Esta semana continuaremos con nuestro estudio de Éxodo, el segundo libro del Antiguo Testamento.
(1) A simple vista, ¿qué instrucción que el Señor le dio a Moisés no tuvo sentido?
(2) ¿Cuál fue el propósito de esa instrucción?
(3) Haga una pausa para reflexionar sobre su propio pasado. ¿Alguna vez Dios lo guió por un camino (o hizo algo en su vida) que al principio no tenía sentido? ¿Usted finalmente descubrió Su propósito?
(4) El propósito expreso de esta instrucción fue que el Señor obtuviera gloria para Sí mismo a través de Faraón y su ejército. ¿Cómo respondería usted si alguien le dijera: “Tu Dios es tan vanidoso que siempre busca glorificarse a Sí mismo”?
(5) ¿Qué dice la Biblia sobre las razones por las cuales Faraón y sus funcionarios cambiaron de opinión? Póngase en su lugar: después de ser derrotados por las 10 plagas (especialmente la décima plaga), ¿qué pudo haberlos impulsado a perseguir a los israelitas?
(6) ¿Cómo se compararía el ejército egipcio con los “ejércitos" de Jehová” (Éxodo 12:51)?
(7) ¿Piensa usted que la moral de los egipcios estaba alta al ver la disposición de su propio ejército? En su opinión, ¿los israelitas tuvieron razón en estar aterrorizados? ¿Por qué o por qué no?
(8) ¿Qué o quién los guiaba cuando dieron la vuelta y acamparon cerca de Pi-hahirot? (ver Éxodo 13:21-22)
(9) Quizás no sea tan sorprendente que los israelitas se quedaron aterrorizados al ver al ejército egipcio. Sin embargo, esto justificó lo que dijeron en los vv. 11-12?
(10) ¿Qué palabras usaría usted para describir a estos israelitas?
(11) ¿Cuál es la lección que usted aprendió hoy, y cómo puede aplicarla a su vida?
"Subió también con ellos una multitud mixta, juntamente con ovejas y vacadas, una gran cantidad de ganado." (LBLA) (Éxodo 12:38)
Muchos comentaristas culpan a esta multitud mixta (quienesquiera que hayan sido) por muchos de los problemas que los israelitas tuvieron en el desierto. Uno de estos comentaristas dice lo siguiente: "Estos 'otros', similares a miembros no convertidos en una iglesia de la era actual, fueran una fuente de debilidad y división en esa época, así como lo son ahora (cf. Núm. 11:4-6). Hubo una manifestación de poder divino, y los hombres fueron atraídos a ello sin haber experimentado un cambio de corazón ...".
Sin embargo, los israelitas no siempre pudieron culpar a estos "otros". La realidad es que ellos no eran mejores. Así como los demás, ellos habían presenciado las diez plagas sobre los egipcios, habían sido bendecidos por todos los obsequios que les dieron sus vecinos egipcios cuando partieron, y habían sido guiados de inmediato por columnas de fuego y nube (la presencia y guía inconfundibles del Señor); pero a pesar de todo esto, cuando fueron perseguidos por el ejército de los egipcios, se volvieron contra Moisés de inmediato.
A menudo admiramos cómo Dios guió milagrosamente a los israelitas a través del desierto, e incluso podríamos pensar internamente que si nosotros fuéramos guiados como ellos lo fueron, definitivamente seguiríamos al Señor, sin ninguna duda. Pero lo que realmente sucedió fue esto: al ver las columnas de fuego y nube por primera vez, los israelitas habrían estado deslumbrados y emocionados. Pero a medida que los días se convirtieron en meses y los meses en años, incluso las columnas perdieron su encanto. Las daban por sentado. Incluso antes de que la emoción y la novedad se hubieran agotado, el pueblo se quejó inmediatamente, solo porque las columnas los guiaba en círculos, conduciéndolos primero al ataque de los egipcios y luego al agua amarga de Mara (Éxodo 15:23).
La lección es esta: la manera como Dios nos guía no es importante; en última instancia, lo que importa es que tengamos un espíritu obediente, sin el cual somos exactamente como los “otros”.
(1) Cuando el pueblo se volvió contra él, la respuesta de Moisés en los versículos 13-14 fue muy contundente, terminando con un muy buen consejo. ¿Cuál fue este consejo?
(2) Según el verso 15, ¿el propio Moisés estaba "callado"? ¿Qué le enseña esto sobre el dilema o las luchas que enfrentan los líderes?
