Esta semana comenzaremos el estudio del Libro de Isaías en el Antiguo Testamento.
Introducción a Isaías:
El nombre Isaías significa "Jehová salva" o "Jehová es el Salvador", una expresión que encapsula muy bien el tema de este libro del AT que es el más citado por los escritores del NT. La visión del profeta abarca un período de aproximadamente 50 años, desde la muerte de Uzías (739 a.C.) hasta el final del reinado de Ezequías (686 a.C.). A pesar de los ataques de críticos modernos contra su integridad, no cabe duda de que los transmisores originales del libro entendían que se trata de una obra escrita por el profeta Isaías; esto se demuestra claramente en la primera (conocida como IQIsa) de varias porciones de Isaías que fueron encontradas en Qumrán, la cual se remonta a los años 125-100 a.C., y en una referencia al libro de Isaías en el libro de Sirach (Eclesiástico), escrito en el año 190 a.C.
El trasfondo de la primera parte de Isaías (del cap. 1 hasta el cap. 39) son los eventos que vivió el profeta entre los años 739-701 a.C., cuando Asiria resurgió como una gran potencia mundial. Justo en medio de su camino de expansión estaban Israel y Judá, que habían disfrutado de una época de paz y prosperidad (entre los años aproximados de 810-750 a.C.) que no habían conocido desde la época de Salomón. Un poco antes, Dios había levantado a Amós y a Oseas para ministrar al norte y reprender su complacencia agravada por la idolatría, el adulterio y la injusticia. Dios había levantado a Isaías (que probablemente tenía sangre real) para que ministrara a Judá, cuya complacencia espiritual era aún peor porque se sentían superiores espiritualmente a sus prójimos en el “impío” Israel. Sin embargo las palabras de advertencia y la profecía de Isaías abarcan más que el destino del pueblo de Dios e incluye también el de las naciones.
La segunda parte de Isaías (del cap. 40 hasta el cap. 57) es una sección marcada claramente por la esperanza; se destaca por sus mensajes que describen la grandeza y trascendencia de Dios y al famoso Siervo Sufriente.
La parte final de Isaías (del cap. 58 hasta el cap. 66) tiene su mirada puesta en el momento futuro en que Dios creará nuevos cielos y una nueva tierra.
De manera maravillosa, este gran libro muestra el asombro y el carácter de Dios, expone los pecados de la humanidad y del mundo e impacta con un poderoso mensaje de gracia en la redención que, junto con el resto del libro, “contiene más profecías sobre el Mesías que cualquier otro libro en el Antiguo Testamento”, entre las cuales están el nacimiento de Cristo, Su ministerio, Su muerte y Su futuro reinado. San Agustín llamó a este libro, el "Quinto Evangelio".
Debido a la magnitud del libro, no podremos reflexionar sobre cada versículo como normalmente hacemos; más bien, meditaremos de manera reflexiva y con fines devocionales con base en las enseñanzas principales de cada sección. Sin embargo, esto no debería disuadirlo de profundizar en el estudio de los detalles de cada capítulo fuera de nuestro tiempo devocional.
El llamamiento de Isaías como profeta se registra en el capítulo 6; adoptaremos la posición de Calvino, quien considera que todo el libro fue escrito de manera cronológica y supone que el llamamiento formal de Isaías ocurrió después de los primeros cinco capítulos de "visión":
(1) Imagínese que Isaías, incluso antes de ser reconocido como profeta profesional, comenzó su ministerio con esta salva inicial cuando aún era joven. Al leer el capítulo entero, reflexione sobre los siguientes aspectos:
a. Según esta descripción, ¿como era la condición espiritual bajo Uzías, un rey relativamente bueno?
b. ¿Cuán impactante habría sido este mensaje para el rey y para el pueblo de Judá?
(2) El lamento de Dios (1:2-4):
a. ¿Por qué Dios invoca como Sus testigos el cielo y la tierra?
b. ¿Qué busca revelar Dios al comparar la nación con un buey y un asno?
(3) El lamentable estado de Judá (1:5-9): Aunque Judá solo sufriría toda la ira de Babilonia unos 140 años más tarde, las amenazas de Asiria ya habían infligido bastante destrucción a Judá:
a. ¿Por qué Dios en Su lamento describiría su difícil situación comparándola con heridas en su cabeza, corazón, pie y planta del pie?
b. Aunque Dios los compara con Gomorra, ¿cómo les muestra misericordia?
