Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 8:1–15

Hoy continuaremos nuestro estudio de Éxodo, el segundo libro del Antiguo Testamento.

(1) ¿Faraón pidió a Moisés que orara a Dios para que convertiera la sangre nuevamente en agua? Por qué no?

(2) ¿Por qué Dios esperó otros siete días antes de traer una segunda plaga sobre Faraón y su pueblo?

(3) ¿Cómo pudo Faraón estar convencido de que las ranas realmente eran una plaga enviada por Dios?

(4) ¿Los magos egipcios fueron capaces de duplicar este milagro? ¿Por qué?

(5) ¿Faraón reaccionó a esta plaga de manera diferente? ¿Por qué?

(6) ¿Cuál podría ser el significado del hecho de que Moisés permitió que Faraón decidiera cuando Moisés debía orarar para que se quitara la plaga?

(7) ¿Por qué Faraón dijo "mañana" y no eligió que Moisés orara de inmediato?

(8) ¿Por qué Moisés prometió que habría alivio solo en las casas, y que las ranas permanecerían en el río?

(9) ¿Qué hizo que Faraón endureciera su corazón nuevamente?

(10) ¿Usted alguna vez ha dado marcha atrás en su resolución de obedecer a Dios de manera absoluta una vez que Él trajo alivio a su difícil situación en respuesta a su oración de arrepentimiento?

(11) ¿Cuál es la lección que usted aprendió hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La entrega debe ser total

'Mañana', dijo el faraón." (LBLA) (Éxodo 8:10)

Estoy de acuerdo con muchos comentaristas que mantienen que cada una de las diez plagas representa una intensificación de la presión que Dios les estaba poniendo sobre faraón y sus funcionarios, no solo para que dejaran ir a los israelitas, sino para que reconocieran Su soberanía sobre sus dioses y sobre su voluntad.

Por mucho que el Faraón continuó endureciendo su corazón, también se puede observar un ablandamiento gradual de su corazón que, lamentablemente, fue acompañado por un rechazo intencional por parte de Faraón a lo que Dios deseaba de él, a saber, la rendición total de su voluntad.

Francamente, la segunda plaga de las ranas no representó nada más que un inconveniente o una molestia para el faraón, y puesto que sus magos también lo pudieron duplicar, él pudo haber continuado “sin hacer caso tampoco de esto” (7:23). Pero en lugar de ello, él pidió a Moisés y Aarón, "Orad a Jehová". Esta fue una clara admisión del poder de Dios. Con estas palabras, Faraón admitió que ni sus magos, ni cualquiera de sus deidades egipcias podían igualar el gran poder del Dios de Israel. Pero este ablandamiento de su corazón no fue una rendición completa.

Cuando Moisés le dio el "honor" de fijar una hora para su oración y para el cese de la plaga, la respuesta sorprendente de Faraón fue: "Mañana". Usted y yo habríamos dicho, "ahora mismo", a menos que quisiéramos fingir que realmente no nos molestaba tanto. "Tómate tu tiempo, Moisés, no es para tanto".

Por lo tanto, no es sorprendente ver que Faraón incumplió su promesa, una vez que obtuvo el alivio.

Veo en esto un paralelismo con aquellos que presumiblemente han aceptado a Cristo como su Señor y Salvador pero no toman en serio sus pecados. Estos intentan mejorar sus vidas o encontrar alivio para sus vidas poco significativas convirtiéndose en cristianos. Nunca se toman en serio sus pecados. Aunque sus bocas declaran que Jesús es el Señor, aún no han entregado totalmente sus corazones al señorío de Cristo. Además de que no habrá cambios ni frutos en sus vidas, sus pecados apestarán como ranas muertas para aquellos que los rodean.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 8:16–23

(1) ¿Por qué eligió Dios atacar esta vez sin previo aviso, convirtiendo polvo en piojos?

