Esta semana continuaremos el estudio
del libro de Nehemías en el Antiguo Testamento.
(1) A pesar del desprecio y las burlas, el pueblo logró seguir con la obra de reconstrucción; de hecho, completaron los muros hasta la mitad de su altura, es decir, la obra ya estaba terminada al 50% . La Biblia nos dice que el pueblo lo había logrado porque “tuvo ánimo [literalmente, corazón] para trabajar” (LBLA) (4:6).
a. ¿Por qué el pueblo era tan diferente de como era antes (por ejemplo, en Esdras 4:4)?
b. ¿Qué lección pudieron haber aprendido de la reconstrucción del templo?
c. ¿Qué había significado Nehemías para ellos? (Observe su oración en 4:4-5, la cual probablemente dijo en público.)
(2) Aunque el trabajo estaba solo a la mitad, ya habían cerrado las brechas. ¿Qué significó esto para los enemigos vecinos? (Nota: la descripción de los vecinos sirve para recordarnos que Israel estaba básicamente rodeado por todos lados).
(3) Los enemigos decidieron tomar medidas concretas. ¿Cómo respondió el pueblo a su amenaza? (Note que en el v. 9, Nehemías dice "oramos" y no "oré".)
(4) Al mismo tiempo que el pueblo se enfrentaba a presiones externas, también se multiplicaban los problemas internos. ¿Cuál fue el problema interno mencionado en este pasaje? La obra había comenzado a afectar al pueblo, algo que es simplemente humano. ¡Era de esperar! ¿Qué hacemos normalmente en la iglesia cuando la gente se siente cansada, agotada, o cuando la tarea o la carga se vuelve demasiado pesada?
(5) Mientras tanto, las amenazas externas continuaban, y fue necesario establecer vigilantes para proteger al pueblo las 24 horas. ¿Qué hizo Nehemías, además de colocar guardias armados en los puntos más bajos o que aún estaban expuestos?
(6) El texto describe guardias apostados, obreros con una mano en la espada y un supervisor que (junto con Nehemías) era señalado por trompetistas: qué tipo de imagen esto evoca, y cómo podemos aplicarla hoy a nuestra guerra espiritual mientras obramos en la obra del Señor?
(7) A la luz de cómo Nehemías lidió con esta última amenaza externa, ¿estaría usted de acuerdo en que era un gran estratega? Sin embargo, ¿usted ha notado también qué clase de actitud siempre impregnaba su uso de la estrategia?
(8) ¿Cómo lidió con la primera denuncia interna? ¿Lo abordó?
(9) Aunque es evidente que Esdras contribuyó en gran medida al restablecimiento de la Ley de Moisés entre el pueblo, Nehemías sin duda definitivamente complementó algunas de sus áreas deficientes. ¿Cuáles eran esas áreas?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Ni yo, ni mis hermanos, ni mis sirvientes, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma en la mano." (LBLA) (Nehemías 4:23)
Bajo la amenaza de
violencia por parte de sus enemigos, Nehemías ideó un plan para salvaguardar la
continuación del trabajo de reconstrucción y la seguridad de los
trabajadores. La escena que la Biblia describe es bastante impresionante:
“Mitad de mis hombres trabajaban en la obra mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas; y los capitanes estaban detrás de toda la casa de Judá. Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma. Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí." (LBLA) (Nehemías 4:16-18)
Ese plan revela la sabiduría de Nehemías, y fue tan efectivo que la obra continuó hasta su conclusión sin que sus enemigos siquiera intentaran atacarlos. Sin embargo, al mismo tiempo, Nehemías enseñó a su pueblo a no depender de su propia fuerza y les advirtió: “No les tengáis miedo; acordaos del Señor, que es grande y temible, y luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas." (LBLA) (4:14)
La batalla del pueblo fue al mismo tiempo un desafío militar y una batalla espiritual. Nehemías nos dio un ejemplo de cómo nosotros también debemos pelear nuestra batalla espiritual hoy.
