Esta semana continuaremos con el
estudio del Libro de Josué.
El establecimiento de las ciudades de refugio ya se había descrito en Éxodo 21:12-14, Números 35:6-34, Deuteronomio 4:41-43 y 19:1-13. Si usted no tiene tiempo para leer todos estos pasajes, lea al menos Números 35, el más exhaustivo de todos.
Se puede resumir el contenido de estos pasajes de la siguiente manera:
- Las ciudades de refugio debían estar ubicadas en regiones céntricas (Deut.19:2)
- Serían ciudades donde estaban presentes los levitas (Núm.35:6)
- Su función era permitir que aquellos que habían matado a una persona accidentalmente, sin querer o sin hostilidad (Núm. 35:22-23) tuvieran un lugar de refugio para que su caso fuera juzgado (Josué 20:9; probablemente habrían sido escoltados de regreso a su propia ciudad para el juicio — Núm. 35:12)
- En el caso de que se comprobara su inocencia, podrían regresar a la ciudad de refugio, donde permanecerían hasta la muerte del sumo sacerdote. (Núm. 35:32)
- Sin embargo, su protección sería anulada si dejaran la ciudad de refugio. (Núm. 35:26-28)
- En el caso de que fuera demostrada su culpabilidad, recibirían el castigo debido. (Deut. 19:12)
- Esta protección debía ser brindada incluso a los extranjeros, y a cualquiera que habitara entre ellos. (Núm. 35:15)
(1) ¿De qué manera esta ley revela el carácter de Dios?
(2) ¿Cómo se compara con alguna ley similar en su país hoy?
(3) La razón por la cual estas ciudades deberían estar ubicadas en regiones céntricas es óbvia. Sin embargo, ¿por qué tenían que estar ubicadas dentro de las ciudades de los levitas?
(4) ¿Por qué la culpa de aquel que huía quedaba totalmente absorbida con la muerte del sumo sacerdote? Por consiguiente, ¿qué papel desempeñaba la muerte del sumo sacerdote en la absorción de la culpa de esta persona?
(5) ¿Cuán importante era la disposición que establecía que esta ley debía aplicarse a los extranjeros y a cualquier persona que habitara entre ellos?
(6) ¿Piensa usted que los israelitas realmente hicieron cumplir esta ley? ¿Cuáles habrían sido las dificultades para hacerla cumplir?
(Nota: Según la opinión de dos académicos, Boling y Wright, "De todos modos, durante un par de siglos, la ideología y el sistema de ciudades de asilo deben haber sido muy eficaces ...".)
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Aquellos que son escépticos del cristianismo y del judaísmo han etiquetado al Dios del Antiguo Testamento (que es, por supuesto, el mismo Dios del Nuevo Testamento) como sanguinario y violento, y uno de los libros de la Biblia que usan para hacer sus ataques es el libro de Josué.
Sin embargo, la disposición en sí sobre las ciudades de refugio dice mucho sobre la clase de Dios que tenemos en el Señor (Yahvé). De hecho, difícilmente se puede encontrar en las culturas del Antiguo Oriente algún ejemplo semejante de un conjunto de leyes tan sanas y bien equilibradas a este respecto, que garantizaban un juicio imparcial en el cual participaban testigos para aquellos que pudieron haber matado a otra persona de manera accidental, sin querer o sin hostilidad.
No sería exagero decir que esta ley ha impactado el principio de dicha ley en el mundo civilizado hasta hoy.
Al leer todas las disposiciones relativas a este conjunto de leyes, me conmovió mucho ver que la misma protección era brindada a los extranjeros, y a cualquier persona que habitaba entre el pueblo de Israel.
Actualmente en América del Norte se ha culpado a los inmigrantes ilegales de una serie de problemas sociales, que van desde quitar puestos de trabajo de los lugareños hasta aumentar la tasa de criminalidad. El hecho de que también aumentan la presión sobre nuestro sistema de bienestar social también es innegable. Sin embargo, Dios le recordó constantemente al pueblo de Israel que ellos (y también su antepasado, Abraham) una vez fueron extranjeros en una tierra extraña. Por lo tanto, ahora que se habían convertido en una nación y tenían su propria tierra, ellos debían otorgar la misma protección que los antiguos gobernantes de Canaán le había otorgado a Abraham por dondequiera que vagaba. ¡A eso se le llama justicia! Aquellos de nosotros que vivimos en América del Norte una vez fuimos extranjeros, o somos descendientes de extranjeros.
