Esta semana continuaremos con nuestro estudio del libro de Deuteronomio en el Antiguo Testamento.
Las palabras de Moisés (la Ley)—El papel de Moisés en Horeb como mediador:
(1) Moisés dijo que (Dios) "no añadió más" a las dos tablas de piedra (es decir, los Diez Mandamientos) (v. 22). Reflexione sobre las siguientes preguntas al respecto:
a. ¿Qué quiso decir?
b. ¿Qué diremos del resto de los mandamientos que Dios continuó dando a Moisés (v. 31)?
c. ¿Qué son estos mandamientos si no cosas que fueron “añadidas” a los Diez Mandamientos?
(2) Dado que los líderes reconocieron que “Dios habla con el hombre, y este aún vive” (v. 24), puesto que sobrevivieron esta primera vez, ¿por qué habrán pensado que morirían si permanecieran allí para escuchar la voz de Dios? (v. 26)
(3) ¿Piensa usted que el temor que tuvieron fue un temor sano? ¿Por qué o por qué no?
(4) ¿Cuál fue la sugerencia de estos líderes? (v. 27)
(5) ¿Qué piensa usted que había detrás de esta sugerencia?
(6) ¿No temieron que Moisés muriera? ¿Por qué o por qué no? (ver Éxodo 32:1)
(7) ¿Cuál fue la respuesta de Dios a su pedido? (v. 28)
(8) ¿Qué resultado esperaba Dios de su temor? (v. 29)
(9) ¿El resultado fue lo que Dios había esperado? ¿Por qué o por qué no?
(10) ¿Qué podemos aprender sobre el verdadero significado de la expresión “temor de Jehová”?
(11) Cuando Moisés estaba listo para repetirles “todos los mandamientos, los estatutos y los decretos” por última vez, ¿cuál fue su exhortación y qué razón les dio para hacerla? (vv. 32-33)
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho." (RVR1960) ( Deuteronomio 5:28)
Es bastante extraño que el pueblo, al oír "la voz [de Dios] de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía con fuego” (5:23), pidiera que solo Moisés se quedara para escuchar a Dios mientras ellos se retiraran de esa escena impresionante.
Su pregunta sin duda fue motivada por el miedo (5:25). Sin embargo, ¿fue un temor sano?
Sabemos que la Biblia dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría” (Prov. 9:10). Sin embargo, no todas las formas de temor, incluso del temor del Señor, conducirán a la sabiduría o al conocimiento (Pr. 1:7). Los eruditos han identificado cinco tipos de temor que son mencionados en la Biblia: (1) temor emocional, (2) una anticipación intelectual del mal, (3) una especie de reverencia o asombro, (4) un comportamiento recto, piedad y (5) la adoración religiosa formal; también señalan que el temor que el pueblo expresó en Horeb (Deut. 5:5) es el primer tipo de temor, un temor emocional. (ver TWOT, 399)
Sin embargo, el Señor hizo el siguiente comentario a Moisés: “He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado. Han hecho bien en todo lo que han dicho” (Deut. 5:28). Pero luego añadió: “¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que me temieran, y guardaran siempre todos mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!" (5:29).
En otras palabras, incluso este "temor emocional" no es necesariamente malo; de hecho, es natural, pero solo es bueno si conduce a un "comportamiento recto". De ser así, no solo es un miedo emocional, sino uno que conlleva una sensación de “reverencia o asombro”.
Ya sabemos que resultó que el miedo del pueblo no pasó de un "temor emocional"; no produjo ningún comportamiento recto, ni ningún sentido genuino de "reverencia o asombro". Poco después de estos eventos, estas mismas personas instaron a Aarón a que hiciera un becerro de oro para reemplazar a Yahveh (Éxodo 32:1). Por mucho que habían “hecho bien en todo lo que ha[bían] dicho”, su temor no fue del tipo que el Jehová esperaba.
Palabras de Moisés (La Ley)—El gran mandamiento:
vv. 1-3—El prefacio
(1) En el prefacio de su reiteración de las leyes, ¿qué enfatizó Moisés como el propósito de darles estos "mandamientos, estatutos y decretos" (vv. 2-3)?
