Esta semana continuaremos nuestro estudio del libro de Jeremías en el Antiguo Testamento.
Como parte de Su esfuerzo por persuadir a Su pueblo de que se arrepintiera de sus pecados, es obvio que Dios estuvo dispuesto a usar todos los medios posibles para convencerlo o condenarlo, y este pasaje relata de Su uso de los recabitas que vivían entre el pueblo para avergonzarlo y llevarlo al arrepentimiento. (ver la Nota más abajo sobre los recabitas.)
(1) ¿Piensa usted que cuando Jehová le pidió a Jeremías que invitara a beber a toda la familia de los recabitas, Él ya estaba seguro de que no violarían el mandamiento de su antepasado? ¿Por qué o por qué no? (v. 2)
(2) ¿Hay alguna razón por la que Jeremías eligió describir de manera tan detallada dónde estaba ubicada la cámara donde los recibió? (v. 4)
(3) La respuesta de los recabitas (vv. 5-11)
a. ¿Fue Dios quien les había dado la orden de no beber vino? (v. 6)
b. Además de la prohibición de no beber vino, ¿qué otra prohibición les había dado Jonadab? (v. 7)
c. ¿Cuál pudo haber sido la razón de estos mandamientos que los obligaba a llevar un estilo de vida de nómada?
d. ¿Cuánto tiempo habían estado guardando estos mandamientos (Jonadab vivió en la época de Jehú, es decir, alrededor del año 886 a.C.)? (ver 2 Rey. 10:23)
e. ¿Qué eventos los habían hecho mudarse a Jerusalén? (v. 11)
f. ¿Piensa usted que la invitación de Jeremías en el nombre de Jehová para que bebieran fue una fuerte tentación, o una razón para violar el mandamiento de su antepasado? ¿Por qué o por qué no?
g. ¿Por qué se apegaban tanto al mandamiento de su antepasado?
(4) Los recabitas en comparación con el pueblo de Dios (vv. 12-16)
a. En cada caso, ¿quién fue el que había dado el mandamiento?
b. ¿Cuán diferentes fueron los mandamientos? ¿Cuál era el más fácil de obedecer? ¿Por qué?
c. En cada caso, ¿cuál fue la promesa que se dio? (vv. 7 y 15)
d. ¿Qué diferencia hubo entre la manera en que cada grupo aceptó las órdenes?
e. ¿De qué manera este contraste revela la iniquidad específica del pueblo de Dios?
(5) ¿Qué castigo aseguró Jehová nuevamente que le sobrevendría a Judá? ¿Se lo merecían? (v. 17)
(6) ¿Qué bendición concede Jehová a los recabitas? ¿Se la merecían? (vv. 18-19)
(7) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
“Según este pasaje, los recabitas eran una rama de la familia de los ceneos, es decir, descendientes del suegro de Moisés, un ceneo (Jueces 1:16), que habían ido a Canaán con los israelitas y habitaban entre ellos, algunos en el desierto en la frontera sur de la tribu de Judá (1 Sam. 15:6; 27:10; 30:29), y otros en Cades en Neftalí (Jueces 4:11, 17; 5:24). Su antepasado, es decir, el padre de la tribu, fue Recab, padre de Jonadab, con quien Jehú hizo una alianza amistosa (2 Rey. 10:15, 23)."
(K&D, 313)
“Mas ellos dijeron: 'No beberemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, nos ordenó, diciendo: "No beberéis vino jamás, ni vosotros ni vuestros hijos"'.” (LBLA) (Jer. 35:6)
Sabemos que Dios había sido extremadamente paciente, tanto con Israel como con Judá, y a pesar de la desobediencia de Su pueblo, había enviado profetas "repetidas veces" (35:14) para instarlos a que se arrepintieran, y obviamente había seguido retrasando los castigos que deberían haber caído sobre ellos. Aquí (en el capítulo 35), Jehová incluso usa a los recabitas que moraban entre ellos como un ejemplo de obediencia del cual debían aprender:
- Los recabitas estaban dispuestos a obedecer el mandamiento de su antepasado, Jonadab, un simple hombre, mientras que el pueblo de Dios se negaba a obedecer el mandamiento del propio Dios;
- Los recabitas habían permanecido fieles a la orden que les dio Jonadab, quen fue un contemporáneo de Jehú (es decir, alrededor del año 886 a.C.). Esto significa que para la época de Joacim, habían permanecido fieles a este mandamiento durante unos 300 años.