En especial, los siguientes dos versículos de las Escrituras me han hablado mientras lucho con mi actitud hacia los extranjeros que viven entre nosotros:
“No oprimirás al extranjero, porque vosotros conocéis los sentimientos del extranjero, ya que vosotros también fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto" (LBLA) (Éxodo 23:9).
“Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios” (RBR1960) (Levítico 19:34). (cursiva añadida)
Después de que todas las tribus recibieron su porción de tierra como herencia, los jefes de familia de los levitas se acercaron con base en lo que Jehová le había ordenado a Moisés en Números 35:1-8. Le recomiendo que lea este pasaje de Números junto con el pasaje de Josué de hoy:
(1) Timothy Ashley destaca que el pasaje en Números 35 usa intencionalmente el verbo habitar en lugar del verbo "heredar" usado con todas las demás tribus. ¿Por qué? (ver Números 18:24; Josué 13:14; Deuteronomio 10:9, 18:2 y Josué 13:33)
(2) ¿De qué manera la donación de la tierra a los levitas proporciona un ejemplo de cómo se debe cuidar de aquellos que dedican su vida totalmente al servicio de Jehová? (ver 1 Co. 9:4-14; 1 Tim. 5:17-18)
(3) Todas las ciudades de refugio también eran ciudades en las que habitaban los levitas. Richard Hess hace la siguiente observación adicional: "Muchas de las ciudades levitas habían sido ciudades cananeas y se encontraban en regiones fronterizas de las tierras tribales". ¿Qué nos muestra esto acerca de las responsabilidades de los levitas?
(4) ¿Cómo conciliaría usted la declaración en los vv. 43-44 con los repetidos comentarios de que algunas tribus no lograron expulsar a los cananeos (por ejemplo, Josué 16:10 y 13:13)?
(5) El v. 45 afirma que “no faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió". ¿Usted recuerda cuándo Dios dio por primera vez la promesa de la tierra (ver Génesis 12:7)? ¿Cuántas generaciones habían pasado antes del cumplimiento de la promesa? ¿Puede usted recordar algunos de los momentos críticos que podrían haber puesto en peligro el cumplimiento de esta promesa?
(6) ¿Puede usted decir en que en su vida no ha faltado “palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho", sino que todas se cumplieron? ¿Por qué o por qué no?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota adicional:
1. Los levitas no eran los propietarios únicos de estos pueblos; ellos solo recibían viviendas y praderas para su ganado en las tierras circundantes mientras que el resto del espacio continuaba perteneciendo a las diferentes tribus. (ver Keil y Delitzch, 154)
2. Cuatro grupos de levitas debían recibir sus moradas entre las tribus. Los descendientes de Aarón desempeñaban un papel especial entre los levitas (Núm. 18:1-6) que requería que vivieran cerca del templo de Jerusalén. (Hess, 282)
3. Aunque el tamaño real de los pastos dados a los levitas se ha interpretado de diversas maneras, incluso si adoptáramos la interpretación más generosa (es decir, 1km [3000 pies] x 1km [3000 pies] x 48 ciudades), cada hombre levita se convertiría en una unidad familiar (según el segundo censo en Núm. 26:62) recibiría menos de medio acre (45m x 45m) de tierra para usar como pasto o para la agricultura.