En efecto, nuestra batalla no es contra sangre y carne, sino contra las fuerzas espirituales del mal en las esferas celestiales. De todos modos, no debemos solo seguir haciendo la obra del ministerio de Dios, sino que debemos unirnos como un solo hombre y armarnos (como Pablo nos exhorta en Efesios 6:12-18) con toda la armadura de Dios: el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, los calzados del evangelio de la paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu de Dios, que es Su Palabra. Pero no olvidemos el arma final que es la fuente de nuestra fuerza para perseverar y no desanimarnos, a saber, orar en el Espíritu en toda circunstancia, una práctica que caracterizaba la actitud de Nehemías e impregnaba todo lo que hacía.
Leímos sobre el primer problema interno en 4:10; ahora vemos que surgieron más problemas:
(1) ¿Cuál fue la causa del primer gran clamor en 5:2? ¿De quién fue la culpa?
(2) ¿Cuál fue la causa del segundo clamor en 5:3? ¿De quién fue la culpa?
(3) ¿Cuál fue la causa del tercer clamor en 5:4? ¿De quién fue la culpa?
(4) Para resumir estas tres quejas, ¿en qué condición social vivía el pueblo?
(5) ¿Qué riesgo corrió Nehemías al desafiar a los nobles y los funcionarios judíos en este momento tan crítico de la reconstrucción, especialmente ante la amenaza de violencia por parte de sus enemigos? ¿Por qué no esperó hasta la conclusión de la obra para enfrentarse a ellos?
(6) ¿Qué lecciones importantes podemos aprender de él?
(7) Según los vv. 7-9, ¿cuán grave había sido su pecado a este respecto?
(8) Parece que el propio Nehemías también prestaba dinero a los pobres; sin embargo, sus préstamos eran diferentes. ¿Cuán diferentes eran?
(9) ¿Cuánto estaban cobrando los ricos a los pobres?
(10) ¿Qué les pidió Nehemías que hicieran?
(11) ¿Los nobles y funcionarios cumplieron con las exigencias de Nehemías? ¿Por qué?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos." (LBLA) (Nehemías 5:1)
Este breve período de la historia de la reconstrucción de los muros de Jerusalén bajo el liderazgo de Nehemías es como una bocanada de aire fresco. Esto no quiere decir que no hubiera pecados entre entre el pueblo, ni tampoco que no hubiera contratiempos o disputas internas; hubo todos estos problemas durante la obra de reconstrucción de las murallas de la ciudad; sin embargo, también hubo arrepentimiento y (quizás aun más raro) un gran sentido de misión. De manera inusual, este último fue demostrado por el gran clamor de los pobres que había entre el pueblo contra los ricos y los nobles.
Al parecer, el clamor tomó a Nehemías por sorpresa. Debería haber estado enterado de estos pecados de los ricos y nobles y de la difícil situación del pueblo. Quizás lo estaba, pero la urgencia de la obra consumía toda su atención. Ahora, el clamor del pueblo sirvió para despertar incluso su propia conciencia, y Nehemías sabía que la obra nunca es más importante que las personas, por lo que tomó medidas inmediatas para corregir la injusticia.
Por las siguientes razones, la injusticia que se había cometido contra estas personas era especialmente perversa:
- Les costaba "comer y vivir" (5:2): Eran tan pobres y sus recursos estaban tan agotados que ya no podían seguir alimentando a sus familias de manera adecuada.
- Aunque su difícil situación no había comenzado debido a la obra de reconstrucción, sino probablemente debido a una hambruna que había ocurrido antes, de todos modos se habían visto obligados a hipotecar todas sus tierras solo para alimentarse.
- Para aumentar su miseria, habían tenido que seguir pagando impuestos al rey (los cuales sin duda incluían impuestos que tenían que pagar a los gobernadores locales).
- Aún peor, cuando pidieron prestado a sus compatriotas ricos para sobrevivir, estos ricos les impuso intereses muy altos sobre los préstamos (como un usurero), y como resultado habían tenido que vender a sus hijos e hijas como esclavos.
No es de extrañar que Nehemías se enfureciera al escuchar sus clamores, tanto debido a la gravedad de los pecados como porque él se sentía que era parte del problema, ya que él también prestaba dinero a los pobres, aunque tal vez sin presionarles a que le pagaran o cobrarles interés (5:10).
