Esta semana continuaremos nuestro estudio del Libro de los Jueces del Antiguo Testamento.
(1) ¿Fue correcto que Gedeón dijera a sus soldados que invocaran su nombre además del nombre de Jehová al ordenar a la tropa que gritara: "¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!"? (ver 7:14, 8:23)
(2) Por lo tanto, ¿cuándo podría ser correcto invocar el nombre de una persona junto con el de Dios?
(3) ¿Qué táctica fue utilizada por Gedeón y sus hombres, y cuál fue el propósito de sus acciones?
(4) ¿Cuál fue el resultado de sus acciones?
(5) Según 7:22, ¿cuál fue la razón principal de la derrota de los madianitas?
(6) ¿Cuántos habían sido sus enemigos? (ver 8:10)
(7) ¿Qué lección(es) podemos aprender de esta batalla?
(8) Aunque Dios usó solo 300 hombres para disipar a los enemigos, fue necesaria la participación de otras tribus del norte (Neftalí, Aser y el resto de Manasés) para terminar la campaña. Y cuando los madianitas huyeron a su territorio, Gedeón tuvo que llamar a los efraimitas del sur para capturar a los enemigos que huían.
a. ¿Cómo respondieron estas tribus del norte (en las cuales había muchos que Gedeón había mandado a sus casas mientras cuando realizó las dos reducciones)? ¿Por qué?
b. Es obvio que los efraimitas (los cuales vivían muy cerca del campo de batalla justo al norte de su territorio) estaban al tanto de la batalla. ¿Por qué no participaron hasta ahora?
(9) Haga una pausa para reflexionar sobre el mensaje principal para usted hoy. ¿Cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: '¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!'." (RVR1960) (Jueces 7:20)
La batalla contra los
madianitas y sus aliados orientales es una de las lecciones más hermosas de la Biblia, por las siguientes razones:
(1) Sucedió en uno de los puntos más bajos espirituales en la historia espiritual del pueblo de Dios, en el cual no había ningún Moisés, Josué o su equivalente — hombres de Dios cuyos corazones estaban en el lugar correcto — para guiar al pueblo con sus vidas y palabras.
(2) El Pueblo de Dios se había apartado de Él para servir a otros dioses durante algunos años (según 6:1, fueron siete).
(3) La victoria exigió actos de fe muy inusuales, no solo por parte de su líder, Gedeón, sino también de parte de los muchos que se comprometieron a seguirlo, o mejor dicho, a Dios.
La victoria de apenas 300 hombres sobre 135.000 madianitas bien entrenados en la guerra es sin duda una lección de fe. La forma en que Dios le ordenó a Gedeón redujera a sus hombres tiene lecciones muy directas para nuestro ministerio del evangelio hoy en día, en el sentido de que Dios solo puede usar a personas con un fuerte sentido de misión y un caminar con el Señor caracterizado por la oración y la vigilancia. Es muy triste ver que muchos de los que hoy responden al llamado de Dios para servirle en Su Reino carecen de fe, especialmente cuando se trata de confiar en que Dios suplirá todas sus necesidades.
Sin embargo, también es interesante notar que como parte de su esfuerzo por confundir a sus enemigos por la noche (probablemente en la vigilia de la medianoche), debían gritar: "¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!" (7:20). Uno se pregunta por qué invocarían el nombre de Gedeón, y no solo el nombre de Jehová.
Yo creo que toda la estrategia fue diseñada por Jehová. Gedeón no habría inventado una estrategia tan arriesgada que fácilmente podría haber costado la vida a los 300 hombres. Todo debió haber sido del Señor, incluido lo que debían gritar.
Por un lado, no era algo novo invocar el nombre de un líder elegido por Dios, incluso el nombre de Josué era temido en la tierra. Al ordenar al pueblo que invocara también el nombre de Gedeón, Dios afirmó que lo había elegido para que el pueblo lo siguiera y también sabía, obviamente, que Gedeón no era una persona hambrienta de poder o reconocimiento (ver 8:23).
Además, es importante notar que el nombre de Gedeón fue mencionado después del nombre de Jehová.
Este es simplemente un incidente más que muestra que Dios exige que respetemos y nos sometamos a los líderes que Él ha elegido para dirigir a Su pueblo.
