Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 4:1–14

Esta semana continuaremos el estudio del libro de Josué.

(1) ¿Por qué Jehová le ordenó a Josué que levantara piedras del río como un memorial eterno del evento?

(2) ¿Cuál pudo haber sido el significado de seleccionar a 12 hombres, uno de cada tribu, para colocar 12 piedras como monumento?

(3) ¿Qué propósito o impacto deseaba Dios lograr al recordar mediante la transmisión de este evento a las futuras generaciones del pueblo de Dios?

(4) Reflexione sobre su propio caminar con el Señor. ¿Qué evento en su vida merece ser recordado perpetuamente?

(5) ¿Qué podría usted hacer para asegurarse de que lo recuerde y no lo olvide?

(6) ¿Cómo puede compartirlo con las “generaciones futuras”?

(7) El v. 10 menciona que “se hizo todo lo que Jehová había mandado a Josué que dijese al pueblo”. ¿Qué cosa que podría haber salido mal habría puesto en peligro este evento? ¿Por qué el pueblo tuvo que "apresurarse"?

(8) Con base en este pasaje, ¿puede usted enumerar las lecciones que Jehová deseaba que los israelitas aprendieran de esta travesía milagrosa del río Jordán?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
No sea que
olvidemos (I)

Cuando el pueblo de Israel estaba a punto de atravesar el río Jordán de manera sumamente milagrosa, Jehová se aseguró de que Su pueblo, no solo la generación actual, sino también las generaciones futuras, no olvidara que fue Él quien los sacó de Egipto para llevarlos a la tierra prometida; fue Él quien los libró de la esclavitud; fue Él quien los condujo por el desierto; fue Él quien les dio la tierra; y fue Él quien los convirtió en una nación; pero no lo hizo por causa de ellos, sino para que se convirtieran en Su posesión más preciada, un reino de sacerdotes y una nación santa (Éxodo 19:5-6). Se aseguró de ello pidiendo al pueblo que tomara 12 piedras justo donde estaban los sacerdotes que llevaban el arca del pacto y las llevara al otro lado del río.

Hoy en día, esas piedras no se encuentran por ningún lado, y aunque algunos de Su pueblo aún recuerden Su milagroso acto de liberación, en el mejor de los casos lo recuerdan solo como historia; han perdido su "temor" de Jehová su Dios (Jos. 4:24).

A veces me siento mal por el Señor. Él ya sabía que seríamos muy olvidadizos, y que incluso olvidaríamos Sus maravillosas obras en la historia y en nuestras propias vidas. Por eso mismo nos instruyó en más de 200 ocasiones en las Escrituras que debemos "recordar". Por desgracia, siempre estamos demasiado ocupados para detenernos y recordar. Fue por esa razón que decidió establecer fiestas en el Antiguo Testamento para obligar a Su pueblo a hacer una pausa para recordar. En el Nuevo Testamento también, nuestro Señor instituyó la Cena del Señor para que hiciéramos una pausa para recordar Su acto salvador en la cruz.

Los que conocemos el corazón del Señor debemos detenernos a menudo para recordar todo lo que Él ha hecho por nosotros. Al menos debemos detenernos y preparar nuestros corazones la noche antes de llegar a Su mesa de Comunión para recordarlo a través del pan y de la copa. No solo recordamos Su acto salvador, sino también su persona, que nos amó tanto que dio su vida para expiar nuestro pecado.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 4:15–24

(1) Intente visualizar este evento desde el punto de vista de (a) los sacerdotes que llevaron el arca, (b) el pueblo en general, y (c) el propio Josué.

(2) ¿Qué tipo de prueba había experimentado cada grupo? ¿Cuál habría sido la lección más importante aprendida por cada grupo?

(3) ¿Cuán similar fue el cruce del río Jordán al cruce del Mar Rojo?

(4) ¿Cuáles serían sus diferencias?

(5) Desde la perspectiva de Dios, ¿cuáles son los dos objetivos fundamentales de realizar tan grandes milagros? (ver el v. 24)

(6) A pesar de lo grandes que fueron estos dos milagros, ¿cómo se compararan con la muerte y resurrección de Jesucristo en términos de la demostración del poder milagroso de Dios y sus resultados?

(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
No sea
que olvidemos (II)

La frase en inglés “Lest We Forget(que significa "no sea que olvidemos") se ha hecho popular para recordarnos de algunos eventos horribles de la historia. Probablemente apareció por primera vez en "For the Fallen" (traducción: "para los caídos"), un poema de Laurence Binyon que se publicó en 1914 para recordar el sacrificio de los jóvenes soldados británicos en la Primera Guerra Mundial. Hoy día esta oda se canta a menudo (con la adición de una línea al final: No sea que olvidemos) para recordar a los héroes de guerra de las dos guerras mundiales.

