Esta semana continuaremos el estudio de todo el Libro de 1 Samuel en el Antiguo Testamento.
(1) El capítulo final del gobierno del juez Elí comenzó con las trágicas noticias del campo de batalla. ¿Qué palabras usa el versículo 12 para describir este trágico fin?
(2) ¿Cuáles habrán sido los pensamientos que pesaban sobre el corazón de Elí mientras se sentaba en su silla preguntándose qué había sucedido en el campo de batalla? ¿Qué habrá pasado por su mente mientras esperaba?
(3) Póngase en el lugar de la gente del pueblo. ¿Qué habrá significado sus gritos?
(4) Si Elí realmente “estaba temblando por causa del arca de Dios”, ¿qué debería haber hecho desde un principio? ¿Qué debería haber hecho como juez de Israel durante los últimos 40 años?
(5) ¿A qué evento vincula la Biblia la muerte de Elí? ¿Por qué? Si usted tuviera que escribir su epitafio, ¿qué escribirías en su lápida?
(6) ¿Qué nombre le dio la esposa de Finees a su hijo? ¿Por qué? ¿Qué podría revelar esto sobre su carácter?
(7) Parece que esta batalla se libró durante una época en que Jehová había comenzado a hablar nuevamente con Israel a través de Samuel (3:21); ¿Por qué, entonces, Dios permitió una derrota tan contundente que Su arca fue robada, lo que representó la partida de la gloria de Dios (ver 4:22 y 7:2)?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y sucedió que cuando mencionó el arca de Dios, Elí cayó de su asiento hacia atrás, junto a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era entrado en años y pesaba mucho. Había juzgado a Israel cuarenta años." (LBLA) (1 Sam. 4:18)
Las últimas palabras sobre la vida de Elí (en 1 Sam. 4:18) son uno de los comentarios más tristes sobre la vida de cualquier persona en la Biblia. Si uno escribiera su epitafio con base en estas palabras, bien podría ser: "¡Una vida llena de remordimientos!"
La Biblia vincula la muerte de Elí directamente con la noticia de la captura del Arca de Dios. Como sacerdote, su deber era servir ante Jehová, cuya presencia estaba simbolizada por el arca dentro del Lugar Santísimo. Quizás deberíamos decir que Su presencia, más que simbolizada por el Arca, era revelada a través del ella, puesto que Él revelaba Su voluntad a través del sacerdote que llegaba con el Urim y Tumim. Aun así, debido al pecado de Elí, "la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia" (1 Sam. 3:1). Su pecado alcanzó un clímax cuando permitió que los ancianos tomaran el Arca del Tabernáculo; además de aprobar la superstición del pueblo, sin duda permitió que se entrara en el Lugar Santísimo, un lugar en que solo podía entrar el Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación con la sangre del sacrificio (Levítico 16). Por lo tanto, al vincular su muerte con la noticia sobre el arca, el texto sin duda lo acusa directamente por su fracaso como Sumo Sacerdote.
Una acusación menos directa pero igualmente seria es la mención de que se cayó hacia atrás en su silla porque era pesado. Eso hace eco de las acusaciones que habían sido pronunciadas contra él por el hombre de Dios: "¿y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas [el cual pertenecía únicamente a Dios]"? (1 Sam. 2:29). En otras palabras, él servía a Dios por su propio bien; y peor aún, lo hizo básicamente para llenar su estómago (Fil. 3:19).
Sin embargo, las últimas
palabras contiene la acusación más grave para un líder: "[Él] había juzgado a Israel cuarenta años". Cuarenta años es mucho tiempo. Puesto que
el Libro de los Jueces termina con el triste comentario de que "en esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos"
(Jueces 21:25), el fracaso de Elí como sumo sacerdote y juez es muy evidente.
Mientras se sentaba en su silla, preguntándose qué estaba pasando en el campo de batalla, este anciano ya sabía que se acercaba su fin. Su corazón habría estado lleno de ansiedad debido a los pecados de sus propios hijos y el inevitable juicio que enfrentarían. "¿Qué he hecho como padre?" Su corazón también habría estado lleno de preocupación por el Arca. “¿Por qué permití que se llevaran el Arca? ¿Y si ya fue capturado? ¿Y si incluso ha sido destruido? ¡Su corazón estaba lleno de remordimientos!
