Esta semana concluiremos el estudio del libro de Nehemías en el Antiguo Testamento.
Nehemías comenzó con una lista de los nombres de los sacerdotes y levitas que habían regresado con Zorobabel, la cual luego amplió la lista para incluir a aquellos descendientes que servían en su época. Aunque se trata de una lista de nombres, la mayoría de los cuales probablemente no son familiares para nosotros, leamos esta lista con calma y pidamos al Espíritu Santo que ilumine nuestra lectura:
(1) Primero, en los vv. 1-9, Nehemías enumeró los nombres de los sacerdotes y levitas que habían regresado con Zorobabel. Cabe señalar que la mayoría de estos nombres son apellidos, y no deben confundirse con los nombres personales. Por lo tanto, el nombre Esdras en el v. 1 no se refiere al hombre Esdras que regresó unos 20 años después, sino a una de las familias sacerdotales. Por alguna razón, Nehemías seleccionó a algunos de las personas en esta larga lista de nombres para decirnos que estaban “encargado[s] ... de los cánticos de acción de gracias” (12:8). ¿Cuál pudo haber sido la razón de enfatizar esto? (ver 11:23)
(2) Luego, en los vv. 10-11, Nehemías nos dio una lista de los sumos sacerdotes, desde Jesúa hasta Jadúa, un período que se extiende aproximadamente desde el año 538 a.C. hasta mucho después del año 400 a.C.
Como ya hemos estudiado el libro de Esdras y ahora nos acercamos al final del
libro de Nehemías, reflexione sobre lo siguiente:
a. ¿Puede usted recordar algún papel o impacto que tuvo alguno de estos sumos sacerdotes, ya sea en la reconstrucción del templo o en la reconstrucción de los muros de la ciudad?
b. ¿Qué papel deberían haber desempeñado como Sumo Sacerdote?
c. Si lo desea, consulte Zacarías 3 para tener una idea de la condición espiritual de estos sumos sacerdotes, ya que uno de ellos fue confrontado por Satanás ante Dios.
(3) Luego, en los vv. 12-21, Nehemías incluyó una lista de los sacerdotes que servían más cerca de su propia época. Es interesante notar que de entre los 22 apellidos mencionados en los vv. 1-7, la lista actual no menciona la familia de Hatús; esto probablemente significa que para la época de Nehemías, esta familia había dejado de tener descendientes masculinos para continuar su linaje sacerdotal. Motivos de reflexión.
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Y Jesúa engendró a Joiacim, y Joiacim engendró a Eliasib, y Eliasib engendró a Joiada, Joiada engendró a Jonatán, y Jonatán engendró a Jadúa." (LBLA) (Nehemías 12:10-11)
El oficio de sumo sacerdote fue establecido por Moisés, y Aarón y sus hijos fueron ungidos para desempeñar ese oficio. Solo podían ser reemplazados por otros descendientes de Aarón. A pesar de que Aarón fue considerado responsable de la construcción del becerro de oro, Dios lo mantuvo en su puesto como el segundo líder espiritual más importante de Israel durante su tiempo en el desierto.
Después del fallecimiento de Moisés, la importancia del oficio obviamente aumentó; cumplía las funciones especificadas por Moisés las cuales incluían las siguientes:
- Era la única persona a la que se le permitía entrar al Lugar Santísimo una vez al año (durante el Día de la Expiación) para hacer expiación por los pecados de toda la nación.
- Su vestimenta especial también era un símbolo de su papel como intercesor para el pueblo: su pectoral llevaba los nombres de las doce tribus de Israel y en sus hombros había piedras preciosas donde estaban grabados los nombres de las tribus.
- Sus tareas incluían consultar a Jehová a través del Urim y Tumim para tomar decisiones y buscar la voluntad de Dios.
Las siguientes son otras funciones que habría desempeñado en virtud de su cargo:
- Supervisar todas las funciones relacionadas con el culto y el funcionamiento adecuado del templo.
