Guía devocional de la Biblia

Día 1

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 10:1–18

Esta semana continuaremos nuestro estudio del libro de los Jueces en el Antiguo Testamento.

(1) La Biblia, cuando nos presenta a los siguientes dos jueces de Israel, no menciona nada sobre sus hechos especiales o liderazgo espiritual, excepto para señalar sus nombres, orígenes y cuánto tiempo duró su liderazgo. ¿Qué puede usted deducir sobre las condiciones de Israel a la luz de que todavía necesitaban ser “rescatados”, y que los hijos de Jair se destacaron por montar 30 burros y no caballos?

(2) Parece que Tola y Jair lograron evitar que los israelitas se rebelaran abiertamente contra Jehová, pero parece también que los pecados del pueblo se agravaron después de sus muertes. ¿Cómo describe el v. 6 sus pecados sumados? ¿Cómo puede uno encontrar sentido a esta condición espiritual del Pueblo Elegido de Dios?

(3) ¿Acaso Israel no había adoptado los dioses de los filisteos y amonitas? ¿Por qué, entonces, los filisteos y amonitas oprimirían a los israelitas, que ahora se identificaban con su cultura y religiones? ¿Qué lección(es) podemos aprender del fracaso de los israelitas?

(4) Puesto que la Biblia no menciona ningún profeta, la comunicación entre los israelitas y Jehová debió haber ocurrido a través del Sumo Sacerdote de la época. ¿Cuál fue la respuesta inicial de Dios a su clamor?

(5) ¿Qué acción cambió el parecer de Jehová?

(6) Tras el arrepentimiento del pueblo, ¿hubo algún cambio observable en su enfoque al enfrentar la amenaza que representaba su enemigo?

(7) Haga una pausa para reflexionar sobre el mensaje principal para usted hoy. ¿Cómo puede usted aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La inutilidad de ser como el mundo

Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, sirvieron a los baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos..." (LBLA) (Jueces 10:6)

Por supuesto, hubo muchas razones por las que los israelitas se aparten de Jehová para adorar a los dioses de sus vecinos, y parece que su "prostitución" alcanzó su punto más bajo después de las muertes de Tola y Jair, ya que la Biblia se tomó el tiempo de enumerar todos los dioses a los que ahora se acudieron los dioses de Aram, Sidón, Moab, de los amonitas y de los filisteos. En otras palabras, adoraban a todos los dioses que podían. Estos versículos describen un cuadro muy triste en que el Pueblo Elegido de Jehová se “prostituyó”. Qué vergüenza han trayeron al nombre de Jehová, que una vez había sido temido y reverenciado por los pueblos y reyes de la tierra debido a todas las obras milagrosas que realizaba por Su pueblo.

Entre las muchas razones obvias por las que se alejaron de Jehová y adoraron a los dioses de sus vecinos, al menos uno de los motivos más posibles o probables es muy comprensible, a saber, el deseo de hacerse amigo de o apaciguar a estos vecinos hostiles, volviéndose como ellos para ganar su aceptación. En especial, los matrimonios entre sus hijos e hijas y los de sus vecinos asegurarían un vínculo más fuerte que, en su opinión, disminuiría la probabilidad de que hubiera hostilidad entre ellos. Y al adorar a sus dioses, sin duda sentirían que se habían integrado totalmente a su sociedad. Sin embargo, ninguno de estos intentos produjo alguno de los efectos que buscaban. Los más fuertes de estos vecinos — los filisteos y los amonitas — no prestaron atención a sus esfuerzos de asimilación, sino que “afligieron y quebrantaron a los hijos de Israel” (10:8), oprimiéndolos durante dieciocho años. Esto sirve como una lección que nosotros, los cristianos, necesitamos tomar en serio hoy.

Cualquier intento de hacer concesiones en cuanto a las normas bíblicas con el fin de apaciguar al mundo, ser más como ellos o hacernos amigos de ellos será un simple ejercicio inútil. Como señala Clark Pinnock, el único resultado será “una secularización de la Iglesia cristiana en lugar de una cristianización de la sociedad”.

Lo que hace brillar la luz del evangelio en la oscuridad del mundo siempre es la diferencia que hay entre nosotros y ello.