- Los mandamientos que habían recibido los recabitas, además de la prohibición de beber vino, también incluían la prohibición de construir casas y practicar la agricultura — aunque la primera prohibición podría tener implicaciones espirituales, la segunda era simplemente una cuestión de cultura, lo que significa que aunque realmente no había ninguna razón suficientemente poderosa para que siguieran obedeciendo estos mandamientos, aún así lo hacían. Por otro lado, todos los mandamientos de Dios eran imprescindibles para que Su pueblo permaneciera puro, para que siguiera siendo Su pueblo. Su obediencia a estos mandamientos era una cuestión de vida o muerte; sin embargo, para esa época, ya habían rechazado Sus mandamientos de manera consistente durante casi mil años.
Por lo tanto, mientras que está completamente justificada la maldición que Dios confirmó una vez más para Su pueblo, la bendición que otorgó a los recabitas es algo que ellos también merecían. De la misma manera, aunque los pecados de Israel y Judá nos sirven de advertencia, debemos aprender también de la obediencia de los recabitas; además, debemos recordar que quien pide que Lo obedezcamos es Dios mismo, y que nuestra obediencia siempre conlleva Sus tremendas bendiciones.
Este capítulo arroja luz sobre el comienzo del proceso mediante el cual fueron recopilados los dichos de Jeremías, dándoles una forma literaria fija (ver el artículo meditativo de hoy). En el cuarto año de Joacim, Nabucodonosor derrotó al ejército egipcio en el río Éufrates y marchó contra Jerusalén. Daniel 1:1 señala que por primera vez Jerusalén fue tomada, y probablemente se instituyó un día de ayuno para conmemorar ese día y “evocar en la gente un entusiasmo religioso a favor de la resistencia” (K&D, 317).
36:1-7—Instrucción para poner todos los oráculos por escrito
(1) ¿En qué momento se le pidió a Jeremías que pusiera por escrito “todas las palabras” que Dios le había hablado? ¿Cuántos años de profecías incluía este período? (ver Jeremías 25:1-3)
(2) ¿Cuál fue el propósito de poner por escrito todas las palabras inspiradas? (v. 3)
(3) No tenemos idea de por qué Jeremías fue "detenido"; tal vez fue porque "se le había prohibido entrar a los recintos del templo después de los eventos de 19:1–20:6 o después del sermón del templo (7:1-15) ... ” (NICOT, 623). A su secretario, Baruch, se le pidió que leyera todas estas palabras en su lugar:
a. ¿Dónde debía leer las palabras? (v. 5)
b. ¿Cuándo debía hacerlo? (v. 6)
c. ¿A quiénes debía leer? (v. 7)
d. ¿Por qué? (v. 7)
36:8-19—La lectura pública del rollo
(4) ¿Cuándo se concluyó y leyó el rollo? (v. 9)
(5) ¿Por qué se había elegido el día de ayuno para la lectura? (v. 9)
(6) Es obvio que el día de ayuno era un día de luto, probablemente por la primera derrota de Jerusalén a manos de los babilonios.
a. ¿Qué impacto pudieron haber tenido estos mensajes en las personas que habían asistido al templo para el día de ayuno?
b. ¿Por qué los funcionarios, los cuales posteriormente también escucharon los mensajes, se miraron unos a otros atemorizados? (v. 16)
c. ¿Por qué pensaron que el rey también necesitaba escuchar los mensajes? (v. 16)
d. ¿Por qué les pidieron a Baruc y Jeremías que se escondieran primero? (v. 19)
36:20-26 —La lectura del rollo al rey
(7) ¿El rey se tomó la molestia de escuchar todo el mensaje del rollo? ¿Por qué? (v. 23)
(8) ¿Qué le hizo al rollo? ¿Qué representó su acción? (v. 23)
(9) ¿Cuán diferente fue la reacción del rey (y sus asistentes) de la de los oficiales? (v. 24) ¿Por qué?