(3) Lea con mucho cuidado los vv. 19-20. Si puede, haga un dibujo de la escena (o al menos imagine como habría sido).
(4) ¿Cómo usted se habría sentido si fuera uno de los egipcios que los estaban persiguiendo?
(5) ¿Cómo usted se habría sentido si fuera uno de los israelitas que estaban siendo persiguidos?
(6) Si la partición y el cierre del mar fue enteramente obra del Señor, ¿qué papel jugó la vara de Moisés?
(7) Mientras usted lee el relato sobre la noche en el mar, reflexione sobre las siguientes preguntas:
a. ¿Qué aspecto le parece más espectacular?
b. ¿Qué aspecto le parece más triste?
(8) ¿Dios logró el propósito que mencionó en el v. 18? ¿En qué sentido?
(9) ¿Cómo usted se siente por el pueblo al leer su respuesta en el verso 31?
(10) A menudo se compara el cruce del Mar Rojo con nuestra salvación por medio de Cristo. Intente describir sus similitudes.
(11) ¿Cuál es la lección que usted aprendió hoy, y cómo puede aplicarla a su vida?
“Entonces Jehová dijo a Moisés: '¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen'.” (RVR1960) (Éxodo 14:15)
Cierta vez vi una caricatura que mostraba a una gavia canadiense (un ave acuática), con su hermosa pluma brillante, nadando tranquilamente y con confianza sobre el agua. Pero debajo del agua, el ave nadaba vigorosamente, como si estuviera corriendo para salvar su vida.
Cuando leí por primera vez la respuesta inmediata de Moisés a los israelitas que muy pronto se volvieron contra él cuando vieron que el ejército de Faraón los perseguía, admiré enormemente la respuesta confiada que dio al pueblo, como un verdadero líder: “No temáis; estad firmes y ved la salvación que el Señor hará hoy por vosotros;" (14:13).
Lo que me impresionó aún más fueron sus palabras finales, “El Señor peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados" (14:14).
De hecho, sus palabras hacen eco del consejo del Salmo 46:10, "Estad quietos, y sabed que yo soy Dios;".
Sin embargo, inmediatamente después de decir estas palabras a los israelitas, cuando ya estaba a solas con Dios, lejos de las miradas del pueblo, estaba nadando para salvar su vida. Él estaba todo menos quieto. "¿Por qué clamas a mí?" fue la reprensión del Señor.
Pero así es la vida de un verdadero líder. Por mucho que tenga miedo, debe mantener la calma ante el pueblo, o se alarmará aún más. Sin embargo, el secreto de un verdadero líder no es simplemente no permitir que su miedo se paralice, ni tampoco simplemente mantener una fachada delante del pueblo, porque eso no durará mucho. Un verdadero líder necesita presentar prontamente su temor ante el Señor, incluso cuando eso resultará en que sea reprendido por su temor. Estoy seguro de que Dios estaba encantado de que Moisés acudiera a Él en busca de fortaleza y consuelo. Después de todo, él era solo humano. A final de cuentas, los verdaderos líderes también son humanos.
Moisés tuvo los siguientes propósitos al escribir este cántico con gratitud y gran júbilo:
(1) alabar al Señor
(2) expresar su creciente conocimiento de Dios
(3) dar un testimonio para las generaciones futuras
(4) expresar su confianza en el eventual cumplimiento de la promesa de entrar en la Tierra Prometida.
Vale la pena señalar que se menciona en Apocalipsis 15 que el cántico de Moisés es cantado en el cielo.
(1) Intente dividir la canción en subdivisiones significativas. Usted puede usar estos títulos sugeridos, o sus propios títulos:
a. los nombres de Jehová (quién es Jehová para Moisés)
b. el poder y la majestad de Dios, expresados de manera antropomórfica (por ejemplo, Su diestra, Sus narices, Su aliento)
c. no hay otros dioses como Jehová
d. confianza en la orientación futura de Jehová y en el cumplimiento de Su promesa de introducirlos en la Tierra Prometida
e. finalmente, alabanza por Su reinado eterno.
(2) Enumere los nombres que Moisés usó para referirse a Dios y reflexione sobre su conocimiento cada vez más profundo de quién es Dios.
(3) Enumere los ejemplos de antropomorfismo que Moisés usó para describir a Dios y reflexione sobre cómo usa cada uno. En su opinión, ¿cuán apropiado es el uso de cada uno de ellos?
