Esta semana, usaremos los 8
días que nos quedan en este año para estudiar los libros de Joel y Malaquías, los cuales se encuentran en el Antiguo Testamento.
El libro de Joel
En su breve libro profético, Joel usa siete veces el título "Jehová tu Dios", una expresión que coincide con el significado de su propio nombre, Joel (que significa "Jehová es Dios"). Puesto que no hay ninguna información en el Canon de las Escrituras ni en el propio Libro de Joel que nos ayude a deducir una fecha más precisa para el libro, tiendo a estar de acuerdo con David Hubbard en que, a la luz del contenido que se encuentra en 3:1-8, lo más probable es que este libro fue escrito en el período del post-exilio, después de la conclusión del segundo templo, lo que convertiría al profeta Joel en un contemporáneo de Hageo y Zacarías, los cuales vivieron en torno al año 500 a.C.
Al parecer, esta profecía fue motivada por una reciente y devastadora invasión de langostas que el profeta usó para advertir al pueblo sobre la futura destrucción que Dios traería en el Día de Jehová. En todo el libro, se entrelaza la oscuridad con la luz, la destrucción con la restauración, al mismo tiempo que se predice el juicio final de las naciones y la plena restauración de Israel.
Para los creyentes del Nuevo Testamento, la parte más famosa del Libro de Joel es 2:28-32. Esta porción fue citada por Pedro en su sermón en el Día de Pentecostés para señalar el amanecer de la salvación a través de Jesucristo.
Joel usa una catástrofe reciente como advertencia al pueblo (de Judá):
(1) ¿Qué tipo de catástrofe había venido sobre la tierra? (v. 4; ver la Nota a continuación)
(2) ¿A quiénes se dirige el profeta, y qué les pide que hagan? (vv. 2-3)
(3) ¿Por qué el profeta compara el pueblo con personas borrachas, diciéndoles "¡despertad!". ¿De qué debían despertarse? (v. 5)
(4) ¿Por qué el profeta compara estas langostas con una nación y un ejército poderoso? (v. 6; ver Proverbios 30:27)
(5) ¿Que hacen las personas en la actualidad cuando ocurren desastres naturales de esta proporción? ¿Cómo reaccionan ante tales desastres (por ejemplo, huracanes o terremotos)?
(6) ¿Por qué el profeta llamaría al pueblo (el cual incluye sacerdotes, agricultores y labradores) a llorar como una virgen que lamenta la muerte de su prometido? (vv. 8-12)
(7) Eso sugiere que no estaban desesperados, ni tampoco están de luto:
a. ¿Por qué no?
b. ¿Qué están haciendo, entonces, ante un desastre tan grande?
(8) Luego, el profeta se dirige específicamente a los sacerdotes, llamandolos a que se lamenten (vv. 13-14).
a. En esencia, ¿qué es lo que el Profeta les pide a los sacerdotes?
b. ¿Por qué?
(9) El Día de Jehová (vv. 15-20) — La declaración, "el día de Jehová está cerca" se encuentra textualmente en Abdías 15; Sofonías 1:7 e Isaías 13:6; esto significa que los oyentes de Joel sabrían muy bien lo que significa esta declaración.
a. ¿Cuán devastadora había sido la catástrofe actual? (vv. 16-20)
b. ¿Por qué el profeta usa este incidente para señalar el Día de Jehová, diciendo que está cerca? (v. 15)
(10) Si hoy ocurriera una catástrofe de esta magnitud, ¿podríamos usarla para llamarles la atención a las personas al Día de Jehová y decirles que está cerca? ¿Por qué o por qué no?
(11) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
Nota:
“los cuatro nombres que se dan a las langostas ... no corresponden a nombres que se usaba en la historia natural para referirse a cuatro especies distintas, y tampoco a cuatro generaciones distintas de langosta ... Lo que quieren decir es más bien esto: un enjambre de langostas tras otro ha invadido la tierra, devorando completamente su fruto."