Pero estos clamores ocurrieron en un momento crítico. Estas eran las personas que estaban trabajando “de corazón” para reconstruir los muros de la ciudad (4:6). Eso quiere decir que apesar de que eran muy pobres, a pesar de que habían hipotecado sus tierras, y a pesar de que aún batallaban para llegar al fin del mes, estas personas se habían dedicado por completo y sin quejas a la obra bajo Nehemías. De hecho, su participación en la obra de reconstrucción solo había agrabado aún más su difícil situación, puesto que se habían apartado su tiempo para participar de esta obra, con el fin de mostrar su solidaridad con el pueblo de Dios y luchar por la gloria de Jehová. Fue solo cuando ya les era imposible alimentar a sus familias que finalmente fueron obligados a pedir ayuda y presentar sus quejas a Nehemías.
¡Qué bocanada de aire freso!
(1) Es interesante notar que los campesinos no habían mencionado estos problemas antes. Toda su atención había estado enfocada en participar de manera sacrificial en la obra de la reconstrucción del muro, hasta que se dieron cuenta de que ya no podían sostener a sus familias mientras continuaban a dedicar la mayor parte de su tiempo a la obra bajo Nehemías. Si usted fuera Nehemías, ¿no se habría preguntando cómo pudo no estar al tanto de estos problemas durante todo ese tiempo? ¡Estos son motivos de reflexión para todos nosotros, especialmente para aquellos que trabajan en el liderazgo cristiano!
(2) ¿Qué hizo Nehemías para que este acto de arrepentimiento fuera vinculante para los ricos?
(3) ¿Qué simbolizó su acto de sacudir el manto? ¿Qué tipo de líder espiritual normalmente haría eso en la época del Antiguo Testamento?
(4) ¿Qué habían hecho al pueblo los gobernadores y funcionarios anteriores?
(5) ¿Qué clase de ejemplo dio Nehemías al pueblo como gobernador? ¿Cuán diferente era él de los gobernadores anteriores?
(6) ¿Acaso no estaba presumiendo su riqueza y poder al siempre invitar a otros para que comieran en su mesa? ¿Tenía algún propósito superior al hacerlo?
(7) ¿Cuán importantes fueron todas estas acciones en su intento de no lidiar de manera superficial con el clamor del pueblo? ¿Cómo puede usted aprender de su ejemplo?
(8) Según el v. 19, ¿cuál fue el propósito final de Nehemías al hacer todas estas “buenas obras”?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque era pesada la servidumbre sobre este pueblo." (LBLA) (Nehemías 5:18)
Nunca es fácil tener una posición de liderazgo, ni siquiera dentro de la comunidad del pueblo de Dios. Incluso con su educación superior a la media (que probablemente era un requisito para trabajar en la corte del rey de un país extranjero) y el respaldo de un decreto real que lo hacía gobernador, el liderazgo de Nehemías no fue fácil. Tuvo que enfrentar tanto a enemigos formidables externos como a funcionarios y nobles dentro del pueblo que buscaban enriquecerse a sí mismos.
En la primera parte del capítulo 5 leemos sobre el clamor de los oprimidos — los "nobles y los oficiales" habían cometido pecados graves contra ellos (Neh. 5:7). Estos pecados iban más allá de la usura, algo prohibido por la ley de Moisés (Ex. 22:25, Lev. 25:36): incluso obligaban a su propia gente a vender a sus hijos e hijas, sin liberarlos en el séptimo año (Ex. 21:1-2).
Sin embargo, es interesante leer que estos nobles y funcionarios codiciosos, una vez confrontados por Nehemías, inmediatamente aceptaron devolver todo a los pobres (5:12). Uno se pregunta qué fue lo que realmente sucedió. Por un lado, la autoridad de Nehemías como gobernador era incuestionable, y la Ley de Moisés estaba de su lado. Pero habría sido un pérdida muy sustancial para los nobles tener que simplemente devolver todo a los pobres que les debían el dinero. En los vv. 14-19, inmediatamente después de la descripción del acto de arrepentimiento de estos nobles, Nehemías nos da lo que quizás fue la razón más poderosa para su cumplimiento: él mismo había dado un ejemplo de una vida irreprochable como gobernador, y así fue como vivió y lideró a lo largo de sus 12 años como gobernador en la tierra de Judá:
- A diferencia de los gobernadores anteriores, quienes habían exigido altos impuestos al pueblo, y cuyos auxiliares obviamente habían recaudado aún más de lo que se imponía oficialmente, Nehemías y sus funcionarios no comían de los alimentos que les eran asignados de esa manera; eso no quiere decir que no hubo ningún impuesto, sino que el impuesto no llegaba a ser una carga para el pueblo.