Los invito a reflexionar sobre la tercera y cuarta estrofas de este poema, ya que estos jóvenes emularon a nuestro Señor al entregar su vida para que podamos vivir en libertad hoy.

Fueron con canciones a la batalla, eran jóvenes.

Con extremidades rectas, bien de ojo, firme y radiante.

Fueron firmes hasta el final contra todo pronóstico,

Cayeron de cara al enemigo.

No envejecerán, como envejecemos nosotros los que quedamos.

La edad no los fatigará, ni los años los condenará.

Al caer el sol y por la mañana,

Los recordaremos.

No sea que olvidemos.

Sí, somos personas muy olvidadizas; nunca aprenderemos de la historia. Por lo tanto, las guerras continuarán y más vidas se perderán. Pero debido a la victoria final que nuestro Señor ha ganado en la cruz sobre los pecados humanos, la paz verdadera y duradera llegará en Su segunda venida:

Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado." (LBLA) (Apocalipsis 21:4)

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 5:1–9

(1) ¿Qué impacto tuvo sobre los cananeos y sus reyes el milagro de secar el río Jordán? ¿Se cumplió el deseo que Dios expresó en 4:24? Además de temer y acobardarse, ¿cómo estas personas y reyes deberían haber respondido al poder de Dios?

(2) ¿Qué simbolizaba la circuncisión? (ver Génesis 17:9-14)

(3) ¿La generación que salió de Egipto había recibido la circuncisión? Sin embargo, ¿cuál fue su destino? ¿Por qué?

(4) ¿Cuándo los israelitas debían circuncidar a sus hijos?

(5) ¿Por qué no lo hicieron durante los cuarenta años en el desierto?

(6) Según el v. 9, ¿cuál fue el significado adicional de esta circuncisión? ¿Qué quiere decir que se había quitado “el oprobio de Egipto"?

(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Entrar en el reposo de Dios

Al darles la Tierra Prometida, Jehová a menudo llamó esa promesa una promesa de "descanso" (Deut. 3:20. 12:10, 25:19; Jos. 1:13, 15, 21:44; 23: 1). El autor de Hebreos retoma el tema y nos insta a entrar en el reposo de Dios (Hebreos 4:11).

Esta fue una lección que Dios constantemente buscaba que los israelitas aprendieran, incluso cuando estaban a punto de participar en su primera batalla después de cruzar el río Jordán.

Leemos que los corazones de los reyes amorreos y de los reyes cananeos se derritieron de modo que ya no tuvieron el valor de enfrentarse a los israelitas después de escuchar “cómo Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel” (Jos. 5:1).

Desde una perspectiva lógica, habría sido el mejor momento para lanzar sus ataques, y con esta experiencia tan milagrosa aún presente en sus mentes, la moral de los israelitas habría estado en su punto más alto.

Sin embargo, probablemente fue una sorpresa para ellos cuando Jehová les ordenó que tanto ancianos como jóvenes se circuncidaran y observaran la Pascua. Esto quiere decir que fueron obligados a descansar físicamente hasta que sus heridas sanasen, y a descansar espiritualmente, para recordar y reflexionar, no solo sobre los poderosos actos de liberación de Dios, sino también sobre el verdadero significado de ser el Pueblo Elegido de Dios. En otras palabras, antes de sus batallas, necesitaban descansar ante Jehová.

Esto me recuerda nuevamente las siguientes palabras de Isaías:

"En arrepentimiento y en reposo seréis salvos; en quietud y confianza está vuestro poder." (30:15)

Solo estarían listos para luchar cuando su actitud fuera corregida. Solo podrían permitir que Dios corrigiera su actitud cuando su entusiasmo y preparación disminuyera y descansaran física y espiritualmente.

Esto era importante para el pueblo, pero era aún más importante para su líder. Quizás por eso Dios tuvo que aparecer a Josué y hablarle en los vv. 11-15 del capítulo 5, en medio de su descanso, no fuera que el líder ignorara el significado de esa verdad.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 5:10–15

(1) El pueblo había celebrado la Pascua cada año desde la noche que salieron de Egipto. ¿Cuán especial fue esta celebración en Josué 5 con respecto al momento y el lugar donde la celebraron?