(K&D, 120-1)
“¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso." (RVR1960) (Joel 1:15)
Si bien no tenemos idea de en qué momento de la historia ocurrió la catástrofe de las langostas mencionada por Joel, con base en 3:1-8, donde se menciona los pecados que cometieron Tiro y Sidón al participar en el saqueo de los tesoros del templo y la venta del pueblo de Judá y Jerusalén para los griegos, parece que Joel sirvió como profeta en el período del post-exilio. Para esa época, el "Día de Jehová" habría sido un concepto familiar para el pueblo de Dios, puesto que muchos profetas ya habían predicho su proximidad:
“Porque se acerca el día del Señor sobre todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho; tus acciones recaerán sobre tu cabeza." (Abd. 15)
“¡Calla delante del Señor Dios!, porque el día del Señor está cerca, porque el Señor ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados." (Sofonías 1:7)
“Gemid, porque cerca está el día del Señor; vendrá como destrucción del Todopoderoso." (Isaías 13:6)
En su libro, el profeta Joel, inspirado por el Espíritu Santo, sigue la tradición de estos profetas, prediciendo que el Día de Jehová será un tiempo horrible de destrucción que comenzará con el pueblo de Dios, pero que se consumará con la destrucción total de las naciones. Sin embargo, Joel, a diferencia de los demás profetas, aprovecha la oportunidad que le proporcionó la gran destrucción causada por un desastre natural para pedirle al pueblo que se despierte y se arrepienta, usando la severidad del desastre de su época para recalcar al pueblo el horror aún mayor de la destrucción que enfrentarán en ese futuro juicio de Dios.
Como sabemos, nuestro Señor Jesús también habla sobre el Día de Jehová que señalará Su segunda venida, prediciendo que será precedido por señales que incluyen las siguientes: “grandes terremotos, y plagas y hambres en diversos lugares; y ... terrores y grandes señales del cielo" (Lucas 21:11).
Asimismo, nosotros debemos seguir el ejemplo de Joel, usando los desastres naturales que están ocurriendo ante nuestros propios ojos con una magnitud y frecuencia crecientes para recordar al mundo que el Día de Jehová sin duda está cerca y para llamarlos a arrepentirse antes de la llegada repentina del Día de Jehová definitivo (Mat. 24:39, 43-44).
Joel continúa con su advertencia y llama al pueblo al arrepentimiento, usando el reciente fenómeno natural de las langostas como imagen de la destrucción que habrá en el Día de Jehová:
(1) ¿A quiénes el profeta suena alarma? (v. 1)
(2) ¿Cuán cerca está el Día de Jehová? (v. 1b)
(3) Este "día" de tinieblas (probablemente una referencia al juicio de Dios) es comparado con la llegada de un ejército grande y poderoso: ¿Qué tipo de lenguaje usa el profeta para señalar el carácter definitivo de esta destrucción? (v. 2b)
(4) El profeta da más detalles sobre este poderoso ejército de destrucción (vv. 3-11)
a. Su poder destructivo (vv. 3-5)
- ¿Cómo describe el profeta el rastro de destrucción total que este ejército dejará atrás de sí? (v. 3, 5b)
- ¿Qué apariencia tiene? (vv. 4-5)
- Al comparar este ejército de Joel con el ejército de langostas (Apocalipsis 9:3 y ss.) y caballos (Apocalipsis 9:17 y ss.) que el apóstol Juan ve en su visión sobre los últimos días, ¿cuáles semejanzas y diferencias encontramos?
b. Su disciplina (vv. 6-9): En lugar de ser solo una descripción de simples langostas, esta sección parece describir un ejército bien entrenado.
- ¿Cuán disciplinado es este ejército? (vv. 7b-8a)
- ¿Cuán poderosos son los soldados? (vv. 8b-9)
c. ¿De qué manera otros objetos de la naturaleza participan de este juicio? (v. 10)
d. A la luz de la combinación de este ejército, la naturaleza y el mandamiento de Dios, ¿qué conclusión saca el profeta con su pregunta retórica en el v. 11b?
(5) Un llamado al arrepentimiento (vv. 12-17): Así es como el profeta usa esta ocasión para predecir el futuro Día de Jehová:
a. Los insta a arrepentirse de manera genuina (vv. 12-14)
- ¿Qué es lo que el Señor enfatiza con respecto a su actitud?
- ¿Qué razón da el Señor para la esperanza?
- ¿Qué bendición promete si Él se apiada? ¿Por qué esto es una bendición?
b. Les da un mandamiento a los sacerdotes (vv. 15-17)
- ¿Que deben hacer? (v. 15)
- ¿Quiénes deben ser convocados? (v. 16) ¿Por qué?
- ¿Cómo deben tomar la iniciativa en este arrepentimiento? (v. 17)
- ¿Cuáles deben ser sus oraciones? (v. 17b) ¿Por qué?
- ¿Cómo podemos imitar esta oración hoy?