¡Y resultó que todos sus temores se hicieron realidad! ¡Ah! ¡Estos son los errores en la vida que uno no puede darse el lujo de cometer!
(1) Según los vv. 7-8, ¿cómo percibieron los filiseos al Dios de Israel inicialmente?
(2) Con su gran victoria sobre Israel y la toma del arca del Señor, ¿qué habrían pensado estos filisteos sobre lo siguiente?
a. el Dios de Israel
b. su propio dios, Dagon
(3) ¿Por qué no simplemente destruyeron el arca? ¿Qué nos muestra sobre su actitud hacia el arca el hecho de que lo pusieran junto a la estatua de Dagón?
(4) ¿Qué representa la caída de Dagón ante el arca para las siguientes personas?
a. nosotros
b. los filisteos
(5) ¿Qué pasó a la mañana siguiente? ¿Cuál fue el mensaje inconfundible?
(6) ¿Por qué no fue suficiente romper la estatua de Dagón? ¿Por qué Dios tuvo que matar a los filisteos y afligirlos con tumores (ver 5:11-12)?
(7) ¿Qué intentaron hacer los filisteos? ¿Funcionó? ¿Por qué?
(8) Puesto que su intención parecía ser incluir el arca en su adoración, ¿qué deberían haber hecho al reconocer que el Dios de Israel es un Dios mucho más poderoso, si no el único Dios?
(9) ¿Por qué no lo abrazaron como su Dios?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente." (RVR1960) (1 Samuel 5:4)
La acción de los filisteos nos enseña mucho sobre el deseo que tiene la gente de adorar y apaciguar a todas las deidades. Con la abrumadora victoria sobre Israel, no es inconcebible que atribuyeran tal éxito a su propia deidad principal, Dagón. Pero es interesante notar que no destruyeron el arca, ni la dejaron olvidada en algún almacén, sino que la pusieron dentro del templo de Dagón. Fue un acto de respeto que mostraba su deseo de incluir al Dios del arca como una de las deidades que adorarían.
Para su sorpresa, este Dios de Israel demostró no solo que era más grande que Dagón, sino también que no coexistiría con ningún otro dios. Los filisteos aprendieron de primera mano el significado del primer mandamiento: "No tendrás otros dioses delante de mí" (Éxodo 20:3).
Lamentablemente, a medida que el evangelio se esparce por el mundo, vemos una y otra vez que la iglesia no exige de los llamados conversos la misma clase de adoración exclusiva a nuestro Señor. Muchos han incorporado la adoración de sus deidades e ídolos en la adoración de Jesucristo, y algunos también han incorporado su deseo de adorar imágenes en el cristianismo. El resultado no solo ha sido una pérdida de la verdadera adoración de Jesucristo, sino también el debilitamiento del poder del evangelio. Cuando observamos todas las naciones que han adoptado una forma sincretizada de adoración al Señor, vemos que han seguido esclavizadas por la corrupción, la pobreza y por los gobernantes totalitarios. Es completamente inútil intentar reformar tales sociedades, a menos que primero se deshagan de todos sus ídolos e imágenes y adoren solo a Jesucristo “en espíritu y en verdad” (Jn. 4:24).
(1) ¿Por qué los filisteos esperaron siete meses hasta que estuvieron dispuestos a enviar el arca de Dios de regreso a Israel?
(2) Dado su temor a los dioses y su superstición, parece que consultaron a sacerdotes y adivinos más allá de los suyos. Era obvio que estos sacerdotes y adivinos no conocían al Señor ni la Ley de Moisés; sin embargo, ¿la sugerencia de que ofrecieran una ofrenda por la culpa era un concepto correcto? ¿Por qué o por qué no?
(3) ¿Cuál era, de hecho, la ofrenda por la culpa que tenían en mente? ¿Esta ofrenda realmente podía apaciguar a Dios?
(4) ¿Dios realmente desea ratas y tumores dorados? ¿Qué tenía de malo su idea?
(5) ¿De dónde estos sacerdotes y adivinos sacaron su idea?
(6) ¿Cuán significativa fue su mención del evento del "Éxodo", algo que había sucedido más de 400 años antes?
