Esta semana continuaremos nuestro estudio del libro de Números en el Antiguo Testamento.
Mediante el incidente de Coré (su desafío al sacerdocio de Aarón) y la afirmación divina del oficio de los levitas en los capítulos anteriores, el Señor delimitó claramente los asombrosos deberes de los sacerdotes y levitas. Quizás un diagrama del Tabernáculo nos ayude a comprender mejor estas estipulaciones:
18:1-20—El asombroso privilegio del sacerdocio
(1) El don de los levitas para ayudar a los sacerdotes (vv. 1-7)
a. ¿En qué momento el Señor enfatiza la “culpa” en relación con el santuario y el sacerdocio? ¿Tiene algo que ver con el miedo del pueblo en 17:12-13?
b. Globalmente hablando, ¿cómo se limita el papel de los levitas? ¿Por qué?
c. Globalmente hablando, ¿qué función tiene el sacerdocio, a diferencia del papel de los levitas?
(2) Las porciones de la ofrenda para el sacerdote eran "preservadas del fuego" (vv. 8-10: de todos modos, las porciones consumidas por el fuego son totalmente quemadas para el Señor):
a. "Como ofrenda santísima la comerás". ¿Por qué?
b. Sería comida solo por “todo varón” de la familia del sacerdote: ¿por qué?
(3) La porción que se apartaba en las ofrendas mecidas (v. 11 — algunos comentaristas las llaman "las sagradas contribuciones menores", si es que existieran tales cosas):
a. Todos los miembros de la familia del sacerdote podían comer esta porción. ¿A quiénes habría incluir? (ver Levítico 7:34; 14:24 y 23:20)
b. La única condición para comerla era estar limpio ceremonialmente: ¿por qué?
(4) Otras ofrendas que el pueblo presentaba al Señor eran propiedad del sacerdote:
a. Las primicias de la cosecha (vv. 12-13)
b. El deber de redimir a todo primogénito (vv. 14-16):
- ¿Cómo?
- ¿Por qué?
c. El primogénito de todo animal "inmundo": ¿Por qué debía ser redimido?
d. El primogénito de todo animal “limpio” (vv. 17-19):
- ¿Qué animales incluye?
- ¿Por qué no podían ser redimidos?
- ¿Qué porción de estos animales debía ser quemada?
- ¿Cuáles porciones debían ser preservadas para el sacerdote?
- ¿Cuáles miembros de su familia podían comerlas?
(5) ¿Por qué Dios lo llama “un pacto de sal perpetuo”? (v.19 - ver 2 Crónicas 13:5 para tener una noción)
(6) El v. 20 dice, “De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel".
a. Si usted fuera un sacerdote o un miembro de la familia sacerdotal, ¿cómo se habría sentido sobre este “pacto perpetuo” al contemplar a otras personas con sus casas, tierras y posesiones, mientras que usted no tenía ninguna posesión permanente más que Dios?
b. ¿Cómo usted se sentiría sobre la necesidad de “depender” de la contribución de los demás para sobrevivir?
c. Por lo tanto, ¿cómo se puede considerar esto como un privilegio especial del sacerdote?
18:21-32—El asombroso privilegio de los levitas
(7) Los levitas, así como los sacerdotes, "no poseerán heredad entre los hijos de Israel":
a. ¿Qué les daba el Señor por heredad? (v. 21)
b. ¿Cuán privilegiado es su papel? (vv. 22)
(8) ¿Qué debían hacer con su porción de los diezmos del pueblo? (vv. 25-29)
(9) Al diezmar de los diezmos que reciben, ¿qué porción debían presentar al Señor? ¿Por qué? (vv. 29-32)
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y Jehová dijo a Aarón, 'De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel'.” (RVR1960) (Núm. 18:20)
Leímos en un capítulo anterior (16) que algunos de los levitas, encabezados por Coré, codiciaban el sacerdocio que pertenecía únicamente a Aarón (y a sus hijos). A primera vista, parece que lo que estos estaban codiciando era el privilegio más santo, el poder acercarse a Dios en el santuario y servir a Jehová en nombre del pueblo. Pero sabemos que lo que en realidad codiciaban era recibir el honor de los hombres y no de Dios. Sin embargo, ¿el sacerdocio realmente era tan glamoroso como pensaban?
¿Puede usted imaginar como se habría sentido el sacerdote o algún miembro de su familia (su esposa o hijo) al entrar en la Tierra Prometida y observar a todos los demás israelitas mientras comenzaban a plantar sus propios viñedos y adquirir sus propias casas, tierras y otros posesiones, sabiendo que él no recibiría nada excepto la porción de sus ofrendas y algunos de sus diezmos (y eso solo si el pueblo realmente diera el diezmo). ¿Cómo se habrán sentido estos sacerdotes y sus familias?