Día 2

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 11:1–13

(1) ¿En qué aspecto(s) el destino de Jefté se parecía al de Ismael? (Génesis 21:10 y ss.)

(2) ¿Qué mensaje transmite la elección de Jefté, un "hijo ilegítimo" que había sido expulsado por sus medio hermanos, a cualquier persona que haya nacido como un hijo "ilegítimo"?

(3) ¿Por qué los ancianos (probablemente los hijos) de Galaad acudieron a Jefté al que habían despreciado y ahuyentado en busca de ayuda? A la luz de esto, ¿qué podemos deducir de la respuesta al llamado hecho en 11:9?

(4) ¿Qué persuadió a Jefté a confiar en las palabras de los ancianos, y qué hizo para asegurarse de que cumplieran sus promesas?

(5) ¿Qué hizo Jefté antes de recurrir a un conflicto armado con los amonitas?

(6) ¿Qué nos enseña esto sobre el tipo de líder que era Jefté para su pueblo?

(7) ¿Cuál fue la respuesta del rey de los amonitas? Si en verdad era así, ¿su afirmación tenía fundamento? ¿Por qué o por qué no? (ver la Nota abajo)

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

Es cierto que Dios le ha prohibido a Israel tomar por la fuerza las tierras de Edom, Moab y Ammón, porque el primero era el hermano de Jacob, mientras que los dos últimos eran los hijos de Lot (Deut. 2:5, 9, 19). Sin embargo, cuando derrotaron al rey de Sehón, el rey amorreo, tomaron su tierra, la cual ellos habían tomado de los amonitas, y Josué había asignado esa parte de la tierra a la tribu de Gad (Jos.13:25).

Reflexión meditativa
Un
a bocanada de aire fresco

"¿Qué hay entre tú y yo, que has venido a mí para pelear contra mi tierra?" (LBLA) (Jueces 11:12)

Como se nos ha dicho una y otra vez, los jueces de este período de la historia de Israel no eran más que guerreros que dirigían a su pueblo con su celo guerrero, aunque todos eran dotados de poder por el Espíritu de Jehová. Por lo tanto, al leer la primera parte de la vida de Jefté, uno pensaría que él estaría empeñado en usar la violencia y la venganza, especialmente a la luz de que había sido expulsado por sus hermanos debido a su condición de hijo “ilegítimo” y al hecho de que había reunido alrededor de sí un grupo de bandidos. Sin embargo, resultó ser un líder muy razonable que usó la guerra como último recurso. Jefté fue, de hecho, una bocanada de aire fresco.

Independientemente de si la respuesta de los amonitas fue legítima o no, Israel no había iniciado la guerra, sino ellos. En otras palabras, Jefté no buscaba una causa justa para iniciar una guerra; simplemente defendía a su país. Buscaba evitar un enfrentamiento armado e intentó hacer una especie de acuerdo. A pesar de su insensatez posterior que lo llevó a hacer un voto que costó la vida de su propia hija, se destacó como el único juez en este período de la historia de Israel que, al parecer, optaba por la guerra solo como último recurso.

Día 3

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 11:14–28

(1) En su explicación al rey de los amonitas, Jefté recordó los eventos relevantes del Éxodo “en total concordancia con los relatos del Pentateuco con respecto al objeto de disputa”; en específico, “los vv. 19-22 son casi una repetición textual de Números 21:21-25” (Keil y Delitszch, 275-6). Dada la condición espiritual de Israel durante gran parte del período de los Jueces, ¿puede usted explicar cómo Jefté tenía un conocimiento tan preciso del Pentateuco y lo que nos muestra sobre su propia condición espiritual?

(2) Armado con estos datos históricos, ¿cuáles fueron las tres razones que Jefté utilizó para demostrar que los amonitas estaban equivocados al intentar retomar la tierra (vv. 23-27)?