(2) ¿Cuáles fueron, entonces, sus propósitos al leer estas leyes del Señor (y por ende, de leer la Biblia)? (Si lo desea, consulte Salmo 19:7-11 y 2 Timoteo 3:15-17)
vv. 4-9—El Shemá (ver la Nota a continuación)
(3) El v. 4 es considerado "la verdad fundamental de la religión de Israel" (Craigie, citando a Driver (NICOT, 168)): una posible traducción literal sería "Yahveh nuestro Dios, Yahveh (es) uno". La frase exacta es repetida en Zacarías 14:9. Los eruditos la han interpretado de dos formas diferentes:
- Él es el único Dios (NICOT, 169).
- Él es Yahveh (es decir, "YO SOY EL QUE SOY"), con quien no se puede comparar "ningún otro Elohim (es decir, dios)" (K&D, 884).
a. En su opinión, ¿a cuál se refiere el v. 4? ¿Quizás a ambas? ¿Por qué?
b. ¿Cuál es la implicación de cada interpretación?
(4) El v. 5 es llamado "el deber fundamental" de Israel (y de toda la humanidad).
a. ¿Está usted de acuerdo? ¿Por qué o por qué no?
b. ¿Qué quiere decir "amar"?
c. ¿Qué quiere decir "corazón"?
d. ¿Qué quiere decir "alma"?
e. ¿Qué quiere decir "fuerza"?
f. ¿Qué quiere decir "todo"?
g. ¿Qué señala la combinación de las palabras corazón, alma y fuerza?
h. ¿Cómo podría usted guardar este mandamiento específico?
i. ¿En qué contexto Jesús citó este mandamiento? ¿Por qué? (Mateo 22:37-40)
(5) Puesto que Jesús se refiere a este mandamiento como el más importante de todos, ellos debían guardar los mandamientos en sus corazones y recalcarlos a sus hijos (vv. 6-9).
a. ¿Cuándo y dónde debían hablar de ellos? (v. 7)
b. ¿Dónde debían atarlos? (v. 8)
c. ¿Dónde debían escribirlos? (v. 9)
d. ¿Qué idea subyace las instrucciones en los vv. 7-9?
e. ¿Piensa usted que estas instrucciones debían ser seguidas literalmente? ¿Por qué o por qué no?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
"Shema Yisrael" (o "Escucha, [oh] Israel") son las dos primeras palabras de una sección de la Torá, y es el título (a veces conocido simplemente por su forma abreviada, Shemá) de una oración que sirve como pieza central de la servicios de oración judía por la mañana y por la noche. Los judíos observantes consideran que el Shemá es la parte más importante del culto de oración en el judaísmo, y lo recitan dos veces al día como mitzvá (mandamiento religioso). Es tradicional que las últimas palabras de los judíos sean el Shemá, y que los padres enseñen a sus hijos a decirlo antes de irse a dormir por la noche.
"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." (RVR1960) (Deuteronomio 6:4)
Los Mandamientos en Deuteronomio 6:4-9 han sido considerados la "verdad fundamental" en la religión de Israel y el "deber fundamental" de Israel (o más bien, de toda la humanidad). Algunos eruditos ven que el énfasis del v. 4 no está tanto en el hecho de que “Jehová nuestro Dios es un (el único) Dios”, sino en que “Jehová uno (o el único) es” (K&D, 884). Yo creo que la declaración expresa ambas ideas. Permítanme compartir con ustedes la reflexión de Peter Craigie a este respecto:
“Estas palabras, que han sido llamadas el dogma monoteísta fundamental del Antiguo Testamento, tienen implicaciones tanto prácticas como teológicas. Los israelitas ya habían descubierto las implicaciones prácticas al celebrar el Éxodo con cánticos: '¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?' (Éxodo 15:11), una pregunta retórica que espera una respuesta negativa— ¡no había dioses como Jehová! En el Éxodo, los israelitas habían descubierto la singularidad de su Dios y que los "dioses" egipcios no pudieron hacer nada para evitar que el pueblo del Señor abandonara Egipto. Fue porque habían experimentado la presencia viva de su Dios en la historia que los israelitas pudieron llamar al Señor nuestro Dios. Así, la unidad y la realidad del Señor eran un conocimiento práctico para el pueblo.