De hecho, esta clase de sacerdocio, de principio a fin, es una vida de sumisión y fe: sumisión al mandamiento y llamado del Señor, y fe en que Dios realmente es su "porción y heredad", que Él es mucho mejor que casas, tierras y posesiones materiales.
En primer lugar, estas casas, tierras y posesiones materiales realmente no son permanentes: Salomón lo dice bien: “Todo es vanidad”, lo que significa que en realidad son como un vapor y son temporales. Nadie puede llevarse a la tumba ninguna de sus casas, tierras o inversiones.
Además, las tierras pueden perder su valor, las casas pueden incendiarse y las inversiones pueden depreciarse de la noche a la mañana. Esto sabemos muy bien. Pero los sacerdotes, cuya herencia no era la tierra ni ninguna posesión material, no tenían tales preocupaciones. Es más, con Dios como su herencia, no solo recibirían el maravilloso cuidado del Dios Creador que es omnipotente, omnisciente y omnipresente, ¡su herencia, Dios mismo, sería eterna!
Así fue con los sacerdotes de la antigüedad, ¡y así es todavía con todos aquellos que han sido llamados por Dios a ser ministros del evangelio de tiempo completo!
Puesto que aquellos que tenían 20 años o más morirían en el desierto a lo largo de los siguientes 40 años (o más precisamente, 38 años), un simple cálculo aritmético muestra que la muerte se convertiría en un hecho cotidiano entre el pueblo, por lo que sería necesario garantizar la pureza ceremonial (lo que también pudo haber tenido el resultado práctico de evitar la propagación de enfermedades):
19:2-10—La preparación del agua para la purificación
(1) ¿Qué sacerdote debía ser elegido para llevar a cabo este deber?
(2) ¿Por qué la novilla alazana usada en este ritual no podía tener mancha y debía ser una sobre la cual nunca se había puesto yugo?
(3) ¿Qué porción debía ser quemada? ¿Qué simboliza esto?
(4) El sacerdote, el hombre que quemaba la novilla y el hombre que recogía las cenizas serían todos inmundos, ¿por qué?
(5) ¿Para qué serían usadas las cenizas de la novilla en el futuro? (v. 9)
(6) ¿Qué elementos son enfatizados en el verso 10?
19:11-21—El uso del "agua de purificación"
(7) ¿Cómo quedaban inmundas las personas de la primera categoría (descrita en los vv. 11-13)?
(8) ¿Cómo quedaban inmundas las personas de la segunda categoría (descrita en los versículos 14-15)?
(9) ¿Cómo quedaban inmundas las personas de la tercera categoría (descrita en el versículo 16)?
(10) ¿Cómo se preparaba “el agua de purificación”? (v. 17)
(11) ¿Cómo se aplicaba esta agua para efectuar la purificación? (v. 18)
(12) ¿Qué consecuencia experimentaban aquellos que no pasaban por este proceso de purificación? ¿Por qué? (v. 20)
(13) ¿Por qué la muerte de una persona acarrea consecuencias tan graves para aquellos que entran en contacto con su muerte o lo presencian?
(14) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Todo aquel que tocare cadáver de cualquier persona, y no se purificare, el tabernáculo de Jehová contaminó, y aquella persona será cortada de Israel; por cuanto el agua de la purificación no fue rociada sobre él, inmundo será, y su inmundicia será sobre él." (RVR1960) (Núm. 19:13)
A primera vista, las estrictas normas que regían el tratamiento de personas que habían entrado en contacto con algún muerto tenían sentido desde un punto de vista práctico, puesto que garantizaban que las enfermedades que podían ser transmitidas por los muertos no se propagaran entre la comunidad. Sin embargo, el enfoque de estos reglamentos en Números 19 está puesto enteramente en la santidad, para que no se contaminara “el tabernáculo de Jehová” (19:13).
El mensaje muy claro es que la muerte y el pecado están vinculados, así como testifica Romanos 6:23, “la paga del pecado es muerte”. Cada persona que muere no es solo un recordatorio intenso del pecado, sino también una manifestación de la realidad del pecado en la persona, el cual la condujo a su muerte (Gén. 3:19).
Mientras que las regulaciones en Números 19 tratan de la purificación de una persona que, debido a su contacto con un muerto, está manchada por el pecado, la "preparación" del "agua de purificación" profetiza la solución permanente para que el pecado humano sea purificado: la novilla alazana sin mancha o defecto (un símbolo de la impecabilidad) que nunca había estado bajo yugo (un símbolo de no tener heridas oculto) y que debía ser usada en el sacrificio simboliza a nuestro Señor Jesucristo, quien está totalmente libre de pecado. Él fue quien tomo nuestro lugar en la cruz y logró la purificación total y para siempre de todos los pecadores que quisieran creer en Él; de ahí la proclamación gloriosa en Romanos 6:23, "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro".