(3) ¿Qué piensa usted de la primera razón que dio, a saber, que fue Dios quien les había permitido expulsar a los amorreos (el rey Sehón) y les había dado su tierra, y que por lo tanto los amonitas (que habían perdido su tierra a manos de Sehón mucho tiempo antes) no tenían derecho tomar posesión de ella? (v. 23)

(4) ¿Qué piensa usted sobre la segunda razón, a saber, que el rey de Moab (Balac) simplemente había intentado sobornar a Balaam para que maldijera a Israel, sin reivindicar ni luchar por la tierra que antes había conquistado de los amorreos (Números 22)?

(5) ¿Qué piensa usted sobre la tercera razón, a saber, que la tierra había sido tomada unos 300 años antes? ¿Qué opina usted del siguiente comentario de Clericus, “si no se admite ningún derecho prescriptivo con base en la duración, y si la posesión prolongada no da título, nadie nunca poseería nada con seguridad, y no habría fin a las guerras y disensiones”? (K&D, p. 277)

(6) A la luz de esto, ¿qué debemos pensar sobre la reivindicación de los palestinos de la tierra hoy ocupada por Israel (la palabra "Palestina" es derivada de la forma griega de la palabra "Filistea", usada para referirse a todo Canaán, según Jean-Pierre Isbouts, The Biblical World, p. 164)?

(7) ¿Cómo respondió el rey de Amón a las palabras de Jefté? ¿Por qué?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La controversia
sobre la tierra de Palestina

"Así que, lo que Jehová Dios de Israel desposeyó al amorreo delante de su pueblo Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él?" (RVR1960) (Jueces 11:23)

Sé que me estoy metiendo en uno de los temas políticos más controvertidos del mundo: quién tiene el derecho de poseer la tierra de Palestina.

Con base en documentos históricos, tanto seculares como bíblicos, sabemos que antes de que fue ocupada por los israelitas después del Éxodo, la "Tierra Prometida" ya estaba ocupada por varios grupos de personas a quienes la Biblia llama de "cananeos", los cuales de hecho estaban formados por los hititas, ferezeos, gergeseos, amorreos, jebuseos e incluso los filisteos. Al parecer, el último grupo (los filisteos) fue el último de todos. En el año 1175 a.C. se habían trasladado como uno de los Pueblos del Mar del Peloponeso griego a la región costera de la actual Siria y Líbano. Más tarde, también capturaron las ciudades de Ascalón, Ecrón, Asdod, Gat y Gaza, convirtiendo “las cinco ciudades en una confederación que pasó a ser conocida como Filistea (de la cual los griegos más tarde derivaron la palabra 'Palestina', que usaban para referirse a todo Canaán)” (Jean-Pierre Isbouts, p. 163-4). En otras palabras, parece que este pueblo del mar llegó a la tierra de Canaán en una época muy cercana a la de la llegada del pueblo de Israel.

En su viaje a la Tierra Prometida, los israelitas tomaron una ruta bastante indirecta, ingresando desde el este del Jordán, una ruta que les obligó a pasar por los territorios de Edom, Moab y Amón. Deuteronomio 2 nos dice que Dios prohibió que el pueblo atacara a estos tres grupos, ya que sus antepasados eran parientes de los de los propios israelitas. Los israelitas ofrecieron hacer lo mismo a los amorreos; lo único que pidieron fue un paso seguro, pero los amorreos, además de negárselo, también los atacaron. Como resultado, los amorreos fueron derrotados y los israelitas ocuparon de su tierra, parte de la cual había sido tomada por los mismos amorreos de los moabitas y amonitas. Mas tarde, Josué asignó esta porción a la tribu de Gad (Josué 13:25-28).

Ahora, el rey de los amonitas decidió librar una guerra contra Israel bajo el pretexto de la justicia, alegando que la porción de tierra desde el río Arnón hasta el río Jaboc les había pertenecido antes de la época del Éxodo. Entre las razones citadas por Jefté en su respuesta está el hecho de que quien les había dado la tierra fue Jehová, el Dios de Israel, y que ya había pasado por lo menos 300 años desde su última posesión por los amonitas.

Respecto a este último punto, el teólogo Clericus opinó que, “si no se admite ningún derecho prescriptivo con base en la duración, y si la posesión prolongada no da título, nadie nunca poseería nada con seguridad, y no habría fin a las guerras y disensiones” (K&D, 277).