(2) El maná dejó de caer del cielo el día que el pueblo comió la comida de la tierra. ¿Esto fue un motivo de celebración o un momento de dolor?

(3) ¿Cuál milagro fue mayor que el pueblo comiera el maná del cielo o que comiera del producto de la tierra prometida?

(4) La batalla de Jericó fue la primera batalla liderada por Josué sin la presencia de Moisés. ¿Cómo Josué se habría sentido en ese momento?

(5) Parece que este encuentro especial con el hombre fue algo personal que solo Josué experimentó. ¿Qué estaba haciendo allí solo?

(6) ¿Por qué le importaba a Josué si el hombre con la espada desenvainada era uno de los suyos o de sus enemigos?

(7) ¿Por qué el hombre respondió: "No"? ¿Qué quiso decir con su respuesta?

(8) ¿Quién entendió Josué que era? ¿Cómo puede usted saberlo?

(9) ¿Por qué Dios eligió aparecer ante Josué antes de esta primera batalla que debía liderar? ¿Cuál era la clave de su victoria?

(10) ¿Por qué no fue suficiente que Josué se postrara ante Jehová? ¿Por qué Jehová tuvo que ordenarle también que se quitara las sandalias?

(11) ¿Qué mensaje importante hay aquí para Josué, para los israelitas y para usted?

(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Sobre los milagros

San Agustín hace el mismo argumento sobre los milagros en su discusión sobre el milagro de Caná.

“El milagro de nuestro Señor al convertir el agua en vino no es sorpresa para aquellos que saben que fue Dios quien lo hizo. En la boda que se realizó ese día hizo vino en las seis tinajas que había hecho llenar de agua; pero Él hace lo mismo todos los años en las viñas. Los sirvientes pusieron el agua en los cántaros, y Él la convirtió en vino. De la misma manera, el Señor convierte en vino el agua que cae de las nubes. Solo que eso no nos sorprende, porque sucede todos los años ... Por lo tanto, el Señor se reservó ciertas cosas inusuales para hacer con el fin de despertarnos con milagros de modo que Lo adoremos”.

Un milagro que rompe las reglas nos recuerda que las reglas mismas son milagrosas. Necesitamos redescubrir y acariciar un sentido esencial de asombro, de sorpresa, de la precariedad de la actualidad. Aunque Eclesiastés, el triste predicador del Antiguo Testamento, cansado del mundo, se queje de que “no hay nada nuevo debajo del sol” (Ecl. 1:9), el Nuevo Testamento responde con fuerte voz y con entusiasmo: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5). Por supuesto, es posible que todos nosotros a veces tengamos el estado de ánimo del Eclesiastés, pero cuando eso ocurre, es reconfortante saber que nuestro estado no se encuentra completamente excluido del dominio de Dios; sin embargo, no debemos dedicar nuestra mente e imaginación a prolongarlo y justificarlo. En cambio, debemos aspirar a tener mentes e imaginaciones capaces de responder con alegría a la verdad de que en Cristo todo ha recuperado su juventud, y al menos algo de la frescura de los primeros días de la creación.

Se despunta la mañana

Como la primera mañana;

Cantan los pájaros

Como el primer pájaro.

¡Alabanza por el canto!

¡Alabanza por la mañana!

¡Su alabanza brota

Directamente de la Palabra!

(Oración de Simon Tugwell)

(traducido por Justin M. Hickey, 2023)

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 6:1–14

(1) El primer versículo prepara el escenario para la batalla. En su opinión, ¿qué esperaban el rey y el pueblo de Jericó que Josué hiciera?

(2) Al contarle a Josué Su estrategia, Jehová dijo: “Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó…". Si usted fuera Josué, ¿qué habría esperado que Jehová dijera a continuación?

(3) ¿Qué le dijo a Josué que hiciera (vv. 3-5)? ¿Cuál habría sido su respuesta si usted fuera Josué?

(4) ¿Qué dijo Josué al pueblo que hiciera? ¿Omitió alguna porción del plan de Dios? (Lea con cuidado.)

(5) ¿Cuál fue la parte más difícil para Josué de esta "estrategia"?

(6) ¿Cuál pudo haber sido la parte más difícil de esta "estrategia" para los sacerdotes y para el pueblo?

(7) Durante seis días, los sacerdotes rodearon la ciudad con el arca y los soldados armados. ¿Qué habrán hecho los hombres y el pueblo en silencio (excepto por el retumbar de las trompetas) durante los seis días?

(8) ¿Cuáles pudieron haber sido las razones espirituales y prácticas para dar vueltas alrededor de la ciudad durante siete días?

