos continuaría creciendo, llevando al intento de asesinar a su hermano José, a quien terminarían vendiendo como esclavo, y todo esto debido al silencio culpable de Jacob.
Es cierto que guardar silencio podría ser una virtud. Sin embargo, aunque el profeta Ezequiel quizás fue una persona callada como Jacob, el Señor le recordó lo siguiente: “Cuando yo diga al impío: 'Ciertamente morirás', si no le adviertes, si no hablas para advertir al impío de su mal camino a fin de que viva, ese impío morirá por su iniquidad, pero yo demandaré su sangre de tu mano… ” (Ezequiel 3:18).
Sí, el "silencio culpable" realmente existe.
(1) Una promesa sigue siendo una promesa. Jacob había prometido regresar a Betel y adorar a Dios allí (28:22). ¿Cuál era su condición cuando regresó para cumplir su promesa?
(2) ¿Usted hizo alguna promesa a Dios que aún no haya cumplido?
(3) ¿Por qué Jacob
reconoció que era necesario pedirles a sus hijos ahora (y no antes) que
se deshicieran de los dioses extranjeros que tenían?
(4) ¿Por qué sus instrucciones también conllevaban cambiarse de ropa y deshacerse de los pendientes? (Éxodo 32:2-4)
(5) ¿Qué importancia simbólica tuvo esta acción?
(6) ¿Cómo podemos seguir su ejemplo?
(7) ¿De qué manera Dios honró sus acciones? (v. 5)
(8) Ahora, después de que Jacob hubiera obedecido a Dios, regresando y estableciéndose en Betel, Dios se le apareció nuevamente y reafirmó Su pacto y Su bendición. Observe los siguientes detalles:
a. A pesar de que su nombre ya había sido cambiado a Israel y el lugar ya había recibido el nombre de Betel, ambos nombres ahora se hicieron oficiales y permanentes, así como la bendición.
b. Respecto a la bendición, tenga en cuenta también lo siguiente:
(9) Es interesante notar que no se menciona la muerte de Rebeca, sino la de su nodriza. Esto señala que Rebeca murió sin volver a ver a su amado hijo. Haga una breve pausa para reflexionar sobre Rebekah. ¿Cómo describiría usted su vida y su legado?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Pensar en Rebeca me recordó a muchas de las mujeres cristianas mayores de las iglesias chinas, incluida mi madre. Ella creció en una familia tradicional en la cual el padre era polígamo y politeísta. Quién sabe por cuántas generaciones y por cuántos miles de años su familia se había dedicado a la adoración de ídolos y de sus ancestros. A todos los efectos prácticos, no había ninguna posibilidad de que ella conociera al Señor Jesucristo. Pero un día, mientras trabajaba como telefonista en aquellos años primitivos cuando los cables se conectaban a mano, ella conoció a mi padre, un cristiano nominal, con quien más tarde se casó. Sin embargo, ella inmediatamente y de todo corazón abrazó el cristianismo. Si ese destino no fue la gracia de Dios, ¿de qué otra manera se podría explicar?
Rebeca vivía en una tierra donde se adoraba ídolos, y su familia también adoraba a muchos de los dioses locales. Es imposible que ella hubiera conocido mucho sobre Yahveh; como mucho, este Dios ("El") era uno de los muchos dioses que adoraban los pueblos de Mesopotamia. Pero todo cambió cuando conoció al siervo de Abraham. Ella escuchó su maravillosa historia de cómo había sido conducido de modo providencial a su casa y de cómo ella había sido elegida en respuesta directa a la oración del siervo del Dios de Abraham. También habría escuchado mientras el siervo contaba las historias de fe de Abraham, su encuentro con Dios y cómo Dios lo había elegido para ser la bendición de todas las naciones. Ella probablemente se sintió deslumbrada. Por lo tanto, a pesar de lo mucho que extrañaría a su familia, Rebeca inmediatamente accedió a regresar con este extraño — el sirviente de Abraham. Esto, en sí mismo, fue un acto de fe.
Su fe fue recompensada de inmediato, ya que fue amada sin reservas por su esposo, Isaac, quien a diferencia de Abraham se apegó a Rebeca como su única esposa — algo que era muy raro en aquellos tiempos antiguos. A pesar de lo mucho que Isaac amaba a Rebeca, su amor sin duda fue mutuo, porque Rebeca se convirtió en el consuelo de Isaac, quien había lamentado profundamente la pérdida de su madre.