(2) Compare estas tres plagas consecutivas el agua se convirtió en sangre, por lo que era casi imposible beber; las ranas muertas se amontonaron en montones apestosos; finalmente, el polvo se levantó por todas partes, convirtiéndose en piojos. ¿Qué mensajes el Señor quería transmitir al Faraón y los egipcios con todo esto?

(3) ¿Por qué los magos no fuern capaces de duplicar este milagro más reciente?

(4) Aunque se pudo notar un ablandamiento en el corazón de Faraón después del segundo milagro, ¿por qué no cedió después de este milagro más reciente, ni siquiera después de oír el testimonio de sus propios magos (v. 19)?

(5) ¿Usted alguna vez conoció a alguien tan terco y obstinado como el faraón? ¿Es usted así?

(6) Ante el corazón tan endurecido que Faraón había demostrado, ¿qué envió Dios como la próxima plaga?

(7) ¿Cuán diferente fue esta plaga de las primeras tres (según sugiere el v. 22)?

(8) ¿Por qué en lugar de ella Dios no envió un tsunami o un terremoto?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Suyo soy y mío es Él

"Haré distinción entre mi pueblo y tu pueblo... " (NVI) (Éxodo 8:23)

A medida que el corazón de Faraón se endurecía, Dios también aumentaba la intensidad de las plagas. En la tercera plaga, Dios comenzó a detener el poder mágico de los magos, de modo que tuvieron que confesar: "En todo esto anda la mano de Dios" (Éxodo 8:19). Luego, con la cuarta plaga, Dios demostró Su favor y protección especial para con Su pueblo. Tal vez algunos de los egipcios pensaron con envidia ¡Qué privilegio ser israelita!. Pero la verdad es que ellos también podrían haber pertenecido a Dios si así lo quisieran.

Observamos esta
misma verdad en nuestras vidas como cristianos. No hay duda de que las bendiciones de ser hijos de Dios se extienden más allá de lo temporal y alcanzan hasta lo eterno. Uno de los himnos que hablan bellamente sobre estos privilegios es Suyo soy y mío es Él, escrito por George Wade Robinson. Si usted no conoce la melodía, sugiero que la busque. Juntas, la letra y la música forman una maravillosa meditación que nos lleva a tener una comunión más cercana con nuestro Señor. Reflexionemos sobre la letra:


Suyo soy y mío es Él

1
Me amó con un amor
Tan divino y eternal,
Por Su gracia supe yo
De esta grande realidad.
¡Oh, completa y dulce paz!
¡Me transporta todo el ser!
En amor tan celestial,
Suyo soy y mio es El.

2
Es el cielo más azul,
Y la tierra un verde mar;
Algo vibra en todo aquí,
Pues mi ser en Cristo está.
Dan las aves su canción,
Y las flores brillantez;
Desde que conozco yo,
Que soy Suyo y mío es El.

3
Lo que antes me alarmó
No me puede perturbar;
En Su seno de amor
Yo me calmo en dulce paz.
Quiero aquí permanecer
Renunciando a mi avidez;
Mientras le oigo susurrar
Suyo soy y mío es El.

4
Para siempre suyo soy,
¿Qué nos puede separar?
Cristo en mi corazón,
¡Oh, qué gran felicidad!
Puede el cosmos terminar,
O el alba oscurecer,
Pero estando yo con Dios
Suyo soy y mío es El.

George Wade Robinson (1838-1877)
https://www.hymnal.net/en/hymn/hs/137

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 8:25–32

(1) Es interesante la reacción inmediata del faraón ante la quarta plaga:

a. ¿Buscó a Moisés? Por qué no?

b. ¿Acaso Moisés no debería haberle pedido que fuera a verlo?

c. ¿Faraón les dio permiso para adorar exactamente como se le pidió? Por qué no?

(2) Ver la Nota a continuación sobre los sacrificios detestables. ¿Consintió Faraón esta vez la demanda de Moisés de que hicieran un viaje de 3 días? ¿Por qué?

(3) Faraón le dijo a Moisés, "Orad por mí". ¿Cuán inusual fue esta petición? ¿Qué confesión hizo Faraón al hacer esta petición?