Si bien hay algo de verdad en su declaración, el argumento aun más difícil de discutir es el primero dado por Jefté: “Así que, lo que Jehová Dios de Israel desposeyó al amorreo delante de su pueblo Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él?" (Jueces 11:23).

Debemos simpatizar con los palestinos (que ni siquiera tienen su propio estado) que actualmente reivindican la tierra. El hecho de que muchos de los palestinos son cristianos, mientras que Israel como nación aún rechaza a Aquél que traspasaron (Zac. 12:10) también nos predispone a tomar su partido. Sin embargo, lo que dijo Jefté a los amonitas sigue siendo cierto en la actualidad. Dada la claridad con la que la Tierra Prometida fue entregada por Dios a Israel, ¿qué derecho tiene algún hombre a quitársela? Ni siquiera el argumento de Clericus es relevante, puesto que Dios y Su palabra no cambian con el tiempo.

Sin embargo, que Israel tenga la propiedad y la soberanía de la tierra no debería impedir los dos pueblos habiten juntos en paz e igualdad.

Día 4

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 11:29–40

(1) Cuando el Espíritu de Jehová descendió sobre él, Jefté hizo un voto al Señor antes de iniciar su campaña contra los amonitas.

a. ¿En qué sentido su voto pudo haber agradado al Señor?

b. ¿En qué sentido su voto pudo haber entristecer al Señor?

c. Después de que el Espíritu de Jehová había venido sobre él, ¿Jefté realmente necesitaba hacer un voto? ¿Por qué o por qué no?

(2) Jehová prohíbe explícitamente sacrificar a una persona como holocausto (ver Deuteronomio 12:31). ¿Por qué, entonces, Jefté lo consideró como una opción válida?

(3) Aunque lo que pasó fue una gran tragedia, y que Jehová sin duda no deseaba que Jefté sacrificara a su hija, ni tampoco lo habría obligara a cumplir un voto que no le agradaba, ¿qué nos dice el hecho de que Jefté cumplió su voto a Jehová sobre la clase de persona que era?

(4) ¿Su hija intentó disuadirlo? Por qué no?

(5) ¿Qué lección puede usted aprender del error de Jefté?

(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
El amor abundante en el conocimiento

Cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.” (RVR1960)  (Jueces 11:31)

El sacrificio de la hija de Jefté, aunque fue una gran tragedia, era evitable.

Al hacer un voto al Señor antes de su campaña contra los amonitas, Jefté obviamente buscaba expresar su total dependencia del Señor. Su intento de llegar a un acuerdo con los amonitas muestra que era una persona de paz. Además, su recitación de la historia del Éxodo también nos muestra que no ignoraba totalmente la Ley de Moisés. Sin embargo, la larga historia de asimilación con el pueblo de Canaán y la adoración de sus dioses ya había secularizado profundamente las mentes de los israelitas. Igual que los cananeos, Jefté consideraba el sacrificio de un humana como la forma más elevada de sacrificio, algo digno de la Divinidad. Además, probablemene había escuchado o leído la historia del sacrificio de Abraham de su hijo en el monte Moriá (Génesis 22). Sin embargo, pasó por alto por completo el hecho de que en Deuteronomio 12:31 Dios prohibió los sacrificios humanos en términos inequívocos.

Uno también se pregunta qué estaba haciendo el Sumo Sacerdote, quien debería haber impedido que se hiciera un sacrificio fuera del lugar designado (es decir, el tabernáculo), especialmente un sacrificio de una hija. Hubo un período de dos meses durante los cuales el Sumo Sacerdote probablemente se enteró del incidente y podría haber impedido a Jefté.

Esta tragedia, por lo tanto, es un reflejo de la falta de enseñanza por parte de los sacerdotes (especialmente el Sumo Sacerdote), y de una falta de conocimiento generalizada de la Palabra de Dios por parte del pueblo. Como resultado, todos hacían lo que bien les parecía (Jue. 21:25). Si los sacerdotes hubieran cumplido con su deber, esta tragedia se habría evitado.