(4) Los pecados son expuestos (1:10-17):
a. ¿Cuáles son, en esencia, los pecados que se exponen en los vv. 10-15?
b. Según los vv. 16-17, ¿qué hacía que su pecado de hipocresía religiosa fuera aún más perverso?
c. ¿Cuál es el mensaje importante para usted?
(5) Un mensaje de gracia (1:18-20):
a. ¿Piensa usted que la invitación a razonar se basa en la gracia? ¿Por qué o por qué no?
b. En última instancia, ¿dónde está su esperanza?
(6) La realidad de sus pecados y castigo (1:21-31):
a. ¿Cuáles pecados son destacados una vez más (vv. 21-23)?
b. ¿Qué castigo enfrentarán (vv. 24-25)?
c. ¿Cuál es el propósito final del castigo de Dios (vv. 26-27)?
d. El resultado de haber deseado los ídolos (representados por las encinas y los jardines sagrados) será la vergüenza. Lee estos versículos junto con los vv. 10-14: ¿qué tipo de apostasía religiosa describe Isaías?
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Cuando venís a presentaros delante de mí,
¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?" (LBLA) (Isaías 1:12)
Independientemente de como uno entiende el momento del llamamiento formal de Isaías como profeta, sin importar si comenzó antes o solo después de proclamar los mensajes registrados en los primeros cinco capítulos, el mensaje del primer capítulo habría sacudido a toda Judá, desde la corte real hasta el más insignificante de los campesinos.
Ya sea que Isaías recibió su llamado “en el año de la muerte del rey Uzías” (6:1) o poco antes de eso, Judá había estado bajo el gobierno de un rey relativamente piadoso. Uzías es descrito como un rey que hizo lo recto ante los ojos de Jehová (2 Cr. 26:4) hasta que “llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso” (2 Cr. 26:16). Dios le infligió con lepra, una enfermedad de que padeció hasta su muerte, porque usurpó el papel del sacerdote y quería quemar incienso en el altar.
Al parecer, este orgullo y complacencia no se encontraba exclusivamente en el rey, sino que era corriente entre el pueblo, convirtiéndose en el punto focal de la salva inicial del ministerio de Isaías. Mientras que al norte Israel se había convertido abiertamente en una nación de adoradores de ídolos, Judá, con su aparente celo por la adoración de Jehová, había caído en el pecado de la falsa piedad. Por un lado, se dedicaban fervientemente a practicar la adoración de Yahveh — oraban, ofrecían sacrificios y observaban todas las fiestas religiosas (1:11-15); por otro lado, vivían una vida poco ética de opresión, injusticia y malas obras (1:16-17). Esto había provocado la ira de Dios y acusaciones de que en realidad estaban pisoteando los atrios de Dios (1:12).
Hoy, debemos tomarnos en serio este mensaje de reprensión a la luz de que a las iglesias evangélicas no les falta el celo de la adoración y el estudio de la Palabra. Sin embargo, si nuestras vidas carecen de compasión, si hacemos caso omiso de la justicia hacia los pobres y los oprimidos y nos involucramos en comportamientos poco éticos, nuestra adoración será como pisotear los atrios del Señor, nuestras oraciones no serán escuchadas, el Señor no tendrá ningún placer en nuestro servicio a Él e incluso nuestras reuniones serán aborrecidas por Él (Isaías 1:11-15).
El primer mensaje de reprensión y castigo de Judá es seguido inmediatamente por una gran visión de “los últimos días”, los cuales incluyen el reinado pacífico de Jehová (2:2-5), la humillación de la casa de Jacob (2:6-11) y la terrible aparición del Señor (2:12-21).
(1) El reinado de Jehová (2:2-5): Aquí se profetiza la futura adoración de Jehová por todas las naciones:
a. ¿Cuál será el resultado de esta adoración mundial de Jehová?
b. ¿Cuál será la base de esta "paz mundial"?
c. Puesto que esta es una visión sobre “Judá y Jerusalén” (2:1), ¿qué papel jugarán estos en este glorioso futuro? (2:5)
(2) La humillación de la casa de Jacob (2:6-11):
a. ¿Qué pecado destaca este texto, especialmente cuando menciona la idea de "plenitud"?
b. ¿Cómo aprenderán eventualmente que no se puede confiar en esta “plenitud”?
(3) El Día de Jehová (2:12-21):
a. Vv. 12-18 es una mezcla de figuras y realidades:
- ¿Cuál es su mensaje central?
- ¿Piensa usted que la aplicación de este mensaje va más allá de la casa de Jacob? ¿Por qué?
b. Vv. 19-21:
- ¿Cómo esta porción describe el esplendor de Dios?
- ¿Cómo son humillados los hombres?