(7) ¿Cuál fue el razonamiento detrás del uso de un carro nuevo para llevar el arca de Dios?
(8) ¿Por qué usaron dos vacas lecheras cuyas crías estaban encerradas? (ver la Nota abajo.)
(9) ¿Cómo fue glorificado Dios a través de este incidente?
(10) Los habitantes de Bet-semes respondió de manera muy diferente a la de los habitantes de Gat y Ecrón. ¿Cuál fue la razón? ¿Por qué estaban tan jubilosos? ¿Usted también se habría sentido así?
(11) ¿Por qué la celebración pronto se convirtió en duelo? ¿Por qué quisieron enviar el arca a otro lugar? ¿Qué aprendieron de este incidente?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
Se cree que sería la tendencia natural de las dos vacas lecheras habría sido regresar con sus crías en el establo, y que el hecho de que fueran directamente a Bet-semes sería muy antinatural. Eso fue señalado por sus mugidos mientras se alejaban del establo.
“¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros? (RVR1960) (1 Sam. 6:20)
Al leer un pasaje como este sobre el envío del arca de Dios de regreso a Israel por parte de los filisteos miles de años después del evento que describe y su contexto, quizás uno se pregunte por qué Dios eligió actuar de una manera tan terrible, tanto contra los filisteos como contra su propio pueblo en Bet-semes. Parte de nuestra confusión tiene que ver con la comprensión inadecuada de la santidad de Dios que prevalece en nuestra sociedad.
Debemos siempre tener en cuenta que las culturas cambian con el tiempo, y de un lugar a otro, pero Dios no está obligado a cambiar para adaptarse a nuestra cultura, ni a ninguna cultura. De hecho, Él no cambia, porque es Dios.
Como reflexionamos ayer, los filisteos experimentaron de primera mano que no hay otro Dios excepto Jehová, y Él no coexiste ni puede coexistir con ningún otro dios. ¡Simplemente no hay otro dios además de Él! Es una lástima que los filisteos, así como los habitantes de la región de los Garasenos, eligieron pedirle al único Dios verdadero que abandonara su territorio (Mc. 5:17).
Aunque los sacerdotes y adivinos paganos no conocían la Ley de Moisés, entendían que los filisteos habían enojado a Dios y necesitaban presentar una ofrenda por la culpa, pero trataron a Jehová como cualquier deidad pagana y ofrecieron regalos de oro que obviamente no podía expiar sus pecados. Sin embargo, fue suficiente para que Jehová fuera glorificado, y se puede presumir que detuvo la plaga que les había infligido. Sin embargo, esto no quiere decir que sus pecados habían sido expiados.
El pueblo de Bet-semes, por otro lado, se regocijó al ver el regreso del arca. Yo creo que no solo fue porque entendían que la gloria de Dios había regresado a Israel, sino también porque tuvieron el privilegio de estar entre los primeros en dar la bienvenida al arca que había regresado a Israel. Sin embargo, lo que nos desconcierta es que Dios haya muerto a setenta hombres entre ellos. La celebración se convirtió rápidamente en duelo. ¿Esto quiere decir que Israel no era diferente de los filisteos?
Por supuesto, Israel era diferente, y de hecho, era diferente de cualquier otro pueblo. Ellos eran el Pueblo de Dios. ¡Pero Dios no cambia! ¡Su santidad no cambia! Estoy seguro de que, después del regreso del arca, los levitas que había entre ellos les habrían dado instrucciones sobre la necesidad de el arca solemnemente. ¡No me sorprendería que los levitas hubieran cubierto rápidamente el arca, de modo que el hecho de que algunas personas la "miraron" fue un acto descarado de desprecio! La muerte que siguió era inevitable, al igual que su luto. Sin embargo, hubo una gran diferencia. Este evento ocurrió una sola vez, y no hubo ninguna plaga continua que los afligió, como había sucedido con los filisteos.
El pueblo de Bet-semes, al decir "¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo", había llegado a comprender que, aunque eran el Pueblo Elegido, aún eran pecadores que tenían que acercarse a Dios conforme a los decretos prescritos de la Ley de Moisés. Por lo tanto, su envío del arca también fue bastante diferente al de los filisteos, ya que reconocieron que el arca de Dios debía ser devuelta a su lugar apropiado en Silo — el lugar designado para la adoración, y Quiriat-jearim “era la ciudad grande más cercana en el camino entre Bet-semes y Shiloh” (K&D, 408).