(4) ¿Por qué Moisés no oró por él de inmediato? ¿De qué sospechaba (o qué temía)? ¿De qué serviría esperar otro día (mañana) para que se fueran las moscas?

(5) ¿Moisés tuvo razón al sospechar de Faraón?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

¿En qué sentido eran detestables los sacrificios hebreos para los egipcios? No lo sabemos exactamente. Pero el hecho de que detestaban a los pastores y ni siquiera comían con ellos revela claramente un desprecio por parte de los egipcios contra los hebreos (Gén. 43:32; 46:34). Es probable que esa actitud fuera más pronunciada contra la práctica de los hebreos de sacrificar a ovejas y otros animales.

Reflexión meditativa
La oración de los justos

"Orad por mí." (LBLA) (Éxodo 8:28)

Como parte de Su esfuerzo por animar a Moisés a perseverar en su misión a pesar de los reveses, el Señor le había dicho a Moisés: “Yo te hago como Dios para Faraón” (Éxodo 7:1). En efecto, al continuar leyendo vemos que Faraón presenció las poderosas manos de Dios en plaga tras plaga, cada una de las cuales se manifestó a través de Moisés y Aarón. Y al ceder, Faraón se vio obligado a contar con la oración de Moisés. Por lo tanto, puesto que ya no soportaba la devastación causada por las moscas (la quarta plaga), le pidió a Moisés no solo que orara para quitar las moscas, sino que sorprendentemente también le pidió, “Orad por mí” (8:28).

Quizás estoy dando demasiada importancia a este detalle, pero lo que es cierto es que esta última petición de oración por las ranas (8:8) es diferente de la anterior. Quizás, su alma estaba tan perturbada, que lo que estaba pidiendo era que Moisés orara no solo para que la plaga se fuera, sino también por el bienestar de su alma. Tal vez incluso conocía bastante bien su propio corazón, sabiendo que su orgullo y terquedad lo harían descumplir su promesa una vez más, y que como resultado las cosas solo empeorarían.

En todo caso, él sabía que la oración de Moisés sería eficaz. Si tan solo Moisés orara, todo estaría bien. En otras palabras, la promesa de Dios en Éxodo 7:1 se había hecho realidad. El faraón estaba tratando a Moisés como si fuera Dios. Esto presentaría una de las más fuertes tentaciones posibles para cualquier siervo del Señor. ¡Cuán fácil habría sido para él usurpar la gloria de Dios! Pero Moisés no lo hizo, puesto que, como aprendemos en Números 12:3,Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra”.

Aunque estoy consciente de que yo de ninguna manera me puedo comparar con la grandeza de Moisés, por ser siervo de Dios, me he encontrado con personas que me pidieron que orara por ellos (o por sus seres queridos), como si mis oraciones fueran mucho más eficaces que las de cualquier otra persona. Tales peticiones, además de ser incómodas, me presentaban con la tentación de pensar más de mí mismo. A los que me hacen tales peticiones siempre les digo de inmediato: "Sí, oraré como me has pedido, pero mis oraciones no son diferentes de las de cualquier otra persona, porque Dios responde a todas las oraciones sinceras, no solo a las mías".

De hecho, cuando se trata de acercarnos al trono de Dios, solo tenemos un abogado, Jesucristo. Tal vez el apóstol Santiago, al igual que yo, también había sido abordado para orar, y por eso nos recuerda a todos que, “La oración del justo es poderosa y eficaz”. Y agrega inmediatamente, "Elías era un hombre con debilidades como las nuestras" (NVI) (Santiago 5:16-17).

La próxima vez que usted tenga una necesidad desesperada de intercesión, acuda a sus hermanos y hermanas en Cristo, pero no se olvide de orar usted mismo. ¡Elías era un hombre como usted!

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 9:1–7

(1) Hasta ahora, ¿qué habían afectado las primeras 4 plagas?

(2) ¿Cuán diferente fue esta quinta plaga con respecto a su blanco?