(4) ¿Por qué esta visión termina con la exhortación para no confiar en el hombre (2:22)?
(5) ¿Cuán relevante fue el mensaje para Judá, que estaba experimentando un período de transición política con la muerte (inminente) del rey Uzías y la amenaza de un resurgimiento de Asiria?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra." (LBLA) (Isaías 2:4)
La creación de las Naciones Unidas al final de la Segunda Guerra Mundial fue sin duda una expresión del deseo del mundo por la paz mundial, y el hecho de que este versículo de Isaías está inscrito en algunas partes del edificio de las Naciones Unidas sin duda refleja (hasta cierto punto) la fe de algunos en este ideal bíblico. Sin embargo, desearía que hubieran citado todo el pasaje de Isaías 2:2-5 y no solo las últimas líneas, porque al citar solo estas mostraron que realmente no lograron entender lo que es la paz mundial y cómo se logrará.
El pasaje señala claramente que la paz mundial solo se puede lograr de las siguientes maneras:
- Los hombres deben adorar a Yahveh solamente y sobre todo:
El monte de la casa del Señor tiene que ser el principal, por encima de todas las demás colinas. Esto significa que sólo el Señor puede ser reconocido como Dios, el único Dios por encima de todos los ídolos, de todos los dioses, incluyendo el ateísmo.
- No solo debe ser adorado, sino que también Su ley y Sus caminos deben ser seguidos:
Sabemos que nadie puede andar en Sus caminos y seguir Su ley sin antes de que sea reconciliado con Él mediante la fe en Su Hijo Jesucristo y mediante el arrepentimiento.
- Eso significa claramente que la única forma de restaurar la paz entre los hombres es restaurar la paz con Dios.
Es una pena que cada vez que las Naciones Unidas buscan negociar la paz entre las naciones y los pueblos que están en guerra, resulta ser un ejercicio inútil, no solo porque buscan hacerlo aparte de Dios, sino también porque siguen defendiendo caminos que se oponen descaradamente a los caminos de Jehová.
Sin embargo, la paz mundial será restaurada, no por las Naciones Unidas ni mediante ningún esfuerzo humano, sino a través de la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo Su esplendor para juzgar al mundo incrédulo e inaugurar Su Reino eterno con todos aquellos que han creído en El.
Después del estruendo inicial de lamento y reprensión, seguido del terrible anuncio del Día de Jehová, la visión profética pone su mirada sobre la realidad presente de los pecados de las naciones. Este capítulo expone los pecados de los líderes y de las 'mujeres' de Sión:
(1) Los pecados de los líderes (3:1-15):
a. ¿Quiénes serán quitados? (vv. 2-3)
b. ¿Por qué se menciona la eliminación del líder junto con la eliminación del suministro y el sustento? (v. 2)
c. ¿Cuál será la maldición de un liderazgo pobre (vv. 4-7)?
d. ¿Cuáles eran los pecados de los líderes (vv. 8-15)?
e. ¿Cuál será la excepción? (v. 10)
f. ¿Cuál es la importancia de que esta acusación se haya planteado en el contexto de un tribunal? (vv. 13-15)
(2) Los pecados de las mujeres (3:16 - 4:1):
a. ¿Por qué fueron señaladas las mujeres?
b. El usar perfumes y ornamentos no es en sí mismo un pecado. Por lo tanto, ¿en qué consiste sus pecados?
c. ¿Piensa usted que esta reprensión es completamente metafórica, como opinan algunos eruditos? ¿Por qué o por qué no?
d. ¿Cómo describe 4:1 las horribles consecuencias del juicio de Dios sobre la nación?
(3) Una esperanza gloriosa (4:2-6): sería un error suponer que el mensaje de esperanza solo aparece a partir del capítulo 40. Aquí hay un ejemplo de una profecía de gloriosa esperanza en medio de la destrucción total:
a. Dios ha prometido que sobrevivirá un remanente:
- ¿Cómo se llamará? ¿Por qué?
- ¿Cómo serán limpiados?
- ¿Cuál podría ser el propósito de registrar sus nombres? (Mal. 3:16)
- La presencia de Dios es prometida en 2:5 ¿A qué le recuerdan los símbolos de la nube y del fuego? (Números 14:14)
- Todo esto está precedido por la presentación del “renuevo del Jehová”, ¿por qué? (ver Isaías 11:1; Zacarías 3:8; 6:12)
b. ¿Qué nos enseña esto sobre la misericordia de Dios en medio de Su ira?