(2) ¿Cuán sabia fue la respuesta de Gedeón? Desafortunadamente, ¿a qué apeló Gedeón para ayudar a calmar el amargo resentimiento de los efraimitas?
(3) ¿Cuál debe ser nuestra actitud a la hora de pelear una batalla por Jehová como una comunidad de creyentes?
(4) En lugar de quejarse como los efraimitas, los habitantes de Sucot y Peniel (probablemente pertenecientes a la tribu de Gad, que habitaba al este del Jordán) incluso se negaron a alimentar al agotado ejército de Gedeón. ¿Qué nos enseña esto sobre su fe y condición espiritual, dado el pequeño número de seguidores de Gedeón, su ubicación próxima a los madianitas y las noticias de la derrota de los madianitas al oeste del Jordán?
(5) ¿El resto de Israel (excepto las tribus del norte y Efraín) era diferente?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra Madián?" (RVR1960) (Jueces 8:1)
¿No es irónico que los efraimitas se quejaron amargamente de que no habían sido llamados a la batalla inicial, pero solo presentaron su amarga queja después de haber experimentado y obtenido la gloria de la victoria?
Los madianitas los habían oprimido tanto a lo largo de los últimos siete años que tuvieron que clamar a Jehová por ayuda. Y la forma en que los madianitas habían elegido oprimirlos fue bastante única: en lugar de dominar sobre, simplemente los atacaban repetidas veces justo después de que plantaran sus cultivos. El resultado fue que, además de empobrecerse, tenían que vivir con un miedo constante, algo que era incluso peor que la opresión política.
Pero Dios había considerado oportuno responder a su clamor y levantó un juez llamado Gedeón. El resto de Israel sin duda se habría enterado cuando Gedeón llamó a las tribus del norte a levantarse contra su enemigo.
Y cuando Gedeón inició el combate con los madianitas, al parecer ninguna de las tribus del sur o las al oriente del río Jordán actuaron. Fue solo cuando los madianitas y sus aliados orientales huyeron en confusión que los efraimitas respondieron al llamado de Gedeón y se unieron a la batalla.
La pregunta es esta: ¿por qué Efraín y las otras tribus no se habían unido a la batalla desde un principio? ¿Necesitaban ser convocados? ¿Acaso no eran los madianitas sus enemigos comunes? ¿Acaso no eran parte de Israel?
La negativa de los habitantes de Sucot y Peniel refleja fielmente la actitud o la mentalidad del resto de Israel. Por mucho que habían sufrido en manos de los madianitas, no creían que Gedeón y su ejército pudieran derrotar al enorme ejército de los madianitas y sus aliados orientales.
En el caso de los efraimitas, tuvieron que ver la mano de Dios revelada en la victoria a través de los 300 hombres solitarios de Gedeón que Dios había planeado, "no sea que Israel se vuelva orgulloso, diciendo: 'Mi propia fortaleza me ha librado'." (7:2).
Sin embargo, la victoria tan milagrosa obviamente dio a Gedeón y sus hombres mucho honor entre el pueblo, y los efraimitas estaban celosos. Sin embargo, ¿de qué estaban celosos? ¿Estaban celosos de no haber sido usados por Dios? ¿O estaban celosos de no haber recibido el mismo honor?
La sabia respuesta de Gedeón reveló que la verdadera razón era la segunda, y no la primera. ¡Qué lástima! ¿Pero no es esta la actitud de muchos cristianos hoy? Parece que anhelan ser usados por Dios para hacer grandes cosas, ¡pero en realidad no buscan la gloria de Dios sino la suya propia! ¿Cómo podemos saber cuando estamos haciendo lo mismo? Podemos saberlo cuando otros reciben elogios mientras que nosotros ni siquiera somos mencionados; o cuando parece que otros están siendo usados de una manera más milagrosa que nosotros, ¡y quedamos con un poco de sabor amargo en la boca! ¡La pura verdad es que no somos mejores que los efraimitas!
(1) ¿Cuántos hombres del ejército oriental habían muerto y cuantos quedaban antes de que Gedeón y sus hombres alcanzaran a Zeba y Zalmuna?
(2) ¿Por qué Zeba y Zalmuna no sospechaban que el pequeño grupo de hombres de Gedeón los persiguiera?