- Garantizar la adoración continua del pueblo y su observancia de la Ley de Moisés — en este sentido, el sacerdote incluso podría prevalecer sobre el rey al hacer cumplir la ley concerniente al sacerdocio. Un ejemplo es la resistencia de Azarías a la intromisión del rey Uzías (2 Crónicas 26:16-20); y
- Apoyar al rey o al líder designado por Dios con el apoyo de los sacerdotes y levitas que estaban bajo su mando. Un ejemplo es el derrocamiento de la usurpadora Atalía, la hija de Acab, por parte del sumo sacerdote Joiada (2 Rey. 11).
Sin embargo, parece que durante la época de Esdras y Nehemías el sumo sacerdote tenía poca influencia sobre el pueblo, ya fuera en su esfuerzo por reconstruir el templo o en la reconstrucción del muro de Jerusalén.
El hecho de que muchos de los levitas y sacerdotes se mudaron de Jerusalén, incluso después de la construcción del segundo templo, lo que resultó en el mal funcionamiento del templo y la adoración de Dios, es una clara evidencia de un total descuido del oficio por parte del sumo sacerdote. Además, Eliasib, el sumo sacerdote, buscó socavar la reforma bajo Nehemías. Los pecados de estos sumos sacerdotes son descritos de manera gráfica en la visión del profeta Zacarías: el sumo sacerdote, Josué (que se cree que es el mismo Jesúa mencionado aquí) "estaba vestido de ropas sucias" ante el Señor y fue objeto de la acusación de Satanás. (Zacarías 3).
Sin embargo, a pesar de lo débiles y pecadores que eran estos sumos sacerdotes, su oficio era un presagio del Supremo Sumo Sacerdote, nuestro Señor Jesucristo, que solo necesitó ofrecerse a Sí mismo una vez como el sacrificio expiatorio definitivo para redimirnos, y vive para siempre para interceder por nosotros (Heb. 7:25, 27).
(1) Luego, en los vv. 22-26, Nehemías incluyó una lista de los levitas que servían más cerca de su propia época. Es interesante notar lo siguiente:
a. Durante el reinado de Darío, se requirió que se sus nombres fueran registrados.
b. Estos nombres también fueron registrados en el Libro de las Crónicas (que puede o no ser una referencia al libro de Crónicas en la Biblia).
c. Una vez más se menciona de manera específica que a algunos se les asignó cantar alabanzas y acciónes de gracias.
¿Cuáles podrían ser algunas de las razones por las que Nehemías eligió enfatizar lo anterior?
(2) Los vv. 27-30 nos ayudan a entender por qué Nehemías incluyó la lista de los nombres mencionados arriba, a saber, estos levitas (incluidos los sacerdotes) fueron sacados de sus lugares de residencia, incluso aquellos que vivían fuera de Jerusalén, con el fin de regresar y participar en la ceremonia de dedicación del muro de Jerusalén. Las ubicaciones geográficas mencionadas aquí muestran que estaban esparcidos por el territorio de Judá y de Benjamín. El v. 27 dice: “En la dedicación de la muralla de Jerusalén buscaron a los levitas de todos sus lugares”. ¿Qué significa esto?
(3) En todo caso, independientemente de si residían en Jerusalén o en algún otro lugar, todos tuvieron que purificarse antes de participar de la ceremonia de dedicación. Para los sacerdotes y levitas, eso probablemente significaba "ayunar, abstenerse de tener relaciones sexuales y hacer una ofrenda por el pecado; para los laicos probablemente significaba lavar la ropa, bañarse, etc." (Fensham, 255/6).
a. ¿Por qué fue necesario hacer ese tipo de purificación antes de participar de la ceremonia de dedicación?
b. ¿Cuál es el mensaje para nosotros hoy?
c. ¿Usted ha llevado en serio (como estas personas) el acto de acercarse a Dios en la adoración o celebración?
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“En la dedicación de la muralla de Jerusalén buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén…” (LBLA) (Neh. 12:27)
Ayer reflexionamos sobre el fracaso de los sumos sacerdotes de la época de Esdras y Nehemías, puesto que habían ejercido poca influencia sobre el pueblo en la reconstrucción del templo y el muro de Jerusalén. También mencionamos que habían descuidado la administración adecuadamente del culto en el templo, de modo que muchos levitas y sacerdotes se habían mudado de Jerusalén, dejando el templo sin suficiente personal para funcionar correctamente.