El deseo de Jefté de honrar a Jehová con lo mejor que tenía era admirable, pero su falta de conocimiento de la Palabra de Dios, y de Dios mismo, era trágico. Desafortunadamente, incluso hoy, muchos cristianos continúan descuidando el estudio y la comprensión adecuados de la Palabra de Dios (y, por consiguiente, de Dios mismo), lo que ha resultado en el “sacrificio” de la unidad y armonía de la iglesia. Por esta razón, el apóstol Pablo hizo la siguiente oración por la iglesia de Filipos: “Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, a fin de que escojáis lo mejor, para que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo” (LBLA) (Fil. 1:9-10).

Día 5

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 12:1–15

(1) La tragedia del sacrificio de la hija de Jefté fue rápidamente eclipsada por una tragedia aún mayor, las luchas y la división dentro del pueblo de Dios.

a. ¿Cuál fue la queja de los hombres de Efraín?

b. En su opinión, ¿cuál fue el verdadero motivo de su queja? (Compare esta queja con la anterior en el capítulo 8)

c. ¿De qué manera la amenaza del uso de violencia nos muestra qué tipo de hombres eran estos y cuál era el verdadero motivo de su queja?

(2) ¿Qué nos revela la respuesta de Jefté?

(3) ¿Por qué Jefté no pudo recurrir a una respuesta similar a la de Gedeón para apaciguar a los efraimitas esta vez?

(4) ¿Cuántos efraimitas murieron en esta batalla? ¿Acaso ambos lados no eran el pueblo de Dios? ¿Acaso ambos no pertenecían al pueblo de Israel? Además de la queja mencionada en el v. 1, ¿qué otro detalle se menciona en los vv. 4-6 casi como si fuera la causa de este conflicto?

(5) ¿Por qué los galaaditas se sintieron tan insultados en esta "guerra de palabras"? (ver la Nota abajo)

(6) ¿Qué les costó a los efraimitas su "acento"?

(7) ¿Qué verdades son enfatizadas por esta "guerra de palabras"?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

Quizás los galaaditas fueron despreciados como "fugitivos" debido al trasfondo de Jefté, que había sido líder de un grupo de "hombres indignos" (Jueces 11:3), y no debido a algún hecho histórico como aquellos sobre los cuales los eruditos especulan. Sin embargo, este insulto fue suficiente para que los galaaditas tomaran la decisión de atacar a los efraimitas.

Reflexión meditativa
¿Pueblo de Dios?

"Quemaremos tu casa sobre ti." (LBLA) (Jueces 12:1)

El período de los Jueces estuvo marcado por constante opresión por parte de los diferentes pueblos de Canaán. Eso ya era bastante malo, pero peor aún fue que en cuanto el pueblo de Israel fue bendecido con un período de relativa paz, sin la opresión externa, se produjeron luchas internas. Leemos que los efraimitas, después de la derrota de los amonitas, se quejaron nuevamente de no haber sido invitados a unirse a la batalla para derrotar al enemigo.

La última vez que hicieron una queja semejante fue después de la derrota de los madianitas por parte de Gedeón, quien logró apaciguarlos con palabras de sabiduría, dándole un gran honor que en realidad no merecían (Jueces 8:2). Sin embargo, Jefté no podría haberlos apaciguado con palabras similares de adulación, puesto que los efraimitas no estaban enojados por no haber recibido el honor, sino obviamente por haber perdido la oportunidad de compartir el botín. En la guerra contra los madianitas, al menos pudieron participar en las últimas etapas de la guerra y se puede suponer que también recibieron las recompensas materiales de los vencedores. Pero la geografía de esta batalla fue muy diferente de la de la anterior, ya que sucedió básicamente al oriente del río Jordán, y Jefté no necesitó pedir ayuda a ninguna otra tribu.

En lugar de regocijarse con sus hermanos, los efraimitas se sintieron perjudicados por su pérdida de prestigio y liderazgo, además del hecho de que no obtuvieron nada del botín. Sin embargo, una cosa es quejarse, pero amenazar con incendiar la casa de Jefté es otra muy distinta. Se puede presumir que las palabras insultantes que pronunciaron contra los galaaditas fueron el colmo que condujo al conflicto real. Esencialmente, lo que decían con sus palabras era que los galaaditas no eran parte ni de Efraín ni de Manasés, y que por lo tanto realmente no eran parte del pueblo de Dios. Y a cambio, los efraimitas que intentaron escapar también fueron asesinados debido a que su acento era diferente al de los galaaditas.