"Pero también hubo implicaciones teológicas, y el contexto de este versículo señala que su fuente fue una revelación directa de Dios (v. 1). La palabra expresa no solo la unicidad sino también la unidad de Dios. Puesto que era un solo Dios (o el “Único”), no había nadie que Lo pudiera contradecir cuando hablaba; cuando hacía una promesa, no había otro que pudiera revocarla; cuando Él daba una advertencia, no había otro que pudiera brindar refugio de esa advertencia. Él no era simplemente el primero entre los dioses, como Baal en el panteón cananeo, Amón-Ra en Egipto o Marduk en Babilonia; Él era el único Dios y como tal, Él era omnipotente. Fue este Dios Único todopoderoso quien impuso a Israel la responsabilidad de amarlo, revelando así otro aspecto de Su carácter."
(NICOT, 169)
Las palabras de Moisés—La importancia de guardar las leyes
(1) Un recordatorio de no olvidarse de Jehová (vv. 10-12)
a. ¿Qué le recordó Moisés al pueblo para que no se olvidaran del Señor?
b. ¿El hecho de que heredarían "casas, cisterna, viñas y olivares" que no construyeron les haría más o menos propensos a olvidar que fue Dios quien les había dado todas esas bendiciones? ¿Por qué o por qué no?
c. En su opinión, ¿cuál es la clave para no olvidar al Señor?
(2) Condiciones para reclamar la Tierra Prometida con éxito (vv. 13-19)
a. En los vv. 13-14, ¿cuál de los Diez Mandamientos les recordó Moisés que guardaran?
b. ¿Qué pasaría si no cumplieran esos mandamientos? (v. 15)
c. ¿Qué incidente les recordó Moisés al instarlos a no probar al Señor? (Éxodo 17: 1-7) ¿Por qué citó este evento específico?
d. ¿Qué condición(es) dio Moisés con respecto al cumplimiento de la promesa de Dios de darles la Tierra Prometida? (vv. 18-19)
(3) Enseñar a las generaciones futuras (vv. 20-25)
a. En su opinión, ¿cuál sería el mayor desafío para garantizar que las generaciones futuras sigan nuestros pasos de fe?
b. En esencia, ¿qué les estaba diciendo Moisés que hicieran? (vs. 21-23)
c. ¿Cómo puede usted aprender del consejo de Moisés al enseñar a la nueva generación?
d. Con base en la Ley, ¿cómo podía uno lograr la “justicia”? (v. 25)
- ¿Esto es posible? (Romanos 3:20)
- Por lo tanto, ¿cuál es su base fundamental de justicia? (Romanos 1:17)
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” (RVR1960) (Deut. 6:5)
“Israel debía amar a Jehová su Dios con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas. El motivo de esto se encuentra en las palabras 'tu Dios'; Jehová era de verdad el Dios de Israel, y se le había manifestado como un solo Dios. La exigencia 'con todo el corazón' excluye cualquier desgana, cualquier corazón con un amor dividido. Primero se menciona el corazón como la base de las emociones en general y del amor en específico; luego sigue el alma (nephesh), como el centro de la personalidad del hombre, para representar el amor como algo que empapa toda la autoconciencia; a esto agrega, 'con todas tus fuerzas', es decir, del cuerpo y del alma. Amar al Señor con todo el corazón, con todo el alma y con todas las fuerzas es lo que se pone en primer lugar, como el principio espiritual del cual debía fluir la observancia de los mandamientos (ver también los cap. 11:1; 30:6). Fue en el amor que fueron manifestados el temor del Señor (cap. 10:12), el escuchar Sus mandamientos ( cap. 11:13) y el observar toda la ley ( cap. 11:22); pero el propio amor se demostraría mediante el andar en todos los caminos del Señor (cap. 11:22; 19:9; 30:16). Por esto, Cristo llama al mandamiento de amar a Dios con todo el corazón 'el grande y el primer mandamiento', y pone a la par con este el mandamiento que se encuentra en Lev. 19:18, a saber, amar al prójimo como a uno mismo; luego observa que de estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas. (Mat. 22:37-40; Mc. 12:29-31; Lc. 10:27). Ni siquiera el evangelio conoce un mandamiento más alto que este. La distinción entre el nuevo pacto y el antiguo consiste solo en esto: que el amor de Dios que el evangelio exige a los que afirman creer en ello es más intenso y cordial que el que la ley de Moisés exigía de los israelitas, según el desarrollo gradual del amor de Dios mismo, que se manifestó en una forma mucho más grandiosa y gloriosa en el don de su Hijo unigénito para nuestra redención que en la redención de Israel de la esclavitud de Egipto."