Pero lo que más me impresionó fue la iniciativa que demostró Rebeca al consultar a Dios debido a los mellizos que estaban luchando en su vientre (Génesis 25:22). ¿Cuántas veces leemos que Isaac, o incluso Abraham, haya tomado la iniciativa al consultar a Dios? En otras palabras, la relación con Dios que ella demostró era dinámica, y no pasiva. No es de extrañar que Rebeca, a pesar de que estuvo estéril durante mucho tiempo (por lo menos unos 20 años de espera), no recurrió a lo que hizo Sara. Eso fue otro acto de fe.
Bueno, como todos nosotros, ella también tuvo sus defectos. Aunque Isaac probablemente fue el que tenía favoritos y así contribuyó a la disputa entre los dos hijos, Rebeca fue el cerebro detrás del plan que ejecutó Jacob con el fin de engañar a su esposo — el esposo que la amaba y que se mantuvo fiel a ella hasta el final. Sin embargo, nunca se sabrá hasta qué punto su plan fue impulsado por su fe en la promesa de Dios, puesto que ella sabía que según Su plan “el mayor servirá al menor”. Yo pienso que su fe en la promesa tuvo un papel importante, aunque eso no la exime de su error de engañar a Isaac.
Quizás fue debido a este acto de engaño que la Biblia no menciona su muerte, excepto para comentar que fue enterrada junto a su esposo en la misma sepultura donde fueron enterrados Abraham y Sara (Gén. 49:31). Esto fue un tributo apropiado a su vida de fe.
(1) Deberíamos sentirnos conmovidos al leer sobre la muerte de Raquel.
a. Ella finalmente tuvo un hijo y agradeció a Dios por haberle quitado su desgracia; lo llamó José, con la esperanza de tener otro hijo (30:24).
b. Finalmente, su oración fue respondida, pero se dio cuenta de que ella no iba a sobrevivir el parto.
c. Expresó su dolor mediante el nombre que le dio a este niño: Ben-Oni (hijo de mi dolor).
d. En sentido figurado, su dolor continuó incluso hasta el nacimiento de Cristo (ver Mateo 2:18)
e. Ella siguió siendo el verdadero amor de Jacob
Haga una breve pausa para reflexionar sobre su vida. ¿Cómo describiría usted su vida y su legado?
(2) ¿Cómo lidió Jacob con su propio dolor al cambiar el nombre de este niño a Benjamín (hijo de mi mano derecha)? ¿Recuerda usted cuál rey y cuál apóstol eran de la tribu de Benjamín? (1 Sam. 10:21; Fil. 3:5)
(3) ¿Qué pasó mientras vivían en Migdal Eder? ¿Qué revela este incidente sobre la condición espiritual general de los hijos de Jacob?
(4) ¿Cómo lidió Jacob con Rubén?
(5) ¿Qué debería haber hecho?
(6) ¿Sería correcto decir que Jacob contribuyó a la condición espiritual de su familia? ¿Por qué o por qué no?
(7) En lo que respecta al Pacto Abrahámico, ¿cuáles fueron los resultados de los pecados de Rubén (descrito aquí en el capítulo 35) y de Simeón y Leví (descritos en el capítulo 34)?