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Como aspecto de caballos es su aspecto, y como corceles de guerra, así corren. Como estrépito de carros saltan sobre las cumbres de los montes, como el crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca...” (LBLA) (Joel 2:4-5)
Vimos en el primer capítulo que Joel usa un incidente reciente — la gran devastación de la tierra por enjambres de langostas — para dirigir la atención del pueblo al gran juicio que sucederá en el Día de Jehová. En este capítulo, Joel continúa su descripción del horrible juicio de ese día usando como ejemplo lo que sus oyentes habían visto y oído durante ese incidente reciente, comparando la herramienta que el Señor usa para Su juicio con un poderoso ejército de caballos y carros.
La pregunta es esta: ¿Este “ejército” del Señor se refiere a otra devastación por langostas (solo que con una magnitud aún mayor) o a un ejército real?
Por supuesto, no tenemos la respuesta definitiva, aunque sabemos que el apóstol Juan vio dos visiones muy similares con respecto a los últimos días, las cuales obviamente se refieren a eventos en Apocalipsis 9 que son parte del Día de Jehová o que conducirán a ese día.
La descripción de la visión que Juan presencia cuando “el quinto ángel tocó la trompeta” (Apocalipsis 9:1) nos cuenta que a esas langostas se les dijo “no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol” sino “pica” (Apocalipsis 9:4-5). Por lo tanto, su visión no describe el mismo evento que observamos en Joel 2.
En su visión del "sexto ángel", Juan ve "los caballos y a los que los montaban" (un número total de 200 millones) que matarán a un tercio de la humanidad, pero él no entiende lo que ve, porque "tenían corazas color ... de azufre” y “de sus bocas salía fuego, humo y azufre” (Ap. 9:17). Algunos aspectos de esta visión son similares a los del "ejército" descrito por Joel.
Mi opinión es que las visiones de las langostas y la visión de los caballos y jinetes probablemente sean representaciones de una guerra moderna con aviones a reacción y otras armas modernas. Cierta persona que presenció un enjambre de langostas en Sudán comentó que el ruido de las alas de las langostas es como el de un motor a reacción (TOTC, Joel, 55); por lo pronto, es probable que tanto Joel como John simplemente carecieran del vocabulario moderno necesario para describir lo que podría ser aviones de combate.
No es importante si mi suposición es correcta o no, o si la visión de Juan y la de Joel se refieren al mismo evento o no; lo que es importante es que estas visiones de Dios, predichas en el Antiguo Testamento y quizás recontadas de una manera diferente en el Nuevo Testamento, afirman la certeza del terrible juicio que un día descenderá sobre la tierra sobre aquellos que no se arrepientan y crean en nuestro Señor Jesucristo.
Dios responde a sus oraciones:
(1) ¿Qué deben pedir ellos (o sus sacerdotes) en sus oraciones? (v. 17)
(2) Dios promete (a) darles suficiente comida, no solo para sobrevivir, sino estar completamente satisfechos (v. 19a) y (b) silenciar a las naciones burlonas (v. 19b):
a. ¿Cuál es la motivación de Dios? (v. 18)
b. ¿Cómo silenciará Dios a las naciones burlonas? (v.20)
- ¿Quiénes podrían ser estos (a la luz de la probable derrota de Babilonia por parte de los persas en la época de Joel)?
- ¿Es posible que el ejercito del norte sea un símbolo de naciones que se oponen a Dios, como lo que se describe en Apocalipsis 18?
c. Suficiente para estar completamente saciados (vv. 21-27)
- ¿Quiénes se beneficiarán de las "grandes cosas" que el Señor hará por ellos? (vv. 21-22)
- ¿Cómo deben regocijarse a la luz de estas bendiciones? (v. 23a) ¿Qué significa esto?
- A pesar de la enorme magnitud de la devastación causada por las langostas, cuyos sucesivos enjambres habían destruido toda la vegetación, ¿qué es lo que produciría el arrepentimiento genuino? (v. 25)
- ¿Cómo debemos usar esta promesa hoy?
- Hay personas hoy en día que se burlan de nosotros preguntando: "¿Dónde está su Dios?" (v. 17). ¿Cuál debería ser nuestra actitud hacia ellas? (v. 27)
(3) La profecía de Joel ya se cumplió en nuestros días (vv. 28-32): Pedro cita el pasaje completo que aparece aquí (los vv. 28-32) en su sermón sobre el día de Pentecostés (Hechos 2:17-21).
a. ¿Qué eventos que sucedieron ese día hicieron que los que estaban en Jerusalén se quedaran asombrados y perplejos? (Hechos 2:1-12)
b. Puesto que Pedro cita de Joel 2:28-32, ¿qué parte de esta profecía ya se cumplió literalmente?