(K&D, 884-5)
Las palabras de Moisés—Su trato para con las naciones dentro de la tierra prometida (I)
(1) ¿Cuáles eran las naciones que debían expulsar de la Tierra Prometida? (v. 1)
(2) ¿Cuántas había?
(3) ¿Qué les debían hacer? (v. 2)
(4) ¿Qué prohibición específica se ordenó con respecto a los pueblos de estas naciones? (v. 3)
(5) ¿Cuáles son las razones dadas? (v. 4)
(6) Es obvio que el objetivo de estas instrucciones era evitar que violaran la primera parte de los Diez Mandamientos: (vv. 5-6)
a. ¿Qué debían hacer para eliminar la tentación adorar ídolos? (v. 5)
b. ¿Cuáles son las razones dadas? (v. 6)
c. ¿De qué manera también se aplican a nosotros, los creyentes neotestamentarios? (1 Pedro 2:9)
d. Por lo tanto, ¿qué debemos hacer para eliminar las tentaciones que podrían llevar a nosotros también por el mal camino?
(7) Un recordatorio de la razón por la que fueron elegidos (vv. 7-11)
a. ¿Cuál no es la razón? (v. 7)
b. ¿Cuál es la razón? (v. 8)
c. ¿Cómo Dios había honrado Su promesa? (v. 8b)
d. Por lo tanto, ¿cuál es el énfasis de Su elección?
e. ¿De qué manera todo lo anterior se aplica a usted?
f. Por lo tanto, ¿cómo deberían ellos responder a tal amor por Dios? (v. 9)
g. Entonces, ¿cómo debería usted responder a tal amor por Dios?
h. ¿Qué pasaría si no respondieran a ese amor de Dios con amor? (v. 10)
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;” (RVR1960) (Deuteronomio 7:7)
¿Usted alguna vez separó un tiempo para preguntarse por qué, de todas las personas sobre la faz de la
tierra (y hay miles de millones), usted fue elegido para
convertirse en un hijo de Dios? Él hizo que sucedieran tantas cosas en
tu vida para guiarte hacia Él; Él le dio la oportunidad de
escuchar el evangelio; Él trajo a otros creyentes a su vida; Su Espíritu
Santo le dio un codazo una y otra vez; ¡y finalmente le dio fe para
responder a Su amor por usted en la cruz!
¿Usted alguna vez se hizo la pregunta: "por qué yo"?
¿Era usted más inocente que los demás?
¿Era usted más sabio o inteligente que los demás?
¿Tenía usted más talento que los demás?
¿Tenía usted más potencial que los demás?
¿Usted ama o amaba a Dios más que los demás?
Usted sabe las respuestas.
Por lo tanto, ¿cómo debería responder a tan grande amor de Dios?
Por mucho que el Señor, a través de Moisés, describa a los israelitas las horribles consecuencias de desobedecerle (7:10), Su deseo no es usar amenazas para obligarlos a amarlo (algo que de todos modos es imposible). Lo que Él desea es conquistarlos con Su amor. Es por eso que elige explicarles la razón por la que los había elegido a ellos, la cual es la misma por la que nos ha elegido a nosotros—¡el amor! Ante semejante amor inmerecido, el apóstol Pablo tiene una sola respuesta: "Si alguno no ama al Señor, que sea anatema. ¡Maranata!" (1 Corintios 16:22).
Las palabras de Moisés—Su trato para con las naciones dentro de la tierra prometida (II)
(1) La promesa de bendiciones (vv. 12-16)
a. ¿Cuáles son las bendiciones prometidas por el Jehová? Enumérelas una a una. (vv. 13-15)
b. ¿Cuál era la condición para recibir estas bendiciones? (v. 12)
c. Al pedirles que prestaran atención y obedecieran, ¿por qué se destaca la destrucción total de “todos los pueblos que el Señor tu Dios te da”? (v. 16)
(2) El aliento (vv. 17-21)
a. ¿De qué tenía miedo el pueblo? (v. 17) ¿Era un miedo fundamentado? (v. 1)
b. ¿Por qué, entonces, no deberían tener miedo? (vv. 18-21; note que la palabra "avispa" podría ser una metáfora que se refiere al "pánico"; ver Éxodo 23:27-28; Josué 24:12)
c. ¿Piensa usted que estas palabras de aliento calmaron su miedo? ¿Ellas calman el miedo de usted?