(10) ¿Le sorprendió leer que el rey quiso arrestar a Baruc y a Jeremías? ¿Por qué?
36:27-32—La reescritura del rollo
(11) Aunque el rollo original había sido quemado, ¿qué nos enseña el hecho de que fue reescrito con muchas palabras añadidas (v. 32) sobre la indestructibilidad de las palabras de Dios?
(12) ¿Qué juicio específico se pronunció contra el rey? (vv. 30-31)
(13) ¿Qué mensaje hay en este relato para aquellos que están empeñados en destruir la Biblia?
(14) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Entonces Jeremías tomó otro rollo y se lo dio al escriba Baruc, hijo de Nerías, y este escribió en él al dictado de Jeremías todas las palabras del libro que Joacim, rey de Judá, había quemado en el fuego, y aun se le añadieron muchas palabras semejantes." (LBLA) (Jeremías 36:32)
Muchos eruditos arrojan dudas sobre la credibilidad del Libro de Jeremías, debido principalmente a la falta de claridad cronológica y consistencia en la versión definitiva editada del libro, tal como aparece en nuestro canon. Algunos dudan de que muchos de los oráculos registrados realmente sean de Jeremías. Muchos incluso dicen que el libro adquirió su forma final mucho más tarde. Sin embargo, el capítulo 36 nos da una idea de cómo fue parte del proceso por el cual este libro nos llegó en su forma actual. A este respecto, Scofield dice lo siguiente en respuesta a los escépticos:
“Este versículo (36:32) explica la disposición de las secciones de la profecía de Jeremías. A medida que se acercaba el exilio, Dios le ordenó a Jeremías que escribiera los mensajes que ya había dado oralmente (30:2), y que les añadiera nuevas promesas divinas sobre el regreso del exilio y sobre otras bendiciones en un futuro más lejano (30:3, 10-11). Joacim destruyó el rollo de Jeremías (36:23). Dios le ordenó a Jeremías que dictara un nuevo rollo. Jeremías lo hizo, reproduciendo el contenido del rollo anterior, el cual probablemente había sido organizado en la misma secuencia en que Dios lo había dado originalmente. Pero en las porciones apropiadas agregó otras discusiones inspiradas sobre los mismos temas (36:32). Más tarde, Jeremías insertó los mensajes que recibió en épocas posteriores, pero que estaban relacionados lógicamente con aquellos que fueron dados anteriormente, insertándolos en las porciones apropiadas del rollo ya escrito (por ejemplo, los caps. 21; 24; 27-29; 32-34). Otros mensajes que fueron dados después de la redacción del nuevo rollo fueron agregados en la secuencia en que fueron recibidos, y estos fueron seguidos por ciertas secciones especiales (cap. 45-52). Por lo tanto, el libro está organizado en parte con base en el momento en que se dieron sus mensajes y en parte con base en los temas."
Es interesante notar que este capítulo señala la primera quema de las Sagradas Escrituras en la historia, la cual fue seguida por muchas quemas de la Biblia a lo largo de los siglos, hasta los días de hoy. El mandamiento de Jehová de escribir nuevamente "todas las palabras" es un símbolo poderoso de la indestructibilidad de la Palabra de Dios. Sin embargo, mientras que los enemigos de Dios de antaño buscaban exterminar Su Palabra quemándola, los enemigos modernos de Dios buscan exterminarla por medios intelectuales.
37:1-10—La falsa esperanza producida por el retiro de los babilonios
(1) Lea rápidamente 2 Reyes 24 para tener una idea de los eventos que finalmente llevaron a la instalación por parte de Nabucodonosor de Sedequías como rey de Judá:
a. ¿Por qué Sedequías y sus asistentes seguían sin prestar atención a las palabras de Dios, a pesar de que las profecías de Jeremías se habían cumplido?
b. ¿Qué razones pueden haber tenido?