(3) Incluso si Gedeón y sus hombres no hubieran tenido éxito en derrotar al ejército de Zeba y Zalmuna, ¿acaso no deberían haberlos alimentado los habitantes de Sucot? ¿De qué pecado(s) fueron culpables? ¿Qué castigo recibieron? ¿Estaba justificado?
(4) Aunque no se nos dice por qué Gedeón castigó a los habitantes de Peniel con mucha más severidad que los de Sucot, es lógico suponer que fueron culpables de un pecado mucho más grave. En todo caso, reflexione sobre la advertencia inicial de Gedeón en 8:7 y 9, y compare el estado mental de Gedeón (y sus hombres) con el de los habitantes de Sucot y Peniel.
(5) Según el v. 19, ¿por qué Gedeón había decidido perseguir a Zeba y Zalmuna en particular?
(6) ¿Por qué quería Gedeón que su hijo, que todavía era muchacho, matara a los dos líderes?
(7) ¿Gedeón hizo lo correcto al pedirle a su hijo que los matara? ¿Por qué o por qué no?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
" Y dijo a Jeter su primogénito: 'Levántate y mátalos'. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho." (LBLA) (Jueces 8:20)
Todos somos seres humanos imperfectos. Gedeón no fue la excepción.
Por mucho que tuviera muchos rasgos de carácter que debemos admirar — su total confianza en Dios, su humildad y más — en su vida familiar y especialmente en la crianza de sus hijos era muy deficiente.
El texto nos dijo que tuvo muchas esposas y unos setenta hijos. Aunque él no fue el único líder israelita que tomó muchas esposas (Jacob también lo había hecho), nunca fue el deseo de Dios que tuviéramos más de una esposa. El profeta Malaquías fue muy claro al respecto: “¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios." (Mal. 2:15). En efecto, el simple hecho de tener muchas esposas no es un ejemplo piadoso, y solo conduce a conflictos entre las esposas e hijos. Incluso David estaría de acuerdo con esto. Y en el caso de Gedeón, la tragedia del asesinato de 69 de sus hijos a manos del hijo de su concubina es otro ejemplo.
Aquí, en el capítulo 8 de Jueces, vemos cómo Gedeón intentó "convertir" a su hijo en un guerrero como él. El pobre Jeter era su hijo mayor, y Gedeón estaba ansioso por que su hijo mayor heredara no solo sus bienes, sino también su coraje y habilidades de guerra. Por lo tanto, intentó obligarlo a aprender a matar, a pesar de que todavía era muchacho. Aunque no tengo idea del trauma psicológico que le infligió a este niño, se puede presumir que todos sus otros hijos también lo decepcionaron en este sentido. Keil y Delitszch señalan que "Abimelec" (padre del rey), el nombre que dio al hijo de la concubina, en realidad fue un “segundo” nombre, lo que tal vez sugiere que Gedeón estuvo decepcionado con sus demás hijos.
Incluso en nuestros días, muchos padres cristianos tienen expectativas demasiado altas para sus hijos. Ignoran el hecho de que Dios nos ha hecho a cada uno diferente. Dios ha dado a cada niño tiene su propio camino o inclinación (Proverbios 22:6). Debemos guiarlos hacia el camino de Dios y no el nuestro.
(1) ¿Por qué los israelitas le pidieron a Gedeón que fuera su rey? ¿Fue correcta su petición? ¿Por qué o por qué no?
(2) ¿Por qué Gedeón la rechazó? ¿Tomó la decisión correcta o no? ¿Por qué?
(3) “Ismaelita” probablemente era un término general que se refería a las naciones árabes extranjeras que había en la región. ¿Qué mensaje buscaba transmitir Gedeón a su pueblo al pedir que le entregaran los zarcillos de oro de los ismaelitas?
(4) ¿Por qué Gedeón decidió hacer un efod con los aproximadamente 20 kilos (43 libras) de oro?
a. ¿Qué representaba el efod?
b. ¿Quién podía llevar un efod?
c. ¿El pueblo había recibido instrucciones estrictas sobre cómo se debía hacer un efod? ¿Por qué? (ver Éxodo 28:6-14; 25:40; Heb. 8:5)
d. ¿Qué pecados cometió Gedeón al hacer el efod?