(4) Al expresar su asombro, Moisés dijo que no hay dioses como el Señor, citando tres aspectos como parte de esta expresión. ¿Puede usted identificarse con los sentimientos de Moisés, ya sea mediante la lectura de los eventos del Mar Rojo o su experiencia personal?
a. majestuoso en santidad — ¿Qué significa esto?
b. temible en las alabanzas — ¿En qué sentido?
c. ¡haciendo maravillas!
(5) Si usted fueras Moisés, ¿habría descrito estos aspectos de Dios? ¿Qué más podrías agregar?
(6) Al expresar su confianza en que Dios los conduciría a la Tierra Prometida, ¿de qué manera Moisés reveló su comprensión del propósito final del Éxodo?
(7) ¿Por qué concluyó la canción con una mención del reino de Dios?
(8) Puesto que Apocalipsis 15:1-4 se refiere a esta canción, pero esta vez dentro del contexto celestial, sugiero que lea también la canción que se encuentra en Apocalipsis. ¿Cuál es el tema común de las dos canciones?
(9) ¿Cuál es la lección que usted aprendió hoy, y cómo puede aplicarla a su vida?
"Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico al Señor [a Jehová]." (LBLA) (Éxodo 15:1)
Este primer cántico registrado de Moisés fue escrito en el momento en Dios acababa de manifestar su gran poder al liberar a Su pueblo del ejército de Faraón que los perseguía, hundiendo todo este ejército en el mar — "no quedó ni uno de ellos" (14:28).
No mucho tiempo había pasado desde que el mundo de Moisés se puso patas arriba con su encuentro con Jehová en la zarza ardiente. Sus repetidas excusas fueron ignoradas por Jehová, quien le reveló no solo Su plan de liberación, sino también a Sí mismo como Yahveh—YO SOY EL QUE SOY—un nombre que el propio Abraham aún no conocía (Éxodo 6:3).
Este líder muy reacio cedió al llamado inquebrantable del Señor, y gradualmente llegó no solo a comprender el poder de Dios, sino también a conocerlo personalmente.
Así es como la parte inicial de esta canción describe al Señor:
“Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.” (RVR1960) (Éxodo 15:2-3)
Esta experiencia, que culminó con el cruce del Mar Rojo, le permitió a Moisés conocer a Dios como uno que era más que simplemente el Dios de su padre; era su propio Dios — esto significa que Moisés ya había establecido una relación personal con Dios. Dios ya no era un simple rumor, ni un Dios que había heredado o adoptado debido a su cultura, y ni tampoco un Dios que simplemente había aceptado de manera intelectual, sino su Dios—él ahora conocía a Dios personalmente.
Quizás un título más apropiado para este cántico sería “el cántico de la conversión de Moisés”, o por lo menos, “el cántico del testimonio de Moisés de su propia conversión”.
(1) ¿Qué palabra usa la Biblia en este pasaje para referirse a Miriam?
(2) Con base en el uso de este título, y en el liderazgo que ejercío entre las mujeres, ¿qué papel tuvo Miriam en los eventos del Éxodo? No debemos olvidar el papel que tuvo en Éxodo 2:7.
(3) ¿Cómo los israelitas terminaron en Mara?
(4) ¿Cómo pudieron quejarse en ese momento?
(5) ¿Cuál debería haber sido su actitud?
(6) Fue en ese momento que el Señor estableció Su primera ley o decreto. Léalo con atención.
a. ¿Cuál era el énfasis de este decreto?
b. ¿Por qué Dios lo expresó de manera tan negativa?
(7) ¿Fue un accidente el haberlos conducido a Mara? ¿Cuál fue el objetivo?