Ver la Nota a continuación para comprender por qué la mayoría de los comentaristas consideran que estos eventos sucedieron en el primer mes del cuadragésimo año de sus viajes en el desierto:
(1) La única mención de la muerte de Miriam se registra en esta única frase corta: ¿Cómo recordaría usted a Miriam? Escribe un elogio breve y honesto sobre su vida. (Para refrescar su memoria, tal vez desee leer nuevamente Éxodo 15:20 y ss., Núm. 12:1 y ss. y también Miq. 6:4.)
(2) ¿Esta fue la primera vez que el pueblo enfrentó escasez de agua? (ver Éxodo 17)
(3) ¿Qué querían decir con las palabras "¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!"? ¿A quiénes se referían?
(4) ¿Qué pensaban sobre los últimos cuarenta años de peregrinaje? ¿En qué se enfocaban?
(5) En lugar de ello, ¿en qué podrían haberse enfocado?
(6) ¿Qué hicieron Moisés y Aarón inmediatamente? (v. 6)
(7) ¿Cuál fue el orden específico de Dios para Moisés? Contraste el v. 8 con Éxodo 17:6. ¿A qué apunta la diferencia entre los dos textos?
(8) ¿Qué fue lo que Moisés dijo al pueblo? (ver Sal. 106:32-33)
(9) ¿Qué hizo? ¿Cuán diferentes fueron sus acciones del mandamiento específico de Dios?
(10) Observe que la reprensión del Señor fue dirigida tanto a Moisés como a Aarón:
a. ¿Qué cosa que hicieron "ellos" demostró que a los ojos de los israelitas "ellos" no confiaban lo suficiente en Dios?
b. ¿El problema fue el haber golpeado la roca dos veces (en el caso de Moisés pero no de Aarón) o lo que dijeron?
c. ¿Qué "castigo" vino sobre ellos?
d. ¿Su castigo fue demasiado duro? ¿Por qué o por qué no?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
“Así como el pueblo había comenzado en Cades sus años de andar errantes por el desierto (14:25), así también los terminaron en Cades. Según 33:36-38, los israelitas partieron de Cades y fueron al monte Hor, donde murió Aarón el primer día del quinto mes del cuadragésimo año. Según Deut. 1:3, Moisés comenzó a hablar al pueblo en las llanuras de Moab en el primer día del undécimo mes de ese mismo año. El año que se menciona en el versículo actual probablemente se refiere también al cuadragésimo año después del éxodo de Egipto. En apoyo de esta conjetura se puede citar el hecho de que poco tiempo después se le permitió al pueblo avanzar nuevamente en dirección a Canaán (comenzando en 20:14), algo que solo habría sucedido al final de su tiempo de andar errantes por el desierto (ver 14:22-35). Además … el cap. 20 nos cuenta por qué Moisés y Aarón morirían fuera de Canaán, y esta historia tendría más relevancia cerca de los eventos narrados."
(NICOT, Numbers, 380)
"Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado." (RVR1960) (Números 20:12)
La rebelión del pueblo en Meriba le privó a Moisés de la oportunidad de ver el fruto de su trabajo, a saber, de poner sus pies en la Tierra Prometida. De todas las acciones de su vida, esta debe haber sido la que más le causó remordimiento; también nos muestra la severidad de no honrar a Dios.
Por supuesto, no pretendo tener ningún conocimiento especial sobre qué accion específica de Moisés (y Aarón) realmente llevó a la reprimenda: "Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado" (20:12). Todas las posibilidades (y más) ya han sido expresadas por comentaristas a lo largo de los últimos miles de años. Solo quisiera reflexionar sobre esto con usted con base en las tres referencias a este incidente en las Escrituras:
Salmo 106:32-33
“También le hicieron enojarse en las aguas de Meriba, y le fue mal a Moisés por culpa de ellos, puesto que fueron rebeldes contra su Espíritu, y él habló precipitadamente con sus labios." (LBLA)
El salmista señala que las "palabras precipitadas" que salieron de los labios de Moisés fueron la causa de sus problemas. Esto fue lo que dijo Moisés, "¡Oíd, ahora, rebeldes! ¿Sacaremos agua de esta peña para vosotros?" (20:10).