(5) Según el v. 27, ¿cuál fue el resultado horrible de la acción de Gedeón? ¿Qué lección importante podemos aprender de su pecado?
(6) ¿Qué nos dice el hecho de que Gedeón tuvo 70 hijos y muchas esposas sobre su influencia en la próxima generación?
(7) ¿Qué epitafio escribiría usted en la lápida de Gedeón?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
" Y Gedeón hizo de ello un efod ... con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa." (LBLA) (Jueces 8:27)
Realmente fue admirable que Gedeón rechazara la petición de que él (y sus hijos) fuera rey sobre Israel. Aunque era un verdadero guerrero que Dios había usado poderosamente para salvar a los israelitas de la mano de Madián, su decisión mostró tanto su humildad como su falta de deseo de poder y honor:
- Sabía muy bien que no había derrotado a los enemigos por su propia fuerza; Dios, y solo Dios, le había dado la victoria.
- Además de no tener ningún deseo de ser rey, Gedeón también reconoció que solo Dios debería ser su rey, su gobernante.
¡Qué cualidad tan rara, no solo entonces sino incluso ahora!
Desafortunadamente, parece que Gedeón cometió un pecado que podría ser tan malo o aún peor que usurpar el papel de Dios como gobernante de Su pueblo: ¡usurpó el papel de representante de Dios en Su adoración!
Era claro que el papel del sacerdote le pertenecía a la tribu de los descendientes de Leví, y Dios había establecido pautas claras y directas al respecto, incluida la fabricación y el uso del efod.
Ya era un pecado y una gran desobediencia hacer un efod no “según el diseño que te ha sido mostrado en el monte” por Jehová (Éxodo 25:40). Usurpar el papel del sumo sacerdote sin duda fue un acto muy parecido al de la blasfemia, sin mencionar que así Gedeón socavó el oficio del sumo sacerdote de su época.
El resultado fue muy trágico, ya que su efod no solo hizo que el pueblo dejara de adorar a Dios por medio del tabernáculo, sino que también se convirtió en un ídolo que hizo que Israel se "prostituyera". Es por eso que dije que este pecado pudo haber sido mayor que el de usurpar el papel de Dios como rey del pueblo! Todavía creo que en nuestro celo por practicar el “real sacerdocio”de todos creyentes (el cual se originó en Éxodo 19:6 y fue reafirmado en 1 Pedro 2:9) debemos ser muy conscientes del papel que Dios ha establecido para cada uno de nosotros en Su Reino!
(1) Aunque la paz duró a lo largo de los 40 años de la “vida” de Gedeón, el pueblo realmente no comenzó a alejarse de Dios hasta después de su muerte. ¿De cuáles tres pecados que la Biblia les acusa en 8:33-35?
(2) El capítulo anterior dejó claro que ni Gedeón ni sus hijos reinaron sobre Israel; sin embargo, ¿qué excusas usó Abimelec para apelar al pueblo de Siquem para que lo coronara como gobernante sobre ellos? ¿Qué efecto específico pudo haber tenido sobre el pueblo de Siquem el recordatorio de que el nombre de Gedeón era “Jerobaal” (6:32)?
(3) ¿Qué representó la donación de los 70 siclos de la plata del templo?
(4) En su opinión, ¿cuán malvado fue Abimelec al asesinar a los 70 hijos de Gedeón (excepto uno)?
(5) Sabemos que según la tradición del Antiguo Oriente dar un nombre a una persona era un acto significativo. A uno de los hijos de su concubina Gedeón le puso el nombre "Abimelec", cuyo significa es "padre del rey". ¿Cómo esta acción de Gedeón contribuyó a la ambición de este hijo?
(6) ¿Qué simbolizó el acto de coronar a Abimelec como “rey”? ¿Israel había tenido un rey antes?
(7) ¿Alguna persona o tribu de Israel reaccionó ante este crimen horrible?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
Con base en el relato del capítulo 9, parece que (a) los habitantes de Siquem eran adoradores de Baal-berit y tenían un templo para este dios, y (b) posiblemente eran los habitantes nativos de Siquem, de origen no israelita, lo que podría explicar por qué la madre de Abimelec no fue considerada como una de las muchas esposas de Gedeón, sino una concubina o esclava (9:18).