(8) Después de este evento, ¿por qué Dios los llevó a Elim, un lugar que contrastaba completamente con Mara? ¿Dios buscaba transmitirles algún mensaje al hacerlo?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Cuando llegaron a Mara no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas; ... Y murmuró el pueblo contra Moisés, diciendo, '¿Qué beberemos?'.” (LBLA) (Éxodo 15:23-24)
Permítame compartir con usted las siguientes reflexiones de Spurgeon sobre este incidente:
"¡Qué cambio repentino, en lugar del sonido del pandero, las voces de murmuración! Hace tres días viste a las doncellas bailando sin sospechar que participarían de esa multitud clamorosa que rodeaba al siervo de Dios, gritando: '¿Qué beberemos?' Tales son los cambios de nuestras condiciones externas y de nuestras emocioness internas; tan inconstante y tan mutable es el hombre. ¿En qué se puede confiar en esta vida terrenal? Hoy decimos, 'Mi montaña está firme, nunca seré movido'; mañana no hay tierra firme y somos arrojados a un mar tempestuoso. Nuestra vida es como un día de abril en el cual el sol se alterna con la lluvia; o como todos los días de todo el año: son necesarias la mañana y la tarde para completarlos. Justo detrás de la luz camina la oscuridad, la cual es seguida nuevamente y con igual prisa por la luz. El gobierno del sol, en esta hora dorada, es pasajero; él debe abdicar en favor de las estrellas usurpadoras, pero ellas, a su vez, deberán ceder una vez más ante su señorial presencia. Este mundo, que es nuestra posada, tiene en su letrero las "Damas"—los negros y los blancos están por todas partes. No podemos estar seguros de nada en el trayecto que lleva de aquí hasta el cielo, donde están las cosas que se ven; pero de esto podemos estar seguros, que detrás de todo el cambio exterior está el amor inmutable de Dios para con su pueblo, y que, a final de cuentas, los cambios radican sólo en lo que es aparente, y no en las cosas que realmente existen; puesto que las cosas que no se ven son eternas, donde los cambios no llegan; los cambios se producen sólo en lo que se ve. Démosle menos importancia a la tierra, porque su forma no permanece. Apreciemos más el cielo, porque no puede desvanecerse."
(Sermones de Spurgeon, Volumen 9, 382-3)
(1) A esa altura, ¿cuánto tiempo habían estado deambulando por el desierto?
(2) Si usted ha visitado el monte Sinaí, quzás tenga una noción de cómo es su entorno.
a. el mar interminable de arena — no hay nada más que arena por delante y por detrás
b. el calor abrasador sobre su cabeza y debajo de sus pies
c. la sed creciente debido a las limitadas cantidades de agua disponible
d. la comida marchita — después de un mes y medio, todos los panes y alimentos se habrían secado, siendo muy difíciles de comer; esto no significa que se les había acabado la comida, solo que la comida que tenían era difícil de comer.
(3) ¿Cómo se sentiría usted en tales condiciones? ¿Qué habría hecho? ¿Habría reaccionado como los israelitas? ¿Por qué o por qué no?
(4) Lea las palabras que usaron en su queja. Según lo que revela su queja, ¿qué tipo de personas eran respecto a su fe?
(5) ¿Puede usted adivinar con qué tono de voz Dios habría dicho el v. 4?
(6) ¿Qué habría hecho usted si fuera Dios? ¿Por qué Dios no los castigó?
(7) ¿En qué sentido la "lluvia" de alimentos fue una "prueba" para el pueblo?
(8) ¿Por qué fue necesaria la lluvia de pan del cielo para que el pueblo supiera que “Jehová" los había sacado de la tierra de Egipto? ¿Acaso no lo sabían a estas alturas? ¿Cuál era su verdadero problema?
(9) Moisés señaló que aunque a simple vista el pueblo se estaba quejando de él y de Aarón, en esencia se estaba quejando una vez más contra Jehová (v. 8). ¿Qué lección puede usted aprender de esta declaración?
(10) ¿Qué lección usted aprendió hoy, y cómo puede aplicarla a su vida?
“Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud." (RVR1960) (Éxodo 16:3)
Es sorprendente ver que después de solo un mes y medio los israelitas ya se habían arrepentido de su decisión de seguir a Moisés (en realidad estaban siguiendo a Dios) y dejar la tierra de su esclavitud. Sus quejas pintan un cuadro muy diferente de sus vidas en Egipto. Fueron tratados ásperamente como esclavos; sus bebés varones estaban siendo asesinados, y sus condiciones eran tan malas que "seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda" (NVI) (Éxodo 2:23).
Ahora, en el árido desierto, el problema no fue que no tuvieran comida para comer ni agua para beber, sino que les estaba afectando la sed, el interminable mar de arena los fatigaba y la comida que habían traído desde Egipto ya estaba seca y era difícil de comer. El resultado fue que comenzaron a detestar el largo viaje, las condiciones de vida y la falta de comida fresca y sabrosa. Eran un grupo de personas incrédulas y rebeldes con las siguientes características:
- sin gratitud
- sin perseverancia
- sin fe
- ¡sin ningún sentido de misión!
Pero así son también muchos cristianos en la iglesia:
- Nunca tuvieron un profundo sentido de convicción de sus pecados y de la asombrosa gracia del perdón de Dios. Como resultado, carecen de un profundo sentido de gratitud por su salvación.