(3) ¿De qué manera esta quinta plaga fue similar a la cuarta? (v. 4)

(4) ¿Por qué Dios decidió establecer un plazo de tiempo para el inicio de esta plaga?

(5) ¿Por qué envió Faraón hombres a averiguar los hechos?

(6) ¿El informe de estos hombres hizo algún cambio en su forma de pensar? ¿Por qué, entonces, los había mandado?

(7) Hay personas que desean "averiguar" la verdad de la Biblia. ¿Qué necesitan para que encuentren a Dios en su búsqueda?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
A Dios le importa toda Su creación

Y Jehová fijó plazo, diciendo: 'Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra'." (RVR1960) (Éxodo 9:5)

Dios esperó hasta la quinta plaga para infligir daño a la vida del ganado de Egipto, la cual incluía caballos, burros, camellos, ganado vacuno, ovejas y cabras. Además, antes de llevar a cabo esta plaga, Dios fijó un tiempo durante el cual la plaga aún pudiera evitarse. A simple vista, este plazo fue establecido para ayudar a salvar estas valiosas propiedades de los egipcios; pero en esencia, también fue por el bien del ganado.

No soy uno de esos tipos que aman tanto a los animales que se preocupan más por ellos que por los seres humanos. He conocido a bastantes personas que en lugar de relacionarse con humanos prefieren tener como sus compañeros animales. Quizás no debería criticarlos con demasiada severidad. Algunos de ellos han sido heridos tan profundamente por amigos, familiares o incluso su cónyuge que han perdido la fe en los seres humanos, incluidos en ellos mismos. Otros son como cierto ex entrenador de fútbol que prefería tener peces por compañeros, puesto que, en palabras de su hijo, “no lo molestan”. Eso es muy triste.

Ahora bien, esto no significa que no debamos preocuparnos por los animales. Si usted lee el último versículo del libro de Jonás, tal vez se sorprenderá de que una de las razones por las que Dios retuvo el juicio sobre la ciudad de Nínive fue por el bien de los animales, “¿y no he de apiadarme yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas ... y también muchos animales?".

Así como a Dios le importó el ganado de Nínive, también le importó el ganado de Egipto. Por lo tanto, fijó un plazo y esperó la respuesta de Faraón. ¡Dios es simplemente asombroso!

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 9:8–35

(1) ¿De qué manera la sexta plaga representa una intensificación de la ira de Dios contra Faraón y su pueblo?

(2) ¿Qué pasó con los magos en ese momento? ¿Qué piensa usted que estos magos, junto con los funcionarios de la corte, deseaban que hiciera el faraón?

(3) ¿Usted detectó un espíritu de reticencia por parte de Jehová al anunciar la séptima plaga? ¿Por qué?

(4) ¿Por qué Dios le dio a Faraón tiempo para anunciar esta plaga a su pueblo? (v. 19)

(5) ¿Por qué algunos de los oficiales de Faraón se negaron a proteger a sus esclavos y su ganado, a pesar de que ya habían presenciado seis milagros poderosos?

(6) ¿Cuán inusual fue la reacción de Faraón ante esta séptima plaga? ¿Piensa usted que esta plaga cumplió su propósito? ¿Por qué o por qué no?

(7) ¿Qué podría significar el hecho de que la Biblia mencione también el endurecimiento del corazón de los funcionarios, no solo del de Faraón?

(8) ¿Qué mensaje hay detrás de la descripción detallada de lo que fue destruido y lo que no fue destruido por el granizo (vv. 31-32)?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Encarar nuestros pecados

Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: 'He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impío'.” (RVR1960) (Éxodo 9:27)

Debo admitir que siento mucha lástima por Faraón mientras leo la historia del Éxodo:

- Por un lado, como rey de Egipto, ¿cómo lidiaría uno con una creciente población de inmigrantes que con el tiempo superaría a la de su propia población?