(1) ¿Cuál fue el efecto de que el arca permaneciera en Quiriat-jearim, sin que fuera devuelto al tabernáculo?
(2) ¿Qué lección aprendieron del error cometido en Bet-semes, y qué hicieron para evitar que volviera a suceder?
(3) Aunque los israelitas tenían la sensación general de que se estaban volviendo a Jehová, ¿qué hizo Samuel para ayudarlos a expresar su arrepentimiento mediante acciones concretas?
(4) ¿Cuál pudo haber sido la razón por la que no se hizo ningún sacrificio de animales en su expresión inicial de arrepentimiento?
(5) ¿Qué hizo finalmente que Samuel ofreciera un sacrificio de animales?
(6) ¿Piensa usted que los filisteos eligieron el mejor momento para atacar? ¿Por qué o por qué no?
(7) ¿Qué lección importante podemos aprender sobre la clave de la victoria?
(8) Mientras la oración y la victoria van de la mano, también lo hacen la victoria y la paz; ¿Cómo puede usted aplicar estos principios en su vida cuando se trata de obtener la victoria sobre sus pecados?
(9) Una traducción más literal de “Ebenezer” es “Piedra de ayuda” (K&D, 412). Con una victoria tan notable, Samuel podría haber dado muchos otros nombres a esta piedra comemorativa. ¿Por qué le dio un nombre para expresar que "hasta aquí nos ayudó Jehová"? (7:12)
(10) Según los vv. 15-17, ¿qué estilo de liderazgo adoptó Samuel?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron solo a Jehová." (RVR1960) (1 Sam. 7:4)
Habría sido natural que el arca del Señor fuera devuelta a Silo y colocada dentro del tabernáculo tan pronto como fuera regresada por los filisteos. Sin embargo, el texto nos dice que permaneció en Quiriat Jearim durante unos veinte años, sin dar ninguna explicación.
Sin embargo, se nos dice cuál fue el resultado de su permanencia en Quiriat-jearim: la Biblia dice
que “toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová” (1 Sam. 7:2). En otras palabras, si el arca hubiera sido devuelta de inmediato a Silo, el pueblo lo habría dado por sentado y simplemente continuado con sus
vidas y estilos de vida, a saber, "cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos" (Jueces 21:25).
Ahora, como parece que ya no podían ir a Silo todos los años para adorar y presentar sus ofrendas sin el arca, reconocieron que todavía vivían bajo la ira de Dios. Esto despertó en ellos un deseo general de volver a Jehová, o un sentimiento de remordimiento o pesar. Lamentablemente, un sentimiento de remordimiento o pesar no es el arrepentimiento en absoluto. Samuel lo sabía muy bien; así, aprovechando su deseo de cambiar, les ayudó a expresar su arrepentimiento en términos sólidos en Mizpa.
Aprendemos una gran lección de su expresión de arrepentimiento, la cual incluyó los siguientes elementos:
- Deshacerse de todos sus dioses extranjeros, especialmente los ídolos de Baal y postes de Astarté. Al leer sobre su tristeza y su deseo de buscar a Jehová, automáticamente pensamos que ya se habrían deshecho de estos ídolos por completo. Pero resulta que a lo largo de estos 20 años de supuestos cambios, no había habido ningún deseo o acción para cortar sus vínculos con los ídolos. Lo mismo ocurre con nosotros: nuestro arrepentimiento se manifiesta necesariamente en la renuncia a todas las cosas o personas que han ocupado el lugar supremo de Dios en nuestros corazones.
- Derramaron agua delante de Jehová: Esto simboliza una “disolución interior debido al dolor, la miseria y la angustia” de la arrepentimiento ante el Señor (K&D, 411, citando Sal. 22:14, Lam. 2:19). Tal disolución interior fue acompañada de ayuno. David acompañó su disolución interior en el Salmo 51 con estas palabras: “al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás” (51:17).
- Una confesión pública de que “Contra Jehová hemos pecado” (7:6) — No es el modelo bíblico mantener la confesión en privado.