(2) Con base en la información de los versículos 5-9, ¿cuál piensa usted que fue la razón por la que Sedequías le pidió a Jeremías que rogara “ahora por nosotros a Jehová nuestro Dios”? (v. 3)
(3) ¿Cuál fue la respuesta de Dios al rey? (vv. 8-10)
(4) ¿Cómo debería haber reaccionado el rey?
37:11-21—El encarcelamiento de Jeremías—no tenemos idea de lo que significa la frase "tomar allí posesión de una propiedad"; tampoco sabemos si estuvo relacionado con la posterior compra por parte de Jeremías de la tierra de su tío después de su encarcelamiento (en el capítulo 32):
(5) ¿Cuál fue la razón de su detención? (v. 13)
(6) ¿Piensa usted que el capitán simplemente estaba aprovechando esta oportunidad para arrestarlo? (v. 15)
(7) ¿Como eran las condiciones en esa cárcel? (ver el v. 20)
(8) ¿Por qué el rey envió a buscarlo de nuevo? (v.17) ¿Sabía el rey que Jeremías había sido encarcelado injustamente?
(9) ¿Cuál fue la respuesta de Jehová? (v. 17)
(10) ¿Cómo le recordó Jeremías la certeza de la palabra de Dios? (v. 19)
(11) ¿Quién dijo Jeremías que fue el que lo había puesto en la cárcel? (v. 18)
(12) ¿Por qué Sedequías aceptó trasladarlo a la prisión del palacio? (v. 21)
(13) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“(E)l rey Sedequías envió y le sacó; y le preguntó el rey secretamente en su casa, y dijo:'¿Hay palabra de Jehová?'. Y Jeremías dijo: 'Hay'. Y dijo más:'En mano del rey de Babilonia serás entregado'.” (RVR1960) (Jeremías 37:17)
A pesar de que Sedequías fue un rey que hizo lo malo ante los ojos de Jehová (2 Rey. 24:19), mostró una disposición para arrepentirse.
Leímos anteriormente en el capítulo 34 que él en efecto inició un pacto que debía hacer el pueblo para proclamar la libertad para todos sus esclavos hebreos, en conformidad con lo estipulado en la Ley de Moisés (Deut.15:12), cuando parecía que sus antepasados no lo habían hecho (34:14). Aunque posteriormente se echaron para atrás y así enfurecieron a Jehová, su decisión inicial fue un reflejo genuino de su disposición de arrepentirse; solo le faltó la determinación de seguir adelante con su promesa.
Incluso en este capítulo, leemos que se acercó a Jeremías dos veces, también por iniciativa propia. La primera fue cuando los babilonios se retiraron temporalmente de Jerusalén para lidiar con el ejército egipcio que se les acercaba. Esta consulta sin duda fue motivada por una falsa esperanza que habían creado los falsos profetas que había entre ellos. Pero el hecho de que consultó a Jehová muestra que él realmente no confiaba en los falsos profetas.
Más tarde (después de que Jeremías ya había estado en el calabozo por "muchos días" [v. 16] y, por lo tanto, muy probablemente después de que Nabucodonosor había reanudado su sitio de Jerusalén), Sedequías una vez más pidió que le diera la palabra de Jehová, pero lo hizo “secretamente” (v. 17). Sin embargo, la reafirmación del castigo de Dios no llevó a Sedequías al arrepentimiento, lo que se reflejó en su decisión de no liberar a Jeremías, sino transfirirlo a su palacio para preservar su vida.
La razón de estas acciones, ya sea el incumplimiento de su pacto ante Jehová respecto a la liberación de esclavos hebreos, o el mantener a Jeremías en prisión, es bastante obvia. El rey no deseaba enfurecer a los nobles y líderes de quienes pensaba que todavía dependía la estabilidad de su reinado. En otras palabras, no estuvo dispuesto a poner su confianza totalmente en Dios, a pesar de que de alguna manera sabía en su corazón que su destino estaba finalmente en las manos de Dios. ¡Qué rey tan deplorable!