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel." (RVR1960) (Isaías 4:2)
Después de comenzar su mensaje como un trueno que expresa el intenso dolor que siente Jehová al llamar a los cielos y a la tierra para ser Sus testigos contra Sus hijos rebeldes que eran peores que los bueyes y asnos debido a su falta de entendimiento, Isaías prosigue con implacables acusaciones contra la falsa piedad de Judá y termina con su juicio por Dios por medio de sus enemigos. Sin embargo, incluso en este primer mensaje de castigo, Dios los llama al arrepentimiento, prometiéndoles una restauración: "si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;" (Isaías 1:18).
De hecho, Dios podría haber limitado el mensaje de esperanza al final del libro, pero lo que encontramos a lo largo del libro de Isaías es que en medio de severas reprensiones y mensajes sobre horribles juicios, Dios siempre inserta un mensaje de esperanza, como si las reprensiones y el juicio fueran demasiado para ellos, con el fin de que no caigan en la desesperación debido a su estado de maldad. Así de asombroso es nuestro Dios: “Porque su ira es solo por un momento, pero su favor es por toda una vida; el llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegría.” (LBLA) (Sal. 30:5).
El capítulo 4 de Isaías es un gran ejemplo: inmediatamente después del castigo de los pecados de los líderes dentro del contexto de un tribunal y en un entorno formal (3:1-15), y despues de la humillación sarcástica de las mujeres de Sion (3:16-26) debido a sus pecados, llegando a su punto culminante en el mensaje sobre el masacre de los hombres de Judá en 4:1, el profeta irrumpe en uno de los muchos mensajes mesiánicos de esperanza, prometiendo una salvación completa y eterna con la presentación del “Renuevo de Jehová".
Aunque los comentaristas tienen opiniones divergentes sobre la identidad del "Renuevo de Jehová", las consecuencias que traerá el "Renuevo" son inconfundibles:
- El remanente será llamado santo.
- Sus nombres estarán registrados en el Libro de la Vida.
- Su inmundicia y sangre serán lavadas.
- La presencia diaria de Jehová será una realidad.
- Descansarán con un descanso verdadero de las tormentas y lluvias de la vida.
A la luz de todo esto, es difícil no ver el “Renuevo de Jehová” como la misma persona que se menciona en Isaías 11:1 y en Zacarías 3:8; 6:12 — el Mesías, el mismo Señor Jesucristo. Y nosotros somos tan bendecidos que no necesitamos ser parte del remanente para que seamos injertados en el Renuevo, porque las promesas anteriores ya se cumplen en nuestras vidas cuando ponemos nuestra fe en el Señor Jesucristo (Romanos 11:17).
Estos primeros mensajes que anteceden al llamado formal de Isaías terminan con una expresión poética que habla de la relación de Dios con Su pueblo en términos de la relación que hay entre un labrador y su viña:
(1) La parábola de la viña (5:1-7):
a. ¿Qué nos revela sobre el profeta Isaías el hecho de que se refiere al Dios de quien canta como "mi amado"?
b. ¿Qué desea un labrador cuando planta una viña?
c. ¿De qué manera esto expresa lo que Dios desea para Jerusalén?
d. ¿Qué es lo que el labrador normalmente tiene que invertir en la plantación de un viñedo?
e. ¿Qué había invertido Dios en su relación con Jerusalén?
f. ¿Qué resultado obtuvo al final? ¿Por qué?
g. ¿Qué consecuencias enfrentará la viña?
h. ¿Qué busca ilustrar esta parábola?
(2) Seis ayes sobre las "uvas agrias" (5:8-23):
a. ¿Cuál es el primer ay (5:8-10):
- ¿Puede usted percibir una similitud entre esta descripción y la codicia desenfrenada de nuestra sociedad hoy?
- Cual será el castigo?
b. ¿Cuál es el segundo ay (5:11-17)?
- ¿Pueden coexistir una vida de placer y una vida de contemplación de las obras de Jehová? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Cuál será el castigo para los líderes y para el pueblo?
- ¿Por qué Dios impondría ese castigo?
c. ¿Cuál es el tercer ay (5:18-19)?
- ¿Qué nos enseña sobre su maldad la figura de las cuerdas (diminutas, menos visibles) y coyundas de carreta (enormes, visibles)?
- ¿Cómo y por qué estas personas se burlan de Jehová?
d. ¿Cuál es el quarto ay (5:20)?
- ¿Puede usted percibir una similitud entre lo que se describe aquí y la sociedad secular actual?
e. ¿Cuál es el quinto ay (5:21)?
- ¿Por qué este pecado es tan perverso?
f. ¿Cuál es el sexto ay (5:22-23)?