Ahora, con el esfuerzo de Nehemías (que sin duda usó también su influencia política) para encontrar a cada levita que vivía fuera de Jerusalén y traerlo de regreso para participar en la celebración de la dedicación de los muros, parece que no solo la celebración era fue un gran éxito, sino también que el templo ya pudo funcionar correctamente. La descripción en 12:44 es especialmente interesante:
“Fueron designados hombres a cargo de las cámaras destinadas a almacenes de las contribuciones, de las primicias y de los diezmos, para que recogieran en ellas, de los campos de las ciudades, las porciones dispuestas por la ley para los sacerdotes y levitas. Pues Judá se regocijaba por los sacerdotes y levitas que servían" (LBLA).
En otras palabras, antes de esto, a nadie le importaba vigilar las ofrendas que se llevaban a la casa de Dios. Puesto que los sacerdotes y los levitas no estaban allí para recibirlos y no tenían respeto ni interés por las cosas de la casa de Dios, el pueblo no se tomaba la molestia de llevar sus diezmos, primicias y contribuciones a la casa de Dios. Por lo tanto, el problema no había comenzado con el pueblo, sino con el clero.
Ahora que Nehemías se había asegurado de que las ofrendas del pueblo recibieran un trato adecuado, el pueblo reanudó los diezmos, porque “Judá se regocijaba por los sacerdotes y levitas que servían”.
Me temo que tanto el clero como los líderes laicos deben aprender una lección de esto hoy. A veces se escuchan quejas de que a la congregación no le importan las cosas de la casa de Dios— pocos están dispuestos a ofrecer su tiempo voluntario para servir y no se cumple con el presupuesto de la iglesia. Es posible que el problema no haya comenzado con el pueblo, sino con el clero y los líderes laicos. Sin duda, nuestra función no es complacer a los hombres; si embargo, debemos dar el ejemplo con nuestro amor por las personas y por Dios, y dar nuestro tiempo y dinero al ministerio del evangelio.
(1) La ceremonia de dedicación del muro de Jerusalén se celebró tanto en el muro como dentro del templo — la procesión dirigida por Esdras subió hacia la derecha, mientras que la procesión de Nehemías subió hacía el otro extremo; ambos estaban flanqueados por un gran coro. Cuando los dos coros llegaron a la cima, dieron gracias (12:40), luego volvieron a ocupar sus lugares en el templo, donde se cantaron más canciones e hicieron sacrificios. Nehemías comentó que Dios les había dado gran gozo, y el sonido de regocijo se pudo escuchar a lo lejos:
a. ¿Póngase en la piel de estas personas, y piense en todas las razones por las que debían dar gracias al Señor en tales circunstancias?
b. ¿Cuál pudo haber sido la razón más importante de su gran gozo?
c. Muchos comentaristas opinan que el Salmo 147 fue compuesto en el contexto de esta ceremonia de dedicación, especialmente los versos 2 y 13. Lea el Salmo 147 y vea qué razones pudieron haber dado para su gran regocijo.
(2) Después de describir la dedicación del pueblo a la estricta observancia de la Ley de Moisés, seguida de la dedicación del muro de Jerusalén, Nehemías destacó deliberadamente algunas cosas que hicieron, obviamente en respuesta al juramento hecho en 10:28-39. Intentemos relacionar estas acciones con el juramento que habían hecho:
a. ¿A qué parte del juramento se refiere el v. 44?
b. ¿Cuál es la importancia simbólica de ese cumplimiento?
c. ¿Qué quiere decir la observación de que “Judá se regocijaba por los sacerdotes y levitas que servían”?
d. ¿A qué parte del juramento se refiere el v. 45?
e. ¿Qué tipo de cuadro describe respecto a la adoración en el templo en la época previa al juramento?
f. ¿A qué parte del juramento se refiere el versículo 46?
g. ¿Qué tipo de cuadro describe respecto a las vidas de los levitas, cantores y porteros en la época previa al juramento?