Las palabras fueron precipitadas, puesto que Moisés y Aarón estaban extremamente hartos de ese pueblo que no había aprendido nada a lo largo de sus 40 años en el desierto, y que estaba repitiendo el mismo error que había cometido 38 años antes (Éxodo 17). Moisés ya tenía casi 120 años de edad, y la mayoría de los que tenían 20 años o más cuando lo siguieron fuera de Egipto ya habrían muerto. Por solo unos instantes, Moisés perdió la calma delante de esta nueva generación más joven. Sin embargo, lo que dijo no era apropiado para un líder piadoso, puesto que el pueblo siempre había sido de Dios, ¡nunca de él! Ninguna parte de la misión del éxodo había ocurrido por causa de él, sino por causa de Dios. Independientemente de lo que signifique “Sacaremos agua de esta peña para vosotros” (LBLA), el enfoque nunca debe estar en “nosotros”, sino en Dios. El pueblo nunca esperó que Moisés o Aarón les diera agua; su queja, como de costumbre, estaba dirigida a Dios. Moisés deshonró a Dios al meterse en este asunto.
Números 27:14 y 20:24
"Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos...fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla."
Cuando Moisés y Aarón estuvieron a punto de morir, Dios les recordó la razón por la que no podían entrar a la Tierra Prometida; al hacerlo, también señaló el hecho de que tanto Moisés como Aarón “desobedecieron” y “fueron rebeldes a” Su mandamiento. El mandamiento de Dios fue este: “Toma la vara y reúne a la congregación, tú y tu hermano Aarón, y hablad a la peña a la vista de ellos, para que la peña dé su agua" (LBLA) (20:8).
La vara probablemente fue la misma que Moisés había usado para dividir el Mar Rojo y golpear la roca para recibir agua 38 años antes. Sin embargo, la razón por la que debía llevar la vara fue para “re[unir] a la congregación”, mostrándoles que lo hacía con la autoridad de Dios; lo único que tenía que hacer era hablar a la peña. Como sabemos, además de dejar que las palabras imprudentes salieran de sus labios, Moisés también golpeó la roca dos veces con la vara — algo que claramente no estaba incluido en del mandamiento de Dios.
Algunos comentaristas lo consideran como un pecado de ira y violencia, mientras que otros señalan que (puesto que la roca simboliza a Cristo - 1 Cor. 10:4) su pecado fue a golpear a Cristo con su vara dos veces.
Independientemente de cuál haya sido la acción específica, las acciones de Moisés revelan que él no obedeció lo que se le ordenó. No siguió exactamente lo que Dios le dijo que hiciera; por lo tanto, deshonró a Dios. ¡Cada vez que actuamos por nuestra cuenta deshonramos a Dios!
Números 20:12
"Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel ..." (RVR1960)
Por último, estas son las palabras exactas que fueron registradas inmediatamente después de lo que hicieron Moisés y Aarón a la peña, y en ellas Dios nos dice que no confiaron en Él lo suficiente. No tengo idea de si lo que manifestó esta falta de confianza fueron las palabras precipitadas o el golpe con la vara; sin embargo, si hubo una falta de confianza, comenzó en el momento en que el pueblo se quejó. En otras palabras, la falta de confianza de Moisés y Aarón impregnó todo el evento. De ser así, parece que los 40 años de guiar a grupo de personas tan rebeldes habían afectado a los dos líderes. Estaban hartos y cansados de sus quejas interminables, por lo que dijeron: "¡Oíd, ahora, rebeldes!"
¿Fue la fatiga? ¿Fue el desgaste? ¿El cansancio que proviene de un cuerpo viejo y agotado? Independientemente de cómo lo llamemos, esto puede sacar lo peor de uno, incluso de Moisés, la persona más humilde, al dirigir su atención hacia adentro y desviando su vista del Dios fiel en quien siempre había confiado.
20:14-22—El pecado de Edom
Hacia el final de los 40 años ordenados por Dios de vagar por el desierto, el pueblo de Israel ya estaba a punto de entrar por fin en la Tierra Prometida. Desde un punto de vista geográfico, parecía ser menos traicionero entrar por el oriente, excepto que tenían que pasar por el territorio de Edom:
(1) ¿Qué le hizo pensar a Moisés que los edomitas permitirían que una multitud tan grande de personas (que incluía hombres armados) pasaran por su territorio? (Gén. 36:9) ¿Qué palabra usó Moisés para referirse al pueblo de Israel? (Números 20:14)
(2) ¿Qué garantías adicionales les dio Moisés como seguridad?
(3) ¿Por qué los edomitas no consintieron en dejar que simplemente pasaran por medio de su territorio?
a. ¿Cuáles habrían sido sus inquietudes legítimas?
b. Si los hubieran dejado pasar, ¿cuáles habrían sido sus razones?