- ¿Qué tiene que ver esta manera de beber con el soborno?
(3) El juicio terrible (5:24-30):
a. ¿Qué clase de consecuencia describe el versículo 24, y qué razones se dan para ella?
b. ¿Qué castigo experimentan inmediatamente cuando la ira de Dios arde contra ellos (v. 25)?
c. ¿Por qué no es suficiente? ¿Qué usará Jehová para infligir un castigo aún más severo?
- Este castigo se cumplió con la invasión de Nabucodonosor en el año 586 a.C. (ver 2 Rey. 25):
1. ¿Cuán apropiado fue el cumplimiento de esta profecía mediante su invasión?
2. A la luz de que Isaías menciona las “naciones lejanas”, ¿en qué sentido piensa usted que se refiere a un tiempo aún futuro? ¿Por qué?
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña." (RVR1960) (Isaías 5:1)
Aquí tenemos nuestro primer vistazo de la personalidad del profeta Isaías y de la relación que tenía con Dios. Ya reflexionamos sobre lo poderoso que fue el mensaje que proclamó para Jehová, incluso (quizás) antes de recibir su llamado oficial por parte de Jehová (en el capítulo 6). Fue un mensaje marcado por intensos sentimientos de lamento, duras palabras de reprensión y espantosas profecías de destrucción. Sin embargo, cuando Isaías hace una pausa y reflexiona sobre el tierno deseo del Jehová para Jerusalén, su tono de voz se vuelve poético y suave. Él Lo llama "mi amado".
En realidad, esta debería ser una marca de la relación de todos los siervos de Dios — tiene que haber una relación de amor entre los siervos y el Maestro; de lo contrario, los siervos serían meras herramientas que no conocen ni se identifican con los latidos del corazón del Maestro. Por eso Jesús desnuda Su alma ante Sus discípulos, diciéndoles que son más que siervos: “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre” (Jn. 15:15).
El hecho es que el Dios que tenemos en el Nuevo Testamento no es diferente del Dios del Antiguo Testamento; Él es el mismo, “ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). Isaías es más que un simple siervo; es un amigo íntimo de Jehová, a quien llama “mi amado”.
A continuación, Isaías nos narra la asombrosa experiencia que condujo a su llamamiento:
(1) ¿Qué importancia tiene el momento en que ocurrió este llamamiento oficial?
(2) ¿Por qué fue necesario que su llamamiento ocurriera durante una epifanía tan espectacular?
a. ¿Dónde se le reveló Jehová?
b. ¿De qué manera se reveló a Sí mismo?
c. ¿Por qué los serafines que le servían necesitaban lo siguiente?
- alas para cubrir sus rostros
- alas para cubrir sus pies
- alas para volar
d. ¿Por qué tenían que dar voces el uno al otro?
- ¿Qué significa la triple repetición de "santo"?
- ¿Qué significa la alabanza de que “toda la tierra está llena de su gloria”?
e. ¿Qué ocurre cuando suenan sus voces? ¿Qué significa esto?
(3) La reacción normal del ser humano ante tal espectáculo es adorar:
a. ¿Por qué, entonces, la reacción inmediata de Isaías fue reconocer y confesar su pecado?
b. ¿Por qué fue convencido de su pecado específico de tener "labios inmundos"?
c. ¿Por qué pensó que estaba "perdido"?
(4) Después de su confesión, uno de los serafines quitó su pecado con un carbón encendido del altar:
a. ¿Qué tiene que ver el altar con la expiación?
b. ¿Cuál fue el significado espiritual del perdón que recibió al tocar el carbón encendido?
(5) ¿Por qué Jehová decidió llamarlo solo después de su confesión?
(6) ¿Por qué respondió con tanta disposición?
(7) El llamado de Jehová fue sumamente desconcertante:
a. ¿Qué tarea específica dio Jehová a Isaías?
b. Si el pueblo no oiría ni vería, ¿cuál era el propósito de su misión?
c. El v. 10 es un tema que ha generado mucha controversia:
- ¿Podía Isaías o su mensaje realmente hacer "insensible el corazón de este pueblo, endurece[r] sus oídos, y nubla[r] sus ojos"?
- ¿Qué es lo que realmente produce esto?