Dado que muchos buenos comentarios recurren a las palabras de Calvino para explicar la aparente discrepancia entre la afirmación de que “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho" (RVR1960) (Jos. 21:45) y el resultado real en la conquista de la tierra, yo también simplemente reproduciré las siguientes reflexiones de Calvino:
“(Para) resolver cualquier apariencia de discrepancia, es correcto distinguir bien entre la fidelidad clara, inquebrantable y segura de Dios en el cumplimiento de Sus promesas y la debilidad e indolencia del pueblo, cualidades que hicieron que las bendiciones de Dios se les escapara de las manos. Independientemente de la guerra que emprendiera el pueblo y de la dirección en la que llevaran sus estandartes, tenían la victoria a su alcance; tampoco hubo nada que retardara o impidiera el exterminio de todos sus enemigos, excepto su propia pereza. En consecuencia, aunque no destruyeron a todos sus enemigos de modo que la tierra estuviera vacía para su propia posesión, la verdad de Dios se hizo tan evidente que era como si lo hubieran hecho, puesto que no habría habido ninguna dificultad que les impidera lograr todo lo que quedaba por hacer, si tan sólo hubieran estado dispuestos a aprovechar las victorias que estaban a su alcance." (Calvino, Joshua, 248; Keil y Delitzsch, Joshua, 157)
No hay comparación más clara con nuestra vida cristiana. Nosotros tenemos la victoria completa de Cristo, y el Espíritu Santo mora en nosotros; por lo tanto, no tenemos excusa para no expulsar a nuestros enemigos internos. Nuestra "debilidad e indolencia" son lo que nos hace vivir una vida poco victoriosa.
(1) Este pasaje comienza con la palabra "Entonces". ¿Qué había ocurrido antes del momento descrito en este pasaje?
(2) Josué señaló que ya había pasado mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo piensa usted que había pasado?
(3) Según Josué, ¿cuál era la misión del pueblo?
(4) ¿Cómo describió Josué la promesa de Dios (v. 4)? ¿Cómo esta promesa refleja el corazón de Dios?
(5) ¿Qué sacrificio habían hecho las dos tribus y media para obedecer la misión ordenada por Dios?
(6) ¿Qué estaban obteniendo ahora a cambio?
(7) ¿Cómo resumió Josué los mandamientos de Moisés? ¿Qué quiere decir "guardad cuidadosamente?" ¿Qué significa esto para ti?
(8) ¿Cuán especiales eran estas dos tribus y media, y cómo puede usted emularlas?
(9) Conteste antes de continuar su lectura del pasaje: En su opinión, ¿cuáles fueron las intenciones de las tribus al edificar un altar imponente?
(10) En su opinión, ¿Por qué toda la asamblea de Israel quedó tan disgustada que decidió librar una guerra contra ellos, sus propios hermanos, los cuales hace poco habían sacrificado tanto para ayudarlos?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota adicional:
No se sabe con certeza cuánto tiempo duró la conquista. Según los cálculos de Willmington's Guide to the Bible, "abarcó un período de unos veinticinco años" (p. 86).
Cuando las dos tribus y media estaban a punto de regresar a sus hogares para establecerse en su tierra heredada, Josué los bendijo y los envió a casa con una exhortación. Esta exhortación (en 22:5), el cual se asemeja al “Shemá” de Deuteronomio 6, resume no solo los deberes del pueblo de Dios, sino también las claves para una relación fiel con Dios. Creo también será de gran ayuda para nuestra relación con el Señor reflexionar sobre esta exhortación.
Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento: Esto se refiere a nuestra actitud hacia los mandamientos en el sentido de que debemos tener cuidado o (como lo traducen algunas versiones) estar atentos a ellos. Esto quiere decir tener un estado de alerta y vigilancia que solo se obtiene mediante una constante autoevaluación. Si le preguntara a usted si está guardando los mandamientos de Dios hoy, probablemente no podría responderme de inmediato. Tendría que hacer una pausa para reflexionar y orar para que el Espíritu le muestre sus caminos errantes. Esto es lo que debería suceder durante nuestro tiempo devocional diario.
Améis a Jehová vuestro Dios: Es asombroso pensar sobre esta relación amorosa que Dios desea tener con nosotros, y también deseaba tener con Su pueblo que vivía entre los cananeos y sus dioses. En aquella época, el miedo dominaba la relación que había entre los paganos y sus dioses (y lo mismo ocurre hoy). ¡Cuánta gracia y misericordia hay detrás de esta invitación a amarlo! Sin amor, no hay ninguna relación genuina entre nosotros y Dios. Sin amor, no hay ninguna motivación ni fuerza duraderas para guardar Sus mandamientos.