(4) Al final resultó que los edomitas no solo rechazaron la solicitud de Moisés, sino que también trataron a Israel de manera traicionera cuando fue destruida por Babilonia. En el A.T., muchas profecías van dirigidas específicamente contra Edom (por ejemplo, Salmo 137:7; Isaías 34:5 y ss.; Ezequiel 25:12 y ss.; 35:15; Joel 3:19; Amós 1:11-12 y todo el libro de Abdías). En su opinión, ¿por qué Dios se enojó tanto con Edom?
20:22-29—La muerte de Aarón (ver la Nota abajo)
(5) ¿Cuál fue la razón por la que Aarón no pudo entrar en la Tierra Prometida? ¿Por qué Dios decidió recordarles esta razón a Moisés y Aarón en este momento?
(6) Ahora, poco antes de morir, Aarón pudo pasar su manto a su hijo, Eleazar: ¿qué pudo haber significado esto para él?
(7) Escriba un elogio breve pero honesto para Aaron. Incluya respuestas a las siguientes preguntas específicas:
a. ¿Cuáles pudieron haber sido los momentos más importantes de su vida?
b. ¿Cuál pudo haber sido lo que más lamentó de su vida?
c. ¿Cómo debería ser recordado?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
Según Éxodo 7:7, Aarón tenía 83 años cuando ayudó a sacar a los israelitas de Egipto, y según Números 33:38-39 murió a la edad de 123 años.
“y Aarón murió allí en la cumbre del monte... le hicieron duelo por treinta días todas las familias de Israel." (RVR1960) (Números 20:28-29)
Aunque Aarón y Moisés a menudo se mencionan juntos en la Biblia, eran muy diferentes en muchos aspectos.
Su crianza fue bastante diferente: Aarón era tres años mayor que Moisés y evitó ser asesinado por el faraón cuando era bebé, presumiblemente porque el edicto real se promulgó después de su nacimiento. Por lo tanto, mientras Moisés estaba siendo criado en la corte de Faraón, Aarón tuvo una infancia más humilde; en cambio, Aaron se benefició de la herencia religiosa y la influencia de sus padres.
Cuando ya eran adultos, parece que Aarón se había convertido en un líder y tenía talento para hablar (Éxodo 4:14). Sin embargo, no pasó por la experiencia de “despojo”, como la que Moisés experimentó en el desierto, donde Dios le despojó por completo de su anterior orgullo, ambición y autosuficiencia—esta experiencia fue lo que realmente calificó a Moisés para ser un siervo de Jehová. Sin embargo, debido a su don, Aarón podría haber sido un gran asistente de Moisés en la importante misión del Éxodo.
Lamentablemente, aprendemos que su falta de preparación espiritual lo llevó a ceder ante la multitud y hacer un becerro de oro mientras Moisés se encontraba solo con Dios en el monte Sinaí (Éxodo 32). Sin embargó, debido al perdón de Dios, él y sus hijos asumirían el sacerdocio más santo, sirviendo a Dios en el Tabernáculo.
Posiblemente debido a la influencia de su hermana Miriam, Aarón no estuvo satisfecho con ese honor y eligió desafiar el liderazgo de Moisés (Núm. 12), a pesar de que sabía muy bien que todo en lo que se había convertido y lo que había logrado se debía a su relación con Moisés y la voluntad soberana de Dios.
Sin embargo, creo que el horrible incidente de Coré (Núm.16) no solo le hizo probar su propia medicina, sino que también le permitió entender que ser un líder espiritual no se trataba de tener poder, autoridad y gloria humana, sino de ser encargado de una sagrada misión que sólo Dios puede conferir a los que Él elige, un encargo que no debía ser codiciado, sino recibido con temor y temblor.
A pesar de que no se le permitió entrar en la Tierra Prometida, y con todos sus defectos y fracasos, a lo largo de sus 38 años en el desierto Aarón creció de modo que realmente pudo apoyar a Moisés, y en cierto sentido, Aarón en verdad fue un regalo de Dios para Moisés: fue su hermano, su ayudante y su confidente.
21:1-3—La segunda batalla de Horma
(1) Lea Números 14:40 y ss. para ver lo que había sucedido en la primera batalla en Horma:
a. ¿Cuál había sido el resultado de esa batalla?
b. ¿Por qué?
(2) Esta vez, cuando los israelitas regresaron al mismo lugar 38 años más tarde, ¿por qué estos cananeos decidieron atacar a esta multitud tan grande de israelitas?
(3) ¿Qué reacción podríamos haber esperado por parte de estos israelitas ante este ataque y la captura de algunos de ellos? ¿Cómo reaccionaron? ¿Qué nos muestra esto sobre ellos?