- Él y sus hombres dedicaban su tiempo a la obra de la reconstrucción del muro, lo que significa que todo su tiempo estaba dedicado al bienestar del pueblo, mientras que los gobernadores anteriores obviamente llevaban una vida de ocio y dedicaban su tiempo a engordar.
- Además, Nehemías señaló que ellos (algunos manuscritos dicen "yo") no habían adquirido ninguna tierra. Eso significa que su enfoque era servir y no acumular riqueza para sí mismos, aunque tenían derecho a hacerlo.
Aunque la historia nos presenta con otros líderes íntegros como Nehemías, él señaló que lo que hacía era "por temor a Dios" (NVI). En otras palabras, su intención no era hacer el bien, sino agradar a Dios y solo a Dios. Con un ejemplo tan piadoso y una vida tan piadosa, Nehemías pudo confrontar a los nobles y funcionarios de modo que su única opción fue quedarse callados porque “no hallaron respuesta” (5:8).
¡Así es el poder de una vida irreprochable!
(1) Ahora que los muros ya habían sido reconstruidos, ¿qué significaría para los enemigos si también se instalaran las puertas?
(2) ¿Cuál fue la primera táctica utilizada por los enemigos ante el hecho de que la obra de asegurar la ciudad de Jerusalén estaba casi completa?
(3) ¿Cómo lidió Nehemías con este complot — de manera diplomática o contundente? ¿Por qué?
(4) ¿Cuál fue la siguiente táctica utilizada por los enemigos? ¿Cuán potencialmente dañina fue esta táctica? ¿Cómo usted habría respondido si fuera Nehemías?
(5) Además de refutar la falsa acusación de los enemigos, ¿qué hizo Nehemías?
(6) ¿Por qué los profetas o las profetisas de Dios estaban dispuestos a ser contratados por los enemigos?
a. ¿Acaso no deseaban que Jerusalén fuera reconstruida?
b. ¿No tenían miedo de ser expuestos?
c. ¿No tenían temor a Dios?
d. Si el dinero no fue la razón principal, ¿cuál habrá sido la verdadera razón?
(7) ¿Qué tipo de trampa le tendieron a Nehemías? ¿Cómo lidió Nehemías con ella? ¿Por qué? ¿Qué tipo de ejemplo nos dio?
(8) ¿Cuál habrá sido la razón por la que las naciones vecinas "reconocieron que esta obra había sido hecha con la ayuda de nuestro Dios"? ¿Tuvo algo que ver con el coraje demostrado por este pueblo que antes era tímido, o con la rapidez con que se logró?
(9) En la forma de una observación incidental, Nehemías nos describe la traición interna que enfrentó durante la obra de reconstrucción (no obstante, la obra finalmente se completó):
a. ¿Cuánta influencia tenían estas personas?
b. ¿Usted puede imaginar lo exasperante que todo esto habría sido para Nehemías?
c. A partir de los relatos de los capítulos anteriores, ¿puede usted describir cómo Nehemías lidiaba con este tipo de situación?
d. ¿Cuáles podrían ser los mensajes para nosotros hoy acerca de lo que conlleva hacer la obra de Dios?
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas somos muchos; por tanto, que se nos dé trigo para que comamos y vivamos." (LBLA) (Nehemías 5:2)
Mientras reflexionaba sobre la "bocanada de aire fresco" en el capítulo 5 respecto a los pobres y cómo habían participado en la obra de reconstrucción de la ciudad, dejando a un lado sus propias dificultades financieras hasta que ya no podían alimentarse, recordé algo que Carlo Carretto compartió sobre los que "realmente" son pobres. Quisiera compartir las siguientes reflexiones:
“Y cuando pensé en los pobres que había conocido a lo largo de mi vida, especialmente en los últimos años, estaba claro que había pobres que solo eran pobres y nada más — eran muy tristes, a menudo enojados y ciertamente no bendecidos.
“Luego, recordé muy bien que había personas pobres que eran muy diferentes, eran personas pobres que vestía su pobreza de manera hermosa.
“Eran personas pobres que tenían la convicción de que Dios los guiaba, que eran sostenidos por Su Presencia.