(8) Lo que preocupaba Isaías no era tanto la aparente inutilidad de su misión sino el destino final de su pueblo: en esencia, ¿cuál fue la respuesta de Dios a su pregunta?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y Él dijo:'Ve, y di a este pueblo: Escuchad bien, pero no entendáis; mirad bien, pero no comprendáis'." (LBLA) (Isaías 6:9)
Ya es bastante desconcertante saber que la misión de Isaías estaba destinada a ser inútil, ya que el Señor le reveló claramente que el pueblo no escucharía su mensaje; sin embargo, lo que lo hace aún más desconcertante es el siguiente mandamiento: “Haz insensible el corazón de este pueblo, endurece sus oídos, y nubla sus ojos” (Isaías 6:10).
Yo prefiero la
traducción griega de la LXX que fue citada por Mateo en Mateo
13:13-15, la cual señala que la responsabilidad fue del propio pueblo:
“porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oídos; y sus ojos han cerrado”.
Quisiera compartir con ustedes la siguiente reflexión de John Oswalt:
“Sin embargo, ¿por qué desearía Dios endurecer el corazón de las personas? ¿Por qué desearía que no se curaran? Aunque el texto en sí no nos da ninguna explicación, podemos proponer algunas deducciones generales. Es evidente que hay algo más importante que curar. ¿Qué podría ser? Sin duda es la pura revelación del carácter de Dios y de la condición humana. Resultó que el único efecto posible de esa revelación era endurecer a la generación de Isaías en su rebelión (3:8; 5:18, 19), puesto que el hecho de que Isaías declarara fielmente lo que sabía que era cierto no resultaría en que el pueblo admitiera su culpabilidad y se volviera a Dios. Por el contrario, sucitaría una negativa más rotunda por parte del pueblo a reconocer su necesidad. ¿Había otra alternativa? Quizás, si el profeta alterara ciertos aspectos de la verdad, el pueblo sería más receptiva y podría ser "sanado" en cierto sentido. Sin embargo, tal curación sería una burla, porque ¿qué puede sanar si no la verdad de Dios? Es como si Isaías les dijera que no necesitaban ver a Dios como él mismo Lo había visto, ni ser purificados como él lo había sido para que fuera un siervo de Dios. El resultado final sería mortal. Validaría el sincretismo de esa generación y pervertiría la verdad para todas las generaciones venideras. Vendería el futuro para asegurar el bien aparente en el presente. Pero si la verdad no podía salvar a la generación de Isaías, si en realidad destruiría a esa generación, al menos podría salvar a las generaciones futuras si fuera fielmente registrada. Esta, entonces, era el encargo de Isaías, la misma que tienen todos los siervos de Dios; no se trata de tener éxito en un sentido meramente humano, sino de ser fiel.”
(TNICOT, Isaías, 189-190)
Después de aceptar el llamado de Jehová, Isaías entró en acción en los capítulos 7-39, los cuales se centran en el tema de la confianza y explican la verdad de que confiar en las naciones resultaría en la desolación (cap. 34), mientras que confiar en Dios resultaría en la abundancia (cap. 35).
Los capítulos 7-12 forman una unidad que trata sobre la amenaza conjunta de Siria e Israel a Judá, ante la cual el rey Acaz decidió confiar en su peor enemigo, Asiria. Esta unidad también contiene la gran revelación de la salvación de Dios a través de "Emmanuel".
7:1-9—El consejo en que se debía confiar:
(2) Lea 2 Reyes 16:5-18 para tener una idea del trasfondo histórico de este encuentro entre el rey Acaz e Isaías: Isaías deja en claro que las fuerzas combinadas de Aram e Israel “no la pudieron tomar” (a Jerusalén).
(3) ¿Cómo reaccionaron el rey y su pueblo al escuchar sobre la amenaza inminente? (v. 2)
(4) En ese momento, el Señor envió al profeta y a su hijo para entregar un mensaje al rey:
a. ¿Qué le pidió Jehová a Acaz que hiciera? (v. 4)
b. ¿Cómo describió Jehová a los dos reyes invasores?
c. ¿Por qué el rey Acaz no debería tener miedo? (v. 7)
(5) Se agregaron tres razones más para que el rey no tuviera miedo (vv. 8-9): ¿Cuáles son?
7:10-15—La oferta de una señal
(6) ¿Por qué ofreció Jehová dar una señal al rey?
(7) ¿Su rechazo le agradó a Jehová (piense en las medidas que Jehová tomó posteriormente, según nos cuenta la historia)? ¿Por qué o por qué no?
(8) ¿Por qué Isaías dijo que su pretensión de no querer una señal realmente era lo mismo que poner a prueba la paciencia de Dios?