"tampoco mostraron bondad a la casa de Jerobaal, es decir, Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel." (LBLA) (Jueces 8:35)
Leer los capítulos de Jueces es como escuchar un disco rayado: el círculo vicioso de la rebelión de los israelitas contra su Dios del Pacto comenzaba tan pronto moría el juez que Dios había levantado para librarlos de sus enemigos. Así, leemos en 8:33 que "al morir Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse con los baales ..." (LBLA).
Pero esta vez, su círculo vicioso llegó a un punto aun más bajo, puesto que la Biblia los acusa de tres pecados diferentes:
(1) Prostitución a Baal: Algunos eruditos traducirían esta expresión con la simple afirmación de que Israel comenzó a comportarse como una ramera. En efecto, eso fue lo que hicieron. Esta vez, cuando establecieron a Baal-berit como su dios (la palabra “berit” significa "pacto") lo que en realidad hicieron fue traicionar a su Dios del pacto, como hace una esposa infiel. Hicieron de Baal su nuevo señor del pacto.
(2) No se acordaron de Jehová su Dios: Lo que hicieron fue intencional; fue un insulto para el Señor que hacía poco los había perdonado y se había enternecido al escuchar sus gritos, librándolos de la opresión de los madianitas. Pero esa no había sido la primera vez que Dios decidió recordarlos. La Biblia agrega que Dios “los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor” (8:34). En otras palabras, la pregunta que hace la Biblia es: "¿Cómo fue posible que no recordaran?".
(3) No mostraron bondad a la familia de Gedeón por todo lo bueno que había hecho por ellos: Usted podría preguntar: "¿Cómo no demostraron bondad a la familia de Gedeón?" La respuesta es obvia: tras la muerte de los 69 hijos de Gedeón a manos de Abimelec, todo Israel debería haber estado indignado al punto de levantarse como un solo hombre para vengar la sangre de la familia de Gedeón. Sin embargo, ni una sola tribu, ni siquiera un solo individuo se levantó para enfrentarse a Abimelec, excepto la voz solitaria de Jotam, el único superviviente de la masacre. En otras palabras, Israel no solo se había hundido en la apatía espiritual, sino que también había perdido lo más básico de la dignidad humana. Se habían rebajado al nivel de los animales—¡Israel era un mundo en el que solo los más aptos sobrevivían y todos velaban por sus propios intereses!
Esta vez, el castigo que siguió no fue la destrucción causada por algún enemigo externo, ¡sino (de manera muy apropiada) la autodestrucción!
(1) ¿Por qué Jotam arriesgó su vida para pronunciar un juicio profético sobre el pueblo de Siquem y Abimelec?
(2) ¿Cómo comenzó Jotam su largo mensaje profético en el v. 7? ¿Qué insinuaba?
(3) Era cierto que Gedeón había rechazado la petición del pueblo de que fuera su rey y que parecía que el pueblo no había abandonado ese deseo. ¿Cómo comparó Jotam a Gedeón y sus hijos con Abimelec (vv. 8-14)?
(4) ¿Qué razones dieron el olivo, la higuera y la vid, y cuál fue su tema común?
(5) ¿Cuán diferente fue la respuesta de la zarza? ¿Puede un arbusto espinoso dar sombra a otros árboles?
(6) En otras palabras, ¿cómo se burló Jotam de Abimelec?
(7) Jotam declaró que en realidad él no estaba en contra de la unción de Abimelec como su rey (v. 19). Por lo tanto, ¿a qué se oponía (9:16-18)?
(8) ¿Cuáles fueron las maldiciones proféticas que pronunció en 9:19-20?
(9) ¿Qué clase de víctima fue Jotam?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Pero la vid les respondió: '¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?'.” (LBLA) (Jueces 9:13)
Ya reflexionamos sobre uno de los rasgos admirables de Gedeón: su falta de ambición por el poder. Lo demostró al rehusar a ser coronado rey por los israelitas, y esa actitud se basaba en su comprensión de que solo Jehová debería ser su rey para gobernarlos (8:23).
Sin embargo, en la parábola de Jotam podemos ver que esta actitud o comprensión también había sido adoptada por sus 70 hijos.