“Eran pobres que eran capaces de amar, a pesar de sus repentinas vejaciones—pobres que eran pacientes en la prueba, ricos en esperanzas, fuertes en la adversidad.
“Eran pobres que estaban bendecidos porque todos los días podían dar testimonio de que Dios estaba presente en sus vidas, y que les proveía como lo hacía con el gorrión del cielo, que no posee graneros.
“Sí, esto me cautivó."
(De Guide to Prayer, 284)
En este pasaje largo, nos enfocaremos en los primeros cinco versículos. El resto es casi una reproducción exacta de Esdras 2.
(1) Aunque las puertas de las distintas entradas de la ciudad ya estaban puestas, la amenaza de un ataque enemigo no había desaparecido. Por lo tanto, de entre todo el pueblo, Nehemías eligió como porteros a los cantores y levitas y les dio la tarea de guardar las puertas. ¿Cuál pudo haber sido su razonamiento, dadas las quejas que habían sido presentadas por los pobres que probablemente formaban la mayoría de los residentes de la ciudad?
(2) Luego, Nehemías nombró a dos personas para gobernar la ciudad: El nombramiento de su hermano es comprensible, puesto que Nehemías podía confiar en él (dados los lazos que muchos de los líderes judíos locales tenían con sus enemigos):
a. ¿Cuál fue la razón por la que nombró a Hananías?
b. ¿Usted ha conocido a algún líder cristiano que también encaja en esta descripción?
c. ¿Usted encaja en esta descripción?
(3) Los exiliados ya habían estado regresando a Jerusalén durante muchas décadas. ¿Por qué, entonces, “el pueblo dentro de ella era poco”?
(4) ¿Por qué la mayoría de los repatriados elegían vivir fuera de la ciudad (algo que Nehemías intentó corregir, ver 11:1)?
(5) Imagine que usted viviera en un lugar en los Estados Unidos similar al Jerusalén de la época de Nehemías, de donde durante décadas había ocurrido un éxodo masivo de personas del centro de la ciudad (un fenómeno conocido en inglés como "white flight"):
a. ¿Cuál habría sido la razón de ese fenómeno?
b. ¿Cuán similares pueden ser los factores que llevan a las personas a huir del centro de la ciudad a los que habrían experimentado los que habían retornado a Jerusalén?
c. ¿Qué decidió hacer Nehemías en respuesta a ello?
d. Según la explicación que da en el v. 5, ¿por qué Nehemías lo hizo?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
La lista proporcionada aquí por Nehemías era similar a la que aparece en Esdras. Aunque los comentaristas dan diversas razones para los números diferentes, yo creo que la razón más lógica y sencilla es que la lista que aparece en Esdras es la versión que fue compilada en la época de los primeros repatriados, y que sin duda fue actualizado con el tiempo (con el fin de lograr una asignación más precisa de tierra) antes de que se archivara para fines de registro.
"Y la ciudad era espaciosa y grande, pero el pueblo dentro de ella era poco y no había casas reedificadas." (LBLA) (Nehemías 7:4)
Un fenómeno común en los Estados Unidos que surgió como consecuencia del surgimiento de los “suburbios” ha sido el éxodo de muchas familias de las clases media y alta de los centros urbanos, los cuales deterioraron hasta convertirse en barrios caracterizados por la delincuencia. Este fenómeno ha sido llamado (en inglés) "white flight".
En palabras del Maestro en Eclesiastés, “No hay nada nuevo bajo el sol” (1:9). Los exiliados que regresaron a Jerusalén hicieron exactamente lo mismo. Cuando Jerusalén fue destruida por los babilonios, solo quedaron los más pobres entre los pobres (2 Rey. 25:12). Aunque la mayoría de los habitantes fue llevada cautiva a Babilonia, muchos también huyeron a Egipto (2 Rey. 25:26). Después de un lapso de 47 años (del 586 al 538 a.C.), el primer grupo de retornados regresó bajo el edicto del rey Ciro de Persia, siendo movidos por el Espíritu de Dios (Esd. 1:5).