Andéis en todos sus caminos: Incluso en los tiempos del Antiguo Testamento, lo que importaba no era la letra, sino el espíritu de la ley. A menudo, el fracaso de los hijos de Dios en guardar Sus mandamientos surge de una incomprensión del corazón de Dios — de Sus caminos. La decisión de las dos tribus y media de edificar el gigantesco altar reflejó acertadamente su correcta comprensión de los caminos del Señor, los cuales a primera vista pueden estar en contra de la letra de la Ley. Por lo tanto, es importante que miremos atentamente las Escrituras, no tanto para vivir una vida aprobada según la ley, sino para comprender el corazón mismo del Señor y caminar de una manera que le agrade.
Guardéis sus mandamientos: La medida máxima de si realmente amamos al Señor es nuestra obediencia. Si incluso la obediencia a regañadientes es valorada por el Señor (Mateo 21:28-31), cuánto más le agrada nuestra dulce obediencia de amor.
Allegarse a Él: Este es un retrato de nuestra fe cuando es sacudida, tal vez debido al sufrimiento, la muerte, la pérdida financiera, las relaciones rotas, las dudas o las oraciones no contestadas. La amonestación de Josué es que nos aferremos a Dios, y en repetidas ocasiones llamó a los israelitas a recordar su experiencia de primera mano de cuán fiel y poderoso Dios había sido a lo largo de su viaje.
Servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma: Esto obviamente hace eco del gran mandamiento citado por nuestro Señor en Mateo 22:37. El énfasis recae en la palabra “todo”, es decir, toda la persona, sin excepción y en todo momento. Servir es más que el servicio; es un acto de adoración. Para expresar esta énfasis en la palabra "todo", Pablo lo describe con la analogía de un sacrificio vivo de nuestra persona entera (Rom. 12:1).
(1) Consulte los siguientes dos pasajes para ver cuáles leyes las dos tribus y media pudieron haber violado al edificar el altar en Geliloth: (Lev. 17:8-9; Deut. 12:4-14)
(2) ¿Cuál había sido el propósito de Dios al restringir la adoración a un solo lugar?
(3) ¿Esto quiere decir que fueron justificadas las acciones de las diez tribus que tomaron medidas contra las dos tribus y media?
(4) Aunque ya habían reunido sus tropas para librar una guerra contra los infractores de la ley, ¿qué eligieron hacer primero (vv. 13-14)? ¿Cómo su decisión hace eco de lo que nuestro Señor Jesús ordenó en Mateo 18:15-17 sobre la resolución de disputas?
(5) Según el relato de Números 25:1-9, ¿cuál había sido el pecado del pueblo en Peor? ¿Por qué la edificación de un altar además del altar que se había designado les recordó este pecado?
(6) Según la percepción de las diez tribus (v. 19), ¿cuál había sido la intención de las dos tribus y media al edificarlo? ¿Qué les propusieron, en caso de que hubiera sido su intención?
(7) ¿Cuán especial fue la reacción de estas diez tribus ante los aparentes pecados de sus hermanos? ¿Cómo puede usted emularlos?
(8) ¿Cuál había sido la verdadera intención de las dos tribus y media al edificar el altar? ¿Cuán especial fue su deseo, y cómo puede usted emularlos?
(9) ¿Piensa usted que estas tribus, por más admirable que fuera su intención, violaron la ley de adoración establecida por Jehová?
a. ¿Violaron la letra de la ley?
b. ¿Violaron el espíritu de la ley?
(10) ¿Qué puede usted aprender de este incidente sobre cómo resolver problemas y mantener la unidad en la casa de Dios?
(11) Reflexione sobre el nombre largo que dieron a este altar:
a. ¿Qué quiere decir "testigo entre nosotros y vosotros"?
b. ¿De qué era testigo?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
La historia sobre la resolución del conflicto provocado por la edificación por las dos tribus y media de un altar lejos del lugar designado está entre las más hermosas de la Biblia.
Es imposible no admirar al pueblo de las dos tribus y media que habitaban en la región de Transjordania, al este del rió Jordán (una región que, en sentido estricto, no formaba parte de Canaán o la Tierra Prometida).