(3) La promesa de poseer la tierra (vv. 22-26)
a. ¿Por qué Dios no expulsó a todas esas naciones de una sola vez? (v. 22)
b. Aparte de la razón práctica que se menciona, ¿cuáles, en su opinión, serían los beneficios de tener que expulsar a sus enemigos “poco a poco”?
c. ¿Qué lecciones espirituales podría usted aprender de lo anterior?
d. Reflexione sobre las siguientes preguntas sobre el mandamiento de destruir a estas naciones:
- ¿Qué debían hacer con las imágenes de los ídolos?
- ¿Por qué no debían llevarlas a sus casas debido a su valor (porque eran hechas de oro y plata)? (v. 25-26)
- Por lo tanto, ¿deberíamos nosotros exhibir imágenes de ídolos en nuestras casas, no con fines de culto sino como ornamentos, debido a su valor (ya sean de oro, plata o jade)?
(4) ¿Cuáles eran estas naciones que debían destruir por completo? (v. 1)
(5) ¿Cuántas eran? (ver también Hechos 13:19) ¿Por qué el Jehová los menciona específicamente?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú ... las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia." (RVR1960) (Deuteronomio 7:1-2)
Muchos quedan desconcertados cuando leen el mandamiento dado por Jehová a los israelitas de expulsar a las naciones de la Tierra Prometida ,“los destruirás por completo” (7:2). Sin embargo, debemos prestar atención a los siguientes detalles:
(1) El Señor no está dando estas instrucciones como parte de una regla general de guerra, sino como algo que solo debían aplicar a las naciones que deben expulsar de la Tierra Prometida. Ésta es la razón por la cual Él los menciona específicamente, uno por uno — los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos; dejó en claro que estas instrucciones solo se aplicaban a estas “siete naciones” (ver Hechos 13:19).
(2) La razón de su destrucción total está muy clara - era para que los israelitas no fueran influenciados por sus malos caminos, especialmente su adoración de ídolos. Parecía que la iniquidad de estas siete naciones fue tan grande que Jehová las aborrecía de manera especial, como vemos en los siguientes pasajes:
“No os contaminéis con ninguna de estas cosas, porque por todas estas cosas se han contaminado las naciones que voy a echar de delante de vosotros...Además, no andéis en las costumbres de la nación que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, yo los aborrecí” (Lev. 18:24, 20:23)
"No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti..." (Deut. 9:5)
(3) Por lo tanto, lo que hizo necesaria la total erradicación de estas naciones malvadas y adoradoras de ídolos era el peligro que representaba su coexistencia con los israelitas (Deut. 20:16 y ss.). Por lo tanto, este mandamiento no fue dirigido contra otras naciones que no fueran parte de la tierra que iban a poseer; se da un conjunto diferente de políticas para "las ciudades que estén muy lejos de ti", con las cuales la prioridad era buscar la paz (Deuteronomio 20:10-15).
Las palabras de Moisés—La exhortación a "cumplir cada mandamiento":
(1) ¿Cuál era la importancia de seguir cada mandamiento? (v. 1)
(2) Para ayudarlos a seguir los mandamientos de Dios, Moisés los insta a "recordar" (vv. 2-5).
a. ¿Qué experiencias debían recordar?
b. ¿Qué marcó su experiencia en el desierto? (v. 2)
c. ¿Cuál de las muchas pruebas que habían experimentado en el desierto es la que cita Moisés? (v. 3)
d. ¿De qué manera se sintieron conmovidos por esa experiencia? (v. 3a)
e. Sin embargo, ¿qué aprendieron de esa experiencia específica? (v. 3b)
f. Además de las pruebas humillantes, ¿qué fue lo otro que marcó sus cuarenta años en el desierto? (v. 4)
g. ¿Qué deberían haber aprendido de esta otra marca de su experiencia en el desierto?
h. ¿Cuál fue el propósito final de Dios al hacerlos pasar por los cuarenta años en el desierto? (v. 5)
i. Haga una pausa para reflexionar: ¿Cuál de estos elementos también refleja su propio camino de fe?