(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La batalla de Jericó no ha terminado

La historia de la conquista de Jericó es uno de los relatos más asombrosos de la Biblia. Para nosotros los creyentes tiene ricos significados y lecciones que son muy valiosas para nuestro caminar personal de fe, y de manera corporativa nos recuerda que nuestra batalla, la batalla cuyo objetivo es conquistar esta sociedad infiel, pertenece al Señor.

Sin embargo, el mundo incrédulo (que incluye los supuestos cristianos que consideran que historias como esta son ficticias) ha estado utilizando hallazgos arqueológicos para refutar la credibilidad de las afirmaciones de la Biblia. Así, dos arqueólogos italianos que en la primavera de 1997 llevaron a cabo una excavación limitada en el sitio antiguo de Jericó anunciaron que "no encontraron ninguna evidencia de destrucción en la época de Josué".

Esto contradice claramente los hallazgos de una excavación realizada a mediados del siglo XIX, pero por diversas razones, toda la evidencia de estas excavaciones originales ha desaparecido con el tiempo.

Sin embargo, cuando Bryant Wood, del grupo Associates for Biblical Research, recibió permiso para visitar el mismo sitio en septiembre del mismo año, descubrió que en realidad los italianos habían descobierto “la mayor parte de la evidencia esencial relacionada con la historia bíblica”. En particular, descubrieron un muro de revestimiento exterior hecho de piedra (que atestigua) los restos de los muros de adobe de la ciudad que se habían derrumbado.

Por lo tanto, el hecho de que los arqueólogos están dispuestos a tergiversar sus hallazgo para servir sus fines cuando el propósito de la excavación en un sitio de relevancia bíblica es refutar la Biblia y disociar el sitio de cualquier conexión judía histórica realmente dice mucho sobre el estado de la arqueología en Tierra Santa.

Por lo tanto, no se emocione mucho cuando vea libros como El Código Da Vinci (y habrá otros). Nuestra fe no se basa en la especulación, y ni siquiera en una ciencia que siempre queda obsoleta a la luz de teorías y descubrimientos posteriores. Nuestra fe se basa en la verdad inmutable de Dios en la Biblia.

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 6:15–27

(1) Con la llegada del día séptimo, el ambiente entre el pueblo probablemente estaba tan tenso que se podía cortar con un cuchillo. Estaban listos para dar el grito de guerra. ¿Para qué era el grito? ¿Fue un simple grito de guerra, o tenía algún significado más importante?

(2) Antes de atacar la ciudad, Jehová dio instrucciones muy claras al pueblo para que se mantuvieran lejos de las "cosas dedicadas al anatema" (LBLA):

a. ¿Cuáles eran las "cosas dedicadas al anatema"?

b. ¿Cómo debería el pueblo lidiar con ellos?

c. ¿Qué pasaría si no las tratara como les había ordenado Jehová?

d. ¿Por qué Dios impuso este mandamiento que iba totalmente en contra de lo que sucedía en las batallas normales entre las naciones?

e. ¿Cuál es la lección espiritual, la cual también es importante para nosotros hoy?

(3) ¿El muro de la ciudad se derrumbó debido a la magnitud del ruido del grito? ¿Por qué Dios usó esta “estrategia”, dado que esta fue la primera batalla después del cruce del río Jordán?

(4) Los israelitas parecían haber obedecido totalmente cada mandamiento que Jehová había dado a través de Josué. ¿Cuál pudo haber sido el aspecto más difícil de esta obediencia total?

(5) Josué cumplió la promesa de los espías y perdonó la vida a Rahab y su familia. ¿Cuán similar fue su experiencia de liberación a la nuestra? (ver 1 Pedro 2:10)

(6) Finalmente, Josué lanzó una maldición sobre la ciudad. Lea sobre su cumplimiento en 1 Reyes 16:34.

(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La batalla es d
e Jehová

Según la Biblia, la fama de Josué se extendió por toda la tierra debido al milagro del derrumbe del muro de Jericó. (Josué 6:27)

La historia nos hace entender que Dios siempre levanta un líder (o líderes) para cumplir Su plan en la tierra. Al hacerlo, no solo está interesado en usar a Sus líderes designados para llevar a cabo sus planes, sino también en moldearlos para que sean siervos que conozcan Su corazón. Abraham y Moisés son excelentes ejemplos. Además, aunque es necesario que Él establezca a Sus líderes elegidos ante Su pueblo, estos líderes nunca serán más importantes que Aquel que los eligió. Lo mismo se aplica a Josué y se refleja en el milagro de Jericó.