Estos hombres habían sacrificado mucho al aplazar el disfrute de su herencia hasta que las demás tribus de Israel poseyeran su herencia en el lado occidental del rió Jordán, un período que en palabras de Josué había sido “largo tiempo” (Jos. 22:3).
Es cierto que cuando se les permitió volver a su herencia (para realizar sus sueños de plantar viñedos y disfrutar de sus esposas e hijos) llevaron consigo grandes rebaños de ganado, plata, oro, bronce y hierro, y una gran cantidad de ropa (22:8). Esa fue su recompensa debida. Sin embargo, su enfoque no estaba en el presente, sino en la generación futura y su relación con Dios. Se dieron cuenta de que debido a su ubicación geográfica más remota, lejos de Canaán, después de un tiempo el resto de Israel podría no considerarlos parte de Israel. Peor aún, tal rechazo podría llevar a que sus propios hijos "dejasen de temer a Jehová".
No creo que sus palabras eran vacías, porque cuando se resolvió la disputa llamaron al altar un "testimonio ... entre nosotros que Jehová es Dios" (22:34). Este nombre tiene un doble significado:
(1) Servía para recordar a las demás tribus de Israel que las dos tribus y media eran parte de su nación.
(2) También servía como un recordatorio para todos de que Yahveh (es decir, el Señor) es Dios.
¡Ellos querían que las futuras generaciones recordaran siempre quién es Dios y que sirvieran solo al Señor!
Es cierto que deberían haber consultado a Josué y al Sumo Sacerdote antes de edificar el altar. Sin embargo, no cabe duda de que sus intenciones fueron buenas, piadosas y agradable s al Señor.
Me pregunto si nosotros nos preocupamos de manera tan profunda y piadosa por nuestras generaciones futuras.
Este pasaje relata las últimas palabras de Josué a los líderes:
(1) En su opinión, ¿qué impulsó a Josué a reunir a los líderes en este momento específico de su vida? ¿Qué esperaba lograr con su discurso?
(2) ¿Qué buscó enfatizar con sus palabras introductorias (v. 4)?
(3) ¿Qué ha visto usted con sus propios ojos acerca de lo que el Señor "ha peleado por vosotros”? Piense en tres ejemplos.
(4) Aunque Josué había conquistado las naciones, ¿cuánta tierra había quedado sin conquistar?
(5) Al reiterar que el Jehová cumpliría Su promesa de expulsar a las naciones ante el pueblo, Josué estableció las condiciones que aparecen en los vv. 6-11:
a. Haga una lista de las instrucciones positivas (vv. 6-11).
b. Haga una lista de las instrucciones negativas (vv. 6-10).
(6) ¿Cuál pudo haber sido la clave para que al pueblo pudiera escuchar las instrucciones de Josué?
(7) Según los vv. 12-13, ¿por qué era tan esencial que los israelitas no se aliaran, ni se casaran, ni siquiera convivieran con las otras naciones?
(8) ¿Cómo puede usted aplicar este principio a su propia vida?
(9) ¿Las palabras de Josué fueron meras palabras vacías? Lea II Crónicas 36:14-20 para ver el lamentable cumplimiento de esta advertencia.
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Mientras Josué se acercaba al final de su vida, probablemente lamentaba el hecho de que Israel no había logrado eliminar por completo a sus enemigos y así habían permitido que permanecieran entre ellos. Quizás se dio cuenta de que su pueblo, después de todo, realmente tenía una fe débil, y por eso había llegado a aceptarlo como un hecho. Sin embargo, al mismo tiempo anticipó el peligro que representaba ese compromiso. Por lo tanto, amonestó a los líderes con las siguientes palabras: “Porque si os apartareis, y os uniereis a lo que resta de estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas, y ellas con vosotros, ... sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado” (RVR1960) (23:12-13).
Los invito a reflexionar
sobre la letra del siguiente himno (Oswald J. Smith, 1889-1986) que ha ayudado a muchos en su
determinación de resistir la tentación:
(Consulte la versión bilingüe de esta lección.)