Sin embargo, la creciente oposición de sus vecinos gentiles no solo los había llevado a detener la obra de reconstrucción del templo, sino que también los había llevado a desviar su atención de la construcción y enfocarse en sus propias casas, viñedos o negocios. Sin embargo, parece que la ciudad arruinada de Jerusalén no fue muy propicia para sus esfuerzos, especialmente a la luz de la falta de un muro de protección adecuado. Como resultado, muchos habían optado por no vivir en Jerusalén o mudarse de Jerusalén a otras áreas de Judá.
Cuando Nehemías regresó, observó no solo que los muros de la ciudad estaban en ruinas, sino también que nadie deseaba vivir en el interior. No es descabellado imaginar que Jerusalén se había convertido en una ciudad muy pobre, y la falta de residentes solo hizo que fuera un lugar inseguro para vivir donde no había oportunidades de trabajo, no muy diferente de los centros de muchas ciudades estadounidenses de hoy. Un ejemplo reciente es la ciudad de Detroit, que se enfrenta a la bancarrota (en el año 2013).
CNN acaba de transmitir un episodio de Parts Unknown donde se muestra que gran parte de la ciudad de Detroit ha quedado tan abandonada que el presentador, Anthony Bourdain, la comparó con Chernobyl. Aunque Anthony Bourdain mostró parte de un esfuerzo de reconstrucción por parte de personas que están decididas a regresar a la ciudad para reconstruirla—un chef, un agricultor orgánico, etc., su programa no mencionó el sector que quizás es la más importante—las comunidades cristianas. Muchos pastores cristianos, artistas y otras personas laicas han seguido los pasos de Nehemías y su pueblo, regresando a Detroit para recuperar la ciudad para Cristo y dar esperanza a los residentes. Vale la pena citar algunas de las entrevistas realizadas por el periódico Christianity Today (enero/febrero de 2013):
“Muchos cristianos a quienes CT entrevistó para esta historia usaron una analogía de la historia de la iglesia para explicar su compromiso con Detroit ... Cuando una plaga devastó Roma en los siglos II y III, llevando a un éxodo de ciudadanos, muchos cristianos se apresuraron a ir a la ciudad para cuidar a los enfermos y moribundos, uniéndose a los muchos que ya estaban allí, que se negaban a irse."
“'Vinimos a este lugar porque era una de las áreas más devastadas', dice Lisa Johanon , quien decidió quedarse en Detroit para participar en el desarrollo comunitario después de que su antiguo empleador, Youth for Christ, suspendió su ministerio en Detroit a principios de la década de 1990."
"'Dios me ha llamado a ministrar en una ciudad destruida ... Dios no ha abandonado este lugar y yo tampoco lo haré', dice Stacey Foster, quien se mudó de Florida para pastorear una iglesia en Detroit."
Hay muchas historias conmovedoras en ese reportaje sobre Detroit; les animo a que visiten el sitio web de la revista para leer sobre ellas.
(1) Parece
que la reforma de Esdras que había comenzado en el 458 a.C. no duró mucho
debido a la presión política, lo que había llevado a la ruina de Jerusalén.
Ahora, en el séptimo mes (Tishri), un mes
después de la conclusión de la obra del muro (el día 25 de Elul, el sexto mes, en
el año 20 de Artajerjes, es decir, 445 a.C.), el pueblo se reunió en
Jerusalén. Lo primero que hicieron fue pedir "al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés ..." (LBLA).
a. ¿Cuán importante es la palabra "ellos" en el v. 1? (texto en negrita mío)
b. ¿Qué significó el acto de traer el libro de la ley de Moisés, tal vez unos 13 años después de la reforma de Esdras?
(2) ¿Qué nos enseña la mención de "todos los que podían entender lo que oían" sobre la cultura y las condiciones espirituales de estas personas?
(3) ¿Cuánto duró la primera lectura de Ezra?
(4) Imagine que usted fuera uno de los que habían salido de Jerusalén unos diez años antes, y que esta fue la primera ocasión en que usted escuchó una lectura de la Ley. ¿Puede describir cómo se habría sentido con los muros restaurados, los enemigos controlados y reunido "como un solo hombre" con cientos de miles de otras personas de Dios?