(9) ¿Por qué decidió Jehová dar una señal de todos modos? ¿De qué se trataba esta señal, según Mateo 1:23? (ver la Nota abajo)
7:16-25—El destino incrédulo de Judá
(10) Como leemos en 2 Reyes 16, el rey Acaz eligió confiar en Asiria y no en Jehová: En esencia, ¿cuáles serían las consecuencias de su elección?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
Es inútil debatir sobre si la palabra "virgen" en su versión original en hebreo se refiere a una mujer casada o a una virgen, puesto que Mateo 1:23 sirve como su mejor comentario (sin mencionar el hecho de que “la palabra nunca se usa en el Antiguo Testamento para referirse una mujer casada” — ver TNICOT, 210). Sin embargo, esta señal probablemente tiene un enfoque doble — uno apunta al nacimiento del Mesías en un futuro lejano; el otro tiene sus raíces en la época de Acaz, y probablemente se refiere al hijo de Isaías (Mather-salal-Hash-Baz, mencionado en el capítulo 8), de cuyo nacimiento el rey sin duda se enteró, el cual sirvió como una señal de que “en el momento en que el niño hubiera alcanzado suficiente edad como para rendir cuentas de manera oficial, ambas potencias que lo estaban amenazando ya habrían dejado de existir” (ibid, 214).
"Y se dio aviso a la casa de David ... Y se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento." (LBLA) (Isaías 7:2)
Cierto domingo, mientras enseñaba esta lección específica de Isaías durante en una clase de Escuela Dominical, estaba comentando sobre las palabras gráficas que Isaías usó para describir la condición infiel de Acaz y su pueblo. La Biblia deja en claro que las fuerzas combinadas de Aram e Israel "no prevalecer[ían]" contra Jerusalén. Jehová, a través de Isaías, dejó muy claro que se trataban de meras amenazas (v. 6) vacías (v. 7), y advirtió a Acaz que se mantuviera firme en su fe o no permanecería (v. 9).
Apenas terminó la clase, recibí una llamada de mi esposa diciendo que nuestro hijo había desaparecido. Vivíamos muy lejos de nuestra iglesia; por lo tanto, aquella mañana mi esposa había decidido llevar a nuestro hijo de cuatro años a una iglesia mucho más cercana a casa. Por desgracia, después de la Escuela Dominical infantil, mi hijo simplemente había seguido a otros dos compañeros de clase y se fue de la iglesia, sin que nadie lo supiera, ni siquiera sus dos compañeros de clase y su madre. Obviamente, mi esposa entró en pánico, junto con toda la iglesia. Rápidamente me subí a un taxi y me dirigí hacia esa iglesia.
Mientras oraba a Dios en ese taxi, el Señor me recordó lo que acababa de enseñar y me preguntó: "¿Por qué te estremeces como los árboles del bosque ante el viento?" Incliné la cabeza y en ese momento le pedí perdón a Dios. Me llegó una paz que sin duda trascendió todo entendimiento. Simplemente no la puedo explicar. Debido a las restricciones de tráfico, el taxi tuvo que detenerse a unas cuadras de la iglesia frente a un centro juvenil, y justo cuando salí del taxi, mi vecino (quien había participado de la búsqueda) salió caminando del centro con mi hijo porque había reconocido su lloro.
Ese día aprendí una gran lección: uno no solo debe enseñar la Palabra de Dios; ¡debe confíar en ella!
8:1-8—El niño, una señal
(1) Para reforzar la profecía de que “la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada" (7:16), Dios le dijo a Isaías que hiciera lo siguiente:
- escribir las palabras Maher-shalal-hash-baz en un rollo (o un pedazo de madera) grande y que lo atestiguaran dos personas eminentes
- darle a su recién nacido este mismo nombre, el cual significa “veloz es el botín, rápida la presa”, una referencia a la rápida destrucción de Damasco y Samaria que ocurrió en el año 732 a.C., menos de un año después del nacimiento del niño
a. ¿Por qué hizo Jehová esta declaración profética de manera tan formal?
b. ¿Cuál pudo haber sido el significado de usar al hijo de Isaías como ese señal?
(2) ¿Qué verdad busca destacar mediante la comparación de la suave corriente de Siloé con el poderoso Éufrates de Asiria? (Nota: Siloé probablemente se refiere al pequeño arroyo que corre entre la ladera suroeste de Moriah y la ladera sureste del monte Sion — un símbolo del reinado davídico entronizado sobre Sion — ver K&D, 151.)
(3) El regocijo en el v. 6 probablemente se refiere al regocijo de Judá por la retirada de los dos reyes, debido a la intervención de Asiria:
a. ¿En qué se convertiría su regocijo?
b. Aunque Judá también soportaría la ira de Asiria, ¿cuán diferente sería su destino del de Israel? (Nota: hasta la garganta significa casi hasta la muerte, sin llegar a la muerte en sí.)
c. Según la última parte del v. 8, ¿por qué serían rescatados?