Quizás usted notó que en el llamado inicial al arrepentimiento, Samuel no hizo ningún sacrificio de animales. Es muy probable que él entendiera que la Ley decreta que solo se podía ofrecer sacrificios en el lugar prescrito, que era Silo (Lev. 17:9). Sin embargo, Dios no es un legalista después de todo. Sin el arca, Silo no era el lugar prescrito, y debido a la urgente necesidad de enfrentarse a sus enemigos, Samuel sabía que el perdón no podría estar completo sin el derramamiento de sangre. Como resultado, cuando el pueblo hizo su parte para poner en práctica el arrepentimiento, Samuel se vio obligado a ofrecer un cordero lechal como sacrificio para sellar el perdón de Dios.
Esto resalta el hecho de que en última instancia el perdón es gracia. Podemos arrepentirnos todo lo que podamos; si no fuera por la sangre de Cristo, nunca podremos ser perdonados y reconciliados con Dios. Por lo tanto, puesto que Cristo murió como sacrificio expiatorio por nuestros pecados, “ahora es el tiempo propicio; he aquí, ahora es el día de salvación” (2 Cor. 6:2). Arrepintámonos, deshaciéndonos de todos nuestros ídolos, derramando nuestro corazón en quebrantamiento y contrición, y confesando nuestros pecados públicamente (al menos a alguien que conocemos, y especialmente a aquellos que hemos ofendido).
Parece que Samuel había designado a sus dos hijos como jueces para servir con él, debido a que los hijos estaban estacionados en Beerseba, el extremo sur del país, mientras que Samuel aún residía en Ramá en el norte.
(1) A diferencia de Elí, Samuel agradaba a Jehová y actuaba con rectitud. ¿Por qué, entonces sus hijos fueron tan diferentes de él? ¿Puede usted pensar en algunas posibles razones?
(2) ¿Usted recuerda cómo Dios había llamado a Samuel cuando era niño, y las palabras que le había dicho? Lea nuevamente 3:11-14. ¿Samuel no debería haberse tomado estas palabras en serio? ¿Piensa usted que Samuel tuvo la culpa? ¿Sabía de la maldad de sus hijos? ¿Qué debería haber hecho?
(3) En el v. 4 leemos que los ancianos usaron la vejez de Samuel y las fechorías de sus hijos como razones para pedir un rey:
a. ¿De qué manera era válida su petición?
b. ¿Su objetivo era preservar una nación teocrática bajo Dios?
c. Si la respuesta es "sí", ¿cuál debería ser su solicitud?
d. Sin embargo, ¿cuál era su verdadero deseo?
e. ¿Qué quiere decir la frase "como tienen todas las naciones"? ¿Qué conllevaba?
(4) Reflexione sobre las siguientes preguntas con base en la respuesta de Dios a Samuel:
a. ¿Dios culpó a Samuel? ¿Por qué no? ¡Él había culpado a Elí por las fechorías de sus hijos!
b. ¿Qué quiere decir la afirmación "así hacen también contigo"?
c. Jehová ya había predicho que la nación tendría sus propios reyes en Deuteronomio 17:14-20; por lo tanto, ¿el pueblo no estaba simplemente pidiendo lo que Jehová había predicho a través de Su siervo Moisés? ¿Por qué su petición fue un rechazo de Dios como su rey?
(5) Dios le dijo a Samuel que advirtiera al pueblo sobre la insensatez de tener un rey sobre ellos:
a. ¿Tiene la sensación de que a ellos realmente no les importaban las desventajas? ¿Cuáles pudieron haber sido sus razones?
b. ¿Qué cosas que les habría hecho ignorar todas estas desventajas (las cuales podrían haber observado en las naciones circundantes)?
c. Con base en los vv. 11-18, ¿cuál fue la advertencia más severa?
(6) Podrían haberle pedido a Samuel que nombrara otro juez en su lugar, pero pidieron un rey “como tienen todas las naciones”. ¿Cuáles podrían ser las diferencias entre ser gobernado por un juez como Samuel y ser gobernado por un rey como las otras naciones, con respecto a lo siguiente:
a. La preservación de la paz y la prosperidad
b. El énfasis y la prioridad de honrar a Dios y su ley
c. La expansión del territorio para incluir tierras más allá de la Tierra Prometida
d. La organización gubernamental
e. La organización militar
(7) ¿Qué habría pasado si Samuel se hubiera negado a aceptar su petición?