(5) Los eruditos debaten si lo que hicieron los levitas fue traducir la Ley leída por Esdras a los idiomas que estos repatriados podían entender, o si la estaban explicando en hebreo. Sin embargo, lo más importante es reconocer que la Ley no se leyó como un simple ritual, sino que necesitaba ser entendida (8:8):
a. ¿Cuál es el mensaje para aquellos que insisten en leer las Escrituras en una versión que la gente ya no entiende (especialmente aquellos en la Iglesia Católica Romana que insisten en usar solo el latín en su liturgia)?
b. ¿Qué puede hacer su iglesia para que las Escrituras sean más comprensibles para la gente?
c. ¿Qué puede usted hacer para comprender mejor las Escrituras?
(6) ¿Cuál fue el resultado de la lectura y comprensión de la Ley por parte del pueblo?
(7) ¿Por qué Nehemías evitó que el pueblo se lamentara? ¿Acaso llorar al oír la Palabra no es una experiencia sagrada también?
(8) Según el v. 12, ¿cuál fue la base del gozo del pueblo?
(9) ¿A usted le trae gozo leer y comprender la Palabra? ¿Por qué o por qué no?
(10) Por lo tanto, ¿qué debería caracterizar la adoración del Señor?
(11) ¿Su adoración dominical también está caracterizada por el gozo? ¿Por qué o por qué no?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Este día es santo para el Señor vuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley." (LBLA) (Nehemías 8:9)
Una vez concluidos los muros de la ciudad, todo el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén, y le pidió a Esdras que trayera el Libro de la Ley de Moisés y se lo leyera (Nehemías 8:1).
No tenemos idea de por qué la reforma de Esdras, quien había restaurado la enseñanza, el escuchar y la observancia de la Ley de Moisés, no duró. Quizás Esdras (un sacerdote y escriba) carecía del liderazgo político y militar que se necesitaba en ese momento en que la presión de sus enemigos estaba aumentando y posiblemente resultó en la quema de la ciudad. Lo que sabemos es que la ciudad de Jerusalén había quedado en ruinas y gran parte de la población la había abandonado, yendo a otras partes de Judá. Sabemos también que su partida señaló que la Ley de Moisés ya no era una parte central de sus vidas.
Lo que a Esdras le faltaba fue suplido por Nehemías unos 13 años más tarde, y ahora con los muros completamente reconstruidas, el pueblo podía reunirse en Jerusalén sin miedo. Lo primero que deseaban era escuchar la Palabra de Dios. Es imposible no tener la impresión de que el pueblo tenía un hambre y sed genuinos de la Palabra de Dios, porque lloraron cuando fue leída (y más importantemente, comprendida).
Es posible que su llanto fue debido a lo que sintieron al ser convencidos de sus pecados. En efecto, aunque es posible tener un sentimiento general de que hemos pecado, se necesita la lectura y comprensión de la Palabra de Dios para convencernos profundamente de la gravedad de nuestros pecados. Esto fue lo que ocurrió con estas personas. Ciertamente fue un momento sagrado.
Hace poco escuché a un cristiano compartir de manera honesta y transparente un pecado horrible y vergonzoso que había cometido. La honestidad y autenticidad de su confesión me hizo sentir inmediatamente que estaba en tierra santa. ¡El Espíritu Santo estaba presente!
¿Por qué, entonces, Nehemías y sus líderes impidieron que el pueblo llorara, e incluso les ordenó que se regocijaran?
También es interesante notar que no aprovecharon esta oportunidad de realizar el ritual de sacrificio para "sellar" su arrepentimiento. En esto hay una gran lección que necesitamos aprender.
A veces nos obsesionamos demasiado con el llanto y la contrición, como si fuera la única evidencia de la obra poderosa del Espíritu Santo. Y cuando hay llanto y arrepentimiento, tendemos a desear que dure tanto tiempo como sea posible. Disfrutamos de la tristeza. Nos deleita un corazón contrito. Nos gusta dejarnos llevar por la melancolía.
¡Pero lo que realmente importa no es la duración del llanto y la tristeza, sino su autenticidad! Cuando es genuino, el Señor nos perdona instantánea y completamente. ¡Si deseamos continuar en la tristeza, es porque queremos sentirnos bien por ello! En realidad, esto frustra el propósito de la tristeza, o incluso disminuye su autenticidad. Es por eso que Nehemías ordenó al pueblo que se regocijara.
Lo que es “el gozo de Jehová” (Neh. 8:10) es nuestra fuerza, y no nuestro llanto o tristeza, y ni siquiera nuestra contrición. El arrepentimiento genuino conduce al gozo genuino en el Señor.