Pero la realidad es que todavía hay muchos "Sedequías" en nuestros días, incluso en la iglesia de Jesucristo.
El temor que sentía el rey Sedequías ante los nobles casi le costó la vida a Jeremías:
38:1-6—El intento de los oficiales de matar a Jeremías
(1) Si Jeremías no fuera realmente un profeta y sus profecías no vinieran de Dios, ¿qué mensaje les habría dado en un momento como ese? (v. 2-3)
(2) Por lo tanto, ¿era necesariamente incorrecta la opinión de estos funcionarios o nobles? (v. 4) ¿Por qué o por qué no?
(3) En esencia, ¿cuál fue la respuesta del rey? (v. 5) ¿Podría haberlo salvado?
38:7-13—La intervención de oficiales piadosos para salvar a Jeremías
(4) ¿Quién era este Ebed-Melec? (Nota: la palabra Cusita señala que era etíope.)
(5) ¿Por qué fue el único que se atrevió a arriesgarse para salvar a Jeremías?
(6) ¿Qué nos dice esto sobre el rey Sedequías, que cambió de opinión, pero como quiera puso a Jeremías nuevamente en la prisión en el patio de la guardia?
38:14-28—La pregunta que hizo Sedequías a Jehová
(7) ¿Por qué Jeremías señaló que era inútil que el rey le consultara? (v. 15)
(8) ¿Qué promesa hizo el rey? ¿Por qué hizo un juramento "en secreto"? (v. 16)
(9) La respuesta de Jeremías fue básicamente la misma que había dado antes, con unas pocas excepciones (vv. 17-23)
a. ¿Qué detalles dio sobre el destino del rey y su familia?
b. ¿Cuáles serían las implicaciones más amplias (más allá de sí mismo) de sus acciones?
(10) ¿Por qué le advirtió el rey que no mencionara esta conversación a los oficiales?
(11) ¿Jeremías tuvo razón al escucharle? ¿Por qué o por qué no?
(12) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Pero si no quieres entregarte, esta es la palabra que me ha mostrado Jehová… Sacarán, pues, todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano del rey de Babilonia serás apresado, y a esta ciudad quemará a fuego.” (RVR1960) (Jer. 38:21, 23)
Tanto Jeremías como el rey Sedequías se encontraban en una situación difícil.
Para Jeremías no era fácil predicar un mensaje que aconsejaba la rendición, porque naturalmente lo habrían considerado antipatriótico. Todas las culturas a lo largo de la historia han valorado la libertad mucho más que la vida. Tal mensaje no solo se habría visto como cobardía, sino que habría desmoralizado al pueblo, especialmente a los soldados que estaban a cargo de la protección de la ciudad. Sin embargo, Jeremías no tuvo otra opción, porque “Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel” (38:17).
La lucha del rey Sedequías quedó evidente en sus repetidas consultas de Jehová a través de Jeremías. Aunque las respuestas que recibía cada vez fueron esencialmente la misma, él no dejó de acercarse al profeta; en este capítulo, leemos que muchas veces lo hacía en secreto por temor a los funcionarios o nobles de la ciudad. Aunque en cierto modo sus acciones fueron una evidencia de su deseo de cumplir realmente con las palabras de Dios, al final no lo hizo, probablemente debido a la presión que le ponían sus funcionarios, y (en parte) porque había sido engañado por los falsos profetas (38:22). Sin embargo, el Señor le dejó claro que su decisión tendría consecuencias más allá de sí mismo y de su familia; afectaría a toda la ciudad y al pueblo (38:23).
Esto ocurre a menudo con nuestra decisión de obedecer la voluntad de Dios. Aunque nos gustaría pensar que nuestra decisión es un tema puramente personal, la verdad es que nuestras decisiones como hijos de Dios a menudo tienen consecuencias que van más allá de nosotros mismos y afectan a nuestra familia, la familia de la iglesia y el reino de Dios.
39:1-10—La caída de Jerusalén
(1) Con base en la información que contienen los vv. 1-2, ¿cuánto tiempo fue necesario para que Nabucodonosor finalmente derrotara la oposición en Jerusalén?