(3) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Porque en los días de David y Asaf, en tiempos antiguos, había directores de los cantores, cánticos de alabanza e himnos de acción de gracias a Dios." (LBLA) (Nehemías 12:46)
Como observación final, Nehemías quiso informarnos de que el pueblo de Israel realmente tomó en serio el juramento que había hecho con tanta solemnidad. Así, en el v. 44 nos dice expresamente que "aquel día ", es decir, el día después de la dedicación del muro de Jerusalén, cumplieron con su promesa y designaron hombres (obviamente levitas) para que estuvieran a cargo de los almacenes para las contribuciones, las primicias y los diezmos dados por el pueblo. En otras palabras, antes del juramento, al pueblo realmente no le importaba si los levitas y sacerdotes tenían lo suficiente para mantener a sus familias. Esto también explica por qué muchos de los sacerdotes y levitas terminaron mudándose de Jerusalén y muchos se habían convertido en agricultores. Como resultado, los asuntos del templo fueron totalmente descuidados, ya que no había suficientes sacerdotes y levitas para ayudar a que el templo funcionara correctamente.
Ahora que el pueblo había hecho la promesa "no descuidaremos la casa de nuestro Dios" (10:39), una de las primeras diferencias visibles fue que una vez más se escuchaban los cantos de alabanza en el templo con el resurgimento del coro del templo— “Porque en los días de David y Asaf, en tiempos antiguos, había directores de los cantores, cánticos de alabanza e himnos de acción de gracias a Dios” (12:46). Es obvio que no había habido un director de los cantores durante muchísimo tiempo. Durante muchos años, el templo había sido un lugar de una adoración bastante apagada.
La verdad es que independientemente de cuán pecadores y rebeldes seamos, Dios todavía merece nuestra alabanza y adoración. Cada vez que los creyentes se reúnen ante el Señor, lo hacen ante todo para adorarlo — es por eso que yo siempre informaba a los anfitriones de eventos que estábamos allí ante todo para adorar a Dios, incluso en las bodas y funerales. Y puesto que Dios es el centro de nuestra adoración, no podemos evitar alabarlo y adorarlo. Por alguna razón, Dios ha considerado oportuno darnos el gran regalo de la música, la cual nos ayuda en su manera única a expresar nuestra alabanza y adoración sincera de una manera que ninguna otra cosa puede igualar—ya sea mediante canciones, címbalos, arpas y liras (12:27), o con pianos, órganos, sintetizadores y guitarras.
Puesto que Dios se merece lo mejor, hagamos nuestro mejor esfuerzo todos los domingos para prepararnos para la adoración; esto incluye darle nuestra mejor ofrenda musical, no para entretenernos a nosotros mismos, sino para dar gloria y el honor a nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
En este capítulo final, Nehemías nos comparte que la reforma que ocurrió bajo su mando no siempre fue fácil; fueron necesarias medidas persistentes (y en algunos casos disciplinarias) para garantizar que se cumplieran los juramentos que se habían hecho. En general, los comentaristas consideran que todas estas correcciones fueron llevadas a cabo cuando Nehemías regresó a Jerusalén en el año 32 de Artajerjes (433 a.C., es decir, exactamente 12 años después de que Nehemías llegó a Jerusalén) después de haber estado ausente. Estos son los incidentes que él citó:
(1) Los vv. 1-3 tratan de la exclusión de todos los extranjeros, presumiblemente de la asamblea religiosa.
a. Lea la prohibición exacta impuesta por la ley en Deuteronomio 23:4-6.
b. ¿Por qué fue aplicada a todos los extranjeros, no solo los amonitas y moabitas?
c. La prohibición dice "aun hasta la décima generación" (Deut. 23:3). ¿Eso quiere decir nunca? (Tenga en cuenta que a aquellos gentiles que aspiraban a adorar a Jehová probablemente se les permitía congregarse en el “patio de los gentiles” del segundo templo; además, Rut era una moabita.)
d. ¿Por qué Nehemías consideraba que era necesario hacer cumplir tales leyes hasta su "últimas consecuencias"?
e. ¿Qué podemos aprender de él?