(8) ¿Por qué el Jehová “cedió” a su demanda? ¿Acaso no podría haber mostrado Su disgusto con el pueblo como lo hizo durante su tiempo en el desierto? ¿Por qué no lo hizo?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"...A fin de que seamos como todas las naciones, para que nuestro rey nos juzgue, salga delante de nosotros y dirija nuestras batallas." (LBLA) (1 Sam. 8:20)
No mucho antes, el pueblo se había lamentado debido a la salida del arca de Jehová de entre ellos (7:2) y se había comprometido a arrepentirse y servir solo a Jehová bajo el liderazgo de Samuel (7:3). Bueno, quizás ya había pasado bastante tiempo. Desde entonces habían disfrutado de gran paz y prosperidad bajo Samuel (7:13-17). De hecho, la comodidad y la tranquilidad tienden a llevarnos a una insensibilidad espiritual y privarnos de nuestro sentido de misión. El pueblo obviamente ya había dado por sentada la paz y la prosperidad, y se había olvidado de quiénes eran: “un reino de sacerdotes y una nación santa”, un pueblo que pertenecía a Jehová.
Ahora tenían el lujo de querer ser como las naciones que los rodeaban:
- Querían ser agresivos como las demás naciones, y ya no se conformaban con ocupar solo la Tierra Prometida.
- Les importaba menos que Dios fuera temido por las naciones; en cambio, ellos mismos querían ser temidos como nación.
- Querían tener más que una fuerza de defensa que se reunía solo cuando fueron atacados; querían un ejército bien entrenado y equipado.
- Querían un gobierno estructurado que ofreciera poder y estatus jerárquico.
- Querían palacios grandiosos y desfiles de vencedores.
- Querían una buena oportunidad para ser reyes algún día.
Todo esto no habría sido posible si hubieran continuado siendo gobernados por jueces como Samuel y por la teocracia. Incluso estaban dispuestos a renunciar a su libertad para ser como otras naciones. Es por eso que Dios dijo que al pedir un rey Lo estaban rechazando como su rey.
No debemos apresurarnos a condenar a los israelitas, porque nosotros somos muy similares a ellos en muchos aspectos. La comodidad y la tranquilidad, aunadas a la falta de persecución, pueden llevarnos a la insensibilidad espiritual y la pérdida del sentido de misión. Sin un sentido de misión, tendemos a enfocarnos en nosotros mismos: estamos insatisfechos con el destino que Dios nos ha designado; usurpamos la gloria que debería ser de Dios; nos obsesiona el tamaño de nuestra iglesia; perdemos tiempo en la estructura administrativa y los estatutos; nos preocupamos demasiado por la apariencia e imagen de la iglesia y somos hambrientos de poder y reconocimiento. De hecho, incluso podríamos ser peores que los israelitas. ¡Al menos ellos fueron lo suficientemente honestos como para admitir que querían ser como el mundo!
(1) La historia de Saúl comienza con una descripción de él y su familia:
a. ¿De qué clase de familia vino Saúl?
b. ¿Qué clase de persona era él?
c. ¿Por qué la Biblia elegió describirlo en esos términos? ¿Usted escuchó un eco a la petición del pueblo en el capítulo 8?
(2) La desaparición de los burros no fue un accidente, sino un incidente que Dios usó para lograr Su propósito. A la luz de esto, ¿cómo puede usted pensar sobre aquellos incidentes en su vida que podrían considerarse molestias o infortunios?
(3) Después buscar en un área geográfica bastante amplia, llegaron a la región de Samuel y Saúl decidió abandonar la búsqueda. ¿Qué clase de virtud mostró Saulo en el v. 5?
(4) Lo que sucedió después fue, en esencia, una cita divina que condujo al llamado y ungimiento de Saúl como rey sobre Israel. Es obvio que Saúl no tenía ni idea de lo que iba a suceder. ¿Es posible realmente estar “preparado” para hacer frente a un llamamiento tan importante y divino? ¿Qué tipo de preparación podría ser necesaria para asumir un llamamiento tan importante y sagrado? ¿Piensa usted que Saúl estaba preparado para ello? ¿Por qué o por qué no?