(2) Teniendo en cuenta lo que consideramos en el capítulo anterior, ¿qué habría pasado por las mentes del rey y sus oficiales durante este período prolongado de asedio?
(3) ¿Cuál fue el destino del rey Sedequías y sus hijos? (vv. 5-7)
(4) ¿Piensa usted que el rey Sedequías se arrepintió cuando le sacaron los ojos? ¿Por qué o por qué no? (v. 7)
(5) El destino de Jerusalén y su pueblo se describe en los vv. 8-10. Léalo atentamente y reflexione sobre lo siguiente:
a. ¿Qué había sido la ciudad de Jerusalén una vez, especialmente en la época de David?
b. ¿Cuán contento estuvo Jehová con la ciudad, especialmente en el momento de la dedicación del templo? (2 Crónicas 7:1-3)
c. ¿Cómo se sintieron los del remanente cuando recibieron la noticia de la caída de Jerusalén? (ver Ezequiel 33:21 y ss.)
d. ¿Cómo se sintió Jehová ante la destrucción de Su Ciudad Santa?
39:11-18—El destino de Jeremías
(6) ¿Cómo fue tratado Jeremías por Nabucodonosor? (vv. 11-14)
(7) ¿Por qué? (ver 40:2-4) ¿Tuvo algo que ver con lo siguiente?
a. El hecho de que Jeremías era un profeta de Jehová y Nabucodonosor estaba enterado de las profecías que había estado predicando
b. La influencia de Daniel, cuya influencia en Babilonia ya había aumentado para entonces? (ver Dan.2:1 y ss.)
(8) ¿Cómo fue recompensado Ebed-Melek por su acción de salvar la vida de Jeremías? (vv. 15-18)
(9) ¿Cuál fue la razón dada para su acción? (v. 18)
(10) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“'Pero en aquel día yo te libraré', dice Jehová, 'y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes. Porque ciertamente te libraré, y no caerás a espada, sino que tu vida te será por botín, porque tuviste confianza en mí', dice Jehová." (RVR1960) (Jeremías 39:17-18)
Ya reflexionamos sobre el deplorable rey Sedequías, que aunque sabía en su corazón no solo que Jeremías era el profeta del Señor, sino también que sus oráculos provenientes del Señor acerca del desastre que se avecinaba ciertamente se cumplirían, decidió no escuchar, en parte porque les temía a los nobles de la ciudad, quienes estaban tan enfurecidos con el mensaje de rendición que Jeremías predicaba que trataron de darle muerte.
Puesto que era obvio que había algunos funcionarios y personas que veneraban a Jeremías como el profeta de Jehová, estos nobles decidieron dejar a Jeremías en una cisterna para que muriera de hambre en lugar de ejecutarlo (38:6).
El rey Sedequías podría haber detenido a estos nobles y rescatado a Jeremías, pero tenía miedo de un motín. Por eso dijo: “El rey nada puede hacer contra vosotros” (38:5). Y aunque había funcionarios que apoyaban a Jeremías, solo uno se atrevió a acercarse al rey para salvarlo y fue lo suficientemente audaz como para calificar de "inicua" la acción de los otros funcionarios y afirmar que Jeremías era un profeta (38:9).
Es importante señalar que este funcionario de la corte real ni siquiera era judío; era cusita, es decir, etíope. A Jehová le agradó tanto su acción que prometió rescatarlo de las manos de los babilonios el día de la caida de Jerusalén, diciendo que lo haría "porque tuviste confianza en mí" (39:18). En otras palabras, Ebed-Melec no solo actuó impulsado por un sentido de justicia, sino porque (a diferencia de la mayoría de los judíos de la época) confiaba en Jehová y creía en los oráculos que le había dado a Jeremías. Debido a su fe en Jehová, tuvo el valor de arriesgar su propia vida para salvar al siervo de Jehová cuando nadie más se atrevió a hacerlo.
Este incidente tiene implicaciones proféticas, ya que en el momento de la destrucción de Jerusalén (el resultado de los pecados del pueblo de Dios) la única persona que recibió una promesa de liberación fue un gentil, y lo recibió debido a su fe. De hecho, la salvación siempre se ha basado en la fe (Rom. 4:16).