- Cuando Moisés se le acercó con la petición de dejar que su pueblo hiciera un corto viaje al desierto para adorar a su Dios, Faraón sabía muy bien que se trataba de un simple estratagema, y que si accediera perdería la mayor parte de la fuerza laboral, tan vital para la economía de su país.

- Además, dejar ir a los hebreos provocaría inestabilidad política porque enviaría a otros estados vasallos y a sus propios oponentes dentro del país un mensaje de que él era un rey débil.

Sin embargo, nada de lo anterior justificaría el asesinato de bebés. Nada de lo anterior justificaría la esclavitud forzada. El corazón de Faraón era muy duro, y nadie puede culpar a Dios por endurecer aún más el corazón de este Faraón que tuvo tanto la desgracia como la bendición de ver la mano poderosa de Dios. Fue una bendición porque podría haberse humillado ante Dios, no solo para dejar ir a los hebreos, sino también para ganar el favor de Dios mediante el arrepentimiento.

Se acercó al arrepentimiento cuando llamó a Moisés y Aarón y confesó: "Esta vez he pecado". Finalmente admitió haber pecado, pero al parecer su confesión se limitó a "este vez", sin incluir los muchos pecados de infanticidio, de esclavitud y de su repetido incumplimiento de sus promesas. Es más, si realmente reconocía que había pecado contra Jehová, debería haber acudido a Moisés. Si también hubiera estado dispuesto a encarar sus otros pecados, realmente habría progresado hacia el verdadero arrepentimiento.

Encarar pecado de uno no es fácil, y se necesita honestidad; se necesita coraje. Nos engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que confesamos nuestros pecados al confesar solo los más obvios y menos dolorosos. Al confesar solo su pecado actual, Faraón pensó que podía ignorar y enterrar el pasado. Lamentablemente, así no es como funciona con Dios. Sin embargo, cuando somos lo suficientemente honestos y valientes para "confesa[r] nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad" (I Juan 1:9).

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 10:1–11

(1) ¿Qué razón da Jehová para el endurecimiento del corazón de Faraón y de los oficiales?

(2) ¿Qué debería significar este mensaje para futuras generaciones?

(3) Con base en el resto del Antiguo Testamento, especialmente en los salmos, ¿piensa usted que este mensaje ha llegado a las generaciones futuras? (¿Puede recordar algunos de los salmos que hablan del gran poder que Dios reveló durante su Éxodo?)

(4) Luego, Moisés y Aarón volvieron a ver a Faraón. ¿Cuán diferente piensa usted que fue su actitud en comparación con la primera vez que se presentaron delante de Faraón?

(5) ¿Cómo clasificaría usted las palabras que Moisés transmitió en nombre de Dios esta vez? ¿Fue una súplica paciente para que se arrepintiera? ¿Fue una advertencia reacia? ¿O quizás un ultimátum? ¿En qué sentido?

(6) Con base en lo que dijeron los funcionarios de Faraón en el v.7, ¿cuáles habían sido los resultados de todas estas plagas?

(7) ¿Faraón cedió a la presión ejercida por los funcionarios? (Nota: Esta vez, Faraón finalmente confrontó a Moisés en cuanto a su "pretexto" de adorar a Dios, lo que llevó a Moisés a admitir que en realidad no era una peregrinación, ¡sino un escape!)

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Nuestro legado para las generaciones futuras

y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que hice entre ellos; para que sepáis que yo soy Jehová." (RVR1960) (Éxodo 10:2)

A primera vista, me sentía escéptico sobre esta instrucción del Señor: “¿De qué sirve contarselo a las generaciones futuras? De todos modos no escucharán, especialmente con el paso del tiempo".

Sin embargo, después de leer salmo tras salmo, y muchos de los libros de los profetas, llegué a comprender que la transmisión de estos relatos de las obras milagrosas de Dios en Egipto y su recuerdo sería vital para la fe de las generaciones futuras del pueblo de Dios, especialmente en momentos de dificultad, tanto personal como nacional.