- Tal vez fueron convencidos a tomar la decisión de aceptar a Cristo con base en el gozo y la paz que se les había prometido. (Esto no quiere decir que estas promesas no fueran ciertas, puesto que esto siempre es el resultado de una vida de obediencia.) Por lo tanto, tan pronto como lleguen las dificultades y Dios no saca inmediatamente Su varita mágica (como la vara de Moisés) para aliviar sus dificultades, deciden que ya no quieren participar en esta nueva vida en Cristo.
- Independientemente de cuántos milagros hayan experimentado en sus vidas (como la curación de sus propias enfermedades o las de sus seres queridos), fundamentan su supuesta fe en la vista y no en la presencia invisible del Señor.
- Puesto que tomaron la decisión de aceptar a Cristo con base en sus propios intereses egocéntricos (incluidos sus intereses espirituales), no tienen ningún sentido de misión. Básicamente viven para sí mismos, y no para Dios ni para Su Reino.
Pero lo que para mí es más asombroso no es su queja y rebelión instantáneas, sino la gran paciencia de Dios. En lugar de hacer llover sobre ellos azufre y fuego, hizo llover pan del cielo. ¡Su gracia realmente es sublime!
(1) ¿Por qué Dios eligió revelarse en gloria en la (columna de) nube en el mismo instante en que la comunidad de los israelitas fue convocada para reunirse ante Moisés y Aarón? ¿De qué manera esto reforzó las palabras de Moisés en el v. 8?
(2) Ahora el pueblo ya no tenía que comer pan seco; tenían “maná” fresco. Ya no tenían que comer carne seca; tenían codornices frescas. Reflexione sobre su caminar personal con Dios. ¿Usted alguna vez experimentó que a pesar de su indignidad el Señor “colma de bienes tus años para que te juventad se renueve como el águila” (Sal. 103:5)?
(3) De ser así, ¿cómo puede usted saber que fue el Señor quien satisfizo su deseo? ¿Cómo supieron los israelitas que el maná y las codornices no eran fenómenos naturales sino milagros de Dios?
(4) Aunque el Señor los satisfizo con "bienes", parece que hubo un principio espiritual detrás de Sus acciones. ¿Usted sabe qué tipo de principio era? (ver vv.17-18)
(5) ¿Este principio se aplica a usted también hoy?
(6) También hubo un principio más, explicado por Moisés en el v. 19. ¿Cuál fue?
(7) ¿Todo el pueblo obedeció este principio? ¿Por qué no?
(8) ¿Usted ha violado este principio en su vida?
(9) Lea Mateo 6:25-34. ¿Tiene algo que confesarle al Señor hoy a la luz de este pasaje?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y así lo hicieron los hijos de Israel, y unos recogieron mucho y otros poco. Cuando lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco;… ” (LBLA) (Éxodo 16:17-18)
Mientras leemos la historia sobre la recolección de maná por los israelitas, quizás nos riamos de ellos (o incluso los juzguemos por su codicia) y consideremos bastante gracioso el hecho de que aquellos que recolectaron montones de maná al final acabaron teniendo la misma cantidad, lo suficiente para el consumo de la familia para un día. Dios obviamente les estaba enseñando una lección sobre el contentamiento y la confianza.
He conocido hermanos que tienen muchos relojes, algunos de los cuales son bastante caros. Pero nunca he visto a nadie que use más de un reloj a la vez. Sería disparatado que alguien usara un reloj en ambas manos. Lo mismo ocurre con las hermanas. La mayoría de ellas, si no todas, tienen un armario lleno de zapatos; sin embargo, solo pueden usar un par a la vez. Si esto es así, ¿por qué deseamos tener tantos pares extra? Esto sin duda no es una señal de contentamiento, sino de anhelo; cuando lo comparamos con lo que sintieron los israelitas, no es muy diferente.
Pero debo confesar que
mientras meditaba en este pasaje, el Espíritu Santo también me confrontó con mi preocupación por el mañana. Es cierto que me preocupo por cosas
mucho más fundamentales que relojes o zapatos, y a medida que se acerca a la
jubilación, parece natural pensar sobre tener suficiente para jubilarse; pero ¿debo preocuparme por ello? Jesús habla sin rodeos—esto
es lo que hacen los paganos. Pero para los hijos de Dios dice lo siguiente:
“vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas." (Mateo 6:32-34)
(1) Con el simple pensamiento de que el maná se derretiría cuando el sol calentara, ¿usted recogería sus “dos gomer” con prisa o de manera relajada?