(2) Los vv. 4-5 tratan de los favores que se había concedido a Tobías, el enemigo de Israel:
a. ¿Quién era Tobías? ¿Cómo se opuso a Nehemías? (ver Nehemías 2:19; 4:3, 7-8; 6:1-7, 12-19)
b. ¿Cuán influyente era Tobías (ver Nehemías 6:17-18)?
c. ¿Cuál era la función de la habitación que Eliasib le había preparado para Tobías?
d. Puesto que los amonitas debían ser excluidos de la asamblea, ¿qué tipo de pecado se estaba cometiendo aquí?
e. ¿Por qué este sacerdote (si no es una referencia a Eliasib el Sumo Sacerdote, probablemente se refiere a uno de sus parientes) concedió este favor a un enemigo declarado de los israelitas?
(3) Los vv. 6-9 tratan de las medidas tomadas por Nehemías después de su regreso de la corte persa:
a. El texto no nos dice nada sobre cómo fue acogido por el rey después de su ausencia de 12 años. ¿Qué nos dice el hecho de que se le concediera un permiso para regresar a Jerusalén sobre su relación con el rey?
b. En su opinión, ¿por qué Nehemías quiso volver a Jerusalén?
c. ¿Cómo lidió con "el mal que Eliasib había hecho"?
d. ¿Qué impacto tendría sus acciones en los sacerdotes, los líderes y el pueblo en general?
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Pero durante todo este tiempo yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, yo había ido al rey..." (LBLA) (Nehemías 13:6)
A algunos lectors les puede confundir el uso del término "rey de Babilonia" (Neh. 13:6) o "rey de Asiria" (Esdras 6:22) en la Biblia para referirse al rey de Persia. Aunque los lectores modernos son muy conscientes del histórico cambio de poder en Mesopotamia, parece que a los antiguos (especialmente los hebreos que sirvieron bajo los sucesivos poderes en la región) no les importaba mucho la etnia de sus gobernantes. Para ellos, eran gobernantes sobre los mismos territorios o aproximadamente los mismos territorios que habían sido controlados por los babilonios y los asirios.
Independientemente de quién fuera el gobernante, sabemos que “como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina” (Prov. 21:1). Así, encontramos que muchos de estos gobernantes babilonios, asirios y persas fueron usados por Dios como instrumentos, no solo para disciplinar a Su pueblo, sino también para darles una segunda oportunidad de regresar a su Dios.
Uno de estos gobernantes fue Artajerjes, que le había dado a Nehemías autoridad para regresar a Jerusalén como gobernador para reconstruir el muro de la ciudad e implementar su reforma espiritual. Lamentablemente, reconstruir la muralla de la ciudad fue la parte fácil, a pesar de la feroz oposición de sus enemigos; la parte difícil fue reformar al pueblo, porque tuvo que lidiar con el corazón del pueblo. Sin una transformación de corazón, no hay cambio de comportamiento. Nehemías hizo todo lo posible con su poder para hacer cumplir la ley (es decir, la Ley de Moisés), pero una vez que salió de Jerusalén (y no sabemos cuánto tiempo estuvo ausente), muchas partes de la ley fueron violadas, incluidas las que el pueblo había jurado con solemnidad observar.
Esto también es un recordatorio solemne para nosotros, ya que a veces tendemos a abogar por la promulgación de leyes en nuestros países con el fin de que nuestra sociedad se ajuste a los principios y las enseñanzas de la Biblia— ya sea respecto a la definición del matrimonio u otras áreas de la vida que son importantes para que una sociedad tenga estabilidad. El problema es que no podemos reducir la moral a un asunto legal; es un asunto del corazón. Donde el corazón no ha sido transformado por el Evangelio, no hay esperanza de que su dueño aprecie, esté de acuerdo y siga los principios y enseñanzas de las Escrituras.
Debemos recordarnos todo el tiempo que nuestro objetivo no es cristianizar el mundo en un sentido cultural, sino evangelizar el mundo—un alma a la vez. Claro, es un proceso lento, pero es el único proceso que fue enseñado por nuestro Señor, quien también prometió que “este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
A pesar de lo lento que ha sido este proceso, ha continuado durante más de 2000 años. Nuestra generación ha visto el evangelio llegar más allá de Jerusalén, toda Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8). "El fin" sin duda está muy cerca. Esto no quiere decir que debamos dejar de luchar por lo que es bueno y decente, sino que debemos comprender lo que el ángel le dijo a Juan en su visión respecto a lo que sucederá cuando el fin esté cerca: “Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo” (Apocalipsis 22:11).