(4) ¿Cuál fue el resultado de la batalla que siguió?
21:4-9—La serpiente de bronce
(5) ¿Por qué la victoria en Horma pudo haber llevado a los israelitas a pensar sobre la necesidad de “rodear la tierra de Edom”?
(6) ¿Por qué Moisés no decidió atacar a los edomitas, como hicieron con los cananeos en Horma?
(7) ¿Qué había pasado con los israelitas la última vez que hicieron esta misma queja? (Núm. 11:33)
(8) ¿ Por qué no habían aprendido su lección?
(9) ¿Usted alguna vez cometió el mismo pecado en su vida una y otra vez? ¿Por qué no aprendemos nuestra lección?
(10) ¿Cuán diferente fue este castigo del anterior (en Números 11:33)?
(11) Jesús usó este alzamiento de la serpiente de bronce como una analogía de Su muerte cuando habló con Nicodemo (ver Jn. 3:14). Compare los dos eventos respecto a los siguientes elementos:
a. la causa de muerte
b. la cura proporcionada y quién la proporcionó
c. la manera en que el pueblo podía ser curado
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá." (RVR1960) (Núm. 21:8)
Es interesante notar que Jesús usó este evento de la antigüedad para hablar sobre la salvación que él iba a proporcionar para salvar al mundo en su conversación con Nicodemo sobre la necesidad de nacer de nuevo para poder entrar en el Reino de Dios (Jn. 3:1-15). Más precisamente, Jesús dijo, "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre" (LBLA) (Juan 3:14).
El uso de la sanación proporcionada por esta "serpiente de bronce" como símbolo para referirse a Su obra de salvación en la cruz es, sin duda, sumamente apropiado, por las siguientes razones:
1. Todos somos pecadores obstinados: Tal vez nos asombre ver cómo los israelitas pudieron repetir el mismo pecado que habían cometido Números 11:33, a causa del cual muchos habían muerto de una plaga. No podemos evitar preguntar, "¿Acaso no habían aprendido su lección?". La triste verdad es que todos repetimos el mismo pecado una y otra vez, al igual que los israelitas. Esto no significa necesariamente que no sepamos que estamos pecando contra Dios, sino que, tal como señala el apóstol Pablo, “Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no" (Romanos 7:18).
2. Todos fuimos mordidos por la serpiente: Aunque los israelitas fueron mordidos por serpientes venenosas en el desierto, y la consecuencia fue la muerte, sabemos que lo que realmente les trajo el pecado y la muerte fue la serpiente en el jardín del Edén (Gen.3). Esta "serpiente antigua" continúa atrayendo y hundiendo al mundo en el pecado, y "la paga del pecado es muerte" (Rom. 6:23), incluso la muerte eterna.
3. El asta, la cruz: La segunda parte de Romanos 6:23 afirma: "pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". Así como fue necesario levantar la serpiente de bronce en el asta para que el pueblo la mirara y viviera, fue necesario que Cristo fuera levantado en la cruz. Mientras que la serpiente de bronce simbolizaba la encarnación de las mordeduras de serpiente que afectaban el pueblo, Jesucristo, el Hijo del Hombre, tomó los pecados del mundo y con Su muerte se convirtió en el sacrificio expiatorio que quita el pecado del mundo.
4. La salvación por la fe: A pesar de lo grave que era el pecado del pueblo, el camino a la vida era muy sencillo — lo único que tenían que hacer era mirar y vivir, pero necesitaban tener fe en Dios y creer en su camino de salvación. Expresaban su fe saliendo de donde yacían enfermos para mirar la serpiente de bronce en el asta. Nuestro camino de salvación también es muy sencillo, solo hay que mirar a Jesucristo para nuestra salvación; todavía requiere fe, la cual se expresa en la admisión y confesión de nuestro pecado y nuestro reconocimiento de Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Uno se pregunta cuál de estos fue más doloroso y triste para Dios: ¡ver el pecado del pueblo de Israel y el nuestro, o ver a Su Hijo levantado en la cruz!
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (LBLA)(Juan 3:16)
21:10-20—El preludio de las guerras con los amorreos
Este pasaje describe el viaje de los israelitas al territorio amorreo a medida que avanzaban hacia el noreste de Edom hacia Moab. La ubicación de muchas de las ciudades mencionadas es desconocida en nuestra época (diversos comentaristas han especulado mucho a lo largo de los años, con resultados divergentes), pero el pasaje en sí aclara la ubicación general, puesto que Israel se movió desde "el desierto que está frente a Moab, al oriente" a "la frontera de Moab, entre Moab y los amorreos”, luego a “la cumbre del Pisga, que da al desierto [la orilla noreste del Mar Muerto]”.