(2) Nosotros ya conocemos el significado del sábado tal como sería establecido en el quarto mandamiento (Ex. 20:8-11); sin embargo, este momento específico en que recogían el maná contiene el primer anuncio la instrucción de guardar el día de reposo consagrado. ¿Cuáles podrían ser los mensajes detrás de esta instrucción para los israelitas en ese momento?
(3) Aunque el maná que se guardaba hasta la siguiente mañana normalmente se echaría a perder y produciría gusanos y malos olores, eso no pasaba con el maná recogido en el sexto día. ¿Qué principio espiritual se enseña aquí?
(4) ¿Por qué Dios expresó su enojo hacia aquellos que salieron a recolectar maná en el sábado (y al parecer no hacia su queja inicial)? ¿Cuán importante era que guardaran el sábado?
(5) ¿Usted también ha guardado su “sábado”, tal como Dios lo desea? ¿Cómo, entonces, debería hacer de su domingo un día de descanso, adoración y confianza?
(6) Es interesante leer que Dios le pidió a Moisés que pusiera un gomer de maná en una vasija para que las generaciones futuras lo vieran. ¿Cuál fue el propósito de Dios al hacerlo?
(7) ¿Cuál sería el equivalente del maná para usted, algo que le recordará siempre las abundantes provisiones de Dios en su vida?
(8) Los israelitas comieron maná todos los días durante toda su peregrinación en el desierto. ¡Que milagro! ¡Qué generosa provisión del Señor! Piense nuevamente en lo que podría ser el equivalente de esta gracia en su propia vida.
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Esto es lo que ha dicho Jehová: 'Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana'.” (RVR1960) (Éxodo 16:23)
Habría esperado que el Señor expresara Su enojo al escuchar las quejas de los israelitas, debido a las palabras que usaron para atacar a Moisés (Éxodo 16:3). Aunque Dios sin duda pudo haberse enojado en ese momento, Él contuvo su ira y no la expresó. En cambio, "hizo llover" pan del cielo para satisfacer su deseo.
Sin embargo, la acción por la que Jehová expresó su disgusto fue su desobediencia al día de reposo consagrado. Esto refleja la seriedad con la que Dios mira su mandamiento de que Su pueblo guarde el sábado.
Sin duda, la razón por la que Dios está enojado es porque si ni siquiera pudieron guardar un mandamiento tan sencillo, ¿cómo guardarían los Diez Mandamientos y otros decretos que más tarde proclamaría a través de Moisés?
Pero este mandamiento de guardar el sábado tenía un significado especial, por las siguientes razones:
(1) Esta fue la razón que se le había dado a Faraón como el propósito de la salida de los israelitas de Egipto (Éxodo 12:31); no fue solo una excusa, sino el verdadero deseo de Jehová. Ahora debían guardar el día de reposo con el fin de llevar a cabo este propósito del Éxodo—la adoración de Jehová como su Dios. El incumplimiento de este mandato frustraría el propósito del Éxodo. Esta debía ser una señal importante de que pertenecían a Jehová y que Jehová era su Dios. Ahora son un pueblo único, apartado para el Señor.
(2) Aunque la responsabilidad de recoger el maná era bastante diferente a la maldición del doloroso trabajo que sería necesario para conseguir alimento (Génesis 3:17-19), el afán con el que el pueblo lo recogía aún revelaba la ansiedad y la preocupación que el trabajo conlleva. Pero Dios conoce nuestras necesidade — nuestras necesidades de descansar tanto física como mentalmente.
(3) Fue una oportunidad maravillosa para ejercitar su confianza en el Señor, en el sentido de que, aunque separaban un día para el descanso, Dios proveería todas sus necesidades.
A lo largo de los años he tenido el privilegio de participar como ministro del Evangelio en pequeños pueblos de América del Norte, América del Sur y Europa, alcanzando a los chinos locales con el evangelio de Jesucristo. Muchos de estos inmigrantes chinos son dueños de restaurantes o pequeñas tiendas de comestibles. En no pocas ocasiones, fui testigo de la conversión genuina de algunos de estos inmigrantes chinos, del budismo o de sus religiones populares tradicionales; tras su conversión, sin que se les pidiera, decidieron cerrar sus negocios los domingos para que pudieran estar en la iglesia. A pesar de que eran creyentes muy nuevos, demostraron una verdadera comprensión del sábado: debía surgir de un deseo de acercarse y adorar a Dios, de su necesidad de descansar física y emocionalmente, y de su confianza en que no se verían perjudicados económicamente, porque el Señor es el que provee para todas sus necesidades.