c. En su opinión, ¿qué parte de la profecía aún no se ha cumplido?
d. ¿Cuál fue la respuesta de los oyentes ante la mención de esta profecía (y otras)? (Hechos 2:37)
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones…Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo…” (RVR1960) (Joel 2:28, 32)
Uno de los pasajes más famosos de la profecía de Joel es 2:28-32, el pasaje el apóstol Pedro citó en su totalidad el día de Pentecostés cuando él y los otros discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en las lenguas de los judíos de la diáspora que estaban reunidos en Jerusalén. Quisiera compartir con ustedes el comentario de Howard Marshall sobre este cumplimiento específico de la profecía de Joel:
“Pedro considera que la profecía de Joel se refiere a los últimos días, y afirma que sus oyentes ahora viven en los últimos días. El acto final de salvación de Dios ha comenzado.
“El primer y principal tema de la profecía es que Dios derramará Su Espíritu sobre todas las personas, es decir, sobre todo tipo de personas, no solo sobre profetas, reyes y sacerdotes, como había sido el caso en los tiempos del Antiguo Testamento. La evidencia de esto se manifestará en profecías y visiones. Puesto que en un sentido más amplio las lenguas pueden describirse como una clase de profecía, este pasaje proporcionaba el equivalente más cercano a las lenguas en la terminología del Antiguo Testamento. Un segundo elemento de la profecía es la aparición de signos cósmicos como aquellos asociados con las imágenes apocalípticas del fin del mundo; de hecho, el mismo lenguaje se usa en Apocalipsis 6:12 ... Las señales probablemente se refieren al don de lenguas y a los diversos milagros de curación que se registrarían en breve. Sin embargo ¿qué diremos de los prodigios? Si no aceptamos que esto sea una referencia a las señales cósmicas que acompañaron a la crucifixión (Lc. 23:44 y ss.), tenemos que concluir que Pedro se refiere a las señales futuras que anunciarán el fin del mundo; estas señales aún son futuras y pertenecen al 'fin' de los últimos días y no su 'inicio', el cual apenas comenzaba. El tercer elemento de la profecía de Joel es el evento que presagian estas señales: el día del Señor, es decir, el día del juicio. Por supuesto, para Joel el Señor era el propio Yahveh. En el caso de Pedro y Lucas surge la pregunta de si el significado implícito de Señor aquí no es 'Jesús', puesto que en el versículo 36 Jesús será declarado Señor. En todo caso, la profecía concluye, en cuarto lugar, con la promesa de que todo el que invoque el nombre de este Señor (es decir, que le pida ayuda) será salvo; para los cristianos, esto sin duda significaba buscar la salvación de Jesús (Rom. 1:13 y ss.; 1 Cor. 1:2). Es cierto que si Pedro estuviera citando el texto hebreo, la referencia sería claramente Yahveh; por lo tanto, cualquier aplicación de este versículo a Jesús sería clara solo para los lectores o oyentes del texto griego.
“Es difícil saber de qué manera Joel concebía el cumplimiento de su oráculo. Lo recibió en el contexto de una plaga de langostas sobre Israel, la cual el profeta consideraba un juicio de advertencia. Cuando el pueblo respondió con arrepentimiento, el Señor lo escuchó e invirtió sus fortunas, prometiéndoles cosechas abundantes. Luego llegó esta profecía sobre lo que sucederá 'después', mientras el profeta mira hacia eventos futuros y prevé la vindicación final de Israel y la derrota de sus enemigos. Por lo tanto, parece que lo consideraba como algo muy lejano, asociado con el día del Señor; por lo tanto, Pedro no usó este pasaje de manera inadecuada al considerar que había comenzado a cumplirse en los eventos de Pentecostés."
(TNCT, 73-4)
El oráculo de Joel concluye con mas detalles sobre el tiempo en que se restaurarán las fortunas de Judá y Jerusalén:
3:1-16—El juicio de las naciones
(1) ¿Dónde serán juzgadas? (v. 2)
(2) ¿Cómo serán reunidas todas en ese lugar? (v. 2)
(3) ¿Cuáles son los cargos en su contra? (vv. 2b-3)
a. ¿Cuán atroces son estos crímenes?
b. ¿Qué pronombres personales se repiten varias veces en la exposición de los cargos? Qué significa esto?