Por lo tanto, no debemos sentirnos desanimados si el mundo continúa ignorando a Dios y Su mensaje; debemos concentrarnos en compartir y concretizar nuestros testimonios, dejando el resultado en la mano de Dios.
Los vv. 10-14 tratan de la negligencia de los sacerdotes y los levitas en la recolección y almacenamiento adecuados de las ofrendas del pueblo:
(1) ¿Por qué “los levitas y los cantores... se habían ido, cada uno a su [propio] campo”, es decir, no sirvían en el templo de manera regular, sino que habían regresado a los campos fuera de Jerusalén para ser agricultores?
(2) ¿De quién había sido la culpa?
(3) ¿Qué impacto pudo haber tenido su negligencia en el pueblo (12:44)?
(4) ¿Qué hizo Nehemías para corregir la situación?
(5) Nehemías probablemente tendría que volver nuevamente a la corte del rey. ¿Cómo, entonces, podría asegurar que el pueblo, especialmente estos líderes religiosos, continuasen a cumplir con la Ley?
(6) ¿Qué nos enseña su oración en el v. 14?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y puse al frente de los almacenes al sacerdote Selemías ... además de estos estaba Hanán ... porque se les consideraba dignos de confianza, y su responsabilidad era repartir las raciones a sus parientes." (LBLA) (Nehemías 13:13)
Nehemías probablemente se desanimó mucho al regresar de Persia al ver que no se habían mantenido muchas de las reformas que él había puesto en marcha: los matrimonios con los pueblos vecinos, el abuso (cometido por el propio sumo sacerdote) de permitir que su enemigo principal, Tobías el amonita, usara la cámara que había sido designada para el almacenamiento de las ofrendas sagradas del pueblo, y ahora la negligencia de los sacerdotes y levitas en proveer para las necesidades de sus hermanos levitas. Parecía un caso de "un paso adelante y dos pasos atrás".
¿Usted no se habría sentido desanimado? ¿Qué podía hacer, especialmente cuando realmente no podía confiar en estos líderes que siempre habían trabajado en su contra?
Pero Nehemías siguió adelante, consciente de que aunque tenía el respaldo del rey y obviamente era un líder muy capaz, solo Dios podía consolidar esta reforma unida y hacerla durar. Por lo tanto, terminó cada una de las medidas correctivas que tomó con una oración en la cual expresó su total dependencia de Dios y Su misericordia.
Por eso leemos la siguiente oración de impotencia en el v. 14:
"Acuérdate de mí por esto, Dios mío, y no borres las obras de misericordia que he hecho por la casa de mi Dios y por sus servicios" (LBLA).
Pero el ejemplo que nos dejó Nehemías no es uno de dependencia total a través de la oración sin tomar ninguna acción; él utilizó su sabiduría al nombrar hombres que consideraba dignos de confianza para hacer cumplir la distribución de suministros necesarios para otros sacerdotes y levitas (13:13).
La historia nos muestra que esta combinación de oración dependiente y ejercicio de sabiduría valió la pena puesto que su reforma hizo mucho para alejar a toda la nación de Israel de la adoración de ídolos y conducirla a la estricta adherencia a la Ley de Moisés a lo largo de los siguientes cuatro siglos.
Los vv. 15-22 tratan de la violación de su juramento de guardar el sábado:
(1) ¿Qué cosas específicas había dicho el pueblo acerca de la observancia del sábado en su solemne juramento de observar cuidadosamente la Ley de Moisés? (10:31)
(2) ¿Cómo estos hombres de Judá habían violado la ley que tan apasionadamente habían prometido guardar?
(3) ¿Por qué se habían atrevido a violar el sábado?a. ¿Ya no respetaban la Ley?
b. ¿No tenían miedo de los líderes o del Sumo Sacerdote?
c. ¿No tenían miedo de provocar la ira de Dios como lo habían hecho sus padres?
