Esta semana terminaremos nuestro estudio del libro de Hageo y comenzaremos el estudio del libro de
Zacarías en el Antiguo Testamento.
(1) ¿Cuándo vino el próximo mensaje de Jehová a Hageo? (2:1)
(2) Al recibir este mensaje, ¿qué probablemente ya habían experimentado desde que comenzaron a reconstruir el día 24 del sexto mes en el año 2 de Darío? (ver Esdras 5:3-4)
(3) Ahora, con la oposición creciente, Jehová los insta a ser fuertes (v. 4): ¿Por qué Jehová decidió dirigirse a ellos una segunda vez y exhortarlos con el mismo mandamiento?
(4) Para animarlos, Jehová les llama la atención sobre lo siguiente (vv. 3-5):
a. El templo (v. 3)
- ¿Qué veían ahora?
- ¿Qué recordaban los que habían visto el antiguo templo (hacía unos 67 años, antes de que fuera destruido en el año 586 a.C.)?
- ¿Qué deseaba lograr al llamar la atención sobre la antigua gloria del templo?
b. Quién es Él (v. 4)
- ¿Qué razón dio para este mandamiento o aliento?
- ¿Cómo se refiere Jehová a Sí mismo?
- ¿Por qué?
c. Su fidelidad inmutable (v. 5)
- ¿Sobre qué acontecimiento histórico llamó la atención Jehová?
- ¿Qué promesa les hizo ahora para ayudarles a no temer y a ser fuertes?
(5) La promesa de un futuro más glorioso (vv. 6-9)
a. ¿Qué prometió hacer “de aquí a poco”?
b. ¿Cuándo sacudió por última vez los cielos y la tierra? (Éxodo 7-10; 19:16 y ss.)
c. La promesa de una gloria aún mayor (vv. 8-9)
- Desde una perspectiva física, ¿qué hacía que el templo se viera glorioso? (v. 8a; 1 Crónicas 29:2, 7)
- Sin embargo, lo que realmente haría el templo aún más glorioso que antes sería la venida de “el Deseado de todas las naciones” (RVR60) (v. 7):
1) ¿Quién es Él?
2) ¿Qué traería a este lugar? (2:9b; Miqueas 5:2-5a)
(6) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"... y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa..." (RVR60) (Hag.2:7)
Es lamentable que algunos traduzcan “el Deseado de todas las naciones” como “los tesoros”, porque estos no harán que la casa de Jehová se llene de gloria.
Es un hecho que el templo construido por Salomón fue asombroso, ya que lo construyó con oro y plata (1 Crónicas 29:2, 7), y el Señor deja en claro que si estos materiales son lo que hace que el templo sea glorioso, no es ningún problema para Él: “Mía es la plata y mío es el oro” (2:8).
Sin embargo, lo que realmente puede hacer Su casa un templo glorioso no es la
plata ni el oro, sino Su misma presencia; por lo tanto, Él promete que “vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa” (2:7), y este “el Deseado de todas las naciones”
no es otro que el Mesías, nuestro Señor Jesucristo. Él ha llegado a ser el
templo mismo (Jn. 2:21), y no solo ha hecho que la gloria de la casa del
Señor sea muy superior a la casa anterior, sino que le ha otorgado paz
mediante Su obra de redención (Efesios 2:14 y ss.), cumpliendo no solo
la profecía de Hageo, sino también las de otros libros proféticos, incluida
esta de Miqueas:
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel. Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. Y este será nuestra paz ...” (RVR60) (Miq. 5:2-5a; cursiva mía)
(1) ¿Cuánto tiempo después del último mensaje se entregó este? (v. 10)
(2) Un recordatorio de su contaminación (vv. 11-19)
a. ¿Se pueden consagrar los “objetos” mediante el contacto? (v. 12)
b. ¿Se pueden contaminar los “objetos” mediante el contacto? (v. 13)
c. ¿Cómo su propia contaminación había afectado todo lo que hacían, especialmente sus ofrendas a Jehová en el templo? (v. 14)
d. ¿Qué evidencia usa Jehová para demostrar el impacto de su contaminación en “cualquier obra de sus manos”? (vv. 14, 16-17, 19)
e. ¿Por qué eligió Jehová este momento de su historia para recordarles su contaminación? (vv. 15, 18; observe que los cimientos del templo se colocaron por primera vez en 538 a.C., ver Esd. 3:10.)
f. ¿Qué prometió ahora Jehová? (v. 19b)
g. ¿Cuál es la condición implícita de esta promesa?
(3) El segundo mensaje que llegó el mismo día (vv. 20-23)
a. El Señor había prometido hacer temblar los cielos y la tierra (v. 6): ¿A qué evento específico se refirió? (vv. 21-22; ver Joel 3:12-16)
b. ¿Qué pasaría con Zorobabel, el gobernador? (v. 23)
c. ¿A qué apunta Zorobabel en esta promesa mesiánica? (Mateo 1:1, 12)
(4) ¿Cuál es el mensaje principal para usted hoy, y cómo puede aplicarlo a su vida?
"Así es toda obra de sus manos; y lo que aquí ofrecen, inmundo es." (LBLA) (Hag. 2:14)
Ayer reflexionamos sobre el hecho de que le pueblo escuchó la predicación de Hageo, se arrepintió de su apatía espiritual, y de inmediato reanudó la obra de reconstrucción del templo, a pesar de la oposición por parte de sus enemigos y la existencia de un decreto real de prohibición. Sin embargo, ahora Jehová mismo es quien les pidió con las siguientes palabras que no procedieran con la reconstrucción:
“Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová ... Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, ... desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón." (LBLA) (2:15, 18)
Tres veces, el Señor les dice “meditad en vuestro corazón” sobre el hecho de que Él había maldecido su trabajo y su cosecha como disciplina por sus pecados. Si no tenían la intención de arrepentirse y volverse a Él (2:17), sería mejor que no reanudaran la obra del templo, porque “así es toda obra de sus manos; y lo que aquí ofrecen, inmundo es” (2:14).
¿Qué impacto tiene esta reprensión en usted hoy? ¿Hay algo en su vida que sea inmundo, impuro y desagradable para el Señor? Aunque otros lo consideren un santo que ama a Dios, Él ve lo que usted realmente es. Así como Él no quería que el pueblo que estaba tan ansiosa por reanudar su servicio a Él contaminara Su santo templo, Él no quiere que le sirvamos sin realmente arrepentirnos de nuestros pecados, para que no contaminemos Su obra sagrada. Nosotros también necesitamos “considerar bien”.