Incluso sin ninguna opresión externa, Israel demostró ser un pueblo derrotado un pueblo que no era digno de ser llamado Pueblo de Dios.

A lo largo de mi vida he tenido la desgracia de presenciar bastantes peleas amargas en la iglesia, y no fueron nada bonitas las medidas que se tomaron y las palabras que fueron pronunciadas durante esas peleas por cristianos de buen aspecto a menudo no ocurren “ni siquiera entre los gentiles” (1 Co 5:1). ¡Realmente no somos mejores que los israelitas!

Día 6

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 13:1–14

(1) El pueblo de Israel estaba pagando caro por el fracaso en su misión de expulsar a los ocupantes originales de Canaán, ya que un pueblo tras otro se levantaba para oprimirlos. Reflexione sobre su propia vida e identifique lo que usted aún necesita eliminar de su vida.

(2) A Dios parece gustarle levantar a Sus siervos elegidos de parejas estériles. ¿Cuál pudo haber sido el desafío específico para que una pareja que antes era estéril entregara a su hijo para el servicio de Jehová?

(3) Al elegir a Sansón, Dios dio instrucciones a sus padres para que lo criaran como nazareo:

a. Según Números 6, ¿qué era un nazareo?

b. ¿Por qué este niño tenía que ser nazareo?

c. ¿Qué nos muestra esto sobre lo que Jehová desea para aquellos que elige para ser usados por Él?

(4) Si usted fuera la esposa de Manoa, ¿cómo habría reaccionado ante el encuentro con el ángel de Jehová? ¿Por qué no le hizo más preguntas al ángel de Jehová?

(5) ¿Cuál fue la reacción de Manoa al escuchar la historia de su esposa? ¿Cómo repitió su pregunta al ángel del Señor cuando apareció de nuevo? ¿Qué revela esto sobre Manoa?

(6) ¿Cómo le respondió el ángel de Jehová? ¿Cuál fue el enfoque de su respuesta? ¿Por qué?

(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Nota:

Los filisteos eran bastante diferentes de los demás cananeos, puesto que habían llegado de Grecia y tenían la piel clara. Para más información, lea el artículo meditativo de Jueces 11:14-28 (Año 2, Semana 39, Día 269).

Reflexión meditativa
La pri
oridad de enseñar con nuestras vidas

Y Manoa dijo: 'Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación?'.” (LBLA) (Jueces 13:12)

La aparición de Sansón como el próximo Juez fue precedida por las siguientes palabras en la Biblia: "Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años" (RVR1960) (Jueces 13:1).

Es fácil imaginar cómo eran el estilo de vida y la condición espiritual del israelita promedio después de cuarenta años de adoración de ídolos y ocupación por parte de los filisteos. A juzgar por las repetidas instrucciones dadas por el ángel de Jehová, parece que Manoa y su esposa eran dados a beber vino e imitar otras costumbres de los filisteos.

Sin embargo, hay que reconocer el valor de la respuesta de Manoa ante la aparición y promesa del Ángel de Jehová. Nunca expresó ningún indicio de incredulidad. De hecho, incluso creyó que su hijo sería el libertador de su pueblo, algo que se puede deducir de las preguntas que le hizo al Señor:

"Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer" (RVR1960) (Jueces 13:8).

"Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación?" (Jueces 13:12).

En otras palabras, su enfoque era correcto: quería saber cómo él y su esposa debían criar a este hijo para que estuviera listo y fuera digno de ser usado por el Señor.

Lo curioso es que el Ángel de Jehová nunca respondió a sus preguntas; en ambas ocasiones, se limitó a enfocarse en lo que la esposa de Manoa debía hacer, especialmente durante su embarazo, a saber, no comer ni beber nada que fuera de la vid, ni ninguna bebida fermentada (13:4, 14). Su enfoque no era solo lo que debían enseñar al niño, sino cómo ellos mismos debían vivir.