Después de amonestar a los líderes, Josué reunió a todo el pueblo para que escuchara sus últimas palabras:
(1) A diferencia del mensaje que había dado a los líderes, ¿de dónde (según Josué) venía este mensaje?
(2) V. 2: Aquí, Jehová abrió Su mensaje con un repaso de la historia de la nación, comenzando con Taré, el padre de Abraham y Nacor. ¿Taré era diferente de las demás personas que vivían más allá del río (Éufrates)? ¿Cuál podría ser el mensaje de Dios aquí?
(3) Vv. 3-4: Al rememorar la migración de Abraham, Isaac y Jacob, ¿qué pronombre repitió Dios muchas veces? ¿Qué mensaje buscó transmitir con esto?
(4) Vv. 5-7: ¿Qué elementos destacó Dios al rememorar el viaje del pueblo para salir de Egipto? ¿Cuál fue Su mensaje?
(5) Vv. 8-10: ¿Qué elementos destacó Dios al rememorar el viaje el pueblo por el desierto? ¿Cuál fue Su mensaje?
(6) Vv. 11-12: ¿Qué elementos destacó Dios al rememorar el viaje del pueblo a Canaán? ¿Cual fue Su mensaje?
(7) V. 13: ¿Qué elementos destacó Dios al mencionar la tierra que ahora poseían? ¿Cual fue Su mensaje?
(8) Resumiendo lo anterior, ¿cuál fue el mensaje principal para el pueblo?
(9) V. 14: ¿Qué relación había entre este mandamiento y la historia anterior de Israel? ¿Fue el mandamiento más lógico para Israel? ¿Por qué o por qué no?
(10) ¿En qué se parece su historia personal a la de Israel?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Cuando Josué pronunció sus palabras de despedida al pueblo que había conducido a través del río Jordán, Jehová lo impulsó a rememorar su viaje, comenzando con el de su antepasado lejano, Taré. Parece que Dios, al repasar su historia, decidió enfatizar varios temas:
(1) Fue Dios quien los eligió: Como Taré, sus antepasados adoraban a los dioses más allá del río (Éufrates), al igual que todas las demás personas de su época que vivían en ese región. Fue Dios quien tomó la iniciativa para sacar a su padre, Abraham, de esa región politeísta y llevarlo a Canaán.
(2) Fue Dios quien los rescató: A lo largo de este repaso de la historia de Israel, el pronombre personal yo aparece una y otra vez, especialmente en el contexto de su liberación, ya fuera de las manos de los egipcios, de los reyes durante su deambular por el desierto o de sus enemigos al oeste del Jordán. "No fue por vuestra espada ni por vuestro arco" (24:12). Esto significa que sin Dios no podrían haber hecho nada contra estos poderosos enemigos. Todavía habrían sido esclavos en Egipto.
(3) Gracia sobre gracia: Dios concluyó el relato de la historia del pueblo con las siguientes palabras: “Y os di una tierra en que no habíais trabajado, y ciudades que no habíais edificado, y habitáis en ellas; de viñas y olivares que no plantasteis, coméis” (24:13). Fue un favor especial, una gracia especial, una gracia que no merecían.
Luego, Josué los desafió a decidir si temerían y seguirían a Jehova, o a los dioses que sus antepasados habían servido más allá del río o los de los cananeos. (24:15) Por supuesto, era una decisión fácil — una respuesta "de cajón". ¿Por qué elegirían servir a dioses que no los podían proteger en lugar de elegir servir al Dios que los había elegido y rescatado, y que había derramado gracia sobre gracia sobre ellos?
Sin embargo, la historia nos muestra que su compromiso no duró mucho. Poco después de la muerte de Josué, en la época de los Jueces, todo fue cuesta abajo. Siguieron y sirvieron a los dioses de los cananeos. ¿Por qué?
Creo que la cuestión principal radica en la diferencia entre lo que significa servir a estos dioses paganos y servir a Jehová. Los paganos adoran y sirven a sus dioses por su propio bien, con la esperanza de obtener algún beneficio de ellos. En esencia, hacen que sus dioses sean sus siervos y por consiguiente hacen y moldean a sus dioses con sus propias manos y a sus propias imágenes.