(4) ¿Qué hacían las personas de Tiro en el sábado?
(5) ¿Por qué Nehemías culpó a los nobles de Judá?
(6) ¿Qué hizo Nehemías para corregir la situación?
(7) ¿Por qué tuvo que poner a sus propios hombres para vigilar las puertas?
(8) ¿Qué advertencia les dio a los comerciantes, los cuales probablemente eran extranjeros? (Nehemías probablemente todavía ocupaba el cargo de gobernador cuando regresó a Jerusalén.)
(9) Cuando ya se había ido la amenaza de violar el sábado, Nehemías reemplazó a sus propios hombres con los levitas de forma permanente. ¿Cuál fue el cargo que dio a los levitas a este respecto?
(10) ¿Piensa usted que al hacerlo, el pueblo, los nobles, los sacerdotes y los levitas honrarían el sábado de manera genuina?
(11) ¿Qué nos muestra su oración en el v. 22?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban los lagares en el día de reposo, y traían haces de trigo y los cargaban en asnos ...” (LBLA) (Neh. 13:15)
Es bastante sorprendente leer que una de las estipulaciones que habían violado en su voto solemne a Dios era la observancia del sábado, puesto que había mencionado específicamente la observancia del sábado en su juramento, prometiendo que “en cuanto a los pueblos de la tierra que traigan mercancías o cualquier clase de grano para vender en el día de reposo, no compraremos de ellos en día de reposo ni en día santo;" (LBLA) (10:31).
Ahora, no solo estaban permitiendo a la gente de Tiro traer mercancías en el sábado; ellos mismos también estaban llevando granos y otras mercancías al mercado.
¿Acaso no sabían que estaban profanando el sábado? ¡Por supuesto que sí!
¿Acaso no temían la reprensión del sumo sacerdote o de los nobles? Por supuesto que no; muchos de los levitas y sacerdotes habían dejado de servir en el templo y se habían ido de la ciudad. Además, estos líderes no honraban realmente el sábado como tal. ¡Quizás estos líderes también frecuentaban el mercado para comprar cosas en el sábado!
¿Pero no temían que les ocurriera lo mismo que había pasado con sus antepasados? Bueno, para ser absolutamente honesto, todavía estaban bajo ocupación extranjera. Ya fuera en Babilonia o en Jerusalén, la cuestión más importante era su supervivencia. Como definitivamente no estaban viviendo una vida de lujo, realmente no tenían mucho que perder. Parece que mientras que la mayoría de los habitantes guardaba su sábado, los que no lo hacían obviamente tenían una ventaja injusta para ganar más dinero. Por lo tanto, el motivo real fue la codicia, ya que "la raíz de todos los males es el amor al dinero" (1 Tim. 6:10).
Sin embargo, el mandamiento de guardar el sábado no era solo una señal del pacto de Dios (Éxodo 31:16) que señalaba su identidad única como pueblo de Dios; también era una expresión de su amor por Dios por encima de todo, incluso el dinero.
Como creyentes del Nuevo Testamento, es cierto que ya no estamos bajo la ley, incluida la ley de guardar el sábado. Sin embargo, estamos bajo la ley del amor, y la prueba de nuestro amor por Dios incluye nuestra disposición de ponerlo a Él en primer lugar en nuestras vidas. La prueba más básica de esto es descansar y adorarlo en el Día del Señor.
Todos conocemos la historia de Eric Liddell, quien estuvo dispuesto a renunciar a la oportunidad de ganar una medalla olímpica al no correr en el Día del Señor. A pesar de su ejemplo, he visto a muchos cristianos trabajar los domingos por elección, o salir a esquiar o llevar a los niños a todo tipo de actividades extracurriculares los domingos en lugar de adorar.
Realmente no somos mejores que aquellos a quienes Nehemías reprendió.
Los vv. 23-31 terminan con la manera en que Nehemías lidió con el matrimonio con gentiles:
(1) En su solemne juramento de observar cuidadosamente la Ley de Moisés, ¿qué había dicho el pueblo específicamente sobre la separación de los pueblos vecinos? (10:28-30)
(2) ¿Cómo los hombres de Judá habían violado este juramento?