(4) ¿Cuáles naciones son señaladas como representativas de “todas las naciones”? (v. 4)
a. ¿Cuáles son los dos cargos que se les imputan? (vv. 5-6)
b. ¿Cuál será su juicio? (vv. 7-8)
(5) Se explica con más detalles cómo se reunirán las naciones (vv. 9-16)
a. Conteste las siguientes preguntas a la luz de las palabras utilizadas en esta llamada a las armas (vv. 9-11):
- ¿Cuán extendida será esta llamada?
- Aunque la llamada de hecho proviene de Dios, ¿piensa usted que estas naciones son participantes pasivos o activos de esta batalla? ¿Por qué?
b. El profeta ahora llama al Señor para que "haga descender" a sus valientes para juzgar a las naciones (vv. 11-13):
- ¿Quiénes son estos valientes?
- ¿Qué harán para juzgar a las naciones? (v.13; ver Apocalipsis 14:14-20)
- ¿Qué retratan estas imágenes? ¿Por qué?
(6) El valle de la decisión (vv.14-16)
a. ¿Por qué a este lugar también se le llama "el valle de la decisión"?
b. ¿Por qué incluso la propia naturaleza se vería afectada mientras Jehová ruge desde Sion? (vv. 15-16; ver también 2:10 y Mateo 24:29; Isa. 13:10; 34:4; Ezequiel 32:7; Apocalipsis 6:12 [el sexto sello]; 8:12 [la quarta trompeta])
c. Si bien todos los pueblos de las naciones deben tener miedo, ¿debería temer también el pueblo de Dios? ¿Por qué o por qué no? (v. 16)
3:17-21—El Señor habita en Sion
(7) Conteste las siguientes preguntas sobre "aquel día", cuando el Señor habitará en Sion.
a. ¿Qué pasará con Sión y Jerusalén? (v. 17)
b. ¿Qué sugiere el hecho de que ya no la invadirán extranjeros?
(8) El versículo 18 describe un cuadro de abundancia:
a. ¿De dónde brotará esta fuente? (v. 18)
b. ¿Qué tipo de fuente es? (Juan 4:14; 7:37-38)
(9) ¿Qué pasará con la tierra de Egipto y Edom? ¿Por qué? (v. 19)
(10) ¿Qué pasará con la tierra de Judá y Jerusalén? ¿Por qué? (vv. 20-21; ver Apocalipsis 21:10 y ss.)
(11) Al llegar a la conclusión del libro de Joel, separe un tiempo para reflexionar sobre sus notas o leer rápidamente el libro una vez más; identifique los mensajes que podrían ser fundamentales para usted hoy, y piense en cómo puede aplicarlos a su vida.
“Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella." (RVR1960) (Joel 3:17)
El nombre Joel significa "el Señor (Yahveh) es Dios" o "cuyo Dios es el Señor (Yahveh)", y este resulta ser un tema que se enfatiza repetidas veces a lo largo de sus oráculos (un total de 7 veces - 1:14; 2:13 , 14, 23, 26, 27; 3:17). Cada vez que se utiliza este término, el objetivo del pasaje es llamar al pueblo al arrepentimiento (1:14; 2:13, 14) o asegurarle al pueblo las bendiciones futuras de Dios (2:23, 26, 27; 3:17). En otras palabras, la base de su esperanza descansa solamente en la relación de pacto que existe entre Jehová y Su pueblo, en el sentido de que a pesar de su continua rebelión contra Dios, cuando el pueblo se arrepiente de manera genuína, (2:12 y ss.) su Dios fiel cederá y restaurará sus fortunas (3:1 y ss.).
La historia nos muestra que después de este llamado al arrepentimiento y de la promesa
de restauración proclamada por parte de Joel (el cual fue seguido de otro profeta, Malaquías) el pueblo de Israel no mostró ninguna evidencia de un arrepentimiento
genuino, y se sumergió en lo que se conoce como “los cuatrocientos años del
silencio”, una época en que Dios dejó de enviarles profetas. Durante este período, uno pudo haberse preguntado cómo aún sería posible la realización de la promesa de Dios, especialmente la que aparece al final de
Joel: "El Señor habita en Sión".
Mientras Israel entraba en una de sus horas más oscuras (quizás la más oscura de todas) “el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros” (Jn. 1:14); Dios cumplió Su promesa al enviar al mundo a Su Hijo Jesucristo — Emmanuel — ¡Dios está con nosotros! Es a través de Él que la fuente de agua viva fluirá (Joel 3:18) a todos aquellos que pongan su confianza en Él (Jn.7:37-38). En aquél día culminante de la llegada de los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra, en palabras del apóstol Juan: "¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios" (NVI) (Apocalipsis 21:3).