Para derrocar a estos fuertes enemigos y superar los muros fortificados de Jericó, Dios podería haber permitido a Josué liderar y luchar como un campeón como Sansón, que derribó las columnas del templo, o como Gedeón, que era un guerrero poderoso.

Pero este milagro de Jericó solo sirvió para validar que las palabras de Josué realmente eran palabras de Jehová, sin equipararlo con Dios en términos de poder y gloria. Cuando cayó el muro de Jericó, el pueblo solo pudo glorificar a una persona, el Jehová Dios Todopoderoso. Además,fueron convencidos de que la batalla realmente le pertenecía a Jehová.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Josué 7:1–15

(1) La victoria de Jericó fue muy espectacular y decisiva. ¿Esto quiere decir que Dios estaba completamente complacido con los israelitas?

(2) Dado que el pueblo en realidad no había obedecido completamente el mandamiento de Dios, ¿por qué Dios aun así les dio una victoria tan completa?

(3) ¿Por qué Acán decidió desobedecer una instrucción tan clara de Jehová? A la luz de la victoria tan decisiva, ¿qué habrá pensado Acán en su corazón después de la batalla, con su botín secreto? ¿Realmente pensaba que podría salirse con la suya?

(4) En su opinión, ¿cuál es la razón por la que Dios retrasa Su disciplina o castigo (algo que parece ocurrir con frecuencia)?

(5) ¿Cuál fue el resultado del pecado de una sola persona?

(6) ¿Qué lección puede usted aprender de Acán y su pecado?

(7) Aunque la derrota de Israel en manos del pueblo de Hai fue el resultado directo del pecado de Acán, ¿cuán diferente fue esta batalla de la de Jericó con respecto a lo siguiente?

a. el informe de los espías

b. la estrategia de Joshua

c. su resultado y la reacción del pueblo

(8) ¿Cómo habría usted reaccionado a esta derrota si fuera Josué?

(9) Josué dijo lo siguiente a Jehová mientras lamentaba lo sucedido: “¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!” (7:7). El hecho de que lo haya dicho significa que ese pensamiento probablemente ya había pasado por su mente. ¿Qué le hizo tener tal pensamiento en primer lugar? Para Jehová, ¿cuánto habría dolido escuchar este pensamiento expresado en voz alta?

(10) Lea la respuesta de Dios en los vv. 10-15. ¿Cuál es la esencia de la respuesta de Dios a Josué?

(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
Los efectos del pecado

En nuestra época, a menudo escuchamos a las personas defender sus acciones pecaminosas (ya sea dentro o fuera de la iglesia) con la siguiente afirmación: "Es un asunto personal y no estoy haciendo daño a nadie (excepto a mí mismo)". Quisiera que eso fuera cierto, pero la realidad es que los efectos del pecado de una sola persona a menudo se extienden más allá del pecador individual. Acán (Josué 7) es un ejemplo.

Permítanme citar los comentarios de Keil y Delitzch sobre el pecado de Acán:

“... No fue imputado a todo el pueblo, no como imputatio moralis, es decir, como si toda la nación hubiera compartido la disposición de Acán y codiciado en sus corazones con la misma codicia pecaminosa que Acán había concretizado en el robo que había cometido; sino como imputatio civilis, según la cual Acán, miembro de la nación, había despojado a toda la nación de la pureza y santidad que debía guardar ante Dios, mediante el pecado que había cometido, así como todo el cuerpo es afectado por el pecado de un solo miembro." (Keil y Delitzch, Joshua, p.55)

Considere el ejemplo de Ananías en Hechos 5: Si no hubiera participado en el movimiento en la primera iglesia de tener todas las posesiones en común, habría estado bien. Pero puesto que afirmaba ser parte de la comunidad de los que compartían, su pecado habría traído un desastre a la comunidad si los apóstoles no hubieran lidiado con ello de inmediato.

Así, cuando servimos en la comunidad de fe de Dios mientras continuamos llevando una vida de pecado sin arrepentimento, defraudamos a toda la comunidad de la pureza y santidad que debe guardar ante Dios, y traemos la derrota a la comunidad. Y cuando Dios elige confrontarnos, o incluso hacer público nuestro pecado, o cuando de alguna manera nos disciplina, lo hace por gracia. Pero cuando Dios elige no tratar con nosotros, es una maldición del infierno que eventualmente conducirá a mayor destrucción ¡la destrucción de nosotros mismos y de Su comunidad!