(3) ¿Qué había hecho Esdras anteriormente cuando intentó erradicar este problema (Esdras 10)?
(4) ¿Por qué a Nehemías le preocupaba tanto que los hijos de estos matrimonios hablaran un idioma extranjero y no supieran hablar hebreo? ¿Estaba siendo nacionalista, o había consecuencias importantes con respecto a la adoración de Yahveh? (vea el ejemplo que dio sobre Salomón.)
(5) ¿Cómo corrigió esa situación?
(6) ¿Por qué recurrió al uso de la fuerza (se puede presumir que él tenía esa autoridad en ejercicio de la ley local como gobernador)?
(7) ¿Por qué fue especialmente duro con el nieto del sumo sacerdote (ver Levítico 21:14 y su oración aquí en 13:29)?
(8) ¿Qué hizo para restaurar el descuido del sacerdocio y la adoración en el templo?
(9) Aunque la última oración que pronunció y registró fue breve, ¿qué revela sobre Nehemías?
(10) ¿Qué puede usted aprender de sus esfuerzos, no solo para reconstruir el muro para proteger la Ciudad Santa, sino también para traer a su pueblo de regreso a la verdadera adoración de Yahveh?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y contendí con ellos y los maldije, herí a algunos de ellos y les arranqué el cabello." (LBLA) (Nehemías 13:25)
Estoy bastante seguro de que usted quedó sorprendido cuando usted leyó cómo un hombre de Dios como Nehemías recurrió a la violencia hacia los que se habían casado con mujeres extranjeras.
Debemos tener en cuenta varias cosas al intentar comprender el comportamiento bastante inusual de Nehemías:
1. Aunque se había entristecido y enojado al enterarse de que estos hombres habían renegado tan rápidamente de su voto a Dios, incumpliendo la primera promesa que habían hecho (10:30) al casarse con mujeres extranjeras, él no los obligó a divorciarse de sus esposas extranjeras y expulsar a sus hijos como lo había hecho Esdras (Esdras 10).
2. Un edicto anterior de Artajerjes había autorizado que Judá fuera gobernado por la Ley de Moisés (Esdras 7:26), lo que incluía el poder de ejecutar a los ofensores. Al golpear a estos ofensores, Nehemías estaba dentro del ejercicio apropiado de su poder bajo la ley como gobernador.
3. La reprensión de Nehemías reveló plenamente su dolor y temor por la nación. Él tenía miedo de que el pueblo ofendiera a Dios, atrayendo Su ira sobre ellos nuevamente. Cierto comentarista hizo la siguiente paráfrasis de 13:26 que logra expresar de manera muy acertada el temor de Nehemías:
“Si el poderoso rey Salomón no pudo resistir la influencia de las esposas extranjeras; si él, el amado (de) Dios, no encontró en su relación con Dios una defensa contra el pecado al que lo sedujeron, ¿acaso sería inusitado que ustedes cometieran un mal tan grande? (Keil & Delitszch citando a Bertheau, 183)
También es importante entender que la razón por la que Nehemías expulsó a uno de los hijos del sumo sacerdote Joiada no fue la venganza personal, sino su flagrante violación de Levítico 21:7, 14, que automáticamente lo descalificó como sacerdote.
De hecho, el historiador judío Josefo (Ant. Xi, 7:2 y 8:2-4) cuenta una historia similar que ocurrió no mucho después de la época de Nehemías: Manasés, un hermano del sumo sacerdote Jadúa, se casó con Nicaso, una hija del sátrapa Sanbalat, una Cutheam. Los ancianos judíos, que temían la ira de Dios, lo excluyeron del sacerdocio. Sin embargo, con la ayuda de su suegro Sanbalat, él estableció el culto del templo en el monte Gerizim que probablemente marcó el inicio del culto samaritano en Gerizim (al cual hizo alusión la mujer que conversó con Jesús en el pozo de Samaria en Juan 4).
En otras palabras, estas medidas “extremas” pero fieles tomadas por Nehemías había impactado a las generaciones futuras, preservando la pureza de la adoración a Yahveh.