(1) Con este nuevo gozo, ¿qué hicieron los jefes de las casas paternas el segundo día?
(2) ¿Qué aprendieron en este contexto más pequeño de “prestar atención” a las palabras de la Ley (no tan diferente de un grupo pequeño de estudio de la Biblia)? (ver la Nota abajo)
(3) Según Levítico 23:42-43, ¿cuál había sido el propósito original de observar la fiesta viviendo en cabañas?
(4) ¿Cuál habría sido su significado especial para estos exiliados que habían regresado a Jerusalén para celebrar esta fiesta de la cosecha viviendo en cabañas o tiendas?
(5) El apóstol Pablo era un fabricante de tiendas y en 2 Corintios 5:1-10 usa el vivir en tiendas como una analogía para hablar sobre nuestra vida terrenal. Mientras consideramos esta feliz ocasión celebrada por los israelitas en Nehemías 8, leamos también la reflexión de Pablo en 2 Corintios 5:1-10:
a. ¿Usted puede identificarse con la alegría de los israelitas que ahora celebraban el fin de un período de transición entre una vida nómade y una de permanencia en su hogar en Jerusalén?
b. ¿Usted vive su vida con la aguda sensación de que solo está de paso, que solo vive en tiendas? ¿Usted se identifica personalmente con la sensación de Pablo de vivir una vida en tiendas?
c. ¿Usted espera con ansias el día en que terminará este período de transición y usted llegará a su hogar permanente en la Nueva Jerusalén? ¿Por qué o por qué no?
d. ¿Usted puede imaginar la alegría con la que se celebrará ese día?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
La fiesta de los Tabernáculos normalmente se celebra el día 15 del séptimo mes, y por lo que tuvieron casi dos semanas para hacer los preparativos. Si bien los israelitas habían celebrado esta fiesta en el pasado (tan reciente como el evento registrado en Esdras 3), parece que no la habían celebrado como congregación viviendo en tiendas (según las instrucciones en Éxodo 23:16; 34:22; Lev. 23:33-43, Deut. 16:13-15; Num. 29:12-38) desde la época de Josué.
“Toda la asamblea de los que habían regresado de la cautividad hicieron tabernáculos y habitaron en ellos." (LBLA) (Nehemías 8:17)
No fue un accidente el momento de la conclusión de la obra de los muros de Jerusalén. Fueron completados en el séptimo mes del calendario judío, el mes en el que el pueblo debía celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
Levítico 23:42-43 explica por qué el pueblo debía hacer cabañas para celebrar esta fiesta: “En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios” (RVR1960).
Esta disposición fue establecida para garantizar que las generaciones futuras no dieran por sentados su cosecha, sus viñedos y sus vidas cómodas. Deberían ser esclavos, sin libertad y sin hogar. Fue Jehová su Dios quien tuvo misericordia de ellos y usó Su mano poderosa para sacar a sus antepasados de Egipto. Sin embargo, sus antepasados no disfrutaron de lo que ahora tenían. Durante cuarenta años, vivieron en tiendas en el desierto. El hecho de que ahora vivieran en casas daba testimonio de la fidelidad y el poder de Jehová, su Dios.
Por lo tanto, cuando estas personas que una vez fueron exiliados construyeron cabañas en sus techos (en el caso de los que vivían en Jerusalén), en las plazas abiertas (los que vivían fuera de Jerusalén) o en los atrios del templo (los sacerdotes y levitas), “hubo gran regocijo” (Neh. 8:17).
Esto nos recuerda nuestra "vida en tiendas" actual, esta vida terrenal en la que "gemimos agobiados" (2 Co. 5:4) por nuestras enfermedades, debilidades y pecados. Pero nos espera un gozo mucho mayor: al terminar nuestra "vida en tiendas" terrenal en este cuerpo que se está descomponiendo, pasaremos a vivir en la Nueva Jerusalén. En efecto, “esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación” (2 Co. 5:5; 4:17).
No deberíamos sintirnos demasiado cómodos en esta tienda terrenal que pronto desaparecerá, ni debemos permitir que nuestro espíritu se desanime debido a nuestras pruebas y tribulaciones. ¡Nos espera una alegría mucho mayor!