(3) La hermosa Tierra Prometida (vv. 6-9): una y otra vez la Tierra Prometida se describe como "una tierra que mana leche y miel" y "la más hermosa de todas las tierras" (por ejemplo, Ezequiel 20:15).
a. ¿Qué tipo de tierra se describe en el v. 7?
b. ¿Qué tipo de tierra se describe en el v. 8?
c. ¿Qué tipo de tierra se describe en el v. 9a?
d. ¿Qué tipo de tierra se describe en el v. 9b?
e. Compare:
- ¿Dónde habían estado antes de sus cuarenta años en el desierto y qué tipo de personas habían sido?
- ¿Quiénes habían sido antes de que José los trajera a Egipto? (Éxodo 1:1-5)
f. Por lo tanto, ¿qué deberían hacer a la luz de la tremenda gracia de Dios? (v. 6)
g. ¿Quién y dónde era usted antes de venir a Cristo?
h. ¿Dónde estaría usted si Dios no lo hubiera elegido como Su hijo?
(4) Protegerse de la tentación de la prosperidad en la tierra prometida (vv. 10-20)
a. ¿Qué tipo de prosperidad previó Moisés que experimentarían en la Tierra Prometida? (vv. 12-13)
b. ¿Qué tentaciones puede traer la prosperidad? (vv. 14 y 17)
c. ¿Qué elemento específico busca Moisés señalar nuevamente acerca de su experiencia en el desierto para recordarles que recuerden al Señor su Dios? (vv. 14a-16)
d. ¿Qué enseña el v. 18 a aquellos que piensan que han logrado el éxito en la vida debido a su propio esfuerzo?
(5) ¿Cuál es la advertencia solemne que Moisés les da, a pesar de todas las bendiciones que recibirían de Dios? (vv. 19-20) ¿Por qué?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos." (RVR1960) (Deuteronomio 8:2)
Moisés conocía muy bien a su pueblo. Cuando estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida, Moisés no solo previó las prosperidades que Dios había prometido que disfrutarían en la tierra que a menudo se llama la tierra de leche y la miel, e incluso una tierra hermosa (por ejemplo, en Ezequiel 20:15), sino que también previó que debido a estas tremendas bendiciones, pronto se olvidarían del Señor después de haber "construido buenas casas y habitado en ellas" y cuando sus "vacas y ovejas se multipliquen" y su "plata y oro se multipliquen" y todo lo que tenían “se multipli[cara]” (8:12-13).
Por lo tanto, les instó a "acordar" quiénes eran — esclavos en Egipto (8:14) y las pruebas que habían pasado en el desierto durante cuarenta años — pruebas cuyo objetivo fue humillarlos, "para finalmente hacer[les] bien" (8:16).
Además de recordar sus pruebas en el desierto, Moisés también los insta a recordar las provisiones milagrosas que Dios les había dado mediante el envío del maná — algo que sus “padres no habían conocido” (8:16), y el hecho asombroso de que a lo largo de los cuarenta años en las duras condiciones del desierto, su "ropa no se gastó" y "se hinchó [su] pie" (8:4).
A pesar de lo amargo que fueron algunas de sus experiencias y lo asombroso que fueron todas las provisiones milagrosas, todavía tienen que "recordar" para que no olvidaran y para que guardaran "los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole" (8:6). Como sabemos, no lo hicieron; no recordaron.
Por eso, como nosotros también hemos experimentado no solo la abundancia de Dios, sino también la gracia más asombrosa — el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz para redimirnos del pecado y la muerte, el Señor ha instituido la Cena del Señor para que podemos recordar nuestra experiencia en el desierto — nuestra vida esclavizada por el pecado y nuestro Éxodo, la liberación del pecado por la muerte de Cristo. Por lo tanto, no solo debemos observar la Cena del Señor a intervalos regulares en la iglesia (en la mayoría de los casos se hace cada mes), sino pasar mucho tiempo solos en nuestra casa para recordar el amor agonizante de nuestro Señor.
Yo sugeriría dos cosas que puede hacer a este respecto:
- Antes de cada domingo en que se realizará la santa cena, prepare su corazón en casa leyendo pasajes sobre la muerte de Cristo (los cuales generalmente se encuentran hacia los últimos capítulos de cada Evangelio) o sobre la institución de la Cena del Señor (Mat. 26:26-29; Mc. 14:22-25; Lucas 22:19-20; 1 Corintios 11:23-34).
- Obtenga libros como “Él Escogió Los Clavos” de Max Lucado o “Muerte en una tarde de viernes” de Richard Neuhaus, y lea parte de ellos para ayudar a recordar el amor sacrificial de Cristo por nosotros de manera regular.