Cabe destacar dos cosas:
(1) El Libro de Números extrae parte de su contenido de otro libro llamado “El Libro de las Guerras de Yahveh”, y lo usa para confirmar el itinerario de esta parte de su viaje. Aunque nunca se ha encontrado ningún fragmento de este otro libro, ¿qué nos señala su nombre?
(2) Los israelitas celebraron la excavación de un pozo con una canción: ¿Qué ideas transmiten las palabras de esta canción?
21:21-35—La derrota de Sehón y Og
(3) Vv. 21-26: Israel envió mensajeros al rey amorreo, Sehón, pidiendo solo un pasaje seguro y repitiendo las mismas garantías que habían dado a los edomitas:
a. ¿Qué hizo el rey Sehón? ¿Por qué?
b. ¿Cuál fue el resultado?
(4) Vv. 27-30: Canción de victoria—esta fue una gran victoria para los israelitas en la cual capturaron una gran cantidad de ciudades y territorios (tal vez desee consultar el mapa en las últimas páginas de su Biblia para tener una noción del tamaño de este territorio que se extendía de Hesbón a Jaboc). Con base en las palabras de la canción, reflexione sobre las siguientes preguntas:
a. ¿Como pudo haber afectado esta victoria la confianza de los israelitas?
b. ¿Qué impacto tendría esta victoria en el pueblo de Moab?
c. ¿Qué impacto pudo haber tenido esta victoria en los pueblos del otro lado del Jordán, es decir, a los cananeos?
(5) Vv. 31-35: Habiendo tomado una buena parte de los territorios amorreos, los israelitas tuvieron, por primera vez, una base más “permanente” para lanzar su invasión a la Tierra Prometida. Sin embargo, antes de que la pudieran iniciar, había más enemigos en el lado este del Jordán con los cuales necesitaban lidiar.
a. El Señor le dijo a Moisés: "No le tengas miedo...", lo que revela que el pueblo todavía temía a enemigos como Og, rey de Basán. ¿Por qué?
b. Por lo tanto, ¿cuál era la clave para la victoria de Israel sobre sus enemigos?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Entonces Jehová dijo a Moisés, 'No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón'." (RVR1960) (Números 21:34)
Imagino que usted ya escuchó el siguiente dicho: "La única cosa que se debe temer es el propio miedo". Esto se atribuye al presidente Roosevelt en su famoso discurso inaugural en el que dijo las siguientes palabras:
“Así que, en primer lugar, permítanme afirmar mi firme convicción de que lo único que debemos temer es ... el propio miedo — un terror sin nombre, irracional e injustificado, que paraliza los esfuerzos que son necesarios para convertir la retirada en un avance. En cada hora oscura de nuestra vida nacional, un liderazgo de franqueza y vigor se ha encontrado con la comprensión y el apoyo del propio pueblo, algo que es esencial para la victoria. Y estoy convencido de que ustedes volverán a brindar ese apoyo al liderazgo en estos días críticos."
Sin embargo, creo que es necesario tener miedo — lo llamo un temor sano.
Un temor sano no ignora el peligro y las dificultades de la situación que enfrentamos o estamos a punto de enfrentar. Por lo tanto, ese miedo no es un “terror sin nombre, irracional e injustificado”. Sin embargo, a pesar de que reconoce la realidad de la situación, el temor sano nos impulsa a fijar nuestros ojos en el Señor y buscar en Él sabiduría, fuerza y, finalmente, liberación.
Todavía aprecio la sensación de “temor y temblor” que sentí la primera vez que me paré detrás del púlpito y prediqué. El miedo era genuino, pero me impulsó a hacer una preparación seria y diligente; sin embargo, lo que es más importante, también me impulsó a depender y confiar totalmente en Dios. A veces, lo que me lleva a actuar con pretensión y a depender de mi propia preparación y habilidad es una falta de esta sensación de “temor y temblor”. Por lo tanto, el “desastre” ocasional es siempre una bendición disfrazada, porque sirve para recordarme que, de vez en cuando, todavía necesito una buena dosis de temor.
Aunque este es un capítulo extenso, es útil reflexionar sobre ello como un todo:
22:1-6—El miedo se apoderó de los pueblos de la región
(1) ¿Por qué Balac y los amorreos y madianitas recurrieron a la hechicería para derrotar a los israelitas?
(2) ¿Por qué eligieron a Balaam para maldecir a los israelitas?
(3) ¿Piensa usted que había alguna posibilidad de que la brujería funcionara? ¿Por qué o por qué no?
22:7-14—La primera invitación
(4) Balaam era un adivino que practicaba la hechicería (ver 24:1).
a. ¿A qué clase de seres normalmente consultaba?
b. ¿Por qué habrá elegido consultar a Yahveh esta vez?