(5) Aunque Saúl podría no estar preparado, Samuel lo estaba. ¿Cómo Dios lo había preparado para ungir a Saúl?
(6) Samuel le reveló a Saúl que Dios lo había elegido para ser rey en una declaración muy breve; poco antes habían subido a adorar. ¿Cuál fue la reacción inmediata de Saúl?
(7) Suponiendo que su respuesta fue genuina (puesto que no tenía conocimiento previo y no pudo pensar cómo debería responder), ¿qué nos dice sobre Saulo? ¿De qué manera estaba listo para asumir tal vocación?
(8) ¿Qué más le pudo haber faltado en ese momento?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“No soy yo benjamita, de la más pequeña de las tribus de Israel, y no es mi familia la menos importante de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me hablas de esta manera?" (LBLA) (1 Sam. 9:21)
Creo que la reacción inmediata de Saúl al llamado que Dios le transmitió a través de Samuel fue genuina. En cierto modo, no estaba preparado en absoluto para este sagrado llamamiento. No sabemos nada sobre su condición espiritual antes de este llamado. Lo único que sabemos son sus cualidades externas:
- Provenía de una familia de cierto estatus social que probablemente también era adinerada (9:1)
- Que era un joven impresionante sin igual lo que probablemente señala que era muy alto (9:2)
Esta descripción parece ser una afirmación bastante sarcástica del tipo de rey que el pueblo quería, uno igual que los reyes de las naciones que los rodeaban.
Sin embargo, su preocupación por la ansiedad de su padre (9:5) nos da un pequeño vislumbre del carácter interior de Saulo: era de buen corazón y amaba a su padre. En otras palabras, era una persona sociable — un rasgo bastante inusual y precioso para un futuro rey.
Aunque todavía no conocía al Señor y ciertamente no estaba preparado mental y espiritualmente para ser el primer rey de Israel, su respuesta inmediata ante la revelación del llamamiento de Dios reveló su humildad: “No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?" (RVR1960) (1 Sam. 9:21).
Puesto que no supo que sería elegido, su respuesta no fue un discurso preparado, sino una reacción espontánea. Aunque su padre fuera un hombre de prestigio y su casa adinerada, eso no era nada en comparación con ser elegido para ser el futuro rey de Israel. En efecto, Benjamín, era la tribu más pequeña de Israel y casi había sido exterminado hasta la extinción (Jueces 20:46-48).
Aunque la petición por un rey era incorrecta y el corazón de Dios se había entristecido debido a la rebelión del pueblo contra Él, Él fue misericordioso y les estaba dando un rey bondadoso y humilde. De hecho, fue un buen comienzo para Saúl y para la nación. Sin embargo, como veremos más adelante, un buen comienzo no garantiza un buen final — su humildad pronto dio paso a la presunción y la arrogancia una vez que asumió el poder. ¡Esta es la razón por la que nunca debemos poner nuestra esperanza en ningún hombre o mujer, especialmente en un político!
(1) ¿Cuál pudo haber sido la importancia simbólica de reservarle la pierna (derecha) a Saulo y dársela en la presencia de los invitados (que probablemente eran líderes importantes)? (ver Levítico 7:32 y ss.)
(2) Aunque la Biblia no nos dice de qué hablaron Samuel y Saúl en el techo de su casa (9:25), dado el breve llamamiento revelado anteriormente por Samuel, ¿qué habría querido Saúl saber de Samuel? ¿De qué querría Samuel hablar con Saúl?
(3) ¿Por qué Samuel decidió ungir a Saúl primero en un ambiente privado? ¿Qué le habría hecho a Saulo, con respecto a la preparación de su corazón antes de que pudiera ser abrumado e influenciado por la opinión o presión pública?
(4) ¿Cuál podría ser el significado de cada uno de los eventos o señales que Samuel predijo?
a. La confirmación de que los burros habían sido encontrados, lo que tranquilizó a Saúl (No sabemos dónde estaba Selsa, pero la tumba de Raquel estaba cerca de Belén.)
b. La entrega de las tortas de pan (probablemente para el sacrificio en Betel) a Saúl de parte de tres extraños. (Una vez más, no sabemos donde estaba ubicado Tabor, excepto que este pasaje aclara que que estaba entre Belén y Guibeá.)
c. Su encuentro con un grupo de profetas (probablemente una escuela que Samuel habría comenzado para entrenar profetas) donde escuchó sus profecías, culminando con su propia llenura por el Espíritu, cuando él se unió a ellos profetizó también
(5) ¿Cuán importantes fueron estas tres señales para Saúl con respecto a su llamamiento?