8:9-10—La liberación de "Emmanuel"
(4) Las expresiones "oh Emmanuel" y "porque Dios está con nosotros" funcionan como una "inclusion":
a. Aunque las naciones invadirían a Judá, ¿quién era el que las convocaría a la guerra?
b. Por mucho que las naciones pudieran pensar que estaban actuando por su cuenta y de acuerdo con sus propios planes, ¿en realidad lo lograrían? ¿Por qué o por qué no?
8:11-15—Una advertencia para el profeta
(5) ¿Qué temía el pueblo?
(6) ¿A quién deberían temer? ¿Por qué?
(7) ¿Por qué Jehová tuvo que advertir al profeta que "no anduviera en el camino de este pueblo”?
(8) ¿En qué sentidos Dios sería al mismo tiempo un “santuario” y una “piedra de tropiezo”? (ver 1 Pedro 2:4-8)
8:16-22—El papel del profeta
(9) Parece que Isaías entendió el carácter “sellado” de esta profecía que tendría que esperar hasta la llegada del Mesías — el Emmanuel — para que su significado fuera desarrollado; por tanto, decidió esperar, y mientras tanto continuó exhortando al pueblo:
a. ¿Cómo entiende Isaías su propio papel y el de sus hijos? (v. 18)
b. ¿En qué aspectos los profetas (y para el caso, los siervos de Dios) debían ser distintos de los médiums? (vv. 19-20)
c. ¿Qué pasará si los siervos del Señor no predican fielmente de acuerdo con la ley y el testimonio? (vv. 21-22)
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“¿Acaso consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio!" (LBLA) (Isaías 8:19-20)
El Señor habló a través del profeta Isaías a un rey rebelde que estaba empeñado en confiar en los hombres (los asirios) y no en el Señor, obligándolo a recibir una señal — el nacimiento de un hijo (que se llamaría Emmanuel) de una virgen (Isa.7:14). Al hacerlo, anunció Su gran plan de salvación, no solo para Judá, sino para toda la raza humana — el nacimiento de Su propio Hijo, Jesucristo, el Salvador del mundo.
Sin embargo, estas palabras de profecía también abordaban la situación más inmediata que enfrentaba Judá — la destrucción tanto de Aram como de Israel, y el castigo que Judá enfrentaría en manos de su peor enemigo, Asiria, en quien Judá había puesto su confianza. Si bien la destrucción de los dos reyes ocurriría pronto, tal vez dentro de uno o dos años después de la profecía, el castigo por medio de los asirios tardaría algunas décadas más, y el cumplimiento de "Emmanuel" (la piedra que haría que muchos tropezaran, como sabemos y como lo atestigua el apóstol Pedro en 1 P. 2:4-8) no llegaría hasta el nacimiento virginal de Cristo.
Isaías obviamente entendió que la mayor parte de lo que estaba profetizando tardaría mucho tiempo en cumplirse. Por lo tanto, tuvo que aprender a esperar "a Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob" (8:17). Es en este sentido que el Señor advirtió al profeta para que “no anduviera en el camino de este pueblo” (8:11).
Es cierto que durante las crisis las personas por miedo anhelan consultar a Jehová para buscar conocimiento sobre el futuro. Piensan que así podrán saber qué hacer o cómo lidiar con el presente. Desafortunadamente, Dios no existe para satisfacer nuestro deseo de respuestas y soluciones instantáneas. Todo lo que se necesita saber ya fue expuesto claramente en Su ley y Su testimonio (8:20), y a menudo la respuesta que obtenemos de Él es que debemos esperar, someternos a Él y confiar en Él, Su tiempo y Sus caminos — esta fue la esencia del mensaje que Isaías dio al rey Acaz. Pero eso no es lo que nosotros queremos; por el contrario, nuestro deseo de obtener respuestas y soluciones instantáneas a menudo nos impulsa a consultar a los médiums y a los espíritus (8:19). El rey Saúl fue un ejemplo típico de esto. Aquellos que alguna vez consultaron a médiums y espíritus sabrán que el único resultado de esta actividad es ser esclavizados por un temor mayor; ellos "verán aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡serán arrojados a una oscuridad total!" (8:22).
De ahí la pregunta de Isaías: “¿Acaso consultará a los muertos por los vivos?“ (8:19). En cuanto a sí mismo, él dice: “en Él tengo puesta mi esperanza” (8:17) — ¡Emmanuel!