Las palabras de Moisés—Quiénes en realidad eran los israelitas:
(1) Los enemigos formidables (vv. 1-3)
a. Al recordarles el formidable poder de sus enemigos, ¿acaso Moisés no estaba fomentando su miedo?
b. ¿Por qué lo haría?
c. ¿Sobre qué atrae Moisés llama su atención, a pesar de sus formidables enemigos?
d. ¿Acaso no había dicho antes que Dios los expulsaría “poco a poco”? (7:22) ¿Por qué, entonces, dice ahora que aniquilarán a sus enemigos “en seguida”? (v. 3)
(2) ¿Cuál es la razón por la que Dios elegió expulsar a las naciones y darles sus tierras? (v. 5)
(3) ¿Quiénes en realidad eran los israelitas? (vv. 6-7) ¿Por qué era importante que Moisés lo señalara?
(4) ¿Qué evento específico usa Moisés como prueba? (vv. 8-21)
a. De todos los incidentes de rebelión, ¿por qué Moisés elige resaltar este? (v. 8)
b. ¿Cuál fue la ocasión? (vv. 9-11)
c. ¿Qué importancia tuvo esta ocasión para el pueblo y para la nación de Israel? (Observe cómo son llamadas las dos tablas en los versos 9, 11 y, por ejemplo, en Éxodo 32:15.)
d. ¿Cuál podría ser la importancia de que las dos tablas fueron "inscritas con el dedo de Dios" (9:10)?
e. La fabricación de ídolos ya es bastante malvada. ¿Qué enseña el momento en que se hizo el becerro de oro sobre el carácter de "duro de cerviz" del pueblo? (v. 13)
f. ¿Qué deseaba hacer el Señor en ese momento? (v. 14)
g. En lugar de aprovechar esta oportunidad para exaltarse (v. 14b), ¿qué hizo Moisés? ¿Por qué? (vv. 18-19)
h. ¿Puede usted recordar la parte conmovedora de la intercesión de Moisés que, por alguna razón, se ha omitido en este relato? (ver Éxodo 32:31-32) ¿Por Moisés lo hizo?
i. ¿Cuál fue el resultado de la intercesión de Moisés? (v. 19b)
(5) En su opinión, ¿cuáles son las lecciones que estos israelitas deberían haber aprendido de este incidente?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti,… ” (RVR1960) (Deut. 9:5)
Quizás nos riamos al pensar que estos israelitas, de todos los pueblos, se hayan atrevido a pensar que su propia justicia fue lo que les había traído las bendiciones de la Tierra Prometida (9:4), de modo que Moisés tuvo que recordarles que en realidad eran un pueblo “duro de cerviz”. Su rebelión en Horeb, justo en el momento de la entrega de los Diez Mandamientos "escrit[os] con el dedo de Dios" (9:10) cuyo propósito era establecer un pacto permanente con ellos para reclamarlos como pueblo de Dios, es la prueba más fuerte de sus caminos rebeldes, los cuales (como señala Moisés) habían comenzado “desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar (es decir, las llanuras de Moab)” (9:7).
La verdad es que no somos mejores que los israelitas y somos tan propensos a confiar en la justicia propia, como nos recuerda Juan Casiano (ca. 360 - 435 d.C.) un padre de la iglesia primitiva:
“Pregunto, ¿qué podría decirse con más claridad frente a esa opinión perniciosa y presunción nuestra, por la que queremos atribuir todo lo que hacemos a nuestro libre albedrío y a nuestro propio esfuerzo? 'No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra;' (Deut. 9:4). ¿Acaso no se expresó claramente a aquellos cuyas almas tienen los ojos abiertos y cuyos oídos oyen? Es decir, cuando hayas disfrutado de un éxito notable en la guerra contra los vicios carnales y ves que has sido liberado de tu inmundicia y de la forma de vida de este mundo, no debes envanecerte debido al éxito de la lucha y la victoria, atribuyéndolo a tu propia fuerza y sabiduría y creyendo que lograste obtener la victoria sobre los espíritus malignos y los vicios carnales a través de tus propios esfuerzos, aplicación y libre albedrío. No hay duda de que nunca habrías podido tener victoria sobre estos si la ayuda del Señor no te hubiera fortalecido y protegido.”
(ACNS III, 290)