40:1-6—La liberación de Jeremías—Al parecer hubo un descuido por parte de los soldados, los cuales capturaron por error a Jeremías a pesar de la orden dada por Nabucodonosor. (39:11-14)
(1) En su opinión, ¿cuál pudo haber sido la razón de la confusión o el error debido al cual Jeremías fue atado? (v. 1)
(2) ¿Qué razón dio el comandante para liberar a Jeremías? (vv. 2-4)
(3) ¿Piensa usted que sus palabras fueron sinceras? ¿Por qué o por qué no?
(4) ¿Qué opciones le dio a Jeremías? (v. 4)
(5) ¿Qué eligió Jeremías? (vv. 5-6) ¿Por qué? (vea las palabras iniciales de este capítulo)
40:7-16—El gobernador Gedalías
(6) Para entender por qué se eligió a Gedalías como gobernador, tal vez sea necesario saber su genealogía (ver la Nota a continuación).
a. ¿Qué información fue registrado sobre su padre Ahicam ? (40:9; 26:24; también 2 Reyes 22:12-14)
b. ¿Qué información fue registrado sobre Safán, el padre de Ahicam? (2 Reyes 22:3-13)
(7) ¿Qué enseña el verso 12 sobre la bondad de Jehová para con el remanente y la esperanza que ofrecía después del castigo que había traído sobre la tierra?
(8) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
“Es posible que (Gedalías) haya obtenido mucha experiencia administrativa en el gabinete de Sedequías. La impresión de un sello de principios del siglo VI a.C. que fue encontrado en Laquis lleva el nombre 'perteneciente a Gedalías, sobre la casa'. Esta última expresión era usada para referirse al primer ministro del rey."
(NICOT, 653)
"Palabra de Jehová que vino a Jeremías... Se fue entonces Jeremías a Gedalías hijo de Ahicam, a Mizpa, y habitó con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra." (RVR1960) (Jer.40:1, 6)
Muchos se sorprenden de que este capítulo comience con “Palabra de Jehová que vino a Jeremías” aunque no se registró ninguna palabra por parte de Jehová. En realidad, no hacía falta registrarla; esta palabra le fue dada personalmente a Jeremías para que él actuara, y así lo hizo.
Después de este largo y difícil tiempo de ministerio de Jeremías, finalmente se habían cumplido todas las profecías sobre la destrucción de Jerusalén y el templo a manos de los babilonios, debido a los pecados del pueblo. Se supone que esto debería marcar el final de su ministerio.
Según 25:3, sabemos que Jeremías comenzó su ministerio en el año trece de Josías (alrededor del año 628 a.C.) y que el momento de la caida de Jerusalén ocurrió en 586/7 a.C.; por lo tanto, Jeremías había cumplido fielmente con su deber durante un período de 40 años, durante el cual fue ridicularizado, golpeado y encarcelado. A lo largo de todo este período, él perseveró y no "omitió ni una palabra" (26:2) que Jehová le había dicho que predicara.
Ahora, con el desafortunado cumplimiento de las profecías del castigo, ¿acaso no habría sido un buen momento pare que se jubilara o que se uniera a Ezequiel o Daniel para ministrar a los exiliados en Babilonia? ¿Por qué habrá decidido quedarse con Gedalías para ministrar al remanente (la mayoría de ellos eran pobres) que en realidad era muy reducido? Sin embargo, lo hizo, porque la palabra de Jehová que le había llegado le dijo que lo hiciera (40:1).
Esta es una marca de un siervo fiel de Jehová, a saber, hacer solo lo que Jehová le dice que haga. Es cierto que la tarea más importante parecía haberse terminado; se había ministrado al grupo más importante de personas; sin embargo, Dios le dijo que se quedara con el remanente y continuara ministrando a ellos en un contexto en que ya no había reyes ni príncipes, en que ya no había Jerusalén ni templo de Jehová; y terminó siendo obligado a ir con ellos a Egipto, donde probablemente murió. (43:6-7)
41:1-9—El asesinato de Gedalías
(1) ¿Por qué Gedalías no creyó el informe de Johanán ? (40:13-14) ¿Cuáles pudieron haber sido las razones?