A juzgar por el comportamiento posterior de Sansón, uno puede deducir como era el estilo de vida del pueblo de Israel (un pueblo del cual Sansón y su familia formaban parte), y no es descabellado suponer que sus padres fracasaron miserablemente en la crianza de su hijo. Por lo tanto, no es de extrañar que el ángel de Jehová dirigiera su atención a cómo debían vivir sus vidas en lugar de lo que debían enseñar a su hijo.

Día 7

Lea el pasaje por lo menos dos veces, reflexionando sobre ello detenidamente. Luego, considere las preguntas a continuación:

Reflexión sobre las Escrituras
Jueces 13:15–24

(1) ¿Por qué el ángel de Jehová rechazó la comida de cabra de Manoa, pero señaló que en su lugar hiciera un holocausto?

(2) Con la mente empeñada en recompensar o agradecer a este Ángel de Jehová como persona, Manoa le preguntó Su nombre. En esencia, su respuesta fue que Su nombre era "Admirable". ¿A qué le recuerda este nombre? (ver Isaías 9:6)

(3) ¿Qué hizo el ángel de Jehová con su ofrenda?

(4) Después de presenciar este espectáculo milagroso, Manoa temió por su vida. ¿Por qué?

(5) ¿Murió? Por qué no?

(6) ¿Cómo la esposa de Manoa interpretó los eventos?

(7) ¿Quién es este Ángel de Jehová?

(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?

Reflexión meditativa
La madurez espiritual

Y su mujer le respondió: 'Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda...'.” (RVR1960) (Jueces 13:23)

J.I. Packer dice que a menudo lo que más dice sobre la madurez espiritual de una persona es su reacción ante alguna crisis o susto, y usa como ilustración la respuesta de los padres de Sansón ante la aparición del Ángel de Jehová (sus palabras a continuación):

Así sucedió (para dar solo un ejemplo) con la mujer no nombrada a quien llamamos la Sra. Manoa, cuya historia leemos en Jueces 13. El ángel de Jehová (Dios, cuando actúa como Su propio mensajero: al parecer, una manifestación preencarnada del Dios Hijo) le había dicho que iba a tener un hijo especial (Sansón), que se convertiría en el libertador de Israel. El ángel mensajero le dio instrucciones especiales sobre cómo prepararse para el nacimiento del hijo. Cuando ella se lo contó a Manoa (según parece, un chovinista con una piedad pomposa) oró para que el mensajero regresara y les diera a ambos más instrucciones. Es evidente que Manoa estaba muy consciente de su papel de liderazgo espiritual. Es igual de evidente que no confiaba en que su esposa hubiera entendido bien el mensaje. El mensajero reapareció amablemente y repitió las instrucciones. Luego llegó el momento traumático cuando Manoa se dio cuenta de que su visitante había sido el propio Señor. Su pomposidad dio paso al pánico. El hombre que hasta entonces había dado por sentado su propia superioridad espiritual perdió el juizio. '¡Ciertamente moriremos!', farfulló a su esposa,porque a Dios hemos visto!' (v. 22). Él entendía de manera general que nadie es apto para la comunión con Dios; por lo tanto, se hundió en la desesperación.

"Felizmente, su esposa, que hasta este punto de la historia parecía una persona muy discreta, ahora emergió como una mujer sabia que ministró fielmente a su esposo con una observación directa sobre la fidelidad de Dios a Sus propios propósitos. 'Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto' (Jue. 13:23). Kipling escribió: 'Hijo mío, si puedes mantener el juicio cuando todos a tu alrededor están perdiendo el suyo y culpándote a ti ... ¡serás un Hombre!'. Humana y espiritualmente, la Sra. Manoa aparece aquí como un 'Hombre' en el sentido de Kipling, mientras que su esposo se comporta como su propia noción de una mujer irracionalde hecho, como un niño asustado. Así, la reacción de la Sra. Manoa ante este susto reveló que era una mujer que había estado creciendo espiritualmente, mientras que su esposo, a pesar de toda su cuidadosa y laboriosa religiosidad, no había crecido. Los hijos de Dios no nacen maduros, sino que adquieren la madurez a través del crecimiento. La persona madura en esta historia es la mujer."
(J.I. Packer, Growing into Christ-likeness)