(8) Finalmente, Jacob tuvo la oportunidad de ver a su padre, Isaac, quien vivió para ver el regreso de su hijo y también a sus nietos. Haga una breve pausa para reflexionar sobre la vida de Isaac. ¿Cómo describiría usted su vida y su legado?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Mientras reflexionamos sobre la vida de Isaac, permítame compartir con usted el siguiente artículo que para mí ha sido muy esclarecedor:
“Isaac, el hijo amable y obediente, el esposo fiel y constante… se convirtió en el padre de una casa en la cual reinaba el desorden. Si hubo aspectos muy destacados en su carácter, estos no son muy visibles en las circunstancias en las que fue colocado. Respecto a su persona, no vemos tanto un hombre de acción, sino uno de sufrimientos, de los cuales normalmente es liberado sin ningún esfuerzo directo por su parte. Así, él sufre como el objeto de las burlas de Ismael, del sacrificio que se prepara en Moriah, de la rapacidad de los filisteos y de la estratagema de Jacob. Pero las memorias de sus sufrimientos siempre son borradas por las señales del favor de Dios; él sufre con una calma y dignidad dignas de uno que está consciente de que es un heredero de promesas celestiales, sin proferir queja alguna y (en general) sin cometer ninguna acción que le haría perder ese respeto. Libre de pasiones violentas, Isaac fue un hombre de afectos constantes, profundos y tiernos. Así, él lloró por su madre hasta que su esposa ocupó su lugar. Sus hijos fueron criados en su casa hasta una edad avanzada; además, ni su dolor a causa del matrimonio de Esaú, ni la ansiedad en la que se vio envuelto como consecuencia del engaño de Jacob, alejaron a ninguno de estos dos de su afectuoso cuidado. Su vida solitaria e irreprochable debió haber sido sostenida por una firme piedad habitual, como aquella que demostró cuando Rebeca era esteril (Gen. xxv, 21), en su relación íntimo con Dios en Gerar y Beerseba (xxvi, 2, 23) y en la solemnidad con la cual otorga su bendición y se niega a cambiarla. Quizás si lo juzgáramos por un estándar mundano diríamos que su vida fue inactiva, poco noble e infructuosa; pero no se debe tener en tan poca estima los 'años inocentes, las oraciones, las obras de gracia y las acciones de gracias diarias de la vida pastoral', aunque no hayan echo un gran impacto en la historia. Quizás el carácter de Isaac no ejerció un influencia dominante, ni en su propia generación, ni en las generaciones posteriores; sin embargo, fue lo suficientemente marcado y consistente como para ganarle el respeto y la envidia de sus contemporáneos. Su posteridad siempre menciona su nombre con el mismo honor que los de Abraham y Jacob. Incluso los magos egipcios de la época de Origenes usaron su nombre como parte de la fórmula (Contra Celsum, i, 22) que consideraban eficaz para atar a los demonios que conjuraban (cf. Gen. xxxi, 42, 53).
"Si la vida emprendedora e inestable de Abraham presagió la historia temprana de sus descendientes, y si Jacob fue un tipo del carácter cuidadoso, comercial y poco belicista de sus últimos días, Isaac podría representar el período intermedio, en el que vivieron separados de las naciones y gozaban de la posesión de la fértil tierra prometida."
(Extracto de COBTEL, Vol., IV, p. 669)
(1) Además de providenciar un relato histórico sobre los descendientes de Esaú (o Edom), ¿cuál podría ser la razón por la cual la Biblia reserva uno de los capítulos más largos de Génesis para detallar la línea no elegida de Abraham? (¿Tendrá algo que ver con lo que se dice en Deut.23:7?)
Es evidente que los nombres de las esposas de Esaú mencionadas en este pasaje son diferentes de los que aparecen en 26:34 y 28:9. Quizás Esaú había cambiado el nombre de sus esposas (con el fin de complacer a su padre). Pero sabemos lo siguiente:
a. Dios también lo bendijo para que se conviertiera en un pueblo o nación importante, más tarde llamada los edomitas.
b. Dios lo bendijo con grandes riquezas que igualaban a las de Jacob.
c. Sin embargo, él finalmente acabó sirviendo a su hermano (algo que se desarrolló posteriormente en la historia).
(2) Podemos presumir que cuando regresó Jacob, Esaú vivía en la Tierra Prometida, pero también residía en Seir, una región que está más al sur. Después de regresar a las regiones al norte de Esaú, Jacob, debido a su riqueza, gradualmente creció hacia el sur. Algunos comentaristas opinan que la decisión de Esaú de dejar la Tierra Prometida no fue tanto un acto de fe, sino un acto impulsado por la vista, pero algunos piensan que Esaú comprendió que Dios había elegido a Jacob y cedió voluntariamente a su hermano el derecho de la promesa. Con base en lo que se ha dicho de Esaú en Génesis hasta ahora, ¿Piensa usted que ese fue el caso?
(3) Primero, los nietos de Esaú se describen simplemente como los "nietos de la esposa de Esaú"; luego todos aparecen nuevamente con otro título. ¿Por qué la Biblia incluye una segunda lista de los mismos nombres, agregándoles a todos un título diferente de la de la primera lista?
(4) Si bien la Biblia a veces menciona a los edomitas con afecto, como el hermano de Israel, hay un nieto en esta genealogía de Esaú cuyos descendientes fueron enemigos de Israel tan malvados que Dios ordenó su aniquilación. ¿Cuál fue? ¿De quién era hijo? (ver Éxodo 17:16 y 1 Samuel 15:2-3.)