Sin embargo, servir a Jehová es un asunto completamente diferente: Él exige nuestra entrega total y nuestro amor por Él, no con base en algún beneficio que podamos recibir de Él, sino simplemente por quién es Él — nuestro Creador y nuestro Dios Redentor. Al servirle y adorarle, somos Sus esclavos, y Él es nuestro Amo. Él es quien nos hizo y quien nos moldeará a Su imagen. Por lo tanto, servir a Jehová no es algo “de cajón”, sino una decisión consciente que requiere un compromiso serio y que se toma después de calcular el costo (Lc. 14:25-35).
No es de extrañar que tantas personas dejen de seguir a Cristo después de tomar una decisión pública de creer en Él en alguna conferencia evangelística. Son personas que no logran distinguir la diferencia entre servir al Señor Jesucristo y servir a los dioses paganos.
La iglesia como una “ecclesia” sigue la tradición del Antiguo Testamento en el sentido de que es una asamblea del pueblo de Dios, y es dentro de este contexto que Josué reunió a todas las tribus de Israel para hacer un pacto con ellos ahora se habían convertido en una nación y un pueblo:
(1) Como preámbulo de este pacto, Josué mencionó el pasado y el presente de la nación, y les dijo que tomaran una decisión. ¿En qué aspectos el pueblo se parece a la iglesia de Jesucristo?
(2) ¿Cuál fue el pacto que Josué los desafió a hacer? ¿Y cuál fue la decisión del pueblo? ¿Cuán significativas fueron las palabras del propio compromiso de Josué?
(3) ¿En qué sentido nuestro pacto debería ser como el de Josué?
(4) ¿Qué razones dio el pueblo al jurar lealtad a Dios?
(5) ¿Qué razones daría usted al jurar lealtad al Señor?
(6) ¿Por qué Josué dijo: "no podréis servir a Jehová"? ¿Qué demostró la historia? ¿Por qué?
(7) ¿Podrá usted “servir a Jehová” por sí mismo? ¿Cómo puede usted cumplir sus promesas?
(8) Identifique algunos factores que lo ayudarán a poder servir al Señor hasta el final.
(9) ¿Entre los factores que usted mencionó está el de tener un compromiso mutuo con otros en la familia de la iglesia? (ver 2 Timoteo 2:22)
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
En su desafío al pueblo a que se comprometiera a servir a Jehová, Josué hizo una declaración muy impactante: "No podréis servir a Jehová" (Jos. 24:19). Creo que esto no fue tanto una profecía, sino una realidad de la vida, en el sentido de que por nosotros mismos, nadie — ya sea los israelitas de la época de Josué, o nosotros que somos cristianos — puede servir a Jehová.
Hannah Whitall Smith, cuyos escritos han ayudado e influenciado a muchos cristianos (entre los cuales A.B. Simpson), también luchaba al intentar vivir una vida cristiana victoriosa. El siguiente texto es un extrato de lo que comparte en su obra "El secreto cristiano de una vida feliz":
“Señor Jesús, creo que eres capaz y estás dispuesto a liberarme de todos los cuidados, inquietudes y esclavitud de mi vida cristiana. Creo que moriste para liberarme, no solo en el futuro, sino en el aquí y el ahora. Creo que eres más fuerte que el pecado, y que puedes evitar que yo, incluso yo, a pesar de mi extrema debilidad, caiga en sus trampas o obedezca sus mandamientos. Y Señor, voy a confiar en Ti para que me guardes. He intentado guardarme a mí mismo, y he fracasado, y gravemente. Estoy absolutamente indefensa. Así que ahora confiaré en ti. Me entrego a Ti. No reservo nada para mí misma. Te presento mi cuerpo, alma y espíritu, como un trozo de barro, para que me conviertas en cualquier cosa que tu amor y tu sabiduría elijan. Y ahora soy Tuyo. Creo que aceptas lo que te presento; Creo que Tú has tomado posesión de este pobre, débil y necio corazón, y que en este mismo momento has comenzado a obrar en mí el querer y hacer de Tu beneplácito. Confío totalmente en ti, y confío en ti ahora."