Parece que, por alguna razón, los israelitas estaban empeñados en seguir el modelo de las naciones vecinas, no solo en cuanto a su adoración de ídolos, sino también en tener un rey que los gobernara. La muerte de Gedeón sin duda habría creado un vacío en el puesto de juez, y el pueblo naturalmente buscaría que alguno de sus hijos los gobernaran. Pero al parecer ninguno de sus hijos quiso negar el legado de su padre, excepto, por supuesto, su hijo ilegítimo, Abimelec.
Al impugnar el crimen de Abimelec, Jotam usó una parábola sobre diversos tipos de árboles para describir la actitud de todos los hijos de Gedeón que se habían negado a ser coronados rey. Las respuestas de los árboles tienen una cosa en común: todos se aferran a su papel asignado.
(1) La función del olivo es producir aceite para honrar a Dios y a los hombres.
(2) La función de la higuera es producir frutos buenos y dulces.
(3) La función de la vid es dar vino que alegra tanto a Dios como a los hombres.
Creo que los árboles se refieren a los varios hijos de Gedeón, a quienes se les pudo haber propuesto gobernar Israel como descendientes de Gedeón. Sin embargo, todos los hijos permanecieron fieles al legado de su padre. Ninguno deseaba usurpar el lugar que le pertenecía solo a Dios. Es imposible no admirar la influencia de Gideon sobre sus hijos.
(1) Parece que como "rey", Abimelec no residía en la ciudad de Siquem. ¿Cómo interpretaría usted la declaración de que “Dios envió un espíritu maligno entre Abimelec y los ciudadanos de Siquem”? ¿Cuáles pudieron haber sido las implicaciones de esto, de acuerdo con el v. 24?
(2) ¿Qué hizo el pueblo de Siquem para desafiar el gobierno de Abimelec?
(3) ¿Cómo pidió Gaal, hijo de Ebed, a los ciudadanos de Siquem que lo siguieran? ¿Quién era Hamor? (ver Génesis 33:19 y Génesis 34)
(4) ¿Cómo se cumplió de manera literal la maldición de Jotam sobre la ciudad y los habitantes de Siquem?
(5) ¿Los habitantes de Siquem merecían ese castigo? ¿Por qué o por qué no?
(6) Tebes probablemente era un pueblo vecino que se había unido a los ciudadanos de Siquem en su rebelión contra Abimelec. ¿Cómo murió Abimelec en este ataque? ¿Cuál fue la ironía de su muerte?
(7) ¿Piensa usted que el fin de Abimelec y el pueblo de Siquem realmente fue el resultado de la maldición de Jotam? ¿Por qué o por qué no?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Ciertamente tú los pones en lugares resbaladizos; los arrojas a la destrucción." (LBLA) (Salmos 73:18)
Al leer sobre los actos asesinos de Abimelec y la traición de los ciudadanos de Siquem, no podemos evitar decir con el salmista, “mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos" (Salmos 73:2-3).
Si así es como nos sentimos nosotros, debió haber sido mucho peor para Jotam — perdió a sus 69 hermanos y tuvo que huir para salvar su vida. Es cierto que el Espíritu Santo probablemente fue quien lo inspiró a profetizar contra Abimelec y el pueblo de Siquem y predecir su eventual destrucción. Sin embargo, en los tres años siguientes no pasó nada. ¡Esos tres años debieron haberle parecido eternos!
Pero Dios fue fiel. Siempre lo es.
Mientras Abimelec pensaba que todo le iba bien, probablemente decía en su corazón: “¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?" (Sal. 73:11). Fue Dios quien envió el espíritu maligno que volvió a los siquemitas contra Abimelec. Al final, cayeron al hoyo que ellos mismos habían cavado. Abimelec los quemó vivos. Tuvieron que tomar la misma medicina que habían dado a los hijos de Gedeón.
Y Abimelec, en el fragor de la batalla y justo cuando pensaba que era invencible, fue muerto por la piedra de molino de una mujer—¡que ni siquiera era una guerrera!
De hecho, el éxito y la prosperidad mundanos que habían obtenido a través de su traición fueron como un lugar resbaladizo que los envió a la ruina—¡y a la ruina eterna!
¿Quién tuvo la última palabra? ¡Dios y los justos! Siempre será así; es solo cuestión de tiempo.