(5) ¿Por Dios decidió responderle?
(6) ¿Cuál fue su respuesta?
(7) ¿Por qué Balaam cumplió con el mandato de Dios?
22:15-20— La segunda visita
(8) ¿Qué hizo el rey Balac esta vez?
(9) ¿Funcionó?
(10) A pesar de que Balaam insistió en que no haría nada que fuera más allá del mandamiento de Dios, reflexione sobre las siguientes preguntas:
a. ¿Por qué volvió a preguntarle lo mismo a Dios, a pesar de que Dios le había contestado claramente la primera vez?
b. ¿Debería haberle hecho esta pregunta a Dios la segunda vez?
c. ¿Qué le dijo Dios que hiciera?
22:21-41—La desobediencia voluntaria
(11) ¿Le agradó a Dios la decisión de Balaam de encontrarse con el rey?
(12) ¿Por qué, entonces, le había dicho que fuera? (v. 20)
(13) ¿Qué lección podemos aprender de esto?
(14) ¿Cómo buscó Dios detener a Balaam?
(15) ¿En qué momento Balaam debería haber entendido que estaba actuando en contra de la voluntad de Dios?
(16) Ahora cuando Dios le dijo una segunda vez que fuera, ¿que habría hecho si realmente hubiera aprendido su lección?
(17) ¿Qué hizo?
(18) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y el ángel de Jehová le dijo, '¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí'.” (RVR1960) (Núm. 22:32)
Aunque “Desde los tiempos antiguos las opiniones han estado divididas en cuanto al carácter de Balaam” (K&D, 759), la Biblia misma nos ha dado suficiente información sobre quién era.
Números 24:1 dice, "Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero..." (RVR1960). En otras palabras, el era un adivino en Mesopotamia que tenía mucho éxito como hechicero; y como hechicero, habría consultado a toda clase de espíritus, excepto a Yahveh. Su fama también es una señal de que Balaam había permitido que los espíritus malignos realizaran magia a través de él, y lo había hecho con bastante éxito.
Él sin duda habría oído hablar de la fama de Yahveh así como el pueblo de Jericó también habían oído sobre Él (ver las palabras de Rahab en Jos. 2:9-10). Por lo tanto, Balaam sabía que para recibir la gran recompensa de Balac y maldecir con éxito a los israelitas, solo este Dios de Israel, Yahveh, podía hacer que sucediera. Fue por eso que consultó a Yahveh. Creo que le sorprendió mucho el hecho de que Yahveh le respondiera, puesto que es obvio que nunca le había consultado antes como hechicero.
La respuesta de Yahveh fue clara y definitiva: "no maldecirás al pueblo, porque es bendito" (22:12). Aunque Balaam realmente no conocía a Dios, fue lo suficientemente inteligente como para no ofender a ningún espíritu, y mucho menos a Yahveh. Por lo tanto, él obedeció.
Sin embargo, cuando Balac envió a funcionarios más distinguidos a verlo y le prometió más plata y oro, su ego inflado y la codicia se apoderaron de él, llevándolo a consultar a Yahweh por segunda vez.
Esto resultó ser el mayor error de su vida. Dios ya le había dado la respuesta; no había necesidad de que le volviera a preguntar. El hecho de que preguntó por segunda vez mostró que realmente no le había gustado la respuesta de Dios y, para ser realista, si Dios hubiera contestado otra vez que no, Balaam habría pedido una tercera y cuarta vez, eventualmente haciendo lo que quisiera, sin importar la respuesta que le diera Dios. En otras palabras, él ya había tomado su decisión. Por lo tanto, el hecho de que Dios le dio permiso para que fuera es una señal de que Dios ya había desistido de tratar con él.
Esto, de hecho, es una advertencia severa para todos nosotros.
Así como en este incidente de la maldición del pueblo de Dios, la voluntad de Dios es clara para nosotros. Ni siquiera era necesario que Balaam le preguntara la primera vez; él debería haber sabido ya cuál sería la respuesta. Las Escrituras nos han dado instrucciones claras sobre la voluntad de Dios en cuestiones de bien y mal. Los Diez Mandamientos transmiten la voluntad de Dios en términos inequívocos, y el Señor resume la esencia de estos Mandamientos con las siguientes palabras: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39).
Incluso en las llamadas "áreas grises", si tenemos una consciencia tranquila y un espíritu obediente, ciertamente seremos capaces de discernir la voluntad de Dios, y a menudo "la paz de Dios" (Col. 3:15) y la Palabra de Dios (Sal. 119:105) se juntarán para guiarnos en Su camino.