(6) ¿Qué quiere decir que Saulo sería "mudado en otro hombre" por la llenura del Espíritu?
(7) ¿Qué quiere decir que Saulo podría hacer “lo que te viniere a la mano” después de eso? ¿Por qué?
(8) La última palabra de Samuel no fue una señal sino una orden. ¿Cuál fue la importancia de ordenarle a Saulo que esperara “siete días” hasta que llegara? ¿Qué tipo de prueba fue?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre." (RVR1960) (1 Samuel 10:6)
Básicamente, el pueblo había abandonado a Dios y en su lugar quería un rey que saldría delante de ellos y lucharía por ellos (8:20). En otras palabras, no querían depender de Dios para luchar por ellos, sino en caballos, carros y príncipes (Sal. 20:7, 146:3). ¡Qué necios eran!
Sin embargo, nuestro Dios es un Dios sumamente bondadoso, lento para la ira y lleno de amor (Sal. 103:8); Él todavía quería guiarlos mediante un rey conforme a Su propio corazón. Por lo tanto, a pesar de que Saúl no estaba preparado para la tarea, estaba decidido a moldearlo como lo había hecho con todos sus siervos. Dios todavía lo hace, porque Él es el Dios Todopoderoso que puede cumplir Su voluntad a pesar de quienes son Sus siervos, pero desea moldearlos, no solo para que sean siervos útiles, sino para que comprendan Su corazón.
Por eso eligió ungir a Saúl, primero en un ambiente privado, para que no se sintiera abrumado por la presión pública y tuviera tiempo de procesar su repentino llamado.
Puesto que Saúl realmente no lo conocía (o al menos no lo conocía bien personalmente), Dios le pidió a Samuel que le diera tres señales en su viaje a casa. El propósito principal de las señales fue asegurarle de que el llamado había sido genuino y que Dios estaba en completo control de su situación:
- La afirmación de que se habían encontrado los burros habría aliviado su preocupación por su padre para que pudiera concentrarse en procesar esta repentina llamada.
- La entrega de los panes por parte de los hombres que se dirigían a adorar en Betel lo afirmó aún más como el elegido de Dios. Sin embargo, el mensaje de Dios también fue claro que ser un rey en Israel era totalmente diferente de ser un rey en las demás naciones — era un encargo sagrado a la par con el estatus que tenía un sacerdote. El Rey debía servir al pueblo en nombre de Dios. Tanto la pierna que le había dado Samuel antes como los panes que le dieron los tres hombres sirvieron para enfatizar este importante punto.
- Sin embargo, la última señal fue totalmente diferente de las dos primeras, puesto que para ser un rey conforme al corazón de Dios, Saúl tenía que ser una persona totalmente diferente. En la mayoría de los casos en la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento, la venida del Espíritu sobre una persona suele ser el resultado del arrepentimiento (Hechos 10:47). Parece que el Espíritu operaba un poco diferente en el Antiguo Testamento en el sentido de que solía venir sobre una persona para darle poder para cumplir la tarea de Dios. Los jueces son ejemplos típicos de esto (Jueces 3:10; 6:34; 11:29; 14:6, 19; 15:14 y 16:25).
Sin embargo, en el caso de Saulo, quedó claro que la venida del Espíritu sobre él no fue un evento para darle poder solo una vez, sino que debía producir un cambio dentro de él. ¡Este es siempre el deseo de Dios para sus siervos! ¡Hoy también, este es el deseo de Dios para usted y para mí! Pero el Espíritu Santo opera en nosotros de una manera muy diferente a los espíritus malignos. Mientras que los espíritus malignos buscan quitarnos nuestra voluntad y controlarnos, el Espíritu Santo solo nos empuja suavemente a una sumisión amorosa, como lo expresa tan bellamente el Cantar de los Cantares: “Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalén, por las gacelas o por las ciervas del campo, que no levantéis ni despertéis a mi amor, hasta que quiera" (Cant. 2:7).