Por ejemplo, los Salmos 78, 81, 105, 106, 114, 135 y 136 tienen como fundamento firme la esperanza y la fe de los salmistas en Jehová a causa de estos eventos históricos de la liberación de Dios, sin mencionar el recuerdo de su fiesta anual de la Pascua.

Esta es una lección que nosotros también debemos aprender. Necesitamos recordar y relatar a nuestros hijos y nietos todas las bondades que Dios nos ha mostrado, tanto los momentos de fracaso como los momentos de éxito. Quizás encuentren nuestras historias demasiado repetitivas, pero la gratitud y sinceridad con las que compartimos estas historias personales les ayudará a grabar en sus corazones la fidelidad de nuestro Dios y les ayudará a seguir nuestros pasos en sus propios momentos de prueba. Así, ellos también llegarán a experimentar la realidad de las promesas de Dios en sus propias vidas.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Éxodo 10:12–29

(1) Es muy evidente que de vez en cuando hay enjambres de langostas que pululan en la tierra de Egipto, incluso en la actualidad. ¿Qué distinguió esto como un milagro? (v. 14)

(2) Use su imaginación para visualizar lo que se describe en el versículo 15. Si puede, pinte o haga un dibujo de la devastación.

(3) A pesar de tanta devastación, el faraón renegó de sus palabras. ¿Cómo usted se habría sentido en ese momento si fuera (a) uno de los israelitas, (b) Moisés o Aarón? (enojado, emocionado, lleno de lástima o cansado¡no otra vez!)

(4) ¿Piensa usted que Faraón fue sincero en lo que dijo en los vv. 16-17? ¿Por qué o por qué no?

(5) La siguiente plagala última antes de la muerte de los primogénitosfue la oscuridad. ¿Qué quiere decir "tinieblas tales que puedan palparse"? (v. 21) ¿Usted alguna vez experimentó ese tipo de oscuridad en su vida? De ser a, intente describirlas.

(6) ¿Cuán apropiadas podrían ser estastinieblas” como precursor de la última plaga?

(7) ¿De qué manera Faraón expresó que estuvo dispuesto a hacerles concesiones? ¿Por qué, entonces, insistió en que dejaran atrás sus rebaños?

(8) ¿Cuál fue la última palabra que Moisés le dijo a Faraón? ¿Que representó?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La oscuridad
eterna

Jehová dijo a Moisés: 'Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe'." (RVR1960) (Éxodo 10:21)

De todas las nueve plagas, la novena plaga tenía que haber sido la más horrible, puesto que el pueblo de Egipto fue inmerso en tres días de oscuridad total tinieblas tales que puedan palparse.

Estoy seguro de que
usted ha experimentado un repentino oscurecimiento del cielo durante el día, y aunque la oscuridad no haya sido total, usted se sintió conmocionado. ¿Puede imaginar como sería vivir en completa oscuridad durante tres días? Debe ser una experiencia horrorosa.

Yo solo fui sometido a unos pocos segundos de oscuridad total (voluntariamente) en la Caverna de Lewis y Clark en Montana. ¡Incluso esos pocos segundos fueron suficientes para desorientarme! Después de encender nuevamente las luces, el guía turístico nos contó que una vez por equivocación se había dejado a un voluntario en la caverna durante toda una noche. Para cuando lo encontraron, casi se había vuelto loco y contó que la completa oscuridad es una experiencia tan horrible que nadie podría sobrevivir mucho tiempo en ella.

Pero la Biblia nos dice una y otra vez que el destino de aquellos que no creen en Cristo
es ser arrojados a las tinieblas. Mateo 8:12 es uno de esos pasajes en que nuestro Señor habla sobre el destino de aquellos israelitas que se niegan a creer en Él,

Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes."

Si solo unos pocos segundos de oscuridad fueron suficientes para desorientarme, una noche de oscuridad fue suficiente para hacer que el voluntario se volviera loco, y los tres días de oscuridad fueron tan insoportables para el Faraón, imagínese cómo será en las tinieblas eternas, tinieblas tales que puedan palparse!