(2) ¿Quién era Ismael? (v. 1) ¿Cuál pudo haber sido su motivo para asesinar al gobernador (40:14; su plan era huir después del asasinato y no permanecer en Mizpa)?
(3) ¿Cuántos hombres llevó consigo a Mizpa? (v. 1)
(4) También mató a 70 de los 80 hombres que habían llegado del norte (vv. 4-9)
a. ¿De dónde habían llegado estos hombres? (v. 5)
b. ¿Qué tipos de ofrendas traían? (v. 5)
c. ¿Cómo habían llegado, y de qué manera esto mostraba el propósito de su visita? (v. 5)
d. ¿Cómo los engañó Ismael para que confiaran en él? (v. 6)
e. ¿Qué nos dice sobre Ismael esta historia sobre la muerte de estos hombres?
41:10-18—Las consecuencias del asesinato
(5) ¿Qué pudo haber impulsado al rey de los amonitas a usar a Ismael para matar al gobernador y a los soldados babilónicos y tomar cautivas a las hijas del rey? (v. 10)
(6) Después de rescatar a los cautivos, ¿por qué Johanán y sus hombres decidieron huir a Egipto? (v. 18)
(7) Puesto que Jeremías estaba entre ellos, ¿qué debería haber hecho?
(8) Aunque se puede presumir que esta tragedia fue de menor importancia para la nación, más tarde los judíos del período post-exilio (ver Zacarías 7:3; 8:19) la comemoraron con un ayuno “en el tercer día del séptimo mes” (K&D, 340; NICOT, 657). ¿Por qué hicieron esto?
(9) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Venían unos hombres de Siquem, de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba y rotas las ropas, y rasguñados, y traían en sus manos ofrenda e incienso para llevar a la casa de Jehová." (RVR1960) (Jeremías 41:5)
No cabe duda de que el asesinato de Gedalías y sus hombres por parte de Ismael fue un acto sumamente atroz. Sin embargo, lo que lo hizo aún más atroz fue el asesinato de los hombres que habían llegado a llorar la destrucción de Jerusalén y del templo. Quizás fue este último acto, y no tanto el primero, lo que conmovió los corazones de los judíos del post-exilio para reservar un día de ayuno para conmemorarlo.
A pesar de que fue una tragedia, sirve para mostrarnos que Dios siempre se ha reservado un remanente que aún le permanece fiel, incluso en los peores momentos (espirituales). J.A. Thompson dice lo siguiente sobre los 80 hombres:
“Peregrinos de los antiguos centros de culto en el norte de Israel (Siquem, Silo, y Samaria) llegaron a Mizpa en su camino a Jerusalén para adorar, como se desprende de las ofrendas de cereales (minha) e incienso (lebona) que llevaban. Era el séptimo mes, la temporada de la gran fiesta de otoño y del culto del año nuevo ... El hecho de que estos peregrinos vinieran del norte sugiere que al menos algunos en el norte de Israel habían aceptado y permanecido fieles a la reforma de Josías del año 622 a.C. y estaban siguiendo las disposiciones de Deuteronomio que requerían la centralización de la adoración en el santuario central, el cual para esa época se había fijado en Jerusalén (cf. Deut. 12:5-6, etc.; 2 Rey. 23). La costumbre ya se había establecido firmemente antes de la caída de Jerusalén. Los peregrinos usaban marcas de luto y arrepentimiento: barbas rapadas, ropas rasgadas y cuerpos cortados (cf. 16:6; 48:37), sin duda porque el templo había sido destruido. El duelo por el templo fue un tema importante durante todo el período del exilio (Lamentaciones; Salmos 74, 79; Isaías 63:7–64:12). Al menos durante un tiempo, fue practicado en Jerusalén alguna forma de adoración en culto después del año 587 a.C.”
(NICOT, 659-660)