(5) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Así como los demás personajes principales de las familias patriarcales que se desvanecen uno por uno en la historia, también Esaú se menciona por última vez en Génesis 36, en este pasaje que contiene una genealogía inusualmente extensa. Si fuera honesto, tendría que decir que me gusta su carácter mucho más que el de Jacob. ¡Qué persona tan perdonadora! Sin embargo, debemos considerar su vida en su totalidad, y creo que el comentario de Calvino sobre su vida es bastante justo respecto a esto:
“Aunque a los ojos de Dios Esaú era ajeno a la Iglesia, él también, como hijo de Isaac, fue favorecido con bendiciones temporales. Moisés celebra su descendencia e incluye un registro bastante extenso de los pueblos que vinieron de él. Sin embargo, esta conmemoración se asemeja a una sepultura honorable. Porque aunque Esaú, con su posteridad, tomó la preeminencia, esta dignidad fue como una burbuja que se constituye bajo la figura del mundo y que perece rápidamente. Por tanto, como se ha dicho antes respecto a otras naciones profanas, aquí Esaú es exaltado como en un teatro sublime. Pero puesto que no hay condición permanente fuera del reino de Dios, el esplendor que se le atribuye es evanescente, y toda su pompa desaparece como una escena pasajera del escenario. En efecto, lo que el Espíritu Santo quiso testificar aquí fue que la profecía que Isaac pronunció acerca de Esaú no fue vana; pero tan pronto que nos muestra su realización, desvía nuestra atención de ello, como si lo hubiera ocultado con un velo, con el fin de que limitemos nuestra atención a la descendencia de Jacob. Ahora bien, aunque Esaú tuvo hijos de tres esposas, en los cuales más tarde resplandeció la bendición de Dios, esto no se debe interpretar como una señal de que la poligamia sea algo que Dios aproba; tampoco se excusa la lujuria impura del hombre, sino que en esto se debe admirar la bondad de Dios que, de manera contraria al orden de la naturaleza, dio buenos resultados a los malos comienzos."
(Extracto de Comentarios de Calvin, Vol. 1, p. 252)
Es curioso notar que la Biblia también incluye la genealogía de los horeos, los que habitaban Seir antes de que Esaú se mudara para la región. Parece que Esaú y sus descendientes los destruyeron, o se casaron con ellos, eventualmente absorbiéndolos; fue así que Seir se convirtió en un sinónimo de Edom. A la luz del hecho de que esta genealogía está fuera del linaje de Abraham, quisiera recomendar lo siguiente mientras usted lee este pasaje:
(1) Divida este pasaje en subdivisiones significativas.
(2) Piense en un título para cada una de sus subdivisiones.
(3) ¿Cómo podemos saber que los horeos eran anteriores a Esaú?
(4) Además de los jefes horitas, ¿quiénes más aparecen en la lista en los vv. 31-39, y de los vv. 40-43?
(5) ¿Qué dice el texto sobre la bendición de Dios que estaba sobre Esaú, cuyos descendientes lograron “reemplazar” a estos poderosos horitas?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Al meditar sobre esta última mención del nombre de Esaú en el libro de Génesis, hoy lo invito a
reflexionar sobre la fugacidad de la gloria de la vida con la ayuda de estas
maravillosas palabras de Isaac Watts sobre nuestro Dios Eterno.
Este himno se cantó en el funeral de Sir Winston Churchill:
Nuestra esperanza y protección
Nuestra esperanza y protección
Y nuestro eterno hogar
Has sido, eres y serás
Tan solo Tú, Señor.
Aún no habías la creación
Formado con bondad,
Mas desde la eternidad,
Tú eras solo Dios.
Delante de Tus ojos son
Mil años, al pasar,
Tan solo un día que fugaz
Fenece con el sol.
El tiempo corre arrollador
Como impetuoso mar;
Y así, cual sueño ves pasar
Cada generación.
Nuestra esperanza y protección
Y nuestro eterno hogar,
En la tormenta o en la paz,
Sé siempre Tú, Señor.
(Isaac Watts 1674-1748)
(traducido por Federico J. Pagura)
https://himnosdegracia.com/nuestra-esperanza-y-proteccion/